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Otro teólogo de la liberación consuma en paz su vida

Otra consumación de una vida extensa y fructífera, contada y dcumentada por un cristiano de base en Redes Cristianas. No coincidí con él, aunque nuestros itinerarios separecen mucho. AD.

   Javier Dominguez, Jesuita Antisistema,
y amante fiel hasta la muerte

  • Para ser fiel a la Iglesia, tienes que aceptar todo lo que los papas han dicho y dicen (aunque sean tonterías; que los papas han dicho muchas tonterías)…
  • Total que por la fe, te han llevado a la lucha de clases a favor de la clase dominante, poniendo el estigma de anticristiano a todo lo que haga peligrar la situación establecida…
  • Pero yo estaba decidido a ser consecuente con el Evangelio. Algo tenía absolutamente determinado: que no dedicaría mi vida a servir a los ricos, ni a amansar a los pobres. (JAVIER DOMÍNGUEZ. Enseñanza católica para una generación (1979)

Javier Domínguez Martín-Sánchez (Madrid 1929 – Ponferrada 2025) SJ, en el día de hoy,  10 de marzo de 2025, a los 96 años, sin estertores ni estridencias, sin aparatos ni goteros, sin fuerzas ni dolores, pero con mucha Paz, exhaló.

Javier Domínguez, el “Domi”, ese “Jesuita Antisistema” del que tuve el honor de ser su amigo, compañero, hermano, cómplice, camarada y, por suerte, su biógrafo nos dejó, tras una larga vida plena de coherencia tanto en los 48 años que vivió siendo jesuita, como en los 32 que vivió con su mujer, quien tanto y tan bien lo amó y cuidó hasta el final.

Nos deja el Teólogo de la Liberación, como así le llamaban en Venezuela  y A.L., -que no nosotros, sus hermanos de la Vanguardia Obrera (V.O.) de los Comités Oscar Romero (COR) ni de las Comunidades Cristianas Populares (CCP), las tres organizaciones en las que, desde una opción preferencial por las personas más pobres y empobrecidas, militó-.

Si al final la publicas me dijo hace tres años cuando escribíamos su biografía («Un Jesuita Antisistema»), no disimules ni edulcores mis orígenes franquistas, patriarcales y machistas…, que no quiero parecer ningún santurrón»; pero aunque aquí no es el lugar, tampoco nos pasaremos en este apresurado IN MEMORIAM

 

FIEL HASTA SU MUERTE

Hace unos años, el Papa Francisco nos recordaba en la capilla de Santa Marta ese canto al Evangelio tomado de la Apocalipsis (2, 10): «Sé fiel hasta la muerte — dice el Señor— y te dará la corona de la vida».

Y pensaba yo, con mi amigo ya ingresado y bien enfermo lo «fiel» que Javier Domínguez lo había sido hasta su muerte. Fiel no sólo al Señor, a la iglesia o a su amada Mari Carmen, sino a su opción por los pobres, a su coherencia y fiel en la defensa de la verdad y a la justicia, o sea, fiel al Evangelio.

Si «la fidelidad al Señor no decepciona y si cada uno de nosotros es fiel al Señor, cuando venga la muerte, diremos como Francisco: “hermana muerte, ven”… y así siento que Javier la ha esperado y recibido en Paz acompañado de manera inconmensurable por su fiel esposa 24/7, que se dice ahora.

 

ME MORIRÉ DESPACITO…

«No creas que yo me voy a morir de repente, ni en un accidente… no –me decía hace tres años en unas conversaciones que manteníamos cuando -ya con 93 años- andábamos forjando, mano a mano, su ya mencionada biografía (Javier Domínguez, un jesuita antisistema)- yo me moriré despacito, poquito a poco, como mi padre«. Y así ha sido.

Y murió como quería y como escribió en su Testamento Vital hace casi 20 años «Prefiero mantenerme dentro de las normas que dio siempre la Iglesia, aunque el integrismo católico hoy no admite: Que utilicen solamente los medios ordinarios para conservarme la vida y cuando estos fallen, que no intenten conservar las constantes vitales, sino que tengan como objetivo el que muera sin dolor, sedándome todo lo que sea necesario –incluso- si ello provocara la muerte, como doble efecto«. Y así fué.

Descanse en Paz, con la misma Paz con la que nos ha dejado su vida.

 

UNA ESPECIE DE BIOGRAFIA

Javier Domínguez Martín-Sánchez (Madrid, 17/02/1929-Ponferrada 10/03/2025) fue un  profesor de Filosofía y Letras, de Humanidades e Historia, escritor, Licenciado en Teología y ex-jesuita.

