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Dios no ha muerto

Casi 140 años después de que Nietzsche certificara su defunción y 55 después de que Time publicase su icónica portada (Is God Dead?) son muchos los que, sin echarlo de menos, creen que Dios está definitivamente muerto.

Lo mató su impotencia ante el mal extendido por el mundo y así lo argumentó Glucksman en su Tercera muerte de Dios. ¿Qué Dios es ése que no interviene para acabar con el sufrimiento de los inocentes? Y  también contribuyeron a su muerte llas imágenes presentadas por sus partidarios, ese ojo insomne dispuesto siempre a castigar las faltas de los humanos.

Otros, todavía muchos, seguimos siendo creyentes pero hemos aprovechado este tiempo para depurar nuestra imagen de Dios. En primer lugar sabemos ya que Dios, instalando en el mundo a los seres humanos, optó por retirarse para no ser una causa más entre las que actúan en la historia. No podría ser de otro modo. ¿Cómo iba a curar a unos sí y a otros no o bien a todos y de todo? ¿Tendría que eliminar a todos los dictadores, a todos los mafiosos, a todos los maltratadores? ¿O sólo a los de primera categoría? ¿Debería asistir a todos los conductores para que ninguno perdiese el control de su vehículo? Ciertamente el mal es un misterio -también para los no creyentes- pero Dios no podía  jugar el papel de fontanero universal.

 

                         PORTADA 8-4-1966

Parece que Napoleón III decía que un púlpito vale por diez gendarmes. Pero nosotros ya no defendemos tampoco que Dios sea el referente y el sostén de la moralidad pública o privada.

Así pues, ¿quién es nuestro Dios? ¿qué es eso de creer en El?

Hay que advertir de entrada que las palabras que utilizamos para hablar de El son siempre inadecuadas. Dios está más allá de lo que podemos imaginar y expresar. Son sin embargo las únicas que tenemos y deben más sugerir que definir, más orientar que ceñir y obligar.

Primero, para nosotros Dios es Jesús. Si lo vemos, vemos a Dios. En su figura humana habitaba la plenitud de la divinidad y de ella, por el Espíritu que ha derramado en nuestros corazones, participamos todos. ¿Y eso qué nos aporta? Algo tan simple, tan impalpable pero tan definitivo como su compañía. En nuestro caminar va siempre a nuestro lado, nos anima, nos  alienta, llena de trascendencia todas nuestras acciones. Nos da, pues, una mirada nueva: toda la realidad la ha convertido para nosotros en parábola de su presencia. No obra por nosotros. Nos ha creado libres y no interfiere nuestra libertad. Sólo nos dice que si amamos a los hermanos hemos pasado de la muerte a la vida. A su Vida.

Dios nos abre caminos, es una presencia pero también una promesa. Nos hace vivir, como decía san Juan de la Cruz, en par de los levantes de la aurora. Porque nos dice que aún no se ha manifestado lo que seremos; porque cuando se manifieste lo veremos tal cual es porque seremos semejantes a El (i Jo 3,2)

Verdaderamente God is not dead.

49 comentarios

  • Juan A. Vinagre Oviedo

    Coincido mucho con tu artículo, Carlos. Ojalá que los falsos conceptos que nos hemos hecho de Dios a través de la historia, vayan muriendo, a fin de que aparenca ante nosotros la verdadera imagen del Dios de Jesús de Nazaret. Imagen que siempre será solo una aproximación… “Si lo entiendes, no es Dios…”

    Si me permites, solo un matiz que, a mi juicio, merece la pena tener en cuenta: Dios Padre nos hizo libres “en potencia”. No nacemos libres sin más, como tampoco nacemos inteligentes… La libertad, tal como yo la veo, es el resultado de una conquista de maduración humana progresiva, de cada día. Maduración que se consigue a través de una buena terapia o ascesis de liberación de ataduras, egos, errores básicos etc.

  • Román Díaz Ayala

    Escribo esta entrada haciendo referencia a uno de los comentarios de José Ignacio Calleja Sanz de Navarrete, en concreto el de 5 de marzo a las 15,34 pm y quiero substraerme de las referencias personales (individuales) para subrayar lo que tiene de reflexión sobre un determinado tipo de pequeñas comunidades católicas que viven y celebran el Misterio de forma particular y siguiendo una determinada línea teológica, lo mismo que están subscritas ac una particular corriente interpretativa de las Escrituras.

    Pase por delante que son varias las corrientes que fluyen en el catolicismo, que no es tan monolítico como las formas puedan darnos a conocer, que existen movimientos muy diferenciados con sus propias escuelas de espiritualidad. Y todo esto en un movimiento clérigo-laical creador de grupos y comunidades que se pueden distinguir vivamente de las tradicionales comunidades parroquiales.  Corrientes y movimientos coexisten dentro y fuera de la ortodoxia oficial y fuera de la misma.

    Yo me propongo dar algunos datos que nos permitan llegar a conocer porqué y  cómo hemos llegado a la situación actual.  Tendríamos que saber qué viabilidades tienen y cuáles son las perspectivas de futuro.

    Algo de eso intenté hacer un comentario  anterior en este mismo hilo, pero que derivó a intercambios personales, muy valiosos y productivos, pero que no incidieron en  mis propósitos iniciales.

    Volveré sobre el asunto.

    • Román Díaz Ayala

      Vivimos ya de hecho en una sociedad post-cristiana, y aunque hemos llegado tarde al proceso de secularización operado en Europa durante varios siglos desde el Renacimiento, España se ha incorporado muy de prisa, en el breve plazo de nuestra vida, una sola generación. Esto ha cogido con un paso cambiado a quienes se han visto inmersos en el movimiento restaurador después del Concilio, ya sea por elección propia, ya porque se han visto pillados en ambientes confesionales ( colegios religiosos y demás) Otras veces la opción política les ha condicionado, ya sea en la derecha o en la izquierda para una asimilación del fenómeno. No hay cosa peor que recibir de golpe, como en un curso intensivo, lo que que ha sido un el resultado de varios siglos de encuentros y desencuentros con los momentos históricos dominantes.

      No es la crisis post-moderna, porque esto último sigue siendo un término heurístico para definir un momento epocal. ¿Final de la Modernidad o inicio de algo que no se abarca todavía? Sin embargo no hay lugar a duda: España ha dejado de ser cristiana, al menos en la función rectora del pensamiento.
      Social y políticamente ( en las instituciones del Estado y en sus leyes) España ha ganado su autonomía situada en el tren Europeo, en la civilización occidental, dejándonos a nosotros la asignatura pendiente de reconocer cuál es la función de nuestra religión en la nueva sociedad.
      Y aquí, en esto último, , es donde se ubica el debate suscitado por este artículo de Carlos F. Barberá, Dios no ha muerto.

  • Isidoro

        A mí, una cosa que me extraña personalmente desde hace mucho tiempo, (aunque no es extraño que haya cosas que me extrañen, ya que yo mismo soy muy extraño), es la obsesión de la gente religiosa a practicar su religión en común, juntitos, por si nos perdemos, como el chino que lloraba porque en compañía de un millón de chinos, estaba solo.
     
         Yo entiendo la religión como la práctica más individual que existe: nada menos que nuestra relación con “Dios”, lo cual es una actuación de lo más íntima y personal que pueda haber.
     
       Jesús mismo, dice en Mateo 6,6: “Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará”.
     
        El origen histórico de dicha obsesión por hacerlo todo en compañía, creo que proviene de que las creencias, (todas, y de todo tipo), es lo que ha cohesionado y utilizado como seña identitaria del grupo o la tribu.
     
           Y por eso, la práctica religiosa, (escenificada en las liturgias y los cultos comunitarios), se ha considerado atávicamente, (que procede de antepasados remotos y está latente en generaciones inmediatas y presentes), como expresión de cohesión con la tribu o nación.
     
         La religión olímpica de los romanos, con sus cultos públicos, y su posterior juramento al emperador, era buena muestra de ese tipo de religión comunal y pública.
         Pero aparte de que la organización social, durante mucho tiempo ha utilizado la práctica religiosa como ejercicio de reivindicación de sus estructuras, también el adoctrinamiento infantil de que hablaban indirectamente, los hnos. Castro Nogueira, refuerza ese mecanismo de control social.
     
