Otros temas

Autores

Archivo de entradas

Temas

Fechas

Calendario

febrero 2013
L M X J V S D
 123
45678910
11121314151617
18192021222324
25262728  
7172 Artículos. - 109338 Comentarios.

Mi nuevo paradigma teológico -1-

Juan LuisTodos nos alegramos de que Juan Luis Herrero del Pozo regrese a ATRIO con una serie de artículos que se prolongará hasta Pascua. No es un texto nuevo sino el que presentó en ATRIO hace cinco años en una sección especial que aún está abierta –Secularidad y Fe-, con todos los comentarios que entonces entraron. Juan Luis no ha podido hacer un nuevo texto sobre su forma de pensar las cosas de Dios y de Cristo. Pero el otro día nos decía: “No puedo ni creo poder en el futuro por mi ceguera ya casi total, pero, además, con ese texto de 2008 me identifico hoy plenamente y no cambiaría nada”. Así que todos estáis invitados a releer a Juan Luis y a conversar con él. Es posible que, con ayuda de Reyes, pueda él también intervenir.

El meollo del nuevo paradigma

“El cuarto atrevimiento” es el artículo que Juan Masiá dedicó en Atrio el reciente 29 de diciembre  a mi libro “Religión sin magia” (ed. El Almendro, Córdoba, 2006) en que expliqué cómo entendía el nuevo paradigma teológico nacido de la superación del pensamiento mágico; superación que hunde sus raíces en el movimiento de la Ilustración. Mi fraterno agradecimiento a Juan Masiá. Es el primer teólogo de primera fila -otros habían sido solicitados- a tomar en serio una tesis ampliamente trasgresora y lo hace con manifiesta empatía, sin cerrar ninguna puerta, invitándome al contrario a rellenar diferentes puntos suspensivos que quedan abiertos en mi texto. Como comienzo de respuesta a tal invitación iniciaré en estas líneas y otras sucesivas algunos simples apuntes aclaratorios de “Religión sin magia. Testimonio y reflexiones de un cristiano libre”. Se trata, pues, de variaciones sobre una melodía supuestamente conocida.

1. El nuevo paradigma de superación de la magia.

Nuevo paradigma llamo a la construcción, patrón de pensamiento cristiano o cosmovisión a que da lugar la superación de un supuesto viejo paradigma constituido por la clásica cosmovisión mitológica de la teología tradicional. El punto de inflexión o paso de uno a otro es, en mi tesis, la superación o abolición del pensamiento mágico. Éste sería el eje o clave epistemológica que da lugar a dicho nuevo paradigma. Utilizo paradigma por analogía con la función que Kuhn le presta, sin más pretensiones: un nuevo descubrimiento, la ley de la relatividad, por ejemplo, da lugar a una nueva cosmosvisión física en que se explican muchos fenómenos que quedaban insuficientemente explicados hasta ese momento. Ese ‘descubrimiento’ es en el caso del pensamiento religioso el haber caído en la cuenta, gracias a ciertos gérmenes de la Ilustración, que la interrelación e inter-acción Dios/cosmos que sustenta todo el constructo de ‘hechos’ (?) y verdades cristianas estaban pensadas en términos mágicos, es decir,  sobre el supuesto equívoco de que el ser humano puede ‘influir’ en Dios o, a la inversa, de que Dios puede actuar en las realidades creadas (cosmos y conciencias) de un modo propiamente mágico, es decir, sin proporción de causa a efecto, sin respetar el juego de causas y leyes naturales.

Inmediatamente se percata cualquiera de que no entiendo aquí magia en su posible acepción de ‘élan’ sugerente, de fuerza poética o de utopía ilusionante que entrañan ciertas realidades cósmicas o humanas. Mi nietito ‘tiene magia’ pero todo en él es de lo más normalito. Magia, en sentido fuerte, es la capacidad de desplegar una fuerza como ‘sobrenatural’, portentosa o milagrosa para lograr lo que los medios naturales no alcanzan. Es por eso una capacidad aparente. Un ‘mago’ de circo saca un conejo de la chistera contra toda aparente lógica. Buscando suerte un paisano pasa por san Antonio un número de lotería, o un rosco por san Nicolás para conjurar el mal de garganta. La magia pertenece al ámbito de lo supersticioso o de lo “sobrenatural”. Característica ésta más difícil de percibir como tal cuando el agente es Dios omnipotente. Se me ha preguntado si es pertinente el término ‘magia’ en el mundo de lo religioso. Si se entiende mi tesis lo veo difícilmente sustituible.

2. Paradigma para una teología ‘negativa’ o apofática.

El  nuevo paradigma que propugno no es una nueva dogmática, menos aún una teología escolástica en sustitución de la anterior. Nada que ver. Mi pretensión es mucho más modesta que la de quienes creen saber tanto sobre Dios. El viejo paradigma nos ofrece con pelos y señales los ‘hechos’ y revelaciones de Dios al único pueblo privilegiado que es primero Israel y luego la Iglesia. Ahora bien esta monumental construcción de hechos, verdades reveladas, leyes, sacramentos, estructuras organizativas responden a un craso error de partida: en lugar de sentirnos a imagen de Dios hemos construido un Dios a nuestra imagen y semejanza. Hemos proyectado sobre Dios nuestro modo de ser y de actuar. Pero al ser todopoderoso hemos hecho de él el mago providente que interviene sobrenaturalmente en la historia. Un Dios intervencionista es un Dios mágico y la que llamamos “historia sagrada” es la construcción mitológica con que hemos elaborado lo que hemos creído revelación divina. Todo eso es lo que se cae por su peso cuando desenmascaramos el pensamiento mágico que, carcoma de cualquier pensamiento religioso, sustenta en falso todo pensamiento y comportamiento religioso. De ahí que a partir de la superación de la magia lo que atribuyamos a Dios, lo que digamos directamente de Dios es hablar por no callar. De ahí la afirmación ya tan antigua de que de Dios no sabemos lo que es pero será sumamente importante DECIR LO QUE NO ES, lo que se llama apofatismo o teología negativa. Tarea en la que es de gran utilidad el agnosticismo.

Un pequeño ejemplo de cómo procedía la mala teodicea o teología del pasado. ¿Quién va a poner en duda a estas alturas que Dios es el ser todopoderoso y que, por consiguiente, si nos ama va a actuar a favor nuestro? Pues bien, en esta simple formulación tan tradicional se halla escondida la trampa: al plantear lo que Dios puede o no puede hacer, la trampa no está en el ‘puede’ sino en el ‘hacer’, en su actuar. El arranque del problema no está en el poder de Dios (omnipotencia) sino en el modo de comprender su acción, su inter-acción con cualquier otra realidad. Y esto es precisamente lo que cuestiona de raíz el nuevo paradigma, que podamos decir algo inteligible, no estrictamente antropomórfico, sobre el ACTUAR de Dios, algo que no equivalga a proyectar sobre Dios el modo de ser de una causa sobre su efecto que es el modo de actuar de los humanos. No tenemos, así pues, absolutamente ninguna base, al hablar de las acciones divinas, para utilizar en Dios el concepto de causa eficiente que manejamos en los asuntos humanos. Caer en esta trampa es precisamente pensamiento mágico. Si Dios actúa, interviene fuera de él, estamos poniendo en marcha un mecanismo de acción (valga la expresión) añadido a la acción propiamente creadora por la que toda realidad, ella y las leyes que la rigen, es autónomamente lo que es. El concepto de creación nos basta para decir la omnímoda dependencia óntica de todo ser frente a Dios. Cualquier otro concepto añadido al de creación, interpuesto entre Dios y criatura, es introducir entre ellos el ámbito de lo mágico. Es la razón por la que, al querer indicar la radical y existencial dependencia de Dios de todo lo creado, siempre hablo de Dios como Fundante óntico y rechazo la denominación de Causa agente, por muy trascendente que se la pretenda.

Por esta simple razón la actitud del nuevo paradigma es infinitamente más respetuosa con Dios que la teología tradicional que cree saber lo que es Dios, cómo es y CÓMO ACTÚA. El nuevo paradigma se mantiene en un terreno mucho más serio y riguroso: se niega a decir lo que Dios es porque no lo sabemos; y la trasgresión de esa barrera del conocimiento ha sido el origen de todo el pensamiento antropomórfico religioso y de sus callejones sin salida. El nuevo paradigma es en extremo modesto. Por eso es estrictamente apofático, no sabe hablar-de-Dios, sólo se atreve a formular -para que no repercuta en desdoro suyo nuestra ignorancia- cómo no es Dios. Dios no actúa ni interviene como una causa -aunque sea suprema- sobre otras: Dios no actúa como ente exterior, como realidad añadida a aquellas otras realidades sobre las que supuestamente actúa.

