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¿Anormalidad democrática? (Carta a Pablo Iglesias)

 Hermano Pablo:

Cuando leí esas palabras suyas: “No hay situación de plena normalidad democrática en España”, confieso que me alegré. Pensé que iba usted a referirse a la falta de listas abiertas en las elecciones, o a esa férrea disciplina de partido que convierte a los partidos en sectas y hace que los parlamentarios sean representantes del partido en vez de representantes del pueblo. A la necesidad de suprimir esas campañas electorales tan mentirosas como millonarias. Y al hecho de que los partidos no sepan ponerse de acuerdo para renunciar a toda participación en el nombramiento de altos cargos del poder judicial… Realmente, no reflejan esos datos mucha normalidad democrática.

Pero luego sigo leyendo y me encuentro con que usted no dice eso sino de que los líderes de dos partidos que gobiernan Cataluña, uno está en prisión y el otro huido.

Dicho así, uno piensa que se ha quedado usted corto: parce obligado añadir que no hay normalidad democrática porque un presidente que gobernaba Baleares (Jaume Matas)  está en la cárcel; otro presidente de Andalucía (J. L. Griñán) está en prisión; un vicepresidente del gobierno de España (R. Rato) ha estado en prisión. Quizá dentro de poco  podrá usted añadir que dos presidentes que han gobernado Madrid (Cristina Cifuentes e Ignacio González quien, si no me equivoco, tiene aún una causa pendiente) están en prisión. Para no hablar de diversos alcaldes de Andratx, Totana, Boadilla del Monte, Santa Coloma de Gramanet, todos ellos en la cárcel…

Pero esto me lleva a la conclusión de que lo que usted quiso decir es que falta normalidad democrática porque la ley es igual para todos y no debería ser así para nuestros líderes… Lo cual me parece una aberración democrática.

Por supuesto me dirá usted en seguida que eso no es verdad: porque todos esos que le he citado están en prisión no por ser líderes sino por ser delincuentes: no son presos políticos sino políticos presos. De acuerdo; pero entonces me sorprende más el que usted hablara solo de “líderes de partido que gobiernan Cataluña”, sin aludir para nada a los otros presos y a si se han cometido delitos o no. Porque si no son delincuentes y están en prisión, la anormalidad no está en que fuesen líderes (¡eso es lo de menos democráticamente hablando!) sino en que son inocentes.

Y bien: personalmente yo creo que esos dos señores cometieron en realidad un delito. Son muchos los juristas (en Cataluña, en España y en Europa) que piensan lo mismo y, en cualquier caso, cuando uno sabe que su opinión no tiene validez universal, debe aceptar la posibilidad de estar cometiendo un delito, exponiéndose a la pena. Eso mismo parecen mostrar las confesiones (durante el juicio) de que la declaración de independencia había sido hecha solo “de manera simbólica”: pues, aunque el acusado tenga derecho a mentir en defensa propia, ese modo de hablar muestra que los imputados distinguían perfectamente entre un acto simbólico inocente y lo que ellos habían hecho. Y sin conciencia de delito tampoco se entiende que un presidente se escape sin avisar a los suyos, escondido en la trasera de un coche…

Debo aclarar que, en mi opinión, no se trató de un delito de rebelión y que (aun en el caso de que se les acuse de sedición) la condena me parece desproporcionada, y esa exageración es la que hace que unos políticos presos puedan aparecer como presos políticos. Si valiera para algo el presumir, podría decirle que, ya el mismo día en que apareció la primera demanda del juez Llarena, le escribí una de estas cartas (que igual se encuentra todavía en los fondos de este portal digital). Pero que se haya exagerado el delito no quiere decir que no hubiera delito.

Amigo Iglesias: Otras veces he admirado y aplaudido que alguien de Madrid se atreva a hablar de una España plurinacional, y a proclamar el camino de un referéndum legal para solucionar el problema catalán. Aunque pienso también que, para una materia tan seria, no puede bastar una mayoría del 51% porque esas cifras son muy oscilantes y entonces tendríamos que estar haciendo referendos cada dos por tres. Si para cambiar la Constitución, creo que son necesarios dos tercios, a un referéndum como este habría que pedirle una mayoría de al menos el 60%.

