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‘Fiducia suplicans’: el matrimonio ¿sacramento o ideología?

        El final de 2023 ha sido bastante convulso por la publicación del documento vaticano Fiducia supplicans sobre las bendiciones litúrgicas a diferentes parejas, lesbianas, homosexuales…, no vinculadas por el sacramento del matrimonio. Las reacciones eclesiásticas han sido variadas, desde el obispo de Almería que todos los días bendice a alguna pareja que se encuentra en la calle (esto me recuerda cuando un amigo cura me decía que él suele ponerse la tirilla del alzacuello por si alguien en el autobús o en el metro quiere confesarse), o los que abiertamente están en contra de tales bendiciones, puesto que los sujetos a bendecir están en pecado, como el grupo de clérigos de la diócesis de Toledo. Vistas así las cosas esto de las bendiciones litúrgicas apenas tiene consistencia teológica, pues los clérigos bendicen hasta los animales, los restaurantes, las cárceles (como aquel primer acto pastoral del hoy jubilado cardenal en la diócesis de Granada).

        En el fondo Fiducia supplicans no se mueve ni un ápice de la doctrina tradicional, ya que “se trata de evitar que «se reconoce como matrimonio algo que no lo es».[5] Por lo tanto son inadmisibles ritos y oraciones que puedan crear confusión entre lo que es constitutivo del matrimonio, como «unión exclusiva, estable e indisoluble entre un varón y una mujer, naturalmente abierta a engendrar hijos»,[6] y lo que lo contradice. Esta convicción está fundada sobre la perenne doctrina católica del matrimonio. Solo en este contexto las relaciones sexuales encuentran su sentido natural, adecuado y plenamente humano. La doctrina de la Iglesia sobre este punto se mantiene firme”. Si el matrimonio es «unión exclusiva, estable e indisoluble entre un varón y una mujer, naturalmente abierta a engendrar hijos”, no deja de ser una concepción miope en estos tiempos.

        Primero, el matrimonio es algo exclusivo de un varón y una mujer. ¡Qué se hace con ese 10% de población mundial que se estima que son homosexuales, lesbianas…; es decir, unos 800 millones de seres humanos que no tienen derecho al amor matrimonial ni a su felicidad.

        En segundo lugar, el matrimonio implica una unión indisoluble. Aquí tenemos la roca inamovible de los textos sobre el matrimonio. ¿Dónde está la libertad del ser humano? Es curioso que precisamente el sacramento del matrimonio, cuyo ministro son los propios contrayentes, no goce de la libertad necesaria para anular el vínculo establecido, como en los demás sacramentos. Es cierto que este vínculo matrimonial no puede estar sometido a la deriva de la improvisación y del capricho humanos, como veremos luego; pero hay que tener en cuenta la fragilidad humana y es ahí donde la Iglesia ha de configurar las estructuras pastorales necesarias para que el matrimonio no sea un fracaso humano.

        En tercer lugar, la unión matrimonial está “naturalmente abierta a engendrar hijos”. Esta expresión suaviza la posición doctrinal de la Iglesia, que siempre defiende que el objetivo del matrimonio es exclusivamente la procreación; si bien, en líneas posteriores del documento vaticano se corrige: “solo en este contexto las relaciones sexuales encuentran su sentido natural, adecuado y plenamente humano”. Aquí topamos con otro de los elementos oscuros de la teología tradicional: la sexualidad.

        El matrimonio es la unión de dos personas desde el amor y la felicidad y con el objetivo de vivir una vida fraternal, comunitaria, abierta a la acogida tanto de sus posibles hijos como de otras personas. El amor es el sentimiento más hondo y gozoso del ser humano que conlleva, además, una rica y profunda responsabilidad. Así lo entendían los griegos que para la acción de amar usaban varios verbos y todos ellos hacen referencia a compartir. Uno de ellos es eráo, cuya base léxica es el amor erótico. Este tipo de amor, como el valor en el soldado, se supone en toda pareja. La pasión amorosa es la espina dorsal de las relaciones dentro de la pareja y la que debe animar la convivencia, los ratos buenos y los no tan buenos, ahora, en la lozanía de la juventud, y luego, cuando la cima de la existencia se alfombre de nieve. La sexualidad, pues, es un elemento indispensable en el matrimonio; una búsqueda del placer que no necesariamente desemboca en la procreación, pues, como decía Kant, “para la legitimidad de la unión conyugal no se exige que el hombre que se casa tenga que proponerse este fin de procrear, porque, en caso contrario, cuando la procreación termina, el matrimonio se disolvería simultáneamente por sí mismo”. No se puede seguir hablando de la sexualidad matrimonial desde la perspectiva del maniqueísmo de Agustín de Hipona, de Tertuliano…, para quienes las relaciones sexuales en el matrimonio son al menos pecado venial. Tradicionalmente la Iglesia ha demonizado la sexualidad, en general y la matrimonial, en particular. Una forma más de controlar la libertad del creyente, a pesar de que de internis, neque Ecclesia. Pero el maniqueísmo ha hecho sus estragos a lo largo del tiempo, con el agravante de que sigue vivo y sin horizonte a la vista para su desaparición.

         La sexualidad matrimonial, pues, hay que aceptarla como un placer que fortalece la convivencia matrimonial e implica una salud vigorosa del compromiso matrimonial. No se puede eliminar el placer de los sentidos cuando comemos, cuando escuchamos música, cuando contemplamos un paisaje… Están ahí para fortificar la existencia humana y hacerla más llevadera sobre la tierra.

