¡Bienvendo al club de los nonagenarios autores de Atrio! Tras la defunción en el último año y medio de mis muy queridos J. MªCastillo, A. Aradillas, José Mª García Mauriño y Gonzalo Haya, creo que solo quedábaamos José I. González Faus, ManuelOssa de Chile y yo. No sé si los canarios Sicilia y Rodríguez Farina habrán cumplido los noventa. En esta sociedad en que triumfa el edadismo que parece nos expuksa rápidamente a los viejos, creo que hacen falta ancianos pensantes en cualquier tribu, aunque alguien nos califique sistemáticamente de “dinosaurios”. Y ya sabes, Julián que tu itinerario desde la fecunda Comillas, a la cultura jocista y a la elección personal por la secularidad profundamente vivida con Fe y Amor, está muy cerca del mío. Por eso, con especial cariño y agradecimiento publico este mensaje tuyo. AD.
Agradecimiento y sueños
Tomo el título de otro colega que hizo este mismo título hace años. No viene mal reflexionar en esta cúspide del tiempo.
Agradecimiento: Es el primer sentimiento que me sale del corazón, agradecer a la vida y a Dios por haber llegado a esta cumbre de la existencia. En primer lugar, a mi familia original, padres y hermanos. Después, a lo largo de mi caminar vital son muchas las personas que he tratado, y que constituyen como los hitos o llamadas a las que he tenido que responder con más o menos acierto; desde los compañeros que he tratado en los distintos organismos de educación y estudio que he pasado, como los seminarios de Coria y Cáceres, las universidades que he frecuentado de Comillas, Instituto Católico de París, y el Instituto Pastoral de Madrid. Después, la cantidad de personas que intentado acompañar humanamente y en la fe en Valverde del Fresno, Arroyo de la luz, en la parroquia y sobre todo en la JOC de emigración en París. Después en todo el trabajo en la diócesis, especialmente en el barrio Llopis y en la parroquia de Guadalupe. Y sobre todo, el amor y acompañamiento de mi esposa, mis hijos y sus compañeras, y ahora de mi nietecito. Solo me sale el verso de aquella canción latinoamerica, que he cantado muchas veces: Gracias a la Vida, que me ha dado tanto… Solo que Vida la pongo con mayúscula, porque creo que Dios estaba en la trastienda de todo este caminar.
Sueños: Sigo soñando, aunque mis sueños no los voy a ver cumplidos, tomo el ejemplo del teólogo Víctor Codina, a quien yo admiro, que escribió un librito precioso, Sueños de un viejo teólogo. Yo, sin la profundidad y extensión suya, también quiero soñar.
A nivel social: Sueño con una sociedad española que la que los políticos piensen y actúen mirando más al conjunto del pueblo, especialmente a los de abajo, que a sus ideologías e intereses partidistas. Y sueño con que en el conjunto del mundo haya más justicia y se atienda a los millones de pobres existentes. Sueño con que el dinero y el poder no sea el que domine y mate a las multitudes de los más pobres.
A nivel eclesial: Sueño con una Iglesia en la que se viva y se lleve a efecto una sinodalidad radical o corresponsabilidad de todo el pueblo de Dios, con todas las consecuencias de igualdad real de todos los fieles, incluidas las mujeres. Lo cual supondría el caminar como pirámide invertida, en la que sea el pueblo seguidor de Jesús, quien elija a sus responsables. Pero para eso haría falta que todos, jerarquía y fieles, asumieran, asumiéramos, de verdad su responsabilidad de seguimiento radical a Jesús de Nazaret, el Cristo y Palabra de Dios hecha carne de nosotros. Que se prime la fe o el seguimiento a Jesús, antes que las organizaciones externas de la religión.
Sueño con relectura de los dogmas y normas eclesiales y morales a la luz del evangelio, para hacerlas más digeribles y significativas al hombre de hoy. Por lo mismo, sueño con la opción voluntaria del celibato para los que quieran servir como presbíteros a las comunidades cristianas. Igualmente, sueño con la no discriminación de la mujer a todos los cargos y responsabilidades eclesiales.
Sueño igualmente con una revisión a fondo de todas las celebraciones sacramentales, para hacerlas más comprensibles y significativas para los fieles actuales.
Sueño más con una Iglesia concretada más en pequeñas comunidades vivas, que en las grandes manifestaciones religiosas.
Sueño con una Iglesia Jerárquica y de grupos cristianos que se comprometa en una línea más profética en la denuncia de todas las situaciones de injusticia, opresión y mentiras de la sociedad y sus dirigentes.
Sueño que los verdaderos seguidores de Jesús, vivan también el compromiso social y político en favor de los más necesitados, como modo también de vivir su fe en caridad social y política.
