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Intelectualismo, Salvación y santidad de la Iglesia

         No me voy a referir a la doctrina filosófica que considera la inteligencia como la única facultad cognoscitiva o que la estima muy por encima de cualesquiera otras facultades del ser humano. Entiendo que de las maneras de actuar de la inteligencia para acceder al conocimiento son el modo intuitivo, otro analítico, pero también por revelación, que es el conocimiento obtenido de una verdad oculta, ignorada en principio, pero suministrada de un individuo a otro. Adquiere otro estadio cuando el ser humano no ha perdido o recupera la visión original de la presencia de la divinidad creadora. Es el modo de conocimiento de la religión.

        Las iglesias protestantes tienen un fuerte conocimiento de su religión, porque el evangelismo que profesan les conduce a ganar adeptos en confrontación doctrinal con otras confesiones cristianas, porque se nutren sus comunidades con habituales estudios bíblicos en adición al trabajo de los predicadores y las reuniones de oración. La teología protestante se estudia en círculos académicos, muchos de ellos adscritos a famosas universidades. La influencia de teólogos de la Reforma se ha hecho notar en el catolicismo progresista español salido del tardofranquismo.

        El Catolicismo Romano sesenta años después del Concilio y sus reformas, con el florecimiento de los movimientos apostólicos y los grupos y comunidades de base, han configurado nuevas formas de pensar en católico, y a pesar de ello, existen todavía unas acusadas diferencias entre el laicado y su clero. El segundo con estudios superiores y muchos de sus cuadros activos en círculos académicos y los primeros con el nivel de instrucción de catecismo de la niñez, y de adultos alimentados por las lecturas bíblicas acompañadas por las homilías de las misas dominicales.

        El clericalismo tiene muchas formas de manifestación. Los sutiles y no tan sutiles, a veces, mecanismos de poder asoman cuando se posee más alto nivel de conocimientos, y en el uso que se hace con ellos de los elementos de la religión, al mismo tiempo que en el ejercicio de la dignidad de los cargos eclesiales, viéndose reforzado si es un ordenado, por la administración de los sacramentos.

         Cuando yo introduzco el tema bajo el título de intelectualismo no hago referencia alguna a una doctrina filosófica suministrada bajo una retórica de servicio, sino a una valoración exagerada del conocimiento intelectual que no tiene en cuenta el espíritu del Evangelio.

        En cierta ocasión la mujer del Zebedeo se acercó a Jesús con la pretensión de obtener para sus dos hijos Santiago y Juan del grupo de los doce los dos mejores puestos cuando llegase el Reino. Los otros diez abroncaron a los dos hermanos. “Mas Jesús los llamó y dijo: “Sabéis que los jefes de las naciones las dominan como señores absolutos, y los grandes las oprimen con su poder”.

        A veces miramos tan arriba que no vemos lo que tenemos en casa. Manejamos los conceptos relativos al poder con unas categorías de pensamiento que pretendemos hacerlo pasar tal y como lo describe Jesús, muy alejados del poder “que viene de arriba”. El Reino de Dios, su consumación, consiste en que el Cielo se acerca a la tierra en forma de Advenimiento. Jesús glorioso es el Pontífice, Rey de cielos y tierra

        Es poder distinto al de dominación. Incluso el teórico y establecido de las sociedades más abiertas en las cuales hasta el Derecho Jurídico es un poder coercitivo. La sociedad civil elige mantenerse sometida a los tres poderes del Estado por razones de solidaridad y el mantenimiento de la paz social. El poder del Evangelio es de índole distinta porque viene de arriba con una fuerza transformadora que incide en el interior de las personas y les da unas perspectivas de realidades presentes y futuras no alcanzables por el genio humano sin la ayuda divina.

