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Si yo hubiera sido un hombre, no habría habido problema

Continuando con la entrevista a Michel Aupetit, publicada ayer, hoy publicamos la entrevista exclusiva con Laetitia Calmeyn, la mujer consagrada a la que “Paris Match” fotografió en secreto en un encuentro concertado con el arzobispo Aupetit. Hay que puntualizar que este encuentro en lugares públicos se tuvo cuando ya el papa había aceptado apresuradamente la dimisión de Aupetit por una “relación ambigua” en 2012 de la que habla el arzobispo en su entrevista. Nada que ver Letitia, a quien conoció mucho después. AD.

Por Céline Hoyeau – La Croix – 13-12-2021

Una de las revistas de noticias e información más populares de Francia, Paris Match , ha publicado una serie de fotografías tomadas en secreto del arzobispo Michel Aupetit en compañía de una joven como parte de un artículo titulado “Lost for Love”.

El 2 de diciembre, el Papa Francisco aceptó la renuncia de Aupetit, de 70 años, como arzobispo de París, después de que se intensificaran los rumores sobre una relación consensuada que tuvo con una mujer adulta en 2012.

El arzobispo reconoció la naturaleza “ambigua” de esa relación, pero negó cualquier relación sexual con la mujer no identificada.

Pero una semana después de que el Papa relevara a Aupetit de sus deberes, Paris Match publicó fotos del arzobispo cenando y paseando por una zona de las afueras de París con una teóloga belga de 46 años y virgen consagrada llamada Laetitia Calmeyn .

En esta entrevista exclusiva con Céline Hoyeau de La Croix, dice que el incidente tiene mucho que ver con la forma en que muchas personas ven a las mujeres en general y a quienes están implicadas en el liderazgo de la Iglesia.

La Croix: Apareciste en un artículo en Paris Match el jueves … Es la primera vez que una teóloga, una virgen consagrada en la Iglesia, ha sido objeto de tal tratamiento mediático.

Laetitia Calmeyn: Hace dos días, estaba realmente conmocionada, lo experimenté como un trauma. Y entonces me vino una pregunta: si hubiera sido un hombre, un sacerdote, al lado del arzobispo Aupetit, ¿habría habido el mismo trato por parte de los medios de comunicación?

¿Debería reducirse la mujer en la Iglesia a ser objeto de sospecha, fantasía, expresión de celos o servilismo? ¿Significa todo esto que, en la Iglesia y ante los ojos del mundo, es impensable una relación entre un hombre y una mujer que se viva en amistad?

Puedo aceptar plenamente que los periodistas quieran conocerme, pero este robo de imágenes y esta edición para sugerir sospechas, ¡cuánta insustancialidad! — es terrible.

Es posible que algunas personas te hayan reprochado una cierta imprudencia en este paseo con un obispo que acababa de renunciar cuando era sospechoso de haber tenido una aventura con una mujer.

Debemos distinguir entre prudencia y desconfianza.

Como pudiste ver en las fotos de Paris Match, todos los espacios eran espacios públicos.

Que alguien que recientemente ha sido tratado de manera extremadamente mal recurra a la amistad para superar la terrible experiencia es el ABC de la fe. No debemos equivocarnos al respecto.

¿Dónde está hoy el escándalo? Ciertamente no en la amistad, sino en el mal proyectado sobre esta amistad.

Debemos volver a la objetividad de mi situación.

¿Cuáles son mis tareas en la diócesis? Soy profesora en la facultad de Notre Dame del Collège des Bernardins, y soy la directora del ISSR (Institut Supérieur des Sciences Religieuses). Soy miembro del consejo del seminario de París.

Pero no formo parte del equipo que acompaña a Michel Aupetit en su gobierno. En un año, he ido al arzobispado una vez, por un cumpleaños.

Hay sacerdotes que tienen importantes responsabilidades en la diócesis. ¿La gente dice: “Mira, un hombre con poder”?

Estoy lejos de ser la única mujer; hay otras en los consejos diocesanos. Y si a veces me consultan sacerdotes o laicos sobre uno u otro tema, es por mi competencia teológica.