Absurdo, por consiguiente,  pensar que el nuevo paradigma vaya a ser una nueva dogmática o una nueva escolástica en sustitución de la antigua, porque es precisamente la negación de toda dogmática, de toda afirmación sobre Dios. De Dios no afirmamos nada porque no sabemos nada; siendo el más real y presente (”interior intimo meo”) es el gran Desconocido, el gran Ausente (”¿dónde te escondiste, Amado…?”).

A Dios sólo lo encontramos en los hermanos (la ortopraxis, Mateo 25). De Dios no tenemos ninguna palabra fehaciente, ninguna comunicación llegada desde él, no existe ninguna Palabra de Dios. Sólo tenemos testimonios de hombres y mujeres que lo han vivido y nos lo han contado. En la tradición cristiana el principal es el testimonio de Jesús. ¿Cómo vamos a sustituir la dogmática o la escolástica por otra parecida aunque más moderna si lo que cuestionamos es precisamente que Dios nos haya comunicado algo sobre lo que poder elucubrar?

3. Sólo la Creación encarna a Dios.

Negado todo pensamiento mágico, pues, no creyéndonos receptores de mensajes divinos privilegiados… sólo nos queda volver los ojos a la gran obra de Dios, su creación preñada de la totalidad del Don divino y escudriñarlo a éste en su doble dimensión de naturaleza y  conciencia ¿Qué más podemos pretender?

Todos los dogmas, incluidos los más sagrados, pretenden ser pobres balbuceos sobre lo divino. Sin embargo, se quedan en complejas elucubraciones estructuradas a partir de los textos bíblicos que, en lugar de ser tomados como metáforas o símbolos de experiencias espirituales de hombres de Dios, fueron sacralizados como contenedores de verdades inaccesibles a la mente humana pero graciosamente comunicadas desde lo alto.

La creación entera en su portentoso proceso evolutivo, incluida la cumbre máxima de la conciencia humana, es la Gran Palabra de Dios, su máxima Revelación. Basta sustraerse a la distracción existencial que nos acecha o a los ídolos del dinero, el prestigio y el poder, basta afinar los sensores de la conciencia y, sobre todo, vivir el amor con los hermanos  para que nos sobre y quede en la cuneta toda esa superestructura sobrenatural, añadida a la Creación de Dios y contraria al Evangelio de Jesús.

No debe sorprendernos, creo, que al cabo de 20 siglos pretendamos tirar las muletas del viejo paradigma y, al fin adultos y ‘secularizados’, queramos vivir ‘ut si Deus non daretur’, como si Dios no existiese, precisamente porque al fin nos hemos tomado totalmente en serio que Dios es lo más hondo de nuestra mayor hondura, “intimior intimo meo” y que, como tal, no necesita causar ninguna intervención en la historia porque la sustenta desde la raíz como su Fundamento óntico trascendente. Cuando el creyente en su experiencia más fuerte cae en la cuenta de que ese Dios Fundante es algo así como los pilares de su ser íntimo y de toda realidad ya no sabe qué hacer con un Dios mago de la historia que sólo alcanza a mover sus hilos a golpe de revelación y de milagro. Sentir a Dios como “principio y fundamento” es tal vez la mística verdadera que no es otra cosa que pura metafísica con corazón.

Bien torpemente y con muchas contradicciones fue la Ilustración la que abrió camino y lo despejó  de tanta broza sobrenatural acumulada durante siglos. Con ello volvimos a hollar la tierra virgen primigenia… . Sin embargo, aún hoy día apenas hemos comenzado a recuperar en la conciencia y de modo reflejo el viejo “saeculum” nacido de las manos del Creador. Merece la pena detenerse un momento.

4.  La Ilustración, como ya hizo Jesús, recupera la Creación

Con Jesús se recupera lo ‘secular’. Aunque fugazmente. Sin embargo la semilla estaba echada en tierra y mediante un proceso escondido y sorprendente reapareció en la Ilustración.

¡La Ilustración! Proceso tan dilatado que todavía no ha concluido; proceso histórico de tal envergadura que marca un antes y un después, verdadero tiempo-eje; al mismo tiempo tan complejo y ambivalente que ha sido capaz de generar lo peor y lo mejor. El cristianismo decadente de cristiandad, sobre todo con la actual involución, sigue empeñado en ver sólo lo peor. Sospechosa inquina de la iglesia oficial que resulta su mejor aval. La ausencia de Ilustración en la historia del Islam oficial lo ha mantenido en la burbuja más retrógrada que cabe darse. La del fundamentalismo cerril e intolerante en el que también se está encerrando, a lo que se ve, la Iglesia católica desde Wojtyla y con Ratzinger, precisamente por abjurar éstos mediocres pensadores del mejor fruto del evangelio, el movimiento ilustrado.

Sin embargo, la Ilustración es también causa de muchos males. Reducida a esclerótica racionalidad sin alma, a cognición sin emoción, o peor aún, a inteligencia manipuladora, la llamada razón instrumental, ha desecado las vísceras del occidente cristiano momificando su conciencia profunda y -no menos grave- abocándolo al genocidio depredador de media humanidad y a la hecatombe medioambiental que nos arrasa. No es extraño que los pueblos de la Patria Grande recelen de la Ilustración y de su chata razón instrumental que vino a rematar los desastres de una cristianización de Cruz y Espada ajena al Evangelio. No sabemos ni nunca sabremos lo que las culturas autóctonas habrían dado de sí bajo el fermento puro del Evangelio, porque no ha existido tal hipótesis.

De entrada todas las culturas que de algún modo en la historia hablan de lo Trascendente, por la propia precariedad humana, están inficionadas de la carcoma de la magia. Y en segundo lugar porque también lo estaba hasta el tuétano el pensamiento oficial de la pseudocultura evangelizadora de la Conquista. El resultado hoy existente es patente y no permite ningún buenismo. La religiosidad popular del otro lado del atlántico no menos que la de este lado necesita severa purificación: el pueblo es, en inextricable mezcolanza, al mismo tiempo sabio y presa de la superstición. En ningún lugar del mundo le resultará, pues,  fácil al llamado nuevo paradigma construir sobre los recursos simbólicos del pueblo sencillo una espiritualidad ajena a la magia y comprometida con la justicia. Nuestros hermanos cristianos de la América profunda afrontan, sin duda, retos espirituales otros que los nuestros pero no son menos arduos. Habrán de guardarse de los excesos ilustrados pero harían bien en no desconfiar como hacen las iglesias oficiales de sus ventajosas posibilidades.

5. La secularización de Jesús.

Opino, pues, que la Ilustración purificó el Evangelio como hoy lo hacen a su modo agnosticismo y ateísmo. Porque, pese a aquellas convulsiones de enciclopedia y guillotina, permitió iniciar el redescubrimiento del “saeculum” pujante  y vivo salido en los comienzos de las manos del Creador: “y Dios vio que era bueno”. Un ‘saeculum’ que fue poco a poco reduciéndose a planta residual conforme ganaba terreno el erial teocrático del viejo Israel pero que, de pronto, se  encarnó en aquel sorprendente judío, un Jesús galileo de tan lozana,  humana y laica a-religiosidad. La desacralización de lo religioso fue posiblemente lo más singular del acontecimiento Jesús.

Sin embargo, aquel portentoso brote de inaudito humanismo muy pronto se halló recubierto por el zafio estuco del ‘pantocrator’ sacral con sabor a evangelio traicionado apenas estrenado. Del Jesús histórico, sin tiempo casi de ser reconocido por los primeros testigos de comunidades de gente pobre y marginal, pronto se desdibujó su imagen de nuevo Adán -creación recuperada. Su absolutamente novedosa imagen secular quedó anegada por el retorno en fuerza del teocentrismo veterotestamentario que, por si fuera poco, se vio reforzado por el herético negativismo agustiniano. La  anterior tradición judía de la Antigua Ley había dejado al viejo Adán fuera del santuario en el que los sacerdotes habían secuestrado a aquel familiar Yahvé que luego de la primera creación ‘paseaba al atardecer por el jardín’. Jesús desbarató aquella sacralidad, se sintió plenamente ‘hijo de hombre’ y  rescató a Yahvé del Templo de Jerusalén y del Monte Garizim. Incluso el velo del Sancta Sanctorum había quedado rasgado a su muerte. Ya no había lugar para Sacrificio sino para Ágape y pies lavados. No cabían sacerdotes en la Nueva Ley donde todos eran hermanos y servidores…Jesús había recuperado en  intuición genial – ¿la más genial de la historia?- el “saeculum” originario, la natural naturaleza del hombre originario…Por ahí debía perfilarse, en la mente del rabino artesano, su proyecto de Reino de los cielos a construir. Pero… Jesús “anunció el Reino y llegó la iglesia” (por cierto, en sentido opuesto al ortodoxo de Loisy). Para colmo sobrevino como remate de traición a las festivas  Bienavnturanzas el oscuro agustinismo que transformó la simple y natural precariedad humana originaria (o, tal vez, una apetencia prometeica harto comprensible) en culpa rebelde desbaratadora del plan divino inicial. Después del proceso sacralizador del Viejo Testamento la restauración secular de Jesús quedó anulada por la iglesia sacral constantiniana. La simple pobreza natural de la condición humana -insisto en un dato decisivo en la formación del pensamiento cristiano- se vio hipostasiada con categoría de pecado negador del proyecto divino y necesitado de un redentor no menos divino…De tal suerte la restauración humanista de Jesús había quedado reducida a cenizas.

