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¿Feminismo  social  o  feminismo  burgués?

Carta a una amiga socialista

Marta querida:

Aquí estamos otra vez, recordando nuestro encuentro de hace un año cuando me expresaste tu dolor por haber visto al feminismo tan dividido en el 8M. Recuerdo que te dije: “y ¿qué esperabas?”. Te lo tomaste como una respuesta machista: como si hubiese querido dar a entender que la culpa de esa división estaba en vosotras las mujeres que no sois capaces de más. Traté de aclararte que no había querido presentar como causa de aquella división a la mujer, sino a esta nuestra realidad humana, de la cual las mujeres también formáis parte. Déjame que te lo explique hoy un poco más, aunque sea contándote alguna de esas “batallitas del abuelo” con que los viejos solemos dar la lata…

I.- El mundo en que estamos

Me considero un hombre bastante eclesial (no digo “muy” para que no me tachen de vanidoso). Eso no impide que muchas cosas de la Iglesia me disgusten y las haya criticado: espero que haya sido por amor a la Iglesia. Pero eso me valió acusaciones de enemigo de la Iglesia, y hasta que todo un cardenal pidiera a mi provincial jesuita que me prohibiese escribir “por mi falta de amor a la Iglesia”. Por suerte, en Roma pensaron de otra manera.

Me considero decididamente socialista. No obstante, tras la primera reunión española de “cristianos por el socialismo” (cuando tú ni siquiera habías nacido) me sentí llamado a escribir una carta pública, avisando contra determinadas ingenuidades y faltas de análisis que podían dañar a una causa a la que yo también me apuntaba. Recuerdo que evoqué la frase de san Pablo: “obrad vuestra salvación con temor y temblor”. Aquello me valió el que algunos de ellos me tildaran de enemigo y de capitalista.

¿Qué te quiero decir con esto? En la vida nada nace sin “pecado original”: sin dolores, dificultades, tentaciones y peligros de fracasar. Esto lo debéis saber las mujeres mejor que nadie, por la experiencia del parto: por maravilloso que sea el ver aparecer una vida nueva, eso no impide que el parto sea doloroso, que esa vida pueda frustrarse, que nazca sucia y necesitada, incluso que suponga algún peligro para la madre. Pues bien: no existe en nuestra realidad ningún parto virginal como aquel que algunas almas piadosas le atribuían a María (“como el rayo de luz que atraviesa un cristal, así nació Jesús”, me explicaban a mí de chaval). Pero no: ni siquiera María dio a luz de ese modo.

Mi conclusión de esas experiencias ha sido doble y me atrevo a comunicártela por si te sirve:

  • a.- Por un lado, identificarse de manera plena con una causa, por grande que sea, no significa identificarse de manera fundamentalista. Tú me has comentado alguna vez, el daño que hacen al cristianismo esos fundamentalistas norteamericanos; y recuerdo cómo te irritabas contra su manera literalista de leer la Biblia. Yo que ya me voy, y no veré ningún futuro, quisiera preveniros contra un feminismo fundamentalista, precisamente porque creo que el feminismo (como dijo Juan XXIII hace ya 60 años) es uno de esos “signos de los tiempos” que el evangelio nos llama a leer.
  •  b.- De ahí deriva la otra lección que creo haber aprendido: muchas veces, a una causa buena se le hace más daño defendiéndola mal desde dentro que atacándola desde fuera[1]. Porque en el primer caso se deforma y se falsifica a esa causa. En el segundo caso se suele atacar algo inexistente, poniéndole una etiqueta malsonante: comunista, populista, terrorista (“protestante” se decía en mis años mozos para impedir algunas reformas de la Iglesia hoy ya comunes). Y, en todo caso, se podrá hacer daño personal a alguno de sus militantes pero no a la causa misma.

Me dirás que soy un poco aguafiestas. Pero también en las fiestas hace falta el agua, aunque no sea lo más importante. Y fíjate: ya en el s. XIX, cuando se esperaba la fallida revolución obrera, F. Engels escribió una advertencia que sigue valiendo para hoy: siempre que aparece en la historia una promesa, hay muchos que se apuntan a ella no para cambiar la historia sino para aprovecharse de esa promesa en beneficio propio. Engels añade que eso mismo le ocurrió al cristianismo primitivo. Sus palabras pueden sonar hoy demasiado sarcásticas, pero creo que, a pesar de eso, vale la pena citarlas:

 “En todos los países acuden hacia el partido obrero todos los elementos que no tienen nada que esperar del mudo oficial, o están quemados en él, por ejemplo: los adversarios de la vacuna, los vegetarianos, los viviseccionistas, los partidarios de la medicina natural…, autores de nuevas teorías sobre el origen del mundo, inventores fracasados o infelices, las víctimas de reales o imaginarios atropellos, los imbéciles honestos y los deshonestos impostores”[2].

