Otros temas

Autores

Archivo de entradas

Temas

Fechas

Calendario

marzo 2024
L M X J V S D
 123
45678910
11121314151617
18192021222324
25262728293031
7211 Artículos. - 109934 Comentarios.

Consulta sobre el concepto de Dios

Una vez más el  Grupo de reflexión “Creatividad y esperanza” (Berta Muñoz, Andalucía. Emma Martínez Ocaña, Sevilla. Gerardo González, Santiago de Chile. José Arregi, País Vasco. Santiago Villamayor, Zaragoza. Tony Brun, Washington DC.) nos invitan a sumarnos a su última reflexión. Aun discrepando, ATRIO no puede sileciar este debate sobre No-Teísmo al que presta mucha atención. Invito a los seguidores de ATRIO a tomar nota de la fecha: 28 de Abril 2024. (Se recordará aquí) y de la dirección a la que enviar respuestas personales de una página antes del 7 de abril: creatividad.esperanza@gmail.com . Y, desde luego los comentarios de siempre  aquí sobre las formas de esta consulta y lo que piensan sus convocadores. AD.

 

Introducción: ¿Qué decimos de Dios?

Somos muchas/os, y aumentamos de manera imparable, quienes en las últimas décadas nos hemos visto empujadas/os a un profundo éxodo mental y espiritual.

Todo un imaginario y una teología milenaria, todo un andamiaje religioso de creencias, prácticas y vínculos institucionales profundos se nos han ido derrumbando. No pocas personas se sienten huérfanas de eso que llamaban Dios. ¿No sería éste nada más que una imagen, un constructo mental? ¿O el constructo mental que se derrumba sería tal vez solo un indicio pasajero de lo real indecible que es en todas las formas y que a la vez las trasciende?

Las páginas que te ofrecemos son un sencillo testimonio del diálogo que mes a mes hemos mantenido en torno a esta pregunta: “¿Qué dices de Dios?”. Evidentemente, nuestras respuestas son muy distintas, no únicamente en el género literario en que están formuladas – unas son más teóricas, otras más testimoniales –, sino también en las experiencias personales y en las interpretaciones de fondo que expresan. Las diferencias e incluso las contradicciones no solo son inevitables, sino que también pueden resultar sanas y fecundas, y creemos que así es en nuestro caso. Por ello, hemos preferido recoger las respuestas redactadas por cada miembro del grupo a las 7 preguntas, más bien que ofrecer una síntesis conjunta en la que inevitablemente se perdería la riqueza de los matices, de las diferencias o incluso de las contradicciones.

Antes de abordar las cuestiones concretas sobre las que queríamos conversar, nos pareció necesario establecer una especie de marco general de convicciones básicas que compartimos. Las resumimos en las cinco que siguen:

  • Dios es un término radicalmente equívoco, que expresa cosas no solo distintas, sino también opuestas. Y, lógicamente, el equívoco del término Dios (Theos en griego) se proyecta sobre todos los derivados de él: teísmo, ateísmo, posteísmo, transteísmo… El equívoco radical vuelve el debate aun más necesario.
  • Ninguna/o de nosotras/os, tampoco quien reconoce la realidad de Dios, concibe la existencia de un ente supremo, omnipotente, creador extrínseco del mundo a partir de la nada.
  • Sea cual fuere nuestra posición sobre el sentido o la conveniencia del uso del término Dios, todos/as nos sentimos libres de cualesquiera dogmas y creencias religiosas en relación con él.
  • Entendemos que el lenguaje propio para expresar la realidad indecible / inasible a la que se refieren con el término Dios quienes lo utilizan, es el símbolo o la metáfora, siempre un acto de la razón en coherencia con la ciencia.
  • Todos/as compartimos también la convicción de que la palabra y la praxis – al igual que el pensamiento, el sentimiento y la acción – se implican mutuamente y son, por lo tanto, inseparables, como en todos los ámbitos de la vida.

Estos diálogos han sido para nosotros/as un ejercicio de profunda libertad personal y de exquisita tolerancia mutua. No hemos eludido el debate teológico. Sobre todo, no hemos eludido la vida, nuestras raíces y trayectorias más personales, aquello en definitiva que hoy sigue alentando nuestra confianza última, inspirando nuestro compromiso por la humanidad entera y por la comunidad de todos los vivientes.

Y estos diálogos inseparablemente reflexivos y vitales han sido para nosotros/as tan fecundos, que nos ha parecido que también para otros podrían ser útiles. Por eso te los hacemos llegar, autorizándote a compartirlo a quien consideres oportuno.

¡Gracias, amiga, amigo, por compartir nuestra búsqueda vital profunda! Recibe nuestro saludo más cordial y fraterno.

Berta Muñoz (Andalucía)
Emma Martínez Ocaña (Sevilla)
Gerardo González (Santiago de Chile)

 

Cuestionario

  • ¿Qué entiendes por Dios?
    1. Un mero constructo mental/cultural humano.
    2. La Realidad Fontal, el ser o el Fondo de cuanto es.
    3. Todo en todo y nada de nada.
  • ¿Por qué existe lo que existe?
    1. Dios es la “energía originaria”.
    2. Dios es el nombre del Misterio del ser y de la creatividad o del Aliento vital.
    3. La pregunta no tiene sentido : el mundo es sin por qué.
  • ¿Se podría afirmar que Dios es “Yo”, “Tú”, “Nosotros”?
    1. Dios no es menos que Yo, Tú, Nosotros.
    2. Son elucubraciones vacías y engañosas.
    3. Son formas antropomórficas de decir la realidad.
  • ¿Tiene sentido la oración en cualquiera de sus formas?
    1. Ninguna forma de oración tiene sentido ni es eficaz.
    2. Percibir en todo el Vacío, el Silencio, la Unidad… tiene sentido y resulta eficaz.
    3. Decir a fondo la vida y todo lo real – en forma de acción de gracias, llanto, súplica… – es humano y transformador.
  • ¿Pueden aún inspirarnos los relatos y las creencias religiosas antiguas acerca de Dios?
    1. Sí, a condición de que se lean como metáforas libres.
    2. No merece la pena volver a unos textos.
    3. Sólo vale el relato científico.
  • Teísmo, ateísmo, posteísmo, transteísmo, panenteísmo, teoempantismo…:
    1. Con cuál de estos términos te sientes más identificad@?
    2. No es posible eludir el equívoco de cualquiera de dichos términos en la medida en que todos contienen la raíz Dios (theos)
  • ¿Puede aún valer el uso del término Dios?
    1. En ningún caso, pues los errores y perjuicios “teístas” son inherentes al término Dios.
    2. Puede seguir valiendo según dónde, cuándo, con quién y cómo se utilice.
    3. Es deseable promover la desaparición o la máxima restricción de su uso.

 

Las respuestas enviadas antes del día 7 de abril a creatividad.esperanza@gmail.com se remitirán a todos unas semanas antes de la consulta junto con el reenvío de este documento.

39 comentarios

  • carmen

    No pensaba volver a intervenir. Me sabe mal callar.He rellenado la encuesta que me mandaron, por supuesto.Tengo la impresión de que no se entiende bien de que va este movimiento del no teísmo o transteismo o como le quieran llamar. O tal vez se entienda demasiado bien. No es asunto mío.Todos los autores que leo hablando de este movimiento, tienen un origen totalmente cristiano. A lo mejor hay otros que desconozco.

    A mi juicio es una perdida de tiempo querer entenderlo como un paso más, como una evolución del cristianismo. Esa Religión es lo que es y el catolicismo, o sea, ni tan siquiera se atrevió con La Reforma de Lutero hace cinco siglos, no creo que le pase por la cabeza, si es que la iglesia católica tiene cabeza, el cuestionarse un replanteamiento del concepto de Resurrección. Porque esa es la piedra angular del Cristianismo. El Cristo Resucitado. Si se acepta la Resurrección, todo está dicho.

    Admite matices, pero no es suficiente. No para muchas personas, para los cristianos, por supuesto que lo es. Les asegura la vida eterna.La dichosa Resurrección, no hace más que apartar a un grupo enorme de personas de las ideas básicas de los evangelios. Como si no cupiésemos todos bajo su paraguas. Pero se perdería otro. La iglesia católica. Y no lo van a consentir.

    Personalmente he pasado página, gracias a muchos de los que ahora andan con este tema en la cabeza. Gracias y Buena Suerte.