Sueño que toda tarea educativa y evangelizadora ayude a pensar, o lo que yo llamo formar conciencia crítica, a descubrir el por qué último de todo, porque solo desde ahí se formarán personas adultas y libres. Concuerdo con el cardenal Martini, arzobispo dimisionario de Milán, que en la concesión del premio Príncipe de Asturias, dijo: “El problema del hombre de hoy no está en el que cree y en el que no cree, sino en el que piensa y no piensa.”
Amigo Julián: Comienzo saludándote con estas palabras por tus espléndidos cumples: “Gracias a la vida-Vida y a la Gracia que hace más rica la vida”. Y añado: También yo soy un “soñador”, un soñador que comparte tus sueños-, pero un soñador que (creo que tú también) quiere ser realista, que trata de comprender mejor la realidad y de vivir esos sueños con esperanza y sin mucha perturbación… (digo “perturbación, porque los tiempos de siempre y de hoy son con frecuencia perturbadores.) La paz y la armonía luminosas entre los hombres aún están lejos… Por eso, tanta penumbra y ceguera… Los poderes que tanto perturban no entienden ni aceptan la paz, si ésta recorta sus poderes y limita sus egos… Sin embargo, es necesario esperar serenos… Tanto la espera como la Esperanza serenan.
-Insisto en que estoy de acuerdo y me identifico con tus sueños, aunque en vez de hablar de la “Iglesia jerárquica”, yo hablaría de “Iglesia servidora”. (La jerarquía no me parece una creación evangélica). Los que presiden o son en primer lugar servidores… o mal presiden y acaban cayendo en la tentación del poder…, que es la anti-paz. El poder no se compagina con el Reino de Dios. Dios y poder-dinero son incompatibles. Entiendo que así piensas y sueñas tú, Julián. De nuevo, enhorabuena por tus cumples. Que el árbol siga dando frutos. Un abrazo.
Sin conocerte, pero intuyo respirando el mismo aire y perfume: Buena década a vivir y gozar sin dejar de soñar, pero sintiendo siempre LA PRESENCIA.A vivir esa década con placer y vida.
Que sueños más bonitos
*Perfil Lipídico* – *Excelentemente explicado*
Un médico de renombre compartió una hermosa historia explicando los perfiles de los lípidos de una manera única.
1- Imagina que nuestro cuerpo es un pueblo pequeño.
Los principales alborotadores de esta ciudad son *Colesterol*.
2-También tienen algunos cómplices.
El principal socio en el crimen es *triglicérido*.
Su trabajo es deambular por las calles, causando caos y bloqueando las carreteras.
3- El *Corazón* es el centro de la ciudad.
Todos los caminos conducen al corazón. Cuando los alborotadores aumentan en número, ya sabes lo que sucede. Intentan interrumpir la función del corazón.
4- Pero nuestra ciudad también tiene una fuerza policial.
*HDL* es el buen policía que arresta a los alborotadores y los pone tras las rejas (el hígado). Luego, el hígado los arroja fuera del cuerpo a través del sistema de drenaje.
5- Sin embargo, también hay un policía malo,
*LDL*, que está hambriento de poder.
*LDL* libera a los alborotadores de la cárcel y los vuelve a poner en las calles.
Cuando el buen policía *HDL* es superado en número, la ciudad se vuelve caótica. ¿A quién le gusta vivir en una ciudad así?
6-¿Quieres reducir los alborotadores y aumentar los buenos policías?
¡Empieza a caminar! Con cada paso, los buenos policías *HDL* aumentarán, y los alborotadores *Colesterol, triglicéridos y LDL* disminuirán.
7-Tu pueblo (cuerpo) recuperará su vitalidad.
Tu corazón, el centro de la ciudad, estará a salvo de los bloqueos de los alborotadores (bloqueo cardíaco). Y cuando tu corazón esté sano, tú también estarás sano.
8-¡Así que empieza a caminar cada vez que tengas la oportunidad!
*Mantente saludable*…y
*Que tengas buena salud*
9- Cada paso al caminar aumentará el HDL.
POR LO TANTO, *CAMINA, CAMINA y CAMINA.