«Nací en el seno de una familia metida en política de derechas -concretamente nacional católica- y en el número uno de la madrileña calle de San Quintín, donde todavía vive la familia…» así nos empezaba a contar el propio Javier su biografía cuando tenía casi 94 años «…y en el bajo vivía Fernando Martín Sánchez Julián, que era mi tío carnal; un personaje que tiene introducida causa de beatificación y que fue presidente de los propagandistas católicos durante muchos años, aquellos que fundaron la CEDA (Confederación española de derechas autónomas

En 1946 ingresa en la Compañía de Jesús (SJ); estudia humanidades, filosofía eclesiástica, filosofía y letras y teología, en este caso en la Universidad de Innsbruck en Austria.

En 1961 es ordenado sacerdote y a partir de entonces ejerce como profesor de bachillerato en colegios laicos madrileños; colabora con el movimiento de sacerdotes obreros y se integra como consiliario en 1965 de la vanguardia obrera (VO); en esa convulsa época sufre registros y persecución de la brigada político social (BPS) y un proceso en el Tribunal de Orden Público (TOP) aunque no es encarcelado porque le avisan, pero tiene que huir a Alemania -en 1973- donde permaneció cinco años hasta la muerte de Franco siendo allí consiliario de la HOAC, entre otras actividades con inmigrantes.

Ya, en 1978, regresa a España y es elegido representante de las Comunidades Cristianas Populares (CCP) de Madrid en su coordinadora estatal (momento en el que coincido con él como representante de Albacete) y entra a formar parte también de los Comités Oscar Romero» (COR) donde llega a ser ser miembro de su Secretariado InternacionaL (SICSAL);  también estuvo en «Cristianos por el Socialismo».

Fue en 1994 -al cumplir 65 años, tras 48 en la Compañía y 33 de sacerdocio, deja abandona la compañía y se casa (primero por lo civil con la dispensa de la CJ y más tarde por la Iglesia, cuando recibe el permiso del Papa), estableciendo su residencia en Alcalá de Henares, aunque continúa trabajando en sus tres frentes: las CCP, la revista de los cristianos de base UTOPÍA (de la que fue fundador hasta su cierre) y el comité de solidaridad Oscar Romero de Madrid.

Hace más de 50 años, en el libro Yo creo en la Justicia” publicado por DDB 1973 él se autodefinía así:

      “Yo soy un hombre concreto, por más señas cristiano, sacerdote y jesuita, algo bufón y algo místico, exagerado y mordaz, con algo de gorro frigio, algo de “enfant terrible”, algo de monje y algo de niño perdido en el bosque”

Aunque no demasiado conocido, por mor de su descarada humildad, le hemos llegado a catalogar hasta 27 libros (todos ellos están comentados en su biografía ya citada pues muchos se encuentran ya descatalogados); por contra, en la dictadura si era muy conocido y buscado); fue procesado por el TOP por sus primeros libros con los distintos planes de formación social, política y eclesial de la VO (especialmente el de Sindicalismo, que le secuestro la BPS por órdenes de Fraga Iribarne, y aquellos que hablaban de las luchas de la clase obrera en su oposición al franquismo; valiosos textos que hasta le reconoció el gran historiador español, Manuel Tuñón de Lara que le cita en uno de sus libros.

Comprometido siempre con los pobres y por la clase obrera, ha seguido en el mundo de la solidaridad hasta su retiro a Ponferrada, a través de su compromiso con los COR, el SICSAL, las CCP y UTOPÍA, hasta casi nuestros días.

 

SOBRE LA MUERTE, LOS EPITAFIOS Y DESEOS QUE NOS DEJA

Cuando le preguntábamos sobre la muerte y entierro nos decía:

«Yo creo que la muerte no es total. No me gustaría que me enterraran solo sino con muchos compañeros y compañeras. Me gustaría una tumba colectiva. Puestos a elucubrar, me gustaría que me enterraran en la tumba que vio Mariano José de Larra en la casa de los Ministerios, en la calle de Bailén, en 1836, cerca de la casa donde nací, que tiene este epitafio: ”Aquí yace media España, murió de la otra media”. Pero de momento lo más fácil es que entierren mi cuerpo -o mejor mis cenizas-, en el Panteón de la familia, en San Justo de Madrid. Allí espera toda mi familia desde 1862. Y como ya no queda sitio para poner más nombres, no hace falta que pongan el mío. (SIC)

Y, sobre un posible «testamento moral» le pedí dos ideas y dos mensajes, lo que no dudó: la primera «Que dediquéis vuestra vida y vuestro trabajo al servicio de la comunidad, sobre todo de los más pobres y desfavorecidos«; y la segunda, que contemos la verdad de lo que ocurrió en la mal llamada guerra civil, porque nunca se contó la verdad y ahora no la creen muchos jóvenes.

