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Un 15 M. para la Iglesia

 En esta señalada fecha, ATRIO se identifica con esta columna de Joaquín, que aparece también en la web de nuestro Grup del Dissabte. A Ximo le conocéis bien todos. Es teólogo pero no emplea el nombre de Dios en vano y lo busca entre los desechos del sistema. Es sacerdote pero no se ha contagiado nunca de poder sacral y habla siempre desde la libertad del pueblo, de los laicos. Es un intelectual pero ha dedicado su vida a practicar las obras de misericordia con los más necesitados, con inteligencia y eficacia renovadora del sistema. Por todo ello es nuestra voz hoy para lanzar este grito de revolución eclesial. AD.

Hoy hace 10 años, el movimiento 15 M. ocupaba las plazas y las calles de las ciudades y de los pueblos, con proyección global. Visibilizó las tripas de la sociedad y desveló las expectativas de un sector amplio de la población. Partidos políticos, instituciones culturales y asociaciones cívicas tomaron nota, con mayor o menor acierto, del significado del 15 M. Nada dejó indiferente.

Impregnó los sistemas políticos, las prácticas sociales y los estilos de vida. Sin embargo, no ha impregnado el cuerpo eclesiástico ni el imaginario católico, salvo en un hecho decisivo, la llegada de Francisco que según todos mis análisis es un hijo de aquel espíritu disruptivo y transformador. Se entendió que, en su elección tras Benedicto XVI, solo quedaba el abismo, una música que recorría el mundo y resonaba incluso ante las puertas del Wall Street. ¿Qué mensajes no han impregnado las Iglesias?

  • El 15 M fue un movimiento desde abajo, apoyado en un sujeto colectivo renovador y transformador; advirtió que las reformas desde arriba tienen los días contados, son medidas cosméticas y puramente retóricas. El 15 M en la Iglesia tiene que enraizarse en el pueblo y si lo hace tendrá que abrirse radicalmente a la participación, –sin necesidad de crear un mundo lingüístico paralelo bajo la retórica de la sinodalidad– e incorporar decididamente a la mujer en todos los ministerios y funciones, renovar creativamente los lenguajes y ritos litúrgicos, y abrir el ministerio a personas casadas.

 

  • El 15 M antepuso el movimiento a la institución; mientras la lógica del movimiento es la flexibilidad, la escucha, la implicación, la institución, por su parte, es inflexible, inerte, distante. Tan inflexible que es incapaz de bendecir a las parejas homosexuales; tan inerte que duda dar la comunión a los divorciados, y tan distante que no logra ser un hogar para los sin-techo, para los agnósticos y para los que buscan sentido para vivir y morir. El camino del 15 M no fue la equidistancia entre posiciones contrarias, tristemente la mediocridad del término medio se ha apoderado de la Iglesia.

 

  • El 15 M produjo una renovación de liderazgos, que cuestionó la gerontocracia y permitió el acceso de la juventud a los puestos de gobierno. La política y la cultura hoy está dirigida, mal que bien, por líderes jóvenes, la Iglesia por el contrario, sigue gobernada mayoritariamente por ancianos. No era sólo el acceso de la juventud a los sitios de gobierno, que ya existían en todos los partidos, sino el acceso de una juventud crítica, transformadora y rupturista. Dos revoluciones pendientes en la Iglesia, el fin de la gerontocracia mediante el acceso de la juventud y en segundo lugar que esa juventud sea crítica y trasformadora. Ninguna de las dos se da en la Iglesia hoy.

 

A Francisco como hijo del 15 M le falta base social para que las reformas sugeridas desde arriba se implanten; le falta coraje para abandonar la equidistancia. Y carece de jóvenes críticos y trasformadores en el banquillo para dar un giro al camino de la Iglesia. En una amplísima base eclesial, resuena el grito que fue el epicentro del 15 M : No nos representan.

