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Francisco sigue al mando

El gesto que ha hecho hoy Francisco denota lucidez y coraje (¿será que es fuerza del Espíritu?). Si se habían soliviantado las jerarquías católicas retógradas cuando se habló de que iba a nombrar para el puesto clave de Prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe al obispo alemán Wilmer de 62 años,  ¿qué pasará ahora que ha nombrado a su amigo y colaborador Victor Manuel Rodríguez, de 61 años para ese cargo? Pero ahí está, en vatican.va, [la carta, al final, en español] con todo el curriculum de publicaciones y una carta inaudita expresando en español bonaerense lo que espera de él. Dejo al vaticanista de La Croix Internacional el primer comentario sobre esta decisión difícilmente revocable en los próximos cindo años. AD.

El papa nombra a Víctor Manuel Fernández nuevo jefe doctrinal del Vaticano

Por Robert Mickens

|Añadir a tus historias favoritasEl Papa Francisco, que tiene una habilidad especial para lanzar bombas en julio, cuando sus predecesores solían salir de la ciudad para pasar las vacaciones de verano, ha vuelto a empezar el mes con fuerza al nombrar al arzobispo Víctor Manuel Fernández de La Plata (Argentina) como nuevo prefecto de el Dicasterio para la Doctrina de la Fe (DDF).Fernández, que cumplirá 61 años en julio, ha sido uno de los asesores teológicos y escritores fantasma más confiables de Francisco, desde los días en que el Papa todavía era cardenal-arzobispo de Buenos Aires.

Colaboró ​​​​estrechamente con el entonces cardenal Bergoglio en la redacción del documento final en la conferencia de obispos latinoamericanos (CELAM) de 2007 en Aparecida. Ex rector de la Pontificia Universidad Católica de Argentina, “Tucho”, como se le llama familiarmente, también se cree que fue el autor principal de Evangelii gaudium (La alegría del Evangelio), la exhortación apostólica que es el programa documento del pontificado de Francisco.

Los tradicionalistas católicos seguramente estarán enojados

Fernández reemplaza al cardenal Luis Ladaria, el jesuita español de 79 años que es prefecto desde 2017. El teólogo argentino se convierte además en presidente de la Pontificia Comisión Bíblica y jefe de la Comisión Teológica Internacional. Al traer a Fernández a Roma, el Papa ahora tiene otro aliado clave en una de las oficinas más importantes del Vaticano. Esto debería ser un gran impulso para Francisco, de 86 años, para ayudar a eliminar la oposición interna a sus reformas eclesiales.Pero el nombramiento del nuevo prefecto del DDF también enfurecerá a los católicos que no están de acuerdo con la visión de la Iglesia del Papa. En una entrevista con el diario italiano Corriere della Sera en mayo de 2015, el arzobispo Fernández provocó la ira de los tradicionalistas cuando dijo que el Pueblo de Dios no toleraría ningún intento de un futuro Papa de revertir los cambios que Francisco ya ha traído a la Iglesia. Acto seguido, Sandro Magister, veterano periodista italiano que ha sido uno de los vaticanisti más crítico con el pontificado actual, menospreció las calificaciones de Fernández como teólogo serio. Se burló flagrantemente de él por afirmar, correctamente, por cierto, que la Curia romana no era una “parte esencial de la misión de la Iglesia” y que “los cardenales también podrían desaparecer”.Magister afirmó que el arzobispo había firmado su propia sentencia de muerte al enfrentarse a la curia y específicamente por criticar al cardenal Gerhard Müller, quien todavía era prefecto de la entonces Congregación para la Doctrina de la Fe. Ahora parece irónico que fue exactamente hace seis años desde el día del nombramiento de Fernández cuando Francisco lanzó otra bomba en julio al negarse a renovar a Müller por otros cinco años como prefecto. El alemán, que solo tenía 69 años y aún faltaban seis para jubilarse, no ha ocupado otro cargo desde que Francisco lo destituyó en 2017.

“Promover y animar, no condenar”

Al anunciar el nombramiento de Fernández, la Oficina de Prensa de la Santa Sede publicó un currículum vitae inusualmente largo para el nuevo jefe doctrinal. Y aún más inusual, publicó su bibliografía completa de libros, ensayos y artículos. Además, también hizo pública una carta personal que el Papa Francisco escribió a sus compatriotas argentinos, en la que insta al nuevo prefecto del DDF a ayudar a promover la fe en lugar de condenar las herejías.“El dicasterio que presidirás utilizó en otros tiempos métodos inmorales. Tiempos en los que, más que promover el conocimiento teológico, se perseguían los posibles errores doctrinales”, dice el Papa. “Lo que espero de vosotros es sin duda algo muy diferente”, añade el Papa, en una carta en la que cita profusamente la Evangelii gaudium .Francisco continúa elogiando a Fernández por su experiencia teológica y pastoral, diciendo que confía en que el nuevo prefecto es “muy capaz de poner el conocimiento teológico en diálogo con la vida del Pueblo santo de Dios”. Si bien señala que la DDF también tiene la tarea de tratar los casos más graves de abuso sexual del clero, el Papa dice que la tarea principal de la oficina doctrinal es “guardar la fe” y “convertirse en un instrumento de evangelización” que ayude a la Iglesia “. entablar conversación con los pueblos del mundo en un contexto sin precedentes en la historia de la humanidad”.

“¡Hacer lío!”: lanzando bombas

Francisco exhorta al nuevo prefecto del DDF a promover una teología que presente de manera “convincente” a Dios como “el Dios que ama, que perdona, que salva, que libera, que promueve a las personas y las convoca al servicio fraterno”.Al Papa Francisco le encanta decirles a los jóvenes: “¡ Haz lío !” , una frase en español que puede significar cualquier cosa, desde “sacudir las cosas” hasta “hacer un lío”. Y la designación de Víctor Manuel Fernández está ciertamente en su propia afición a lanzar bombazos en el mes de julio.Todo comenzó en sus primeros meses como obispo de Roma cuando, el 1 de julio de 2013, la Oficina de Prensa de la Santa Sede anunció que volaría una semana después a Lampedusa, la isla frente a Sicilia que se había convertido en un emblema de la crisis que se desarrollaba. de inmigrantes y refugiados africanos, muchos de los cuales perecieron en el mar en un intento de llegar a Europa. La visita del 8 de julio marcaría la pauta para el resto del pontificado.Pero tres días antes de partir en ese dramático viaje de un día, Francisco hizo algo más que sorprendió a algunos católicos pero deleitó a muchos otros. Aprobó la canonización de Juan Pablo II y la beatificación de Álvaro de Portillo, segundo prelado del Opus Dei.

Detener la antigua misa en latín

¿Se puede olvidar el sorpresivo anuncio del 4 de julio de 2021 de que el papa jesuita había sido llevado al Hospital Gemelli y ese mismo domingo por la tarde se sometió a la primera de ahora dos cirugías abdominales? Pero la verdadera bomba llegó una semana después de que regresara de su hospitalización. Fue entonces cuando lanzó su “motu proprio” Traditionis custodes . Esto anuló efectivamente Summorum Pontificum , el “motu proprio” que Benedicto XVI emitió en 2007 para permitir una celebración y promoción sin restricciones de la misa anterior al Vaticano II.Al año siguiente, el 13 de julio de 2022, Francisco lanzó otra bomba al nombrar a tres mujeres para ser miembros, miembros , no meras consultoras, de una de las oficinas más importantes del Vaticano, el Dicasterio para los Obispos. Esta fue la segunda conmoción en muchos años para los tradicionalistas católicos.

Despedir a dos cardenales

El 27 de julio de 2018, el Vaticano anunció que el Papa había aceptado la renuncia de Theodore McCarrick al Colegio Cardenalicio. De hecho, Francisco obligó a McCarrick a renunciar después de que el ex arzobispo de Washington fuera acusado de manera creíble de abusar sexualmente de adolescentes y seminaristas. El Papa también lo obligó a dejar el ministerio activo y lo sentenció a una vida de oración y penitencia. McCarrick finalmente fue removido del estado clerical por completo.Y, por supuesto, estaba el anuncio mencionado anteriormente el 1 de julio de 2017 de que Francisco había decidido que el cardenal Gerhard Müller no se extendería como jefe doctrinal del Vaticano. No se podía prever en ese entonces que Francisco eventualmente le daría el puesto a su amigo y asistente teológico argentino. Sí, esta es sin duda otra bomba. Pero no pienses ni por un momento que será el último.

