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Jesuitas de hoy y ayer, barrera contra socialismo

Este escrito de Miquel Sunyol, que hoy estará en Cartagena para celebrar el 25 aniversario de la muerte de un amigo de Misión Obrera, Mariano G. Mangada, que acogía a las familias de los presos vascos en el penal de Cartagena. El debate de la opción política de los jesuitas como institución le ha suscitado el recuerdo de la debilidad del gran Arrupe con en general Franco y de cómo le preocupaban las opciones personales que desde su vida obrera asumían los jesuitas jóvenes de aquel tiempo. La ínclita Compañía, semper idem! Él quiere que le contesten los hermanos jesuitas. También Oscar Fortin y yo. Hoy, nuevas propuestas para una solución democrática . AD.

Un laico canadiense[1] conocedor de América Latina, responde a jesuitas españoles,
directores de los centros universitarios de la Compañía de Jesús en España, agrupados en UNIJES.

Y yo, no sé por qué, he recordado la carta colectiva de los Provinciales jesuitas de Estados Unidos (y digo “no sé por qué”, ya que, según el documento de UNIJES, Estados Unidos no tiene nada que ver en la actual situación de Venezuela), dirigida al general Francisco Franco el 31 de julio de 1938, cuando en España todavía había un gobierno de la República, surgido de las urnas.

Parece que los jesuitas españoles de UNIJES también se olvidan, en su documento “en solidaridad con el pueblo venezolano”, de que en Venezuela hay un Gobierno surgido de las urnas del 20 de mayo de 2018.

Y digo “no sé por qué”, ya que, según  Oscar Fortín, “la única explicación que me queda es que los jesuitas andan de complicidad con el imperio al igual del episcopado y del Vaticano”. ¿No pasaba eso, más o menos, en aquella época de la carta de los Provinciales a Franco?

Por cierto, un pequeño detalle. La carta fue redactada en inglés por el P. Francis X. Talbot, director de la revista America, y traducida al castellano, para que Franco la entendiera, por un joven jesuita español nacido en Bilbao (14-11-1907) residente temporalmente en Cleveland (Ohio) en la etapa jesuítica llamada de “Tercera Probación” y que pocos meses después (15-10-1938) llegaría a Yokohama y Tokio, destinado a la Misión del Japón. Su nombre Pedro Arrupe, actualmente en proceso de canonización. ¿Aprovechará el “abogado del diablo” este “pequeño detalle”? Algún juez español fácilmente lo consideraría como “colaboración necesaria a enaltecimiento del terrorismo” con el agravante de “banda armada”.

Al “abogado del diablo”, si es que todavía existe este señor, le recomendaría el libro de Pedro Miguel Lamet sobre Arrupe y que en él buscara una carta que Arrupe, siendo General de la Compañía de Jesús, escribe a un pariente suyo (¿primo? ¿cuñado?), director (o gerente o presidente) de una importante empresa (¿de altos hornos?), que revivía “la pasión de Cristo” ya que su clase obrera se había declarado en huelga. Lo que más le dolía a Arrupe es que uno de los líderes de la huelga fuera un jesuita. Es la famosa “huelga de Bandas

El canadiense Oscar Fortin acaba su documento con esta constatación. “Una contradicción fundamental entre el discurso de la Iglesia y sus actos”. Y yo, para no ser menos, me pregunto si las “Prioridades Apostólicas de la Compañía de Jesús”, surgidas después de oraciones intensas y de reuniones prolongadas, y proclamadas a “bombo y platillo”, no se han acabado concretizando en este documento de la UNIJES.

Y no parece que el exfuncionario canadiense que recorrió gran parte de América Latina  sea un “llanero solitario”. Ver el texto, publicado por ATRIO, de una religiosa del Sagrado Corazón, María Fernanda Vacas.

Y que conste que no soy un “bolivarianista enragé” y prueba de ello es este artículo de hace unos años dando las gracias a Gonzalo Haya por haberme pasado un escrito de Loris Zanatta sobre el “populismo” del papa Francesco. En mi escrito me refería al abrazo que Francesco y Evo Morales se dieron en “olor de multitudes”.