25 comentarios

  • Román Díaz Ayala

    Erasmo de Roterdam fue un insigne humanista, un hombre del Renacimiento. La segunda parte de su vida coincidió con los primeros años de la Reforma de Lutero, pero permaneció en el campo católico. La Reforma Protestante se alimentó de aquel humanismo. Lo grandes reformadores eran asimismo humanistas. Como Teodoro de Beza y John Knox y otros. La teología ocupaba un lugar predominante en los estudios. y en los debates públicos.

    Hoy se pretende crear un nuevo humanismo propio del siglo XXI. En el Renacimiento la ruptura con el pasado medieval la había propiciado una nueva valoración de la razón que en el siglo de las luces llegó a  ocupar el lugar más prominente.

    En aquel clima de efervescencia teológica-bíblica del siglo XVI,  el presbiterianismo (Iglesia Reformada de Escocia, John Knox) se diferenciaba de las reformas “episcopalianas” en que se apoyaban en el sacerdocio de los fieles. Los sacerdotes y pastores tenían que emanar de la comunidad y en ellos residía el gobierno de la Iglesia, eran por tanto antijerárquicos.

    Eso es lo que se propone  en cuanto a una reforma “desde abajo”.

    Pongo esto a colación para que comprobemos una vez más que todo está históricamente ensayado, y el fundamento, lo que es de fondo,  es llegar a un conocimiento más realista de lo que es la verdadera naturaleza de la Iglesia.

  • Carmen

    Alguien entró aquí y me dio una clave. Jesús no tenía otra que ser hijo de Dios, Dios mismo.

    Y entré en la Wiki. Me faltaba el por qué del espíritu Santo. Y empecé a leer hacia atrás. Y me di cuenta de que todas las preguntas que me he hecho, ya estaban hechas desde casi el principio. Todas y cada una de ellas. Absolutamente todas. Me quedé alucinada con la cuestión hijo de Dios. Algo así como la cuestión fililoque. A lo mejor no es esa palabra exactamente. Y me di cuenta de que todo se había resuelto a base de hogueras de guerras , de excomuniones. Me di cuenta de que cuando hacía falta un dogma de fe, se promulgaba sin ningún pudor. Eso era una guerra abierta por La Verdad. Pero es que creo que el último es el de la Inmaculada Concepción de la virgen. Si eso no es ya rizar el rizo, díganme qué es.

    La infalibilidad del Papa sencillamente es que un papa lo dijo. Punto.

    Es una construcción milenaria. Hilada muy muy fino. Si lo aceptas dentro y si no, fuera.

    Quién deshace eso? Contra qué exactamente hay que luchar? Los intereses de la iglesia son incontables. Ya no es siquiera una cuestión teológica, es mucho más. Es luchar contra un imperio. Me he dado cuenta hace poco tiempo.

    Pero, pero, pero, de alguna manera, Jesús de Nazaret ha podido con la misma iglesia. Ya no importa que sea Dios o deje de serlo. Fue el primero de hablar de derechos humanos.  O de los primeros. Y eso ha calado hondo en nosotros, porque somos seres humanos. Nos hablaba a nosotros.

    Pues habrá que quedarse con eso. Francamente, la iglesia ha dejado de importarme. Porque lo que me gustaría es sencillamente imposible.

    Y que cada cual siga su camino. Cada persona tiene derecho a escoger su religión . Mientras que existan claro. No me imagino dentro de trescientos o cuatrocientos años que sigan existiendo.

    Pero me equivoco con mucha frecuencia.

  • Julián Díaz Lucio

     
    Estoy totalmente de acuerdo con Joaquín con el análisis que hace del conjunto de la Iglesia Pero resulta que los que pasamos de los 80 hoy, somos más críticos y con más deseos de renovar y transformar la Iglesia que los clérigos de 60 años para abajo, es decir, los que se formaron según las orientaciones romanas de los 30 años anteriores al papa Francisco. Y ese es el gran lastre que está impidiendo el que la Institución avance de verdad a pesar de las consignas de Francisco de Iglesia en salida, en sinodalidad, etc.
     