        Otro verbo griego de rico significado es filéo, que es tanto como decir “amar con amistad o amar como amigo”; o lo que es lo mismo, compartir desde la amistad, que conlleva igualdad y la misma dignidad humana. La filía se puede compartir de padres, madres a hijos o con cualquiera otra persona. Es lo que nos propone Nietzsche: “lo mejor del matrimonio es la amistad. Es ésta lo bastante grande, permite prescindir de forma atenuada y pasar por alto lo afrodisíaco. Sin amistad, el matrimonio vulgariza a ambas partes en su modo de pensamiento y las hace del todo despreciables”. El amor de filía protege el amor de fidelidad conyugal.

        Y por último agapáo, es decir, amar desde la acogida, desde la solidaridad. Y cuando alguien acoge a otro, uno de los gestos más entrañable es compartir la mesa; se comparte el pan y, por lo tanto, se hace “compañero”, cuya etimología hace referencia a compartir el pan. No se puede poner puertas al amor, como no se puede poner puertas al campo. El amor tiende a desparramarse en gestos de solidaridad, porque el sufrimiento del otro, las carencias del otro, ya sea próximo o lejano, demanda un amor de acogida, de solidaridad. La raíz de esta solidaridad hay que buscarla en el hecho innegable de que todos tenemos un mismo origen, aunque cada cultura lo formule de modo diferente.

        Matrimonio de hombre y mujer, de homosexuales, de lesbianas… son manifestaciones plurales del amor, de la convivencia fraternal, de la responsabilidad con el otro, como de modo acertado nos dice Lèvinas, “cuando yo miro al otro y el otro me mira, me hago responsable de él”. Es hora, pues, de que la Iglesia, su teología y su derecho canónico, se vayan despojando de diferentes atuendos ideológicos e inútiles y se adapten a los tiempos nuevos, que, aunque, como acertadamente decía Teilhard de Chardin, la nueva realidad tiene la apariencia de ser herética, es una realidad que no se puede aplazar indefinidamente en el tiempo. La Iglesia no puede permanecer anclada en tiempos oscuros y ha de seguir los pasos del matrimonio bíblico de Dios con su pueblo, con los seres humanos: acogida y compasión.

19 comentarios

  • carmen

    Uf, Santiago.Hoy ha batido usted todos los récord.Deja fuera del matrimonio a mi hijo , a mi otro hijo porque tuvieron que recurrir a ayuda para que nacieran mis dos nietos preciosos, a mí hermano que no tuvo hijos y , sin embargo llevan 52 años casados, pero…se podrían haber separado según la santa madre iglesia.Dios miiiiiiiioPues si que su Jesús era selectivo…El mío no. Así que, me quedo con el mío.Un saludo. Paz y Serenidad. 

  • Santiago

    El matrimonio fue elevado a sacramento por Cristo cuando fue confirmado totalmente por El en el Evangelio porque: “lo que Dios unió, no lo separe el hombre”

    El matrimonio es sacramento porque es fuente de gracia para los cónyuges y para la prole, y porque fue instituido por Cristo.    Y así “en el principio no fue así” porque el plan de Dios era hacer la familia estable y sagrada, un modelo de santidad,  y que el amor fuera la base de ella para que en el mundo prevaleciera la caridad y que la prole creciera en el amor y que éste se esparciera por el Universo. Pero este sacramento sólo “en potencia” al “principio” no pudo implementarse hasta la venida de Cristo por la “dureza del corazón” de los judíos que eran capaces de matar a sus esposas y por eso se permitía entonces el “libelo de repudio”. La importancia del matrimonio entre hombre y mujer reside en la sacralidad y especificidad de la familia. Solamente un hombre y una mujer pueden constituir un equilibrio perfecto y complementario que sirva como modelo natural a todas las partes y componentes de la familia. Pero no confundamos: la ESENCIA  del matrimonio ES el consentimiento mutuo en el amor triple y total, tanto físico como espiritual, de los cónyuges …….y el FIN de este sacramento  que es la procreación. Pero el matrimonio constituye un todo armónico orgánico y no se pueden separar sus partes, a nuestro antojo:….como es el amor, el placer del acto conyugal y su efecto procreativo. Y así será inválido el matrimonio si existe defecto de consentimiento verdadero, si ha habido impotencia antecedente,( no la simple esterilidad)  y si por otro lado, excluímos absolutamente y perpetuamente  la prole. Jesús dice en el Evangelio que NO todos nacieron para el matrimonio: unos, porque no tuvieron las cualidades necesarias, otros, por defectos y accidentes provocados, y otros renunciaron voluntariamente al matrimonio por el reino de los cielos. Por tanto, no tenemos obligación de casarnos. Es un estado electivo. un saludo cordialSantiago Hernández  

    • Antonio Llaguno

      Santiago,

      sabes que te tengo fe y que respeto mucho lo que escribes, pero eso de que Jesucristo instauro el matrimonio cuando exclamó que “lo que ha unido Dios no lo separe el hombre” es retorcer el significado más de lo que se retuerce el hierro para producir acero.

      Con esa frase, Cristo, no confirma ninguna sacramentalidad sino que corrige la práxis judía del divorcio (Un dicorcio plenamente gobernado por la parte varón del matrimonio) y lo hace en el contexto de la protección a la mujer que, en época y nación de Jesús, era con diferencia la parte más débil de la pareja casada.

      Me parece que sacar como conclusión de esa frase que Cristo intituye el sacramento del matrimonio es mucho sacar. probablemente demasiado.

      Y lo mismo pasa con el resto de los sacramentos (Quizás con la excepción del bautismo).