 

28 comentarios

  • Santiago

    El propósito del Dicasterio de la Doctrina de la Fe es para la defensa de la FE. La Iglesia no está alejada de Cristo cuando ha querido siempre exponer y defender con fuerza y claridad la FE…

    No se aleja la Iglesia porque Cristo constituyó expresamente a Pedro como la “piedra” un sobrenombre de roca, como estabilidad para la FE que está anclada NO en el Cristo gnóstico sino en el Cristo del Evangelio refrendado por la misma fe de los mártires.
    ”Simón, Simón, mira Satanás os reclamó para zarandearos pero Yo rogué por ti, para que no desfallezca tu FE; y tú un día, una vez convertido, CONFIRMA a tus hermanos” (Lucas 22:31) (Las mayúsculas son mías)Porque es que la gran crisis del mundo y de la Iglesia es la de la FE. Es un mundo donde lo que impera es el escepticismo, la duda, y el hedonismo donde queremos justificarlo todo con un relativismo universal como norma de todo conocimiento y de toda praxis.

    Por eso NO se trata sustituir a Ladaria por Tucho…porque estamos cansados de ambigüedad y de falta de contexto porque el Evangelio es diáfano y Jesús se presenta diciéndole a Caifás sin ambages que El el Hijo de Dios que un día vendría a juzgar al mundo y ante Pilato que El vino al mundo a dar testimonio de la Verdad.

    Es por eso que la Iglesia, por fidelidad a Cristo, ha de presentar diariamente la enseñanza de Cristo con claridad, sin confusión , tal como lo ha ido haciendo durante 21 siglos de lucha por defender la VERDAD.  Según el Vaticano II tanto el Papa como el “cuerpo episcopal” cuando definen una doctrina lo hacen siempre de acuerdo con la Revelación, “a la que deben sujetarse y conformarse todos” (LG, No 35)

    A pesar de cualquier agenda política o social no podemos prescindir de la Palabra revelada que es el mandamiento de Dios que promueve el amor pero prohíbe lo contrario a esta Ley eterna. Un saludo cordial
    Santiago Hernández

  • Román Díaz Ayala

             Anatomía de una conferencia La introducción en este hilo de la conferencia de Víctor Fernández siendo rector de la Universidad Católica Argentina bajo el título “Lo Místico en Borges y Neruda” tenía, al parecer, dar a conocer al personaje que ha sido elevado a un cargo en el Vaticano. El debate se ha cebado en el sentido y el uso que de la mística (como una categoría teológica) hecho por el conferenciante.Creo que se yerra creyendo descubrir lo que el Sr. Fernández no dice al mismo tiempo que se vierten conceptos sobre la mística que exigen explicaciones previas para ser entendidos.

    Tal  conferencia ha sido promovida por  el Atrio de los Gentiles que es una iniciativa vaticana que organizó el Foro Ecuménico y Social y que se hacía “para un fecundo diálogo en torno a Borges y un “acicate para el bien común”. También hubo conferencias en España, en la Universidad Juan Carlos I de Madrid y en la Pontifica de Salamanca en 2015. Que duda cabe que puede tener el augurio del Papa Francisco.Pero estas conferencias no nacieron de un vacío previo, porque están encuadradas en el Pontificio Consejo de la Cultura, creado por el Papa Juan Pablo II  en 1982 para acercar el Evangelio a la cultura de nuestro tiempo marcada por la no creencia  y la indiferencia religiosa “a fin de que se abran cada vez más a la fe cristiana creadora de cultura y fuerte inspiradora de ciencias, letras y artes”. Tienen, pues, un marcado carácter intelectual y académico, alejado por tanto de la pastoral ordinaria de la Iglesia, elitista y para ámbitos universitarios.

    Si oímos atentamente al conferenciante habla de las experiencias señaladas para Neruda primero y luego Borges “cuasi” místicas, para  extenderse en que descubren una “apertura” hacia la trascendencia. Muchos juegos de palabras, mucho recurrir a otros personajes de relevancia intelectual, supongo que para mantenerse en un contexto entendible como filosófico. Cae en el fallo para mí siempre evidente que el Evangelio no es entendible sino en el contexto testimonial (kerigma) Nadie renuncia a su cultura propia por otra ajena a no ser que sea apropiándose. ¡Pero no salva!

    Pero contemplemos a Víctor Fernández como un personaje eclesial y ahora elevado a un cargo vaticano. A mí cristiano de a pie no me dice nada, que no siendo ni intelectual ni académico vivo en la vida de Jesús y no necesito de filosofías ni de cierto nivel de erudición para enfrentarme con la mística.

    Rechazo una mística que tenga que ser explicada en términos filosóficos, pues mucha de la que se llama teología, no es más que éso, premisas filosóficas. Una teología cristiana tiene que estar arraigada en el anuncio y en la Palabra. El libro más místico de la Biblia sin dudas es el Cantar de los Cantares, y a nadie se le escapa que puede tener su origen en cantos de tabernas y festividades de bodas. El amor erótico es el simbolismo más cercano a la experiencia mística, y no al revés, que la mística tenga que ver con el amor carnal.

    Rechazo que la mística tenga que pasar necesariamente por una previa etapa ascética, aunque hay muchos manuales que me dicen lo contrario. Tengo en mente “Teología de la Perfección Cristiana” de Royo Marín que tenía en mis años de estudiante. Es un volumen de la BAC, pero dos veces que lo tuve, nunca pude recuperarlo. Quienes ven en la perfección cristiana  una carrera de méritos para sufren largas temporadas ascéticas porque se les hace difícil la gratuidad de la gracia y entorpecen la labor del Espíritu.

    • José María Valderas

      Los muy pecadores, señor Díaz Ayala, tenemos cierta debilidad por los místicos. Pienso en Pedro Sainz Rodriguez, nuestro historiador por antonomasia de esa espiritualidad en España. No es que sea quién para juzgar la moral de Sáinz Rodríguez, ni quiero manchar su memoria. Pero solía ponerse como ejemplo de que no es obligado ser místico para estudiar la mística. Era Royo Marín un hombrón, de prédicas como metralletas, que dejó la carrera de medicina para entrar en el seminario de Madrid y luego hacerse fraile. Pasó de pastor a teólogo, cuando el provincial lo puso de profesor en Salamanca. Su Teología de la Perfección alcanzó una tirada enorme, impensable en un libro religioso. Mucha menor fue la difusión de su Teología de la Salvación y Teología de la Caridad. Los tres me los regaló siendo monago adolescente una “beata” que quería imitar a una mística, Catalina de Siena. Empecé a entender el tratado tomista de la perfección cristiana cuando llegó a mis manos otra conferencia, la de Santiago Ramírez sobre el mérito y la gracia. No lo sé, pero por mi mente pasa el obscuro recuerdo de que Ramírez y Royo debatieron sobre mística conjugando esos conceptos, mérito, gracia y perfección.

      El impulso del Papa polaco a la cultura, Ratzinger mediante, nada tiene que ver con el impulso a la cultura de Francisco, nemine mediante. La Fides et Ratio es un monumento a esa tarea. La carta de Francisco a Fernández una cuartilla de buena voluntad.

      Sobre el problema de Dios en la literatura contemporánea hay abundantísima bibliografía, como el capital de los tres tomos de Charles Moeller, publicado por Gredos si la memoria no me falla. A su imagen se realizaron tesinas de teología sobre el Dios de Machado, bajo la metáfora del mar, muy parecida a la de la metáfora de la mujer del autor de Isla Negra, sobre el Dios de Unamuno, tesis ésta de Gelabert, al que me refería antes.

      Se trata de la búsqueda de Dios en el mejor de los casos. De atisbos de su realidad a través de distintos procesos o experiencias.