[1] En una primera lectura de la información recibida, creí que Oscar Fortin era jesuita y párroco en Caracas. Y así se publico y se envio a algunas persones este articulo. Posteriormente me informé mejor y puedo afirmar:

  • Oscar Fortín no ha sido nunca jesuita ni creo que se identifique como tal. La equivocación proviene de que él había publicado en 1917 una entrevista con un párroco jesuïta de Caracas: Ver en Atrio: ¿Quién es Numa Molina? ¿Un profeta o un delincuente?
  • Oscar Fortin fue religioso y misionero en Chile (Antofagasta). Vive en Montreal y es funcionario jubilado de Canadá para temas de Latinoamérica. El se presenta como librepensador. (Ver Artículos de Oscar Fortín em ATRIO)

 

16 comentarios

  • La respuestade George R. Porta me anima a añadir datos a este interesante artículo sobre los jesuitas. Yo ingresé de novicio en Aranjuez en 1951, con días de diferencia a Paul Oses, que mas tarde, como profesor de ICAI me presentó a Mangada del que fui amigo hasta su muerte. Tenía una librería en Cartagena, Espartaco y allí iban las esposas e hijos de los etarras encarcelados allí. Pero Mariano se dejó contagiar de su ideología y justificaba sus atentados. Nadie es perfecto.

    Respecto a la actitud ante Allende, el vicerector de la universidad, jesuita alemán habló conmigo en Bonn, por encargo del provincial P. Gonzalez pues habiendo acabado mi doctorado en Etica teológica, pensaban llevarme de profesor alternando entre Salta  y Santiago, pero después de hablar un par de horas me dijo que lo veía imposible. La razón era que él no quería tener mártires en su propia casa y aunque apenas llevaba meses Allende, en aquella misma universidad, la mayoría. entre ellos los discípulos de Friedman, Chicago Boys, estaban ya hablando con los militares para derrocar al socialista procomunista, etc- Ellos no creen en un socialismo democrático como el que había en el SPD alemán, sólo piensan en esquema maniqueo-agustiniano en dos ciudades. Asi que cuando llegó Pinochet para mi no fue sorpresa.

    En lo que concierne a Arrupe, con quien me escribí varias veces, creo que fue evolucionando hacia una mayor comprensión con los teólogos de la liberación. Esto disgustó a Juan Pablo II, y el P. Diaz Moreno que había sido profesor mio en derecho canónico en cursos de doctorado, me contó que en una audiencia, donde Arrupe tras un derrame cerebral necesitaba ayuda, al arrodillarse ante el Papa, éste le reprendió casi a gritos por no castigar a aquellos teólogos, y para corroborar con comunicación no verbal su mandato le dió un golpe en la cabeza que derribó al suelo al jesuita, y él tuvo que levantarlo con la ayuda de otros monseñores. Esa era la caridad cristiana del pontífice que si era anticomunista lo era por ser polaco enemigo de los rusos. Y de los chismes de su amor con la profesora polaca casada co otro medio famoso yanqui naturalmente, mi exprofesor no quiso hablar nada. Los jesuitas de Bonn si me contaron que la raiz de la enemistad con la orden venía de antiguo, de cuando el joven polaco no fue admitido en la Gregoriana, y luego de cuando en su tesis doctoral sobre Edith Stein y S.Juan de la Cruz la revista de los jesuitas la hizo una durísima crítica como a alguien que no entendió bien la fenomenología ni la mistica del carmetlita español que según Asin Palacios estaba claramente inspirada por la mística musulman-sufí (Iran siempre conservó un modo particular de vivir el Islam). Juan Pablo no era pro-capitalista como sus queridos miembros del OPUS, sino sólo anti-ruso.

    Respecto a la afirmación de unas elecciones válidas del 20 de mayo de 2018, como acá en la Rep.Dominicana se ve televisíón venezolana, recuerdo cuando la vicepresidenta actual D. Rdrgz habló en la televisión al anunciar las elecciones avisando que jamás permitirían presentarse de candidatos a los enemigos de la revolución bolivariana. Eso fue así. La dividida oposición a Maduro ni siquiera reaccionó ante tal disparate político. Solo ahora, cuando el país en su tiempo más rico de sudamérica está en total crisis, se acordaron en la legítima asamblea que en caso de ausencia de poder legítimo, el presidente de ese parlamento es designado por la constitución como presidente interino hasta elecciones – que no ha convocado como impone el mismo texto legal, posiblemente por saber que los revolucionarios apoyados por unos cuarenta mil cubanos no lo iban a permitir.