         Cogemos a unos niños, y los chantajeamos moralmente, en las catequesis y las escuelas, y les damos la piruleta moral, de que si siguen esa práctica religiosa, son buenos ciudadanos y reciben apoyo moral, y si no, son unos malos ciudadanos y hasta malas personas.
     
        Es tan fácil como quitarle un caramelo a un niño. Le das una zanahoria psicológica de refuerzo, si aceptan ahormarse a esas estructuras, y ellos mismos se autogenerarán una necesidad extrema, (un mono psicológico), de realizar la práctica religiosa en una estructura.
     
        Y si no lo pueden realizar, pues las contradicciones cognitivas son excesivas, y ya las tragaderas normales no valen, entonces se considerarán “solos”, “abandonados”, “sin salida alguna”, “desconcertados”.
     
          ¡Qué triste, que grandes ideas como el cristianismo originario, degenere con esas tácticas mafiosas, realizadas la mayor parte de las veces por buena gente, a la que la han alienado en su infancia, y facilitado por esas pulsiones telúricas y atávicas de hace muchos, muchos años!.
     
       Esa táctica, es la que utilizan todas las sectas y religiones, y hasta se pretende extenderla a los partidos políticos, en gente concienciada.
     
        ¿Dónde está un llamamiento a la maduración personal, que afronte la vida de cada uno, de una forma honradamente independiente, y afronte el riesgo de equivocarse?.
     
       Perdón, si me he pasado. Pero es que leo a Carmen y su sufrimiento moral, y me llevan los diablos.

  • M.Luisa

    Permíteme, Isidoro, que como te voy siguiendo, no sé  si has advertido  más abajo un comentario mío,  en cualquier caso  de este tuyo último (anterior al de Carmen)  déjame  que  haga algunas consideraciones a partir de  la frase seleccionada del psiquiatra Francisco Traver.

    Las ocurrencias no pasan por la prueba de la realidad, simplemente se enquistan, y poco a poco van ganando terreno cognitivo, hasta que se coagulan, o enrocan en una evidencia que llamamos certeza. Y como todo el mundo sabe las certezas son muy difíciles de remover”.

    Claro reconozco que se exprese así desde su punto de vista, además es destacable que ya desde un principio diga esto de que las ocurrencias no pasan por la prueba de la realidad porque desde el punto de vista de la realidad  las cosas no ocurren sino que suceden por su propia naturaleza.

    Esto sería el primer punto a destacar. Pero hay más porque en este suceder de las cosas  son ellas las que nos dan primero, certezas y  segundo evidencias.  Él como psicólogo   lo ve de modo distinto, pero es porque  la ocurrencia  en contra de lo que él dice no aporta cognición alguna.      Si el conocimiento progresa  es por la captación  misma  de este suceder en nuestra inteligencia, que es lo propio de la intelección humana.

  • mª pilar

    Muy estimado Jose Ignacio:

    Callar… no  siempre puede ser, no saber… sino dejar de dar vueltas, ante un tema que tiene millones de miradas y sobre todo de:

    ¡Experiencias personales asumidas y vividas!

    Una vez compartidas:

    ¿Para que sire decir una y otra vez, lo que es una opción personal vivida con toda la fuerza de que la persona es capaz?

    No por más repetir, quedará más clara su postura.

    Es solo mi manera de ver y mirar, no es para nada una queja, es una sencilla aclaración.

    Un abrazo entrañable.

    • José Ignacio Calleja Sáenz de Navarrete

      Cierto, alguna vez lo he dicho. No quería herir (más). Abrazos.

      • carmen

        Ego te absolvo. Entre otras cosas porque no tiene capacidad para herirme.
        Espero que usted me absuelva también por el tiempo que le he hecho perder. Pero usted ha escrito libremente.

        Suerte con sus alumnos. La va a necesitar.

        • José Ignacio Calleja Sáenz de Navarrete

          Si alguien me habla bien, procuro hablarle, me duele el silencio sin explicárselo. Pues eso. Un abrazo.

    • carmen

      Toda la razón
      Para qué?
      Pero yo no selecciono los artículos de Atrio.
      Y he tomado la postura de no callarme. Pero tienes razón. Toda.
      Para qué?

    • carmen

      Y no me quedo sin decirte esto.
      No es obligatorio leer todo. Lo que te aburra te lo puedes saltar.
      Y efectivamente, tengo fuerza interior y además soy una aceptable contadora de historias. Al menos siempre me lo han dicho. Personas que me aprecian y me valoran, que las hay, y otras que no tanto.
      Pero no te voy a aburrir más.
      Sigue viviendo el mensaje del Galileo. Mi persona, la que te escribe, seguirá intentando vivir según mi manera de entender la vida. Y es diciendo lo que pienso. Donde se me quiera escuchar, claro.

  • Isidoro

    Amiga Carmen: Me asombra que una persona como tú, tan independiente, estés tan preocupada por lo que piensen de ti o no, los miembros de la Iglesia, o cualquier otro.
        Solo se me alcanza, que pueda ser debido a un fenómeno, que leí hace poco sobre el “homo suadens”,  de Laureano y Miguel Angel Castro, (https://www.revistadelibros.com/discusion/la-mirada-de-homo-suadens).
     
           (Homo suadens, (del latín suadeo: valorar, aprobar, aconsejar) = gregario, tribal). Se refiere al indoctrinamiento social que recibimos: necesitamos más de lo que reconocemos, la aquiescencia de los demás.
        La tesis de este artículo, es que el humano es fundamentalmente gregario, y aprende primero y lo interioriza como firme creencia después, lo que recibe de su entorno más cercano, que va unido a un fuerte apoyo emocional de pertenencia al grupo.
     
        Dicen los hermanos Castro Nogueira:
          “Los seres humanos somos capaces de categorizar la conducta propia y ajena, en términos de valor, (deseable o no deseable), y de actuar en consecuencia.
     
           Asociamos lo apropiado o inapropiado de una conducta, con las emociones de agrado o desagrado, que genera su aceptación o rechazo, en el entorno social más íntimo de cada individuo.
     
            Dichos vínculos emocionales constituyen el factor decisivo para determinar subjetivamente la veracidad, la bondad o la belleza de lo que acontece en ellos.
      
        Esta forma de socialidad se encuentra tramada por fuertes cargas emocionales que tiñen de valor y verdad, los contenidos culturales transmitidos”.
     
         Vienen a decir que recibimos los valores que asumimos como propios, y los defendemos a capa y espada, simplemente para tener apoyo social, y evitar reprimendas y ninguneos.
     
           Así se han forjado ancestralmente las creencias, en el pasado, y así todavía seguimos actuando, movidos por nuestra mente tribal.    
     
           “La palabra creencia designa aquella parte del saber de un individuo que, adquirido mediante aprendizaje social, consigue su condición de saber, y su valor epistémico o práctico, (en tanto que saber acerca de lo verdadero, bueno y bello), como resultado del soporte y refuerzo social que recibe el individuo, cuando es reconocido como practicante, y aprobado por los otros miembros significativos del grupo.
        Y no por la evaluación directa del contenido de la representación o práctica, alcanzada por el propio individuo, una tarea a menudo imposible o inútil”.

    • carmen

      No me extraña que te asombre, es realmente asombrosa esa conclusión.
      Seguro que sabes que la niñez es un invento de la clase burguesa. La niñez se considera como tal desde hace como mucho una decena de décadas. Antes los hijos eran un bien. El padre decidía por ellos, en fin.
      Solamente trato de decir que ese modelo de Dios padre ya no se vale porque el concepto de padre y de hijo ha cambiado.
      No sé si has leído alguna vez. Soy maestra. Conozco a la adolescencia como tú puedas conocer el tema de la trabajo al que has dedicado tu vida.
      Tenemos un problema muy importante con la educación , y los niños son el futuro. Y una de las cosas que se hace horriblemente mal es llenar a los niños de historia y cuentos de , en fin, ya sabes. Cuando llegan a la adolescencia no veas. Se quedan en el vacío
      Y la dimensión religiosa o espiritual o como le quieras llamar en el ser humano es básica. Luego dicen que si los valores se están perdiendo. Pero si lo primero que rechazan es a ese dios que le han contado…pues fíjate lo demás.

