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Canonizaciones. Milagros imposibles ¿o pueriles?

De siempre, me han parecido una injusticia, cuando no una puerilidad. Una intolerable discriminación de parte de Roma y, aparentemente, también de Dios. Casi siempre está de por medio el dinero. A veces es el oportunismo. Apropiarse de un genio, de un famoso, de un superhombre o una supermujer. ¿Por qué Dios favorecería a una determinada persona entre miles que piden lo mismo y están en similares condiciones? Y ¿por qué siempre se trata de curaciones corporales?

      Porque existen otros campos susceptibles de una intervención del todopoderoso y que reducirían la sospecha de fuerzas naturales todavía -y siempre- desconocidas. El sistema eclesiástico actual de responsabilizar a Dios de la santidad de una persona es inmoral. Es un descrédito del Creador. Tú, Dios, has hecho el milagro firmando la canonización. Si el canonizado no lo merecía –inclusive cuando se pruebe que no lo mereció–, la culpa es tuya por haber usado tus poderes taumatúrgicos en su favor. Todavía más inaceptable es que el Papa, al parecer ¡en directa comunicación con ese dios!, puede conocer que el candidato está en el cielo, sin necesidad de milagros. Sucedió con Juan de Ávila, sin ir más lejos. Pablo VI lo “dispensó” de los milagros y, en 1970, 400 años después de su muerte, canonizó al que la Iglesia había condenado y encarcelado como hereje.

   ———————————————

      Demasiados años los que había dejado transcurrir sin volver a Roma. Quise alojarme en el Colegio del Masquerone. Había sido mi primerísima residencia romana en la prehistoria de mi vida. A sólo dos minutos, el Tíber y via Giulia. A diez minutos, el Vaticano. Me propuse visitar el Pontificio Instituto Bíblico, el Colegio Español de via Sant’ Apolinare ahora museo, la Casa de Santiago y Montserrat en la que preparé mi tesis doctoral, el Palazzo del Sant’Uffizio, el Laterano, el Angelicum, el resto de la Ciudad del Vaticano, los Foros. En fin, tantos y tantos otros lugares, monumentos y rocas. En Roma todo es grande, fantástico, inmortal. Pero, sobre todo, quería ver a mis antiguos colegas de la Sección Doctrinal de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Cinco de diez siguen en Roma. Los cinco han hecho carrera. Tomko es Cardenal. Zlatnaksky, De Magistris y Girotti son obispos. Geppetti es alto funcionario del Santo Oficio. Los otros cinco, yo incluido, hemos elegido la diáspora, la libertad.

      Los llamé uno a uno. Con todos ellos me vi relajadamente en sus respectivos domicilios o en sus despachos. Pero el encuentro con Jozef Zlatnansky debía ser especial. Con él, durante ocho años, había compartido despacho, un salón de cien metros cuadrados. Dos amplias mesas enfrentadas, en la 2ª planta del Palazzo. Inconformistas los dos, críticos con la institución eclesiástica, compartíamos trabajo, ideas, cultura, confidencias de todo tipo, cotilleos curiales, ocio, comida. Juntos íbamos a las playas de Fregene y de Ostia. También a museos, conferencias, conciertos, a los Castelli, y a lugares los más turísticos. Él no tenía automóvil. Yo, sí, y lo compartíamos..

      Me citó en la Residencia Santa Marta. Después de la comida entre dignatarios del Vaticano que me iba presentando, subimos a la modesta suite de 40 m2 en 3ª planta que Zlatnansky ocupa en la Casa que Juan Pablo II hizo reconstruir y ampliar pensando en el Cónclave. Los Cardenales electores se alojarían en ese edificio. 106 suites, 22 habitaciones simples. Lo hicieron por primera vez para elegir a Ratzinger.

      Claro que Giuseppe (así habíamos traducido su nombre del eslovaco) se alegró de verme y evocamos los tiempos con Pablo VI, Ottaviani y Seper. Pero la mitra no dejó inalterado al antiguo oficial que otrora estaba deseando alejarse de Roma porque la consideraba inauténtica, despótica más que dogmática. Añoraba su Bratislava natal. En la postguerra se había refugiado en Italia. Un niño captado (raptado?) para un seminario católico. Le estaba vedado acercarse a su país, la Checoslovaquia roja. Sólo iba a Viena donde tenía amigos y familiares exiliados. No podía comprender que los occidentales libres, los no italianos, permaneciéramos en Italia y echáramos raíces en Roma.

      Ahora Giuseppe no era el mismo. Hablaba con responsabilidad de “pastor”. Juan Pablo II lo había ungido obispo y lo había encargado de las relaciones con los episcopados de la Europa oriental. Viajaba de continuo, me dijo. En la Curia era miembro de varios dicasterios. Me confesó que la pertenencia a la Congregación para las Causas de los Santos era su labor más dura. Y me mostró dos pesados volúmenes. Unas mil páginas. Ves, Celso, tengo que leerlos entre hoy y mañana. Todo versa sobre un milagro, una curación de una monja fundadora de un pequeño instituto religioso.

      Zlatnannsky, juntamente con una docena de personas (son 23, pero suele asistir la mitad) entre Cardenales y obispos, todos residentes en Roma, tendrían que dictaminar, en última instancia, si Dios había intervenido en una curación y, además, si la intervención divina había obedecido a la intercesión de la monja. Dejé hablar a Giuseppe. Claro que yo iba con mis ideas preconcebidas, fruto de larga reflexión. Quien fue y quien te ve!. Con Giuseppe nunca me privé de desembuchar. En los tiempos de colegas, él y yo éramos sinceros hasta la imprudencia. Ahora no había motivo para mostrarme timorato o prudente. Nada que perder. Arremetí. Lo acusé de inconsecuente, de tímido, de arribista, de inmoral, de irreverente, de aprovechado, de manipulador de la idea de Dios, de ignorante de la Biblia. Le espeté una frase del sabio español José Luis Sampedro (“La sonrisa etrusca” p.312) que, si bien sólo parcialmente aceptable, podría servir de colofón y sello a los cultivadores de la teo-logía: “La teología es contradicción en términos porque es absurdo razonar a Dios; el mero hecho de pretenderlo prueba el orgullo clerical”. Yo esperaba que, después de tal perorata, Giuseppe llamara al conserje o a un gendarme. No me echó de Santa Marta. Me tomó de la mano y me llevó a un paseo por los Jardines Vaticanos.

  ———————————————

       Durante todo el primer milenio del Cristianismo, no se requería milagro alguno para la proclamación de un santo. Tampoco intervenían los obispos, mucho menos el Papa. El culto a los muertos, y más si se habían distinguido por algo, era un fenómeno de todas culturas. Durante los primeros mil años del Cristianismo, no existía un Papa. A partir de Constantino el Grande, el obispo de Roma había ido creciendo en importancia por ser el titular de la capital del Imperio y porque Pedro y Pablo habían creado comunidades en Roma. El pueblo creyente “elevaba a los altares” (incluso físicamente) a quienes habían vivido de manera ejemplar o habían muerto heroicamente. Así lo siguen haciendo hoy todas las religiones y confesiones. Sólo el Catolicismo romano liga la canonización con el milagro. Fue a partir del siglo X, en evitación de abusos, cuando los obispos exigieron intervenir en la proclamación de los santos cristianos.