De aquella restauración humanista de Jesús y en virtud de sus gérmenes revolucionarios algo volvió a repuntar en el movimiento llamado renacentista y, de otro modo, en la Reforma luterana. No obstante -a mi modesto entender- el auténtico repunte evangélico fue la convulsa y contradictoria reacción antirreligiosa de la Ilustración. En el fondo, la Ilustración permitió recuperar el ‘saeculum’ originario. La ingente construcción sobrenatural y mítica del intervencionismo providencialista de la teología oficial se conmovió en sus cimientos merced a la diosa Razón. Aunque sólo en sus cimientos -los ilustrados eran casi todos grandes creyentes- porque las iglesias asediadas por la racionalidad -desde entonces su enemiga acérrima- se atrincheraron tras el baluarte de la Revelación: la Razón dirá lo que quiera pero Dios ha hablado al pueblo elegido y nadie puede invadir ese terreno privilegiado y a buen recaudo del orgullo humano…Parecería, a mi juicio, que hoy, punto culminante del tiempo-eje, dicho baluarte de la revelación sobrenatural podría tambalearse gracias a ese retoño de la Ilustración consistente en la superación del pensamiento mágico. Deberé explicitarlo más detenidamente. Por no alargar este punto en exceso, adelanto sólo el núcleo ¿Por qué la Ilustración puso las bases remotas del nuevo paradigma? Mediante la liberación de la razón y de la ciencia de la tutela omnímoda de la fe se cayó en la cuenta de que el pensamiento del mundo cristiano había interpretado la existencia y evolución de todas las realidades cósmicas, también las humanas, como directa e inmediatamente prendidas, colgadas de los hilos de la providencia de Dios. La razón y las ciencias sacudieron el yugo de la fe y cayeron en la cuenta de que toda la realidad cósmica se guiaba por sus propias leyes y que, en una palabra, era autónoma. Revelación aparte -¡era intangible!- poco a poco se cuestionó que estuviera pendiente de la intervención divina cualquier realidad conocida, social, política, científica, moral y filosófica. Toda la construcción comenzó a resquebrajarse. Todo podía explicarse desde las leyes naturales o de la libertad de conciencia. Dios había intervenido menos de lo que se creía aunque, por regla general,  se cuestionó el hecho, no el derecho, no que podía hacerlo siendo todopoderoso y libre. Era tal la proyección de lo humano sobre Dios que lo habíamos pensado a nuestra imagen y semejanza: Dios actuaba, intervenía a la manera como nosotros actuamos e intervenimos aunque por supuesto de manera eminente. Aún no se había caído en la cuenta que en eso consistía cabalmente el modo mágico de entender la inter-relación e inter-actuación de Dios y su criatura ¿No estaremos, por consiguiente, siendo testigos hoy de los efectos más decisivos del movimiento ilustrado? ¿No es ésta la clave epistemológica básica del nuevo paradigma de cualquier pensamiento religioso?

No voy a negar que el órdago es atrevido. Tanto es así que los más abiertos y progresistas echan para décadas de trabajo el que estas perspectivas se abran camino. Tal vez esta, contra toda lógica, ‘desaceleración’ de la historia sea sólo el reflejo de los temores bien comprensibles de la inseguridad humana. Razón de más para pensar que sería una buena ayuda al progreso del pensamiento crítico la eventualidad de  que aumentasen las censuras del magisterio al estilo de la recentísima contra la “Teología del pluralismo religioso” (El Almendro) de J.M. Vigil. Las censuras son como las piedras en el sendero, parece que frenan pero se adelanta camino.

Logroño a 5 de enero de 2008.

36 comentarios

  • Javier Renobales Scheifler

    Gracias por las últimas opiniones y respuestas, X. Gundín, Oscar y Pepe Blanco.
    Trato de llevarlas a Logroño y, si es el caso, comentarlas con MAR Medina y Pepe Sala; y por supuesto con  Juan  Luis, cuyas condiciones físicas ahora mismo no conozco con detalle y no sé si será factible hablar de estas cosas.

    Yo sólo no estaría al nivel adecuado para asimilar rápido todo lo que contienen vuestras respuestas, pero en grupo aprenderé más fácilmente. Gracias pues de nuevo.

  • Javier Renobales Scheifler

    Algunos científicos, utilizando un telescopio de rayos x en órbita y poniéndolos en relación con la radiación de fondo de microondas (el ruso Sasha, que trabaja en la NASA), barajan la hipótesis que denominan ‘del flujo oscuro’, y creen que las galaxias se mueven –como si una fuerza misteriosa los atrajera o impulsara, de forma colectiva sistemática hacia un lado del cosmos, como si fueran pelotas de golf deslizándose hacia un lado del terreno en pendiente. Lo llamó ‘flujo oscuro’.
     
    Otros científicos se niegan a creerlo.
     
    Unos creen que hay otro universo que se está acercando y tocando al nuestro. Salen varios links sobre esto, poniendo en google: científico Sasha “flujo oscuro” movimiento de las galaxias, (lo he puesto no porque me lo haya inspirado el espíritusanto, sino porque lo he oído por tv, esto del flujo oscuro del ruso Sasha):
     
    http://www.astrofisicayfisica.com/2009/11/un-flujo-oscuro-en-el-borde-del.html
     
    Bueno, si hay otros universos acercándose al nuestro ¿qué es el espacio que al parecer hay entre estos universos, el nuestro y los que se le acercan?
     
    Entiendo que la mente humana haya utilizado al dios tapagujeros para solucionar cada descubrimiento que ha hecho y no puede explicar: eso es el creacionismo, atribuir a dios la creación del universo, de los universos, a medida que se vayan descubriendo más universos.
     
    Pero no me parece honesto establecer así, sin más (por ejemplo con las vías tomistas que decía el otro día Virginia W., que creo que a Santiago le llevan también a afirmar que con ellas se demuestra la existencia de dios) que un dioscreador se ha sacado de su chistera este conejouniverso que vemos.
     
    Que lo hicieran los desconocidos judíos o semitas que escribieron el antiguo testamento pase, pues no tenían ni idea de lo que es la ciencia. Pero que a estas alturas vengan seudointelectuales como Ratzinger afirmando rotundamente que su dioscatólico ‘universal’ –les llena la boca esto de universal, que aplican a su limitadísima y excluyente ICR) creó el mundo, y nos ama y nos resucitará cuando muramos como hizo con su diosJesús, y que el papa es el representante de dios en la Tierra, eso me parece totalmente deshonesto.
     
    Lo más que se puede decir sin ser deshonesto –a mi escaso y modesto modo de ver- es que creemos que pudo ser así (lo de la creación, pues lo del papa representante de dios me parece un cachondeo deshonesto): a la vez que afirmamos que también pudo no ser así. Pues nadie sabe por ahora como ‘se creó’ el universo.
     
    El creacionismo no llega a ser, ni de lejos, una teoría científica, como sí lo son el bin bang y la evolución.
     
    La ‘otra vida’ es mera imaginación, por el momento no forma -ni puede formar- parte del universo ni universos que vamos conociendo poco a poco ¿no te parece, Pepe Blanco?

    Los científicos no han podido hacer ninguna teoría científica al respecto, ni con la ‘otra vida’ ni con las ‘curaciones’ del parkinson de la monja esa que rezando a Wojtyla ha sido utilizada para que Ratzi haya hecho beato a Wojtyla (¡qué jetas!)

  • oscar varela

    Hola!
     
    Opino que el “ateísmo” no es una postura “seria-responsable”,
    sino una “reacción-contra-teísmo”.
     
    Pero me importa acá resaltar otra postura “menos-responsable” aún.
     
    Me refiero a la de una “teología” que exhibe en la “vidriera de los Cambalaches”
    un cartel puesto debajo de dos grandes Signos de Interrogación
    la Leyenda: DIOS.
     