    Me reafirmo en que no solo hace falta una conversión pastoral, que tanto dice Francisco, sino también una conversión teológica que dé luz y contenido a la conversión pastoral pero creo que hay también que avanzar en una conversión estructural en cantidad de aspectos en la Iglesia, porque de lo contrario, puede venir otro papa alemán o polaco y realice otra conversión involucionista, aunque la apellide renovadora.
     
    Por eso creo que el avance renovador, crítico y transformador en la Iglesia ha de venir de abajo, en pequeños grupos o comunidades, en sinodalidad real; pero tratando de ir realizando también las conversiones profundas en actitudes evangélicas y en el conocimiento de una teología actualizada. Sólo así se irán formando cristianos adultos que sepan dar respuesta a los retos eclesiales en el mundo de hoy y de mañana. Es mi pobre opinión.
     

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    • Carmen

      Pero ya han existido los grupos de base.
      El problema no nos lo pueden pasar a nosotros y nosotras. El problema se tiene que abordar desde arriba. Creo.

      Pero no lo harán. Es imposible. Es la tormenta perfecta. Llevo años pensando en un posible cambio de enfoque porque este ya no vale. No para la inmensa mayoría. Y, no encuentro la manera. Creo que es cuestión teológica básicamente. Pero cómo se sale de ahí? Es imposible. No hay salida. No creo que tengan agallas para organizarse y decir: no, esto no es así. Se juegan mucho. Además, eso solamente conduciría a un cisma. O a la creación de un nuevo grupo de cristianos. Pero no sería la iglesia católica. Sería otra cosa.
      Diría que la iglesia nada tiene que ver con Jesús. Bueno si. Y no. Lo convirtieron en Dios desde el minuto uno. O desde los primeros minutos de la historia del cristianismo. Y como dios , como religión, ha tenido un exitazo brutal.
      Estoy convencida de que las ideas de Jesús están dedicadas a la sociedad, a mejorar la sociedad, al margen de que él estuviera convencido de ese dios suyo. Creía que lo que Dios quería era una sociedad más justa. Pero no importa tanto el por qué lo creía como su idea acerca de cómo lograrla. Y sin embargo nos hemos quedado únicamente con su dios. Incluso lo hemos hecho hijo de Dios, pero no en el sentido que se daba en aquel tiempo, sino en el sentido literal , el que dieron los teølogos.

      Esto la liaron los teølogos y les corresponde a ellos desenredarlo. Pero , cómo? Están totalmente atrapados.
      No sé.
      No es fácil.

  • Juan A. Vinagre Oviedo

    Una reflexión más, que coincide sustancialmente con el artículo de Ximo y con las reflexiones siguientes:

    -El cambio tiene que enraizarse en el Evangelio -no en la tradición-. Digo en el Evangelio, porque desde un principio la primera Comunidad -la de Jerusalén- tuvo quizá más en cuenta el V. T. y sus tradiciones que el Mensaje del Reino de Jesús. Aquellas mentes, muy estructuradas por el V. T. y sus tradiciones, no siempre fueron capaces de entender a fondo el mensaje evangélico, como se comprueba en Hechos y en el mismo concilio de Jerusalén del año 48… No se podía romper con cosas de la tradición y menos innovar…, como hizo Jesús de Nazaret. (Por eso le ocurrió lo que le ocurrió…)  En suma, el cambio debe enraizarse en el Evangelio y promoverlo creyentes sinceros e innovadores… No los tradicionalistas, que, incluso de buena fe, no son conscientes de que sirven el Reino en odres viejos…

    -Pero este cambio, radicalmente evangélico, debe hoy realizarse con realismo y prudencia: hay cizaña vendida como buen trigo…, y además hay lobos… (Nos lo advirtió Jesús.)

