“Todos comulgan, pero nadie se confiesa“. Eso es lo que recientemente me decía mi excondiscípulo Maximino. Hace medio siglo se hizo cargo de una pequeña parroquia. Le quedaban demasiadas horas libres. Con el permiso de su obispo, aceptó trabajar en la oficina bancaria del pueblo cercano. Llegó a ser director de la misma. […]
Comentarios recientes