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Libros del hermeneuta

Los últimos artículos de Andrés Ortíz-Osés han promovido multitud de comentarios. Veo que con frecuencia estos escritos de Andrés pueden causar desconcierto, por el estilo que usa, que no es el de un filósofo o un sociólogo cualquiera. La verdad es que se trata de un mago de las palabras y juega con el abanico del significados de las palabras más profundas y de cualquier combinación de fonemas. Es un esfuerzo continuo por trasmitir experiencias y sabiduría humanas profundas, sin quedar encadenados a palabras pretendidamente unívocas. Tal vez, para todos los que por voluntad del autor somos depositarios de sus últimas creaciones (fué él quien eligió ATRIO para publicar sus recientes artículos), pueda ser útil leer esta crónica sobre cómo es estimado en su tierra este eximio hermeneuta. AD.

Por Juan Domínguez Lasierra

El filósofo Andrés Ortiz-Oses (Tardienta, 1943), sugestivo y prolífico, presentó dos nuevos libros en Zaragoza. Fue un lujo escucharle.

     Andrés Ortiz-Osés tiene tanto poder de convocatoria que la sala de conferencias de la Biblioteca de Aragón tuvo que ser desalojada. Tal como les cuento. Desalojada de media cincuentena de personas que no consiguieron un asiento. Y es que ahora, según nuevas normas de seguridad, no puede haber ninguna persona de pie en estos actos. Así que todos los que rebosaban el recinto, a la calle. Un sofoco para todos, y, en primer lugar, para Andrés, nuestro filósofo hermeneuta, que presentaba dos libros, dos, y para los que compartían la mesa, lumbreras como Eloy Fernández Clemente, Guillermo Fatás y Josetxo Beriaín, de la Universidad del País Vasco, donde tanto tiempo profesó nuestro Andrés de Tardienta.

     Y es que oír a nuestro Andrés es un privilegio, que no se puede pasar por alto. Digamos que Andrés, el realista surrealista, como se le definió, casi ha acabado con la filosofía “oficial”, porque la ha puesto patas arriba. Su hermeneútica vivencial arrasa con todo (¡hasta elogió a la cantante Rosalía!), y deja a los filósofos de oficio en la estacada. Y como no para de producir, aunque esté algo malucho, o quizá por ello, no hace sino publicar a diestro y siniestro, porque en la Biblioteca de Aragón presentaba, como dije, dos libros, dos, uno de ellos, colectivo (eso sí, inspirado por él): “El secreto de existir” (el amor humano) y “Lo demónico” (la ambivalencia humana). Y Eloy, Guillermo y Josetxo los desgranaron con su estilo personal: cercano, Eloy; erudito, Guillermo; profesoral, el navarro Josetxo.

     Luego habló Andrés, y nos dejó encandilados con su sentido vital: la solución del mundo está en el amor, no hay que darle más vueltas, y en la coimplicación de los opuestos. Basta ya de políticos que se sustentan en las peleas torticeras de sus intereses. Fuera fanatismos de izquierda y derecha, fundamentalismos del bien y del mal. En las intervenciones se habló mucho de la muerte, que está muy presente en la obra última de Andrés, y que la acepta como parte de la vida, coimplicatariamente, y aquí paz y allá gloria. Para guinda, Andrés se trajo a su icono artístico, el bailarín Miguel Ángel Berna, que nos obsequió con su arte único.

     Sale uno renovado de las intervenciones de Andrés, y por eso sugiero que para su próxima intervención pública se habilite un escenario mayor. A ver si así no hay necesidad de desalojar a quienes quieran escucharle. No siempre tiene uno la oportunidad de asistir a las palabras de un sabio, que lo es a despecho de los llamados sabios.

     Ah, el director de los Amigos del Libro, Eugenio Mateo, que presentó a los intervinientes con su acostumbrada pericia, nos proporcionó el último número de la revista “Barataria”. Es tan bueno que hasta yo colaboro (sobre la novela “Dios no estuvo en el 36”, de José Mª Andrés Sierra). No les digo más… Pero trae otras muchas colaboraciones… que tampoco están mal. Cito solo a los poetas, José A. Conde, Ricardo Fernández Moyano y Mariano Castro.