      Y dejando claro que dudo mucho, muchísimo que fuera instituido cono sacramento por jesucristo, si el matrimonio es saramento porque es “fuente de gracia para los cónyuges y la prole” (sic) y suponiendo que no estarás considerando que, como yo no tengo hijos (Y mira que lo intenté, poniendo TODOS los medios a mi alcance), mi matrimonio, contraido por la Iglesia, en una iglesia (Muy bonita, los Dominicos de San uan del Río, Querétaro. Rodrigo Olvera, que la conoce, te podrá confirmar su belleza) y con un cura (Muy majo, por cierto) presidiendo la ceremonia, no es un sacramento… ¿Que diferencia mi matrimonio de un matrimonio gay para que el mío sea sacramento y el suyo no?

      Te diré lo que pienso, que creo que no está imbuído del Espiritu Santo pero sí de sentido común. Ninguno de los dos lo son, pero ni esos dos ni ninguno.

      El matrimonio cristiano es un contrato de intenciones entre dos personas que se aman, que no necesita de más condición que esa, el amor, y que quieren participar de ello a la Comunidad de quenes les quieren (Familia, amigos, inspectores de hacienda) y al mejor amigo que tiene que es Dios. Que tiene vocación de ser perenne y fiel (Aunque no siempre es posible) y que está abierto (O no y no siempre por propia voluntad esa “no apertura”) a pperpetuarse por medio de la procreación…

      Pero si Dios puede hacer que un matrimonio sea válido y verdadero a pesar de no estar abierto a la procreación (Como el mío) ¿Por que otras uniones amorosas y con la misma vocación de amor, fidelidad y permanencia y que no tienen posibilidad de procrear (Estoy seguro que una parte muy importante de los matrimonios gays procrearían si pudieran, pero al igual que yo, no pueden) no van a ser verdaderos y válidos?

      ¿Por qué de pronto se convierten en un pecado espantoso y horroroso, hasta incluso ser denominado (Como hacen los ultras) como “El pecado nefando” (Que mira que son pedantes los ultras cuando se ponen)?

      No tiene sentido, no se puede razonar y es muy difícil para mi, que ya una vez que superé adolescencia y juventud, me adherí a la religión cristiana de forma voluntaria, responsable, adulta y consciente por razones intelectuales, es decir tras una profunda reflexión, aceptar dogmas o imosiciones doctrinales que no tengan sentido.

      Decía Uta Ranke Heineman (Ya se que la nombro mucho) “Si tu fe te propone afirmaciones que van en contra de tu razón, olvidalas. Sencillamente te está mintiendo” y yo añado ¿Por que Dios, que me ha regalado el maravilloso don de la inteligencia (Puede que no mucha, pero alguna me regaló), me pediría que me crea cosas que no tienen sentido o me comporte de forma que mi inteligencia considere incomprensible?

      Pues eso. Sencillamente no es verdad.

      Se que tú lo crees de corazón y que no hay nada más alejado de tu intención que engañarme, pero eso no lo hace verdad. Si acaso (Y tengo mis mis dudas) lo convierte en tu verdad y ante tu verdad (Es decir ante una verdad de parte, que podría ser el único tipo de verdad que existe) ñlo unico que puede hacer una persona es o bien aceptarla, o bien rechazarla, o bien ponerla en duda.

      Permíteme que, con todo mi respeto hacia tí y hacia la hoestidad de tu pensamiento y planteamiento vital, la guarde en la “D” de “dudoso”.

      NOTA: Eso de que no podemos separar las partes del matrimonio a nuestro antojo, como reflexión puede tratarse de sostener. Pero la práctica reza que no es así. No sólo podemos separarlas sino que lo hacemos constantemente.

      • Santiago

        Perdona Antonio Ll la demora. Siempre quiero contestar pero mi falta de tiempo me derrota.

        Yo también admiro lo que escribes,  con mucho respeto. Nuestras discrepancias caben dentro de la fe que profesamos en Jesús de Nazaret. Y te doy la razón que por una sola frase no se instituye el sacramento del matrimonio. Esa frase forma parte del sacramento del matrimonio entre bautizados. La Iglesia siempre consideró el Bautismo la llave fundamental y puerta de los otros sacramentos. Por eso el matrimonio entre NO bautizados -que se casan válidamente -no lo hacen como sacramento -sino como contrato natural -que con justa causa puede disolverse.

         

        Se demuestra que Jesús instituyó el sacramento del matrimonio por una serie de intervenciones ante los testigos-apóstoles cuando resaltó y habló en numerosas ocasiones del matrimonio, asistiendo y realizando su primer milagro en las bodas de Caná, cuando habla de la institución por Dios “en el principio” para darle su verdadero sentido y condenando el repudio-divorcio de la Ley como ilícito.

        Es por eso que Pablo equipara a la unión sacramental en el matrimonio a la misma entre Cristo y Su Iglesia en su carta a los Efesios, tan fuerte como el amor de Cristo por Su Iglesia y así Pablo dice que  es “un gran mysterium” ya que esta es la palabra griega que significa “sacramento”

         

        Hay que considerar que Cristo solamente instituyó en especie literal -(con la fórmula en palabras además de la materia y la forma)- solamente 2 sacramentos: el Bautismo y la Eucaristía. Los demás incluyendo el Matrimonio los instituyó en forma genérica o sea que Cristo instituyó la esencia o sustancia sacramental significando la gracia específica sacramental y dejando la Iglesia la fórmula y el modo de realizarlo según las circunstancias como ha pasado con la Confirmación, la Penitencia o Reconciliacion, el Orden, la Unción de los Enfermos y el Matrimonio.

         

        En cuanto a la exclusión de la prole solamente el sacramento es inválido si se tiene la intención previa al matrimonio  y sostenida en el consentimiento de excluir perpetuamente el derecho a tener hijos, por las razones que sean, y debe ser antecedente o en el consentimiento. De otra manera, el sacramento es válido.