  • Precisiones:

    El título que yo puse era “Un jesuita, párroco en Caracas, responde…”

    Por lo que había recibido deduje que el autor de la respuesta era Oscar Fortin. Después, hechas las indagacipnes necesarias, supuse ya que el autor dr la respuesta a los jrsuitas españoles era Numa Molina, jesuita párroco de Caracas.

    • Antonio Duato

      Más precisiones:

      Te envié el texto en el que modificaba los titulares y la nota explicativa sobre la confusión entre Fortin y Numa, que no se deducía de nada recibido por ti, sino de una primera lectura equivocada.

      Me contestaste el miércoles 15,a las 19 h., diciendo: “De acuerdo. Estoy de viaje a Cartagena para asistir como otros años al homenaje a Mariano Mangada”.

      A las 0 h. del jueves 16, salió por lo tanto el artículo con el texto y titular definitivo, aprobado por ti, incluso en el titular. Con una entradilla mía en la que añadía lo del homenaje a Mariano Mangada.

      Personalmente me alegro de que esta publicación haya hecho que todos conozcáis mejor a ese laico canadiense librepensador, que hoy es ya gran amigo de muchos de nosotros.

    • oscar varela

      Hola!
      Sigamos “precisando”
      mientras los de la “Compañia” se están incendiando.
      ………………
      Me comenta un Jesuita (teólogo y escritor) chileno:
      -“Los jesuitas estamos gastando una enorme cantidad de energía
      en salir al paso de las acusaciones contra los abusos!!
      Estamos agotados.
      No nos queda tiempo para pensar en serio
      nuestro apostolado social.”-

  • No pensaba aparecer en unas y otras partes de esta intervención de Miguel Sunyol que estoy contento descubrir en este camino de la vida. Me permito complementar unos datos en referencia a mi vida de “itinerante”. Estuve en Chile, particularmente en Antofagasta de 1969 à 1972. Fui cura de una parroquia que llevaba el nombre de “Fátima”. En aquellos tiempos conocí a Gonzalo que era profesor en a la Universidad de los jesuitas, ubicada cerca de la parroquia.

    Llegué a Chile en plena campana electoral por la presidencia. Allende ha sido electo pero su camino de cruz, a pena empezaba pues los tiempos que lo esperaban no fueron fáciles. Mi comunidad religiosa me mando de vuelta a Canadá antes de que se produzca el golpe, mi actuar les preocupaba.

    Aproveché para estudiar en ciencia política. Me quedé tres anos a la universidad antes de tener una “maestría en ciencia política” de la Universidad Laval. En 1978, me casé con una chilena, víctima del golpe de Pinochet en 1973. Tuvimos dos hijas y una de ella nos dio un nieto, la otra trabaja como abogada en el gobierno de Quebec. En 2008, la madre de nuestras hijas pidió el divorcio que no he contestado. Desde aquel momento, yo vivo cerca de la familia en un 3/1/2 donde me lo arreglo. Mi hija mayor, a la edad de 12 anos fue atropellada por un coche y se quedo con un traumatismo cráneo severo.

    He elegido consagrarme cada día para acompañarla a pasear con el coche. He dejado de lado la idea de volver a casarme. Mi tiempo pasa con mi hija y la escritura. Ultimo detalle, yo vivo en la ciudad de Quebec.

    No puedo terminar sin contar lo que me condujo a Atrio. En 2007, el papa Benedicto XVI ha escrito un libro sobre Jesús de Nazaret. Había prometido a un hermano mío, buen creyente, de darle mi opinión sobre ese libro. Mi análisis llevaba mas de 30 paginas y yo había decidido editarlo en mi sitio internet http://humanisme.blogspot.com/2007/07/jsus-de-nazareth-de-benot-xvises.html

    Lo había también mandado a otros sitios internet. Lo que sucedió, es que un día me llega una llamada de España de un señor Antonio que me pregunta si soy el autor del comentario sobre el libro del papa. Le dije que si. Me pidió si estuviera de acuerdo para traducirlo y publicarlo en ATRIO. Él se encargo de la traducción y de su edición en ATRIO. Al partir de ese momento he empezado a descubrir ATRIO y a las personas que participan a su vida.