      Las facultades disciplinarias y doctrinales de los obispos fueron paulatinamente asumidas o controladas por el obispo de Roma. La proclamación de santos no fue una excepción. La avocación de facultades creció y creció. Ya en el siglo XIII Roma asumió en exclusiva el poder de canonizar. Sixto V, en 1588, creó el correspondiente dicasterio. Y llegó el Concilio Vaticano I, año 1870, que definió al Papa, entonces Pio IX, primado universal e infalible, con jurisdicción inmediata y directa en diócesis, parroquias y fieles.

      Hay un elenco de santos que nunca han existido. Surgen de la mitología o de los profundos anhelos de los fieles. San Jorge, Santa Bárbara, Santa Filomena y muchos más. Son santos o santas inexistentes, salvo en la imaginación y devoción del pueblo. Lo curioso es que operan “milagros” de manera semejante a otros santos que sí existieron, antes o después de que Roma asumiera las canonizaciones.

      Puestos a milagrear, sabemos de las facultades taumatúrgicas de algunos vivientes. Personalizando, yo estudié el voluminoso dossier sobre el hoy San Pio de Pietrelcina cuando todavía vivía. Además, tuve la suerte de visitarlo y departir con él unos minutos pocos meses antes de su muerte en 1968. La Curia romana seguia apretándole las tuercas. Durante cuarenta años, lo había perseguido y humillado. Lo había recluido para hurtarlo a sus fieles devotos y admiradores. Incluso le prohibió la administración de los sacramentos, particularmente el de la Penitencia. El pobre capuchino no era responsable de soportar las llagas en sus manos, ni de bilocarse, ni de curar, ni de leer la mente de sus penitentes. Poderes paranormales semejantes a los de otros humanos en la Historia. No necesariamente intervenciones divinas. Y bien, a su muerte, el Vaticano, aprovechando la popularidad del Padre Pío, olvidó sus reservas de cuatro décadas y tardó sólo diez años en beatificarlo. Luego, en 2002, Juan Pablo II lo canonizó. La Curia observó apenas los plazos establecidos. No así con Teresa de Calcuta, por la que Juan Pablo II sentía especial predilección. La dispensó de los cinco años a partir de su muerte (a.1997) para iniciar el proceso. Éste comenzó inmediatamente y fue beatificada en 2003. No está claro si con dispensa de milagro.

      Nadie duda de la actual complejidad técnica y burocrática de los procesos de beatificación y canonización. Esta complejidad se agudiza para algunos. A veces, se eterniza y se hace imposible. Juegan factores económicos, de poder, de influencia, de amiguismo, de estrategia, de casualidad. Y, por encima de todo, está la discrecionalidad y arbitrariedad del Papa de turno. Ya he citado el caso de nuestro Juan de Ávila. Es significativo que Juan Pablo II haya proclamado más santos que todos los Papas juntos de la Historia. Él y su Curia dieron por buenos cientos y cientos de milagros. Un despilfarro o una inversión. Según algunos entendidos, una devaluación de la “santidad” canónica.

 ——————————————

      Pero ¿es lícito hablar seriamente de intervenciones puntuales de Dios en las canonizaciones? Mi opinión es claramente negativa. A Dios nadie le ha visto. Creemos en él y lo idealizamos. De Dios sólo tenemos conceptos acomodaticios y antropomórficos. De la Historia de las Religiones y de la Historia en general cincelamos y adornamos el concepto de Dios. Pero podemos filosofar sobre el ente que llamamos Dios. Matizando la frase de J.L. Sampedro, razonar es lo que nos atrevemos a hacer con respecto al Dios en que creemos. Como queda escrito más arriba, resultan chocantes los milagros que se barajan en las canonizaciones. Siempre son curaciones de enfermedades, normalmente funcionales. Hay otros muchos hechos y fenómenos, incluso más espectaculares, que se atribuyen a fuerzas naturales paranormales. En concreto, la bilocación, la multiplicación de panes, la lectura del pensamiento, son considerados fenómenos raros, pero no atribuibles al Dios que admitimos y en el que creemos.

      Un dios que discrimina a sus criaturas, aunque sea positivamente, no es el Dios. Un dios que encumbra a los ricos y famosos, a los fundadores de algo, a los amigos de los jerarcas, postergando a los humildes y anónimos, ése no es el Dios. No se trata de negar que Dios pueda intervenir en el proceso natural de la vida y de la Naturaleza. Es que implicar a Dios en tales hechos y para tales fines es simplemente un imposible, un infantilismo que conlleva la negación de Dios. Los fenómenos inexplicables son sólo eso, inexplicables. No se puede achacar a Dios algo que podría proceder de un ídolo, de un patrón, de un mandarín. La hipótesis de que Dios ha creado el mundo con sus leyes es la más plausible. Resulta absurdo que cada poco, incluso una sola vez, ese Dios haga excepciones a sus leyes. Todavía más absurdo cuando se lo demanda algún que otro humano y para fines de ensalzar a un humano. Y, repito, peor todavía cuando la excepción conlleva acepción de personas. Entendemos y creemos que Dios creó este mundo con amor, por amor, para que nos amemos. Trasladando ideas filosófico-teológicas de A. Torres Queiruga en un reciente artículo sobre el desastre natural de Haití, Dios creó este mundo para el bien y deja que la Naturaleza siga sus propias sabias leyes. Nos toca hacer buen uso de nuestras facultades y de nuestra libertad.

 Celso Alcaina, Dr.Teología,Ciencias Bíblicas y Filología
Lic. Derecho, ex-prof. Comillas y Univ.Villanova (USA)
durante 8 años oficial en el Vaticano con Pablo VI

103 comentarios

  • oscar varela

    Hola!
     
    No hago re-cuento exhaustivo; sólo me disparo con algunos, p.e.:
    * G. Sánchez: de la que engendró sin fisiología generadora
    * P. Salas: vida y pasión de su hijo Marcos
    * R. Olvera – Fico (frutado): Caballos que escriben
    * Etc.
    * Lali: No hay en los evangelios ni un solo quebrantamiento de las leyes físicas.
    ···········
    Nota humorística: En vez de asustarse tanto por los milagros, Fico del Peral debería meditar que su nombre es todo un milagro. ¿cuál?, pues que un “peral” dé “higos”. (¿no se ríen?)
    ¡Ojo que no se trata de un “lachen an …” (reirse de alguien) sino de un “lachen auf … (reírse de algo)!
    ···········
    Me disparo con eso de las “leyes físicas”. Porque ejemplifica al máximo nuestro problema.
    Lali tiene toda la razón. Pero dada vuelta. Y ella lo sabe muy bien. Basta que pare y piense “en serio” lo que ha dicho. Y lo que ha dicho es “serio” pour la galerie, para nosotros que de apurada resbalamos sobre las frases consabidas.
     
    Las “leyes físicas” son un cuento exacto, un “mito” que nos han contado (bien datado en lugar y fecha: lleva varios siglos); cuento de exactitud (Gödel sobre todo y Einstein demostrarosn que esa “exactitud es “relativa” al “observador”) que sorprendentemente “FUNKA”. ¡Bravo!
     
    La “Física” es un Universo conceptual que como relojito suizo funciona a la perfección. Ni adelanta ni atrasa.¡Qué vivo ¿no?! si lo primero que hizo fue trazarse sus propias “reglas del jueguito”. Una de ellas:
    Nada se pierde ni nada se gana; todo se transforma”.
     