En aquel mayo del 68 que tú tampoco conociste, se puso de moda el siguiente eslogan: “seamos realistas, pidamos lo imposible”. Hoy tras el fracaso de aquel movimiento y la llegada de nuestra posmodernidad, creen casi todos que el error de aquel lema estaba en lo de “imposible”. Yo creo más bien que estaba en lo de “pidamos”: no se trataba de demandar ni exigir nada, sino de “caminemos poco a poco dando pasos hacia lo imposible”.

 

II.- La causa por la que luchamos

Me dirás con razón que lo anterior son solo temores y cobardías de viejo. Me gustaría que no lo sean y solo el tiempo decidirá. Pero entre tanto permíteme que saque de estas reflexiones, algunas enseñanzas o aplicaciones concretas.

1.- Hace poco, leí en algún portal de esos tan de moda: “yo como creo que la mujer puede ser sacerdote, exijo que se arregle esto”. Prescindamos ahora de si el tema del ministerio de la mujer no lo están manipulando los MCS para lanzarle a la Iglesia la causa feminista y evitar todas las “amenazas” que supone para las injusticias establecidas en nuestra sociedad. Prescindamos de eso. Pero quien habla de esa manera parece pensar de manera inconsciente aquello de: “la Iglesia soy yo”. Carece de análisis para ver que hasta qué punto es hoy posible esa causa (que yo también comparto); y se expone a crear una fractura dramática como la que podrían crear hoy los católicos alemanes, olvidando que eso de la sinodalidad significa que la Iglesia somos todos; no solo los míos y yo. Piensa que, por muchas lógicas ganas que tenga una mujer de ver a su bebé, si se empeña en adelantar el parto, lo único que conseguirá es un aborto,

Me parece un proceder más cristiano el decir más o menos: como creo que el ministerio de la mujer es posible, voy (no a pedir, sino) a hacer de mi parte todo lo que pueda para abrirle camino. Hay muchas mujeres, sencillas o menos preparadas pero quizá más cristianas que tú y que yo a las que esa demanda les asusta y no la entienden. Y todas las que yo pueda convencer serán un pequeño paso adelante. Creo que no estaría mal repasar lo que dice san Pablo sobre el problema de los cristianos que no permitían comer carne sacrificada a los ídolos (que además eran las carnes más baratas) porque pensaban que eso era idolatría. Pablo no les da la razón, por supuesto. Pero busca convencerlos más que imponerles o escandalizarles. Si me permites que vuelva a hablarte de mí, creo que más urgente (y aún más evangélico) que el presbiterado de la mujer es hoy que el papa deje de ser Jefe de estado. Pero sé que no voy a sacar nada reclamándolo, ni pienso irme de la Iglesia porque no me concedan esto. Intento hablar, argumentar, concienciar, rezar… y tener paciencia.

A veces parece que es que todo el feminismo está en esa demanda concreta. Por eso, pasando de la Iglesia a la sociedad, déjame exponerte otras causas donde yo creo que las feministas podríais trabajar más y mejor.

2.- La primera (porque me afecta en algo vivido personalmente) es la trata de muchachas para la prostitución. ¡Son también mujeres! No puedes figurarte la cantidad de sufrimiento y de desesperación que supone para esas pobres criaturas a las que la oferta de un buen trabajo y un engaño bien montado, no solo las ha convertido en putas, sino en esclavas: con la documentación en manos de sus dueños y una supuesta “deuda” (por el viaje y demás) que han de pagar entregándose al capricho de los machos. Sinceramente: me duele que un movimiento universal y fuerte, como es el feminismo, no parece que haga nada, o no esté más presente en la lucha contra esa que es una de las mayores vergüenzas de nuestra sociedad. Claro que eso a ti y a mí (si fuera mujer) no nos afecta. Pero me pregunto si no está ahí la diferencia entre un feminismo burgués y un feminismo social. Claro que, a un obispo brasileño que levantó la voz contra esta lacra, le llovió en seguida una amenaza de muerte. Que todo hay que decirlo.

3.- Y como eso es tan serio, vamos a pasar ahora a algo más cómico. Quizá tú no sepas que, otra vez en mayo del 68, se puso de moda como protesta vestir pantalones vaqueros rotos por las rodillas. La intención era buena: comprendía que la lucha contra el consumismo es hoy una de las principales armas de cualquier revolución. Pero olvidaba que el capitalismo tiene armas de destrucción masiva: pues, a partir de entonces, las mismas industrias eran las que fabrican esos pantalones rotos (y te los venden quizás un poco más caros… Eso ya no lo sé).