Se habla mucho del lugar de la mujer en la Iglesia. A mí me parece muy importante que no sea solo en una relación de dependencia jerárquica, sino también como compañeros. Lo he experimentado en el seminario: la visión de una mujer es completamente diferente a la de un hombre.

No estoy a favor de las cuotas de mujeres en la Iglesia. Ese no es el problema. Hay una perspectiva femenina necesaria, pero está ligada a los carismas.

Las mujeres con responsabilidades en los Bernardin son raras. ¿Estar sola en un mundo de sacerdotes no corre el riesgo de participar, una misma, en un sistema clerical?

En los Bernardins, somos cada vez más … Entonces, si sigo su razonamiento, no tendríamos que estar involucradas, por temor a reforzar un sistema.

He descubierto que el clericalismo, en parte, es muy inconsciente. Pero también vivo a diario que la fraternidad y las amistades mueven las cosas y hacen posible relaciones reales de comunión.

La cuestión del lugar de la mujer es importante para que los hombres también puedan encontrar su lugar como hombres, sin necesariamente identificarse con su función.

¿Qué piensa hacer a partir de ahora?

Personalmente, ser fiel a mi vida consagrada en el seguimiento de Cristo y a mi misión. Pero esta fidelidad no excluye el deber de justicia.

Los abogados están explorando vías legales. Habrá una demanda.

Pero aún no hemos definido con precisión el tema de esta denuncia: invasión de la intimidad, difamación, calumnia … Debemos evitar que esto vuelva a suceder.

¿Continuará su misión en los Bernardin y en la Congregación para la Doctrina de la Fe?

Sí, son sitios en los que me siento muy a gusto.

7 comentarios

  • carmen

    Perdona, se me ha olvidado decir una cosa. Si ahora quieren ser las mujeres como la virgen María, es asunto suyo. En su derecho están. Es su elección personal.

    Pero dales cien años. Verás qué risa.

  • carmen

    Pues, Óscar. Lo tienen claro. Han aplastado a la mujer porque no tenía acceso a la educación. No digo que no supieran leer o escribir, digo Educación, como los varones. Lo sé. Ni las clases altas ni las bajas. Mis padres son de la misma edad. Nacieron uno el el 1906 y otro en el siete . Clases medias. Burgueses les llamarías tú. Esa suerte que tuvieron. Mi padre estudió bachillerato y luego no sé qué de números. Creo que maestro mercantil o algo así porque entonces no había carrera de estas de económicas por aquí en Murcia. No sé en otras ciudades.

    Mi madre mientras, en un colegio de la misma congregación en la que luego estudiamos mis hermanas, aprendió a bordar, a coser, a rezar y a no sé qué más. Punto. Varón y Mujer los creó Dios a ricos y pobres.

    En los cuarenta ya empezaron algunas a estudiar bachillerato y raramente a la universidad. Y en el 72 se implantó en España la educación obligatoria para todas las personas. Sin distinción de sexo. Obligatoria. Hasta los catorce años prorrogables a los dieciséis porque se daban dos años para posibles repeticiones de cursos. Y al principio de los noventa, obligatoria hasta los dieciséis prorrogables hasta los 18. Y las universidades se llenaron de chicos y de chicas que estaban dispuestos a estudiar.

    Están perdidos. Óscar. Perdidos. Porque La Mujer se ha convencido de su valía personal. Se sabe con los mismos derechos que el varón. Porque los tiene. Y Es imparable. Esto está empezando ahora.

    Si la iglesia cree que seguimos siendo aplastables es que no tiene ni idea de qué va la realidad. Bueno, sin es que. No tiene ni idea de qué va la vida real.

    Y toda la sociedad ganará porque lo que no se puede hacer es de entrada apartar al rincón de barrer al cincuenta por ciento de la población. Tú sabes la de cabezas brillantes que se han perdido?

    Los tiempos cambian.

  • mª pilar

    Nunca he comprendido, la “maledicencia” de pensamiento y obra, respecto a las amistades mixtas, que existen;  y sobre todo dentro de la iglesia.

    Personalmente, desde niña: he tenido amigos…más que amigas…porque estas  eran para mí…más tiquis niquis…los chicos que aceptaban la amistad, eran menos complicados y se podía hablar con sinceridad.