    Es decir, en la Física NO HAY AUMENTO (¡Un PARAÍSO, ché, NO HAY INFLACIÓN!);
    quiero decir: NO HAY AUTOR.
    ·········
    Pero ocurre que en la novelesca “Vida humana” de cualquiera de nosotros la relación “Causa – Efecto” quebranta de continuo otra Ley del jueguito de la Física y derivada de la ya enunciada, y es ésta:
     
    El Efecto nunca puede ser mayor que su Causa; y es proporcional a ella”.
     
    ¡Vaya usted a guiñarle un ojo a aquella jovencita … puede que al cabo de un tiempo salga Ud. y ella diariamente a sus trabajos para alimentar a los hijos que parió con ella! ¡Mire si será Autor, y cómo han “aumentado”!
    ··········
    Las “leyes físicas”, la Phisis o Natura o Naturaleza, son cuentos inventados por algunas vidas humanas.
    No consiste el milagro en “quebrantarlas”, sino en haberlas inventado.
     
    Todo lo que hace el ser humano es “maravilloso”, un milagro continuo e insoslayable.
    La “vida humana” no estaba prevista en la Naturaleza. Somos “sobre-naturales”.
    Iván Karamasov (el hermano ateo ¿?) lo sabía muy bien.
    ···········
    No se necesitan intervenciones de dioses “extraños” a la vida humana.
    Los dioses son “función” orgánica de la tal vida que somos;
    “función”, que no está para nada alejada sino “en-red-ada” en el digerir, pensar, querer, etc.
    ···········
    A ver, y termino:
    ¿Qué es más “realidad” para tu vida: Miguel de Cervantes Saavedra o Don Quijote?
    ¿Don Quijote? Pero ¿no es una “ficción” acaso?
     
    A ver, y más cerca:
    Cuando ves el cuerpo de tu hij* ¿ves un “cuerpo” o ves a tu hij*?
    (pues la Física ni se ha enterado de esto siquiera que tú dices “ver”).
    ·········
    ¡Que el árbol de la “negociación” milagrera no nos oculte el bosque de la “maravilla” que es la vida humana de cualumque!
     
    Por eso no me enredaré en ver si el “caminar sobre las aguas” es un quebranto de la Ley neuwtoniana, o si los caballos escriben, o si la placa radiográfica estaba fallida, o …
     
    El Milagro es lo que Tú estás llamado a ser.
     
    ¡Vamos todavía! – Oscar.

  • Fico Sánchez Peral

    Rodrigo:
     
    ¡Uf, qué susto! Gracias por la aclaración. Es que me leí, de nuevas y seguidos,  todos los comentarios (de los que habitualmente intervenís con sensatez) y me tenían desconcertado las referencias al caballo, como si fuera él el que escribía y hacía milagros. Pido disculpas por mi desconocimiento, precipitación y falta de confianza.
     
    En todo caso, estarás conmigo en que, en cuanto a los milagros hay tanto abuso, superstición y tonterías varias, que no te extrañe que uno quiera desmarcarse de ellos con lo de: “ser cristiano pero no gilipollas”, porque da rabia ver cómo se desacredita lo cristiano con tanto folclore; a la vez que se siente la contradicción del temor a desenmascarar lo que, en el límite, puede estar sustentando elementales formas de fe, que uno no fomentaría, pero que tampoco rompería por no hacer daño a las personas que no tienen otra esperanza más que esa. Eso pretendía salvar con lo de: “…aunque a veces lo parezca”, pero ya veo que no lo conseguí.
     
    Bueno, no sé si me explico, pero confío que se me entienda.
    Saludos cordiales. Fico.

  • Lali

    No hay en los evangelios ni un solo quebrantamiento de las leyes físicas. En cambio abundan de principio a fin las  transgresiones de las injustas.
     
    Hay una diferencia notable entre una interpretación y otra. El milagro anonada y alimenta la pasividad, la acción que viola la injusticia, compromete. Visto así, mejor decantarse por los milagros, se está tan bien en la zona neutral…
     
    Saludos
    Lali

  • Fico

    Lo del caballo de Zapata es un cuento infantil que escribió el Subcomandante Marcos para enseñar la historia real de Zapata. Mucho de lo que el caballo escribe, son citas textuales de varios libros -hoy dificiles de localizar- escritos por zapatistas morelenses. Hay en el mito o leyenda de que el caballo de Zapata escapó con el General -y que éste sigue luchando en cada lucha de los pobres- una profundidad que no se entiende desde la mera racionalidad que teme ser gilipollas 😉

    Saludos

  • Sergio Zalba

    Muchas gracias Celso por tu amable respuesta.
    ¡Claro que el asunto de la intervención de Dios en el mundo es mucho más amplio y lo hemos conversado tantísimas veces por estos lares!

    Sólo agrego esto y sin petición de respuesta: a mi gusto, si bien el argumento ético en el caso de los milagros es claramente plausible, estimo que hay otro argumento de carácter digamos ‘ontológico’ (no sé si es la mejor forma de llamarlo) en el cual aquel queda subsumido.

    Que Dios sea “todopoderoso” es una expresión claramente antropomórfica (analógica) que no sólo nos dice muy poco sobre Dios sino que también puede inducir a confusiones: ¿puede el “todopoderoso” hacer un círculo cuadrado? Según lo veo, ni aún siendo “todopoderoso” se puede traspasar la línea de absurdo.

  • Fico Sánchez Peral

    ¡Anda que no se lo pasan bien algunos por estos barrios!
    ¡Coño Pepe!, ¿cómo estás tan al día de las vidas de esos santos de ¡mandagüevos!? ¡Es que no se te escapa una!
    Bueno, ¿y lo del caballo de Zapata? Eso ya no me lo he querido leer, porque no me parece serio. Vamos, que uno es cristiano pero no gilipollas, aunque a veces lo parezca.
     
    Yo no me atrevo a hablar de los milagros de los santos canonizados, porque la razón no me da un solo argumento que me los haga creíbles, por muy técnicamente reales que parezcan a veces; pero, es más, tal y como la jerarquía religiosa los plantea, tampoco, porque ¡atufan! Pero lo que ya me cuesta más de rebatir, pese a que la razón me sigue diciendo que no a todo (quizá por eso les llaman milagros), es la posible intervención extraordinaria de Dios en algunos sucesos inexplicables (y no me refiero a rogativas para que llueva y chorradas varias) pero (y mira que me jode reconocerlo) me temo que…: haberlos haylos.
     
    Y no lo digo de forma razonada, sino por experiencia (o sea por mi cara, y ya sé que me la juego…). Tan por experiencia, que no me atrevo a contar algunas cosas aquí, porque no quiero arriesgarme a que alguien se burle de lo que afecta a otras personas (incluido yo) para las que aquello –por inexplicable que pareciera- fue sumamente serio e importante. Y sigo diciendo que son sucesos a los que no veo más explicación que la extraordinaria, pero no solo en el sentido de lo científica o estadísticamente imposible, sino en el de la deliberada, amorosa y especialísima intervención de Dios, por inexplicable que a todos los que nos cuesta  creer en los milagros nos pareciera. Es como si, alguien ignorado, que quizá ni parecía contar en aquel suceso, lograra “arrancar” de Dios una intervención extraordinaria. Y no soy de los que cree que Dios ande contando los padrenuestros/avemarías/glorias que reza una madre para, a partir de cierta cifra sí, y si no la alcanza no, concederle o no la curación de un hijo; y al que no tenga una madre rezadora que se joda. No, no me puedo imaginar así a Dios. O no hay milagro, o la explicación tiene que ser otra que, tanto la ciencia como uno mismo, desconocemos.
     