¿Por qué te cuento esto? Pues porque a lo mejor alguien viene a explicarte un día que uno de los países más feministas del planeta ¿sabes cuál es? ¡Pues Pakistán! En Pakistán, el 90% de los puestos de trabajo que se crean son para mujeres. Qué bonito ¿verdad? Pero no te dirán que de ese modo los salarios son un 40% más bajos. Así hacen su negocio todas esas empresas textiles, casi todas primermundistas. Y otra vez surge la pregunta: ¿feminismo burgués o feminismo social?

4. Y para que veas la importancia de lo social, te cuento otra historia: hace poco vivimos una indignación y protesta masiva por la situación de la mujer en Irán a propósito de esa estupidez del velo (que, además no tiene nada que ver con el Islam). Dejemos la pregunta de si era suficiente cortarse un mechón de cabello propio como denuncia. Prefiero preguntarte: ¿sabes cómo está la mujer en la India de Modi? Seguramente no porque nunca has oído hablar de eso. Y ¿por qué no se habla de la India y sí de Irán? Pues porque Irán es un país enemigo nuestro. Mientras que a la India conviene no enemistársela por razones geoestratégicas (y más ahora con eso de la guerra de Ucrania). Y casi toda la información que reciben nuestros medios de comunicación proviene de agencias y entidades que no son servidoras de la verdad, sino servidoras del capital: ¿ves otra vez la importancia de un feminismo social y no burgués?

5.- Metidos ya en esta dinámica de burgués o social, déjame otra pregunta. Acepto todas vuestras acusaciones de patriarcalismo: como varón quisiera pedir sinceramente perdón por ello. Pero no estaría mal que todas las mujeres se preguntaran de qué modo pueden haber contribuido ellas al patriarcalismo y cómo pueden actuar para combatirlo. Porque creo que ahí habría mucho que hacer si conseguís que todas las mujeres se convenzan de que su valor como mujer no está en que su cuerpo agrade al macho o llame su atención: liberarse de esa necesidad de presumir que la sociedad parece haber inyectado en las mujeres, sería un buen paso para acabar con el patriarcalismo: porque los hombres dejarían de miraros como algo precioso y llamativo y maravilloso, pero, en fin de cuentas, “objeto”.

Personalmente, a mí no me gustan las uñas pintadas: prefiero unas uñas naturales, con sus tres matices cromáticos discretos, a esa mancha intensa que llama la atención pero no hermosea. Pero dejemos mis gustos y preguntemos simplemente a qué viene tanta confusión de la limpieza con el llamar la atención corporal: porque de las uñas pasamos a los ojos, los labios, anillos de brillantes, zapatos con tacones de aguja (que sospecho serán muy incómodos) y pechos de silicona. Creo que eso obedece a una necesidad de llamar la atención, de la que sería bueno liberarse. Por supuesto la educación burguesa proclama que eso no lo hacéis por necesidad de llamar la atención, sino por otras razones higiénicas, estéticas, de clase… Déjame decirte que lo dudo y me pregunto si en una hipotética sociedad de solo mujeres existirían esos usos. Y además, esto sería una buena parte de la gran cruzada anticonsumista que necesita nuestra sociedad y una gran aportación a esa “civilización de la sobriedad compartida” que es la única salida que tiene nuestro mundo.

Me dirás que eso ya es evidente y sabido. Lo será para ti y te felicito.  Pero creo que no lo es para la mayoría: hace poco me impactó ver a una ministra hablando sobre algo feminista, con unos labios intensamente rojos que destacaban en la pantalla. Algo me decía que allí fallaba alguna cosa: como si la ministra pensara que eso ayudaría a que le dieran la razón. Gran liberación de la mujer (y de la sociedad) sería si aspira a interesar al varón no por su cuerpo, sino por su alma, por su feminidad, por su bondad, por su amabilidad, por su sabiduría humana: porque el cuerpo florece y se marchita como las flores (por más que te gastes una fortuna en alargarle el brillo unos meses). Mientras que lo que llamamos el alma madura y se endulza como los frutos. Pero creo que la sociedad capitalista, creadora de tantas necesidades falsas, os ha ido convenciendo de que eso no lo podéis conseguir y habéis de recurrir a lo otro.

Luego gritaréis mucho contra la mujer-objeto. ¡De acuerdo! Pero ¿por qué no gritáis un poco más contra los desfiles de modelos y pasarelas, con todas aquellas chavalas “objetivadas”, obligadas a pasearse como lo que no son, con rostros más bien tristes, humillados y aburridos? (prueba de lo cual es el dato de que algunas veces las obligan expresamente a sonreír, aunque no consiguen evitar la impresión de que aquellas son unas “sonrisas de plástico”). ¿Por qué no gritáis más contra las pobres crías que (aunque no se prostituyan) saben que cobrarán mucho más desnudándose para alguna película porno, que trabajando explotadas?