    Me disculpo, por lo personal, pero pensé que fuera bueno que los que cooperan con ATRIO sepan un poco mas de mi, el gringuito de Quebec. Agradezco a don Antonio y a todos los demás que se mostraron indulgentes por mi español y acogedoras por los puntos de vista que expreso como me nacen.

    • oscar varela

      Hola Tocayo!
      En el Menú de Atrio
      hay el último item “PERFILES”,
      al parecer está desaprovechado.

    • oscar varela

      Otra cosa (para Fortín y para Haya)

      1- Le pregunté a Jorge Costadoat S.J por los Jesuitas
      (Universidad padre Hurtado – Santiago de Chile)
      (me contestó)

      2- Cuando en Marzo estuve con Jorge
      me direccionó hacia Felipe Berríos S.J.,
      que está en Antofagasta.
      Ya tengo su Dir de Correo.
      Le escribiré

      ¿Tienen o tuvieron relación con Felipe?

      Gracias!

    • M* Pilar García Martínez de Aguirre

      Hola Óscar Fortín, es un gozo tenerle en este Atrio de nuestros amores… para mí al menos lo es.

      Gracias por todo lo que comparte con quiénes le seguimos.

      Un abrazo entrañable, también para su querida hija.

      m* pilar

    • Carmen

      Me ha gustado mucho lo que ha escrito. Tiene un castellano estupendo. Tenga un poco de cuidado, diga siempre lo que piensa y sea muy cuidadoso al decir lo que siente. Siempre acaba volviéndose contra ti mismo. Te hace vulnerable.
      Un abrazo.

    • Asun Poudereux

      Oscar F., muchas gracias. Bendito seas. Por mi parte nada que decir. Tu franqueza lo ha dicho todo.
      Un abrazo transatlántico.

  • Olga Larrazabal Saitua

    Así es George.  Seguramente nos sorprende, porque dentro de la institución, aparentemente, hay un cierto respeto a la individualidad que durante estos últimos 50 años ha permitido que algunos jesuitas que pensamos “van por libre” hayan protagonizado la defensa de los pobres y excluidos. A pesar que ellos niegan el haber ido por su cuenta, sino haber cumplido lo acordado en la G-32 la cual dejó el desbande en la Compañía.

    Dice la Wikipedia:

    El 2 de diciembre de 1974 se convocó la Congregación General nº 32. Este encuentro marca un punto de inflexión en la historia de los jesuitas, sobre todo por la proclamación de que la fe en Dios ha de ir insoslayablemente unida a la lucha infatigable para abolir todas las injusticias que pesan sobre la humanidad. La Compañía de Jesús inició desde esa Congregación General nº 32 un proceso de fe al compromiso en la promoción de la justicia en todos los ámbitos de la actividad humana. Así lo establecieron en el documento final:

    Decreto 12, Una pobreza auténtica:

     

    «Nuestra Compañía no puede responder a las graves urgencias del apostolado de nuestro tiempo si no modifica su práctica de la pobreza. Los compañeros de Jesús no podrán oír “el clamor de los pobres”, si no adquieren una experiencia personal más directa de las miserias y estrecheces de los pobres» (n. 5)
    «Es absolutamente impensable que la Compañía pueda promover eficazmente en todas partes la justicia y la dignidad humana, si la mejor parte de su apostolado se identifica con los ricos y poderosos o se funda en la seguridad de la propiedad, de la ciencia o del poder» (n. 5). Cf Evangelica Testificatio nn. 17-19
    Sentimos inquietud a causa de las diferencias en la pobreza efectiva de personas, comunidades y obras (n. 6)
    En este mundo en que tantos mueren de hambre, no podemos apropiarnos con ligereza el título de pobres. Debemos hacer un serio esfuerzo por reducir el consumismo; sentir efectos reales de la pobreza, tener un tenor de vida como el de las familias de condición modesta… examinar capítulos de comidas, bebidas, vestuario, habitación, viajes, vacaciones… (n. 7)1

     

    Esta apuesta por la justicia llevaría al asesinato de varios jesuitas en Latinoamérica, entre ellos Rutilio Grande y años más adelante a Ignacio Ellacuría, con sus asistentas domésticas y compañeros de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas.2​”

    Estos acuerdos reflejan el “aire de los tiempos de los 70″ cargado de idealismo y autenticidad en el comportamiento. Así lo vemos en la letra de” Blowing in the Wind” canción emblemática de la época, en que los jesuitas jóvenes quería ser hombres que cambiaran el mundo, como lo hizo Jesús.