     Hay que apoyar a estos Amigos del Libro, que nos traen incluso a Ortiz-Osés, un lujo.

     (Heraldo de Aragón, 20-1-2020).

6 comentarios

  • ana rodrigo

    La introducción que nos hace Antonio a este artículo sobre Andrés Ortiz-Osés, me sugiere el pedir disculpas por mis discrepancias con su anterior artículo en el caso de que le hayan podido molestar. Quizá no interpreté bien lo que él quería decir o yo no lo leí con la misma óptica con que él la escribió.

    Y no sé qué más decir, porque cuando hay emisor y receptor, pueden ocurrir discrepancias, o debates o diferencias o suspicacias, lo cual no implica ni minusvaloración ni menosprecio a una de la partes. Yo procuro ser correcta con mi interlocutor o interlocutora, y quizá no siempre lo consiga.

    Dicho esto, por mi parte, mi aprecio y mi valoración positiva hacia Andrés y a sus escritos, aunque discrepemos. Como dice Rodrigo, el diálogo siempre es enriquecedor.

  • Carmen

    El amor a Tu pareja
    A tus hijos e hijas
    A vecinos y vecinas
    A familiares
    A amigos y amigas
    A compañeros y compañeras de trabajo
    Al trabajo bien hecho
    A tener una mirada amorosa en los avances tecnológicos , en medicina, en la ciencia, en la psicología, en la sociología, en la política, ay, la política.
    Al planeta
    A las cosas bonitas
    A la belleza de un paisaje, de un poema, de una novela, de una película, de una obra de arquitectura
    A tu tierra
    Al conocimiento en sí mismo.
    A tus pacientes , a tus alumnos y alumnas, a tus empleados y empleadas, a tus socios y socias
     
    Yo qué se qué más…
    Y todo eso lo podemos hacer. Lo debemos hacer. Trae paz.
    Sería estupendo.

  • Carmen

    Es que este señor se las trae. Pero aquí también hay personas que entran al juego.

    A mí me encanta esto de hablar por el gustazo de decir lo que piensas

    Una vez dijo Román, un abrazo Román, hace tiempo que no te leo, pues dijo que somos como grillos en una noche de verano, cada uno con su canto.

    Si os dåis cuenta, cada uno lleva el debate a su tema preferido. Es muy divertido observarlo.

    Y si. Lo que salvará al mundo es el amor. De todo tipo. Sin duda. Y a la muerte no hay que temerla, qué va. El sufrimiento es otra historia, pero gracias a dios, la ciencia ha avanzado un montonazo. Y las cabezas, también.

    Me alegro de que este señor tenga tanto reconocimiento. Me gusta.

     

  • Rodrigo Olvera

    Gracias por compartir esta crónica del evento.

    Sí, Andrés es un grande; y es genial que participe en ATRIO.

    La enorme estima que le tengo no impide que disienta con él; disentir con él no merma en nada la enorme estima que le tengo.

    Alguna vez dije aquí y lo repito. Dialogar, debatir, disentir para mí no son muestra de mal-querar sino al contrario, de bien-estimar. Pues dialogo, debato y disiento con las personas a las que estimo, a las que valoro, por quienes apuesto. Quizá el mejor indicador de que intelectualmente des-estimo a alguien es cuando no creo que valga la pena dialogarle, debatirle, disentirle.

     

    Abrazos y esperanzas

  • Asun Poudereux

    Propongo que si ha sido grabada en la biblioteca la ponencia, que a través de Atrio nos la hagan llegar. ¿Es posible? Muchas gracias.

  • oscar varela

    Hola!
     
    ALOJA = “bebida fermentada hecha de algarroba, o maíz, y agua.”

    Es una pena que te DES-ALOJEN

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