        Querido amigo Antonio Ll, nunca pienses que lo que escribo es contra la persona, ni contra la tuya o la de nadie…Ante la multiplicidad de opiniones, siempre trato de expresar mi opinión después de haber estudiado el tópico o el tema de acuerdo a lo que creo. Cada cual,yo creo que lo hace, más o menos, de manera similar. Nunca deseo molestar a nadie y me disculpo de antemano si pude ofender a alguien.

         

        Un abrazo

        Santiago Hernández

  • carmen

    Hola Antonio Llaguno.Diría que la Iglesia está en guerra interna desde tiempos de Santiago, Pablo y Pedro. Esa impresión tengo.No sé, cuando hablaba mi persona de la guerra intraeclesial, a veces se me decía, por favor…pues bueno, pensaba.De todas formas, en el cónclave votarán los que tengan derecho a voto. Dios quiera que sea dentro de muchos años. Pero ese día llegará. No te preocupes, Bergoglio está jugando muy muy bien. Él y su equipo. Son únicos. Una vez en el Poder, veremos a ver quién les puede ganar, porque designan a los hombres con derecho a voto. Y creo que ya van por el 75 por ciento de personas afines.Lo digo para que te preocupes lo justo y necesario, no más. Esto es una carrera de fondo. Una maratón, mejor dicho. Lo que no puedan hacer durante un pontificado, lo harán en otros.Al menos, así pienso. No sé.Buenas noches 

    • oscar varela

      HOLA Carmen!
       
      Fina percepción la tuya – ¡Gracias!

      Aunque Bergoglio nació dos años después estoy seguro que leyó esta Carta de 1924, donde aprendió que
      – NO BASTA LA ESPERANZA,
      – SI NO SE LE UNE LA CONFIANZA.
      ……………………………………….
       
      CARTA A UN JOVEN ARGENTINO QUE ESTUDIA FILOSOFÍA
      (OCT2,347/351) – 1924
       
      “Me ha complacido mucho su carta, amigo mío. Encuentro en ella algo que es hoy insólito encontrar en un joven, y especialmente en un joven argentino.
      – Pregunta usted algunas cosas, es decir, admite usted la posibilidad de que las ignora. Ese poro de ignorancia que deja usted abierto en el área pulimentada de su espíritu, le salvará. Por él se infiltrará un superior conocimiento.
      – Créame: no hay nada más fecundo que la ignorancia consciente de sí misma. Desde Platón hasta la fecha, los más agudos pensadores no han encontrado mejor definición de la ciencia que el título antepuesto por el gran Cusano a uno de sus libros: De docta ignorantía.
      – La ciencia es, ante y sobre todo, un docto ignorar. Por la sencilla razón de que las soluciones, el saber que se sabe, son en todos sentidos algo secundario con respecto a los problemas.
      – Si no se tiene clara noción de los problemas, mal se puede proceder a resolverlos. Además, por muy seguras que sean las soluciones, su seguridad depende de la seguridad de los problemas.
      – Ahora bien: darse cuenta de un problema es advertir ante nosotros la existencia concreta de algo que no sabemos lo que es; por tanto, es un saber que no sabemos.
      – Quien no sienta voluptuosamente esta delicia socrática de la concreta ignorancia, esa herida, ese hueco que hace el problema en nosotros, es inepto para el ejercicio intelectual.

      – La impresión que una generación nueva produce, sólo es por completo favorable cuando suscita estas dos cosas: ESPERANZA Y CONFIANZA.
      – La juventud argentina, que conozco me inspira —¿por qué no decirlo?— más esperanza que confianza.
      – Es imposible hacer nada importante en el mundo si no se reúne esta pareja de calidades: fuerza y disciplina.
      – La nueva generación goza de una espléndida dosis de fuerza vital, condición primera de toda empresa histórica; por eso espero en ella.
      – Pero, a la vez, sospecho que carece por completo de disciplina interna —sin la cual la fuerza se desagrega y volatiliza: por eso desconfío de ella.
      – No basta curiosidad para ir hacia las cosas; hace falta rigor mental para hacerse dueño de ellas.”
      …………………….

  • Antonio Llaguno

    … 

    • Antonio Llaguno

      Ya avisé de que nos ibamos a divertir con este asunto.

      La curia de la Iglesia católica y sus clérigos, están dando el espectáculo previsible ante la publicación de un documento como éste.

      A las primeras protestas que se produjeron, que han sido muy limitadas, pero han producido muchos gritos extemporáneos se han sucedido ciertas noticias:

      – Los cardenales y obispos que han protestado, fuera parte de las conferencias episcopales africanas han sido los de siempre. Los 5 de las dubias (Es decir los ínclitos Burke, Sarah, Müller, Schneider, y Viganò. Todos ellos peleándose por ser la cabeza del grupo “conservador” del próximo cónclave), sus palmeros más cercanos (Peta, Strickland, etc..) y los españoles que no quieren quedarse a la zaga (Sanz, que está empeñado en darse a conocer como el nuevo Rouco y Munilla, más conocido como Mindundilla, que no es capaz de desaprovechar la más mínima posibilidad de aparecer en un medio de comunicación). Son pcos y son los de siempre. nada nuevo bajo el sol.