    -Dentro de las raíces evangélicas, destacaría un valor-principio fundamental: la Fraternidad igualitaria -sin dualismos ni jerarquías, sino solo servicios-, lo que a mi entender es lo mismo que decir fraternidad democrática dentro de la Iglesia. (Estoy convencido de que la primera mente verdaderamente democrática de la antigüedad fue Jesús de Nazaret, no Atenas, cuya democracia era elitista, a la que tenía acceso una minoría privilegiada…)

    -Por último, decir -y reiterar- que muchos “jerarcas” (y seguidores), amigos de la tradición inmovilista -muy racionalizada, eso sí- no es que no nos representen, es que NO REPRESENTAN EL EVANGELIO de Jesús de Nazaret, el Maestro. La  referencia más válida.

     

    • Román Díaz Ayala

      Amigo Juan.
      Me dejas perplejo. Lo que escribes sobre la primera comunidad cristiana de Jerusalén, necesita una explicación mucho más clara.
      No opino. Sólo quiero saber,
      ¿Serías tan amable?

      • Juan A. Vinagre Oviedo

        Amigo Román: Con gusto respondo a tu deseo. Claro que el tema necesita mayor desarrollo, cosa que no es fácil hacer en una página. El tema requiere mucho matiz. Comienzo diciendo que quizá quien más me abrió los ojos y me impulsó a leer Hechos con sentido más crítico fue X. Pikaza. Ahí va, pues, una pequeña explicación:
        -Se sabe que la Comunidad de Jerusalén fue bastante conservadora, con un espíritu demasiado viejotestamentario. En ella se producían vigilancias y enfrentamientos por esta razón. Santiago, el hermano de Jesús, medió y suavizó cuanto pudo… (Lo que recuerda a Francisco hoy…?) Mientras Pedro formó parte de esa Comunidad a veces fue vigilado (¡también fue vigilado Pedro!), tanto que éste tuvo que dar explicaciones sobre su trato y convivencia con no hebreos. El tema básico para los más conservadores de esa Comunidad era la fidelidad-infidelidad al espíritu viejotestamentario.
        -Quizá donde mejor se advierten esas fidelidades es en las conclusiones del concilio de Jerusalén, del año 48, cuando aborda el tema de los alimentos. Conclusiones que rezuman ese espíritu viejotestamentario, no el evangélico de Jesús, que había dicho: “No lo que entra por la boca, sino lo que sale del corazón…” Y también sus otras palabras: “La ley y los profetas hasta Juan. Desde ahora se anuncia el Reino…”; es decir, otras ideas nuevas… que requerían odres nuevos… En suma, nacer de nuevo, como dijo Jesús a Nicodemo…
        -Esto puede verse o entreverse en Hechos, caps. 10, 11 y 15. Por eso estoy convencido que la primera gran desviación del Evangelio de Jesús -desviación que representa el espíritu conservador tradicionalista, que más tarde se apoderó del poder en la Iglesia – se produjo en muchos conversos de la Cdad. de Jerusalén. Primera desviación que a fines del s. I derivó hacia el poder y la tradición clerical viejotestamentaria -no evangélica-, con la jerarquía y el dualismo incluidos. Lo que se refleja en las cartas pospaulinas y en la Didajé.
        A veces me he preguntado si mienbros conservadores de la Cdad. de Jerusalén, cuando se dispersaron por otras comunidades cristianas, tras la destrucción de Jerusalén -año 70- llevaron esas ideas conservadoras y viejotestamentarias a otras Comunidades, que las asumieron… ¿Por eso esas cartas pospaulinas…, con menos espíritu evangélico…?
        Esta es mi explicación de lo que dije, Román. Explicación que estoy dispuesto a revisar con razones más convincentes.