    Ahora bien, lo que (y mira que también me cuesta concebirlo y más aún reconocerlo) quizá si me cuadre más, pese a que pienso que no es esa la forma de funcionar de Dios (Dios respeta las leyes de la naturaleza, tanto cuando hace buen día como cuando hay un terremoto), ni creo que le guste que pensemos que lo sea (cuando Jesús hacía curaciones milagrosas solía pedir que no las divulgaran), es la posibilidad de que, como padre que, contra su criterio y su manera habitual de obrar, se ve “sorprendido” por la petición… (que difícil es encontrar el calificativo adecuado) …insólita de uno de sus hijos más pequeños (y no me refiero de edad) y, como “cogido por sorpresa” en un momento de “debilidad afectiva” (no digo que él funcione así, pero esa es mi manera humana de imaginar posible lo imposible), se apiada y accede a ella. A mi como padre me ha pasado, pese a ser consciente de que incurría en un cierto agravio comparativo con los demás hijos.
     
    A eso me refería al decir que alguien le pudiera “arrancar” algo extraordinario. ¿A alguno de los padres/madres que leen esto no les ha pasado alguna vez? Y ya sé del cúmulo de contradicciones que ello implica; por eso es inexplicable y extraordinario y por eso le llaman milagro.
     
    No pretendo convencer a nadie, porque no estoy afirmando lo que digo, ya que ni a mi me convence, pero por eso precisamente me hago esas preguntas, porque esa me parece que sería la única “explicación” posible de imaginarme que se pueda coger a Dios en “un fallo” (el de no conceder a todos ese don extraordinario); solo si es por amor.
     
    Y, ¿por qué, para ser justo, no “falla” también las demás veces…? Y mi respuesta sería: ¡y yo qué c…ño sé! Solo busco explicación a algo inexplicable y no la encuentro. Pero, ¡joder!, los milagros: haberlos haylos.
     
    Y no se me alboroten (¡qué miedo te tengo Pepe!); me gusta más esta explicación que la científica que niega algo con apariencia de realidad, solo con razones estadísticas tan dudosas como las mías; solo es eso.  
    Saludos.

  • Celso Alcaina

    A Sergio Zalba

    Mi artículo se restrige al tema de las “canonizaciones“. El fundamento de esta imposibilidad de intervención divina es de carácter ético.  Nuestro Dios no puede ser alquien capriñoso, discriminador, infantil…
    Ahora bien, tratándose del “todopoderoso” , no se puede excluir un poder teórico e hipotético que se escapara a nuestra razòn. Dios podría haber creado otro tipo de mundo donde las leyes naturales fueran  diversas y los milagros fueran posibles; donde el principio de contradicción no existiera.  Mi frase no es acertada. Resulta ambígua. Debería haber matizado: “hipotética naturaleza y vida”. Este es un tema más amplio del que prescindo en el escrito.

  • Pepe Sala

    Estos tambien iban para santos ???…. lo ” milagroso”  es que el Vaticano nunca se entera. ( de lo que no le conviene enterarse, claro.):
     
    http://es.noticias.yahoo.com/10/20100304/tts-oestp-vaticano-escandalo-ca02f96.html
    Y seguiran dando lecciones de moral a los demas, seguro.

  • Sergio Zalba

    El artículo de Celso me resultó excelente. Sólo una cosa me gustaría preguntarle: ¿qué quiso decir con que  “No se trata de negar que Dios pueda intervenir en el proceso natural de la vida y de la Naturaleza”? ¿De qué modo “intervendría” si no fuese interrumpiendo o modificando ese proceso y por tanto, produciendo ‘milagros’?
     
     

  • Lali

    Ahí va mi correo, Ana: eulaliarmirez@gmail.com. No te extrañe que también yo tarde a veces en contestar. Con frecuencia estoy más fuera que dentro.
     
    Un abrazo
    Lal

  • ana rodrigo

    Lali, una vez más, “hay qeu quitarse el sombrero” ante tu comentario.

    Como dar algún que otro dato autobiográfico en este plaza pública de internet no suele ser algo al que todo el mundo esté dispuesto a hacer, me gustaría saber si quieres que Antonio me dé tu correo personal pues tengo interés en contactar contigo.

    Si esto fuere así, ya dejé dicho que voy a estar ausente de atrio unos días, por lo que no te extrañe que no contacte contigo de forma inmediata.

    Gracias, una vez más, y un abrazo fuerte.

  • Lali

    Resulta curioso que frente a la idea generalizada  que asocia el adjetivo santo o santa a hombres y mujeres que murieron, el Nuevo Testamento hable de los santos aludiendo a gente viva y no a personas fallecidas. Aunque parezca perogrullada, conviene decir que no es lo mismo hablar de vivos que de muertos. El contraste de las ideas manejadas por uno y otro discurso da pie a sospechar si el que tiene a los muertos como protagonistas de la santidad no trata de ocultar al que concede el papel principal a los vivos o, dicho de otro modo, si la doctrina no intenta acallar el mensaje. Responder a las preguntas: ¿Qué significa ser santo? Y ¿quiénes son los santos? puede servir para sacarnos de dudas.
     
    El término santo se usa en general en el Antiguo y el Nuevo Testamento para hablar de quien está separado de lo impuro. Santo se aplica por antonomasia a Dios, el único no contaminado por un sistema de maldad que corrompe y degrada al ser humano. Dios no pertenece a ese sistema y sus planes nada tienen que ver con él. Los seres humanos pueden acceder a ser santos por decisión propia alejándose de ese sistema criminal. Para el Nuevo Testamento es Jesús quien abre esa posibilidad al poner en marcha una sociedad alternativa opuesta al sistema: el Reinado de Dios. Quien entra a formar parte de ella accede a ser sant@. No son santos l@s que se retiran de este mundo (ermitaños, conventos de clausura), sino los que renuncian al mundo éste (‘cosmos’=orden establecido). Por eso, refiriéndose al colectivo de quienes participan de esa sociedad alternativa, las cartas de Pablo hablan sencillamente de los santos (Rom 1,7; 15,25; 1 Cor 1,2; 16,1…). Los sant@s son quienes han abandonado la muerte (la que infringe el sistema) y han optado por la vida, la que proporciona la amistad en una sociedad de iguales. Ser sant@ no es cosa de muertos, sino de vivos; como ser cristian@ no es asunto individual, sino social.  
     
    Saludos cordiales.
    Lali

  • Javier Renobales Scheifler

    Tú puede que sí, Gabriel, pero ¿y los fieles que atiendes como diácono católico?
     
    ¿No se les caería todo el imaginario, el Espíritu Santo fecunda el óvulo de la Virgen la cual queda embarazada y da a luz al Niño Dios que es Dios encarnado en Jesús Dios …? La Virgen habría nacido con ‘pecado original’ igual que nosotros …
     
    Admitir que Dios no interviene en el mundo (es decir, que no hace milagros) creo que desnudaría muchísimo el catolicismo oficial.
     
    No sólo Jesús dejaría de ser Dios para ellos, al resultar Jesús hijo biológico de José, sino que Dios, al no intervenir milagreramente en la Tierra, dejaría de elegir al Papa, y de hacerlo infalible, tanto al Papa como los concilios, el Magisterio …. ¿No se les caería todo el imaginario y el soporte divino que le pretenden dar al catolicismo oficial?
     