  • Nacho Dueñas

    Sinánimus incordiandi:

    • Nacho Dueñas

      -“Un dios pensable y asimilable es un dios inexistente, lo que hay es otra cosa” (atribuido a Bonhoeffer)

      -Por tanto un ser humano conceptualizando a Dios es tan coherente como un coleóptero resolviendo una ecuación bicuadrada de segundo grado.

      -Ya decía Tolstoi: “si un día el Dios de madera al que le rezas en tu casa sale ardiendo por un incendio, no es que Dios no exista, es que Dios no es de madera.

      -En el fondo (y no es fideísmo, sino lo contrario), es como cuando yo daba religión y algún alumno me decía que no creía en dios, yo le decía que “yo tampoco creo en la electricidad, pero las bombillas se encienden igual”

      -Por ello, Cristo jamás se molestó en teorizar sobre el concepto de Dios, y la teología apofática negaba la posibilidad de atribuirle a Dios categoría alguna, de modo que la caga al respecto Santo Tomás al especular sobre Dios con categorías y atributos. Se cuenta que cerca de su muerte habría tenido una experiencia mística tras la que se desdijo de todo lo escrito.

      -Ricardo Arjona, cantautor, canta que “Jesús es verbo, no sustantivo”. Es decir, Dios no es concepto sino vivencia.

      -Por ello, a mí no me preocupa si hay otra vida, si hay pecado original, si Dios es uno, trino, tres en fila o tres en raya. Trato de tener una vida sencilla, de ser amoroso, crítico, lúcido y espiritual. Y eso me da, y es cierto, una gran fe traducida en una gran seguridad existencial, sin que me preocupe es que lo que haya “ahí arriba” sea la Santísima Trinidad, Manitú, Shiva o Alá (acaso formas culturales para conceptualizar una realidad supracultural.

      Besos a todas y feliz día.

      Nacho.

      • oscar varela

         
        “En ese inventario de lo que hay ahí, en la circunstancia, he dejado un enorme agujero;
        [dice José Ortega y Gasset en la Lección IV de “La Razón Histórica” – Buenos Aires 1940]
        porque se refiere a un algo cuyo modo de presentarse es tan sumamente extraño,
        – que sólo el intentar de lejos describirlo nos llevaría un tiempo de que ni soñando podemos disponer.
        – Ese algo que tiene un modo tan endiablado de presentarse es Dios.
        – Porque Dios, si se presenta, se presenta como no estando ahí, como faltando,
        – es presente como ausente.
        – Lo mismo que es presente en el mosaico la piedra que falta:
        – hallamos su presencia precisamente porque no está, porque nos falta.
        – ¡Dios nos falta!
        – Dios es el eterno ausente que hay que buscar.
        – Como el sol brilla en el paisaje,
        – Dios también brilla en él por su ausencia.”

        • oscar varela

          SOBRE LA RAZÓN HISTÓRICA
           
          Herederos de José Ortega y Gasset – Revista de Occidente, S. A., Madrid, 1979
          Alianza Editorial, S. A., Madrid, 1979
           
          ÍNDICE
           
          Nota preliminar por Paulino Garagorri
           
          Sobre la razón histórica – Buenos Aires 1940
           
          Lección I. ¿De qué se trata?—El curso de 1916.—«Ideas y creencias» y «Apuntes sobre el pensamiento».—La filosofía es una realidad circular.—Dos comportamientos humanos: tener ideas, estar en creencias.—Irrealidad y realidad de la teo­ría.—El justo medio: el deporte.—El pensar científico parte de principios.—El pensar filosófico parte de la duda sobre los principios.—El progreso filosófico no es cumulativo, sino que consiste en una retracción progresiva hacia la raíz de los principios.—La anábasis de Descartes.
           
          Lección II. Revisión. —La metáfora. —Filosofía es retirada hacia la rea­lidad radical. —¿Cuál es la realidad radical? —Tesis sustancialista: las cosas independientes de mí. —La crítica de Descartes la reduce a convertirse en una hipótesis teórica. —Crítica a esa crítica por su insuficiente radicalidad, en cuatro puntos. —Primero: porque en ella sobrevive la idea del ser como lo independiente de mí. —Segundo: porque el pensamiento no es inmediato a sí mismo. —El hecho radical consiste en coexistencia del yo y las cosas. —La independencia de uno u otras es mera teoría, no un principio radical. —El hecho radical es el humano vivir.
           
          Lección III. Revisión y ampliación. —El «darse cuenta» y la «concien­cia». —Reforma de los conceptos fundamentales. —Tercero: porque la duda no logra abolir la realidad; la realidad sigue oprimiéndome en lo dudoso. —Cuarto: porque la duda y la teoría no son hechos exentos, sino que contienen los antecedentes que la han provocado en el caso de la duda, y la resolución de hacer teoría en el caso de pensar teórico. —La duda metódica es secundaria respecto de la duda real, y el «después» es un «porqué». —Se filosofa porque se vive. —Las seis tesis previas que Descartes se dejaba a la espalda. —¿En qué consiste la vida como realidad radical? —Pura y exclusivamente en acontecimiento.
           
          Lección IV. Necesidad de conceptos que no hayan sido forjados para pensar el mundo ni para pensar el pensamiento. —Incapaci­dad de los conceptos tradicionales ante los problemas actua­les. —La desorientación ante éstos tiene esa profunda raíz. —Revisión del itinerario seguido. —La vida es inseguri­dad. —Dios y la condición del hombre. —El Paraíso y la circunstancia. —Lo que hay en la circunstancia: facilidades y dificultades. —¿Qué es el yo?: el yo es futurición; es un programa para ser en una circunstancia. —Serie de averi­guaciones. —Primera: el hombre es la existencia de una inexistencia; es el ser indigente. —Segunda: el hombre es la pretensión de realizar su programa en su circunstancia; y su relativa inadaptación le hace infeliz. —Tercera: la acep­tación de la vida convierte el riesgo en empresa.
           
          Lección V. Una manera de pensar que ha decidido el destino de occi­dente. —La cuestión: qué es lo real. —Cosas, cambio, movi­miento. —Heráclito y Parménides. —Concepto e identi­dad. —El ucase de Parménides. —La intelectualización del ser. —Los grandes racionalistas. —El choque de dos cuer­pos. —Retorno a Grecia. —Aristóteles. —La idea de natura­leza. —El conocer de la lógica. —Reforma de la misión de la inteligencia. —El modo ponendo tollens. —Fecundidad e in­suficiencia del eleatismo. —El hombre no tiene naturaleza. —El ser del «haberlo sido». —Surge la razón histórica.
          …………………………………………

          • oscar varela

            En torno a la pregunta segunda: ¿Por qué existe lo que existe?
            ……………………….
             
            Habíamos dicho que
            “Ese algo que tiene un modo tan endiablado de presentarse es Dios.
            – Porque Dios, si se presenta, se presenta como no estando ahí, como faltando,
            – es presente como ausente.
            – Lo mismo que es presente en el mosaico la piedra que falta:
            – hallamos su presencia precisamente porque no está, porque nos falta.
            – ¡Dios nos falta!
            – Dios es el eterno ausente que hay que BUSCAR”
             

            97

            1- Buscar significa que buscamos con respecto a una cosa lo que es,

             
            – que buscamos su ser.
            – Pero si buscamos su ser, es que antes está­bamos ya en relación con la cosa,
            – que teníamos esta.
            – De una cosa que yo no tuviese ahí no se me ocurriría preguntarme por su ser.
             
            2- Notemos el lado in­verso del asunto.
            – Cuando yo tenga la cosa, p.e., «esta luz», no tengo su ser, puesto que necesito buscarlo.
            – Luego las cosas que yo tengo, y que integran mi circunstancia
            – son distintas de su ser.
             
            3- Y aquí viene la tremebunda paradoja,
            – pero si esta luz que está ahí es algo distinto de su ser quiere decirse que
            – las cosas no tienen «ser», mientras no me pregunto yo por él.
             
            – Pero como pensar en ellas es solo una de las innumerables cosas
            – que puedo hacer con ellas, resultará que en todo el resto de mi hacer,
            – en todo el resto de mi relación vital con las cosas estas no tienen ser.
             
            4- Y ahora sí que nos ocurre preguntarnos con toda vehemencia:
            ¡Demonio!, y entonces cuan­do yo no pienso en las cosas,
            – sino que vivo con ellas sin pensarlas ¿qué son las cosas?
            – ¿Qué son las cosas cuando no tienen ser,
            – esto es, cuando .., no son?
             