      Solamente quiero que entienda quién lo tenga que entender, que posiblemente haya poca gente en Atrio, nosotros ya hemos vivido nuestra vida. Pero la vida sigue.
      Cuando entré creí que este era el medio ideal para explicar esta realidad. Pero no lo es. No se ha entendido nada de lo que he querido transmitir. Absolutamente nada. Y parece que soy una obsesa de la iglesia. Esto es de delirium tremens.
      No te preocupes. No necesito la aprobación de nadie. Necesito la colaboración, pero para colaborar hay que entender la intención del hablante.

      Y no hay manera.
      Llevo así como veinte años. No os dais cuenta? He repetido hasta la saciedad, pero esto es un sálvese quien pueda. Y tengo clarísimo que todo seguirá igual.
      Pues estupendo.
      Un abrazo

  • Isidoro

    Cuando estamos ante un tema que nos interesa mucho, (y con gran carga emocional, quizás por razones culturales, que rozan nuestros aprendizajes iniciales infantiles), pero del que en realidad no hay muchos datos ciertos, y existe mucha confusión general, entonces es fácil caer en la ocurrencia especulativa.
     
         Es el caso que sucede con la figura de Jesús. Todos lo hacemos, especialmente las personas imaginativas y creativas.
     
         Pero como dice el psiquiatra Francisco Traver:
          “Las ocurrencias no pasan por la prueba de la realidad, simplemente se enquistan, y poco a poco van ganando terreno cognitivo, hasta que se coagulan, o enrocan en una evidencia que llamamos certeza.
           Y como todo el mundo sabe las certezas son muy difíciles de remover”.
     
         Y los imaginativos nos sentimos tan orgullosos de nuestra fertilidad mental, que acabamos por creernos nuestras ocurrencias. Y ahí ya traspasamos la línea roja, camino del delirio. Y añadimos un ladrillito más al gran muro de la confusión.
     
        (Claro es, en compensación, así progresa la humanidad: una de cada cien ocurrencias es una gran idea que al final cala, y supone un progreso. ¿Y quién se priva de jugar a la Tómbola?).

  • Asun Poudereux

    Muy agradecida me siento por la sinceridad que mostráis, Santiago, Carmen y José Ignacio, cada cual en su modo de ver y entender el enunciado del post con sus diferentes perspectivas personales. Sin nombrar a otros participantes, también.

    Lo deja bastante claro Gonzalo. No nos perdamos tanto en polarizar el tema. La cosmovisión ha cambiado enormemente.

    En tanto que lo que sentimos es Dios, y/o lo que así llamamos, antes de pensarlo y reducirlo a nuestros juicios, a todo y a todos sentimos nos abraza. No lo olvidemos, porque si una persona no es capaz de perdonar poniéndose en el lugar del otro, a santo de qué ve y considera a Dios, aún más inalcanzable, condenando ¿?
    Y además, y al tiempo, se ve capaz de afirmar que Dios conoce mejor que nadie el fondo de la persona, nombrando lo que es bueno y malo, estando como están las personas limitadas a miles de circunstancias y condiciones naturales y biológicas insospechadas, por lo que puede llevarlas a actuar según su grado de madurez consciente, sicológica y humana.

    Siempre el ser humano ha estado buscando respuestas a su asombro y admiración de lo que le rodeaba, su sentido y el porqué de estar vivo, aquí y ahora.  Esto le ha ido ayudando a ir develando lo que parecía oculto y muy lejos de él, llevándole en el proceso de su evolución-involución a aceptar sin más lo ya heredado y adquirido y/o a replanteárselo dados los nuevos conocimientos en todos los campos.

    Lo que lleva a la persona a hacer el bien tiene su huella en ella. La educación, la formación personal e interrelación le va ofreciendo oportunidades de irse reafirmando en ello. Lo que da paz interior abre puertas a la plenitud humana, que parece choca con lo que llamamos divina.

    Os pongo este enlace con  ánimo de reflexión, no de punto final.

    https://youtu.be/kw42dR6JqYE

  • Santiago

    La insistencia en “la muerte de Dios” no es mas que “wishful thinkiing” o sea una ilusión fantástica de mi pensamiento puesto que en Dios vemos automáticamente una suprema norma moral que nos impide hacer lo “que nos da la gana”. Si existe Dios siempre nos cabe pensar que quizás es verdad aquello de que no debemos matar, hacer daño, calumniar, robar, y que no podemos dedicarnos a ser inmorales per se, puesto que estas acciones existen y son malas en sí, y nos conducen a una muerte eterna puesto es posible que exista esa eternidad y que podamos un día estar en ella como Dios mismo está. Y así, “matando la idea de Dios” pienso erróneamente que he resuelto mi problema existencial y puedo vivir mi vida “tal y como me place”

    La otra parte se refiere a la ignorancia sobre la identidad divina de un Dios a quien queremos comprender de la misma manera que intentamos entender un problema matemático. Pero Dios se encuentra por encima de todas nuestras manipulaciones ya que es imposible que podamos “reducirlo” a una ciencia exacta, ni mucho menos atraparlo en nuestras controversias y elucubraciones. Dios se encuentra, con razón, fuera de nuestra perspectiva estrechamente humana, y al mismo tiempo se encuentra en nosotros íntimamente en razón de su suprema inmanencia. A El no podremos abarcarlo por su inmensidad y tampoco percibirlo por los sentidos por esa sutil intimidad. De esta manera es como Dios  se encuentra en el mundo. Es el gran ausente y el necesario presente. Es el alfa y el omega pues todo comienza en El y termina en Su misma realidad. Sin El nada es posible.

    El problema mayúsculo es captar el sentido y la razón del por qué quiso Dios concedernos la facultad de la libertad, y hacer un mundo libre,  a pesar de sus riesgos. Vemos que en Jesús la libertad misma es la que lo llevó al sacrificio de la Cruz…porque era preferible que “pasase de Mí este cáliz”….pero los bienes de la Redención eran muy superiores a los  dolores de ser crucificado…Y en libertad Jesùs escogió libremente ofrecerse por nuestro pecados y allanarnos  el camino a la gloria eterna. Pudo redimirnos “de otra manera” pero escogió “esa manera” como la que era la más eficaz a los “ojos” de Su Padre.

    Todo lo demás se centra en querer divinizarnos a nosotros mismos y constituirnos en el árbitro supremo de nuestra vida. Una imposibilidad.

    Muchas gracias a Carlos B por su valentía y por la profunda sencillez de su afirmación en el presente artículo que discutimos.Un saludo cordial.

    Santiago Hernández

     

    • carmen

      No necesito creer en nada para no matar, ni robar, ni amenazar, ni dominar, ni abusar de nadie, ni estafar, ni maltratar al débil,ni honrar a mis padres y a los mayores, ni…
      Lo llevó escrito en mi alma.
      Ustedes creen en un dios justiciero. Si ustedes no matan, ni estafan ni…por miedo, prefiero no creer en su Dios.

      Y hay quienes pensamos que no sabemos qué es Dios. Los que están convencidos de que lo conocen son ustedes. Que hasta saben lo que le gusta y lo que no.

      Ya está bien.

      Y don Carlos hace muy bien en escribir lo que piensa, estaría bonico que no lo pudiera hacer, pero cuando tienes detrás a toda una iglesia poderosa , no me parece un acto de valentía. Sí de libertad de expresión.

      Les respeto a ustedes profundamente, absolutamente. Me gustaría que respetasen también lo que otras personas pensamos.
      Se ha pasado usted cien pueblos.

      • carmen

        Está claro que sobra un ni…

      • José Ignacio Calleja Sáenz de Navarrete

        Querida Carmen, ¿por qué dices ustedes “piensan, creen, dicen”, de forma general, una y otra vez?. No me convence. En el juicio de fondo, en lo que se juega el pan y la sal, mejor decir, “usted y usted dice”. Pero, bueno, sé de tu corazón de oro; lo he presentido por doquier. (Y tampoco juzgues -sugiero- tantas veces los silencios de otros; cada cual es dueño de sus silencios; tal vez procedan de un no saber, o no saber cómo contarlo, o de una conciencia todavía incierta… él, ella, ellos, sabrán su íntima razón. No les digas que “se esconden”. Tal vez sí, tal vez no. De las intenciones personales no hay juicio ético. Perdona, perdona, que solo te hablo como quien comparte). Buen día.

