La muerte era el protagonista de tragedia griega. Toda la historia representada iba hacia allí, hacia ese ineluctable destino al que al final llegaba el personaje y dejaba conmocionado al público, necesitado de catarsis para asimilar lo ocurrido.
La tragedia del vuelo de Germanwings (¿las alas de Ícaro?) GWI9525 entre Barcelona y Düsseldorf, culminada en un instante en la mañana de ayer, en el macizo de los Tres Obispos de los Alpes franceses, está siendo representada por los medios con todo detalle y despliegue de medios.
El hecho de haberse producido en el corazón de Europa, de haber visto ya sus restos (no han ido al fondo del océano como otras veces) pero con dificultades para acceder a esos cuerpos triturados y dispersos en paredes inaccesibles, de no poder atribuir la responsabilidad en este caso a un actor asesino sino, al parecer, a la pura alta técnica, está proporcionando suspense y dramatismo prolongado a esta representación en directo del desenlace. Ya empiezan a aparecer, como pasó en el 11M, las historias concretas de las víctimas.
Y ya se llenan los medios de manifiestos filosóficos y éticos sobre la condición humana y la necesaria catarsis.
ATRIO, sin querer caer en hacer de la tragedia un mero inmenso espectáculo que entretenga sin más, queremos acompañar el dolor de las víctimas y abrir nuestro blog a manifestar sentimientos y reflexiones.
Deja un comentario