    Si Dios no va por ahí haciendo milagros tampoco va por ahí eligiendo pueblos elegidos, ni va convirtiendo el pan y el vino en cuerpo y sangre de Dios, ni va repartiendo Gracias sacramentales y bendiciones e indulgencias plenarias por la intermediación indispensable de los ministros de la ICAR.
     
    El catolicismo está demasiado impregnado de milagros.
     
    Yo también te quiero amigo.

  • Héctor Rodríquez Fariña

    Antonio Duato, gracias porque el recuento de tu experiencia personal me ha ayudado a revivir la mía. Me has ayudado a volver hacia atrás que siempre es bueno, tanto que “el que no se haga como un niño no podrá entrar en el reino de los cielos”. El niño que Jesús quiere que vuelva a ser es el que fui yo mismo y que sigue vio dentro de mi aun cuando recubierto, escondido transformado ignorado bajo las capas de polvo que se han ido acumulando. Tu paso de ‘ vida anterior’ → ‘vida interior’ me ha resultado revelador.
     
    Como tú me he tenido que dedicar a recoger los trozos que quedaban de mi vida pasada y reconstruir con ellos mi espiritualidad. Como tú, quizás sin formularlo tan certeramente, me iba dando cuenta que “. “La vida espiritual, o es totalmente personal y auténtica, o no es”. El paso de la vida clerical ‘sagrada y consagrada’ al laicado no fue tarea fácil. Había que desmontar tantas estructuras ideológicas y sociales. Por mucho tiempo quedó aquel interrogante. ¿Quería justificarme diciéndome a mi mismo que todo iba bien?. En el fondo seguía dominado por el recuerdo de lo ‘sagrado’…. tan profundamente vivido.

    Era como la pared del garaje que construyeron en mi casa unos albañiles aficionados. Por la mañana no había ni zanja para poner los cimientos ni nada. Por la tarde, al volver del trabajo, la pared estaba construida… y torcida. Bastó con darle un pequeño empujón con la mano y todo se vino abajo. Mi vida había sido algo así durante los 35 años de mi ‘sacralidad’.

    Pero costaba echarlo todo abajo:  El dogma el credo, el sagrario, el cuerpo y la sange de Cristo, el poder de mi palabra. Fue un proceso largo. ¿Descubrí alguna vez que Jesús solo había sido laico? ¿Fue la Liberación de la Teología de JL Seguno, que leí y releí sin acabar de convencerme de que todo había sido un perfecto tinglado? Cuesta desacralizar. Pero luego la paz interior: recoger los trozos de la vida anterior para convertirlos en vida interior. Todo es sagrado, todo es creación: sólo hay una cosa que se opone al hálito vital, al aliento del Espíritu que sopla desde dentro y es querer seguir siendo fiel a los ornamentos impuestos: sólo eso es buscar la pérdida definitiva ( Mc 3: 29-30).
     

  • No… este enlace que pones entiendo que es estudio astrológico; que no conocía

    El que yo digo es lo que cuenta el Sucomandante Marcos que le escribió el caballo de zapata a un caballo neozapatista.

    Aquí está en otra página que espero no esté bloqueada; aunque hay que avanzar (bajar) bastante antes de que aparezca
    http://francescmarcepuig.blogspot.com/2009/04/viva-zapata.html

  • Pepe Sala

    No deberias abrir el apetito, Rodrigo. Luego surgen cuentos como este:
    —————
    La historia del caballo bayo
    “Había una vez un caballo bayo que era bayo como el frijol bayo y el caballo bayo vivía en casa de un campesino que era muy pobre y el campesino pobre tenía una mujer muy pobre y tenían una gallina muy flaca y un puerquito renco. Y entonces, un día dijo la mujer muy pobre del campesino muy pobre: ‘Ya no tenemos qué comer porque somos muy pobres, entonces es bueno que nos comamos la gallina flaca’. Y entonces mataron a la gallina flaca y se hicieron un caldo flaco de gallina flaca y lo comieron. Y entonces un rato se estuvieron pero vino el hambre otra vez y el campesino muy pobre le dijo a su muy pobre mujer: ‘Ya no tenemos qué comer porque somos muy pobres, entonces es bueno que nos comamos el puerquito renco’. Y entonces le llegó el turno al puerquito renco y lo mataron y se hicieron un caldo renco de cuchito renco y lo comieron.
    Y le llegó el turno al caballo bayo pero el caballo bayo ya no se esperó a que se terminará el cuento este y se huyó y se fue para otro cuento”.
    ­¿Ya se acabó el cuento? ­le pregunto a Durito sin poder ocultar mi desconcierto.
    ­ Por supuesto que no. ¿No escuchaste que el caballo bayo se fue para otro cuento? ­dice Durito mientras se prepara para salir.
    ­¿Y entonces? ­pregunto exasperado.
    ­ Y entonces nada, que hay que ir a buscar al caballo bayo en otro cuento ­dice ajustándose el sombrero.
    ­¡Pero Durito! ­digo yo intentando una protesta que sé inútil.
    ­¡;Ni una palabra más! Tú cuenta el cuento como te lo conté. Yo no puedo porque tengo que ir a una misión secreta.
    ­¿Secreta? ¿Y de qué se trata? ­le pregunto bajando la voz.
    ­¡Bellaco insolente! No entiendes que si te digo de qué se trata entonces deja de ser secreta…, alcanza a decir Durito mientras se escabulle debajo de la puerta.
    Durito sabe ya el resultado de la consulta intergaláctica que terminó con el año de 1995. Sabe ya que su triunfo fue rotundo e indiscutible y que he sido condenado a narrar sus grandes hazañas y portentos. Por eso Don Durito de la Lacandona ha partido ya a desfacer entuertos y a asombrar al mundo entero con sus logros. El más grande robador de femeninos suspiros, la aspiración de los varones, el admirado por los niños, el grande Don Durito de la Lacandona vuelve ya con nosotros. Sé bien que muchos de vosotros os alegráis de su regreso, pero lo que es a mí, no me hace ninguna gracia al tener que ser el escribidor de tan absurdos y maravillosos cuentos como estos… cuentos para una noche de asfixia.

    —–
     
    Tomado de aqui:

    http://palabra.ezln.org.mx/comunicados/1996/1996_01_09.htm

  • Hola Gabriel

    No… es otro… es una carta que cuenta el Subcomandante Marcos que le escribió el caballo de Zapata a un caballo neozapatista.

    http://palabra.ezln.org.mx/

    A ver si pasa ahora

  • Gabriel Sánchez

    Javi, tu sabes que te quiero y que en mi fe no se moveria un apice, si pudiera comprobarse lo que dices…para nada.- Gabriel

  • En google se puede realizar la siguiente búsqueda

    “palabra.ezln” and “caballo de zapata”

    Aparecen dos resultados, al abrir el segundo (titulado 20 y 10) hay que bajar a la fecha 10 de abril de 2000

    A ver si así se publica

  • Ah… debe haber algún tipo de robot que bloquea el comentario por aparecer la palabra ezln en el vínculo.