      Pero no es la mística cristiana. Y un teólogo no puede comprar esa falsa moneda que equipara la mística, de entrega a Dios absolutamente, ser uno, con la inquietud por una posible trascendencia.

       

  • José María Valderas

    De re mystica. A vuela pluma, sin consultar ningún estante,  echando mano sólo de la memoria. Podemos llamar mística a cualquier sentimiento religioso. Se aplica en lenguaje común cuando se dice de fulano que es “un místico”. Ni siquiera tiene que se cristiano, basta con que hable de “espiritualidad”, de “comunión con el universo” y demás. Podemos llamar mística, pero no es mística en sentido teológico.Mística en sentido teológico es el grado de unión con Dios tan estrecho, tan desasistido de todo lo terrenal (por lo común a través de la ascética) que se desea estar “a solas con el Amado”. Esa es la razón y sentido de las Moradas de santa Teresa.  Al buscarle expresión sensual, sexual incluso, se ha llegado en el disparate a proponer que los éxtasis teresianos tenían aspectos del orgasmo. La Noche Obscura de San Juan de la Cruz es otra manifestación del absoluto “anonadamiento” del alma en Dios. Para eso no hay que tener un grado en teología, basta amar a Dios por encima de todas las cosas. Luego vendrán los teólogos y se propondrán ahormar formas y escuelas místicas, como la del maestro Eckhart o la mística alemana, la reciente de Sor Isabel de la Trinidad o la de la pequeñez de santa Teresita del Niño Jesús. Ese conocimiento directo de Dios viene mediado por un amor intenso, puro. No hace falta ser Don Baldomero Jiménez Duque para saber teología mística, ni mucho menos el padre Huerga para dominar las ideas maestras de la doctrina católica sobre la mística a través de sus representantes eximios. Que nada tienen que ver con el esperpento  ese creado por el recién aupado Fernández. No es propio de un teólogo hablar de la mística en ese sentido metafórico y abusivo del término.     

  • Isidoro García

        Dice el amigo Valderas, que la mística exige una ascética. Y lleva razón. Pero el concepto de ascética es variado.

    En el catolicismo tradicional esforzado y desconfiado del humano, ascética es sinónimo de “sacrificio” personal, y duras medidas anti-vida, y sobre todo anti-felicidad personal, que siempre huele a sospechosa.
     La ascesis, en realidad, es sólo un camino, un método, una dinámica para conseguir algo.
    Y la mística es una comunicación con el “espíritu” personal que todos tenemos, como una especie de teléfono con “algo más allá”.
    Y es claro que el uso útil de ese “espíritu”-teléfono-asistente personal, exige saber como funciona, y cómo se facilita el proceso de escucharlo, interpretarlo y entenderlo adecuadamente. Y eso supone un método, un esfuerzo: una ascética.

    Primero leerse el libro de instrucciones del artefacto “espíritu”.
    Y luego poner “atención” máxima. Simone Weil, hablaba de que gracias a esa ascesis, descubrió una puerta a través de la atención, que la podía llevar también a «ese reino de verdad reservado al genio, a condición tan sólo de desear la verdad o hacer un continuo esfuerzo de atención por alcanzarla», (Martinez Gallardo).
    Dice Leandro Posadas, de Simone Weil:  
    “Su vocación fue una llamada a una especie de ascesis radical en la que su vida es reflejo de todos sus escritos.
      

    Dicha ascesis, resumida en la palabra «atención», es capaz, (vía “espíritu” -mío), de ver en la verdad más ordinaria una revelación y una dimensión nueva del mundo y de la realidad.
    En su ensayo “A la espera de Dios”, define la atención como el mayor de los esfuerzos, pues consiste en desprenderse de sí mismo, y en volver a entrar en sí mismo, como cuando se inspira y se expira.
    La mente en «atención» «debe estar vacía y a la espera, sin buscar nada, pero dispuesta a recibir en su verdad desnuda el objeto que va a penetrar en ella».

    Pero todo esto es muy difícil de entender para los teólogos con mentalidad de contables, del “Debe” y el “Haber”.

  • ana rodrigo

    Gracias, Antonio, he escuchado la intervención de El Tucho y he tenido la sensación de experimentar un soplo de aire fresco proveniente de un Vaticano que nos tiene acostumbrad@s a “arengas” dogmáticas, sin alma, secas de espíritu, infértiles de vida, de amor y de profundidad mística, relegadas a raciocinios estériles queriendo demostrar que Dios es asequible y tangible al mero raciocinio. La vida y el amor se viven y se perciben por otra vía, la mística. “Te doy gracias, Padre, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado y a la gente sencilla” Mt. 11,25-27.

    ¡Qué difícil se le presenta la fe a la gente sencilla!. Para la fe no es imprescindible la erudición dogmática, ni siquiera es necesaria, sí la experiencia íntima de que Dios es Amor, de que Jesús pasó haciendo el bien y que nosotr@s estamos llamad@s a, ser amor.

    Creo que, si Francisco tiene tanta acogida en la sociedad, incluida la no creyente, es porque no le propone a la gente el credo niceno constantinopolitano, sino el amor y los valores vividos por Jesús.

    • Antonio Llaguno

      Gracias Ana por traer a colación esa cita del Evangelio de Mateo. El otro día y siguiendo el consejo de Antonio, estaba leyendo el curso sobre Legaut que está residente en ATRIO y descubrí una cita suya (De Legaut)que decía algo así como que si Dios es el Dios de todos, su comprensión debería estar al alcance de todos. Con esa cita lo has dicho de manera más hermosa y sencilla y ya sabes que a mi la estética me importa.

  • Antonio Duato

    Siguiendo el enlace puesto por Llaguno a infocatólica, he llegado no sé cómo a un vídeo del nuevo prefecto de la Doctrina de la Fe que seguramente fue puesto por alguien como ejemplo de lo herético que es Fernández y a mí me ha parecido delicioso. Se trata de una intervención de hace 7 años en un Congreso, cuando era solo Rector de la Universidad Católica. Habla sobre la fe implícita y la mística que se esconde en dos agnósticos confesos como fueron Borges y Neruda. Es reconfortante ver esta intervención en un vídeo de 18 minutos, mucho más ilustrador que curricula y bibliografías del talante de ese nuevo guía hacia la fé que ha colocado Francisco en ese punto clave. Vedlo y decidme qué os parece. El Tucho, lo mismo que los dos escritores elegidos, sí que habla de amor, Llaguno:Helo aquí: 

    https://www.youtube.com/watch?v=ezRMSK0hs6Y

    • José María Valderas

      Debemos de tener, carísimo Antonio Duato, una percepción distinta del concepto de mística, de teología, de Dios. A mí la conferencia de Fernández me ha parecido carente de solidez. Intentaré razonarlo. Cuando habla de Neruda y la asociación de la mujer al concepto de Dios, sus imágenes, sus metáforas, pueden recordar algunas expresiones religiosas del mismo Cantar, o incluso de alguien que las emplea con la misma carnosidad, como Martín Gelabert, a quien seguramente conocerá usted. Pero no tiene nada que ver con la teología mística del Amado.

      Fernández confunde el conocimiento connatural de la mística, que es conocimiento más excelso que el propio raciocinio, pensemos en sor Isabel de la Trinidad por ejemplo, con la mera intuición subjetiva, que nada tiene que ver con la mística. La mística requiere una ascética, a la que en ningún momento se refiere Fernández. Semejante ignorancia, o despiste, produce escalofríos para uno a quien Francisco lo ha puesto al frente del Dicasterio sobre la Fe.

      Llamar teología negativa a las metáforas de Borges es un poco, o un mucho, exagerado. Dice, con razón, que Borges se inspira en los “católicos franceses”, se refiere, supongo al existencialismo católico francés. Pues bien, éste presentaba una formación teológica mucho más sólida que las referencias literarias del poeta ciego.

      Fernández no acaba de entender el significado del conocimiento místico según santo Tomás. Mezcla autores que nada tienen que ver entre sí, como Schopenhauer y Escoto Eriúgena. La crítica a Nietzzche de Borges es infantil.