        • carmen

          Porque es la postura oficial de la iglesia. No me refiero a los que escriben en Atrio. Es más, creo que la mayoría están más cerca de lo que digo de lo que parece

          No juzgo, sencillamente defiendo la postura de los que pensamos que ese dios ya ha cumplido su papel.
          Sencillamente demando el mismo respeto que le tengo a los que piensan que ese dios es el único verdadero. Me molesta entre muchísimo e infinito que se diga impunemente una y otra vez que somos amorales. De eso nada.

          Repito. Ese ustedes es referido a los que piensan que están en posesión de la verdad absoluta. No a los que escriben en Atrio.
          Me alegro que lo haya dicho. Me da la oportunidad de aclararlo.
          Ya está bien. Somos personas con la misma valía ética y moral que los que creen en ese dios. Exactamente igual.
          Estoy con Teresa de Jesús cuando dice, me da lo mismo que exista el cielo o que no exista, que haya un infierno o no lo haya. Me seguiría comportando igual. Y no lo digo precisamente porque me sienta una mística. No entiendo a los místicos. Esos jaleos que se llevan con Dios. Que si el amado y los éxtasis. Ni hablar.

          Es increíble lo poco que se me entiende. Le prometo que no sé hablar más claro.
          De corazón de oro, gracias, pero no. Lo que hablo es a corazón abierto. O mejor dicho, a alma abierta.
          Aquí cada uno es libre para guardar silencio y , creo que para no guardarlo. Es que llega un momento en que me indigno. Lo mejor es no entrar. Porque es que vuelo.
          Ahora se va el Papa a Irak. A ver si él es capaz de encontrar las armas de destrucción masiva. Es que de verdad…
          Sabe cómo me siento? Como si hubiera llegado de una galaxia muyyyyy lejana.
          En fin
          Me está bien empleado por idiota. Por ser profundamente tonta.
          Y luego están los que dicen que qué tontería hablar de esto de la iglesia. Como si la iglesia oficial fuese una entelequia. Como si fuese un libro escrito por un teólogo. Como si fuese algo sin importancia en la sociedad.
          Lo que yo le diga.
          De una galaxia muyyyyy , muuuuyyy lejana.

          Uuuuuufffffff.

          A ver si logro no entrar, así no se me agrietará y arrugará la piel. Seguiré sin soñar nada , si no pensar nada, sin desear nada.

          De verdad que…

          Un abrazo. No se enfade. Pero lo de Giordano de ayer me descompuso. A ver quiénes juzgan a quiénes.
          Un beso AntonioGiordano.

          • José Ignacio Calleja Sáenz de Navarrete

            Vale, he entendido a medias, Carmen. Es que quien recibe, al modo de su propio molde recibe. Yo he sacado el mío. Disculpas. Diré algo más.

            (Yo no creo que sean tantos los católicos que dicen que se desvanece la ética si Dios no existe o se reniega de él; en Atrio, casi nadie; y en la Iglesia, no tantos; obispos, teólogos, predicadores y laicos de escasa formación y dados al fundamentalismo; pocos se atreven a decirlo en serio, fuera de su círculo ideológico; es un planteamiento superado que el Vaticano II, ¡nada extremo en casi nada!, no reconoce acorde ni con la ética de “la sabiduría natural de la humanidad”, ni con la “cultura científica y sus conocimientos”, ni con “la libertad de conciencia” del ser humano, ni con la “teología del Reino de Dios”.

            Distinto es que muchos, en el catolicismo, dicen que la experiencia moral humana, sin Dios, no presenta buenos resultados histórico-personales de facto; pero esto, no vale demasiado como argumento, porque son datos en discusión y, desde luego, no es fácil probarlos; repito, es difícil PROBAR (no solo opinar) que la experiencia moral humana, con Dios o fe, presenta mejores resultados éticos globales que su contraria. Suele equivocarse el primer debate (filosófico en su razonamiento sólido), con el segundo (histórico en sus observaciones opinables).

            Yo creo que sí, que los resultados GLOBALES PUEDEN ser mejores; no me extiendo en razonarlo, las hay de peso, pero digo que lo CREO y PIENSO con mis motivos, no que lo puedo probar para todos y ciencia en mano. Y desde luego hay mil y mil casos en que lo que digo no se cumple: millones de personas que llegan a la mejor vida moral posible sin apoyos creyentes (explícitos al menos); y son millones los que piensan que es al contrario, que la fe, como religión, acartona la ética y la instrumentaliza como legalismo para dogmáticos. Creo que no necesariamente. Y en el sentir de Jesús, en lo que hemos aprendido de su fe en el Padre hecha vida y obra de fraternidad y justicia, en absoluto).

            Parece que esta es la fe y tarea ética que se nos reclama. A ver si es posible todavía. Un abrazo.

          • carmen

            A ver si logro explicar.
            Creo, quiero creer, necesito creer, y a veces hasta siento que me susurra al oído, en un dios diferente al de Jesús. Diferente. Porque no lo siento como padre. Mi padre era otra historia. Era enérgico, según cuentan mis hermanos mayores, inflexible. Pero nací cuando él y mi madre iban a cumplir 47 años. Cuando su hija pequeña tenía 13, él tenía 60. Me quería proteger de todo. Cuando se jubiló a los sesenta y cinco, yo tenía 22. Si le hubiese pedido la Luna, me la hubiese conseguido. Pero no sé la pedí.
            Mi idea de Padre no puede ser mejor. Me cuidó. Lo cuidé. Hasta el punto que cuando me dijo un día, nena, no me gusto. A los pocos días me dijo: cuida a tu hermana. Dejó de comer. Fíjese que sencillo.

            Usted cree que puedo tener como imagen de Dios padre al dios que nos han transmitido? Lo manda a la cruz para, exactamente para qué? Tenía treinta años cuando murió mi padre, un hijo de tres años y un embarazo de seis meses. Casi lo pierdo, pero no.

            Me entiende un poco mejor?

            Sé ustedes habían por otros canales. Es obvio. Porque me sentía un perrico verde hasta que descubrí que de rara no tengo nada. Pero en absoluto. Y, sabe qué les digo? Que sobre sus conciencias está la soledad más absoluta que sentí. Pero ya le digo. Mi dios a veces me susurra al oído. Y me dice: por aquí.

            Lo único que pretendo es convencerles de que hablen . Antonio Duato lo sabe perfectamente. Por qué no habláis? Barreríais. Fui personalmente a Valencia a comer con él. Se lo quería decir en persona.
            Aquí el único que habla claro de llama Salvador Santos.

            Es muy difícil que alguien le profese una admiración mayor que la mía a Jesús de Nazaret. Muy difícil. Pero no es Dios. Y muchas personas entre las que se encuentran teølogos de talla , de gran talla, piensan así. Pero no lo pueden decir. Porque el cristianismo está basado en que es Dios mismo, hecho hombre. Y no voy a seguir. Ahí está el credo católico.

            Sencillamente soy honesta. No quiero convencer a nadie. No odio a la iglesia. Me gustaría que si alguien lee esto, no se sienta tan sola como me sentí.
            Pero, de verdad. Es inútil. No puedo hacer más. No sé hacer más. Porque no soy nadie. No existo. Soy como una nadie de Galeano . En estas cosas, claro.

            Y ya está.

            Cuídese.

          • carmen

            Sabe qué pienso? Pues que Jesús era una persona muy compleja. Tenía un grado de espiritualidad altísimo. A lo mejor en esa época y en ese pueblo todo pasaba por Dios. No lo sé. Y no podía aceptar el dios vengativo y cruel de las escrituras, se quedó con el dios bondadoso, con el protector del débil, que también está en las escrituras. No se inventó nada. Eligió una idea de Dios que ya estaba. Y lo elevó a la categoría de Padre universal. A lo mejor el muchacho lo necesitaba. No lo sé. A lo mejor solamente era una forma de hablar. Él hablaba con historias. Las debía de contar como nadie.
            Pero por otra parte, no se callaba
            ni una. No era una persona de estas que solo pensaban en cosas divinas. Qué va. Tenía los pies en el suelo. Ya lo creo que los tenía. No se trata de rezar, o de ofrecer sacrificios ni diezmos al templo . Le sacaba de quicio el ver en lo que se había convertido la religión de su pueblo.
            Él no aceptó la idea del dios dominante de las escrituras. No aguantaba el Templo. Ni la tiranía. Ni la social ni la religiosa.