También creo que, dado que aquí se ha cometido una injusticia, hay que buscar la manera de repararla mediante alguna forma de indulto, amnistía o cambio del texto legal pactado con los condenados. En todo esto le aplaudo. Por eso me decepcionan más esas salidas de tono que unos atribuyen a afán de protagonismo, o al hecho de estar en días de elecciones y yo no sé a qué atribuir.

La mayor anomalía de nuestra democracia creo que es la falta de ética. Hemos hecho de la ética una pistola con la que disparar al adversario, en vez de una autoridad suprema a la que someterse. Por el bien de la democracia yo me atrevo a pedirle que se desdiga usted de esas declaraciones. Lo pido con la misma fuerza con la que pido al señor Casado que reniegue de todo el pasado de su partido, que pida perdón al pueblo español y a sus votantes, en lugar de escudarse con que él “no estaba allí entonces”.

Hace aún pocos años, el 15M despertó en muchos la ilusión de que “otra política es posible”. Desgraciadamente, y en poco tiempo, Podemos ha desmentido aquella ilusión y nos ha mostrado que solo saben hacer la misma política. A pesar de todo (como pide Arcadi Oliveras, ya en las mismas puertas del más-allá), algunos vamos a seguir proclamando que otra política y otra democracia son posibles. Lo proclamaremos porque sabemos que, aunque nadando contra corriente sientas que avanzas poco, si no sigues en ese empeño, se te lleva la corriente.

Y temo que eso es lo que les ha ocurrido a ustedes.

——————-
P.D.- Me permito reproducir la citada carta al juez Llarena. Era del 27 de febrero del 2018.

¿Puede un simple ciudadano expresar respetuosamente su perplejidad ante algunas actuaciones de la justicia que considera injustas? Me estoy refiriendo al problema catalán y por eso debo comenzar diciéndole que, antes de esta carta, me he sentido llamado a criticar los pasos  del independentismo: no porque crea que no se puede ser independentista, sino porque estimo que se ha llevado a cabo el proceso a base de ilegalidades, mentiras y falta de democracia auténtica…

Pero una vez dicho esto, creo que combatir la injusticia injustamente es un modo de acabar fomentándola. Por eso no puedo solidarizarme con la decisión de mantener en prisión preventiva tan prolongada, a los inculpados por el proceso catalán. En cuanto yo sé, la prisión preventiva es una decisión que se toma sólo en última instancia y para evitar que el imputado pueda influir en el proceso. Si se teme que vuelva a delinquir, queda el recurso de volver a encarcelarlo, pero no por eso se le debe negar de antemano la libertad, a menos que exista un peligro para la sociedad que no se da en este caso. Y si además dejan su acta de diputado desaparece ese peligro.

Hay dos principios fundamentales en el derecho romano que me parecen aplicables aquí: el “summum ius” puede convertirse en “summa iniuria”; y hay que estar siempre “in dubio pro reo”. Porque si no, se corre el riesgo de que luego el presunto reo sea absuelto o condenado a una pena menor que la prisión que ha tenido que soportar. Lo cual hiere gravemente la confianza en la justicia y acaba convirtiendo en “presos políticos” a los que en el principio eran simples “políticos delincuentes”.

No entiendo por eso que un juez pueda dar un veredicto de prisión preventiva amparándose en las consecuencias políticas que pudiera tener la libertad, en vez de ceñirse a las razones jurídicas. Y mucho menos, si ha recibido un aviso del gobierno sobre esas consecuencias políticas: porque así vuelve a minarse la confianza en la justicia. Comparto por eso la opinión de Amnistía Internacional que considera “excesiva y desproporcionada” la permanencia en prisión de Jordi Sánchez.