      Ha hecho usted muy bien en traer la conferencia de Fernández. Espero que a muchos les abra los ojos para conocer hasta dónde ha llegado el disparate de Francisco. La “mística” de Fernández es una ridiculización de la mística cristiana.

       

    • Antonio Llaguno

      Es que ese es el tema.

      Francisco está poniendo por delante el talante al talento, busca más una política de gestos que de dogmas y es consciente de que una muestra de misericordia es más eficaz que centenares de libros de teología dogmática.

      Eso es algo que Muller, por ejemplo, ni entiende ni entenderá. La falta de empatía con el pecador (Que somos todos) y el rechazo que produce su posición por encima de cualquiera, dada su pretendida superioridad teológica producen un inmediato rechazo en cualquier persona normal.

      Soy consciente de que hay personas que necesitan esas certezas dogmáticas. Valderas es un ejemplo. Y suelen ser, además, personas de gran conocimiento y capacidad intelectual; pero es que el papa y sus ministros son ministros de todos. De Valderas y mío, de mi tía Vicenta y de el catedrático de teología dogmática del instituto San Dámaso y en los tiempos que corren con Youtube y las redes sociales, los académicos como Muller comunican bastante mal.

      Tengo la sensación de que siendo más laxo pero comunicando mejor, al final, Tucho Fernández va a hacer un buen servicio a la Iglesia y el video que traes a colación es un buen ejemplo.

      La explicación que ha dado en infocarcólica sobre su libro “Sálvame con tu boca: El arte de besar” es sencillamente sublime. Quienes hemos trabajado con jóvenes en su camino cristiano y de formación, conocemos lo difícil que es para ellos entender lo que la IC propone sobre moral sexual y reproductiva. Esa línea de argumentación en la que se les muestra un tipo de sensualidad y de expresión del amor y del deseo, perfectamente compatible con la moral católica, incluso la más estricta, es una línea que hemos empleado muchos en catequesis, porque los jóvenes la entienden y les hace comprender el fundamento que se encuentra detrás de una moral sexual que pera ellos, es anacrónica, anticuada e incomprensible. El que el “carquerío” más mediático de la Iglesia católica haya tratado de desautorizar al nuevo prefecto por haber escrito ese libro sólo quiere decir que opinan de lo que no han leído (Pre-juicio, por lo tanto), o que nunca han trabajado en el acompañamiento de jóvenes en la fe o que no tienen argumento de peso reales para atacar a quien quieren atacar que es al amigo del Papa y no al teólogo profesional (O una combinación de las tres que es lo más probable).

      Me ha gustado el video. Me parece que Francisco vuelve a acertar.

       

  • Antonio Llaguno

    Hoy publica (Les ha faltado tiempo) Infocarcólica, una entrevista al ex gran inquisidor Muller sobre el nombramiento del nuevo prefecto para la doctrina de la fe, en la que el entrevistador (Muller se cuida mucho de verbalizarlo) tacha directamente de hereje a Víctor M. Fernández.  Os animo a leerla. Si se compara con la carta que entregó el papa a Tucho Fernéndez se ve claramente la diferencia entre la Iglesia que el Papa busca y la que prefiere Muller. Este es el enlace https://www.infocatolica.com/?t=noticia&cod=46885  Me llama mucho la atención que en una entrevista a un cardenal católico ex prefecto para la Doctrina de la Fe, no aparezca en ningún momento la palabra “Amor”. Usa varias veces “obediencia”, “dogma o dogmática”, “verdad”, “pecado”, “moral”; pero “Amor” ninguna.  No estoy seguro de por qué pero me resulta muy esclarecedor  

  • Román Díaz Ayala

    Me resulta bastante farragoso, y hasta incómodo muchas veces, seguir las noticias y comentarios sobre los actos de la burocracia vaticana, pero el titular es llamativo hasta tautológico; un papa que manda, y hasta sobre los cargos burocráticos de la organización vaticana. No es que yo crea que el Papado posea todavía o deba poseer los atributos de una monarquía medieval con su corte y todo, sino que su misión espiritual, a pesar de los avatares históricos, permanece incluso a pesar de aquellos que prefieran del Estado Vaticano una ruptura total y una administración moderna más en consonancia con los tiempos que corren al estilo de las muchas organizaciones o instituciones  carentes de una calidad política o de Estado.

    No, por supuesto que no, la misión espiritual no viene dada por su estructura, sino por una presencia activa ajena y casi indiferente a como se quieran organizar en la comunidad cristiana que tiene su naturaleza en la presencia del Espíritu Santo (fue el gran regalo de Jesús a su pequeña comunidad naciente) y su naturaleza de pueblo como una realidad visible de la que el anterior Pueblo de Israel era su modelo y figura. El papa manda en las cosas que miran a Dios y a Su Ungido, porque Jesús así lo determinó y las primeras generaciones de cristianos así lo entendieron. El papa manda en la Iglesia y con la Iglesia como un pastor vigila y cuida de su rebaño sabiéndose él también un asalariado del verdadero Dueño.  Supongo que eso es lo que significa que preside pro tempore.Hoy no es grato hablar de la dimensión pastoral, porque la batalla que se quiere dar es en la teología, la doctrina  o la ciencia, y la razón en definitiva. Si yo añado que lo/la pastoral es el ejercicio del amor encontraré un mayor rechazo  bajo el argumento del simplismo.

    Para quienes el criterio de la razón es lo definitivo, porque al fin y al cabo lo que debe prevaler en todo es la verdad, la pastoral debe ser su sierva, porque no existe fe si no es una fe ilustrada (la recta doctrina dicen). Pero olvidan que la razón será siempre nuestra razón subjetiva y nuestro torpe entender de las cosas que miran a Dios. La fe es una ciencia y también existe el don de ciencia de forma particular, pero no existe en forma de mandato, salvo en un caso muy particular establecido por Jesús : “Creéis en Dios, creed también en mí”.

    Pero el amor es particularmente distinto y distinguible, que jamás puede verse limitado por nuestra subjetividad, y no porque también venga de arriba, más bien, porque nuestra vida de militancia cristiana es un ejercicio constante de aprendizaje para que el amor de Jesús se manifieste en nosotros. Si la razón es un recipiente, el amor es una fuente que siempre viene de arriba.

    La pastoral es la dimensión más adecuada del ejercicio del amor 

  • Alberto Revuelta Lucerga

    Las personas que nos queremos católicas, tratamos de seguir a Jesús el Señor, en el seno de una tradición en la que, quien nos preside organizadamente, pro tempore, es un hombre hecho de barro como todos los que nos mantenemos en el edificio bien ensamblado porque estamos edificados sobre el cimiento de los apóstoles y del mismo Cristo Jesús que es la piedra angular. El que nos preside, homo viator como las mujeres y los hombres del edificio, a veces ve manteles de los que caen toda clase de alimentos nunca pecaminosos, y otras se niega a comer con los que los mastican. Y hasta ha negado que era acompañante privilegiado del que lo atrajo tanto que se tiró de cabeza a la mar, por su amor. En consecuencia, servidor que ha vivido bajo las presidencias, pro tempore, de siete hombres a lo largo de sus días, sabe que el ensamblaje que soporta la piedra angular necesita de confianza, respeto, oración, cariño, libertad de acción y de pensamiento y no confundir los kikirikis del gallo con las lágrimas del amor arrepentido del que nos preside, pro tempore. En consecuencia me duele, me molesta y considero indigno e impropio de la manera de convivir en la asamblea de los creyentes el insulto, el desprecio soberbio y el alzarse sobre pretendidas sabidurías para vejar al presidente, pro tempore, del templo en el que estamos con los apóstoles, profetas y miles de millones de muertos que nos ha precedido en la señal de la fe, en su construcción para ser moradas de Dios en el Espíritu. ¡Ya está bien!.