    Un Dios de “oferta”. Uno lo puede llevar, según le interese o no, le importe o no,
    “según le vaya en la feria”;
     
    Y “seguir de largo” – “hacerse el gil” “COMO SI DIOS NO EXISTIERA”.
    ……………..
     
    Tal mercadeo me parece pueril.
     
    Bástame pensar que “Dios”
    (lo que con ello los seres humanos han ido queriendo significar)
    es una de esas “realidades” más “per-durables
    en la historia de la vida humana.
     
    La pretensión de jugar a Mandrakes, que pueden hacer aparecer y desaparecer objetos,
    cuando el Objeto-Dios ha mostrado una persistente perdurabilidad
     
    (junto a una no menos ductilidad de figuras y formas históricas diferentes),
    Debería hacernos sospechar de que hay un poco de inocencia, cuando no de bobería.
     
    Tal vez ocurra que quien ha salido de un “paradigma”
    y se halla vivenciando en “otro paradigma”
    halle un poco bobas las premisas del anterior.
     
    Siempre que esto ha acontecido, los pasos primeros han sido de “burlarse” del anterior.
     
    Luego, si acceden a “dar razón” (con la que tiene y viene infartado el “nuevo paradigma”)
    olvidan las puteadas con que trataron –cuando adolescentes- a sus paradigmáticos padres genitores.
    …………….
     
    Por eso no puedo aceptar como definitorio ese “tratamiento” que se hace de la realidad “Dios”.
     
    Mi opinión no se escapa sino que afirma un Dios-a-fabricar-por-nuestra-praxis.
     
    Lo que antes hube escrito: Un Mundo del “Buen Vivir”.
    ………………
    ¡Voy todavía! – Oscar.

  • oscar varela

    Hola!
     
    Leo:
     
    3. Sólo la Creación encarna a Dios.
     
    Negado todo pensamiento mágico, pues, no creyéndonos receptores de mensajes divinos privilegiados
     
    sólo nos queda
     
    ·        volver los ojos (escudriñar) lo que Dios HACE: (Naturaleza y Conciencia)
     
    * ¿Qué más podemos pretender?
    ………………….
     
    Parecería que ESA es la “PRETENSIÓN” del Autor:
    “averiguar” lo que Dios HACE
    ………….
     
    Pero antes –y por todas partes- nos alerta de que:
     
    –          la trampa está en ESE ‘HACER’, en su actuar”.
    ………………
     
    ¿Cómo salir de esta contradicción?
    ………………
     
    Yo me preguntaría:
     
    ¿Y si en vez de:
     
    * PRE-TENDER nosotros comprender el HACER de Dios (“revelado”)
    (¿acaso no es eso la habitual teología:  “cmprender” un Dios “supuesto” -sin razón- por una “auto-revelación”?)
     
    * nos PRO-PONEMOS HACER-lo a Dios (“fabricado”)?
    (¿acaso no sería esa “PRAXIS” la PRO-PUESTA/PRO-YECTO,
    que El Galileo –con frase HOY obsoleta- llamaba “Reino de Dios”;
     
    que HOY cuadraría mejor nombrarla algo así como:
     

    Sumak KawsayBuen Vivir de la Buena Praxis cotidiana configurada en Mundo?)
    ………………
     
    NOTA de alerta filosófico:

    La “contradicción” que señalé viene originada por el ámbito filosófico en que el Autor (Juan Luis) se mueve (filosóficamente).
     
    Ese ámbito está dentro de la inocencia que fue el último grito del idealismo dado por Husserl su “reducción fenomenológica”: la “conciencia de” (“conciencia pura” e.d., sin objeto),
     
    que dio nacimiento y fundamentación al “existencialismo” de Heidegger –con pésimas copias a lo Sartre/filósofo (no en cuanto “dramaturgo”); ni de Juan Luis en cuanto a su que-hacer de hombre probo y honesto.
     
    El que en general los filósofos y teólogos no hayan “salido” del “idealismo modernista”
    (no pueden aceptar algo parecido al “materialismo histórico”)
    no me hace “peso” suficiente que abata mi “modo de ver” diferente; pero seguiré atento a mejores comprensiones cuando las hubiere, para mí, por supuesto.

  • X. Gundín

    Javier Renobales, 14:15 pm.
     
    Lo primero que debemos hacer es quitar el gato que tenemos enredando entre los pies. A mi modo de ver, que parece algo diferente al tuyo:
    1) Los dioses nuestros son un invento -o una visión, como se quiera- de los hombres, no de los curas. Estos, desde Sumer en adelante -de antes creo q no hay registros-, se han valido de y elaborado el invento, pero no lo han inventado.
    2) Los hombres somos seres indigentes, y por necesidad nos inventamos nuestros dioses. Tanta es la necesidad que aunque algunos, o muchos, da igual, se nieguen a inventar a su dios, o vivan como si él no existiera -lo que evidentemente no es tu caso, pues te pasas el día buscándolo- el resto, hasta ahora mayoría, aunque parece menguante, lo inventan. ¿Qué inventan?: su dios. No he dicho Dios, sinó su dios. La mayoría de la gente somos teistas.
    3) ¿Pq nos inventamos nuestros dioses?. ¿Qué causa esta invención?. Feuerbach observa que dios es nuestro grito de dolor. ¿Qué es lo que nos duele?. Pues nosotros mismos. Nuestra indigencia. La palabra dios tiene sentido en boca de la necesidad, la miseria y la privación. http://es.wikipedia.org/wiki/Ludwig_Feuerbach
    No acabaremos con esos dioses acabando con los curas -q no son la causa-. Si su causa está en la necesidad, tendremos que acabar con ésta. Lo cual es un trabajo de tiempo y para toda la humanidad, donde la ortopraxis desempeña el papel principal.
    Notarás que uso la palabra dios con minúscula.
     
    Espero tener el gato algo desenredado. Vamos a lo siguiente.  Pongo tus notas como preguntas:
     
    ¿Es posible que las personas podamos prescindir total y fácilmente de dios?. Posible creo que si, pero prescindir del propio dios parece dificil. Las razones ya las di.
     
    ¿y vivir como si dios no existiera?. Eso lo creo más fácil. Pero hay que explicarse: como si dios no exitiera, ¿pq no existe; e.d: pq se carece de la proyección que llamé “dios”?. ?O pq se tiene tal confianza en él q creyendo que no puede faltarnos, a él nos abandonamos?. Hay una diferencia. Pongamos la diferencia que pueda haber entre Dawkins y Teresa de Avila, por poner algo.
     
    ¿podemos vivir sin mentar a dios para nada, ni pensar en él ni siqiera un segundo?. ¡Hombre!. ¡Dímelo tu!.
     
    El resto de tus párrafos creo que está implicitamente contestado.
     
    N.B: No garantizo que lo que aquí llamé dios tenga algo que ver con Dios.
     
     

  • pepe blanco

    Gracias, Javier. Te lo preguntaba porque pienso que, si hay “otra vida”, u otra fase de esta, o lo que sea, parece que necesariamente debería ser en el espacio-tiempo del universo, pues “fuera” de él, no parece que haya nada concebible, ni siquiera poéticamente. No me parece concebible una “otra vida” en el seno de la nada absoluta, en el cero Kelvin.
     
    Por otra parte, para imaginar algo radicalmente diferente a nuestra vida cotidiana no es necesario salirnos del universo.
     
    Y si aceptamos que Dios no interviene en el universo, entonces no interviene en ningún rincón de él, ni en ningún momento. Ni, en consecuencia, en la “otra vida”.

  • Javier Renobales Scheifler

    Hola Pepe Blanco,

    No lo sé, no es más que imaginación: si existe dios, quizá haya otra vida; no es cosa que me preocupe nada en esta vida, pues no es problema de esta vida. Si no hay otra vida no me voy a decepcionar, es obvio. No es más que una reminiscencia de la tralla que me han metido, con el cuento ese de que en esta vida estamos para prepararnos para ‘la otra vida’.

    NO tengo ni idea dónde podría ubicarse la llamada ‘otra vida’; puestos a imaginar, fuera del espacio y del tiempo no habría dónde ni cuándo. Alguno decía el otro día en el foro que espera pronto estar en compañía de Jesús; bueno, es la doctrina oficial de la ICR, otro invento más (como eso de ‘sobre esta piedra edificaré mi iglesia y lo que retuviereis en la Tierra será retenido en el cielo … menudo anuncio publicitario, metido en un evangelio canónico, para ponerse label(denominación de origen divino en el constructo de su ICR, estos dirigentes eclesiales falsarios)

    Siempre es mejor vida que no vida así que, si fuera que hay otra vida, bienvenida será después de la muerte, imagino yo, Pepe Blanco; no es más que mi imaginación, excitada por todo lo que me han metido al respecto.

