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Meditación sobre la Iglesia


        Este es el título de la meditación que tenía programado publicar hoy dentro de estos actualizados ejercicios espirituales que estoy presentando los viernes de esta cuaresma. Normalmente dedico el jueves a repensar y actualizar lo que escribí hace dos años y que quedó ahí en la carpeta. Pero este jueves no he podido. Estaba demasiado dolido y cabreado con lo que está pasando en mi iglesia.

        Al final he decidido poner esa meditación, tal como estaba desde 2017, en una página que podéis leer, si queréis:

5. Meditación sobre la Iglesia

        No hace falta decir que lo que me ha producido ese gran dolor e indignación ha sido la puñalada trapera que el emérito Ratzinger (o su entorno, porque del mismo texto que ayer publicábamos no parece que su cabeza y su prudencia sigan funcionando bien) ha clavado al único papa que hoy tenemos en la Iglesia. ¿Y por qué me duele tanto ese ataque, que prefiero por ahora no comentar más?

        En primer lugar porque la católica sigue siendo mi iglesia. En la meditación, que os he querido evitar tener que recorrer en esta columna central hasta llegar al formulario de comentarios, expongo por qué no me he salido de ella y por qué no se puede hacer una apaciguadora dseparación total entre Iglesia interior de creyentes e Iglesia institucional, hecha de carne y huesos humanos, por mucho que se haya desviado del espíritu de libertad y fraternidad  en que se basaba el mensaje de Jesús de Galilea.

        También porque esta llamada a unos principios éticos irreformables porque están basados en la verdad inamovible de una supuesta ley natural que establece la verdad de Dios sobre lo que está bien y mal va a ser acogida con fruición por muchos obispos y cristianos de todo el mundo que ya acusan a Francisco de relativista y traidor a las verdades eternas.

        Y vivo hoy más unido que nunca a la persona de Jorge Bergoglio, pequeña y limitada como todas a pesar del alto puesto que ocupa en la Iglesia. En la tarde noche del jueves he meditado mucho siguiendo la extraña ceremonia que se ha celebrado en Santa Marta, culminando dos días de reflexión de los líderes de diversos partidos de Sudán del Sur, para reforzar el recién y frágil tratado de paz que acaban de firmar. Os invito a meditar hoy sobre la Iglesia asistiendo a este acto que ha sido una proclamación de lo que debe ser la Iglesia, expresada más que en palabras en gestos como hacía Jesús. A Francisco se le veía esta mañana como una persona tocada por lo que le había hecho el emérito y su cuadrilla. Pero ha dejado muy claro en esa aparición:

  • La unidad de todos los cristianos, ahora separados en varias Iglesias. Toda la reunión, aunque se celebraba en el Vaticano, fue pensada y organizada por Welby, el arzobispo de Canterbury y el primado de la Iglesia Escocesa, allí presentes. Las tres Iglesias más numerosas en Sudán del Sur unidas en una acción por la paz. Ecumenismo en acción.
  • En las palabras y la oración que ha dirigido Francisco, quedó bien claro que las Iglesias y todo el cristianismo están al servicio del pueblo, el pueblo que sufre hambre y guerras. Y sus gritos han llegado por este acto hasta el Vaticano y el mundo entero. Las iglesias al servicio de la justicia y la paz.
  • Y al final de todo ha venido la sorpresa que ha dado titular e imagen a lo que sobre esta reunión ha circulado por el mundo. El papa ha ido hasta donde estaban los tres dirigentes y una mujer que firmaban la paz (no me he informado aún de sus nombres y a quienes representaban), tras decirles cómo les pedía desde lo más hondo que conservaran las manos unidas a pesar de las dificultades. Se acercó a ellos y, arrodillándose, les besó los pies. ¿Puro teatro? Yo creo que no. Vedlo en directo, aunque sea pasando con el puntero hasta casi el final del vídeo. El que quiera ser el líder y el maestro, que sirva poniéndose a los pies de los demás.

8 comentarios

  • juan antonio vinagre oviedo

    Vaya por delante un cordial saludo de Pascua a toda la buena gente atriera, especialmente a quienes estamos intercambiando aquí nuestras reflexiones.
    En el marco de estas meditaciones de cuaresma-y también de seres efímeros-, me permito la inclusión de estos dos poemas, como una invitación (ingenua?), pensando en quienes no se interesan por ninguna meditación o simple reflexión, ni desean que venga el Reino de Dios a la tierra, sino sólo su propio reinecillo, que crea tantos vasallos y tantas servidumbres… Ahí van, el primero “Ceguera compulsiva”y el segundo”Por qué tanta obsesión”:

        Ceguera compulsiva
        Permite esta pregunta
        de una amiga que siente qué te pasa,
        cuando aspiras sin tasa
        a imponerte un laurel de campeón:
        ¿Esas ansias de ser y figurar,
        de elevar un grandioso torreón
        y amasar capital, aunque te sobre;
        de obsceno especular
        cual “lúcido” banquero,
        sin poner ningún freno a tu ambición,
        aunque dejes sin pan al jornalero…,
        te han hecho a ti tan pobre
        que tú no tienes ya más que dinero?
        te labras un presente sin futuro.