    Soplando En El Viento

    ¿Cuántas carreteras debe un hombre caminar,
    antes de que le llamen hombre?
    ¿Cuántos mares debe una paloma navegar,
    antes de que se duerma en la arena?
    ¿Cuánto tiempo deben las bolas de cañon volar,
    antes de estar prohibidas para siempre?

    La respuesta, amigo mio, está soplando en el viento
    la respuesta está soplando en el viento.

    ¿Cuántos años debe una montaña existir,
    antes de que sea bañada por el mar?
    ¿Cuántos años pueden algunas personas existir,
    antes de que sean libres?
    ¿Cuántas veces puede un hombre girar su cabeza,
    y fingir que no te ha visto?

    Pero las instituciones son organismos que se defienden de desaparecer y disgregarse, y, matizan épocas de florecimiento de la individualidad revolucionaria,con épocas de obediencia y conservadurismo.  Y  tambien con épocas de escándalo y abusos de poder.

    Y con grandes desaciertos, según mi particular visión, de haber abandonado la educación de las clases poderosas, sitio que ocuparon el Opus y los Legionarios que no estaban preocupados de los testimonios indiviuales, pero si de introducirse en el poder.

    Y esto tuvo  consecuencias tenebrosas.

    Porque alfabetizadores hay muchos, pero educadores, pocos.

    Porque quién tiene el poder es el que pone la música con la que bailamos, y esa música puede tener muchos matices, incluso con la misma melodía.

    En Chile se ve lo siguiente:  Si un Ministro del Interior o de Asuntos sociales pasó por los Jesuitas, negocia, dialoga etc con el pueblo mapuche.  Si no pasó, organiza una represión con tanques, asesinatos, testigos falsos etc.  No importa que sea católico de misa diaria y devoto de la Virgen del Carmen, la Patrona de los Ejércitos de Chile. (sic)

     

    • M* Pilar García Martínez de Aguirre

      Yo viví esos fructíferos años, y fue un gozo haber podido compartirlos… Ahora, ya no se habla aquel “idioma” y tampoco vibra su espíritu, la mayoría de aquellos hombres… Ya no están entre nosotros.

      Ahora… ¿han vuelto a tiempos pasados…?
      Siento una gran soledad, de hecho, apenas voy… aunque jamás dejaré de agradecer tanto bueno vivido.

      Fueron unos años muy ricos, de compromiso con las personas que estában atravesando dolorosos caminos, y unas luchas crueles por defender la libertad ante tanta injusticia, con gobiernos crueles hasta la saciedad.

      Abrazos, querida Olga.
      pili.