      – A ellos se han unido algún obispo hispano americano y obispos africanos. Esn este caso y sin que nadie vea en mi observación tintes racistas, son obispos que están anclados en formas bastante “supersticiosas” de la doctrina. ¿Qué quiero decir con ello? Ambos grupos, los hispanoamericanos y los africanos (No todos los de esas tierras pero sí este colectivo) están sufriendo el cerco del Islam (Africa) y el protestantismo pentecostal (Hispanoamérica) tremendamente conservadores y ven como su influencia cae a manos llenas. Estos “rivales espirituales” de la Iglesia Católica son mucho más represivos con la homsexualidad que la propia Iglesia Católica (Sí. Es posible) incluso llegando a la circunstancia de que en algunos países de África es delito. La protesta de los africanos simplemente dice que es de difícil aplicación en su diócesis. No llega tan lejos como Sarah o Muller que hablan de herejía.

      – El dicasterio para la Doctrina de la fe, emitió una nota aclaratoria, respecto a la cual, se ha producido una situación fráncamente jocosa. La Nota acñlaratoria fue recibida por las revisrtae electrónicas conservadoras como una “Rectificación temerosa” de Mons. Fernández de lo ya escrito, pero si uno lee la Nota, lo que lee es una reafirmación de sus polsturas, una comprensión un tanto paternalista, pero comprensión a fin de cuentas, de la dificultad de los africanos en implantar estas bendiciones, una llamad a leer bien la Declaración y una prohibición a los obispos de que prohiban su implantación a los sacerdotes que quieran hacerlo.

      Media hora después de los gritos de alegría escritos en internetpor esta “Rectificación”, esas mismas páginas volvían a rasgarse las vestiduras y alzar los llantos y gritos de indignación por el “sostenella y no enmendalla” del ACard. Fernández (Y por el ridículo de no haberla leido bien antes ellos)

      – Se ha lanzado una petición de firmas en change.org para pedir al papa que retire esa declaración, petición emitida por 5 sacerdotes toledanos (Que más tarde analizaremos) que ha obtenido unas 9000 adhesiones (un 0.004 % aprox de los católicos de habla hispana, que es el didoma de la petición de firmas), con ningun cardenal ni obispo y apenas 40 sacerdotes (si calculamos unos 60.ooo sacerdotes en paises que hablen español, y me quedo corto, son el 0,06% de los sacerdotes). El fracaso de esta petición de firmas no ha sido impedimento para que el bunker haya hablado de “clamoroso rechazo” a la declaración. Es obvio que no hay tal rechazo.

      – De los 5 sacerdotes toledanos (4 desplazados a la amazonia peruana y el otro, promotor y soporte intelectual del canal ultra católico “La Sacristía de la Vendée” y desterrado a denver a estudiar porque tnía a su obispo hasta las narices) los 4 que estan en Perú ya han borrado su adhesióon a la petición a raiz de la llamad al orden se su obispo. El otro no lo hará (Ni falta que hace)

      – A la vista, no solo de que la “desgarradora y multitudinaria” protesta que no llega al 1% de la Iglesia (Aunque hablan muy alto, eso sí), sino de que algunos sacerdotes ya están empezando a impartir dichas bendiciones (El primero, como era de esperar ha sido el Padre James Martin SJ en EE.UU.) e incluso algunos a hacerlas de forma mucho menos discreta de lo que el Cardenal Fernández proponía, el bunker a optado por dos movimientos muy arriesgado:

      1) El primero ha sido un artículo terrorífico del cradenal Sarah acusando al Papa de ser un hereje y haciendo su típico análisis del problema (El Card. Sarah siempre hace el mismo análisis que termina diciendo que la Iglesia es la que sabe y los demás obedecemos; aunque claro, cuando habla de Iglesia se refiere a sí mismo). Tengo la intención de escribir una respuesta preguntando, como si unos dubia se tratara 🙂 a Monseñor Sarah como un cristiano más el razonamiento de algunas de sus propuestas, bastante poco misericordiosas (Su argumento principal es que la verdadera misericordia es decirles a los pobrecitos e ignorantes cristianos cual es la verdad e imponérsela)

      2) Ante la dificutad de “meterle mano” al Prefecto de la CDF, se ha filtrado (Es significativo que el cardenal Müller, cuando ocupaba el cargo que ahora ocupa Mons. Fernández, afrimó tener un dossier muy extenso sobre la obra literaria del “Tucho”) que hace algunos años (En 2008) escribió un libro llamado “La Pasión Mística. Espiritualidad y Sensualidad” y que retiró antes de venderse su primera edición, que tendría supuestamente contenido erótico.

      Es curioso que ese libro no pueda adquirirse ni en la biblioteca de Amazon y haya sido publicado anónimamente en la web “Scribd” y hecho circular en webs ultra conservadoras. acusándolo de libertino y pornógrafo.

      De nuevo, acusan al “Tucho” de escribir aberraciones sin haber leido nada de lo escrito por él. En concreto Infocatólica hace el ridículo porque acusa a monseñor de (sic) “¿Cómo un hombre célibe puede escribir sobre el orgasmo femenino y/o masculino” (¡¡Oh aberración de las aberraciones, el cardenal sabe lo que es un orgasmo!! Esto es el apocalipsis) o de escribir algo taaan lamentable como : “Aquí se nos invita a caminar con los hombres y mujeres más pasionales de la historia por los sublimes senderos de la unión mística, hasta llegar a un punto en el que nos parece rozar lo imposible. Atrevámonos a vivir esta aventura”. 

      Debe ser que nunca leyeron en la misma Biblia que usan a diarío algo como: “¡Como cinta escarlata son tus labios, y tu boca es hermosa! Como fruto del granado es tu faz detrás del velo. ¡Tu cuello es como la torre de David, construida para arsenal de armas; de ella están pendientes mil escudos, todas armaduras de héroes! ¡Tus senos son como dos añojos gemelos de gacela que pastan entre azucenas!” (Cantar de los Cantares)”

      Se ve la mano alargada del Cardenal Müller con una descalificación “ad hominem” que solo muetra una parte de la clerecía pacata, meapilas y obsesionada con el sexo.