    Veamos así
    http://palabra.ezln.org.mx/comunicados/2000.htm

    Ahí, bajar al 10 de abril de 2000

  • Javier Renobales Scheifler

    Pero, a ver, los católicos oficiales tiene que creer en los milagros, porque de lo contrario tiene que admitir que un hombre le metió el pene a la Siempre Virgen María por su vagina (horroroso pecado …) para fecundarla con uno de sus múltiples espermatizoides, y ahí no más se les viene abajo todo el tinglado que se han creído … Jesús ahbría nacido con el pecado original de ese … no sé cómo calificarlo a semejente …

    El estropicio en las creencias católicas sería mayúsculo … ¿no, Gabriel Sánchez?

  • Hola Gabriel

    Van cuatro veces que trato de ponerte un vínculo en donde se puede leer una carta que escribió el caballo de Zapata, pero por alguna razón no aparece el comentario. Entiendo que es una cuestión de la plataforma y no de Atrio.

    Un abrazo

  • Hola Gabriel

    Van tres veces que trato de ponerte un vínculo en donde se puede leer una carta que escribió el caballo de Zapata, pero por alguna razón no aparece el comentario. Entiendo que es una cuestión de la plataforma y no de Atrio.

    Pero si te interesa conocerla, puedes entrar a http://palabra.ezln.org.mx/comunicados/2000/2000_04_10.htm

    Quito la opción de vínculo automático, para ver si así se publica.

    Un abrazo

  • Hola Gabriel

    Si te interesa, aquí puedes leer una carta que escribió el caballo de Zapata

    http://palabra.ezln.org.mx/comunicados/2000/2000_04_10.htm

    😉

  • Gabriel Sánchez

    Jose, que si te sacan una placa, y te hacen todos los analisis, estos no se equivocan…Podrás discutir la causa, pero no el efecto, no es una apreciación medica, existen documentos objetivos…Y yo con el General Zapata, hasta donde sea…que además dice la leyenda que volvera en su caballo blanco.- Gabriel

  • Hola

    Entiendo los argumentos en contra de los milagros. Quizá sea mero pretexto mío para hacer homenaje a mi General y a su hija que nos acaba de dejar, pero en todo caso, de milagros a milagros, prefiero éstos:

    Mi padre no nos dejó nada, sólo un nombre sagrado, que hemos sabido respetar. Me ha tocado ir allá por donde se firmó el Plan de Ayala y la gente supo que era hija del general. Se llenaron las manos con florecitas de campo y me las fueron a regalar, me abrazaban, me llevaron a sus casas y allá tenían la imagen de Zapata en una repisa con veladoras. Me dijeron que les hacía milagros. Siembran, le piden a mi padre y sale la milpa. Mientras creamos y respetemos a nuestros antepasados, qué bueno. ¿No es bonito eso? ¡caramba!

    Anita Zapata, hija de Emiliano Zapata, fallecida el pasado 28 de febrero de 2010

    http://www.jornada.unam.mx/2010/03/02/index.php?section=opinion&article=020a1pol

    Saludos

  • Pepe Sala

    Pues NO, Hector y Gabriel. Los ejemplos que poneis ambos solo demuestran que los medicos se equivocan muy a menudo. Y en el caso de Hector que son unos chapuceros y no hacen bien su trabajo. ( afortunadamente, en este caso)
     
    Porque si el medico hubiese realizado bien su trabajo, esta conversacion seria imposible.
     
    Los medicos ASEGURARON ( sin posibilidad de duda) que mi hijo Marco seria como un vegetal para toda su vida, que se le suponia muy corta.
     
    Llevamos 32 agnos ” regandole”, pero como no le demos sus correspondientes bocadillos HUMANOS, el ” vegetal”  se cabrearia mucho. Un medico le destrozo, otro medico le pronostico su futuro ” agricola” y el AMOR de padres y hermanos, que no hicieron ni puto caso de sus eminencias medicas, salvo a Marco .
     
    Dios no intervino para nada,en este caso, y jamas hemos considerado como milagro la recuperacion de nuestro hijo. Al contrario, sabemos, con absoluta seguridad, que Marco se lo ha currado como un titan y que nosotros nos hemos esforzado como corresponde hacelo alos padres. A cada cual lo suyo,oiga, a ver si ahora el merito va a corresponder a Dios… porque hizo un ” milagro”.
     
    Pues podia haberlo hecho antes y haberle dado la suficiente responsabilida al medico que DES-atendio el parto, cogno….
     
    Milagros??… Anda ya !!

  • Mira por donde Franco, Pinochet, Hitler, Stalin, Pol Pot, Somoza (por mencionar solo algunos, y todos difuntos) han vivido santamente!!

    Si Oscar me perdona la humorada, pero yo así si me lo pienso de ir todavía  😉

    Saludos cordiales

  • oscar varela

    Hola Julián!

    ¡Apretado silogismo! OK!

    ¿Y si se niega la Premisa mayor: que Dios sea santo?

    No creo que te quite el sueño ¿no?

    ¿vamos todavía!” – Oscar.

  • Julián Leirbag

    Yo creo que si Dios es santo no ha creado algo que no sea parte de su ser: santidad. Todas las cosas son santas porque vienen del único Santo que es Dios. A la medida que vivimos y nos unimos en Dios, no un ídolo que da el don a la santidad a unos y a otros no, y la iglesia falsamente los canoniza de “santos”, es como cada uno es lo que es Dios: santo. La iglesia católica necesita de “santos”, cuanto más mejor, puesto que como el Cristo que predica, y el dios respectivo, cayeron en descrédito o por lo menos tiene ella (la iglesia) de intermediarios tales que se decretan por medio de burocratizaciones humanas de que realmente vivieron santamente. Todas las criaturas viven santamente porque todo su ser es dado por Dios.

  • Héctor A. Caamaño

    A Gabriel Sánchez,
    Me lo has puesto a huevo. Soy español nacido en Buenos Aires de padres españoles. Doble nacionalidad. Vivo en Madrid. Mis padres me lo contaron muy en serio. Mi madre vive y reside en  Bs.As. Hace 50 años, después de un aborto,  le practicaron la histerectomía total: extirpación completa del útero. Le aseguraron  la imposibilidad de quedarse embarazada. Cuando realmente quedó embarazada, el ginecólogo no lo creía y se reía. Al final sólo se le ocurrió decir: es un milagro de la Naturaleza. Ese milagro soy yo, único hijo. ¿Será que Dios actuó en mi madre?

  • Gabriel Sanchez

    Donde dice Gabriel, debe decir Gabriela…el unico Gabriel válido es el del saludos.- Gabriel

  • Gabriel Sanchez

     Estimados hermanitos, yo crei siempre que Dios ha dejado su sello en todos los procesos de la realidad y que a traves de esa presencia suya actua constantemente…Con respeto al tema concreto, dire, que tengo dos versiones bien claras y antagonicas, la primera no me imagino, un ejemplo, ni un santo a Escrivá de Balaguer, para ser sincero, ni lo siento, ni lo creo…Y si me imagino, creo, siento que Mons. Romero es San Romero de América, tendra esto que ver con la peripecia humana y nuestra incapacidad de entender ese obrar de Dios en la historia, que evita, por amor, hacernos robots y respetando nuestros naturales limites creaturales, quiere contar con nosotros y con toda la creación, para terminar de Consagrarla al Padre (lo temporal, es nuestro)…y que tal vez en muchas cosas, el Señor con paciencia deja que hagamos, sin dejarse manipular…Por eso toda sentencia humana, es antes que nada eso…humana.-