    • José María Valderas

      Aunque es obvio, señor Revuelta, que soy el destinatario de su filípica, pues ningún otro colaborador en este post se ha manifestado en contra de Francisco, no le voy a responder. Ni diré que insulta, ni que desprecia por soberbio ni que se alce sobre pretendidas sabidurías. Por defecto profesional estoy acostumbrado a ceñirme ad rem y a ofrecer las razones de mi postura. Tampoco le llamaré indigno. Uno de los caracteres de los francotiradores es que les importa un bledo la impostación huera. El otro día, aquí mismo, un colaborador contaba su experiencia universitaria. Si me permite le contaré otra anécdota de un servidor. Final del franquismo, Universidad de Barcelona, una facultad experimental (de ciencias), clase de procesos bioquímicos explicada por el catedrático. En Madrid acababan de aprobar que los universitarios voten a sus delegados, a modo de experiencia “predomocrática”. En Barcelona la respuesta mayoritaria fue de rechazo. Un tropel de agitadores aporrea la clase. Salgo yo y me enfrento: nosotros queremos clase y lo hemos decidido. El catedrático temiendo por su físico (habían amenazado al rector tirarlo por la ventana y a otro profesor lo habían zarandeado) se quedó blanco. Dí un portazo y el portalón se cerró. Me gané la amistad del catedrático que tenía perdida porque, días antes, el profesor trajo la urna de prueba y me enfrenté en nombre de la clase: Doctor X la clase ha decidido no votar. Por mucho que se empecinó no se votó. Me gané la enemiga. Enemistad que terminó cuando le defendí de la turba. Le he cogido gusto a la soledad y a la coherencia, ¿sabe señor Revuelta? Y sí, ya está bien, de tantos dislates.

       

  • Juan Antonio Vinagre

    Solo una breve reflexión a propósito de los comentarios de Alberto y de Rodrigo, sin ánimo de entrar en polémicas verbales; pero sí de entrar en el tema de la “sana doctrina” pontificia de siglos… Hay una tal sobreabundancia de documentos pontificios -e incluso de sínodos y concilios, y no digamos ya del “santo” Oficio?-  que no soportan un sereno y objetivo análisis acerca de la moralidad de algunos de sus dictámenes. La “inerrancia” en doctrina sinodal, conciliar y pontificia no se puede sostener…  Solo el tiempo y sus circunstancias, que tanto condicionan, pueden hacernos comprender -y en parte “disculpar”, aunque no blanquear- los fallos morales doctrinales. Las “condenas” de Congar, Häring, H. Küng, Castillo, Boff, etc. etc.  ponen de manifiesto que muchos miembros de ese “santo” Oficio? se rigen por un paradigma estático, sacralizado, muy distante del paradigma nuevo de Jesús de Nazaret. Paradigma nuevo que representa el Evangelio en su ESENCIA. Paradigma que es dinámico, servicio y no poder…  La mejor teología es la evangélica, no la teórica especulativa, por muy brillante que sea. La mejor teología no parte de  Pablo, sino del Evangelio, empezando por los sinópticos, los más históricos.  La mejor formación y teología cristiana es la que se apoya en bases evangélicas, que da frutos; no la que principalmente se centra en buenas y brillantes ideas…  

    Esta es mi visión, expresada a propósito de los datos que aportan (y muchos conocíamos) de Alberto y Rodrigo.  Jesús fue más práctico que teórico y, sin excluir a los sabios y letrados, prefería a los sencillos y humildes. En suma, creo que tenemos que volver -y trabajar para volver- al Evangelio, no a los letrados y su tradición estática… consagrada, intocable, irrevisable.

  • Antonio Llaguno

    José María, te contesto de esta forma porque la web no me deja hacerlo como respuesta a la tuya y no tengo aquí el PC para hacerlo mejor. Puedo entender que amarrado a convencionalismos académicos esperables en alguien de tu trayectoria necesites esa solidez teológica para poder afrontar las incertezas que tiene el mundo y en especial el mundo de la fe. Pero algunos vivimos muy tranquilos en esa falta de CV académico. De hecho, a mi Muller me cae gordo precisamente por eso, por pedante. Me recuerda a un catedrático de Electrotecnia que yo tuve (Asignatura de la que luego fui profesor) que había escrito “sus apuntes” en dos volúmenes de 2000 folios cada uno a dos caras. Cuando acabe de profesor en esa cátedra, había legion de alumnos que fracasaban y renunciaban (Los que podían) a cursar esa materia, que era considerada el “ogro” del segundo curso. Yo había terminado la carrera 2 meses antes y comparado con el Sr. Catedrático era la nada con sifón, mi CV comparado con el suyo era el límite de 0x cuando x tiende a 0. Y sin embargo cuando corregimos el primer parcial yo tenía un 80% de aprobados y él apenas llegaba al 22%.  Extrañado por el asunto, el catedrático (Mi jefe) preguntó al delegado de alumnos si yo les había soplado alguna pregunta o problema del examen y como le dijera que no, volvió a insistir en cuál sería la razón de esa diferencia. El alumno contestó. El nos dedica tiempo y usted no. Él está más interesado en que nosotros aprendamos y usted en demostrar lo mucho que sabe. El Catedrático (Mi memoria selectiva olvidó su nombre) tomo nota para aprender y que eso no volviera a pasar y al año siguiente me despidió (Yo estaba de interino).  Pues eso que no puedo por menos que agradecer lo que Francisco y el Tucho están haciendo, porque como mis alumnos de entonces se preocupan de que vivamos nuestra fe y no de mostrar lo mucho que saben de la suya, como Muller. Está anécdota es absolutamente real, ocurrió en la EUIT Industrial de Embajadores y refleja totalmente lo que pienso del tema 

    • José María Valderas

      Me alegro por tus alumnos de Electrotecnia. Y conocida su utilidad, habrán sacado provecho profesional de las enseñanzas, teóricas y prácticas, que, a la postre, redundan en bien de la sociedad. Es una hermosa metáfora de lo que veníamos debatiendo sobre dogma y pastoral. De hecho, venía dándole vueltas a uno de los últimos Nobeles de física franceses, experimentalista. Sabido es que los Nobel, en física sobre todo, premian a los creativos, los grandes físico-matemáticos, raramente a los experimentalistas. Exponía él en lección reciente que el buen experimentalista es necesariamente un buen teórico, aunque no todo teórico sea, eo ipso, un buen experimentalista. Los hay muy manazas. Un buen pastoralista es necesariamente un buen teólogo, aunque no todo teólogo sea un buen pastoralista.

      Recuerda a Feynman, el de los famosos diagramas. Ahora que Europa ha enviado exitosamente una sonda al espacio es obligado evocar el fracaso de algunas misiones, que supusieron la muerte de los tripulantes. En ocasión de un deceso de esos, para explicarlo Feynman no recurrió a ecuaciones de ningún tipo: cogió una goma elástica, la estiró hasta que comenzaron a aparecer agujeros y, al final, explotó. El buen teórico debe ser también un buen maestro, didáctico.

      Tus alumnos pensarán en tí agradecidos.

  • Alberto Revuelta Lucerga

    1/ en 1478 Sixto IV publicó la bula Exigit sinsorae devotionis affectus instituyendo el Santo Oficio , 2/ Paulo III, en 1542 amplio y matizó sus competencias y le cambio el nombre, sagrada Congregación de la Romana y Universal Inquisición, 3/ Pío X la designó como Sagrada Congregación del Santo Oficio de la Romana y Universal Inquisición, en 1908 y 4/ Pablo VI le cambió el nombre a Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe.

    Desde el siglo XIII la Iglesia admitió el uso de la tortura como medio para conseguir la confesión de los reos. Las penas del Santo Oficio eran: Peña de muerte, confiscación de los bienes, prisión y multas. Los académicos Heninlegreler y Contreras que estudiaron los legajos de 50.000 causas abiertas por el Santo Oficio español entre los años 1540 y 1700 contabilizaron 1346 ejecuciones capitales, el 1,9% de los llevados a juicio en España. Tertuliano, san Ambrosio de Milán, San Martín de Tours entre otros teólogos y pastores de los primeros siglos de la Iglesia sostuvieron que la religión y la violencia ejercida en su nombre eran incompatibles. Juan Pablo II en su Carta Apostólica Tertio Milenio Adveniente, del 10 de noviembre de 1994 subrayó la necesidad de revisar páginas oscuras de la historia De la Iglesia. 

    • Rodrigo Olvera

      Gracias, estimado Alberto.

      Sumando más datos.