    Pero no es cosa que me importe en esta vida, pues no es cosa de esta vida. Yo estoy bien con esta vida, satisfecho, disfruto de esta vida, aunque me toque sufrir lo mío, como a tantos (a mí menos que a otros, creo, perotambién más que otros, sin duda, y eso vale para lo que sufro y para lo que disfruto).

     Cada cosa a su tiempo, que no por mucho madrugar amanece más temprano. Lo que me indigna es que nos traten de meter miedo a la muerte  (para vendernos sus ‘poderes divinos sacramentales’, y parcelas en el cielo), miedo al invento humano del infierno, que el papa Ratzinger asegura que existe … jodidos hombres del saco ¡que vienen los hombres del saco, los ogros, a meter miedo a los niños (y adultos de edad biológica) que se dejen …!

     (nos hacían cantar: pecador no te acuestes, nunca en pecado, no seá que amanezcas, ya condenado; viva María, muera el pecado, … Así que tenías que confesarte, si habías pecado, antes de dormir, o andar con los actos de atrición y demás mandangas que nos metieron con esa moral desviada que caracteriza la moral católica oficial, que tan poco siguen los católicos)

    Luis González Morán,

    Ya puestos a dialogar como buenos amigos que somos, dime porfa ¿por qué y para qué necesitas tú a dios? Aparte el efecto placebo, me refiero.

    Supongo que un sacerdote católico tiene sólidas respuestas humanas a estas dos sencillas preguntas. Espero tus respuestas, si no te es molestia. Gracias por adelantado.

  • pepe blanco

    Hola Javier Renobales,
     
    ¿Qué te hace pensar que Dios puede intervenir en la otra vida pero no en esta? Entonces, “la otra vida”, ¿la ubicas fuera del Universo? (o, en lenguaje más tradicional, fuera de la creación?
     

  • Javier Renobales Scheifler

    Dices, Luis González Morán: “… Ahora que, como exista Dios, muchacho, VAYA SORPRESON …”

    Ay Luisito querido: también en esto te llevo mucha ventaja: porque si dios existe, lo cual yo creo y quiero -y lo creo porque quiero creerlo-, lo sabremos probablemente en la llamada otra vida si la hay. En cuyo caso todos habremos salido ganando, si dios quiere (ahí sí, en la otra vida imagino que sí intervendrá dios)

    Pero si dios no existe, ni tú te sorprenderás, ni yo, porque no nos enteraremos: moriremos y toda sensación o percepción se habrá terminado para siempre con la muerte.

    Si dios no existe, tú habrás vivido equivocado toda tu vida, rezando a nada, celebrando misas inútiles (salvo el efecto placebo) Pero sin encontrar sentido a tu vida, sentido que has puesto en dios.

    Yo tengo puesto es sentido de mi vida en la vida misma, a la que doy gracias porquemehadadotanto (como dice la canción) Jesús se definió a sí mismo como la vida (yo soy la vida, dijo). Nunca dijo, ni pensó: yo soy dios.

  • Javier Renobales Scheifler

    Ayudaría mucho que dejaras de mentar a dios tú, pero te quedarías desnudo y sin misas y entonces, ¿qué ibas a hacer, amigo Luis?

    Tu vida dejaría de tener sentido, pues no le encuentras sentido a tu vida sin el invento del dios católico. La mía en cambio tiene pleno sentido sin dios. En eso te llevo ventaja.

    Yo sin dios estoy de cine, pero tú estarías muy agobiado, desnudo sin el invento de dios; y sin tu misa. Qué horror ¿eh amigo Luis? Sólo de pensarlo … te cambiaría la vida demasiado: necesitas seguir con lo mismo de siempre, ya no puedes, ni quieres, cambiar.

    Ni puedes ayudar a que cambien los demás, ni siquiera dejar que cambien los demás, los del nuevo paradigma, que inexorable se acabará imponiendo, y siendo sustituído por otro más nuevo …

    Tienes que estar en comunión con tu papa, pronto expapaBenedicto,sirviendo a la ICR.

    Seguimos amigos, eso por encima de esto otro, por qué no.

  • Javier Renobales Scheifler

    http://noticiasvina.blogspot.com.es/2010/10/vivimos-como-si-dios-no-existiera-dice.html
     
    El papa Benedicto XVI dijo el 13-10-2010 que el hombre está en “peligro” porque vive “como si Dios no existiese”, pero aseguró que Dios tiene “miles de maneras” para hacerse presente en el alma del ser humano y para mostrar que existe y le conoce.
     
    ¿Cómo lo sabe el papa, lo de las mil maneras de dios para mostrarnos que existe y nos conoce? Pues por puro pensamiento mágico: él se arroga ser representante de dios en la Tierra porque se han inventado que Jesús era dios y que el papa es vicario de Jesús …
     
    Se les acaba el negocio, si vivimos como si dios no existiera. Alguno tendría miedo y todo, a que dios, si vivimos como si dios no existiera, deje de protegerle con su divinaprovidencia, y entonces mejor le reza como le hicieron hacer desde niño: sagrado corazón de Jesús envosconfío: Oh dios ven en mi ayuda, señor apresúrate a socorrerme … y cosas así, letanías enteras de pensamientos automáticos para acojonar al personal en beneficio del negocio católico.
     
     “Estamos todos EN PELIGRO por vivir como si Dios no existiese” proclama el tipo éste, empresario de su negocio de disfraz de representante de dios en la Tierra. Qué farsa. Han venido a servir a su negocio, para lo que no dudan en acojonar todo lo que puede al personal, al que se deje, claro, que aún es muy numeroso. Venenoso, el hombre del saco asustaniños.

  • Luis Gonzalez Moran

    Javier Renobales Scheifler:
    Mi agobiado amigo:

    Dices: “No necesitamos meter a dios a hacer lo que hacemos nosotros: nos bastamos nosotros, en esta vida”.

     “Vivir como si dios no existiese es no mentarlo de ninguna manera, ni siquiera pensar en él para nada”.
    Para ser coherente con tu paradigma, creo que deberías dejar ya de mentar a Dios y dejarlo en paz…
    Si Él no existe, si Él no interviene en nada, si Él no puede cambiar nada, si debería vivirse como si Él no existiera, si está ausente del mundo, si Él no puede hacer nada, lo más coherente y razonable es dejar ya a Dios en paz.
    Ahora que, como exista Dios, muchacho, VAYA SORPRESON….
    No te preocupes, Él es bueno, tiene entrañas de misericordia y conoce el barro (hace dos días fue el miércoles de ceniza) de que estamos hechos…
    Sigo siendo tu amigo.
     

  • Javier Renobales Scheifler

    Sergio Zalba,

    Creo que Juan Luis Herrero propone vivir como si dios no existiera.

    Yo creo que es lo que tenemos que hacer y, si lo hacemos, nos sobran la religiones y las iglesias, incluidos hechiceros y jerarcas de todas las religiones.

    Si lo hiciéramos, no llamaríamos a dios de ninguna manera, ni padre ni madre, ni con símbolo ni metáfora de ninguna clase.

    Vivir como si dios no existiese es no mentarlo de ninguna manera, ni siquiera pensar en él para nada.

    Dios, si fuera aque existe, lo cual nadie sabe, no creo que necesite que le pensemos, ni que le mentemos, ni que le estudiemos (teología) ni que le recemos, ni que le adoremos, ni que le demos gracias: eso no es más que inventar a dios a nuestra imagen y semejanza.

    Justo todo lo contrario de lo que el jefe de los hechiceros de la ICR dice: no hay que vivir dando la espalda a dios, dice Ratzinger.

    Claro que, si dios está en todas partes, no es posible no darle la espalda.

    Nos han lavado demasiado el cerebro, estos eclesiásticos, para mantener y acrecentar su negocio. Es como cuando a los esclavos los tenían convencidos de que no tenían alma, y por lo tanto tenían que ser esclavos de los blancos, que sí la tenían y la ICR se la tenía que salvar, para lo que la colmaban de diezmos y primicias …

    A nosotros nos han convencido de que necesitamos a dios, pero eso es falso, no es más que el marketing que necesita el negocio eclesial de las religiones. Aunque aún hay mucha gente esclavizada con esas falsas ideas que nos han metido los eclesiásticos.

    Costará mucho siglos liberarse de la rémora de las iglesias, sobre todo de la ICR.