        • Carmen

          Perdón por la intromisión.
          Estoy de acuerdo. Santiago, el hermano del Señor, guarda una cierta similitud con el Papa actual.
          Un saludo

        • Román Díaz Ayala

          Gracias. Ha sido una explicación bastante explícita que maneja los datos con bastante argumentación, aunque yo creo que no incide en otros datos que hay que tener en cuenta.
          Trataré de ser escueto. La diáspora judía era muy extensa con una proporción que multiplicaba varias veces la población de Palestina. No se puede decir que toda esa diáspora fuera de habla griega (helenista) sino que había muchos asentamientos hacia el oriente, en lo que fueron sus asentamientos babilónicos y con el lenguaje común arameo en toda aquella zona. La comunidad helenística era preponderante y culturalmente infiltrado por el mundo griego, es decir abiertos, cultos, y con una versión propia de la Biblia (Septuaginta)
          Había perdido su idioma hebreo adoptando en arameo durante su exilio babilónico y Las Escrituras eran leídas en la sinagoga por un lector intérprete quien en lugar de hacer una lectura directa hacía una paráfrasis ( escribas y maestros de la Ley). Los helenistas eran una comunidad aparte con sus propias sinagogas en Jerusalén y leían las Escrituras de forma directa en griego.
          Sin esos elementos a tener en cuenta no se puede conjeturar que las diferencias estriben en un posicionamiento distinto del Antiguo Testamento que oscureciese el mensaje de Jesús. Los helenistas también se aferraban a las Escrituras.
          Según la historiografía el asedio a Jerusalén y la destrucción del Templo no sorprendió a la comunidad cristiana, sino que advertidos por la profecía de Jesús, ya se había trasladado e incluso se sabe de los lugares de asentamiento.
          El tema es muy interesante y adquiere una especial relevancia en el debate al que nos quiere introducir Antonio Duato.
          Pero tienes razón, un comentario no ofrece espacio suficiente.

  • Román Díaz Ayala

    Aquí se pide un 15-M para la Iglesia Católica Romana y el artículo termina expresando que al Papa Francisco le falta una base “desde abajo”, para realizar una reforma de la Iglesia “desde arriba”. Carece de mimbres para hacer el cesto.

    Las reformas desde abajo suelen ser llamadas “revolución”, y producen un cambio tan radical  que las instituciones pasado este proceso no suelen ser las mismas. Esto es válido para la sociedad civil, porque su componente esencial es el Estado y la Nación  que lo sustenta.

    Pero no creo que sea atribuible a la organización eclesial estos componentes propios de las sociedades civiles, propias del ámbito político. Quizás sea que no se ha llegado a comprensión exacta de la naturaleza de la Iglesia, y sólo sea contemplada  en su aspecto institucional, como forma de organización homologable con otras formaciones  sociales, societarias,  o meramente políticas

    • Carmen

      Por fa
      Cuál es la naturaleza de la iglesia?
      Es que creo que no sé exactamente qué es.
      Para mí la iglesia es como una especie de estructura piramidal donde el vértice lo ocuparía el papado. O el Papa.
      Y de ahí para abajo me hago un jaleo. Los dicasterios no he logrado saber qué son. Me pasa lo mismo que con el fuera de juego en fútbol.
      Y luego los cardenales, es lo mismo que la curia?
      Y hacia abajo los obispos
      Y luego los sacerdotes
      Y luego los sacristanes y monaguillos, aunque eso creo que ya no existe.
      Y por último, nosotros.

      Estoy segura de que esto no es así. Pero no sé más.

      • Román Díaz Ayala

        Te voy a dar una explicación breve y concisa basada en los Evangelios (escriturística):La Iglesia es Cristo en su Pueblo.
        Mateo 10,40: “Quien a vosotros acoge, a mi me acoge, y quien me acoge a mí, acoge a Aquel que me ha enviado”
        Jesús se apropia para sí la imagen del Antiguo Testamento donde aparece el pueblo de Israel como la Esposa de Yahvé. Mateo 9,15: Jesús es respondió:”¿Pueden acaso los invitados a la boda ponerse triste mientras el novio está con ellos?”
        Esa imagen del Antiguo Testamento es la que poseía Juan el Bautista cuando señalaba a Jesús como el Cristo: “vosotros mismos sois testigos de que dije: “Yo no soy el Cristo, sino que he sido enviado delante de él. El que tiene a la novia es el novio…” Juan 3, 28 y ss
        No confundas a la Iglesia con las distintas formas que tienen los cristianos de organizarse.