            Estoy seguro que ustedes se han dado, con toda evi­dencia, la respuesta pero que, al punto, la han rechazado por considerarla absurda, ininteligible. A mi pre­gunta: ¿Qué son las cosas cuando no pensamos en ellas, cuando, por lo mismo, no tienen ser, en suma, cuando no son?, se han respondido ustedes: ¡Ah!, entonces, las cosas son … NADA.
             
            5- Pero, ¡claro!, esto les parece a ustedes ininteligible y prosiguen:
            – ¿De modo que esta luz que me está alum­brando cuando no pienso en ella, es… nada?
            – Me hago muy bien cargo de que el asunto resulta difícil de entender. Por lo mismo necesito que ustedes me ayuden. Y para ello que se decidan, de verdad, a cumplir su tácita promesa, quitando de sobre la luz todo lo que ustedes piensan sobre ella, quedándose, pues, exclusivamente con lo que esta luz es sin todo eso.
            – Y, ¿qué es entonces? Pues es,
            – lo que ahora me alumbra,
            – lo que yo puedo encender y apagar,
            – lo que cuesta un cierto dinero a la Facultad, etc.
             
            – Bien; pero nada de eso es el ser de esta luz.
             
            6- Cuando pienso en ella y llego al final de mis investigaciones ópticas,
            – hallo que el ser de esta luz consiste en ser vibración etérea.
            – ¿Qué tiene que ver esto —ser vibración eté­rea— con alumbrarme ahora a mí,
            – con que yo la pueda encender y apagar, con que cueste dinero a la Facultad?
             
            – Todo esto habla casi más de mí que de la luz;
            – en rigor, no dice sino lo que a mí me pasa o acontece ahora con la luz
            (ser alumbrado por ella)
            – y lo que a ella le pasa conmigo
            (alumbrarme a mí).
            – Pero no dice nada más de la luz, no dice lo más mínimo sobre lo que es la luz.
            – Su vibración etérea no está ahí, no me pasa a mí con ella ni le pasa a ella conmigo.
            – Por tanto, mien­tras mi hacer con ella o lo que con ella me pasa
            – es reci­bir su luz para que yo pueda leer, encenderla con este propósito,
            – apagarla para que no cueste mucho a la Fa­cultad, etc.,
            – esta luz ni es vibración etérea, ni es esto o lo otro.
            ………………

            99

            7- Si ahora resumimos, contestando rigurosamente a nuestra pregunta:

             

            – ¿Qué es esta luz cuando yo no pienso en ella? Pues es
            – lo que me alum­bra y me permite leer,
            – lo que enciendo y apago,
            – lo que cuesta tanto y cuanto a la Facultad.
             
            8- Pero, y ¿qué más es?
            – Pues… nada más; es decir, pues nada… además.
            – Por tanto; es todo aquello y, además, nada.
            – O dicho en otra forma: ser todo aquello es ser nada.
            ………………
            Yo no pretendo que, por el pronto, entiendan us­tedes bien esto que acabo de decir. Ya nos ha acaecido en este curso más de una vez que al dar yo un nuevo paso en la descripción de la vida, por lo pronto, no lo han entendido bien. Sin embargo, la nueva idea, aun en su primera aparición, produjo en ustedes como una vislumbre de que por allí había una cierta verdad in­sospechada para ver la cual a plena luz convenía prepa­rarse. Esta preparación, este ¡alerta! es el que me basta por el pronto. La luz se prepara con la vislumbre.
            ………………
            Hasta acá José ortega y Gasset en la Lección V de “Unas Lecciones de Metafísica”. curso profesado como titular de la cátedra de Metafísica de la Universidad de Madrid, en 1932/33.
            ……….…….
             
            Mi intención ha sido la situar la 2ª. Pregunta: ¿Por qué existe lo que existe?
            en el acotado ámbito del “Saber” que propone la 1ª. Pregunta: ¿Qué entiendes por Dios?
             
            ¡El “Saber” (como Dios) es lo que insoslayablemente FALTA a cada cual
            en la media y cuándo lo NECESITE!

          • oscar varela

            UNAS LECCIONES DE METAFÍSICA
             
            ÍNDICE
             
            Nota preliminar, por Paulino Garagorri
                       
            Lección I
            La falsedad del estudiar. —La Metafísica y su necesi­dad. —Antagonismo entre el estudiante y el creador de ciencia. —Curiosidad y preocupación. —La tragedia de la pedagogía. —Cultura sin raíces: rebarbarización. —Pregunta y respuesta. —El «hacer» y la justificación de la Metafísica.
             
            Lección II
            Metafísica y orientación radical. —Orientación autén­tica y orientación ficticia. —El sí mismo y la personalidad convencional. —La vida es lo que hace­mos y lo que nos pasa. —Los atributos de la vida. La vida es evidencial. —Mundo es lo que nos afec­ta. —La vida es siempre imprevista. —Vivir es sentirnos forzados a decidir lo que vamos a ser. —Vivir es ante todo toparnos con el futuro.
                       
            Lección III
            Una distinción: «reparar» y «contar con». —Revisión y corrección de lo expuesto. —Nadie puede saltar fuera de su vida. —«Hacer ciencia» es algo que acontece en «nuestra vida». —Vida como biografía. —¿Qué es el cielo? —Evidencia y verdad. —La vida da mucho quehacer. —La reflexión: los dos «ahora».
             
            Lección IV
            Los tres elementos del «encuentro». —Encuentro del yo. —Encuentro de la circunstancia: carácter temporal y social de la circunstancia. —El modo del «estar» en la circunstancia. —El estar homogéneo y el heterogéneo. —Vivir es existir yo fuera de mí. Paréntesis sobre la semántica del existir: el ser ejecutivo. —Nuevo análisis del «estar». —La inmate­rialidad de la circunstancia.
             
            Lección V
            La circunstancia y lo que sabemos «sobre» ella. —La vida desnuda y el despensar los pensamientos. —
            Yo y la circunstancia formamos parte de mi vida. Los diversos «haceres» con la circunstancia. El pensar es un «hacer» no primario. —Previa presencialidad del «contar con». Los dos modos del ser de las cosas: pensarlas y vivirlas. —El primado de la interrogación y su alcance preintelectual. —Las cosas son primariamente comodidades e incomodida­des. —El hueco del ser.
             
            Lección VI
            Revisión del itinerario. —El repertorio de posibilida­des circunstanciales. —Fatalidad y libertad. —Vivir es existir aquí y ahora.
             
            Lección VII
            La estructura general de nuestra vida y sus compo­nentes. —¿Qué género de «hacer» es el pensar so­bre algo? —Pensar; decir; lugar común. —La nece­sidad del ser.
             
            Lección VIII
            La pregunta por el ser. —El mito de la expulsión del paraíso. —La vida contemplativa y el método. —El «hacer» teorías frente al hueco del ser. —El recur­so al yo social de la gente. —Los supuestos del recurso. —De la nada a nadie. —El sistema de accio­nes esenciales. —Antagonismo entre tradición y razón. —De nuevo, ¿qué es la Tierra? —De nuevo, la inmaterialidad de la circunstancia: su servicialidad.
             
            Lección IX
            Las dos mesas: la cosa substancial y el espacio pobla­do por campos de fuerzas. —La mesa primaria no es una ni otra. —El peloteo del ser.
             
            Lección X
            Nuestro camino hacia la Metafísica. —Saber como «sa­ber a qué atenerse». —Construcción del Mundo ante la problemática circunstancia. —La Metafísica es una tarea inevitable. —La Metafísica es soledad.
             
            Lección XI
            Una primera certidumbre sobre la totalidad. —¿Qué es lo que verdaderamente hay? —Primera tesis: las cosas y su conjunto o Mundo. —Sus atributos. —Se­gunda tesis: el idealismo. —Ingenuidad y cautelosidad.
             
            Lección XII
            El punto de partida es la inseguridad. —¿Cuál es la realidad radical? —La tesis realista complica al pensamiento. —Conformismo y anticonformismo. —El pensamiento y sus formas. —La tesis idealista anu­la el mundo exterior.
             
            Lección XIII
            Buscamos una verdad radical: universal e indepen­diente. —La tesis idealista complica a una realidad distinta al pensamiento. —El ser ejecutivo del pen­samiento, y el ser objetivo del pensamiento. —La previa posición de realidad. —La realidad es la co­existencia mía con la cosa.
             