        ¿Por qué tanta obsesión?
        ¿Por qué tanta pasión por endiosarte,
        por querer ser el jefe y el patrón?
        ¿Por qué tanta ceguera y obsesión
        que ya te hace incapaz de concienciarte?
        ¿Por qué exhibes poder con un baluarte
        que induzca a suplicar tu protección?
        ¿No ves que te encadena una adición
        que atrapa y no permite liberarte?
        Si no tomas conciencia del desvío
        convertidos en dios, estoy seguro
        que de vida interior estás vacío,
        y así, sin objetivos superiores,

       
      Esto es lo que quiero reflejar, con otros muchos: El poder y el afán de dinero impiden la venida de un mundo mejor, que es lo que pretende el Reino. Un reinecillo no es compatible con el Reino.Por eso, esa pobre gente no reflexiona más que para amasar…

    • Carmen

      Pues no sé yo por qué una persona mayor de ochenta años tiene que no saber lo que dice. No de noventa.

      Seguramente a mí me sucederá porque la familia de mi madre es de Alzheimer a tope. Que Dios me proteja  , que me va a hacer falta. Pero conozco a un montón de personas mayores que piensa con una claridad alucinante. Eso sí, la mayoría anclada en sus ideas. Pero ideas de toooooooda su vida.

      Además, aquí hay gente bastante mayor a la que adoro porque la veo espectacular.

      Pues eso

    • juan antonio vinagre oviedo

      Ahora que estamos en Semana Santa, y como consecuencia de la lectura que propones, Antonio,  -incluido el vídeo-, una breve reflexión, hecha casi oración, que no desentone mucho:

      –El caso Ratzinger-Benedicto me parece una campanada del entorno, que, por persistente, puede acabar “convenciendo” a un anciano, para que diga lo que el poderoso tradicionalismo quiere… Esto no es nada nuevo ni sorpresivo.  Por eso, yo no le daría más importancia que la que tiene: Es necesario descubrir y dar a conocer proféticamente los entresijos sinuosos de esa tradición tan secularmente enraizada y difícil de extirpar. Pero sin olvidar  -a fin de ser realistas- la recomendación del Señor: No confundir la cizaña con el buen trigo… No sea  que esto pueda llevar a perder la esperanza de cambio, y a cortar-romper por lo sano…

      –Yo no rompería, no me alejaría, por mucho que la poderosa tradición de los malos servidores oprima y ahogue, de modo que la fuerza del Reino tarde más en “venir a nosotros” como pueblo de Dios que vive en la tierra. Me parece bueno distinguir bien entre Dios, Jesús de Nazaret y su Reino  -en los que creo- y los seres humanos de poca  -o tal vez mala?-  fe, que han caído en la tentación del poder y de la ostentación, que rechazó el Señor en el desierto.

      –Dado que resulta casi imposible evitar la cizaña dentro del Reino, debo mentalizarme y acostumbrarme a convivir entre ideas, posturas, ritos, tradiciones… -que no me gustan o no comparto-, con el espíritu de acogimiento fraterno, sin renunciar a la denuncia profética…, convencido de que, pese a todo, entre los reunidos en su nombre está presente el Señor Jesús. A mí esto me basta para no alejarme.  A veces me pregunto: Si abandono totalmente, ¿no colaboro indirectamente a que sigan instalados y sin oposición los que considero contrarios al Reino? ¿No retraso así más esa venida que tanto necesita la tierra?  Puede ser bueno un cambio de morada  -cambios parciales, como hemos realizado muchos-, pero sin dejar la casa del Padre, la Iglesia, por muy infiel que sea. (Esta es mi opinión hoy, que no quiere ser crítica ni restar méritos a otras posturas, sin duda muy honestas y coherentes.)

      –En la Iglesia de Jesús se ha repetido la historia de la religión judía y del templo. ¿Qué hacer? ¿Coger el látigo? Quizá tenga razón el papa Francisco: Necesitamos un RETIRO ESPIRITUAL, dirigido por el Espíritu, al que asistamos con el corazón humilde y contrito, capaz de escucharlo. Sin que los errores y tibiezas de unos aflojen la fe de los otros…

      Ésta sería mi oración-súplica en esta Semana santa.