Usted quizás habrá visto la película de Spielberg sobre los papeles del Pentágono. Las consecuencias políticas de no condenar al New York Times ni al Washington Post eran entonces mucho más terribles que las que podrían seguirse de la libertad de los encarcelados catalanes de hoy. Sin embargo, el Tribunal Supremo de los Estados Unidos supo ser fiel a la imparcialidad de la justicia. Por otro lado, si queremos atender a las consecuencias políticas, mucho más graves me parecen las que pueden seguirse ahora de una ruptura aún mayor de la convivencia entre los catalanes, que va a necesitar mucho tiempo para rehacerse. Y créame que convivir en ambientes de odio, desautorización y hostilidad previos, es de las cosas más trágicas que nos pueden ocurrir.

Me parece finalmente que la acusación de “rebelión y sedición” es también excesiva y desproporcionada para los autores de la declaración de independencia y, en este sentido, habría que haber tenido más en cuenta la decisión de la justicia belga cuando se negó a entregar por esos delitos a los huidos a Bruselas. Las sesiones de septiembre en el Parlament catalán fueron vergonzosas y ridículas, pero no fueron una decisión impuesta “pistola en mano”, como la famosa del coronel Tejero en aquel lamentable 23F. Y otra vez aquí me parece aplicable el principio de “in dubio pro reo”.

Perdone Ud. esta carta que no es un ataque personal hacia alguien a quien no conozco y que tiene además fama de persona serena. Quiere ser sólo una respuesta a eso que se nos dice tantas veces a los ciudadanos (sobre todo si nos dedicamos al mundo de la pluma): si puedes.

14 comentarios

  • M.Luisa

    La expresión “conducta incívica” que ayer pronunció el presidente P. Sánchez al referirse al rey  en su última entrega financiera  en  Hacienda  Tributaria ¿No obligaría  aquí y ahora a rebatirla con la misma  firmeza que  en otras ocasiones,  doblegando la realidad política,  se han venido  manipulando los conceptos?    Conducta incívica en mi tierra es echar un papel al suelo, por ejemplo… La conducta del rey, el rey que tuvo que huir, no es una conducta incívica, sino una conducta de-lic-ti-va, con todas las letras,   al pan, pan y al vino, vino

    ¿Cómo, si se consienten semejantes tergiversaciones, podamos algún día   entendernos?

     

  • Javier Peláez

    Los excesos lingüísticos en realidad no conducen en realidad a mucho.Por ejemplo,vemos que un cantante entra en prisión por una canción ,cosa que yo estoy en contra como Amnistía Internacional y como el TEDH .Pero veamos en Twitter surge el hastagh #SpainIsaFascist State…y yo comento en Twitter:Chiquitines os voy a explicar lo que es un estado fascista.Teodoro García Gómez ve en un bar a Franco en tv y grita:”Me cago en Franco!!!”.El TOP le casca un año de prisión en 1963.Sin publicidad de ningún tipo el comentario y por el TOP. De qué sirven los excesos o la violencia gratuita…De nada,de nada…En democracia la violencia sólo perjudica las causas…y los excesos lingüísticos y emocionales perjudican el razonamiento,el diàlogo racional y la mejora de las cosas….Obsérvemos como algunos tontos,incluido Willy Toledo (que por lo demàs me cae bastante bien)le han hecho la campaña a Vox ….Si al Abascal y al negro de Colacao de Vox ,el Garriga de Concicao,le encanta ser acosados…Y digo negro porque es mestizo y porque le considero más español que Don Pelayo,por lo menos tan obsesionado con los musulmanes como Don Pelayo….Recuerdo que en el Teatro del Barrio ví una obra de teatro/monólogo de una española de orígen familiar guineano divertísimo sobre su vida como española y las explicaciones que tenía que dar por ser negra…No es que yo tenga muchos amigos negros(de color,me parece cursi),pero vamos a discutir quien es español si todos sabemos que español es el que no puede ser otra cosa…Por lo demás el Garriga parece como si por condición de mestizo,tuviera que hacerse perdonar algo ….para ser aceptado……Se que esta reflexión no es muy correcta,pero un negro o mestizo racista  en una sociedad mayoritariamente caucásica(por no decir blanca porque aquí somos más bien cetrinos y un blanco parece un inglés como le pasa a una compañera mía valenciana que en Levante le hablan en inglés),un negro racista,me parece un sindiós aunque Vox es sorpendente el mayor vividor de lo público(Abascal el paguitas) llama paguita al Ingreso Mínimo Vital…