      Desde el Concilio de Verona se establece la figura (que no institución todavía) de la inquisición episcopal para identificar herejías.  Además de la inquisición episcopal hubo inquisición estatal y hubo inquisición papal. Una de las intenciones que hay que reconocer en la institucionalización del Santo Oficio fue el evitar los abusos que ocurrían, especialmente en diversas expresiones de la inquisición estatal.

      Es muy ilustrativo estudiar la bula Ad extirpanda de Inocencio IV, primera bula que autoriza el uso de la coerción como herramienta inquisitorial.  El hecho disparador de la bula fue el asesinato de un inquisidor papal. El contexto fue la normalización del uso de la tortura en los procedimientos judiciales de orden civil desde el siglo XI, por el redescubrimiento de disposiciones judiciales del derecho romano (es decir, del derecho utilizado para juzgar y condenar a Jesús).  La argumentación para justificar la tortura parece cándida al día de hoy  pero, como bien dices, fue cuestionada en su propia época: si a los ladrones de objetos materiales se les aplica la tortura en los juicios del orden civil para que denuncien a sus cómplices, a los herejes que son ladrones y asesinos de almas se les debe coaccionar a confesar su delito y a denunciar a otros herejes.

      Bartolomé de las Casas escribió lo que para mí es una joya titulada De unico vocationis modo (Del único modo de atraer a todos los pueblos a la verdadera religión). Aunque no se refiere al uso de medios de coacción para combatir la herejía sino al uso de la violencia y la conquista para evangelizar “a los indios”, el corazón del argumento es el mismo principio: el único  modo de evangelizar compatible con el evangelio es “la persuasión del entendimiento mediante de razones, y la invitación y suave moción de la voluntad“.   Bartolomé hace una afirmación que sería bueno leyeran quienes añoran el uso de la coerción en la “defensa de la fe”: Los predicadores deben llevar vidas tan ejemplares que su vida haga claro que su predicación es santa y justa.

      Recientemente encontré una versión digital en PDF.  Comparto aquí en enlace de acceso, por si alguien quiere leer esta obra.

      https://enriquedussel.com/txt/Textos_200_Obras/PyF_siglo_XVI/Unico_modo-Bartolome_Casas.pdf

      Abrazos y esperanzas que no requieren ni aceptan coerciones

    • José María Valderas

      Sobre la Suprema existe abundante documentación. Con enfoques generales y con biografías de determinados Inquisidores Generales. Con exhaustivos estudios de la implicación de algunas órdenes religiosas, como la de los dominicos en seminarios y simposia internacionales dirigidos por Arturo Bernal, director que fue del Instituto Histórico Dominicano adscrito a la Universidad de Santo Tomás.

      Pero no solamente están los estudios técnicos, ha habido exposiciones tan angustiosas como las dedicadas a laos instrumentos de tortura de la Suprema organizadas por el Grupo Prisa en Santillana del Mar hace unos años. El Grupo Prisa, dicho sea de paso, ha mostrado especial interés en quebrar la autoridad moral de la Iglesia, aunque hay quien sigue en la inopia, pero esta es otra historia. Añádanse la narrativa, como el la extraordinaria novela de Miguel Delibes “El Hereje”, indispensable para conocer la desventura del erasmismo español.

      Nadie puede dudar de todo ello,y de muchas vertientes más, como la anecdótica que expuse de la labor de los libros “expurgati”, muchos de ellos llenan los famosos “infiernos” de las bibliotecas centrales.

      Pero eso no es a lo que se refiere Francisco. La inmoralidad del comportamiento atribuido a la Congregación, no a la Suprema, en particular a los años recientes cuyo rumbo dice querer cambiar, como si Ottaviani, Ratzinger y los demás no hubieran tenido especial interés en promover la fe, sino en perseguir al discrepante. Ese es el quid. Aunque, en efecto, subterfugios y excusas no faltan para defender lo impresentable y meridiano desde mi punto de vista.

      He manejado muchos libros damnati y por eso aludí a la parrilla y a los temas expurgati. Con el sello severo de la cruz de la Suprema y la aprobación de los oficiales. Francisco lo ignora y mucho sospecho que Tucho Fernández no le anda en la zaga, como para pensar que tenían la mente puesta en ello.

       

  • Antonio Llaguno

    No entraré en la discusión entre Valderas y Olvera (Aunque estoy firmemente de acuerdo con Rodrigo) porque mucho más que leer el nombramiento del nuevo prefecto en términos de guardián del pasado, prefiero leerlo en términos de guía espiritual del futuro. Reconozco que la integridad del depósito de la fe no es asunto que me quite el sueño.. Creo que hay que leer este nombramiento teniendo en cuenta las circunstancias más recientes. Francisco está por fin solo, no tiene la presencia de Benedicto constante y puede por fin hacer lo que cree necesario. En sus primeros años de pontificado no ha podido ser él mismo. El pacto tácito entrambos lo impedía. Una vez desaparecido el emérito procede a mostrar su verdadera intencion. Son de ahora la Traditionis Custodes, los nombramientos de obispos jóvenes e implicados con la reforma de la Iglesia para sedes importantes como Madrid, la intervención en determinados grupos de Iglesia con dudosa práctica cristiana (Heraldos del Evangelio, Comunión y liberación, seminario de San Rafael del IVE en Argentina) y la suspensión de ordenaciones sacerdotales de la diócesis francesa de Frejus-Toulon con su obispo Dominique Rey en rebeldía. Ahora con este nombramiento y la carta al nuevo prefecto que lo acompaña (Que coincido con Rodrigo que es toda una declaración de intenciones y en mi opinión hermosa y esperanzadora) da un golpe en la mesa y pone como sucesor de uno de sus más virulentos (Muller. El más desagradable a mi juicio por orgulloso y elitista ) detractores, a la bestia negra del involucionismo católico. Son llamativas y deleznables las injustas críticas de los voceros infovaticarcas (Especialmente las del pajarraco de mal agüero) que le denominan “Trucho”, haciendo juego de palabras con el apodo cariñoso de Victor Manuel Fernández ( Le llaman “Tucho”) con una forma barriobajera y vejatoria que los falangistas viejos usaban para vejar a los homosexuales (Les llamaban “Truchos”). Se espera (Ya ha comenzado) una presión mediática friki carca contra el nuevo prefecto. Pero es una muestra de que en este final de pontificado de Francisco nos esperan por fin las ya esperadas flores de su primavera. El hecho de que no tenga el currículum académico que gente como Valderas espera de un prefecto de la CDF, solo significa que tiene el currículum pastoral que espera gente como yo y que no tuvieron ni Ladaria, ni Ratzinger, ni por supuesto Muller (El más petulante de los 3). Para mí es una gran noticia. Algo que no por no esperado es menos agradecido y espero que el autor de “Saname con tu boca. El arte de besar” sea como un beso para todos los católicos. Nota para José Manuel Valderas: Víctor Manuel Fernández tiene más de 300 publicaciones editadas. Científicas, Religiosas y de otro tipo. Ha sido catedrático, vicedecano y rector de la UCA e hincha de Huracán (De ahí lo de “Tucho”). No sé si Muller tiene mejor o peor CV que él, pero él no está vacío de méritos académicos. 

    • José María Valderas

      La división entre pastoralistas y académicos arrancó ya en las postrimerías del Vaticano II. Había sido este un concilio pastoral, no dogmático, se decía, sobre la base de que no había establecido ningún dogma, a diferencia de los anteriores. Hizo fortuna la división. Pero, por ser carente de base, los dislates comenzarion a proliferar en nombre de la pastoral. En nombre de la pastoral cada uno hacía de su capa un sayo, siendo la liturgia el elemento que más se resintió. Los jesuitas tenían ya una larga historia en esa división. A los carentes de luces se les llamaba “misioneros”. El Padre Fulano es que es “misionero” excusaban para justificar sus limitaciones con el velo de que se dedicaba a las misiones populares.