        • Carmen

          Pues la confundo totalmente. Para mí la iglesia es una organización que nos dice a todos a través de sus teóricos, es decir, los teølogos y similares, como tenemos que pensar. Y eso nos llega a través de ese esquema piramidal que seguramente no es ese, pero no sé más.
          Y por supuesto cómo tenemos que comportarnos para que de ese juicio que dice Santiago, salgamos en el grupo de benditos de mi padre.

          Y ahora , bueno desde hace décadas hay como dos tendencias dentro de la parte pensante, es decir, de los teølogos. Unos piensan como siempre y tienen tooooda la construcción teológica de milenios que les apoya, y hay otro grupo que no creo sea muy numeroso, que se ha planteado cosas de acuerdo con los tiempos que vivimos, pero no tienen nada que hacer. Porque si dicen algo que sea peligroso para los principios teølogicos en los que se basa la estructura de la iglesia, los mandan callar y si no Callan, le retiran el marchamo católico. Y claro…pues Callan.
          Y también están los grupos de base, estoy segura de que ellos son felices dentro porque al estar en grupo y tener sacerdotes que piensan como de otra manera, pues ya está. Pero solamente hablan entre ellos. Piensan que sí lo hacen abiertamente algo va a suceder. No sé exactamente qué, pero algo no bueno para el grupo y menos para el sacerdote o sacerdotes que lo lideran.

          Y por último la nueva guardia, que son los grupos esos neucatecumenales, seguidores de quico Argüello y esas cosas. También son superfelices, porque además tienen la bendición de la iglesia oficial. Cero problemas. Y crecen por mi tierra como la espuma. Y con gente joven, joven.

          Y luego, en otra dimensión, están los evangelios. El Evangelio que llaman ahora.

          Algo me dice que no tengo ni idea. Seguro que esta visión no es la acertada. Pero te prometo que es lo que pienso.

          Gracias

          • Carmen

            Y sabes cómo me imagino el futuro de la iglesia? bueno, de la idea que tengo de iglesia católica, pues su supervivencia estará en estos últimos grupos que te he dicho. Se volverán a llenar una parte de las iglesias, o casi todas, no sé, con estos grupos que defienden y están convencidos de que la iglesia está muy bien como está. Defenderán todo eso de los sacramentos, la semana Santa , la cruz como sacrificio, la eucaristía como presencia real de Jesús, la naturaleza divina de Jesús, la Trinidad y todo lo de siempre.

            Porque la iglesia es lo que es. Y si no es lo que es, pues no sería la iglesia. Sería otra cosa.

            Eso opino hoy, mañana, no sé.
            Buen día.

          • Román Díaz Ayala

            Podemos vivir en una elucubración permanente, fabricando conjeturas, e instalados en la prospectiva = futurología, pero esto no es realista cuando se están manejando muy parcialmente algunos datos.
            Todo eso que reclamas de la Iglesia Católica, ya lo han reclamado históricamente otros grupos confesionales y los cambios que proclamas fueron realizados en su día, sin ir más lejos, por la Iglesia Evangélica Alemana (luteranos) y con ello no sólo han fracasado
            en parar el proceso de secularización, sino que sus iglesias se van quedando tan vacías como sucede en las de la Iglesia Católica Alemana. No sólo han perdido prestigio y capacidad de influencia en la sociedad civil, sino que no detienen la sangría de fieles, que desertan de todo condicionamiento religioso. Repito; no se trata de adecuar el lenguaje, ni de adecuar nuestros contenidos mentales confesionales. Tal cosa es una simple excusa para reconocer que nos hemos instalado en la “inmanencia” (A Dios le hemos vuelto a colocar en el arcano de lo desconocido)
            El futuro no es cuestión de escudriñarlo, en esa forma de apocalíptica en que nos vemos involucrado instalados en el pensamiento utópico. El pueblo cristiano vive del “Adventus”

          • Carmen

            Te prometo que no soy nada apocalíptica. Bueno, a veces me hundo y , uf, pero hasta el día de hoy he salido. De hecho sigo viva.
            Pero hay rachas que no veas… Y tengo fe en mi especie. No me preguntes por qué, la tengo. Quizás porque ha dado personas enorrrrmessss.