            Lección XIV
            Revisión de las tesis analizadas. —La fórmula de Des­cartes. —Carácter inmediato de la duda. —La pesadilla del idealismo. —Los dos trayectos de Descar­tes. —El escamoteo del idealismo. —La hipótesis de la alucinación. —El realismo persistente en el idea­lismo: que la realidad es lo independiente. —La rea­lidad es interdependencia y coexistencia. —El nom­bre de la realidad radical y absoluta de lo inme­diato: el vivir. —Trascendencia e inmanencia de la vida.
            ………………………..

  • oscar varela

    Al A. Llaguno de hoy 19:34 hs.

  • Antonio Llaguno

    Dejo como mi postura algo que escribí hace mucho tiempo en otro sitio.

    • Antonio Llaguno

      Mi posición es que no tengo ni idea de lo que es Dios y que me interesa conocer la experiencia de Dios de cada uno para ver si, en primer lugar, coincide con la mía y en segundo lugar si puedo aprender algo interesante de las experiencias de los demás; pero parto de alguna premisa básica.
      Si Dios existe y es una inteligencia creadora (un Dios que o bien no existe o bien no es inteligencia o bien no es una inteligencia creadora, sencillamente no me interesa), es algo  muy importante y si somos sus criaturas, su conocimiento debe estar al alcance de todos y no solo de unos pocos.
      Por eso no soy cientifista. las teorías científicas que hoy se debaten están tan lejos de la comprensión  y de la aprehensión de las personas normales que no pueden ser ciertas. La teoría de cuerdas, la teoría del todo, la de la gravedad cuántica… todas ellas tratan de explicar la realidad por medio de coherencias matemáticas cada vez más retorcidas. para entenderlas hay que ser Doctor en Física… y tener mucha imaginación.
      Sin embargo mi intuición me dice que Dios, de existir, debe ser algo simple, al alcance de todo ser humano
      Por eso me refugio en Erasmo de Roterdam (en su pensamiento, claro). En medio de la guerra de religión más terrible que ha soportado el cristianismo moderno (puesto que era una guerra civil), Don Erasmo declaró: “Sobra teología”
      Sobran los esfuerzos por aprehender a Dios, por comprender a Dios.
      No merece la pena que nos matemos por que el credo diga esto o aquello, por que la madre de Jesús fuera o no virgen o porque el papa decrete o no una bula que te permita (no veo como me iba a castigar hoy en día) comer carne los viernes.
      Y sobra en los dos lados, porque si no hay quien entienda a los teólogos “modernos” el problema de los carcólatras es que se les entiende todo. No les interesa Dios, ni las relaciones del hombre (y mujer) con Él.  Les interesa el poder (full stop, no podría poner ningún adjetivo a “poder”)
      Por tanto me declaro hereje, modernista relativista. Creo que para todo hombre tiene un camino virgen Dios (León Felipe dixit) y que en todo pensamiento hay algo bueno pero que si se impone se convierte en algo malo.

  • M. Luisa

    Si la propuesta sobre el no-teísmo (Posteísmo) se entiende como una controversia dialéctica, es decir, ponerse  en contra dialécticamente del teísmo, entonces habrá  que reconocer  ya de entrada que se ha hecho una falsa interpretación de esta  original propuesta.   A mi modo de ver no se trata de negar lo que de fructífero generacionalmente en la historia haya significado el teísmo,     sino que ahora de lo que se trataría  es de que lo sea también para la generación actual y posteriores (Posteísmo)     Aquí no se ve en manera alguna ninguna controversia, al contrario, se piensa  en amplitudes conceptuales.   Lo que tiene de  negable la fórmula, no- teísmo,  no se refiere hacer negación de nuestra  facultad de aprehender esta realidad que llamamos Dios, sino a lo que de ella judicativa y conceptualmente   se afirma, de ahí el título del artículo. Consulta sobre el concepto de Dios

  • M. Luisa

    Para mí sería completamente absurdo que nos planteáramos ahora esta cuestión metafísica sin haber tomado antes conciencia de cuál ha sido la que hasta aquí nos ha traído. Porque no es lo mismo la metafísica del “ente”la cual queda, de algún modo,  reflejada en la primera pregunta de la lista ¿Qué se entiende por Dios? En ella se prioriza el entendimiento sobre la intelección misma de esta realidad que llamamos Dios. De ahí el conceptismo y el idealismo que han caracterizado a la tradición filosófica hasta nuestros días. El uso de conceptos griegos aplicados en el horizonte de la nihilidad  contribuyó en gran manera al problema en el que hoy nos encontramos.  Piénsese, por ejemplo, que los primeros filósofos   lo que querían “entender”  no era la existencia de las cosas ¿por qué hay algo en lugar de nada (horizonte de la nihilidad) sino dadas ya las cosas,   puesto que las tenían delante y sabían ya por Homero, Tucidides, Pericles, etc., mediante relatos mitológicos cómo éstas habían aparecido, pues  lo fundamental para ellos  era ahora, sí entenderla. Entenderlas  en su intrínseca movilidad, es decir, ver en   la realidad estante no nihilista de las cosas  su momento  de no obviedad, aquel que las actualiza y las hace ser. Lo real del concepto Dios nos lo da el trato que tenemos con las cosas en perspectiva histórica, de ahí la necesidad ineludible de su  evolución.

  • Juan A. Vinagre

    Antes de nada, agradecer los comentarios que se están haciendo, algunos -para mí- de mucho valor.Ahora expreso mi opinión, nada más que mi opinión, siempre revisable, sobre el tema. A mi juicio:-DIOS es el “tema” fundamental de nuestra vida. Tan fundamental que -a mi entender- es el que da sentido, aunque sea misterioso, a la existencia. Ya lo dije en otras ocasiones: Si Dios existe, como creo, tiene que ser trascendente o no sería Dios, y si es trascendente nuestra razón no sabe explicarlo adecuadamente, y cuando pretende explicarlo balbucea. Si el hombre cree entenderlo a nivel de razón, eso no es Dios. Es una creación-imagen hecha a semejanza del hombre. Y esto porque la limitación humana no le permite salir de sí y de su entorno que lo limita y modela. Por eso, en nuestra situación, quizá la mejor definición (teórica) que podemos dar es que Dios es el MISTERIO, aunque para muchos sea un misterio sonoro. “Si lo entiendes, no es Dios”.

    -De ahí que nuestras “definiciones” racionales o doctrinales humanas (que nadie se excluya), por muy bienintencionadas que sean, son como mucho aproximaciones, solo aproximaciones, que un día pueden ser revisadas y mejoradas. Dios es inefable, y en nuestra condición limitada, también indefinible.

    -El problema surge cuando nos creemos suficientes para abordar el tema de Dios sin antropomorfizarlo, sin proyectarnos nosotros en Él. Y si lo concebimos -inevitablemente- a nuestra imagen y semejanza, lo deformamos. Y si lo deformamos, acabaremos rechazándolo, negándolo. Esta es nuestra situación, y nuestro riesgo, respecto al tema de Dios. Ante el Misterio inefable no podemos “inflarnos”…  Si lo hacemos -nuestra “suficiencia” nos puede mover a ello-, caemos en una sutil o burda contradicción, de la que podemos no ser suficientemente conscientes.

    -Las religiones tienen mucho  de pensamiento e inmadurez humanos, porque han sido modeladas, a través de la historia, por mentes humanas. Sin embargo, en ellas no todo es humano: En ellas puede haber un intento de aproximación a lo que sugiere un “instinto de creer” en un más allá. Las mitologías, ciertas magias… son visiones inmaduras -como corresponde a nuestro proceso evolutivo de maduración-, que intentan una -aunque torpe- aproximación a un algo que trasciende y da sentido… En el fondo, las mitologías son utopías inmaduras… y sugerentes, que responden a un “instinto” profundo de ir más allá.

    -Esto no supo entenderlo el filósofo -y teólogo- Feuerbach, que después de perder su fe (a mi juicio mal entendida) lo redujo todo a solo un sueño infantil. No existe más que el “aquí y ahora”.

    -A mí me parece que la mejor presentación de Dios (ante el que, por ser trascendente, es inevitable la fe), la hizo Jesús de Nazaret: Dios Padre-Madre que nos ama, y que equiparó casi este “precepto” al trato amable al prójimo. Dios Padre no quiere culto para Sí, no lo necesita -no es narcisista-. Solo quiere culto al hombre-mujer-niños-naturaleza. Esa, y que no se deforme el nombre de Dios, es su voluntad, su deseo.-La oración: Como acción de gracias y como súplica para fortalecer nuestra flaquezas.