        Ese elemento del milagro falta en ciertas corrientes teológicas cuando admiten que en la revelación de Jesús Dios hizo sagrado lo profano. La Encarnación no es una mera figura simbólica de compromiso e inmersión en los elementos del mundo para transformar ese mundo conforme a un modelo de Tabernáculo Celestial. Tal era una figura del Antiguo Testamento que prefiguraba un reino material. El modelo es Jesús, y formando nosotros parte de Él como miembros de su Cuerpo, Jesús transforma el mundo, lo hace sagrado y le da valor de eternidad a nuestros actos. Se parece, pero no es el mesianismo marxista.

        Jesús tenía el poder que es la autoridad y la omnipotencia divinas. Ese poder de Jesús era un querer: “Quiero, queda limpio”. Así sobre la malicia humana, poder que se hace milagro con dominio sobre la naturaleza, la muerte, los demonios, que trae la fuerza del Espíritu sobre los dominios del Diablo y sobre las fuerzas del mal que aquejan a los humanos.

        Y ese es el poder de la Iglesia. Jesús comunicó poderes de curación y salvíficos a los apóstoles enviándoles a predicar el Reino. Mateo 10 señala esa especialísima misión de los Doce igual que luego dentro del colegio señalará a Pedro en el 16. “Jesús llamó a sus doce discípulos y les dio poder para expulsar a los espíritus inmundos y para curar toda enfermedad y toda dolencia”. Los textos que subrayan el primado de Pedro son Mateo 16,19; Lucas 22,31; Juan 21,15s. Pero no podremos descontextualizarlo de la misión de la Iglesia (Compárese Mateo 16,18 con 18,17)

        Efectivamente el capítulo 18 de Mateo contiene una serie de instrucciones dadas a la Iglesia donde se recoge que Jesús extiende a sus ministros uno de los poderes antes conferidos a Pedro. “Yo os aseguro que todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado en el cielo”. (Ver nota al v.18 de la B. de Jerusalén)

        Y así Jesús confiere la misión a la Iglesia toda: “Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra…” Mateo 28,18 con unas instrucciones que cierran su Evangelio.

        “Y estad seguros de que yo estaré con vosotros día tras día, hasta el fin del mundo”.

<stron

11 comentarios

  • LEANDRO SEQUEIROS SAN ROMÁN

    Acabo de publicar este libro (que podéis descargar gratis) y que creo puede ayudar esta reflexión..

    https://www.bubok.es/libros/275400/CIENCIA-TEOLOGIA-e-INTERDISCIPLINARIEDAD-para-la-superacion-del-conflicto-de-racionalidades

  • M. Luisa

    Menos mal que han salido contrapropuestas! Porque en un espacio donde se proyecta avanzar en fe y secularidad, proponernos ese retroceso tomista es demasiado fuerte.

    De estas alternativas propuestas por Leandro  hace tan solo dos días propuse  la vuelta al realismo  de   Charles Taylor al que ahora añado el enlace que tal vez concuerde con el que nos deja L. Sequeiros

     

  • LEANDRO SEQUEIROS SAN ROMÁN

    Este articulo aparecido hoy en Religión Digital puede ayudar a esta reflexión:

    https://www.religiondigital.org/opinion/Ciencia-ideologia-poder-investigacion-academica-universidad_0_2560543940.html

  • LEANDRO SEQUEIROS SAN ROMÁN

    Creo que en nuestra época no podemos caer en dos extremos: el fideismo, según el cual apoyamos nuestra fe en datos de la revelación; ni es racionalismo, que pretende explicarlo todo por la razón. Estos artículos pueden ayudarnos a saber integrar la necesaria racionalidad humana en contextos de convicciones religiosas: Sobre los dos sentidos del concepto habermasiano de …

    um.es
    https://revistas.um.es › article › download
     
    PDF
    de LR DUPLÁ · Citado por 5 — En la sociedad postsecular, la razón secularizada alcanza un nuevo nivel reflexivo al emprender un diálogo con las tradiciones religiosas, diálogo que, según …

    LA TRANSFORMACIÓN POSTSECULAR DE LA RELACIÓN …

    scielo.org.co
    http://www.scielo.org.co › scielo
     
    de CM GÓMEZ RINCÓN · 2015 · Citado por 10 — MLA: Gómez Rincón, C. M. “La transformación postsecular de la relación entre religión y racionalidad.” Ideas y Valores 64.157 (2015): 71-90.