    Pero en esa amistad, no entraba para nada, la sensualidad.

    Éramos amigos, compartíamos juegos, he ilusiones de futuro, sin más.

    De mayor he seguido teniendo grandes amigos (sigo pensando que son menos complicados) pero también he tenido amigas de verdad, con las cuales he compartido mis más profundos pensamientos. dudas, deseos; y muchos de esos deseos, sueños; y me han apoyado para poder llevarlos a cabo, sin miedo a las críticas, de quienes no los comprendían ni compartían.

    Y sigo siendo fiel a esas amistades de verdad buenas, sinceras.

    Ahora que se ma van marchando…las recuerdo y añoro…como si presentes estuvieran.

    Pero también he conocido, la hiel, de quienes se esmeran por cercenar una verdadera amistad, y solo hay un camino:

    Saber “separarse” a tiempo, para que la persona amiga, no padezca los ataques de las personas que sienten la necesidad de embadurnarlas..:

    ¡Y las hay!

    Comprendo muy bien ha Laetitia Calmeyn, y me paree excelente, que estén preparando una denuncia por abusos y mentiras.

  • ana rodrigo

    Hoy ha publicado Castillo un artículo en RD hablando sobre el clero y la Iglesia, muy claro, como él suele ser, y dice entre otras muchas cosas; “Históricamente se comprende la aparición de unos “privilegiados” a los que les tocó la “suerte” de ser ellos – y solamente ellos – los que sabían de leyes, ritos y ceremonias tal como la Iglesia (del s. III al VI) fue evolucionando, de la transparencia del Evangelio hasta la complejidad de una Religión,”
    La mujer quedó excluida de este ministerio y pasó a ser objeto dependiente e inferior al clero, objeto de uso, de abuso y de sospecha.
    El relato de este artículo es el vivo retrato. La mujer siempre será la “Eva “tentadora y sospechosa, no un ser humano capaz de asesorar o aconsejar a un obispo o de tener amistad con un obispo.
    Claro que, después de haber convertido, cierto o no, en la prensa como sospechoso al obispo Michel Aupetit de una relación especial con una mujer, más el informe reciente de la pederastia en este país, ha formado la tormenta perfecta.
    Aún así, la realidad del clero y la de la mujer en la iglesia (en este caso), es tal cual: clérigo con poder, mujer sospechosa.

  • oscar varela

    Hola!

    “que los sacerdotes no puedan casarse”

    es lógico:

    1- de lógica salarial

    a) son baratitos

    b) no dejan herencia

    2- de lógica patriarcal

    a) la fémina es “putanera”

    b) el machirulo es cuidable

    3- de lógica religiosa

    a) todo poder es macho

    b) todo lo de abajo es aplastable

  • carmen

    O sea.

    Aquí la gente defendiendo al obispo este de Barcelona que va a ser padre de dos mellizos. Y se casó siendo obispo porque no le llegaba no sé qué papel.

    Y ahora van y jaleo  monumental y  por unas fotos van y lo cesan?

    Miren ustedes. Lo han cesado por algo más. Ellos sabrán. Supongo que por jaleos de esos de apoyo al Poder.

    Lo que es de locos es que los sacerdotes no puedan casarse dentro de la Santa Madre Iglesia.

    Perdón por opinar.

  • Román Díaz Ayala

    Esclarecedora entrevista y una maravilla que tanto grado de madurez se esté alcanzando en ciertos ámbitos eclesiales hasta ahora dominados por el clericalismo. Claro, es Francia, donde las cosas discurren de maneras menos “revolticonas”, como en Alemania, por ejemplo, pero con pasos firmes hacia una puesta al día dentro de la comunidad eclesial.

    La Sinolidad que se pretende naturalizar dentro de la Iglesia ( 2021-2023) tendría un éxito discreto, en especial en lo que se refiere al clericalismo, su mal  endémico, si esa participación de las mujeres cada vez más creciente no se viera reforzada con la  ordenación sacerdotal.

    Luego la sociedad y sus medios de comunicación verán como normal en la vida pública, lo que ya es normal para todos los otros colectivos, ambientes e instituciones de la misma.

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