      Las “hostialidades” (Permitaseme este palabro) por la lucha de la sucsión de Francisco (Pues es eso y no otra cosa lo que se está peleando aquí) y el liferazgo del grupo ultra conservador se han desatado y lo cierto es que muchos de esos cardenales que tienen que participar en esa decisión el día que se produzca, está un poco hasta las narices de este grupos de carcas con sotana y capa magna que solo hacen que desprestigiar una Iglesia que trata de incorporarse al siglo XXI.

      Creo que los católicos de buen corazón no podemos mantenernos al margen y aunque las reformas que se proponen no sean suficientes para lo que esperamos, lo cierto es que ni eso quieren algunos que suceda. En mi opinión, no podemos permanecer al margen o ponernos de perfil. Yo desde luego no pienso hacerlo.

      Y lo que nos queda por ver…

  • carmen

    Antonio Llaguno. Acabo de leer lo que has escrito. Creo que un tema básico para mucha gente que se siente mal porque la sociedad los ve bichos raros. Y lo peor de todo está en la niñez y en la adolescencia. Doy fe. Por mis alumnos.

    Mi hijo no se siente molesto, le da igual, es que piensa de otra manera. Pero yo vuelo. Porque las cosas no se tienen que pensar por lo que te afecta a ti, sino por lo que afecta a todos. Y la iglesia católica tiene mucha , mucha relevancia en la sociedad española. Es que no puede ser de otra manera. Tenemos la cultura que tenemos y venimos del nacionalcatolicismo.

    Me da igual que a mí hijo no le importe lo que diga la iglesia. En el fondo es un ingenuo. Ya lo creo que importa. Y muchísimo. Luego la gente vota y…Y todo, absolutamente todo tiene una base teológica. De ahí que siempre hablé de lo mismo. Hace falta una renovación teológica, porque la iglesia no va a desaparecer. También lo sé. Así que deberían de analizar aquellos asuntos teológicos que al final fuerzan a llegar a unas conclusiones abracadabrantes. Y hacen muchísimo daño. Muchísimo. Sobre todo en la adolescencia, en la niñez. Porque, como maestra , sé lo que influye en el tipo de persona que serás de adulto. Y lo digo al margen de los libros que, por mis estudios y mi profesión, me ha tocado leer. Está sacando de la experiencia.Podría estar hablando y hablando de mil temas diferentes. Pero me he dado por vencida. De nada me vale que un teólogo diga que un sacramento no es sacramento. Además, no lo entiendo. O son todos, o ninguno.

    En fin. Aquí lo dejo.Ves? Esta es justo la finalidad de mi modo de plantear los problemas. Oiga, pues yo…y a ver qué opina la gente. Pero este no es el lugar adecuado. Aquí se parte de ideas de grandes , o considerados grandes intelectuales. Cita por aquí, cita por allá… vale. Genial. Pero yo tengo un amigo que… Inútil. Te toman por la tontica del grupo, que solamente sabe hablar de lo suyo, como Paco Umbral.

    Pues bueno.Buenas noches 

    • Antonio Llaguno

      Me ha llamado mucho la atención como, a pesar del buen artículo que nos regaló Martinez Gordo sobre el tema, este asunto ha pasado desapercibido en ATRIO, a día de hoy, cuando, a mi juicio, es uno de los momentos más importantes del pontificado de Francisco.

      En mi opinión, la Fiducia Supplicans tiene unos cuantos aspectos a considerar mpero los más importantes son los que se agarran a las entrañas, los que hacen que la gente como el hijo de Carmen se siga viendo fuera de la Iglesia y los menos imprtantes son los “teológicos”; y es que pienso de corazón que en esta Iglesia Católica de 2024 sobra teología y falta amor.

      Esto, sin embargo, sí ha sido entendodo así por la parte más conservadora de la Iglesia que ha pasado a arremeter contra una declaración de mínimos muy mínimos cpomo si se tratara de una de las trompetas del Apocalipsis.

      Estoy con, Rodrigo, La “teología” de Jesús no era especialmente distinta de la de los fariseos, o saduceos. De hecho un buen historiador de las religiones como Paul Preston, afirma que Jeshoua Ben Nazareth (Que es como los judíos llaman a nuestro Jesusito de mi vida) era un rabino fariseo de la escuela de Hilel el Viejo (O el sabio). Quizás la única diferencia fuera que los saduceos no creían en la Resurrección pero si nos damos cuenta, Jesús tampoco predicó especialmente sobre ese tema, aunque no parece que haya dudas sobre su creencia en ello.

      Y sigo con Rodrigo, al afirmar que la gran diferencia es la praxis, fruto de las consecuencias que en el “corazón” (Y no me refiero al músculo cardíaco) de jesús tuvieron esas creencias.

      Ayer comentando por facebook, con un católico mexicano, precisamente me dijo: “Si Dios salva a TODOS, TODOS, TODOS. ¿Qué sentido tiene ser buena persona? Si no hay condenación ¿Para qué ser buenos?” y yo le contesté, “Porque es lo que te hará feliz. Dios no quiere que amemos porque sea lo correcto o porque es lo que nos va a dar el cielo. Dios quiere que nos amemos porque así seremos más felices al hacer felices a nuestro prójimo”.

      Es lo mismo que pasa con la famosa justificación por la sola fe que dicen los protestantes. Según ellos no hacen falta buenas obras… pero ¿Será fe de verdad si no implica obras buenas?