*FELIZ SEMANA DE LA TERCERA EDAD*
*MINIMIZAR*
1. Sal.
2. Azúcar.
3. Harina refinada.
4. Productos lácteos.
5. Productos procesados.
*COMIDA NECESARIA*
1. Verduras;
2. Legumbres;
3. Frijoles;
4. Nueces;
5. Huevos;
6. Aceite prensado en frío (aceituna, coco, …)
7. Frutas.
*TRES COSAS QUE DEBERÍAS INTENTAR OLVIDAR*
1. Tu Edad.
2. Tu Pasado.
3. Tus Quejas.
*COSAS ESENCIALES QUE NECESITAS APRECIAR*
1. A Dios
2. Tu Familia
3. Tus Amigos
4. Tus pensamientos positivos
5. Un hogar limpio y acogedor.
*TRES COSAS QUE NECESITAS ADOPTAR*
1. Sonríe/ríe siempre.
2. Haga actividad física regular a su propio ritmo.
3. Compruebe y controle su peso.
*SEIS ESTILOS DE VIDA, ESENCIALES QUE NECESITAS PRACTICAR*
1. No espere hasta que tenga sed para beber agua.
2. No esperes hasta que estés cansado para descansar.
3. No esperes hasta que estés enfermo para tener exámenes médicos.
4. No esperes estar enfermo, para buscar a Dios.
5. Nunca pierdas la confianza en ti mismo.
6. Mantente positivo y siempre espera un mañana mejor…
*Dios te bendiga ricamente*
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En correo privado le he dicho hoy al autor esto, que me parece oportuno compartirlo con todos como comentario a su escrito:
¡FELICIDADES, JULIÁN! Al menos para mí, la década de los noventa me está proporcionando luz y paz sin precedentes. Tal vez por ir quitándome de encima responsabilidades de acción y gestión. Se trata de ir acogiendo limitaciones mensajeras del fin de la existencia vital e ir profundizando más, con gratitud inemensa hacia quienes nos crearon y fueron criando como somos y hacia quienes nos cuidan ahora con amor. Me ha parecido tan bueno tu escrito sobre gratitud y sueños que lo hago mío al publicarlo en ATRIO. Imagino una especie de corralito de nonagenarios, como senado al que te incorporas, que es pista de despegue pero también etapa de trasmisión del testigo para que otros sigan en la carrera…
Permitidme que me una a esta felicitación al recién llegado y también al ya consolidado en el club de los nonagenarios, de quien engancho mi respuesta, esperando encontrarme con vosotros cundo yo llegue también a los noventa, con la misma jovialidad con la que os mostráis. Así, que no abandonéis el club todavía.
Veo que os habéis juntado dos soñadores, y como yo también lo soy, permitidme que de momento comparta algo de mis sueños con vosotros, y lo quiero hacer de la mano de otro soñador al que he tenido ocasión de conocer en fechas recientes, tanto es así que aún estoy en proceso de acercamiento.
En cada uno de los sueños que relatas, aprecio una búsqueda agradecida a la vida y a Dios y esa búsqueda me resulta profundamente familiar y aquí es donde otro soñador, Alexander Grothendieck, que no llegó a los noventa pero, que gracias a uno que sí llegó, nos lo está presentando para iluminarnos en esa búsqueda soñada antes que realizada. Porque “la vida es sueño”. Sueño vívido y vida soñada.
Alexander Grothendieck, en sus reflexiones, nos dejó un legado de pensamientos que me parece oportuno recordar aquí y enlazarlos con los tuyos y los nuestros. Él escribió: “Todos los sueños son creación del soñador”. Tu vida, tal como la relatas, es testimonio de esta verdad: has sido el artesano de tus propios sueños, y en ellos te has ido reconociendo, desdibujando y recreando. Has vivido la osadía de entregarte al flujo del tiempo sin abandonar la tarea esencial: la de buscar en cada momento aquello que da sentido a estar aquí, a ser.
También dijo, “Lo que cuenta no es el camino que recorremos, sino la huella que dejamos.” Tu relato no es solo un recuento de lo vivido, sino el testimonio de una presencia que ha ido dejando huella, no solo en los hechos, sino en los corazones de aquellos que han compartido contigo este largo viaje. Cada elección, cada renuncia, cada anhelo y cada duda han sido parte de esa estela única que llamamos existencia.
Grothendieck, en su incansable exploración de lo real, nos recordaba que: “El Conocimiento más profundo es un Reconocimiento.”, y en tu relato encuentro precisamente eso: el reconocimiento de que la vida no se mide en éxitos o fracasos, sino en la capacidad de asombrarse, de entregarse, de abrirse a lo desconocido sin la pretensión de poseerlo. Has caminado con los ojos abiertos, y eso, amigo, es lo que realmente importa.
Que el tiempo por venir siga siendo un espacio donde podamos, como el matemático en su pizarra de los sueños, descubrir nuevas formas, nuevas preguntas, nuevas aperturas. Y que sigas y sigamos encontrando, en cada sueño que aún quede por soñar, la “llave” de lo que realmente reside tí y en nosotros.
Quedo afectuosamente agradecido por el testimonio del artículo y por quien le abrió las puertas aquí en Atrio.