    Por otro lado, soy testigo, doy fe, que en la Santificaciòn de Gabriel Taborin, uno de los milagros fue la de una mujer uruguaya que deseaba ferbientemente tener un hijo…y los medicos le indicarón que por falta de organos fundamentales de su sistema reproductivo no era posible que quedará embarazada, la ciencia habla y los medicos diagnosticaron, con claridad sin los organos necesarios no es posible…Creo que fue hace un año o dos, le celebramos los quince años a la niña que no podia nacer…Recuerdo con cariño la homilia del Jesuita y entrañable persona que es el Yolo Mosca…que dijo aqui tenemos a Gabriela cumpliendo quince años, y nos dicen con razón, que la ciencia y las leyes naturales no hacen posible determinados acontecimientos y aqui esta Gabriel para decir que Dios a veces, por razònes que desconocemos, hace cosas imposibles…Y repito doy testimonio de dicho acontecimiento…Como ven, existe màs cosas bajo el sol que las que conocemos…En resumen, toda esta historia es historia de encuentro y desencuentro entre Dios y los hombres…y para mi seguira siendo Santo Mons. Romero y no Escrivá de Balaguer, en el sentido profundo, de la necesidad de  ser luz, ejemplo y testimonio con su vida, para ser imitado…y perdonen no tengo intención de herir a nadie, pero Dios me libre de imitar a Escrivá de Balaguer.- Los años, como dice el Pepe, nos enseñan, que siempre hay algo nuevo por aprender.- Gabriel

  • Pepe Sala

    Los milagros son imposibles. Lo pueril es creer en milagros.
    Las fiestas de  mi pueblo se celebran en Septiembre, por lo que el tiempo es bastante impredecible.
    Bueno, sin problemas.  Cuando llueve torrencialmente y pone en peliro el manto de la virgen que se procesiona ( el manto costo mas  dos millones de las antiguas pesetas- recaudadas puerta a puerta- para una imagen de unos 30 centimetros  de alto) las beatas aseguran que la virgen hizo el milagro de la lluvia, porque los campos estaban necesitados de agua. Quienes viven del turismo ( la mayoria) ni se les ocurre llevar la contraria a las beatas… buenas son ellas. Y se tragan el ” milagro” que les jodio los ultimos coletazos turisticos.
     
    El agno que luce el sol, las mismas beatas aseguran que tambien es un milagro de la virgen, para que la procesion sea disfrutada por nignos, y ancianos…presidida, como no, por la guardia civil y por todas y cada una  las autoridades Municipales, que caminan inmdiatamente depues del cura parroco.
     
    A ver quien es el guapo que se atreve a llevar la contraria a las beatas… Y nombro a las ” beatas”, porque es un HECHO que las cosas suceden como las cuento. Los varones,simplemente VIGILAN para que a nadie se le pase por la cabeza ” faltar al respeto”  negando los milagros virginales.
     
    A mi que me den curas como Don Marcial el de La Vega. ( para casos de milagros, para otras cosas ni en pintura)
     
    Ante la demanda insistente de la beatas para que hiciese una ” rogativa” pidiendo a Dios, ( o a la virgen, no recuerdo quien es el encargado de hacer llover para las beatas- Seguro que no me lo dejaron claro en el seminario)  que lloviese, el bueno de Don Marcial se quedo mirando al cielo y les espeto la frase que se hizo famosa por la Liebana de mi juventud:
     
    “” Pero… como quieren ustedes que haga una rogativa, cogno ( el taco tambien fue incluido)  si no hay ni una jodida nube”
     
    ( los curas rurales no tenian tanto empalago para soltar un taco de vez en cuando. Y Don Marcial los bordaba)
    PD:
    “Milagro”, que ha dejado de nevar…todavia no he visto la hierba del jardin, donde tenia pensado plantarle un huerto  a mi hija y yerno. Ya no habra tiempo, puesto que esto se me acaba esta semana y dudo poder difrutar el MILAGRO de volver a pisar suelo. Ahora comprendo a los suecos cuando van a Espagna y se ponen al sol como las lagartijas….
     
     
     

  • El ultimo comentario mio es para Rodrigo olvera

  • Los últimos datos proporcionados. Te falta decir, quien los proporciona. Pero no te molestes, me da igual.
    Falta analizar, donde crece el numero de católicos y por que. En Bélgica, se que la falta de sacerdotes la suplen con colegas africanos. En Europa no hay, en términos generales, reemplazo para las curas viejos.
    Cuando se fraguó, la Constitución Europea, se desestimo añadir lo que proponía Aznar, entre otros. -Mencionar aquello de la “herencia cristiana”-. Me parece que esto es mengua del cristianismo, donde obviamente se incluye  el catolicismo.
    De cualquier modo, considero que si crece el cristianismo mítico, donde antes predominaba la religión mágica. Es un pequeño avance (siempre y cuando, no se de el típico control asfixiantemente opresivo). Ahora, aunque me falten datos. Creo que donde predomina la razón, cualquier religión del Libro, está en retroceso.
    En la misma medida, aumenta el interés, por las tradiciones (que no religiones) espirituales orientales. ¿Por que?. Porque parten de la razón como suelo.
    Saludos cordiales. Compañero abogado

  • carmen pereira

    Una vez más, es un placer y una suerte volver a leer otro artículo de Celso Alcaina en Atrio. Muy bueno, profundo e interesante como todos los suyos.  Gracias.
    Felicidades por tu “santo” y por haber tenido tenido tan buen amigo.

  • Gracias Ana
    Ya quisiera ver que “San” Escrivá hiciera el milagrito de que los empresarios cumplan la ley laboral en México.  😉

  • ana rodrigo

    Rodrigo, qué gusto escucharte  a través del enlace que nos das!
    Muy bien tu defensa de la situación laboral de la clase trabajadora.

  • Luis

    Los últimos datos proporcionados (claro que se podrá decir que son falsos), apuntan a un incremento de fieles católicos, no a una disminución. Y el incremento no es sólo en valores absolutos -lo que podría explicarse por la simple tasa de incremento poblacional- sino en valores relativos (porcentaje de católicos dentro de la población mundial)
    Claro, el incremento es de menos de 2 puntos porcentuales. Pero es incremento, no disminución.

    Saludos cordiales

  • Lo que tiene de ridículamente grotesco, el asunto de las beatificaciones, dogmas, devoción milagrera etc. se sustenta gracias a que tiene su publico, a pesar de todo. Publico menguante, cierto, pero en Roma, la curia tiene trabajo administrativo, y tiene recursos económicos, gracias a millones de incautos creyentes, que “mantienen el club”.
    Estos incautos creyentes, no desean que “les cambien su fe”. Creo que en parte el inmovilismo de la curia romana, obedece al miedo a tocar un solo puntal de las creencias aún supuestamente imperantes. Por miedo a que se les derrumbe todo el edificio religioso.
     
    Había un maestro Zen, que cada día se ponía a reír un rato. Se reía de la estupidez humana…

  • ana rodrigo

     
    Tengo la vaga idea de que cuando era pequeña nos decían más o menos que canonizar a alguien era certificar de que dicha persona estaba seguro, seguro en el cielo. 
     
    Supongo que en otros niveles se justificarán las canonizaciones como aquella personas que han sido ejemplares en su vida y por eso Dios las premia con su eterna presencia. Y supongo que esta idea seguirá vigente en cierta parte de la Iglesia.
     