  • Javier Renobales Scheifler

    Mejor que dejemos de hablar de la creación, y llamemos a las cosas por su nombre:

    – al universo, universo, o cosmos, no creación
    – al pan, pan, no cuerpo de Jesusdios
    – al vino, vino, no sangre de Jesusdios

    Lo que necesitamos es a nosotros, no a dios; lo que necesita el prójimo es a nosostros, no a dios, que no va a hacer nada ni por el prójimo ni por nosostros.

  • Javier Renobales Scheifler

    http://www.periodistadigital.com/religion/opinion/2013/02/15/ciencia-y-religion-iglesia-mundo-dios-mal-libertad-teologo.shtml

    Sin meter a dios por medio, el párroco que dice T. Queiruga no se habría ahogado: habría actuado racionalmente y así se habría puesto a salvo, como hicieron quienes no confiaron en dios, que obviamente no actuó.

    Todos actuaríamos racionalmente, si dejamos de meter a dios por medio; y se acabarían los hechiceros y sus negocios eclesiales.

    No necesitamos meter a dios a hacer lo que hacemos nosotros: nos bastamos nosotros, en esta vida.

    Para la llamada otra vida, la del más allá, si la hubiera -lo cual nadie sabe, y parece claro que nadie ha venido ni va a venir del más allá-, está bien que haya dios, y nos resucite, y esos sueños … que en esta vida no necesitamos para nada.

    Pero en esta vida no necesitamos a dios para nada (en mi siempre modesta opinión, claro).

  • Javier Renobales Scheifler

    X.Gundín,

    Dices, “… el hombre no puede tan fácilmente prescindir del Dios que constuyó para invocar -el del viejo paradigma- y que no es ni gratuito ni supérfluo. Que lo construyó pq lo necesita.”

    No veo por qué las personas no podemos prescindir total y fácilmente de dios, y vivir como si dios no existiera, sin volver a mentar a dios para nada, ni a pensar en él siquiera un segundo.

    Yo no necesito a dios para nada en esta vida, y como yo creo que hay muchísimas personas. No me sirve para nada dios.

    Hay un negocio eclesial que sí necesita a dios, pero es porque se han montado el negocio eclesial y viven de él y no van a dejarlo; y para ello necesitan engatusar a cuantos más consigan engañar, con el cuento que se traen de dios y demás.

    Pero la gente puede no dejarse engañar por los eclesiásticos.

    Muchos serán débiles y seguirán bajo las garras eclesiásticas o del pesanmiento mágico que sea, de las religiones que sean, pero muchos pueden liberarse de esos engaños y quizá cada vez haya más que se dejen de religiones e iglesias; eso sería un avance para la Humanidad.

  • X. Gundín

    Dice Herrero que su “supuesto viejo paradigma estaría constituido por la clásica cosmovisión mitológica de la teología tradicional”.
    El descubrimiento que da lugar al nuevo paradigma, o nueva acosmovisión, es “el haber caido en la cuenta, gracias a ciertos gérmenes de la Ilustración, que la interrelación e interacción Dios/cosmos que sustenta todo el “constructo” de “hechos” (?) y verdades cristianas estaba pensado en términos mágicos, es decir, sobre el supuesto equívoco de que el ser humano puede influir en Dios o, a la inversa, de que Dios puede actuar en las realidades creadas (cosmos y conciencias) de un modo propiamente mágico, e.d:….sin respetar el juego de causas y leyes naturales”.
     
    Quitando los equívocos supuestos de que 1) podemos influir en Dios y 2) este actua por su cuenta sin respetar las leyes naturales, de necesidad se cae el andamiaje construido a partir de tales supuestos.
     
    Más adelante, en el párrafo final del punto 2, dice que ” A Dios sólo lo encontramos en los hermanos (la ortopraxis)….De Dios no tenemos ninguna…”.
     
    Dejando de momento aparte mi desacuerdo con aquel sólo, llamo la atención sobre que, en efecto, Herrero dice bien cuando imputa a “ciertos gérmenes de la Ilustración el haber caido en la cuenta…”. A poco que uno se fije ve que el salto del viejo al nuevo paradigma es el paso del mito al hombre pasando por la razón. Dicen que Feuerbach decía: “Mi primer pensamiento fue Dios, el segundo la razón y el tercero y último el hombre”. En la formulación de Herrero, habiendo hecho desaparecer el nombre de Dios, podemos hacernos la ilusión de conciliar religión e Ilustración.
     
    Pero no se resuelve con eso el problema, pq el hombre no puede tan fácilmente prescindir del Dios que constuyó para invocar -el del viejo paradigma- y que no es ni gratuito ni supérfluo. Que lo construyó pq lo necesita. De forma que esa nada no puede existir.
     
    Se me ocurre….
     

  • MAR Medina

    Releo con mucho interés este fragmento de la obra de mi querido amigo Juan Luis.
     
    Vuelve a sorprenderme su claridad de ideas –clarividencia, le dicho en alguna ocasión a él mismo, a lo que no da demasiada importancia, incluso se ríe-, el análisis, desde su conocimiento en teología, de la dogmática católica separando claramente lo que se ha ido depositando a lo largo de los siglos de lo que fue inicialmente el movimiento cristiano en el mismo Jesús: un judío que puso en tela de juicio su religión precisamente porque estaba controlada desde y encerrada en el Templo en manos de sacerdotes, del poder, en definitiva, y que redescubrió el auténtico valor de la religión centrada en el mismo ser humano.
     
    Jesús inició un movimiento laico que se colapsó desde el principio y dio lugar a una nueva religión en la misma línea que él desestimó, controlada y mediada por sacerdotes.
     
    El texto de Juan Luis, aparentemente sencillo, contiene tanta información que resulta difícil seleccionar lo esencial, pero destacaría lo siguiente, pidiendo perdón de antemano por poner mis palabras a las claramente insuperables de Juan Luis.
     
    La cuestión que plantea Juan Luis sobre la magia que impregna toda religión existente, que en el judaísmo supongo residía en los sacrificios (pese a las viejas palabras de Oseas: misericordia quiero, y no sacrificios), se mantuvo en el cristianismo, al elevar a sacrificio la muerte de Jesús, considerado hijo de dios. La institución de los sacramentos tal como son entendidos no es otra cosa que magia mediada por sacerdotes. Una vuelta más de tuerca pese a la posición de Jesús frente al sacerdocio.
    Jesús, el laico, y su humanismo precoz enterrado de nuevo por la iglesia que secuestró su mensaje, vinieron a resurgir en la ilustración.
    Creo que esa es una aportación fundamental de Juan Luis, el reconocer en la Ilustración la recuperación del ser humano con su primigenio valor por sí mismo, como continuidad del mensaje de Jesús, tras el puntillazo de Agustín de Hipona a la ya precaria condición humana con su teoría del pecado original, Al fin y al cabo surgió en el seno de la civilización cristiana.
     
    Mi interpretación personal de todo esto es que  estamos capacitados para comprender el mundo sin necesidad de recurrir a mitos ni símbolos, tal como la ciencia nos demuestra día a día, un universo en evolución que tardó muchos millones de años en dar lugar a la conciencia que, en nosotros, los seres humanos, puede comprenderse a sí mismo.
     
    Personalmente me siento obligada a dar todo cuanto pueda de mí misma, tanto en la comprensión del universo como en mi relación con él, en mis iguales especialmente, con quienes me siento comprometida. No hablo de dios, como tal no existe, ya lo ha dicho Juan Luis, entre otros: dios es una creación humana a su imagen y semejanza.
     
     Y si no hay dios, ¿qué relación establecer con él? La única posible, es en lo que somos, en el propio Corazón y el de todo cuanto existe, donde podemos encontrar aquello que nos trasciende y en lo que todo se sustenta, y con lo que estamos comprometidos.
     
    Gracias a la vida.
     
    Gracias a Juan Luis, a Atrio, a todos vosotros.

  • h.cadarso

      Ayer debió perderse un comentario mío, lo repito aquí.
      Leí a Juan Luis en el ejemplar que me envió hace tiempo de su libro. He leído ahora los dos hilos- comentarios sobre Caffarena. También estudié eun su momento a Lenaers.
      No sé por qué, seguramente por mis pocas luces, me da la impresión de que hay ciertas discrepancias entre las filosofías-teologías que nos proponen los tres, Juan Luis Herrero, Lenaers, Caffarena. Parece como que Caffarena no ve contradicción entre filosofía kantiana y teología, parece como si tanto Lenaers como Juan Luis Herrero apreciasen una cierta oposición entre todo lo que viene del otro lador de la Ilustración y lo que nos ha venido después, más en concreto con la demolición sistemática de todo elemento mítico de la religiosidad en nuestro siglo.
      ¿Alguien podría explicarme este galimatías en que siento que me he metido?
      Porque si además intentamos conciliar a estos tres pensadores eximios con nuestro González Faus o con nuestro teólogo gallego el más conocido de nuestro tiempo… 

  • Sergio Zalba

    A la pregunta de Virginia Fernández, que sólo Juan Luis podría responder con toda propiedad, me animo a decir que desde mi comprensión del ‘nuevo paradigma’ es tan legítimo llamar a Dios con los nombres de Padre, Madre, Fuerza, Amor… o cualquier otro que desee usarse. Sólo que, en todos y en cualquiera de los casos, se trata de figuras simbólicas que no pretenden describir lo que Dios sea sino aquello que nosotros interpretamos de él/ella y por lo cual nos experimentamos particularmente cerca o en presencia suya.
     