    ¿Un mundo postsecular? Miradas desde la sociología Javier …

    comillas.edu
    https://revistas.comillas.edu › article › download
     
    PDF
    RESUMEN: Con la obra de Charles Taylor, La era secular, se retoman cuestiones en lo que toca a la relación entre la fe y la secularidad, especialmente, …

    Un cristianismo para la era secular y post – ATRIO.org
    atrio.org
    https://www.atrio.org › 2021/07 › un-cristianismo-par…
     
    Y él ya observa una era post-secular, donde se apuesta firmemente por una una ética universalista y donde el catolicismo ( el cristianismo) ya …

    ¿Qué es la sociedad potstsecular? – Creer Hoy – alandar

    alandar.org
    https://alandar.org › Historia
     
    21 jul 2021 — En una conferencia titulada Saber y creer define la nueva sociedad como postsecular porque cuenta con la pervivencia y la influencia de las …

    Entre fe y saber: Habermas y el problema de la religión en …

    scielo.org.ar
    http://www.scielo.org.ar › scielo
     
    de F Castorina · 2020 · Citado por 1 — En este marco, nos permitimos discutir con aquellos intérpretes que observan un “giro postsecular” en la obra de Habermas, caracterizado por el
     

  • LEANDRO SEQUEIROS

    Hola amigos. Lo que he leido me ha parecido interesante, pero hasta cierto punto me desconcierta… Creo que en la nueva sociedad que está emergiendo (Agenda 2030, Inteligencia Artificial Generativa, Nuevo Orden Mundial, Foro de Davos, Transhumanismo.. ) urge una reelaboración de las mentes.. En la página web de la Asociación de Antiguos Alumnos de Mi colegio he colgado estos materiales de formación permanente que tal vez puedan ayudar.. https://www.antiguosalumnosportaceli.com/formacion-permanente/ Mi propuesta es SABER MÁS PARA CREER MEJOR. La formación intelectual es condición para CREER mejor en una sociedad postsecular.

  • Antonio Llaguno

    Pues tengo que estar de acuerdo con Gonzalo.

    No solo el mensaje, el lenguaje que presenta hoy en día la Iglesia Católica es arcaico y mucho más propio de la visión judía de Yahve que de la versión Cristiana del Abba.

    Seguimos usando argumentos propios de un Dios tirano y vengativo, tales como la redención en forma de expiación (En vez de camino de salvación), El perdón en forma de penitencia (En vez de misericordia, ya sea divina o humana), La verdad en forma de dogma (En vez de experiencia de Dios).

    Y creo firmemente que desde este oasis de respeto y tolerancia que es ATRIO no somos conscientes de las cosas con las que se está bombardeando a la gente y la manera en que se está enseñando la doctrina hoy en día.

    No somos conscientes de como Internet está llena de grupos o grupúsculos ultra conservadores que están manipulando la doctrina cristiana y ofreciendo una visión no ya sólo equivocada (Si ese fuera el problema, no sería un problema puesto que, probablemente, todos estemos equivocados) sino claramente malvada, esclavizante y/o sectaria.

    Les animo a ver algún video en Youtube de organismos como “La Sacristía de la Vendée”. “Los Caballeros de la Virgen”, “Los Heraldos del Evangelio”, “Los Franciscanos de María”, “Adoración y liberación”, “El padre Carlos Spahn”, “Foros de la Virgen María”; “Que no te lo cuenten (QNTLC) del padre Olivera Ravasi”, “Adelante la FE”, “El supuesto profesor Damián Galerón”, “Remnant”, “EWTN”, etc …

    Y son solo una muestra. Hay muchos más. Muchísimos.