      Para un teólogo, no hay pastoral sin teología. Cuando ese eje se quiebra, los disparates están a la hora del día. Francisco, al no apelar a ninguna solidez teológica, se remite a menudo al Espíritu. A menudo afirma que obra guiado por el Espíritu. A mí me recuerda la expresión clásico de “Aliquando dormitat Homerus”. No puede estar el Espíritu de guardia en cada momento, en cada disparate. Y los de Francisco han sido sonoros. Siguen siendo de aurora boreal, no porque propicie la pastoral, sino porque yerra con soltura. Me refiero a cuando disfraza los dislates con excusas pastorales.

      No es la primera vez que insulta o condena sin base. No fueron sólo los cuatro cardenales. Fue, señor Llaguno, una cincuentena de teólogos, algún teólogo y físico del CERN, a la vez, escribieron una carta durísima por los disparates contenidos en sus documentos. Pero Francisco no sólo no oye a quien sabe, sino que si alguien se le interpone lo cesa. Yerra hasta en las citas. En uno de esos documentos que se le atribuyen al amanuense Tucho, afirmaba lo contrario el autor citado, que era nada menos que santo Tomás. Además con un desdén impropio, acusó ante los juniores de Bogotá, que los cuatro de los dubbia no habían leído su texto. Como suena. Y, para mayor vergüenza, mandó introducir en las Acta Apostolicae Sedis la interpretación laudatoria del texto que dieron los obispos rioplatenses, que cabe suponer escribió Tucho.

      Tucho recuerda demasiado a los argentinos que inmigraban aquí en mis tiempos universitarios. Todos eran psicoanalíticos, de diferente escuela, unos marxistas, otros más clínicos…. Todos eran psicoanalistas… de baratillo. El escrito sobre el beso es de ese nivel. Por eso quizá no creyó Tucho oportuno incluirlo en su curriculum que firmó el Papa.

      Porque los demás textos no pasan de una criba mediana. Desde luego no se publicarían en una revista revisada por pares en sentido riguroso. Le aconsejo que los lea Antonio. Hay muchas maneras de perder el tiempo; esa es una de ellas. Ser catedrático en una facultad teológica de América del Sur o Central no equivale a idéntica función en Europa. No sé si ha leído lo que le costó a Ratzinger ganar la suya en la Alemania con un director llamado nada menos que Schmauss. No lo confunda con Romano Guardini, tema que escogió el jesuita para la suya y cuyo final todavía se espera.

      No, Tucho no sólo no está preparado, sino que su medianía puede servir de excusa para mayores dislates.

      No se trata de búnkeres, ni de conservadores. Se trata de personas alarmadas ante los desvíos mayúsculos fruto de una incompetencia abrumadora. Lo del Dicasterio sobre la Vida y la Familia y sus tropelías, que ya no escandalizan porque los disparates han alcanzado el nivel de lo romo y basto, de lo soez incluso, va a ser Florecillas de san Francisco con lo que va a señalar el que ya declara las tonterías de rigor, eso sí, engoladas como quien trae una buena nueva desconocida para el Viejo Continente.

       

       

  • José María Valderas

    Rodrigo, si yo prosiguiera podría parecer ventajismo. No es mi estilo. Pero tampoco es negarle al otro el derecho de réplica. Antes bien, prefiero ofrecerle, transcrita, la dedicatoria de su paisano mi cuate Antonio Lazcano-Araújo de su libro “El origen de la vida”, sobre la tesis y escritos de Alexander Ivanovich Oparin. “Para Rodrigo (José María) en recuerdo de tu amabilidad y tu gratísima compañía, Afectuosamente, A. Lazcano-Araujo R.”

  • Rodrigo Olvera

    Me he fijado especialmente en la Carta al nuevo Prefecto  

    1.- Es notoria la brevedad y sencillez del texto. Es de agradecerse, frente a otras experiencias.   

    2.- En su brevedad y sencillez, marca un programa de trabajo al nuevo Prefecto. Pareciera -aunque puedo estar equivocado – que no es un programa coyuntural para la persona concreta; pareciera que es incluso un perfil del puesto con visas de persistir más allá de este pontificado.   

    3.- Como he hecho con documentos de pontífices previos, lo primero que observo son las referencias al pie de página: en este breve texto son 11 referencias. Como he criticado a pontífices anteriores, en este documento es notorio que no se hace una sóla referencia a los evangelios sino sólo a documentos vaticanos. ¡Ni una sóla!  A diferencia de otros documentos papales, en este breve texto 10 de 11 referencias son de documentos propios de Bergoglio; sólo una referencia a un documento de la Comisión Teológica Internacional. Ni una referencia a documentos de pontificados anteriores.  [ Cuando enseñaba la materia de Problemas Socioecónomicos de México en la universidad, de las primeras cosas que enfatizaba era distinguir los hechos/datos de su interpretación, pues con frecuencia se presentan interpretaciones como si fueran hechos incontrovertibles. En este párrafo presento datos, y elijo no interpretarlos].  

    4.- Lo que parece que más molesta a José María Valderas de la carta [no pretendo saber yo mejor que José María, sólo es lo que me parece de acuerdo al comentario que escribió en el hilo de Crónicas del Búnker (I) ] es lo que más valoro yo: apostar por “guardar la fe” dando razón, promoviendo el saber, aumentando la inteligencia, entrando en conversación, verificando la coherencia; sin perseguir, ni imponer, ni recurrir a métodos inmorales.  [Si ésto le parece mal a José María, no puedo sino pensar que considera congruente con el Espíritu de Jesús el imponer, el perseguir y el recurrir a métodos inmorales].  

    5.- Tampoco es nada nueva esta divergencia en la valoración que hacemos Josá María Valderas y yo de la carta; tan estaba presente esta divergencias entre aceptar o no la imposición de la fe en las primeras comunidades cristianas que los evangelios la abordan poniendo en voz de los apóstoles la apuesta por la imposición y la persecución [ “Señor, haz que caiga fuego del Cielo sobre ellos”, “Hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre, y se los prohibimos porque no te sigue con nosotros”] y poniendo en voz de Jesús el rechazo a la imposición y persecución al responder a los apóstoles inconscientes. Más aún, los evangelios muestran el culmen de la actitud de “guardar la fe” mediante la persecución y la imposición en Caifás y el resto de quienes decidieron la muerte de Jesús.  Por mi parte, mi modelo es Jesús y no Caifás.  

    Abrazos y esperanzas 

    • José María Valderas

      Vaya por delante también mi abrazo, señor Olvera. Desde el medieval, basado en los Padres, fides quarens inteleectum, intellectus quaerens fidem, la labor de la teología ha sido profundizar en las verdades de la fe. ¿Cómo voy a estar en contra de la declaración referente a ello? Pero es que con Francisco lo que no es truismo es disparate. Francisco miente, que ya es palabra fuerte y lo siento si a alguno le parece hiriente, cuando habla de medidas inmorales, de conductas reprochables. Porque, al acusar sin demostrar, sin aportar datos, sólo hace que poner de manifiesto su irrelevancia y su ignorancia, que no es pequeña ni menor. Atañe al dogma, eclesiología incluida, y la moral.

      No sé si el antiguo oficial del Dicasterio sabe de algún acto inmoral del entorno de Ottaviani. Lo que sí sé es que todo lo que salió de la pluma de Ottaviani y rubricado por el Pontífice era de una ética a prueba de bomba. Y quien dice Ottaviani dice los siguientes hasta Muller. Si la pacatería es inmoral, estaría de acuerdo con Francisco en el comportamiento inmoral de Ladaria.

      Hacer un sobreesfuerzo laudatorio de un señor que no ha publicado más que artículos de divulgación, de nula aportación a la teología y a la Escritura, pata erigirlo en paladín de la Comisión Teológica, de la Comisión Bíblica y del Dicasterio de la Fe es, en mi opinión, una cacicada, una irresponsable cacicada. Y feo, muy feo, el silenciamiento de las elucubraciones osculatorias de Fernández en el más puro estilo porteño del psicoanálisis argentino.