  • Isidoro García

            La controversia del no-teísmo, parece y de hecho es, una mera cuestión intelectual y teórica, un ejemplo más de discusión bizantina, entre teólogos aburridos, que no tiene el menor interés práctico.                                 De Dios no se debería decir nada, porque no sabemos nada ni de su existencia o no, ni de sus características. Es como buscar el gato negro en una habitación obscura, que todo el mundo lo busca, y da mucho juego.

    • Isidoro García

      Pero esta controversia, se debe enfocar desde el punto de vista práctico. ¿Cuál es el actual sentido de las religiones en el mundo moderno?.

      Actualmente ya no cabes atribuir a Dios actitudes, que ni siquiera los humanos imperfectos, aceptamos para nosotros mismos, como por ejemplo, castigar a nuestros hijos en un horno, por las “trastadas” que hagan, y en general una actitud vengativa y cruel con ellos.

      Por lo que lo de la “salvación” de nuestra alma, hay que interpretarlo de otra manera menos literal e infantil. Y yo creo que gana terreno la interpretación de que las religiones, deberían servir para promover y ayudar a la dura y difícil tarea de la maduración humana, y du auto realización personal.

      Y por lo tanto toda controversia religiosa, debe enjuiciare respecto a si ayuda o frena dicho desarrollo personal humano.

       

      El teísmo, es la concepción de que Dios, es de naturaleza “personal”, e interactúa personal y directamente con cada uno de los seres humanos, marcándole el camino a seguir en su vida, y su comportamiento moral, y ayudándole mediante inspiraciones y mediante energía psicológica, (la gracia), para conseguir dicha tarea.

      El no-teísmo o deísmo, supone por contra, que no pudiendo conocer la naturaleza de Dios, y ni siquiera, su auténtica existencia, Dios habría actuado misteriosamente, creando el Universo, y a nosotros en él, con una serie compleja y sistemática de leyes, que lo guían necesariamente, dotando a todos sus integrantes, de las características necesarias para desarrollar cada uno su propia naturaleza.

      Concretamente en el ser humano, la característica que nos ayuda a desarrollar nuestra naturaleza humana, es lo que llamamos el “espíritu” personal, reflejo y fractal en cada uno de nosotros, de las leyes generales del Universo que lo guían y conducen, (que religiosamente se suelen personif

      icar como “el “Espíritu de Dios”).

      Dicho “espíritu” personal, nos ayuda y “asiste” para nuestra dura labor de desplegar e implementar nuestra auténtica naturaleza humana.

       

      El teísmo tradicional, ¿ayuda o entorpece y frena la maduración personal?.

      Por una parte, la personificación de Dios como un Padre amoroso, que está en contacto directo con nosotros, atento a nuestra necesidades materiales y afectivas, emocionalmente es muy positivo para el ser humano, que al madurar, va realizando un proceso de emancipación existencial de su familia, para convertirse en un individuo independiente y autónomo.

      Pero psicológicamente, sustituir a nuestros padres biológicos, que necesariamente se acaban muriendo, por un padre inmortal y todopoderoso, que conoce todos nuestros más profundos secretos, lejos de contribuir a individualizarnos como personas autónomas, nos reduce más aún al infantilismo perpetuo.

      Si “hay que matar al padre” para madurar, con el teísmo eso es imposible.

      Es verdad que seguimos conservando toda la vida el “espíritu” personal, pero este espíritu, es una guía, un asesor, un asistente personal, que puede ser silenciado y anulado casi plenamente por nuestra mente racional, dirigida por nuestro “ego”.

      Pero además las religiones teístas, tienen regladas la forma como Dios, interviene directamente en nuestra vida, y la forma de suministrarnos la energía psicológica necesaria, (la gracia), para realizar el proceso de maduración, mediante mandamientos, y mediante ritos y sacramentos.

      Y con tantas formas concretas y regladas de obtener la gracia, ya no “necesitamos” para nada el “espíritu” personal, que es el sistema de guía que nos dotado el Universo, vía evolución emergente, para desplegar nuestra naturaleza.

       

      Pero por el contrario, trasplantar el deísmo no-teísta, a la estructura psicológica propia del teísmo, es un absurdo operacional. Cada cosmovisión tiene sus reglas y sistemas operatorios.

      Y no podemos pretender seguir rezando al Dios no-teísta, ni asistir a misas ante el Dios no-teísta, ni en suma simplemente cambiar de “santo” en la hornacina, y seguir con nuestra vida de siempre.

      Es necesario reorganizar radicalmente nuestra vida trascendente, siguiendo al apóstol del cristianismo radical y “secular”, Dietrich Bonhoeffer, cuando cerca del final de su vida, (16-7-1944), escribe:

      “El retorno al clericalismo, (el religionismo, diría yo), solo puede ser un acto de desesperación, que únicamente puede lograrse a costa de la honestidad intelectual. Y nosotros no podemos ser honestos sin reconocer, que hemos de vivir en el mundo “incluso si Dios no existiera”.

               Nuestro acceso a la mayoría de edad, nos lleva a una veraz reconocimiento de nuestra situación ante Dios. Dios nos hace saber, que hemos de vivir como hombres que logran vivir sin Dios. ¡El Dios que está con nosotros, es el Dios que nos abandona, (Marcos, 15, 34)!. Ante Dios, y con Dios, vivimos sin Dios”.

       

      Esto no significa caer en el materialismo rampante, al uso de la sociedad moderna, sino instalarnos en una trascendencia secular, y laica, que gira alrededor de la escucha del “espíritu” personal, que es nuestra conexión  con Dios, a través del Universo.

      • oscar varela

        Hola Isidoro! Te leo:
         
        1-Dios nos hace saber, que hemos de vivir como hombres que logran vivir sin Dios.
        Ante Dios, y con Dios, vivimos sin Dios”.

        (Trabalenguas: 5 veces “Dios”:
        a) DIOS hace saber
        b) DIOS descartado de n/vida
        c) DIOS delante nuestro
        d) DIOS al lado nosotros
        e) DIOS descartado de n/vida
        ……………….
         
        2-Esto significa instalarnos en una trascendencia
        que es nuestra conexión con Dios, a través del Universo

        f) DIOS rescatado por nosotros
        …………………….

        3- CONCLUYENDO:
        Nuestro acceso a la mayoría de edad,
        nos lleva a un veraz reconocimiento
        de nuestra situación ante Dios”
         
        Ok!
        DIOS sirve de OPIO

        “Lo que aprendí de tu mano
        no sirve para vivir”

        (tanguito imprescindible)

        • oscar varela

          DESENCUENTRO
          https://www.google.com/search?q=desencuentro+letra&rlz=1C1GCEA_enAR1087AR1087&oq=desencuentro&gs_lcrp=EgZjaHJvbWUqBwgBEAAYgAQyDwgAEEUYORiDARixAxiABDIHCAEQABiABDIKCAIQLhjUAhiABDIKCAMQLhjUAhiABDIKCAQQLhjUAhiABDIHCAUQABiABDIKCAYQLhjUAhiABDIHCAcQABiABDIHCAgQLhiABDIHCAkQLhiABNIBCTIyNTg0ajBqN6gCALACAA&sourceid=chrome&ie=UTF-8#fpstate=ive&vld=cid:cddb6ffa,vid:ND1AgXDCT8s,st:0
           
          Estás desorienta’o y
          Y no sabés qué troley hay que tomar para seguir
          Y en ese desencuentro con la fe
          Querés cruzar el mar y no podés
           
          La araña que salvaste te picó, ¿qué vas a hacer?
          Y el hombre que ayudaste te hizo mal, ¡dale que va!
          Y todo el carnaval gritando pisoteó
          La mano fraternal que Dios te dio
           
          ¡Qué desencuentro!
          ¡Si hasta Dios está lejano!
          Sangras por dentro
          Todo es cuento, todo es vil
           
          En un corso a contramano
          Un grupí trampeó a Jesús
          No te fíes ni de tu hermano
          Se te cuelgan de la cruz
           
          Quisiste con ternura, y el amor
          Te devoró de atrás hasta el riñón
          Se rieron de tu abrazo, y ahí nomás
          Te hundieron con rencor todo el arpón
           
          Amargo desencuentro, porque ves que es al revés
          Creíste en la honradez y en la moral, ¡qué estupidez!
          Por eso en tu total fracaso de vivir
          Ni el tiro del final te va a salir
          ………………….