Y como mensajes me dió tres:

  • A nuestra gente, aunque la mayoría tenemos muchos años y estamos a punto de cerrar, si no hemos cerrado ya, que somos lo que la Biblia llamaría “El resto de Israel”, pero que  quedan feministas, ecologistas, cuidadores del bosque, voluntarios y voluntarias que no cobran, emigrantes sin papeles, mucha gente. Lo que es verdaderamente triste es que los y las jóvenes voten tanto por Ayuso.
  • A estos jóvenes que esto de hoy en día es un poco difícil de entender. Hasta hace muy pocos años el ser joven suponía generosidad, rebeldía, espíritu innovador y progresista, entrega a causas justas, lucha por la justicia. Antes, cuando encontraban a una persona mayor, o muy vieja como yo, nos decían: La juventud no está en los años. Tú eres joven…. Pero ahora más de la mitad de los jóvenes, los que dan la mayoría absoluta en las elecciones -al menos en Madrid- , son conservadores, neoliberales, se preocupan únicamente del dinero y votan a la Ayuso. A estos jóvenes y a la Ayuso, que les dirige, no les daría mensaje alguno, sino que les declararía la guerra, (sin armas claro).
  • Y a los demás les diría que sobrevivan, que resistan y que luchen por la utopía, con esperanza de que llegarán tiempos mejores, aunque algunos, no lleguemos a verlos.

 

PARA SABER MÁS:

Lo mejor, ir a las entrevistas (en papel y en video) que le hicimos y por supuesto en su biografía; pero pequeños aperitivos podéis encontrarlos aquí

  1. PARA LEER, podéis buscar en las diversas entradas sobre el Domi en mi Blog «LA TERCA UTOPÍA« o en su biografía «JAVIER DOMÍNGUEZ. Un Jesuita Antisistema» en Amazon, tanto en e-Book, como en papel.
  2. PARA VER, también en mi humilde canal de Youtube podéis encontrar la primera presentación del libro UN JESUITA ANTISISTEMA, ya que fue la única en la que el autor está acompañado por el protagonista de la biografía –Javier está entonces con 94– y en este estado.
  3. PARA VER, mirad cómo se encontraba Javier, a sus 95 años, ya fuera del hospital y diciendo que continuamos para bingo. Allí nos confesaba que su último reenganche ya se fijaba en los 96… Y vaya que si llegó
  4. Y PARA VER más recientemente, si no pudiste hacerlo en directo, aquí está la presentación «on line» que hicimos el pasado 10 de abril de 2024 (para España y para casi toda América Latina) de nuestro último libro Javier Domínguez. Un Jesuita antisistema, gracias al “Grupo de lectura de Soms Cristians”

 

3 comentarios

  • Carmen

    Ay, Dios…Que descanse tranquilo.  Amén.

  • oscar varela

    ¡Espabilado el tal Javier Domínguez!

  • ana rodrigo

    Yo viví la época de los curas obreros en los años 70, conocí a unos cuantos en Zamora, donde estaba la cárcel para los sacerdotes. Después, en Andalucía, a través de CCP, conocí otros muchos y en Granada el resto, algunos muy amigos míos. Ayer vi en Canal Sur TV, un reportaje, hecho hace unos años, con un grupo de estos ex-curas dando su testimonio, de cómo y porqué fueron al seminario de niños, sin saber porqué iban, que no fuese para poder estudiar, en aquellos años en los que estudiar para la gente humilde era imposible. Y cómo, cuando, siendo sacerdotes, fueron conscientes, especialmente, a partir del Vaticano II, cayeron en la cuenta de mirar al evangelio y ver qué sentido tenía su ser sacerdote de aquella manera, con el mensaje evangélico, a partir de lo cual, fueron hombres comprometidos con la clase obrera, con la justicia social y con los más vulnerables. 

    Pienso que la Iglesia Institución se ha quedado anclada en su estructura tradicional y, quitando los mensajes sociales y constantes de Francisco, la Tradición se ha convertido en incuestionable, los seminarios están vacíos, los sacerdotes que conozco aún comprometidos desde su estatus sacerdotal, son pocos y mayores, con alguna pequeña excepción. 

    La cantidad de personas, hombres y mujeres, que conozco implicando su vida en causas sociales, a través de plataformas, organizaciones, ongs, etc., lo hacen, hacemos, desde el principio de los derechos de cada ser humano, sea inmigrante, sea sin techo, sea falta de recursos alimenticios, etc. etc.
    Gracias a Javier Domínguez, al que no conocí, por su legado de bondad y de generosidad, que es lo que queda después de terminar el camino de la vida.

    Gracias a los que, todavía vivos, habéis hecho el mismo trayecto vital y habéis sido sembradores de valores y principios absolutamente necesarios en una sociedad siempre necesitada de dar sentido a nuestra vida. desde la fraternidad-sororidad, la generosidad, la solidaridad, la com-pasión, etc. etc., sea desde el sacerdocio, sea desde el laicado. Os merecéis vuestro homenaje que es lo que yo quiero hacer con estas palabras. Abrazos

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