            Tienes toda la razón. Ya me he dado cuenta de que las cosas son como son. Lo he dicho varias veces. Porque algo he leído y pienso, madre miiiiiiia. Tal cual. Esta gente se ha planteado lo mismo. Y ganó quién ganó. Eso es incuestionable. Guerras, hogueras… tremendo. Como para remover a la fiera…

            Lo que no sé es la estructura de la organización de la iglesia. Tengo curiosidad. Me puedes decir algún texto que no sea muy complicado? A lo mejor entiendo algo.
            Es sencillamente curiosidad. La verdad es que no sé cómo funciona.
            Gracias.

      • Román Díaz Ayala

        La solicitud que haces sobre la estructura de la Iglesia tiene fácil recompensa.
        Desde el punto de vista oficial te basta con buscar en la Red la Constitución Dogmática sobre la Iglesia, del Concilio Vaticano II. Y para evitarte que tengas que leerlo todo, puedes acudir a la Sección que habla de la Iglesia como Pueblo de Dios (pos. 9-17) Pero es que después dedica una sección más larga a la estructura jerárquica de la Iglesia (pos. 18-29)
        La jerarquía se entiende como autoridad que se ejerce en el dominio de las cosas sagradas. La Jerarquía de Orden la ejercen obispo, presbítero y diácono (sujeto a sacramento del orden)
        La Jerarquía de Jurisdicción ejercida por el Papa y los obispos. (poder pastoral de enseñar y gobernar)
        Si quieres un estudio realizado en el campo protestante muy ajustado a la crítica de la Reforma, lo mejor que tengo está en “Catolicismo Romano” de Francisco Lacueva, presbítero católico convertido al protestantismo y que ejerció muchos años de pastor en la Iglesia Bautista Española. Sus libros suelen reeditarse con frecuencia.

  • Carmen

    El papa no está solo. Tiene detrás una de las fuerzas más importantes dentro de la iglesia.

    El Papa Es iglesia. Estaría bueno que no lo fuese.

    Ustedes han querido ver algo que no es real. Y no seré yo la que me sorprenda de ello. A veces no hay otra para sobrevivir. A ver quién no se ha inventado historias que le permitiesen salir adelante. Pero no se puede vivir siempre en una situación irreal. Si se mantiene en el tiempo se corre el riesgo de que esa irrealidad suplante a la auténtica realidad Y entonces vienen los problemas. Al menos eso dice algún psicólogo y psiquiatra que otro. Entre ellos Freud , decía que la neurosis era producida por querer escapar de la situación real. Pero a lo mejor estaba equivocado.

     

     

  • mª pilar

    Estoy muy cansada de…tanto sueño…camino con estos parámetros desde hace ya…ni sé…y todo sigue igual o peor.

    Seguiré mi camino, porque desde abajo, de momento:

    ¡No hay nada que hacer!

    Están cansados y hay tanto polvo que quitar, diría mejor:

    Tanto entramado que amarra, y jamás:

    ¡Libera!

  • ana rodrigo

    Pienso que “ la juventud crítica y transformadora en la Iglesia, como reconoce el autor al final, sencillamente, no existe porque la Iglesia no les dice nada que necesiten. Y he resaltado “crítica y transformadora”, ya que, por deducción, la poca juventud que queda es tan conservadora como quienes la dirigen, la adoctrinan y la orientan desde dogmas absurdos para ese tipo de juventud.
    Y como las decisiones en la Iglesia parten desde arriba y el Papa Francisco se ve solo, siempre equidistante, como dice García Roca, por miedo al cisma, por las presiones que sufre y porque, en su condición de Papa no puede cambiar la “teórica” de la teología actual, pues ahí estamos atascados o mejor dicho, caminando en dirección contraria a la sociedad, es decir, hacia atrás. El cambio es imposible mientras no se mire más al evangelio que a la tradición teológica. Como dice el título del penúltimo libro de JM Castillo “El Evangelio marginado”, sumamente recomendable su lectura.