        • Isidoro García

              La madurez humana, supone, que aunque nuestros queridos padres estén vivos, y a pesar de lo mucho que nos quieren, y de todo lo que nos han dado, esos mismos padres amorosos, están deseando que nosotros crezcamos y nos independicemos, y organicemos nuestra vida, sin pedirles permiso, y ya no les consultemos. (Y si lo hacemos es solo de boquilla por quedar bien).
              Nuestros queridos y cariñosos padres, sufrirán si ven que somos unos inútiles, con veinticinco años o más, y les pedimos consejos sobre la novia/o que nos vamos a echar.
              Ante nuestros cariñosos padres, y sabiendo donde viven, hacemos todo lo posible para vivir como si no existieran. Y nuestros padres lo comprendieron, y hoy comprendemos lo mismo con los nuestros.
           
                Pues lo mismo con Dios. Los teístas tradicionales, que no ven razonable, que Dios no hable con nosotros, en persona directamente, de nuestra vida, a los ventipocos o antes, a pesar de haber madurado normalmente, siguen con un apego personal excesivo en una persona madura, lo que supone una patología psicológica.
               “Estas personas pueden crear conductas evitativas, (eludir situaciones sociales o interacciones que impliquen un riesgo de rechazo), inseguridades, culpa tóxica y poner la figura paterno/maternal como prioridad ante otras necesidades individuales de su entorno social, como destrezas de vida independiente, la vida laboral y educativa y establecer su propia familia”, dice la psicóloga Yenaira Figueroa. El tratamiento de la mamitis en adultos, es con psicoterapia, ansiolíticos y antidepresivos.
               Muchos de estos, incluso en su adultez, no ven tampoco la posibilidad de salir de los hogares de sus madres para crear uno por ellos mismos. No obstante, dependerá del nivel de codependencia que tenga hacia la madre, detalló por su parte la psicóloga clínica Beatriz Casellas Cestero.
                    Ya lo se que una cosa es Dios, y otra los padres, pero en el ser humano, el concepto Dios, es tan inasequible, que inevitablemente, le categorizamos en la categoría Padre/Madre.
              Por ello esa codependencia psicológica en adultos, en lo referente al arquetipo Dios-padre/madre, genera en el sujeto, una incapacidad, (o al menos una gran dificultad), para su desarrollo personal humano, y suscitar fuertes reservas y contradicciones internas, con un alto grado de estrés y angustia.
                      
               Por eso, tener una relación sana con Dios, en la etapa adulta de la vida, supone un cierto alejamiento, respecto a las etapas infantil y juvenil.
           
           “Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño”. 1 Corintios 13:11

          • Isidoro García

            Un ejemplo de “conducta evasiva”, típica de apego excesivo religioso, son los escrúpulos morales exagerados, tan abundantes en el teísmo.

          • oscar varela

            Así es, Isidoro.

            El ‘TIEMPO’ es EDAD.

            La Edad es HISTORIA

            La “AutoBiografía” es el ‘Superlativode la razón histórica’
            ………………………..

             
            PARÁBOLA DEL ABUELO Y DEL NIÑO
             
            Mientras tanto, no muy lejos de casa, igual que un pajarito inesperado que se nos posa en la ventana y la llena de graves lejanías, me llenó de distancia este pasaje:
             
            —Abuelo —dijo el niño—, le tengo miedo al tiempo. Tú me dijiste que en su barba se enredan
            todas las cosas. ¿No será una trampa?
             
            —No. La trampa es el hombre —respondió el anciano.
             
            —¿Y a qué se parece, entonces, el tiempo?
             
            —Míralo —dice el abuelo—, es un ojo grandote encadenado a números. Sin embargo, tiene dos patitas con las que camina el mundo y no se cansa. . .
             
            —¿Pero eso es el tiempo? —contestó el niño.
             
            —No. Él está más adentro… los hombres no lo comprenden. Por eso, él los usa como las monedas
            hasta gastarle su precio. . .
             
            Repentinamente el abuelo se ha quedado dormido. El niño, mientras tanto, curioso y celoso de su cajita, no mira otra cosa. . ., se va al patio y corre. Luego se para y piensa. . . No piensa, se lleva el reloj al oído, lo escucha, lo aleja, lo agita, hasta que al fin con un martillo lo raja, lo destroza y no encuentra, no ve lo que él quería, . . Huye entonces gritando: “Mamá, he roto el tiempo. . ., he roto el tiempo. . .”
             
            Luego la madre y el hijo lloraban juntos por el mismo motivo: el niño porque el tiempo ya no estaba en sus manos, y la madre porque el abuelo dormía ya sin tiempo…
            ·························

  • oscar varela

    CONOCER ¿De qué se trata?

    • oscar varela

      1- CONOCER no es, sin más ni más, «ejercitar los mecanismos psíquicos
      – que van desde la percepción hasta la abstracción»,
      – sino que es una ocupación o hacer del hombre a que éste no puede dedicarse
      – si antes no está en la firme y prerracional creencia de que hay un ser.
       
      2- Esto transforma radicalmente la idea tradicional del CONOCIMIENTO.
      – De ser una facultad congènita del hombre, inalienable y permanente,
      – pasa a ser vista como una forma histórica a que la vida humana llegó
      – en virtud de ciertas peripecias que antes había sufrido.
      – Era, en Grecia, no manejo intelectual de la realidad, como para nosotros,
      – sino su reve­lación, Alétheia.
       
      3- Nosotros hemos heredado de Grecia la idea del CONOCIMIENTO,
      – pero no hemos heredado, con suficiente integridad, esa creencia en el ser,
      – en la natura rerum que la respalda,
      – y de aquí la constante inseguridad que ha padecido en Occidente
      – la ocupación de CONOCER.
       
      4- ¿Cómo llegó el griego a esa fe en el ser, a esa creencia en la Naturaleza?
      – He aquí un problema de altísimo rango y nunca planteado ni perseguido.
      – Al revés;
      – como para el griego esa creencia no era cuestión, no lo era tampoco su secuela:
      – que el CONOCER -e.d., la captura del ser- constituía una función natural,
      – congènita del hombre.
       
      5- Nosotros nos hemos quedado con esta última opinión,
      – a la que se había amputado la fe en que se funda.
       
      6- Pero hoy se adelanta a nosotros por su propio pie el problema:
      – ¿por qué es el hombre griego quien se encontró ins­talado en esa «gran fe» naturalista,
      – en esa creencia de que hay «ser de las cosas»
      – supuesto del hacer que es —sensu strictisimo— CONOCER?
      …………………………………

      • oscar varela

        1- El persa, el asirio, el hebreo no fueron CONOCEDORES,
        – porque creían que la realidad era Dios.
        – Dios, un auténtico Dios, no tiene ser, consistencia estable y fija:
        – es pura y absoluta voluntad, ilimitado albedrío.
         
        2- Quien cree de verdad y no aguando el vino de esa radical fe
        – que lo que hay es Dios y que, por tanto,
        – todo lo demás que parece que hay no lo hay en rigor,
        – sino que es sólo resultado de la indómita voluntad de Dios no puede, claro está,
        – creer que las cosas tienen un ser, una consistencia propia, no sólo que existan,
        – sino que al existir consistan en ser fijamente de un modo determinado.
         
        3- A ese autén­tico creyente en Dios no se le puede ocurrir que con su intelecto pueda conseguir nada de las cosas, asegurarse en ellas y frente a ellas, sino que se sabe inexorablemente atenido a la voluntad de Dios, única, decisiva realidad.
        – Todo lo que va a pasarle, a él y a los suyos, a su pueblo, depende del albedrío divino, de los decretos inescrutables e ineluctables de Dios.
        – Si este hombre se siente en grave duda respecto a un orden de su vida hará algo, no se quedará quieto.
        – Pero ¿qué hará? ¿Razonar, analizar, comparar, inferir, probar, concluir?
         
        4- En modo alguno: lo primero que hace es orar,
        – dirigir una plegaria a Dios para que le ilumine, le ponga en lo cierto.
        – Orar es una forma y técnica del pensamiento.
        – No hay, para él, otra manera de acertar que impetrar de Dios la revelación de sus decretos,
        – y si Él se digna otorgársela, eligiéndole entre los demás,
        – comuni­carla a éstos, eliminando todas sus ideas propias,
        – haciéndose órgano de Dios, boca del Altísimo.
         
        – Su decir no será nada parecido al logos del razonador,
        – no será el descubrimiento del ser latente, que está ahí desde siempre y por siempre,
        – no será alétheia,
        – sino que será decir él hoy lo que Dios ha decidido, decretado que sea mañana;
        – su decir será pre-decir desde Dios, será profetizar.
         