       

      • ana rodrigo

        Juan Antonio (perdona que creo que el otro día te llamé José Antonio), te voy a decir lo que pienso. La aplicación personal de lo que denuncio fuera de mí, es trabajo mío, y ahí estoy contigo en que debemos ser muy transparentes y muy sinceros y coherentes con nosotros mismos.

        Lo que hace la Institución Iglesia y sus representes, que también me representan a mí como miembro de la comunidad cristiana, hay que ser implacables y denunciar sus torpezas y demás cuestiones mal hechas, al igual que lo hacemos con otro tipo de instituciones nacionales o supranacionales cuando su manera de actuar es inmoral, o corrupta o injusta. El silencio nos hace cómplices de las injusticias.

    • Asun Poudereux

      Tras leer varias entradas y comentarios, os comparto lo que sigue a modo de reflexión en interconexión.
      Si he de ser sincera y honesta, no siento  que dejar atrás y a un lado el modo heredado e instituido de llegar  a la experiencia de Jesús obligue a participar y colaborar en ello, sí o sí. De ningún modo,  sino más bien a ahondar en lo que se nos va regalando a través de nuestra vida concreta e intransferible, siendo que ahí  el encuentro con uno mismo y con todo otro hace que sea posible la acogida venga de donde venga. Delimitar  esa experiencia a una comunidad, es solo un camino referente más,  dado que la universalidad y pluralidad desde la Consciencia no se agota en ella, en un grupo, su despliegue, aunque sí pueda ir abriéndose en ella, en Espíritu y Verdad más y más y de modos insospechados, anteriormente no tenidos en cuenta.                                                              Hay personas que viven la inercia anterior como lo debido a una madre, hay quienes encuentran seguridad, hay quienes se ajustan como si de un traje hecho a medida de sus postulados intocables ante la vida misma, hay quien no sabe y no se pregunta más allá de las respuestas que le vienen dadas.  Y el reciclaje sobre lo mismo no cesa. Lo cierto es que el miedo a los cambios van con nuestra naturaleza,  siendo hasta mejor representado en nuestro imaginario lo malo conocido que lo bueno por conocer. 
      Un abismo inmenso de luz  entreabre su amplia puerta,  un paso adelante que solo la persona puede dar por ella misma, dejando atrás y hasta re-integrando, al ir trascendiendo,  lo que  la hizo llegar hasta aquí y allá.  Por lo que no podemos esperar que otros hagan lo que es cosa de cada cual.  Lo que permanece y empuja hacia la vida auténtica no lo puede ni debe ahogar el dejarse imbuir  en circunstancias no esperadas  y tampoco las representaciones deseadas o no.  Si meditar pudiera ser lo que vive Jesús en tales circunstancias, en el aquí y ahora presentes, estaría a años luz como lo estuvo en su momento, por decirlo de alguna manera.
      Y aquí si dejo un amplio espacio de silencio.
       
      El que seamos “tuertos” en la realidad que es y somos, no  implica que tengamos que acogernos a los “ciegos” externos a quienes somos,  vengan y sean en forma material, espiritual y personal.  Jesús parece que vio por sí mismo, estuvo bien alerta y atento a lo que pasaba a su alrededor, a la hipocresía y desprecio  desencadenante de la injusticia y pobreza que sufrían y que siguen sufriendo niños, mujeres y hombres, y como siempre, unos mucho más que otros.
       
      Pero  con esto tampoco quisiera simplificar el mundo en dos bandos,  porque desgraciadamente es mucho más complicado, los hay consentidores,  cómplices y manipuladores natos. Y mucha ignorancia de por medio.  Con comilas o sin ellas. Aunque al modo que nos va indicando Salvador, muy sencillo para los tuertos que quieren ver.    
                
      Muchas gracias, Antonio y atrieros todos.

    • Mª Pilar García Martímez de Aguirre

      Muy querido Antonio:

      Soy parte de la iglesia… y cuanto más he ido profundizando en el hermoso Proyecto del Galileo Jesús… he tenido que salir de sus enredos, formación y explicación de su Palabra; porque no me aporta nada positivo.

      Sigo agradeciendo de corazón, a tantas personas admirables que en su entorno he conocido, pero la mayoría… tuvieron, tienen, que hacerlo sin poder sentirla como madre… que es lo que debiera ser.

      ¿Que queda en ella, de lo que el Galileo Proclamó?

      ¿Donde se apoya y se ha apoyado esta iglesia de nuestros “dolores”, mirando lo que Jesús dijo, hizo y padeció?