            Y, en el siglo XX, XXI, tenemos que aceptar al templo actual,y al dios de un señor de hace dos mil años? Por qué? Si él fue el primero que detestaba en lo que se había convertido el Templo y claramente se oponía a la idea mayoritaria del dios de su pueblo.
            Pues sencillamente, hemos evolucionado. Y estamos repitiendo la historia. Eso quiere decir que no creamos o queramos creer en algo que llamamos Dios ? En absoluto. Lo que sucede es que ese dios que nos transmiten no nos dice nada, porque no entendemos el problema del mal, no se puede compaginar con un dios Padre. Ya no.
            Y nos dejan solos. Y nos vamos. Y nos llaman ateos porque no creemos en SU idea de Dios. Pero lo tremendo es que no pueden hacer nada, aún sabiendo los sabios de la iglesia que hay posicionamientos en la iglesia insostenibles, no pueden hacer nada, porque la iglesia no va a permitir una sola disidencia. No puede,es dar el visto bueno a su autodestrucción.
            Es la tormenta perfecta.

            Y nos dejan solos. Y nos vamos. Y nos refugiamos donde podemos. Porque la dimensión religiosa al ser humano nos viene de fábrica. No podemos ningunearla. Y otras actividades las tomamos como ritos sagrados y abrazamos ideas nuevas como si fuesen religiónes nuevas.

            Estamos solos.

          • José Ignacio Calleja Sáenz de Navarrete

            Carmen, un última entrada por mi parte, como expresión de que me importa lo que hablamos. Mire (mira), Salvador Santos hace una lectura muy coherente y bien fundada sobre quién es Jesús y cuál es su causa. Lo menciono aquí como ejemplo por todos conocidos en Atrio. Hay otros estudiosos, con acentos diversos, pero próximos a este autor. (Y luego hay otros y otros, la mayoría, a años luz de Salvador Santos). Alrededor de la lectura de Salvador Santos, y análogas, hay en todas las ciudades de España un puñado de pequeñas comunidades y grupos de cristianos que celebran la fe/la vida/la esperanza, bajo esa conciencia de cómo han sido las cosas en Jesús, y se comprometen en algo o mucho dentro de su pretensión de fraternidad alternativa.

            En esos grupos y comunidades, reducidos, pequeños, pero ciertos, no se juzga quién va con fe ortodoxa y quién va con fe heterodoxa, o quién no va con más fe que humanizar el mundo y la vida de todos, o quién es un humanista de la justicia con preguntas de sentido… lo que sea. No se suele tratar esto. Alguna vez, al hacer un curso de Nuevo Testamento y algo de Cristología y Eucaristía, se trata, pero pocas veces. Más bien, se medita la vida, se vuelve a Jesús en su entraña humana, espiritual y samaritana, se celebra en la tradición de las comidas de fraternidad (la eucaristía), y, así, el grupo se humaniza, se anima, se compromete, se apoya, se implica, y lo cuenta como fe/FE.

            Y, prosigo, alguna vez, cansados de la vida eclesial hecha “religión cúltica” y “poder eclesiástico”, el grupo salta, protesta, denuncia, salta… y, enseguida, vuelve a su vida de pequeña comunidad en seguimiento de Jesús con compromisos de vida familiar y social justos-buenos; Jesús el Señor de muy distintos modos para cada uno de ellos, y todos se respetan, porque no prima la dogmática sino la vida buena. (A cada palabra, incluida la de Señor, ellos le dan una interpretación entrañablemente humana, dignificadora y libre. Comprenderás que si alguien en la comunidad plantea un problema de lenguaje, sobre el peso de dominación que llevan muchas palabras como Señor o Padre, no evitan reconocerlo, pero no se asustan; procuran devolverles un sentido digno con las personas; y si no es posible, las dejan).

            Esta gente es la que creo que otros como tú deben buscar y con ellos hacer el camino de Jesús, depurando las ideas de divinidad, dogmática y eclesialidad que vean con buen sentido probadas y necesiten. Esta es la gente que hay que buscar para vivir la conexión con Jesús, el seguimiento, aquellos que necesitan en conciencia (coherencia) y consciencia (conocimientos) esos encuentros de sentido, de celebración, de comunicación, de silencio, de oración, de compromiso.

            Ahora bien, pretender que toda la teología se ponga en la senda de Salvador Santos, y componga los tratados teológicos, y la dogmática del Credo, bajo ese paradigma histórico-crítico (perdón), echando a un lado la CONVICCIÓN de que la Revelación le ha sido encomendada a la Iglesia para que, por y con el Espíritu de Jesucristo Resucitado, vaya obedeciendo los significados que, en esa clave, piensa que se manifestaron desde el principio, y se aclararon hacia atrás y hacia adelante, por toda la historia, sobre quién era y es Jesús como Cristo de Dios, esto no lo vas a lograr, ni esos cristianos-as lo consideran su batalla; esa es la CONVICCIÓN de la Iglesia y, DESDE ELLA, cualquier lectura crítica de la Palabra que muestre contradicciones le resbala; si son contradicciones con la ciencia, se consideran imágenes de un tiempo pasado; importa lo que esconden; y si son contradicciones con las ideologías de nuestro tiempo, se considera que éstas son ideologías equivocadas, en todo o en parte; luego mostrar que la Iglesia es “pecadora”, sí, no es problema, ella lo dice de sí misma, pero la CONVICCIÓN de que es suya, de Jesús-Cristo, y por él querida como primer SACRAMENTO (mediación que significa y realiza) de la Salvación de Dios, y por su Espíritu, capaz de leer lo que estaba velado en el comienzo, antes de Jesús y en su vida oculta, y lo que con la historia sigue mostrándose en su Verdad más esclarecida, esto es irrenunciable para esa Iglesia; y así, las lecturas de Salvador Santos y de otros, serán, dice esa Iglesia, muy certeras en el tiempo, pero incapaces de acoger la Revelación plena que la Iglesia, por el Espíritu, reconoce en esos hechos y palabras que trascienden lo humano y su lectura histórico-crítica. Ya ves el argumento. ¿No te gusta? Lógico. Es un Autoconciencia muy peligrosa (por no decir, falsa) para la fe cristiana, como relación con el Padre y como camino samaritano, justo y bondadoso de Jesús y su causa.

            Por eso que esos grupos cristianos de base de que te hablaba al principio, esas pequeñas comunidades tan libres y diversas, ¡a las que refiero mi vida!, esa batalla no la van a dar sobre el MISTERIO de ELECCIÓN Y MEDIACIÓN que se reclama la Iglesia, -la tienen perdida de antemano-, su batalla está en historizar y comprometer a la Iglesia con la fraternidad humana justa y compasiva, desde los más pobres y desvalidos del mundo, y denunciarla en sus pecados contra esa justicia y fraternidad. Este es el flanco más débil de su pretensión. ¿Por qué no lo hacen fuera de esa Iglesia? Porque creen que esa Iglesia es de todos, suya también, como lo es Jesús; y que tienen derecho y hasta ganas de transformarla desde su interior, sin consentir su apropiación tan cómoda como indebida.

            No sé si he dicho lo que debía y quería, y si le sirve a alguien, pero aquí lo dejo, y cierro mi aparición en este hilo. No puedo más con él y otras obligaciones me reclaman. Un abrazo.

    • Isidoro

      Amigo Santiago: Creo que tu idea del humano, como capaz de tender a negar a Dios, como artimaña para poder tener vía libre y ser inmorales, sin testigos molestos, es falsa, y casa muy poco con lo que la psicología moderna sabe hoy día sobre el comportamiento humano.

      Casi diría, con todo respeto, que es una idea paranoica, con un concepto pésimo, de la normal naturaleza humana, y que tampoco dice nada bueno del mismo Dios.