    Si surgiera o se “convocara” un 15M para la Iglesia, acudiríamos los de siempre, los “peina canas”, en este momento es una distopía. Tampoco veo la solución.

    En los congresos de teología de la asociación Juan XXIII, congresos progresistas donde los haya, la media de edad es de 75 años…

    Yo pertenezco a una familia muy, muy amplia, y veo que ni mis hijas, nietos y nietas, sobrinos y resobrinos, no les interesa para nada las cosas de la Iglesia, sí aspectos concretos de la religión, como procesiones, romerías, primeras comuniones, cada vez menos, bodas o entierros. Y ahí se queda la cuestión

    El otro día leía un título de un artículo en RD que decía “hablemos primero de Dios” (reconozco que no lo leí porque el título me echó para atrás). Y qué se puede decir de Dios que no sea lo imaginado por los seres humanos para terminar diciendo que “a Dios nadie le ha visto” y que es un misterio?

    La juventud ha desconectado de la Iglesia y la Iglesia ha desconectado de la juventud actual, aquella que mira para delante y no para atrás.

    Perdón por mi pesimismo.

  • Carmen

    Creo que el movimiento que nace del quince de Mayo se equivocó a la hora de escoger a su líder.

    Y la iglesia, también.

     

    • Román Díaz Ayala

      El movimiento no tuvo líder reconocido, sino que hubo un acaparamiento del clima de efervescencia que provocó, y unos esfuerzos de institucionalización. Había sido un “estado de consciencia”, lo que dio lugar a muchos oportunismos, centralistas y periféricos. Ya los sociólogos advertían de una España centralista y otra España periféricas y ambas (o las varias, según se enjuicien) buscaban sus protagonismos ( el nacimiento del Procés catalán, las mareas, los recambios políticos en Andalucía, etc.) Los partidos de Gobierno que mantenían la alternancia política no tenían capacidad suficiente para asimilar el cambio sin sufrir una seria transformación. Tampoco Izquierda Unida que estaba en sus últimas fases de atomización.

  • Román Díaz Ayala

    Hoy es el 15 de mayo, fiesta local en la ciudad de Madrid que se festeja tradicionalmente con la figura del Santo Isidro, labrador de acento urbanita. El resto de la comunidad y en otras partes de España nos acordamos de aquel 15 de mayo de 2011, de aquel manifiesto reclamando “Democracia Real Ya”, del movimiento de los indignados, de la acampada programada para aquel preciso día 15, de la figura icónica de josé Luis Sampedro.

    Se dice que tuvo éxito porque fue un movimiento que surgió de abajo, que no tuvo ideólogos ni padrinos políticos, pues los partidos se vieron sorprendidos y luego desbordados. Existió, eso sí. una conexión entre la Universidad Autónoma de Madrid en algunas de las figuras que asomaron en el movimiento. El mismo Sampedro había sido profesor de economía en esa universidad y Alberto Garzón uno de sus alumnos. El joven Garzón, a la sazón diputado y portavoz de Izquierda Unida en el Congreso de los Diputados, se convirtió en la voz visible de los indignados en el Parlamento español. Izquierda Unida  hablaba con voz propia, pero en clara sintonía con el movimiento.

    La crisis del 2008 golpeó con fuerza a mi familia. Tanto yo como tres de mis hijos nos vimos muy afectados de distintas maneras. Perdí el trabajo hasta alcanzar la jubilación, un hijo perdió su vivienda junto con su puesto de trabajo y hasta su matrimonio. 2012 significó muchas cosas, pero lo más importante alcanzó a ser el hundimiento definitivo en la crisis para nosotros los vulnerables, y todos los temores de los males denunciados y pronosticados en 2011 surgieron con violencia en el gobierno de Mariano Rajoy. La derecha es así, promete seguridad y luego desasiste en nombre de la macroeconomía, que sabemos a quienes beneficia.

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