    Y no hay más que echar una mirada a los comentarios para darse cuenta de que están combatiendo SU guerra de forma profesional y aplicada.

    ¿Qué hacemos mientras nosotros? ¿Cómo evangelizar el AMOR frente a ese “indietrismo” (Qué diría el Papa) que no por absolutamente impresentable es menos tenido en cuenta por mucha gente de bien que sigue viéndoles como “Elegidos por Dios”.

    No lo se.

    Me gustaría saberlo pero no lo se.

     

     

     

  • mariano alvarez

    Estimados contertulios, permitidme que medie con mi opinión al respecto: Considero que tanto las palabras como los hechos no están libres de ser más o menos interpretados. No hay ningún hecho que no venga precedido de una palabra y de una intención. Toda palabra es como el a priori de todo acontecimiento que ya viene predeterminado en la intención previa a la acción, es decir al hecho. Por eso el pensamiento previo a toda acción ya está cargado implícitamente de la responsabilidad  del hecho aún no acontecido, así lo podemos apreciar en Mt:27-30. También por boca de Juan 1, :”Al principio ya existía la Palabra y la Palabra era Dios. Todo fue hecho por ella y sin ella no se hizo nada”. También conocemos los textos de Mateo que aluden a :”por sus hechos (obras), los conoceréis, o también haced lo que dicen pero no lo que hacen.

    Pero si en vez de centrarnos en las palabras y en los hechos como realidades independientes y nos centramos en el Sujeto de ambos, en la Persona de Cristo, Prototipo de toda persona con independencia de todo tiempo; pues Él es nuestro espacio y  nuestro tiempo si es que nos decimos cristianos y optamos por que Él exista en nosotros como garantía de vida eterna, para que finalmente  vivamos eternamente en Él, entonces la dicotomía o dualismo que introducimos en nuestra interpretación de ambas (palabra y obra)  desaparece, y también la necesidad de interpretar a la luz de los tiempos la realidad de Cristo tomándole a Él como referente único.

    Es en la Persona de Cristo donde “La palabra se hizo carne y habitó entre nosotros; y hemos visto su gloria”. Él da testimonio de su  Padre y por tanto es el referente único que trasciende a toda coordenada existencial y toda interpretación queda fuera de toda “coyuntarialidad” temporal y espacial.

    Qué diferente sería si interpretáramos al mundo a la luz de Cristo y no a Cristo a la luz de los tiempos del mundo. Es como  poner al carro delante de los bueyes.

    “La Palabra era la luz verdadera, que con su venida al mundo ilumina a todo hombre”. “Estaba en el mundo, pero el mundo aunque fue hecho por ella, no la reconoció”…..

    !Qué difícil, pero qué simple a la vez¡

  • ana rodrigo

    Creo que las cosas en religión y en creencias son muchísimo más complejas de como se han hecho a lo largo de los siglos.

    Desde la prehistoria, tenemos evidencias de que los seres humanos, partiendo de su vulnerabilidad, así como de su impotencia para poder explicarse los porqués de la vida y de la muerte, acudieron a seres conceptuales llamados diosas y dioses a los que acudían y adoraban para alivio de sus limitaciones. Así durante miles y miles años, de los que se tienen noticias arqueológicas.

    Pero el conocimiento humano iba avanzando hasta descubrir la escritura en Mesopotamia  y Egipto hace unos 5000 años aC. Después vino Abraham, entre 1800 y 1500 aC y Moisés, 1200-1250 aC, y configuraron una nueva religión con un Dios masculino y excluyente ya que eligió a ese grupo de hebreos que se consideraron, pueblo elegido por Dios al que lo hacían intervenir en las guerras a su favor y contra otros seres humanos. Un dios excluyente porque quedaron fuera de ese Dios todos los seres humanos anteriores a Moisés y todos los pueblos que no fueran pueblo hebreo. Nuestra capacidad de pensar no puede admitir como único dios al Dios judeo-cristiano tan injusto, dejando fuera de su protección y “salvación” a quienes no fuesen judíos o, posteriormente, cristianos.