    • George R Porta

      Amiga Olguita: Perdona por favor que haya tardado en responder a tu mención porque con las manos medio inútiles y trabajando tres veces a la semana, se me hace muy difícil encontrar la energía para escribir enseguida como prefiero. también he tardado en responder a Pili y no sé si ella al fin leyó mi respuesta sus preguntas, por lo que le envié el texto por correo electrónico. Tampoco sé si valdrá la pena leer este montón de palabras que sigue, pero aprecio lo que dices y piensas y por eso respondo.
      Gracias por tu comentario. Esos años de finales de los sesenta y la década del setenta, forman los veinte años de mi experiencia del socialismo «a la Castro» y del aislamiento en general porque llegaba muy poca información. Mi cercanía al obispo de mi diócesis me daba la oportunidad, el privilegio, de leer lo que llegaba por la nunciatura, pero mi falta de conocimientos disminuyó en gran medida el beneficio de la asimilación de lo que leía. Cesare Zacchi, que estuvo de encargado de negocios interino en la nunciatura no escatimaba esfuerzos en distribuir la literatura liberal o de izquierda sobre América Latina que moviera a los obispos, todos mayores e identificados con la derecha si no abiertamente derechistas, como el de La Habana, el de Matanzas y el de Camagüey. Zacchi, una vez elegido Oves para substituir a Evelio Díaz en La Habana (1970), logró que una delegación de laicos fuera al congreso de Cristianos por el Socialismo en Santiago (abril de 1972). A la cabeza de esta fue un gran y buen amigo mío, Raúl Gómez Treto, abogado de profesión, que había sido presidente de Acción Católica y era aún asesor de la Conferencia de Obispos de Cuba. Cuando regresó de Santiago vino cargado de mucho material impreso acerca de lo que estaba ocurriendo en América que en Cuba no era divulgado, excepto las noticias de la muerte de Camilo Torres Restrepo. Raúl mismo cerró el bufete de su padre que seguía abierto, pero sin actividad y se incorporó a los bufetes comunitarios que el gobierno había creado para reemplazar el ejercicio privado de la abogacía. Raúl fue para mí un gran amigo y una especie de tutor. Para entonces ya yo estaba establecido de nuevo en Pinar del Río y viajaba los fines de semana y mucho mejor informado. Al regreso de Santiago, comenzamos un en grupo pequeño pero capaz, en el que yo era el más ignorante y por lo tanto el que más aprovechó, una relectura de «El Capital» en clave cristiana y había en muchos lugares figuras de las órdenes religiosas que estaban abiertas al socialismo y a los cambios que el Concilio había provocado: Voillaume, Girardi, Galilea. Ya yo había sido expulsado del seminario por mi simpatía con Camilo Torres y bajo sospecha de colaborar con el Ministerio del Interior (G-2) y llevaba años de rechazo por parte de la iglesia porque ya estaba desde 1970 viviendo de nuevo en Pinar y hasta mis padres veían mal el cambio en mi modo de pensar. El gobierno por su parte, a mi salida del seminario, solo me permitió ir a una granja agropecuaria a trabajar de peón en ella y arreció en los esfuerzos para tratar de hacerme colaborar: Si ya se decía que yo era colaborador ¿por qué no serlo de veras? Esa era la canción de las sirenas. Aquellos años fueron extraordinarios para mí porque los campesinos y los Testigos de Jehová me esculpieron brutalmente, como lo imaginaba Juan de la Cruz, pero fuera del convento, aunque no sé si lograron una pieza de algún valor. Fueron también los años de mi contacto con los Hermanitos de Jesús cuando estaban aún en Güines. Ya había conocido a Mariano Puga estando aún yo en el seminario y le había escuchado hablar de la revolución de Mayo en París y de lo que estaba ocurriendo en América. Raúl trajo muchas cosas escritas por Gonzalo Arroyo y así le conocí. También un par de ejemplares de «Ramparts» donde se denunciaba a Roger Vekemans como protegido por López Trujillo y su grupo en el CELAM y apoyado financieramente por la CIA. Fueron años de dolor y confusión porque muchos monumentos se me derrumbaron . En la época estaba activo en Perú y después en Bolivia Lluis Espinal y también entonces supe de él. «Voló un águila sobre el mar» (Veros Sencillos, José Martí) y una vez en EE. UU. pude buscar por mí mismo más información. Te cuento esto, aunque quizás sea irrelevante, porque hace tiempo que no «conversamos» ni siquiera de paso y porque te quiero ofrecer un contexto de mi comentario.
      Comprendo lo que me dices, pero en la entrevista a Gonzalo Arroyo publicada en «Jesuitas Chile», el n. 11 de 2010, poco antes de su muerte y de modo muy sumario que el propio entrevistador reconoce, aunque seguramente no te sea necesario porque debes conocer con todo detalle la época y lo que pasó en ella, si Gonzalo Arroyo tuvo que huir a Francia y a México para que Pinochet no se hiciera con él, la Compañía de Jesús no reprendió a Vekemans y le permitió ser promovido y llevado a Colombia pajo el patronazgo de López Trujillo, y con éste sabotear la Conferencia de Puebla (1979) que poco más y deshace Medellín, apenas un año después de ser elegido JP II. Gonzalo Arroyo a pesar del paso del tiempo sigue siendo mal visto entre los jesuitas de EE. UU. a los que puedo llegar y a mi paso por el colegio de Miami, pude ver aún más de cerca la distorsionada imagen que tienen de esa época de Arrupe y la satisfacción de que haya sido lenta pero progresivamente neutralizado al ser elegido Kolvenbach.
      Por eso me sorprende que cause sorpresa la preferencia de los jesuitas, estoy consciente de generalizar, pero también sé que ni los asesinatos de Chile, Argentina, Bolivia, Perú, El Salvador y tantos otros han vuelto a producir un momento como aquél en el que Cristianos por el Socialismo, como un cóndor quizás explorador, voló sobre el mar y llegado a cierto punto de su vuelo, solo pudo seguir hasta Francia y si algo ha ocurrido es que la Compañía de Jesús ha vuelto a la calma si no a su antiguo cauce de educar/formar pero no necesariamente para promover la sensibilidad por los pobres. En el colegio de Miami provocaba la burla cuando protestaba que a los pobres se les llamase «menos afortunados», para citar un recuerdo de los muchos que me quedan frescos.
      Un abrazo cordial.