      Con esta declaración es imposible que las parejas gays católicas y/o las parejas extramatrimoniales se vean satisfechas. Su situación se sigue considerando ilegal (canónicamente hablando), pecaminosa. Siguen siendo ciudadanos de segunda, parias de la cristiandad; pero se permite al cura de turno hacer un pequeño gesto de acogida por medio de una discreta bendición que en muchas ocasiones irá acompañada de una “corección fraterna” hacia esa relación.

      Nada que no se estuviera haciendo antes. A fin de cuentas la Iglesia no niega una bendición a nadie que se la pida.

      Pero al oficializarlo, el bunker ha visto (Y no sin razón como luego veremos) la rendija por donde “los progretas” podremos meter la patita para, ya que no “de jure” podemos normalizar “de facto” las parejas irregulares en el seno de la Iglesia católica.

      Esto ya está siendo así. Ya hay imágenes de “bendiciones” de este tipo que van un poco más lejos de lo que la Declaración contempla, en especial las concedidas por el Padre James Martin en USA.

      Habrá un “Crónicas del Bunker” sobre las reacciones de la ultra tramontanidad celrical sobre el tema y sus consecuencias que están rozando el cisma.

      Pero eso no es lo importante.

      Una vez dejado claro que estas bendiciones no son suficiente sy que los cristianos de a pie, deberemos compensar lo que que la Iglesia oficial no hace por medio de las obras de amor y de acogida natural a estas personas.

      Pero es la justificación de tanta discriminación lo que me llena de estupor.

      Antonio Rejas afirma, con Castillo, que el matrimonio no es un sacramento… yo dudo que alguno lo sea. Al menos en el sentido que la Iglesia da a los sacramentos.

      Siempre me ha hecho mucha gracia el que la Iglesia afirmase que todos los sacramentos estaban instaurados por jesucristo cuando algunos de ellos (Como el matrimonio) lo está … porque Cristo, como cualquier hijo de vecino asistió a una boda o porque predicó que no se debía repudiar a la mujer como si fuera una prosesión (Que es de lo que habla el único pasaje en que Cristo se refiere al matrimonio y a la unión conyugal) o instaurase la confirmación que según Trento, está intituido por Cristo… porque si no no es un sacramento ya que solo Cristo puede conceder la Gracia. ¡¡Tócate los pies!! En vez de decir, no hay nada que evidencie ta institución, pues decidimos que está hecho por Cristo porque si no no podría existir. Y esto se admite como cierto sin discusión porque lo dijo Trento y ya está.

      Lo que quiero decir, y esto va tambien para Carmen, es que nadie va a pedirnos a nadie, el día que lleguemos al Padre, el cranet de la Iglesia Católica Romana para ser acogidos por Él. No tengo ni idea de como será eso pero sí se que la condición de cat´çolico tiene el mimso valor que el pertenecer al Club de Campo o a la Asociación de Ciudadanos Fastidiados y Cabreados por hacienda.

      Es normal que el hijo gay de Carmen, como tamntos otros gays del planeta, se sienta molesto con la Iglesia.

      Pero para esto reza lo mismo que reza cuando uno afirma “Es que yo no creo en Dios”. Mi querido Pepe Gangoso, un salesiano de sonrisa fácil y guitarra mágica que conocí en mi juventud, le contestaría: “No tiene importancia. Lo importante es que Dios cree en ti”.

      Es decir que da igual lo que la Iglesia bendiga o deje de bendecir. Solo Dios bendice y Dios nos bendice a TODOS, TODOS, TODOS, incluso aunque no lo necesitemos, incluso aunque no se lo pidamos, incluso aunque seamos “mal@s chic@s”.

      Y lo importante, Carmen, es amar. No soy tan petulante como para recomendarte que ames a tu hijo. Seguro que lo haces de forma que yo ni siquiera soy capaz de recomendar. No hay nada más parecido a Dios que una madre que ama a su hijo. Diga lo que diga la Iglesia, tu hijo debe sentirse afortunado. tiene una madre que lo ama y eso es algo que solo se valora de verdad el día que se pierde.

      Lo se por experiencia.

      Un abrazo

    • Antonio Llaguno

      Y ojo que se nos viene otra, muy divertida, encima.

      Discretamente y en medio de las festividades navideñas, francisco ha convocado de nuevo a la comisión para estudiar el diaconado femenino.

      Nos vamos a divertir

       

  • carmen

    Además, eso de los sacramentos nunca he entendido bien en qué consisten. No sé si se puede decir este es, este no es. A lo mejor sí. Yo iba por la sociedad en general y la repercusión que pueda tener la iglesia en la sociedad y a través de, bueno. Da igual. Nos vamos a quedar con lo de siempre: su caso.

  • carmen

    No.No es un caso.Es El caso de muchas personas. El caso. No un caso. En ningún momento he querido importunarle. Sencillamente me parece un asunto muy importante. Y si cree que es por mis hijos, se equivoca. Gracias a Dios resuelven bien. Es una manera de abordar el tema. Entiendo que no lo entienda, aquí nunca se ha entendido bien esa manera de plantear cuestiones. Se utiliza normalmente el partir de una idea y hablar sobre ella. A mí me gusta partir de un caso real y de ahí subir y subir hasta llegar a una conclusión. Ya sabe, métodos diferentes.Un saludo y buenas noches.

  • Antonio Rejas

    Carmen, cuando escribo que es un acuerdo de vida entre hombre y mujer, estoy comentando exclusivamentepalabras de Castillo negando carácter sacramental al matrimonio. Solamente cito el pensamiento de un gran teólogo , que yo acepto, pero no estoy formado para debates teológicos.  Creo que lo expresado en el comentario no afecta para  nada al caso referido por Vd. Y, además, no tengo nada en contra de tales situaciones.    