      Esta misma mañana, aquí en España, el filósofo Reyes Mate, decía una idea de Santo Tomás, que viene al tema:

      “Un mal discurso sobre el hombre, es un mal discurso sobre Dios”.
      (Ver https://www.rtve.es/alacarta/videos/la-aventura-del-saber/04-03-21/5809502/ -minuto 11,30)

      Esta idea de Santo Tomás, me confirma mi presentida idea, de que el que sabe del humano, sabe de Dios, y que la Teología debería reconvertirse en Antropología.

      • Asun Poudereux

        Gracias, Isidoro, por todo lo dicho. Lo escucharé más tarde.
        Un abrazo.

      • M.Luisa

        Hola, Isidoro, buen enlace el tuyo y también la conclusión que extraes de su escucha, lo único que yo diría respecto a esta reconversión de la que hablas, que para que produjera el efecto que, pienso, buscas, habría que reconvertir primero esta antropología tradicional en una ciencia del “antropos real” (perdóname la expresión) y suprimir lo de la teología porque desde estas dos visiones ha sido lo que se ha venido haciendo desde el origen de la filosofía. Primero desde la teología y en la modernidad desde la antropología por tanto esto ya no das más juego.

        ¿Por qué? Sobre todo a lo que concierne a la antropología pues porque el dominio de lo psicológico en el ser humano ha tenido en ella mucha fuerza y por tanto ha hecho inhábil este acceso. Entonces, por qué digo esto del “antropos real”? bien es una fórmula que de alguna manera apunta en su nivel más primario a la realidad humana, concepto al que vengo insistiendo tanto y al cual no me negaras que así expresamente también lo hace el conferenciante en un momento de su exposición.

        Entonces, dada la física de la postmodernidad (cuántica) no tiene sentido dividir la filosofía tal como hizo Aristóteles en primera y en segunda, sólo hay una metafísica, la metafísica de la realidad incluyendo en ella el ser humano desde el cual y desde esta perspectiva es desde donde se ha de enfocar el problema (es decir sin teología previa ni posterior)

        Un cordial saludo

    • Santiago

      No se trata de ninguna “artimaña” para negar a Dios. Las causas del ateísmo son bien complejas y es muy difícil juzgar personalmente a nadie por serlo (o no serlo).
      Yo no estoy juzgando a nadie, sino expresando una opinión y una observacion, y tampoco he generalizado la cuestion ….Es por eso que llama la atención la persistencia y el ardor de los que intentan a toda costa suprimir siquiera “alguna evidencia” sobre la “posibilidad” de la existencia de Dios con mucha saña y pertinacia. Un Dios que ellos intentan matar para “suprimirlo” totalmente y con alevosía y que por otro lado “lo afirman” cada vez que lo sacan a la palestra, pues si “no existe” ¿Para qué intentar matarlo? Los ejemplos abundan en los medios informativos sobre todo en la historia de los últimos siglos y no se explicaría tanto odio manifiesto y tanto interés en borrar “Su vestigio” si no hubiera una razón psicológica extraordinaria para provocar tanta insistencia en la “muerte de Dios”.. Si lo combatimos es porque de alguna manera nos da miedo que “pueda” existir..

      Por otro lado, amigo Isidoro, personalmente te diré que algunos de mis mejores amigos son puros ateos y agnosticos, incluyendo compañeros universitarios y de carrera y sigo teniendo un profundo respeto por su amistad que son muy valiosas para mi. Pero tenemos grandes discusiones sin que podamos llegar a ofendernos. Es por eso que mi exposición de estos fenómenos vitales no está, ni va dirigida a ninguna persona específica. Es simplemente mi opinión como la que tú expones respecto a tus creencias. No tiene que ver nada con el juicio moral de una persona. Por supuesto puedo ser creyente por múltiples motivos y viceversa. Puedo aceptar o negar evidencias. Puede mi inconsciente traicionarme o informarme. Puedo no creer por razones subjetivas y puedo ser creyente por motivos mercenarios y poco altruistas. No existe ningún rasgo paranoico sino simplemente una opinion entre muchas.
      Un saludo cordial. Sigo leyéndote.
      Santiago Hernandez

      • Isidoro

        Amigo Santiago: Ya sé que no acusas a nadie personalmente, (tu bonhomía es patente, y es un faro para nosotros), pero yo siento que acusas a la humanidad en su conjunto, lo que casi, casi, para mí es peor.

        Es un tema teórico sobre la naturaleza humana, y aquí entra en juego, la sensación interna, y existencial, del optimismo-pesimismo sobre el humano en general.

        Yo creo que el cristianismo en sí, con su fundamentación sobre el pecado-culpa-redención, es el origen de ese sesgo pesimista de muchos hacia la naturaleza de la humanidad, que se ha transmitido a la cultura moderna actual, en la que estamos buscando perpetuamente chivos expiatorios.

        Claro que no puedo obviar los grandes errores e imperfecciones que tenemos los humanos, sobre todo en lo referente al conocimiento de la realidad, lo que se traduce en malas decisiones, y tampoco olvidar las patologías y disfunciones de nuestra mente.

        Pero eso son errores y disfunciones, que es muy diferente de la verdadera maldad. Por eso yo a veces he dicho que la maldad no existe, sino que lo que existe es la patología y la ignorancia.

        Poco a poco vamos haciendo progresos en ese sentido: ¿consideramos igual a un antiguo “vicioso borracho”, que a un alcohólico diagnosticado?.

        Somos humanos, amemos a la humanidad. ¿por qué hemos de pensar que la crítica a la idea de Dios, es fruto del odio a su figura, y no podemos pensar que es fruto (quizás equivocado), del ansia de conocer la verdadera realidad del Universo?.

        Seamos objetivos y neutrales, pero si hemos de pecar de sesgos mentales, parece razonable que lo hagamos a favor de los nuestros, y no en contra.

        Creo que la peor figura que puede uno ocupar es la de fiscal de la humanidad, envenenados de odio y deprecio hacia la humanidad, que somos nosotros, nuestros padres, hermanos y primos.

        Sé que aquí entran los sesgos existenciales, del medio lleno y el medio vacío. Y los mayores tenemos una tendencia natural a criticarlo todo, y a ser viejos gruñones, (que noto que no es tu caso).

        Te diré una cosa que me confirma y me consuela. La idea de que Dios es al tiempo justo y misericordioso, me confirma en mi optimismo: para mí es señal clara de la inocencia real, (aunque llena de imperfecciones, por ahora), de la humanidad.

        La mayor misericordia es reconocer la justicia.

        Afectuosamente, de verdad, (ya sabes que yo no suelo prodigar esas efusiones).

        • Santiago

          Muchas gracias Isidoro, aprecio mucho tu sinceridad y me siento privilegiado por tu amistad de largos años..No creas que por centrarme en la exposición de la fe, a grandes rasgos, he perdido humanidad o no comprendo al ser humano como hermano nuestro en la lucha diaria por sobrevivir los avatares de la vida…Sin embargo, no creo que acuso a la humanidad en su conjunto sino expongo los hechos que están a vista de todos..

          Sin duda, el mal es una disfunción grave y un gran error intelectual al creer que nuestra mala acción en sí misma nos proporcionará la felicidad, al menos personalmente. Sin embargo, no se trata solamente de mí, sino de todo lo que me rodea. Por tanto, soy responsable de mis acciones “malas” cuando, aún en confuso, me doy cuenta que éstas tienen o van a tener pésimas consecuencias y que además yo puedo evitarlo. El reconocer esto -que en la sociedad actual no es políticamente correcto- es el primer paso para mejorarnos como persona. ¿Quiere esto decir que debemos ser pesimistas y hundirnos en la desesperación de una falta o muchas faltas graves?…Pues todo lo contrario, en el optimismo encontraremos una oportunidad para salir de la consecuencia de mi acción, reparar cuanto pueda y empezar de nuevo.¿No es eso lo que muchos, al menos, intentan o intentamos cada día? No estoy hablando de los que parecen inmersos en el mal y no intentan siquiera, ni esperan, salir de ese estado y que ya han perdido la noción de todo bien moral como los sicarios comprometidos hasta el tuétano con el crimen organizado, la trata de niños y mujeres, los desfalcos institucionalizados etc etc..pues de todo estamos informados por los excelentes medios de comunicación de esta era actual…y de todo hay en la “viña del Señor” bajo la apariencia del bien..