        5- Y como la voluntad de Dios es incontrastable,
        – su predecir será un humilde y radical confiar en esa secreta voz divina
        – que es, a la vez, libre y segura, decisión y promesa;
        – su decir será no un logos de la verdad, sino un amén que significa «así será».
        – La realidad para este hombre no tiene presente de indicativo, es,
        – sino sólo futuro: será.
        – Las cosas están en constante creación: son lo que Dios en cada momento quiera.
        Amen, ’emunah, es la palabra que significa «verdad» para el hebreo.
         
        6- El contraste entre la alétheia del griego y la ’emunah del hebreo es extremo
        – y produce en nosotros un choque de ideas que favorece la comprensión del carácter mera­mente histórico propio del CONOCIMIENTO.
        ………………………..

        • oscar varela

           
          1- Puede aprovecharse esa contraposición para aclarar diferencias menos acusadas. – Nos permite mirar por dentro, con una intimidad hasta ahora no conseguida, otras formas pretéritas del Pensamiento que han quedado siempre inasequibles para el hombre moderno, como es:
          – el pensamiento religioso,
          – la mitología,
          – la magia,
          – la «sapiencia» o «experiencia de la vida».
           
          2- Con esto hemos conseguido muchas cosas de gran calibre.
          – Una, quitar al conocimiento el carácter de realidad absoluta a que absolu­tamente está el hombre adscrito, y convertirla en pura magnitud histórica.
          (El conocimiento no es una operación «natural» y, a fuer de ello, inexcusable del hombre, sino una «forma de vida» puramente histórica a que llegó -que inventó- en vista de ciertas experiencias y de que saldrá en vista de otras).
           
          3- Otra es que así deja el conocimiento de ser una utopía
          – y es visto en la concreción y relatividad constitutiva de su efectivo ser.
          – Al perder su aspecto utópico y aparecer en su concreta realidad podemos,
          – de verdad, hacer su historia, esto es, aclarar
          a) por qué llegó a ella el hombre,
          b) por qué se embarcó en la precisa ocupación de conocer,
          c) cómo en Grecia adquiere esa ocupación la plenitud de su sentido, esto es,
          – cómo sólo el griego creyó de verdad y sin limitaciones que era posi­ble CONOCER.
           
          4- Partiendo de esta forma plenaria que el CONOCIMIENTO tuvo en Grecia,
          – podemos perseguir en la historia subsi­guiente hasta nuestros días
          – la progresiva degradación de la idea (y ocupación) del conocimiento.
          – Con lo cual, automáticamente, la grave crisis actual de la razón
          – pierde su figura abrupta y como súbita de inesperado cataclismo.
           
          5- Todo ello nos permite tratar de la crisis actual colocándonos fuera de ella.
          – Porque si el conocimiento es lo que el hombre ha hecho y tiene que hacer siempre,
          – su crisis significaría la crisis del hombre mismo.
          – Pero transformado en mera forma histórica de la vida humana,
          – vemos antes de él otras maneras igualmente normales de afrontar el hombre
          – el enigma de su vida, de salir de la duda para estar en lo cierto y
          – vislumbramos después de él otras posibilidades.
          – Así obtenemos por vez primera una FILOSOFÍA
          – que entrevé el fin o término de sí misma
          – y preforma ensayos de reacción humana que la sustituirán.
           
          6- Quien crea que la situación actual de la inteligencia se puede afrontar
          – con una reforma de las nociones recibidas menos radical, padece una ilusión.
          – De esta manera, y merced a las precedentes dislocaciones, queda libre nuestra vista para contemplar el Pensamiento liberado de su adscripción a formas particulares de sí mismo.
          – Podemos sorpren­derlo actuando bajo ellas, creándolas en el pasado, superando siempre la de ayer con la de mañana.
          – Esta liberación frente a toda figura del pasado nos permitirá palpar, no sin estremecimiento, lo que aún no está ahí, el germinante porvenir de la inteligencia humana.
           
          7- Pues lo sugerido aquí a propósito del CONOCIMIENTO, habría de ser ejecutado también con respecto a la POESÍA, al DERECHO, al LENGUAJE, a la RELIGIÓN, a la «SAPIENCIA» o experiencia de la vida, etc.
          – Llamar igualmente poesía a lo que los griegos del siglo VII oían en los versos de Homero y a una Nuit de Musset, es estar resuelto, a confundir demasiado las cosas.
          – Como es parejamente entregarse al equívoco llamar religión a lo que el romano de la primera guerra púnica creía, sentía y hacía en relación con sus dioses,
          – y al Cristianismo, o aun dentro del Cristianismo no advertir la heterogeneidad radical entre el Cristianismo de San Agustín y el de Newman.
           
          8- Quien quiera entender el hombre, que es una realidad in via,
          (un ser sustancialmente peregrino),
          – tiene que echar por la borda todos los conceptos quietos
          – y aprender a pensar con nociones en marcha incesante.
          …………………….

  • Mónica

    Dios se creó para poder explicar aquello que no comprendemos o para satisfacer alguna necesidad emocional. Así es que en el siglo XIX el filósofo alemán Ludwig Feuerbach publicaría su famosa obra La esencia del cristianismo, en la que sostendría lo siguiente: «Así como el hombre piensa, así como él siente, así es su Dios; este es el valor que tiene el hombre y este es el valor que tiene su Dios. La conciencia de Dios es la conciencia del hombre que tiene de sí mismo, el conocimiento de Dios es el conocimiento del hombre que tiene de sí mismo”. Entiendo que Dios no es más que una proyección psicológica del ser humano, una idea de la psiquis humana, y en última instancia, un reflejo antropológico de sí mismo. Dios no ha creado al hombre a su imagen y semejanza, como dice el Génesis, sino que hemos sido nosotros  quien hemos creado a Dios conforme a su nuestra propia imagen. 

  • Jose Ramon Jimenez Cuesta

    Hola: como cristiano y científico, pienso lo que han manifestado otros en este foro y tema y suscribo; ya lo comenté aquí, lo dice Anton Zeillinger (Nobel Física 2022): “Cualquier definición de Dios es limitada”. Las definiciones de Dios son debates eternos y, básicamente, opiniones, no se pueden fundamentar en algo objetivo. La línea no-teísta la veo con “tantas potenciales deficiencias o  incongruencias” como la teísta. Es un opción más. El cuestionario no lo voy a responder porque la mayoría de las preguntas tiene 3 items de respuesta que no me convence ninguna, así que difícil de responder. Respetables todos los caminos que intentan llenar el anhelo que tenemos de saber y, que en mi caso, lo llena Jesús de Nazaret y las Ciencias Naturales. Saludos, Jose Ramon.

  • LEANDRO SEQUEIROS SAN ROMÁN

    Tal vez este capítulo de mi libro pueda aclarar algo las cosas: https://batalloso.com/mi-mundo-a-los-80-anos-12-el-panenteismo-en-el-debate-teologico-actual/ 

  • LEANDRO SEQUEIROS SAN ROMÁN

    Dios es el IN-decible. Para mi no tiene sentido ponerse a “describir”. Me apunto y reafirmo en https://www.atrio.org/2022/05/panenteismo-de-nuevo-para-una-fe-razonable/

    • Rodrigo Olvera

      Hola Leandro

       

      Decir que Dios es el IN-decible ya es decir algo sobre Dios, ¿cierto?  No sólo que es decir que no es decible; al usar el artículo “el”, es decir que es único en esta característica que le atribuyes de indecibilidad, ¿cierto?

       

      ¿Y si no fuera cierto?

       

      ¿ Y si fuera decible algo sobre Dios, por ejemplo decir que “Dios ESTÁ en todas las cosas pero éstas no son Dios” como dijiste de Dios en tu artículo el panenteismo? ¿O decir que “Dios actúa en el mundo”, describiendo cómo lo hace (para ser más exacto, cómo distintas personas describen cómo piensan que lo hace)?

       

      Vale. Un poco de provocación para afinar afirmaciones.

      Abrazos

      • LEANDRO SEQUEIROS SAN ROMÁN

        Tienes razón, Rodrigo.. Es “La nube del no saber”

        • mariano alvarez

          Queridos Leandro y Rodrigo, qué tal si al hablar de Dios nos quedamos solo con la partícula IN, en su sentido anglosajón de lo más interior, lo más profundo, lo sin necesidad de nada más siéndolo todo. ¿Qué opináis? ¿Nos acercaríamos más y sin equívocos a lo que queremos decir y no podemos decir?