    En esta religión judía nació Jesús, un hombre, revolucionario, sí, diferente, sí, dotado de una sabiduría que ha perdurado como válida hasta nuestros días, cierto, pero humano él y los que escribieron sobre él, todos judíos y condicionados por sus creencias judías, por eso los evangelistas sustentaban el sentido de su misión en lo que los profetas habían dicho del Mesías que vendría a salvarlos y demostrar que se cumplían lo que los profetas, hebreos también, habían dicho. A pesar de todo ello, a los evangelistas se le escaparon de su subconsciente, lo que ellos habían visto: que Jesús no era un judío cualquiera y así dejaron constancia.

    De la vida de este ser humano, Jesús, surgió el grupo de seguidoras y de seguidores que lo interpretaron con criterios mesiánicos y dejaron constancia por escrito de lo que ellos habían interpretado, como acabo de decir, que Jesús había sido muy diferente a lo que las circunstancias religiosas y sociales le podían haber condicionado.

    De aquí surgió la Iglesia que, conservando los originales de los Evangelios y otros escritos, comenzó, a su vez, a dar nuevas interpretaciones hasta casi dejar ocultos los propios evangelios en base a dogmas, ritos, poder, clericalismo, monarquía absoluta, ausencia de exégesis, literalidad de los evangelios, uso del AT como palabra de Dios, etc.

    Y llegamos al momento actual, donde nos encontramos con diversos criterios sobre dios y sus consecuentes religiones, mientras que, por otro lado, aparece un fuerte agnosticismo y ateísmo en las sociedades modernas creciendo a pasos agigantados sin que se vea posibilidad de volver a la religión como fuente “científica” de las mismas preguntas que siempre se ha hecho la inteligencia humana. La sociedad de ahora se centra más en los valores que en las creencias de transcendencia. Y aquí los valores de los evangelios siguen siendo tan válidos como lo fueron entonces, junto a la conciencia de los derechos humanos y otros valores de tipo ecológico, etc.

    A partir de aquí, mi infinito respeto a las creencias de cada cual, pues la ciencia empírica nunca ha podido demostrar dónde está la única verdad objetiva y absoluta, cada cual defiende su parcela de verdades. La subjetividad da de sí lo infinito y lo eterno y la omnipotencia, y el beneficio personal, y así sucesivamente.

    Otra cosa es la defensa de aquella religión que cada cual crea la verdadera.

    Respeto y respeto, junto a una mente abierta a otras realidades. Eso de que “fuera de la Iglesia no hay salvación” ya no vale, pues si los católicos somos unos mil millones, los otros siete mil millones de personas en este mundo actual, más los millones y millones de toda la historia de la humanidad serían los rechazados de un único y verdadero Dios, el católico…. Y esto sería una aberración mental descomunal.

     

  • Gonzalo Haya

    Estimado Román, creo que te mantienes en el análisis tradicional de los textos bíblicos, aunque quizás un poco suavizados; y esto es suficiente para una mayoría de católicos. Otros no podemos eludir un análisis más a fondo de esos textos, con su ambientación y contradicciones, y tratar de interpretar su verdadero mensaje a la luz de los signos de los tiempos.

    Para mí, el verdadero mensaje es la vida de Jesús; está menos manipulada que sus palabras; y los hechos despiertan mejor un eco en nuestra conciencia. Y de una manera general puedo decirte que la vida y el lenguaje actual de la Iglesia se asemeja más al judaísmo de aquel tiempo que a la vida que conocemos de Jesús. Seguimos dando la mayor importancia al cumplimiento de la Ley; con su cumplimiento (o con el perdón si no la hemos cumplido) obtenemos la salvación individual (¡que es lo que nos interesa!). Quizás esto sea necesario para reforzar el orden social; pero según el evangelio, los que salen “justificados” son el publicano, el hijo pródigo, y las prostitutas, porque reconocen sus debilidades.

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