          Por eso, no hay que juzgar la profundidad de cada ser humano que es un abismo de secretos..De lo que hablamos es de la existencia del mal y como sobreponernos a ello…Desde la fe que es una virtud tenemos que situarnos en el “medio”. Es verdad que Dios es misericordia infinita pero estaría demás nuestra vida espiritual racional en la libertad que se nos otorgó si Su misericordia también salvara a los que persisten en el mal per se, y sin ningún arrepentimiento con un endurecimiento tal que rebase hasta la misma muerte.

          Por eso, existen 2 extremos contra la virtud de la esperanza: la presunción de mi salvación a pesar de no querer convertirme al bien conocido por mi y la desesperación al pensar que ya estoy irremisiblemente perdido..Pero la virtud se encuentra en el “medio” y la justicia divina es parte de la misericordia. Sin misericordia la justicia sería crueldad y sin justicia la misericordia sería gravemente defectuosa y pusilánime pues todo mal grave necesita una reparación que compense la ofensa injusta, y en Dios tanto la justicia como la misericordia son sincronicamente infinitas. Dios no salvará a quien no desea ser salvado y exigió fundamentalmente el mal para siempre.

          Claro que Dios es mucho más misericordioso que justo y nos da a TODOS la gracia suficiente, no sólo para persistir en el bien, sino para arrepentirnos hasta en el último momento de nuestra vida como le pasó al ladrón junto a Cristo en la Cruz…El ladrón hizo un examen de su vida en los últimos momentos de la c r u z y se encontró malo…y lo reconoció..y al fin se volvió hacia Jesús moribundo y en aquel momento El concedió a aquel pobre hombre el perdón plenario de sus delitos y es de la única persona que sabemos con certeza evangélica que se encuentra en la gloria junto a Jesucristo.

          Claro que “esa” misericordia nos vuelve optimistas pero sigamos en “el medio” y agarrémonos de la misericordia divina para que Su gracia nos mantenga en el camino del bien y de la honestidad. Y que no “nos deje caer” en las tentaciones diarias que nos ofrece la vida.

          Es por eso que la lucha de Jesucristo en esta vida terrestre fue (y es) contra las fuerzas del mal, el mal opuesto diametralmente el bien eterno y que es capaz de destruir temporalmente el Reino de Jesús, reino de luz, de paz, y de sosiego espiritual.

          Creo que me he excedido en la extensión. Sabrás disculparme.
          Saludos cordiales

          Santiago Hernandez

  • Claro que está muerto. Más muerto que el de la iglesia del Cristo o Jesucristo. Que el de la BIBLIA DESENTERRADA. Otra cosa es el hombre de Nazaret proveniente del ,HOMO SAPIENS-El hombre de Nazaret, no tiene nada que ver con el de Belén,o sea el la fabulosa iglesia llamado EL SALVADOR, el  que con treinta años sale de su casa a predicar su buena noticia (ANDA QUE TENÍA  PRISA POR SALVAR AL MUNDO¡¡¡¡ Y ESO QUE a los  12 años les da lecciones en EL TEMPLO DE JERUSALEN A LOS SACERDOTES MAS SABIOS)¡¡¡y ¿que decir DEL PADRE que en la parábola del DEL HIJO QUE SE MARCHA DE CASA, SE GASTA LA HERENCIA, y al volver ESE PADRE LO RECIBE TAN FELIZ. ¡¡¡¡Y, por supuesto!!!! NO TIENE MADRE¡¡¡¡!!! Está claro, nunca admitirá esta fantasiosa eklesia que el CREACIONISMO ES UNA FÁBULA que ya no se la traga ni el más estúpido. Pero claro se les van los milagros y las vìrgenes, los sacramentos y su propia sacralidad, y ya está en marcha la desbandada. En el fondo es PODER Y DINERO Yo no dudo, que hay personas buenas dentro de su APRISCO entre los sencillos ,,,,,,¿de buenaya fe?.Ahí hay mucho miedo.Hace algún tiempo escribió JOSE MARIA CASTILLLO : !!!Ay¡ si yo tuviera libertad y  pudiera escribir sin miedo, A MIS AÑOS YA¡¡¡ por que a mis años…..¡¡Y la iglesia puede hacerte mucho daño,  como le hizo a CKRISTTOFER SARANSHA.A MI INOLVIDABLE JUAN LUIS HERRERO DEL POZO….Y como él mismo dice: La iglesia no puede cambiar,tiene que desaparecer ni aunque le hagan decir a su Jesucristo “que sus palabras no pasarán…¡¡¡¿lo dijo él?. John Selby Spong ha escrito: Sabemos que hay SOLO un 6% de  PALABRAS  SON DE JESUS DE NAZARET,,,,,,,Y le creo

  • ana rodrigo

    Como dice Gonzalo, ha muerto el Dios que nos habíamos creado nosotr@s mism@s, y aún está por nacer el Dios que exista, porque nadie lo ha visto ni oído.

    Otra cosa es lo que nuestra razón/intuición nos diga o nos digamos a nosotros mismos

    Podemos intuir que la existencia del bien por antonomasia es lo mejor para el universo, podemos suponer que, de existir Dios o lo que hiciese posible la existencia de este universo del que apenas sabemos nada, llevaba intrínseco el bien en las leyes de la evolución de todos lo que existe, y que nuestra racionalidad acepte este principio y que, además nos incorporemos a este plan. El que haya habido personas que lo han llevado a cabo en plenitud, como Jesús el Galileo y otras personas, nos señala el mejor de los caminos posibles: amar al prójimo como a nostr@s mism@s y amar al medio ambiente.

    Después, en la vida cada persona puede optar por el referente que elija, sea religioso o no, con el principio del BIEN por delante. Al fin y al cabo somos una mijita de esa gran energía que hizo y hace posible el universo y que se suele llamar Dios.

    A lo largo de la historia el ser humano ha anhelado siempre crear dioses, alguna diosa y, las religiones han hecho el resto. Teologías inverosímiles y principios éticos en nombre de Dios.

     

  • carmen

    Por cierto. Ahora me ha dado por leer cosas sobre el antiguo Egipto. Es un tema que siempre me ha fascinado y ahora tengo tiempo.

    Bueno, bueno y bueno. Nuestra Religión hunde sus raíces en la religión de aquel Egipto. Es alucinante todo. Pero vamos, una cosa sorprendente. Cuando leí que normalmente sus dioses los agrupaban en triadas: un padre, un hijo y la madre del hijo, es que aluciné. Y cómo el dios de Tebas, Amón, dio lugar a la primera religión monoteísta, es que no salía de mi asombro. Es como el Dios de Israel. Tal cual. El mismo. Hay textos de oraciones o salmos o lo que sea eso  que los sacerdotes le dedicaban a Amón, que se podrían leer en misa.

    Y pensé, cómo es posible? Y claro, resulta que la cultura Egipcia tuvo tantísima influencia que los griegos y posteriormente el imperio romano adoptaron cosas de ellos. Es alucinante.

    Y luego el pueblo judío, con su Dios bipolar. Dónde empezó todo? Pues tengo un amigo que sabe mucho de estas cosas y me contó que , en fin, da igual. No me van a hacer caso.

    Lo encuentro todo fascinante. Cómo El Templo y el Poder son el binomio perfecto. Pero no desde Constantino, que va…desde todos los siempres. Es superinteresante todo. Porque en realidad nuestras raíces no son judías, son Egipcias. Vas uniendo piezas sueltas, van encajando, y de repente todo cobra un poco de sentido.

    Claro, supongo que ni caso me van a hacer.  Y no me importa en absoluto. Me apetecía contarlo.

    • carmen

      Conclusión, de momento.
      Se ideó una nueva religión. Con Jesús como Dios. Pobre Jesús. Parece , como dice Joaquín Sabina, que el destino le jugó una broma macabra.
      Y la grandeza de Jesús, para mí, es esa idea de Padre Nuestro. Nuestro. De todos. Porque hasta entonces los reyes, emperadores, faraones etc eran divinos, tenían hilo directo con Dios. Algunos hasta estaban convencidos de que en realidad ellos eran dioses.
      Y llega Jesús y dice, padre nuestro. Nuestro.
      Y al final lo convierten a él en hijo de Dios, literalmente hijo suyo. Es una historia brutal. Menuda tergiversación.