    Y ahora digo mi opinión-creencia. Las canonizaciones me parecen ser algo anacrónico. Irracional, irracional y, en ocasiones, resultado de intereses diversos y poco confesables, y por tanto poco recomendables como modelo de conductas ajenas. ¡¡Hay cada santo y cada santa en el santoral cristiano….!!!
     
    Lo de los milagros me parece lo  ABSURDO, con mayúsculas. Es difícil aceptar en una sociedad informada y formada del siglo XXI  que ocurran cosas raras, arracionales, irracionales e injustas, como los milagros, viniendo de un Dios Bueno, que debería querer el bien para todo el mundo y no sólo para los amigos/as (devotos) de un muerto/a que alguien, a base de dinero e influencias, consigue que haga algún milagrito para que le pongan en una peana, le echen incienso, le rindan culto, le hagan estatuas en todo el mundo, le dediquen un día en su honor, etc. etc.
     
    Desde mi punto de vista, santo o santa es aquella persona viva que, como su “jefe”, Jesús, va haciendo el bien por donde pasa y que, al morir, quienes le conocieron le agradecen su ejemplo y su paso por la vida, le reconocen que si hubiese mucha gente como él o ella, el mundo funcionaría mejor, y que, los “milagros” los hizo en vida haciendo feliz a toda persona con la que se encontró. Lo demás…., allá cada cual y sus cadacualadas.
     
    Bien, Celso, por tu santo, tu amigo y enhorabuena por haber conocido a esa persona excelente.

  • Celso Alcaina

    Canonizado Manoel Espiña Gamallo, mi condiscípulo en Santiago y en Comillas. Ayer, en Pontevedra, dejó este mundo después de penosa desconocida enfermedad.
    Yo, por mi y ante mi, con la supuesta anuencia de todos cuantos le tratamos y conocimos, solemnemente  declaro que goza  de la gloria predestinada a los buenos.
    Anteayer, hora 18, lo llamé. Lo hacía intermitentemente. Su enfermedad degenerativa duró cosa de un año. Me respondió con gran dificultad: “Celsiño, esto se acaba, gracias amigo”.
    Fué referente para cuantos aspiraban a renovar el mundo eclesiástico. Columnista en “La Voz de Galicia” durante 20 años, fundador de un movimiento renovador seglar, “O home novo”, conferenciante, articulista, fué siempre coherente con su línea crítica. Llegó a decir que no a propuestas de ascenso dentro de la institución eclesiástica si conllevaban enmudecer o cambiar  sus posturas. Por todo ello, queda proclamado “santo”.

  • Sarrionandia

    Los movimientos sico-sísmicos de las comunidades de base derrumbarán, algún día, las estructuras eclesiásticas que tanto pesan sobre las conciewncias de los fieles que se atreven a pensar un poco.

  • Cesáreo

    Siempre ha sido un misterio para mí precisar cómo puede saber el Vaticano si una  enfermedad ha sido curada milagrosamente por la intervención de un determinado beato o venerable. Porque se puede dar la coincidencia de que dos amigos o parientes del mismo enfermo simultáneamente invoquen a dos beatos diferentes: entonces ¿ como y a quién debe atribuirse la mediación?. ¿Simplemente por la manifestación verbal? ¿De cuál de los dos? ¿Del que lo invocó antes? Efectivamente todo ello parece pueril.
    En cuanto a la influencia del dinero es evidente. Fijémonos que la mayoris de beatificaciones o canonizaciones son miembros o fundadores de órdenes religiosas. ¿Quién duda que ha habido una gran diligéncia corporativa de la orden, sino presión para llevar aquello adelante?
    Menciona el autor la  celeridad en la canonización de Teresa de Calcuta. Pero, ¿Y la  verdaderamente escandalosa de Escrivá de Balaguer? ¿Quién pone en duda la presión y el dinero del Opus Dei, y el silenciamiento de testigos en la causa que conocían su caracter autoritario, sino despótico?.
    Pero hay algo mas precupante. Imagínense Vds. que dentro de 50 ó 100 años la medicina descubre que alguna o algunas  de las curaciones que actualmente se consideran milagrosas o sobrenaturales tienen explicación nataural, ¿Cómo queda el Vaticano?. No quiero ni pensarlo.
    Tan fácil como sería canonizar “ipso facto” a los mártires, que han dado verdaderamente su vida en defensa de la fe y además sin ningún riesgo de polémica. Cada año mueren son asesinados misioneros en tierras lejanas de  los que nadie se acuerda.
    ¿Y que decir de Mons. Romero, Ellacuría i demás?. Lo dejaremos para otro día.

  • Miguel González

    Es contrastable que todo lo que sea atacar las prácticas de la jerarquía católica consigue adhesiones inquebrantables con celeridad. De hecho en la mayoría de los foros (también aquí), según mi corta experiencia, los temas con más participación y que despiertan más acalorados debates son aquellos en los que se critica de manera frontal a la jerarquía. Nada nuevo bajo el sol. Mi pregunta (retórica) es, ¿se mantiene pareja actitud en otras organizaciones en las que los hipercríticos participan?

    Sobre la participación de la jerarquía en las canonizaciones sólo hay que destacar las propias palabras del doctor Celso Alcaina: “Fue a partir del siglo X, en evitación de abusos, cuando los obispos exigieron intervenir en la proclamación de los santos cristianos”. Una medida acertada, pues. Todo lo anterior pierde razón de ser ante esta conclusión razonable, por otra parte. No hay organización, del signo que sea, que deje a sus “bases” que diga la última palabra sobre asuntos de cierta importancia para la propia organización. Y curioso que lo que es de sentido común en otras organizaciones, escandalice si se trata de la Iglesia. Y en cuanto a los cotilleos y ruido de sables, la organización que esté sin pecado, arroje la primera piedra…

    Sobre el tema de fondo, esto es, si es justo o correcto que Dios intervenga en la cotidianeidad con hechos extraordinarios habría mucho que hablar. El problema mayor tal vez provenga de lo que consideramos realidad y los precarios medios de que disponemos para aprehender siquiera una parte de ella, pero todo eso es una disquisición antigua e interminable. Todos actuamos de manera extraordinaria en alguna ocasión y en nuestras cortas vidas: adoptamos medidas no habituales; tomamos decisiones en casos extremos, ante casos de fuerza mayor o de necesidad o conveniencia pedagógica; en algunas circunstancias hacemos aquello que no teníamos previsto… ¿Por qué Dios no podría hacerlo? ¿Dios, prisionero en su propia jaula de oro?

    ¿Por qué va a ser discriminar si cada persona orienta su vida hacia donde quiere? Unos hacia el bien, otros hacia el menos bien; estos hacia arriba, aquellos hacia abajo… Si usted toca la guitarra podrá llegar a ser un guitarrista virtuoso, ¿por qué debería ser buen guitarrista quien no tiene interés alguno en tal instrumento? ¿Y por qué llamar discriminación a la resultante de que quienes no muestran interés por un asunto no se enteren de esa película?

  • Pepe Sala

    Tan excelente y razonado articulo no se merece una errata:
     
    “”Y llegó el Concilio Vaticano I, año 1970,””
     
    Ruego, a quien corresponda, que corrija la errata para evitar darles  argumetos detractores a los detractores.
     
    Creo que la fecha fue en  1869 ( como no dudo que conoce el autor de la inocente errata.)
     
    Saludos y felicitaciones por tan exelente articulo.

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