    • Javier Peláez

      Y se me olvidaba otra cosa contra los que están obsesionados con la islamización de Catalunya como el Sr.Garriga…Yo vivo en Barrio de la Concepción que tiene una cierta presencia islámica y quiénes se intentaron cargar el famoso mural feminista(que para mí es una obra de arte),los musulmanes? Jamás ,los señores de Vox…

    • Javier Peláez

      Cetrinos no somos,morenos…

  • Juan A. Vinagre Oviedo

    Suscribo el artículo de Glez. Faus, aunque por centrarse en las afirmaciones de P. Iglesias, como es lógico, no aluda a las “imposiciones poco democráticas” de los gobiernos independentistas de la Generalitat, por ejemplo en educación (una inmersión forzada en contra de los derechos de los niños), así como en cierta manipulación de la historia de España o de Cataluña… Ese tipo de enseñanza e imposiciones es déficit democrático, que manipula y dificulta la convivencia en respeto… A mí me parece que, si hablamos de democracia, esto es una de las primeras cosas a señalar. (Bueno, creo que José Ignacio sí ha aludido en otras ocasiones al tema.)

    Aquí y ahora, centrado en la referencia de P. I. a la democracia española, diría que es cierto, pero añadiendo que eso se puede afirmar de todas las democracias que hasta hoy han sido. Las democracias tienen solo poco más de dos cientos años de historia, y están siendo muy vigiladas y controladas por el PODER (también comunista), de modo que, en rigor, ¿hay alguna democracia en la tierra, que merezca tal nombre?  Algunas son mejores o menos malas que otras (por ejemplo, las nórdicas); pero mientras las democracias estén controladas, es preciso matizar bien, y no perder el sentido de la realidad, que nos obliga a andar con prudencia y precaución, porque hay lobos… La democracia USA no es un ejemplo: discrimina demasiado…   Vamos evolucionando hacia una democracia, que algún día merezca ese nombre plenamente.     Lo cual no impide que uno se arriesgue y diga y denuncie…, como un modo de remover poderes inaceptables, que dominan y someten…, pero empezando por lo más importante, sin echar cabos a quienes quebrantan leyes que nos obligan a todos. Aunque tampoco sean aceptables sentencias excesivas que afectan a muchos, muchos otros reclusos…

    La ética -también con la palabra-, debería impregnar nuestra democracia. Mentir o deformar la verdad histórica es también falta de democracia. El separatismo puede ser legítimo  y razonable, pero si se vale de la deformación de la verdad o mira muy a corto plazo o está dirigido por oligarquías de poder (aunque se revista de “pueblo”), puede representar un paso atrás más que un avance…

    Por último, eso de un “gobierno bicéfalo”, que señala Román, es para pensar una vez más en la solidez de nuestra democracia o en la madurez de nuestros gobernantes.

    Por eso las palabras de P. I. quizá sean más propias del escaparate electoral… Pero en este caso, me decepcionan, porque son más de lo mismo…  Y yo de Podemos esperaba y sigo esperando más rigor y más novedad… (Y también un poco más de humildad, de esa humildad inteligente.)

  • M.Luisa

    Mucho se habla de que  Puigdemont  está huido, pero yo me pregunto  ¿No se le ha visto,  menos en España, claro!  moviéndose  por toda Europa?

    Puigdemont  no se esconde! Si de algún modo, al respecto, pudiera hablarse de huida, lo que más se ajusta  a esta idea es que, si acaso huyó, fue para hallar justicia como así ha quedado demostrado por las sucesivas negativas de extradición de la justicia Belga.  Y con ello, por extensión, beneficiando    a los presos políticos que también por esta  deficiencia  democrática lo   están pagando en la carcel.