  • George R Porta

    ¿Por qué sorprende que los jesuitas depongan el rigor intelectual para sobreponerle le ceguera voluntaria? A los EE. UU. han venido posiblemente millares de venezolanos que desde hace años han traído también a sus familias. Hay un área de Florida en el Condado de Dade donde se concentran. El colegio jesuita de varones y del Sagrado Corazón de muchachas son dos lugares donde se concentran los hijos e hijas de venezolanos exiliados. Lo menciono porque de lo que se trata es de lo mismo que llevó a los Legionarios a ser fieles a Pinochet a pesar de las desapariciones y los muertos y lo mismo que llevó al Opus Dei a establecerse en ciertos países y a aparearse con las clases altas. No es nueva la estrategia jesuita de educar a los ricos para penetrar la sociedad, ni es nueva la educación tendiente a inculcar el sentimiento fascista de élite en sus graduados, en el movimiento de Antiguos Alumnos.

    Tampoco hay que sorprenderse de la actitud estadounidense. No es nueva, es la de siempre. Los estados Unidos no tienen otra meta política que la de expandir y engrandecer su propio país y la influencia que puedan acaparar. El capitalismo de mercado libre y cualquier otro solo puede ser lo que es.

    Igualmente cabe preguntarse por qué tanta gente identifica la libertad y la sociedad de derechos con el sistema capitalista, porque evidencias de que tenga que ser así no hay. Más aún se sobra la evidencia en contrario. Los EE. UU. son un país fraccionado por dentro, lleno de pobreza, no importa que la realidad parezca y sea presentada de color de rosa y en dorado.

    Los jesuitas, no son los únicos, solo excepcionalmente se oponen al poder. ¿Por qué Juan Pablo II reprendió a Arrupe seguirá siendo un misterio sabiendo las flaquezas o debilidades de Arrupe por lo mismo que prefería JP II y su corte.

    La Iglesia jerárquica saboteó a Oscar Romero hasta que Francisco pudo mejorar la imagen de la Iglesia haciéndolo santo. Después los hombres y mujeres que sirvieron de inspiración a Romero, que le hicieron despertar, se quedaron ignorados: Rutilio Grande, mártir antes que Romero; las monjas estadounidenses, mártires antes que Rutilio Grande… Siempre ha sido así. hacía falta un obispo mártir y eso debió mejorar la percepción de la Iglesia jerárquica, aunque no lo lograra. ¿Por qué Juan Pablo reprendió a Ernesto cardenal o a su hermano en público? Ya se sabe, fueron por libre y le arrebataron a la Iglesia de Roma la posibilidad de sacar partido con una movida conveniente a la Ostpolitik de Juan Pablo II y Casaroli.

    Quizás si fuese necesario acabar de desmitificar y aceptar que no hay nada de especial en una institución que solo se preocupa de sí misma, no importa cuantas veces diga y prometa lo contrario.

    Por la ira que despierta se puede quizás medir el dolor que esa ira expresa y si remueve las entrañas de dolor es porque las esperanzas y las ilusiones se hacen añicos. Quizás lo peor es que aún se forjen esas ilusiones. Quizás esos momentos son muy semejantes o comparables con los que las narraciones evangélicas atribuyen al Galileo cuando lloraba mirando a Jerusalén… Quién sabe.

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