    A mí, personalmente, la imagen de Padre/Madre entendida en la doble referencia de sostén y de amor, me resulta bien significativa.

  • ana rodrigo

    En primer lugar un besote grande para Juan Luis, y para Reyes. Sabéis que os quiero.

    En segundo lugar, me está resultando difícil encontrar un poco de tranquilidad para escribir en atrio. Ejercer de abuela a tiempo completo, además de madre y suegra, es mucha carga para una jubilada acostumbrada a un mayor sosiego del que dispongo en estos días.

    Saludos cordiales para la comunidad atriera.

  • X. Gundín

    Si desmontamos el andamiaje mágico de la religión, ¿qué nos queda?.
    Según Herrero quedan los hermanos.
    Pero para eso es necesario que los hermanos ya estuviesen allí, delante de los ojos, vistos. O que se hiciesen visibles en aquel momento.  Si así no fuese, nada quedaría.
    Y creo que nada no existe, que nunca existió, ni puede existir. Que es tan absurda que ni siquiera puedo concebirla. Luego…..

  • pepe sala

    ¿ Cómo que ” un poco borde”, Virginia F ???
    Yo puedo ser MUY BORDE, si me lo propongo. Lo que no tengo en absoluto es éso de ” inspiración poética”.
     
    Mira si tendré poca poesía en mi neurona que no me inspira nada éso de ” ora pro nobis” de las interminables letanías.
    La parte que más me gustaba era cuando se llegaba a:
    ” salus informorum”
    ” redentorem pecatorum”…( ora pro nobis cien veces)
     
    Cuando las recuerdo me vienen a la cabeza la poesía moderna que tampoco inspira a mi neófita neurona. También me suena aburridísimo éso de:
     
    ” A por ellos, OE, OE; OE;OE “”!!!! ( también cien veces, o más.)
     
    Nada, Virginia, que me quedo con Espronceda o con el simpàtico Gabriel y Galán a quienes entiendo mucho mejor que las letanías o a los modernos del  oe, oe, oe….. ¿ Me condenaré por ello, Virginia?
     
    Ya no podré dormir ésta noche por la preocupación. ¡¡ Vaya por dios !!

  • mª pilar

    ¡Gracias  a atrio por traernos de nuevo a Juan Luis! Y a Reyes que hará de portadora de nuestro cariño y abrazos.

    Estoy con Pepe:
    Jesús habló de tal manera, que quien se decidiera por seguir su proyecto, después de su “liberación” (magias mil, escrituras de hombres, leyes que solo aportaban seguridad a quien las redactan…) supieran hacer uso consciente y responsable de su libertad, encauzada según cada cual la acoja y comprenda.

    Por esa razón ese hermoso proyecto, puede ser seguido por cualquier persona que se decida a vivir, sin gravar a nadie para su crecimiento personal en todos los sentidos.

    Las oraciones que hoy “repiten” las iglesias, no solo la católica, no entran para nada dentro de las propuestas de Jesús.

    Él, no ordenó ¡nada!:

    ¡¡¡Invito a seguir un proyecto, porque este engendraba Vida, en las personas que lo quisieren seguir!!!
     

    Sus invitaciones no son largas, ni exhaustas; son buenas para todas las personas que decidan vivirlas de todo corazón.

    Pero han querido formarnos de manera, que nos han hecho… ¡incapaces de pensar cada cual en auténtica libertad!

    Están  nuestras mentes cargadas de temores, prejuicios, encasillamientos, duros de corazón con quien piensa diferente, atadas nuestras decisiones a lo que otras personas deciden y piensan.

    Y toda persona que decide tomar la riendas de su vivir, se sentirá vapuleada por las jerarquías y toda persona que solo sabe seguir a pies juntillas lo que otros les ordenan.

    Pero hay personas que como Juan Luis y tantas otras (conozco  muchísimas…) que han recapacitado… ¡mirado! en derredor suyo y sobre todo en su interior, y trabajan sin descanso:

    ¡Tal como hizo Jesús! y ya sabemos su final.

    Por liberar tanta atadura, tanta hipocresía, tanta dureza de corazón, tanta…

    ¿Quién puede seguir mirando a esta iglesia ¡hoy! donde millones de personas sufren lo indecible en tantas partes del mundo, y que sigue anclada en el siglo V?

    Llena de lujo, de clases, están totalmente alejados del mundo real; ellos se lo guisan y ellos se lo comen…
     

    ¿Cómo esto no nos hace pensar, meternos dentro en lo más profundo de nuestro yo personal e intransferible,  para examinar que tiene que ver todo cuanto la iglesia nos aporta, con la realidad del mundo en que vivimos?

    Cada cual es libre de llamar a la Esencia-Ser… que nos atrae, nos llama en todo cuanto nos rodea:
     

    “Padre-Madre-Amor-Misericordia-Ternura-Acogida-Entrega…” Sin magias ni intervenciones particulares.

    Cada ser nacido, si lo quiere, lo desea, lo trabaja, lo lucha…
    “Tu fe te ha salvado…”
    está capacitado para caminar, con dificultades grandes o menores, porque haberlas hay las.

    Si cada ser nacido, viviera consecuentemente, actuara con justicia, liberara el dolor de quienes sufren, no esclavizara, ni engañara, ni robara, no estafara etc. etc.

    El mundo que nos rodea sería completamente distinto

    No sería el poder de unas pocas personas machacando a la mayoría, que la tiene bajo su zapato.

    ¡Gracias Juan Luis y Reyes por estar de nuevo con este grupo de Atrio que de verdad les quiere.

    mª pilar

  • Virginia Fernández

    Otra observación para Pepe: me parece que a veces -sólo a veces- demuestras bastante sensibilidad y hasta algo de inspiración poética y me extraña que encuentres aburridísimas las letanías.  Si te refieres a la del Rosario, en mi opinión es poesía de una gran intensidad conceptual. “Puerta del cielo”, “Estrella de la mañana”, ” Consuelo de los afligidos”, “Causa de nuestra alegría”… En fin cosas bellas dirigidas a la mujer o si prefieres al arquetipo MUJER. ¿Aburridísima? No me lo parece. Tengo entendido que el Rosario fue la oración preferida del admirado -por muchos atrieros- Juan XXIII.  Saludos, majo.

  • Virginia Fernández

    Vale Pepe, pero precisamente lo que me pregunto es si llamar Padre a Dios entra en el nuevo paradigma. Gracias por tu  comentario… se ve que aunque ateo y un poco borde manejas con frecuencia la Sagrada Escritura. Saludos.

  • pepe sala

    ¡ Caramba!!, con las Virginias… En mi pueblu dirían que ” no tiran peu que bien güela”.
     
    Bueno, te contestaré yo y ya se lo cobraré al autor . Juan Luis lo tiene jodido, por causa de lo que se lee en el ancabezamiento referido a sus imposibilidad de leer.
     
    Pero por un vinillo riojano, soy capaz de leer la Bíblia en la parte donde viene escrito el famoso Padrenuestro ( el vuestro, que el mío no decia cosas tan raras) Y precediendo el texto que, el tal Jesucristo puso como un simple EJEMPLO , dijo lo siguiente:
     
    “” La oración

    5 Y cuando oréis, no seáis como los hipócritas; porque a ellos les gusta ponerse en pie y orar en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos por los hombres. En verdad os digo que ya han recibido su recompensa. 6 Pero tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cuando hayas cerrado la puerta, ora a tu Padre que está en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. 7 Y al orar, no uséis repeticiones sin sentido, como los gentiles, porque ellos se imaginan que serán oídos por su palabrería. 8 Por tanto, no os hagáis semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe lo que necesitáis antes que vosotros le pidáis.
    “”
     
    Jesucristo no dijo que el tal EJEMPLO sería la oración obligada ” in sécula seculorum”, al contrario, dejó perfectamente claro que se os  ha dado una mente inteligente para poder hablar CON LIBERTAD con vuestro propio padre. Sin  Avesmarían, sin letanías aburridísimas, sin rosarios, sin ” perdona a tu pueblo señor”… sin

     
    ¡¡Joder, qué coñazo!! Menos mal que mis hijos no son tan pesados, porque les iba a mandar al carajo por insoportables…

  • SERGIO DALBESSIO

    Me alegra en sobremanera la presencia de Juan Luis en Atrio.  Una gran persona que tuvimos la oportunidad de tener su cálida visita, junto a Reyes, en nuestra Argentina. Disfrutar de su conocimiento y su hombría de bien.
    Su Espíritu nos sigue acompañando con sus textos, pensados, trabajos y con una gran reflexión en la vida.
    Sigo dando GRACIAS por su visita en otra Argentina. Hoy seguramente con esta Argentina, dividida-partida-enemiga-dolorida, no podría haber disfrutado de sus charlas, mates, comidas y abrazos eucarísticos.
    Un cariño para Juan Luis, para Reyes y celebro que ATRIO vuelva a poner sus textos para los nuevos lectores y para los antiguos que refresquemos ideas, conceptos y testimonios. Sergio.