    ¿Acaso las transformaciones sociales se ganan sin mover ni un ápice la constitución?

    Acaso la herejía no ha servido a la Iglesia para avanzar?

    El horizonte de la legitimidad es mucho más amplio y profundo   que el de la legalidad.

     

  • Javier Peláez

    Yo suscribo que cometieron un delito los presos independentistas;delito sancionado desproporcionadamente en España comparado con otros países europeos como supe tiempo después al conocer las legislaciones europeas(cosa que no sabía el dia que dictaron la sentencia).Creo además que el punto flojo de la sentencia del proces es la tipicidad del delito de sedición.Tb creo que Rajoy gestionó “todo esto”,como diría él,fatal…En cuanto a las declaraciones de Pablo Iglesias hay que entenderlas en un contexto electoral,aunque lo más inteligente que he oído sobre esto es lo que dijo Maraña:no sé que puede ayudar a la mejora democrática que un vicepdte del gobierno haga este tipo de declaraciones,lo cual revela que su intención era electoralista…Por lo demás toda democracia es mejorable,sobre todo si se tiene una concepción democrática utópica como es mi caso,es decir,un desarrollo permanente y abierto de los derechos humanos,de todos,lo que evidentemente lleva a la superación del capitalismo (por el lado de los derechos económicos y sociales). Obviamente esta no es la concepción democrática de las derechas varias…

  • Nacho Dueñas

    Pablo Iglesias en este caso tiene absolutamente toda la razón.

    De hecho, mientras él ha dado argumentos de paso para justificar su afirmación, todo el mundo se rasga (no sé si por necedad o hipocresía), los políticos, de modo acrítico repiten como un mantra eso de “España es una democracia plena”, sin argumentar ni contra-argumentar. Por algo será.

    Érase una vez un matemático que dijo que dos más dos son cuatro. Y el colegio de médicos se le echó encima, y se exigió su inhabilitación. ¿Absurdo, verdad? Eso mismo pienso yo.

    Me recuerda al cuento de Ándersen del traje del emperador, que iba desnudo, y todo el mundo aplaudiendo al emperador…

    Y conste que yo no defiendo a Pablo Iglesias, pues a mí él y Podemos me han defraudado totalmente.

    Pero, carajo, ¿se atrevería el colegio de matemáticos a negar que dos mas dos son cuatro?

    • Román Díaz Ayala

      Hola, Nacho:
      Siempre se aprende algo nuevo. “democracia plena referente a España”. Había oído otras cosas: democracias imperfectas, seudo-democracias, democracias maduras… Aquí en España se hablaba siempre de poder llegar a una normalidad democrática, una vez salidos de la dictadura Era un mantra que significaba a todas horas que estábamos en proceso de consolidación y homologación. Luego significó otra cosa, pero dentro de mismo concepto de alcanzar una normalidad democrática.
      . Y así, también lo que aquí se repite como un mantra desde hace varios años : que todavía necesitamos una normalidad democrática. Al principio era porque veníamos de una dictadura y queríamos consolidarnos en las leyes democráticas, y luego, tras las varias crisis: el final del filipismo, los devaneos neoliberales de los gobiernos de Aznar, la crisis vasca, la que se montó tras el atentado terrorista de Atocha en el primer gobierno de Rodríguez Zapatero, la crisis del 2008, el 15 de Mayo de 2011, el llamado procés catalán etc.(Porque luego los problemas constitucionales se hicieron acuciantes)
      Iglesias definitivamente se equivocó se le vemos como un alto representante de la política de Estado, pero acertó si pretende seguir con el papel de agitador social. ¿A que en eso no se parece a ti, que no vendes tu ideología, aunque te ofrezcan un sinecura?

      • Nacho Dueñas

        Buenas noches, Román.
        No voy a caer en la trampa (no digo que sea o no tu intención) en llevar el debate a la crítica ad hominem sobre Iglesias.
        Pero como Diógenes, busco candil en mano a quién refute la afirmación de este vicepresidente, o que justifique la barbaridad de que “España es una democracia plena” (????).
        Va a ser que dos más dos no son cuatro.
        Saludos.
        Nacho.