      He estado en ella hasta hace unos años; y ahora, no puedo compartir, lo que ni siquiera, aunque fueran poco a poco cambiando… su lenguaje.

      ¿Sabes cuantos errores y dolores, ante una utilización de lo que llamamos fe, de manera tan cicatera como se hace, se liberarían, si fueran claros, contundentes, sanantes, ante el dolor de las personas?

      Nos educan para no pensar… peor, para pensar mal de todos y de todo.

      Me entregué a ella desde muy temprana edad; cierto, que ya en ella, actuaba de manera particular, con otro estilo, y eso…  me ha pasado factura… que siempre acepté; y que no me hizo bajar el nivel de responsabilidad que sentía en mis entrañas.

      Nunca fui por libre, siempre recurría a estatus donde estaba la responsabilidad mayor, ni animé a ninguna persona a “desobedecer” las normas establecidas; pero buscaba otras maneras de actuar, primero a nivel personal, después, buscando el bien para las personas que padecían las ataduras tan duras que esta iglesia poder ejerce contra las personas más débiles.

      A mi manera, iba caminando; formándome, y descubriendo en mi interior:

      ¡El gran tesoro que encierra el Proyecto de Vida de Jesús el Galileo! 

      Fue, la mayor y mejor experiencia de mi vida; y nunca he salido de ella. Una persona muy importante para mi caminar, cuando le expresaba mis vivencias, me preguntaba:

      ¿Como has llegado a esa conclusión?

      ¡No lo sé, pero La Palabra se ha hecho luz, y así la percibo!

      Me pedía, que escribiese en el momento lo que sucedía… y le respondí:

      En ese momento… ¡solo lo vivo! Después, ya escribiré lo que quede de esa experiencia, y así lo hice, hasta que nos dejó.

      Ahora… ya no queda nadie con quien compartir… se ha perdido la ilusión de un camino novedoso como tuvimos en los años siguientes al Vaticano II; ahora, tristemente se vuelve… a lo de siempre, porque es lo que les interesa a los altos cargos de esta dolorida iglesia.

      El resto… vive en ella a su manera, esperando formar parte importante en nueva andadura… si alguna vez llega. El resto, sencillamente nos apartamos, o directamente … se van.

      No puedo hacer silencio por esta iglesia, solo me queda, seguir mi camino con ilusión, porque el Proyecto del Galileo:

      ¡¡¡Si da Vida!!!

      Un abrazo entrañable y agradecido Antonio, sabes cuanto te quiero y respeto.

      mª pilar

       

    • ana rodrigo

      Me ha gustado el mensaje del Papa y me ha impresionado el gesto de besarle los pies. Vamos por el buen camino.

    • George R Porta

      Querido Antonio: Gracias de nuevo por este video que vale la pena de ser mirado/escuchado en su totalidad. Como te preguntas, pienso que depende de lo que cada persona lleve en su corazón, unas proyectarán la acusación de protagonismo o hipocresía y otras personas se abstendrán (eso hago), otras que pueden conocer mejor a Francisco podrán identificarse y proyectar humildad y sencillez.

      Por mi parte, sigo pensando/sintiendo que exista una Iglesia institucional y otra no institucional, porque el poder y la autoridad crean esa distinción. Creo también que éstas «subsistan» en la otra, la que es íntegra más allá de las divisiones sectarias o ideológicas o jerárquicas porque la Iglesia se hace visible solo en su dispersión y en su diversidsd.

      Si es cierto como deseo y espero que el cristianismo haya surgido del Galileo y haya venido realizando su andadura de más de dos milenios hacia la unidad, también me parece cierta su actual división.

      Ratzinger no debió romper su promesa de callar y permanecer en retiro. Tampoco debió serle permitida. Por otra parte, si alguien espera y desea, confía en que aquello que parece haber comenzado en el mismo Galileo ineluctablemente continuará su camino hasta donde deba llegar, esta arrogante estupidez del emérito no causará más daño que causar una cierta demora adicional a la unificación que parece buscar Francisco, pero que de cualquier modo, si es posible, se realizará a su debido momento.

      En cuanto a la traducción del documento que escribió en alemán Ratzinger, ¿pudiera diferenciarse tanto del original que oficialmente fue entregado a Aciprensa para ser divulgado? Quienes leen y comprenden alemán bávaro pueden leer la versión alemana en Aciprensa: https://de.catholicnewsagency.com/story/die-kirche-und-der-skandal-des-sexuellen-missbrauchs-von-papst-benedikt-xvi-4498 . También está accesible en italiano, portugués e inglés.

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