  • Javier Renobales Scheifler

    En la pág. 186 de su libro ‘Religión sin magia’ (2006, el Almendro) el autor del post dice:  “…, sólo un portento sobrenatural hubiera impedido que la forma  de pensar de Jesús no estuviera igualmente influida por el pensamiento mágico y sus consecuencias.”
     
    Y un poco más abajo dice: “… en ocasiones, Jesús entiende la relación con Dios en las coordenadas propias del talante mágico.”
     
    Leyendo la página completa se comprende mejor al autor del post.  El apartado al que pertenece esa pág. se titula 3.- ¿Pudo equivocarse Jesús?

  • Virginia Fernández

    Unas preguntas para el autor del post: en este nuevo paradigma teológico ¿Tiene algún significado el Padrenuestro? ¿Es una fórmula mágica? ¿Debe entenderse de un modo distinto a como se ha recitado en la Iglesia desde hace siglos? Gracias si hay respuesta. Un saludo cordial.

  • Javier Renobales Scheifler

    Atribuir la creación del universo, o sea de todo lo conocido, a dios, también es pensamiento mágico, en mi modesta opinión y cortas entendederas.

    De dios no sabemos nada, tampoco sabemos si creó o no el universo.

    Podemos vivir como si dios no existiera, sin necesitar nada de dios, ni a dios, y debemos, a mi modo de ver.

  • pepe sala

    En los terrenos de las remembranzas, voy a traer a colación mis primeras impresiones sobre el Juan Luis humano, más que el Juan Luis teólogo de ” altos vuelos”. ( que lo es, sin duda alguna)
     
    ” In illo témpore”, cuando Juan Luis publicó el libro Religión sin mágia, yo llevaba poco tiempo por ATRIO.
    Nunca entendí el empeño de Juan Luis para que yo leyese su libro y por medio de ATRIO me invitó a leerle, puesto que le interesaba conocer mi opinión de  ” ateo no practicante”. Debo confesar que intenté evitar la lectura sin caer en la mala educación respecto al autor.
     
    — Yo no compro libros de teología, Juan Luis-  le dije- mi economía no me permite ciertos gastos supérfluos.
     
    No me libré, puesto que Juan Luis me atajó y me regaló el libro que, incluso, me lo mandó a casa. El muy pícaro me conoció mejor que yo a él y no tuve más remedio que tragarme el libro para poder dar mi oponión al respecto.
     
    El gesto humano de Juan Luis me ” obligó” a corresponder de alguna manera y, leido el libro, me presenté en Logroño a comentar mis impresiones directamente. Debo decir que me entró una enorme curiosodad por conocer personalmente al autor de un libro tan valiente y comprometido. También influyó mucho que Juan Luis hubiera sido el ALMA de la titánica lucha por el 0´7% de aquellas acampadas reividicativas, donde mis propios hijos habían participado en Santander. ( mi segundo viaje a Logroño fue por iniciativa de mi hijo meno , porque quería conocer personalmente a Juan Luis. Hicieron muy buenas migas y me dejaron a la altura del barro cuando hablaban en términos de filosofía…)
     
    Pasamos un día memorable y congeniamos desde los primeros instantes de conocernos. Juan Luis es simpatiquísimo y un gran conversador. Poca teología, poca filosofía y nada de tonterías trascendentales en nuestra conversación. Llegado el momento de abordar el tema que me había llevado a Logroño ( opinar sobre el libro), la brevedad fue lo que primó y enseguida pasamos a otros temas… ( experiencias en los seminarios , asuntos ” atrieros”, turismos por la ciudad de Logroño, etc.)
     
    Recuerdo perfectamente mi comentario al respecto de ” Religión sin mágia”:
     
    — Creo, Juan Luis, que debieras habar bajado un poco el nivel teológico del libro. Para mí no ha sido fácil comprender muchos aspectos que tratas. Y si yo no llego a entenderlo bien, me imagino a mis compañeros de trabajo en la construcción y estoy seguro de que ninguno de ellos conseguiría leer el libro y sacar algo en conclusión.
     
    Juan Luis me contestó algo así:
     
    — Lo pensé mucho antes de escribirlo, Pepe; pero me decidí por una forma intermedia y hay capítulos más sencillos y otros más complicados. Tuve claro que el libro lo iban a leer personas ” expertas” en teología y, si lo hubiera escrito a nivel del PUEBLO llano, los ” expertos teólogos” me hubieran atacado por haber escrito un panfleto inculto y sin relevancia.
     
    Han pasado 5 años ( joder, cómo pasa el tiempo) y yo no he llegado a responderme con convencimiento. Tampoco conozco la opinión de Juan Luis después de haber consultado con la almohada mi primera impresión sobre su libro. En las siguientes visitas a Logroño, Religión sin mágia ( o con mágia) ha quedado apartada de nuestras conversaciones.
     
    Donde estén una chuletillas de cordero, que se quiten todo tipo de mágias religiosas. Ya veré si le ” ataco” por religión o le ataco por chuletillas en la visita que tenemos prevista para el sábado día 16. ( si no hay complicaciones insalvables)

  • pepe blanco

    También yo me alegro de que vuelvan a publicarse estos textos que, además de movernos a pensar, a algunos nos traen viejos recuerdos.
     
    Un fuerte abrazo para Juan Luis y otro para Sergio Zalba. -;)

  • Javier Renobales Scheifler

    Meter a dios a intervenir, a elegir papa estos días, o a iluminar a los cardenales puestos a dedo por el papa de turno, o a hacer infalible al papa, es puro pensamiento mágico interesado en manipular a dios al servicio de los intereses de estos jerarcas, manipular a dios para servir al negocio eclesial católico.

    Es  puro opio del pueblo, un engaño monumental, dañino y opresor. Hay que liberarse de tanta manipulación interesada.

  • Javier Renobales Scheifler

    “… La razón y las ciencias sacudieron el yugo de la fe y cayeron en la cuenta de que toda la realidad cósmica se guiaba por sus propias leyes y que, en una palabra, era autónoma. Revelación aparte -¡era intangible!- poco a poco se cuestionó que estuviera pendiente de la intervención divina cualquier realidad conocida, social, política, científica, moral y filosófica. Toda la construcción comenzó a resquebrajarse. Todo podía explicarse desde las leyes naturales o de la libertad de conciencia. Dios había intervenido menos de lo que se creía …

    Aún no se había caído en la cuenta que en eso consistía cabalmente el modo mágico de entender la inter-relación e inter-actuación de Dios y su criatura …”

    A mí me parece que no necesitamos para nada que dios intervenga en nada: la responsabilidad es toda nuestra. Meter a dios a intervenir es un escapismo.

    Somos totalmente autónomos respecto del llamado mundo sobrenatural, dios, los espíritus santos o demoníacos, angelicales o de brujerías …

    Ya no necesitamos en esta vida la seguridad que da al niño creerse protegido por una providencia divina o por ángeles de la guarda, o por el manto protector imaginario de una ‘virgen madre de dios’ …

    Todo ese pensamiento mágico es precisamente la base del negocio de las iglesias que mantienen las religiones, con sus oraciones e invocaciones a dios, al que mandan enviarnos sus imaginarias bendiciones ayudas, iluminaciones y demás gracias, santificantes o de la clase que sean, inexistentes todas ellas, que supuestamente surten a través del invento de los sacramentos … 

  • Sergio Zalba

    Enorme es mi alegría de que se vuelvan a postear los textos de Juan Luis.  Por ahora sólo quería compartir esta expresión de gozo.  Tal vez luego deje algún comentario sobre el contenido.
     
    Reyes, por favor, si lees esto, recibe un enorme abrazo para ambos. Saben bien cuánto los quiero.

Responder a ana rodrigo Cancelar comentario