        • Román Díaz Ayala

          De acuerdo , de acuerdo, que dos y dos son cuatro ( si yo cocinara las encuestas de opinión te respondería que depende que unas veces cuatro y otras cinco, pero no soy sociólogo)
          No es un argumento ad hominem, sino un enjuiciamiento a la actuación política de un personaje público ( o la actuación pública de un personaje político, pero yo creo que es más lo primero )
          La política es algo muy serio para ponerla en manos de un simple candidato, y si algo está demostrando es que no tiene altura. ¡Así les fue a EE.UU. con Trump! Ahora tampoco creo que no esté haciendo otra cosa que una descripción del personaje.
          Los votos de las izquierdas y las derechas a veces aúpan a personajes estrambóticos o peligrosos. Échale un vistazo al Parlamento español, a algún parlamento autonómico.

          Y aunque creas que pretendo hacer humor, te escribo desde la más profunda de mis preocupaciones. Tenemos por delante un desafío de futuro. Estamos llenos de incertidumbres y confiamos en el mejor juicio de las generaciones que nos preceden. Tú figuras en ellas.

          • Nacho Dueñas

            Amigo Román, esta crítica no es especialmente hacia tu persona, de cuya honestidad o buena fe no tengo por qué dudar.
            Ante el tema de que nada menos que un vice-presidente del gobierno diga al respecto lo que diga, y la gente, en uno y otro sentido calle lo que calle, no puedo menos que senti dolor y decepción.
            Los españoles debieran dividirse entre los que argumentan a favor y los que argumentan en contra de lo que ha dicho Iglesias.
            Que un miembro del gobierno haya dicho lo que haya dicho, y que al respecto se le lincha como se le está linchando, debiera merecer mucha mayor atención que la que la opinión pública le está brindando.
            Tambien me parecen que al respecto mis buenos amigos atrieros están demasiado callados.

        • Isabel

          Opino que se ha hablado mucho de él (de Pi) que es lo que pretende con sus capulladas, abriéndose hueco en la campaña a codazos por intentar no hundirse como en otras Comunidades. Mañana veremos si le han servido y más adelante si eso beneficia a Podemos.
          Por mi parte, que siga diciendo. Estoy con Felipe González en que no quiero “que saque la pata”. En gran parte, si el PSOE se mantiene bien e incluso mejora se debe más a méritos de Podemos que propios.

  • Román Díaz Ayala

    Ausencia de ética o vulneración de la ética que emana de los principios constitucionales. Tal es una cuestión que está más al fondo de no estemos en plena normalidad democrática. La sociedad ha evolucionado de una moral confesional instaurada por las instituciones del Estado, al reconocimiento de una sociedad civil, plural,  que se rige por valores y principios laicos dentro del marco de los Derechos Humanos. La clase política se ha ido perdiendo por el camino.

    Es cierto que a las declaraciones de Pablo Manuel Iglesias, vicepresidente del Gobierno, se le atribuyen muchas razones. Sólo que han concurrido dos circunstancias.

    Por un lado que un gobierno de coalición se hace entre partidos que ponen en común un programa de Gobierno, pero dentro de un Ejecutivo unipersonal, pero el Sr. Iglesias es fiel a sus pretensiones de un gobierno bicéfalo. Es su manera de interpretar que ha tocado el cielo, jamás  se permitiría una posición y, por tanto, una acción subordinada. Por  favor, no sueñe Ud. con que habrá rectificación; no se puede traicionar a sí mismo. (Ya sabe que la ética va por otros caminos)

    En política los actos se miden por sus resultados. Calificar a los judiciados y los judiciables del Procés de exiliados políticos, ha sido el mejor y más grande regalo que le haya podido hacer un líder político de izquierda a la  derecha catalana. El pretende llevarse como compensación liderar  la  vertiente soberanista ( y hasta republicana) del período de reforma que está por llegar. Las elecciones del domingo son su preámbulo.

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