      Es un tema Súper interesante. Los seres humanos necesitan dioses. Necesitan explicaciones de lo que no entienden. Y se recurre a un montón de dioses que todo lo controlan. Me parece absolutamente lógico. Poco a poco se van haciendo sincréticos, hasta que se llega a la ideas de un solo Dios, que todo lo controla. El ser humano se hace monoteísta. El siguiente paso lo dará Jesús de Nazaret. No , dios no tiene elegidos, es el padre de todos. Pero eso no se entendió. En absoluto.
      Y ahora estamos en un buen jaleeeeeeo . porque el dios de Jesús no lo entendemos, no vemos por ninguna parte a un Padre. Pero es que ya, aceptar que Jesús es hijo literalmente hablando de Dios, eso ya…o sea.
      Quizás si hubiésemos entendido lo que Jesús intentó comunicar… Dios solamente desea que nos cuidemos unos a otros. Pero ese paso nos lo saltamos. Porque lo convertimos en Dios a él mismo.

      Así que no nos aclaramos ni con lejía. Salvo los que están convencidos de que Jesús es hijo de Dios.

      Es un tema fascinante este de las religiones y su relación con el poder político. Fascinante.

      En fin. Que cada cual haga lo que pueda, si es que le interesa el tema, porque muuuuchas personas ya han tirado la toalla. Y encima se la cargan. Esto es tremendo. Pero bueno, al menos creo, me parece, diría que le hemos perdido el miedo a Dios. Que no es poco.

      Y seguiré leyendo .

      • carmen

        Porque la idea de la vida más allá de la muerte y eterna, ya me dirán si en nuestra civilización no tiene un origen en el antiguo Egipto. Porque judía no es. Además, si es que la historia del pueblo judío tiene muchísimo de ficción. Supongo que como todas.
        Y ya me callo.

  • carmen

    Está claro que, como dijo alguien aquí, no recuerdo exactamente qué, todo radica en el sentido que le demos a la palabra Dios. El señor Haya tiene toda la razón. Y él no es una persona desfundamentada y sin formación teológica como lo pueda ser mi persona. Lean lo que dice, por favor, léanlo.

    Me he prometido a mí misma no hablar más de este tema. Nos enredamos, salen cientos de comentarios, la gente protesta, se aburre…y en realidad damos vueltas y vueltas sobre la misma idea. Como burricos sacando agua de un pozo. Cada uno con su idea de Dios. Para unos Dios es sinónimo del Dios de Jesús. No hay otro. Él es Dios. Es el único Dios posible. Y quien no crea que Jesús es el mismo Dios, no cree en Dios. Fin.

    Pero otras personas pensamos otras cosas. Y claro. Si unos hablan dando un significado a la idea de Dios y otros hablamos con otra idea y utilizamos la misma palabra, la falta de entendimiento está servida. Insisto, lean el comentario del señor Haya, de él se pueden fiar, es teólogo. Ha escrito mil libros. Sabe de lo que habla.

    Buen día a todos, a todas.

  • Román Díaz Ayala

    Carlos F. Barberá nos ilustra con la portada de la revista Time de 8-4-1966 y su titular: Is God Dead?  que le sirve de acomodo para el título de su entrega de hoy: Dios no ha muerto. Hace unos días Antonio Duato medio se nos quejaba de que la comunidad atriera  mostrara interés en preguntas teológicas radicales, quizás descuidando otras.

    En 1966  William Hamiltón escribía: “ Yo soy teólogo protestante, trabajo en los Estados Unidos y me ocupo de “la muerte de Dios” como acontecimiento teológico y humano . En general , en américa la discusión pública sobre la idea de “la muerte de Dios” no desierta mucho interés y acabó suscitando una discusión teológica en diarios y revistas, que muy raras veces admitían que sus páginas se llenasen de semejantes futilidades. América sigue siendo un mundo espiritual que no sabe cómo salir de apuros con el  tema de la teología; la peculiaridad de la teología radical o teología del “Dios ha muerto” consiste en haber conseguido romper esa nerviosa  esa nerviosa falta de costumbre y ese silencio´´.

    Para Hamilton la frase “Dios ha muerto” era simplemente una expresión retórica que impresiona y escandaliza, pero que para un nuevo grupo de protestantes ( En América)  era su contribución al panorama general  del problema o tema “ateísmo” en Occidente.

    La revista Cuadernos para el Diálogo publicaba en 1966  en su serie Nuevos Documentos un trabajo colectivo por el eco que había tenido esta iniciativa en Europa, titulándolo La muerte de Dios y con un subtítulo muy significativo : Ateísmo y Religión frente a la realidad actual. Lo prologaba José María G. Caffarena quien movido por los aires del concilio se reafirmaba en la tesis del diálogo con los no creyentes quejándose al mismo tiempo que fuese un libro donde sólo destacaba como autor  un español, José María González Ruíz. Eran los años del nacionalcatolicismo, y el diálogo  solo se podía ocasionar en los pequeños grupos de la oposición clandestina y la militancia de los partidos y sindicatos de inspiración marxista.

    Hoy no podemos seguir llamando “teología radical”, a lo que es un contraste con  las distintas formas de teísmo ( concebir a Dios como ente infinito, que se distingue del mundo y lo trasciende como creador providente), de deísmo (admitiendo la existencia de Dios creador, pero negando su providencia), o el panteísmo (no existe una distinción real entre Dios y el mundo)

    • carmen

      Entiendo a Santiago perfectamente.
      Entiendo a Carlos el autor del artículo. Son posturas claras. Por eso las entiendo. Mantienen una línea de pensamiento que no comparto, pero si puedo entender lo que dicen. Pero a ti no logro entenderte. Lo mismo me da la sensación de que piensas como ellos y otras veces , pues no.
      Pero bueno. Solamente te lo quería decir.

      • Román Díaz Ayala

        Pienso como ellos. En eso no te equivocas. En cuento a lo demás haré esfuerzos n ser más claro.

        • carmen

          No.
          Si no es que no entienda lo que dices. Te expresas muy bien. Creo que la postura, la postura que tomas me confunde. A veces entiendo una cosa y otras veces otra.
          Ya sé que piensas como ellos. No paras de aplaudir a Santiago. Pero sin embargo…algo no me encaja. Supongo que será cuestión de esas contradicciones internas que todos tenemos. O no. Yo qué sé…

          • Román Díaz Ayala

            las claves del entendimiento es un corazón abierto al amor. El corazón tiene razones que la razón no comprende. Mi afinidad con Santiago es mi paisanaje. Es de mi provincia (Oriente). Y la comunión en el Espíritu, vivimos una misma fe, aunque revestida en ocasiones con un lenguaje distinto. Somos Iglesia.

  • Alberto Revuelta

    Los muertos que vos matáis gozan de buena salud. Del Tenorio

  • mª pilar

    Dios es, esa maravilla que llevamos grabada en nuestra misma entraña.

    Nos invita a: ¡SER! 

    Desde su mirada, y cierto, si es Dios, no puede intervenir, solo lo experimentarán aquellas personas que le quieran escuchar desde el hermoso Proyecto de Vida que Jesús el Galileo dejó en nuestras manos.

    Es “cosa” nuestra como queremos pasar por la vida, y ahí es donde se manifiesta como aliento, fortaleza, presencia íntima y personal.

    Sobran las palabras…hay que hacerlo Vida…en nuestra vida cotidiana.

    • mª pilar

      Me he quedado corta:
      También está, en todas las personas de cualquier creencia, que lleven a cabo aquella manera de ¡SER y actuar!

      El Misterio-Dios, es, para toda persona que haga realidad el Amor.

  • Gonzalo Haya

    El Dios que ha muerto es uno de tantos ídolos que nosotros nos hemos construido porque queremos un Dios tangible y manejable. Dios es el indefinible, el que actúa desde nuestras conciencias inspirando ideales de justicia y misericordia. El Deus absconditus que nuestros místicos descubrieron hace muchos siglos. Muchos, que niegan la existencia de Dios, la están afirmando con su comportamiento generoso en ayuda de los más desfavorecidos. “Obras son amores, que no buenas razones”. Jesús mostró su creencia en Dios al subir a Jerusalén, desafiando a sacerdotes y gobernadores, para proclamar su reino, su sociedad, de igualdad y fraternidad.

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