  • oscar varela

    Cuestionario

    • oscar varela

      Cuestionario
      I- ¿Qué entiendes por Dios?
      II- ¿Por qué existe lo que existe?
      III- ¿Se podría afirmar que Dios es “Yo”,“Tú”,“Nosotros”?
      IV- ¿Tiene sentido la oración en cualquiera de sus formas?
      V- ¿Pueden aún inspirarnos los relatos y las creencias religiosas antiguas acerca de Dios?
      VI- Teísmo, ateísmo, posteísmo, transteísmo, panenteísmo, teoempantismo…:
      VII- ¿Puede aún valer el uso del término Dios?
      …………………….
       
      Se trata de un CUESTIONARIO, es decir, de PROBLEMAS
       
      Lo primero que se me ocurre es esto:
       
      si lo que fuera LA SOLUCIÓN (‘Dios’)
      se nos ha ido haciendo PROBLEMA
      ¿cómo llegamos a esta situación?
       
      Tal vez, un poco de ‘Historia’ no vendría mal ¿no?
       
      Gracias por el esfuerzo de ‘entender’.

      • oscar varela

        1- Aullando entre relámpagos,
        perdido en la tormenta de mi noche interminable,
        ¡DIOS! BUSCO TU NOMBRE…
        No quiero que tu rayo me enceguezca entre el horror,
        porque preciso para seguir…
         
        2- ¿Lo que aprendí de tu mano, no sirve para vivir?
        Yo siento que mi fe se tambalea,
        que la gente mala, vive ¡Dios! mejor que yo…
         
        3- Si la vida es el infierno y el honrao vive entre lágrimas;
        ¿Cuál es el bien…? del que lucha en nombre tuyo.
        ¿Limpio y puro…? ¿para qué?…
         
        4- Si hoy la infamia da el sendero
        y el amor mata en tu nombre, ¡Dios!, lo que has besao…
        El seguirte es dar ventaja y el amarte sucumbir al mal.
         
        5- No quiero abandonarte, yo,
        demuestra una vez sola
        que el traidor no vive impune, ¡Dios! para besarte…
         
        6- Enséñame una flor que haya nacido
        del esfuerzo de seguirte, ¡Dios!
        Para no odiar al mundo que me desprecia,
        porque no aprendo a robar…
         
        7- Y entonces de rodillas,
        hecho sangre en los guijarros
        moriré con vos, ¡feliz, señor!
        ……………………………

        • oscar varela

          1- Un día yo pregunté
          “¿Abuelo, dónde está Dios?”
          Mi abuelo se puso triste
          Y nada me respondió

          Mi abuelo murió en los campos
          Sin rezo ni confesión
          Y lo enterraron los indios
          Flauta de caña y tambor
          2- Al tiempo yo pregunté
          “¿Padre, qué sabes de Dios?”
          Mi padre se puso serio
          Y nada me respondió

          Mi padre murió en la mina
          Sin doctor ni protección
          Color de sangre minera
          Tiene el oro del patrón
          5- Mi hermano vive en los montes
          Y no conoce una flor
          Sudor, malaria y serpiente
          Es la vida del leñador

          Y que naide le pregunte
          Si sabe dónde está Dios
          Por su casa no ha pasado
          Tan importante señor
          6- Yo canto por los caminos
          Y cuando estoy en prisión
          Oigo las voces del pueblo
          Que canta mejor que yo

          Hay un asunto en la tierra
          Más importante que Dios
          Y es que naide escupa sangre
          Pa que otro viva mejor
          7- ¿Qué Dios vela por los pobres?
          Tal vez sí y tal vez no
          Pero es seguro que almuerza
          En la mesa del patrón
          ………………….

          • oscar varela

            I- ¿Qué entiendes por Dios?
            (se trata de ‘CONOCER’ ESO QUE buscamos)
            …………………….
            1- ¿Cuál es la situación del hombre al iniciar un esfuerzo de conocimiento?
            a) No sabe,
            por ejemplo, a qué atenerse respec­to a la mudable y arbitraria apariencia de los fenómenos luminosos.
            b) parte en busca de algo, movilizando sus mecanismos intelectuales,
            c) encontrado lo cual, espera instalarse en un estado de certi­dumbre respecto a la luz.
             
            2- BUSCAR es una extraña operación: en ella vamos por algo,
             pero ese algo por el que vamos, en cierto modo, lo tenemos ya.
            (El que busca una cuenta de vidrio roja entre otras de vario color, parte ya con la cuenta roja en su mente; por tanto, anticipa que hay una cuenta roja antes de encontrarla y por eso la busca.)
            – Parejamente,
            (el que inicia su esfuerzo cognoscitivo acerca de la luz ha anticipado que en los fenómenos luminosos, o como tras ellos, hay algo, lo cual,
            – 1°, una vez encontrado, le situará en estado de tranquilidad, de certidumbre respecto a lo luminoso;
            – 2°, que ese algo presupuesto posee una consistencia o textura tal, que se deja encontrar, capturar por el razonamiento.
            (De otro modo, carecería de sentido buscarlo con la razón)
             
            3- Ese algo es el ser de la luz, un comportamiento estable y fijo de lo luminoso
            – del cual se derivan en forma regularizada sus variaciones infinitas,
            – antes indominables en su aparente desorden e intrincada confusión.
            – La estabilidad y fijeza del ser, su «ser siempre lo que es»,
            – le proporciona el carácter de identidad.
             
            4- Como este mismo carácter es el propio del concepto,
            – el ser y el pensar resultan consti­tuidos por el mismo atributo
            – y las leyes del concepto valdrán, sin más, para el ser.
             
            Cuando encontramos en lo luminoso ese algo inva­riable y fijo
            – lo ponemos como la «verdad» de la luz, esto es,
            – lo afir­mamos en una proposición o tesis y decimos:
            La luz es vibración etérea.
            – Tal es el resultado de nuestra faena cognoscitiva.
             
            5- Pero notemos bien que si esa proposición o tesis
            – es el resultado de nuestro esfuerzo por conocer,
            – antes de éste y sin él, por tanto, sin conocer,
            – habíamos anticipado que la luz y, en general, las cosas, tienen un ser.
            Sin esta suposición, el conocer no se dispararía y no llegaría a proposición.
             
            – Pero al llamarlo suposición, no se entienda
            – que le atri­buimos menos vigor de convencimiento que a la posición.
            – Al con­trario.
             
            6- el que se ocupa en CONOCER
            supone ya o pone de antemano con radical convicción que hay un ser
            – y por eso va en su busca para ver si es tal o cual.
             
            7- Pero entonces resulta que el CONOCIMIENTO antes de empezar
            – es ya una opinión perfectamente determinada sobre las cosas:
            – la de que éstas tienen un ser.
            – Y como esa opinión es previa a toda prueba o ra­zón
            – y supuesto de toda razón o prueba, quiere decirse que es
            – simplemente una creencia, en cuanto tal
            – nada diferente de la fe religiosa.
            …………………………………..

          • Antonio Llaguno

            Hace muchos años que escuche este poema, Oscar. De hecho creo que es una canción, no recuerdso ahora de quién. probablemente lo escuche en el tiempo en que yo también me sentía como el que la compuso.

            Pero es injusta. habla como si Dios pudiera evitar que nos pase lo que nos pasa.

            Y Dios no puede hacer nada que no hagamos nosotros en su nombre.

            Somos los verdaderos responsables de lo que pasa en el mundo, por acción o por omisión.

            Yo prefiero este otro, de la gran Gloria Fuertes:

            “Vamos a ver si es cierto que le amamos,

            vamos a mirarnos por dentro un poco,

            ¡Hay cosas colgadas que a Él le lastiman!

            Freguemos el suelo y abramos las puertas,

            que salgan las lagartijas y entren las luces.

            Borremos los nombres de la lista negra.

            Coloquemos a los enemigos encima de la cómoda.

            Invitemosles a sopa.

            Toquemos las flautas de los tontos, de los sencillos.

            ¡¡Que Dios se encuentre a gusto si baja!!

             

            Y es que cada día tengo más claro que para conocer a Dios hay que mirar dentro de nosotr@s… y obrar en consecuencia.

            Porque somos signos y portadores del amor de Dios a los hermanos y si ese amor no se ve, ocultamos el rostro de Dios.

             

Deja un comentario