      Por su nula formación, Francisco ha tomado los mantras de determinados sectores de la Iglesia y, en un afán, quiero creer, de acogida, emplea sus expresiones mendaces. A medida que se van abriendo los archivos vaticanos vamos conociendo los pormenores de casos de especial conflictividad, como los del evolucionismo y los del modernismo hasta los “procesos” a Schilleebeekx o Kung, entre otros. Me interesó por razones profesionales el primero y el segundo. Procesos duros, cierto, pero no inmorales. Sobre todo si se conoce el contexto. El del evolucionismo atormentó a un fraile dominico francés, Leroy recuerdo (no tengo los libros a mano), pero el dicasterio romano contó con la ayuda del general de los frailes que le trató con tacto y suma caridad. Otra cosa es lo que otros comentaran, como ocurrió con los curas obrero y Mauriac: el español Suárez desmochó Le Saulchoir por la famosa nueva teología ante el aviso del Dicasterio de la Fe. Chenu fue destinado a otro convento y Congar, los dos teólogos más afectados, pidió al general le destinara a Cambridge para seguir ahondando, cosa que le fue concedida. Hablar de actos inmorales es, lisa y llanamente, falso. Mendaz.

      Se puede modificar el método, mostrarse más cercano y comprensivo. Pero la Iglesia tiene la obligación de mantener el mensaje del evangelio y de su vivencia a lo largo de los siglos (la Tradición). No es Papa nadie para saltarse los sacramentos, por ejemplo. Ni el Papa, ni el Sínodo Alemán, ni nadie. Para velar por la integridad del depósito de la Fe se vale de la asesoría del Dicasterio, del Teológo del Papa, etcétera. Pero sabido es que no consulta al teólogo del papa porque cree que todos sus actos son iluminados por el Espíritu Santo. Quienes eso sostienen merecen un epíteto nada edificante.

      La Reforma ha venido asociando la teología católica, faalsamente, al anathema sit. Muchos católicos avergonzados o erróneamente informados creen que eso quiere decir al fuego eterno. Y se han quedado con la copla, copla que en el nuevo jefe del dicasterio es tango amoroso. Si quis dixerit quod… anathema sit, no es sea condenado a fuego lento, sino, en su contexto, queda fuera de la doctrina oficial de la Iglesia. Hoy ese método tridentino de sintetizar las doctrinas no se usa. Pero pensar que es inmoral, lo que tiene su explicación y justificación histórica, es aberrante. Mendaz.

       

      • Rodrigo Olvera

        Hola José María

        Escribí en mi comentario cómo una de las primeras cosas que enfatizaba al impartir la materia de Problemas Socioeconómicos de México era diferenciar entre hecho e interpretación. Estas chicas y chicos, de entre 20 y 25 años de edad, sin formación ni interés en ciencias sino en derecho lograban aprender a hacer esta diferenciación.  Mira en cambio tu respuesta y espero no te moleste demasiado si la uso de ejemplo de cómo -cuando no se hace tal diferenciación – se pueden presentar interpretaciones como si fueran hechos incontrovertibles.

        a) Hecho: en la carta Bergoglio escribe la siguiente frase “El Dicasterio que presidirás en otras épocas llegó a utillizar métodos inmorales”. 

        b) Interpretación 1: La acusación se refiere a Ottaviani y los siguientes hasta Müller.

        c) Interpretación 2: La acusación se refiere a la práctica de la tortura en los interrogatorios de la entonces Inquisición.

        Por supuesto, si se elige la Interpretación 2, aún podrían hacerse dos interpretaciones divergentes:

        Interpretación 2.1 La práctica de la torura en los interrogatorios de la entonces Inquisición no puede considerarse un método inmoral, porque hay que entenderla en el contexto de su época y no de la nuestra.

        Interpretación 2.2 La práctica de la tortura en los interrogatorios de la entonces Inquisición es un método inmoral a la luz de los Evangelios que son muy anteriores a su época, por lo que no es  que la juzguemos desde nuestra época.

        La carta no dice que la época en que se usaron métodos inmorales fue la época de Ottaviani y siguientes hasta Müeller. Esa es interpretación tuya, no un hecho incontrovertible. Y de esa interpretación tuya derivas toda acusación contra Bergoglio en este comentario de que  él  miente; lo que presentas no como una interpretación o una opinión, sino como si fuera un hecho incontravertible.

        Ahora, una pregunta para mi es ¿por qué alguien con tu edad y tu trayectoria en ciencias elige  en este tema concreto no distinguir entre hechos e interpretaciones? ¿y por qué elige justo esta interpretación de que la carta se refiere a la época de Ottaviani y siguientes hasta Müeller? Por supuesto, estas preguntas (y sus respuestas) tienen más que ver contigo que con Bergoglio. Tampoco necesito saber las respuestas.

        Abrazos y esperanzas

        • José María Valderas

          No voy a responder, porque afirma no necesitarlo. Circunscribo a Ottaviani y sucesores porque son los que han podido vivir los lectores destinatarios de la carta de Bergoglio. Pero voy más allá, como he citado en el caso del evolucionismo y del modernismo y de cuantos procesos se van conociendo con la apertura de los archivos vaticanos. En el caso de los relativos al evolucionismo trabajó en Roma un paisano suyo y cuate mío, Antonio Lazcano, un bioquímico ateo. No voy a entrar en el caso de la Inquisición y su contexto histórico. Lo que no es cristiano lo es para usted y para mí. No sé si usted ha manejado textos “depurados”. Yo los he tenido en mis manos con la prueba de la parrilla. En la mayoría de los casos se refieren a asuntos de brujería y sexuales.

          aa

          • Rodrigo Olvera

            Hecho: la carta tiene como destinatario al nuevo Prefecto.

            Interpretación: la carta tiene varios destinatarios lectores. (En mi opinión, es una interpretación razonable, por haberse hecho pública; si sólo el Prefecto fuera el destinatario, bastaría con habérsela entregado personalmente)

             

            Hecho: La época de Ottaviani y siguientes -en lo que actualmente es el Dicasterio para la Doctrina de la Fe- es la que han podido vivir los lectores de la carta [Hecho, por cierto, que es una falacia de falsa generalización: baste nombrar que Antonio Duato es uno de los lectores de esta carta y ha podido vivir antes de la época de Ottaviani;; siendo que Antonio Duato no es el único caso].

            Interpretación: La frase del Papa se refiere a la época de Ottaviani y siguientes.

             

             

            Dices que eliges no entrar en el caso de la inquisición, para inmediatamente después entrar en el caso de la inquisición al hablar de textos depurados y que en la mayoría de los casos se refieren a asuntos de brujería y sexuales. Haces mucho éso, decir “no voy a …” e inmediatemente hacer lo que dices que no vas a hacer. Pero no deja de ser interesante tu afirmación de “no voy a entrar en el caso de la Inquisición” porque efectivamente tú eliges no hacerlo, eliges descartar una interpretación distinta a la tuya: que la carta se refiriera no a Ottaviani y siguientes sino a la Inquisición.

             

             

            Nota también que lo que estoy poniendo en la conversación no es si la interpretación es acertada o no. Por tanto, para lo que estoy poniendo en la conversación no importa si has tenido o no los textos depurados. Repito, no estoy poniendo en la conversación si la interpretación es correcta o no. Lo que pongo en la conversación es que presentas como hecho atribuible al autor de la carta lo que es una interpretación tuya.  Del texto – el hecho- no se puede deducir como hecho incontrovertible que a qué época ni a qué medios inmorales se refiere el autor de la carta.

             

             

            Distinguir hechos de interpretaciones. Algo básico, incluso fuera de la formación en ciencias. No creo que el que en este punto presentes una interpretación tuya como si fuera un hecho se deba a deficiencia en formación; creo que hay un motivo personal que tiene que ver más con alguna vivencia emocional que con ideas, para que no distingas hechos de interpretación de una manera tan burda. Pero, esta afirmación no es un hecho sino una interpretación mía.

             

             

            Para terminar, respecto de la importancia de distinguir entre hecho e interpretación.

            Hecho: escribes que la mayoría de los casos se refieren a asuntos de brujería y sexuales

            Interpretación: José María considera que no es inmoral aplicar tortura en asuntos de brujería y sexuales.

            ¿Notas lo deficiente que sería que yo afirmara como un hecho lo que no es más que una interpretación (que, además, diré expresamente considero que sería una interpretación equivocada de lo que escribiste)?

             

            Aquí lo dejo.

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