    • Rodrigo Olvera

      Por supuesto que lo expresado en el comentario SÍ AFECTA TOTALMENTE el caso referido por Carmen. Si asumimos y aceptamos lo expresado en el comentario, tenemos que llegar a ciertas  conclusiones, que al aplicarlas al caso real se nos muestran totalmente inaceptables.

       

      Una de las conclusiones de definir el matrimonio como un acuerdo entre varón y mujer para procrear es que una pareja que no puede reproducirse por infertilidad nunca será matrimonio; otra conclusión es que una pareja del mismo sexo nunca será matrimonio.  Carmen con un caso concreto muestra lo problemático que es definir el matrimonio como un acuerdo para llevar a cabo de reproducción, por ser inaceptables las conclusiones de tal definición.

       

      Pedro Trigo  decía que Jesús y los fariseos y los saduceos no tenían diferencias en la teología, en el nivel de las ideas: la diferencia estaba en las consecuencias prácticas al aplicarlo a los casos de la vida real, Si Jesús decía que Dios es bueno, los fariseos y los saduceos estaban de de acuerdo en que Dios es bueno. Cuando Jesús decía que la consecuencia práctica de la bondad de Dios era que era más importante la salud de un hombre que el mandato del reposo en el sábado, ahí es donde estallaba el conflicto.  A mí me convenció el argumento de Pedro Trigo cuando lo leí (yo era adolescente) y desde entonces el criterio más importante para mí al evaluar definiciones teológicas o dogmáticas es mirar sus consecuencias en los casos de la vida real; como hizo aquí Carmen

  • carmen

    Por cierto. Mi hijo, padre de mis nietos, no quiso recibir el sacramento del matrimonio, se casó en el ayuntamiento, hace ya trece años. De los primeros en Murcia. Pero la diferencia es que fue su elección. Por algo lo decidiría, digo, no sé. Eso es lo que se debería de plantear la iglesia católica. Por qué la gente abandona? Pero es que no le importa, esperan tiempos mejores. Juegan como nadie, porque son una especie de Banca. Y la Banca siempre gana, es cuestión de aguantar.Pues eso.

  • carmen

    Y si no se tienen hijos, el matrimonio, sea o no sacramento, pierde su finalidad? Porque mi hermano y su mujer llevan casados más de cincuenta años y no han tenido hijos, problemas, ya sabe.Entonces, dos personas que se quieren, si son del mismo sexo y , obviamente,no pueden tener hijos, no pueden acceder al sacramento del matrimonio? Suponiendo que lo deseen, claro. Porque si no lo piensan, pues no hay problema.

    Las parejas , casadas como dios manda, y no hay manera de que tengan bebés por cualquier problema biológico, no están bendecidas por Dios y por eso no tienen? Pues tengo dos nietos con ayuda del IVI que no vea. Además, mi nieta es igualita a su abuela.

    Los tiempos cambian, señor Rejas. Queramos o no, cambian. Tengo que pensar que un hijo mío no es digno de recibir un sacramento o una aceptación total por la iglesia porque vive con otro chico? Le aseguro que a ellos les da exactamente igual. Pero yo me indigno, porque sé que hay personas en la misma situación a las que sí les importa.Porque sé que esa opinión de la iglesia influye un montonazo en todita la sociedad. Porque sabemos la influencia de la iglesia en las sociedades occidentales. O es que el pensamiento cristiano no influye para nada en la sociedad si no vas a misa? Si no vas a misa y cuando te preguntan dices que no crees en Dios, eso quiere decir que la iglesia católica no influye en el pensamiento? Por favor. Si somos de cultura cristiana. No ya de religión. De cultura.

    No. La iglesia, quiero pensar, no es consciente del daño que puede hacer. Porque las personas que se dedican a pensar dentro de la iglesia, no tienen problemas de este tipo. Porque saben que lo que hay que hacer es esconder todos estos aspectos. Y eso piden. Usted en su vida privada, a oscuras, haga lo que desee, luego se confiesa y en paz. Pero no pida nuestra bendición, porque sabemos que Dios está en contra de lo que usted desea. Es reo del infierno. Y eso hay que aceptarlo?Desde luego no lo acepto. Sabe el sufrimiento de los niños cuando se les señala en los colegios? Yo sí. Soy maestra.

    En fin. Diferentes maneras de entender esto del cristianismo, o el evangelio, o simplemente la sociedad.Un abrazo. 

  • Antonio Rejas

       Me ha causado gran estupor lo de la tirilla por si alguien quería confesarse en el autobús. Estas ideas me resultan tan incomprensibles que no puedo aceptarlas.     Dios creó hombre y mujer, es decir, cuando se inició el tránsito de la animalidad irracional a la racional, sin perder la animalidad, no cambió el sexo de los animales, sino que se fué perfeccionando su celebro y anatomía a través del tiempo y no sé si todavía sigue tal proceso o ha llegado ya al máximo de perfección intelectual y física, pero sí está claro  que su bondad no ha mejorado mucho (tal vez ha empeorado).   Siguiendo a José Mª Castillo,  ya fallecido hace poco, estoy de acuerdo con unas palabras que le escuché  afirmando que el matrimonio no es sacramento. Es un acuerdo de vida entre hombre y mujer, mejor si es vitalicio,  para llevar a cabo la procreación y así dar cumplimiento al mandato del Creador: “Creced y multiplicaos”.  Cumplido este mandato, vivir en paz y alegría hasta el final de los días.    

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