Me responderás con razón que mucho más importante que el que vosotras acabéis con los maquillajes, es que los varones acaben con los fusiles. Pues sí. Vamos a verlo.

6.- Hay un canto de zarzuela que dice “si las mujeres mandase en vez de mandar los hombres, serían balsas de aceite los pueblos y las naciones”. Siempre se tomó eso como una broma sin importancia. Yo creo que se debería tomar bastante más en serio: sobre todo ahora que te escribo acabando de ver esa película estremecedora que es “Sin novedad en el frente”[3]. No digamos que “serían balsas de aceite” pero quizá sí que los hombres no seríamos tan bestias. Sin idealizar nada, por supuesto, y sin olvidar a Golda Meir, Margaret Thatcher, Rosario  Murillo, la señora Ayuso y otros de esos ejemplares. Pero ahí tienes a Esther Hayot, esa valiente jueza israelí que está luchando contra la pretensión “varonil” de instaurar una tiranía en Israel, que elimine prácticamente al poder judicial, para poder luego cargarse tranquilamente a los palestinos.

Porque los machos tendemos a resolver todos los problemas por la fuerza (las mujeres no carecéis de pecado original, como te dije, pero al menos os peleáis de otra manera menos mortal). El resultado ha sido una historia poblada por guerras cada vez más bestias, por industrias armamentistas cada vez más rentables, por una guerra de Ucrania que es probable que acabe en una guerra nuclear (aunque los que la provocarán digan ahora que no existe ese peligro al que vamos acercándonos sigilosamente); y por un mal trato a la tierra que no estamos dispuestos a arreglar y en el que probablemente ya no hay curación posible. Y si cuaja uno de estos dos peligros (nuclear o ecológico) apañados estamos.

Me puedes decir todo lo que quieras: nos queremos bastante como para que te lo acepte. Yo te pediría solo que pienses que una causa tan grande y tan seria como la de la mujer, debería plantearse cuáles han de ser sus objetivos más urgentes y más primarios, y cuál la manera de luchar por ellos, sin permitir que eso se lo dicte la sociedad burguesa y capitalista: porque la batalla contra ese “sistema que mata” (Francisco) y por “una civilización de la sobriedad compartida”, se hace presente hoy en todas las grandes causas de nuestro mundo.

Por eso creo que el verdadero dilema es: feminismo burgués o feminismo social. Y sería una pena que nos pase como a aquellos dos conejitos de la fábula que, mientras discutían a ver si los perros que los perseguían era galgos o podencos, llegaron los canes y se tragaron a los dos. O como a aquellos visigodos que discutían entre arrianismo y cristianismo y, entre tanto, como cantaba la copla: “llegaron los sarracenos y los molieron a palos. Que Dios ayuda a los malos si saben más que los buenos”…

En fin, es probable que nuestras diferencias no se deban en realidad al sexo sino a la edad: los ancianos pretendemos tener experiencia y vosotras creéis que lo que tenemos es decadencia. Quizás tengamos un poco de razón cada uno. Pues aquí estamos para seguir hablando.

Anyway…, un abrazo con todo el cariño que sabes que te tengo.

[1] Dos ejemplos: Daniel Ortega ha hecho más daño al sandinismo que todo el apoyo de USA a “la Contra”. Chávez llegó a tener en Venezuela un 70% de apoyo; pero desde que gobierna el fundamentalismo de Maduro ese apoyo ha bajado al 52%, y Maduro solo tiene un 22% de apoyo.

[2] El texto es de la Historia del cristianismo primitivo. Déjame añadir que, cuando el golpe de Pinochet en Chile en 1973, me quedé con la impresión de que tan culpables habían sido las maniobras vergonzosas de EEUU, como las exigencias inmediatas y desaforadas de todo aquel MIR (Movimiento de Izquierda Revolucionaria) que, en vez de ayudar a Allende, sobrecargaron su difícil tarea. El resultado fue que, en vez de ser el primer país con revolución en América Latina, Chile es hoy uno de los países más derechosos y más divididos del subcontinente.

[3] Si la puedes ver, fíjate sobre todo en este detalle: cómo comen los soldados en el frente y cómo comen los generales y altos mandos, que dar órdenes de seguir luchando cuando ya todo está perdido, para morir con “honor” en vez de morir humillados… ¡Qué bestias!

30 comentarios

  • ana rodrigo

    Querido Jaume, te contesto aquí para no tener que ir tan abajo.

    En primer lugar agradecerte tu respuesta razonada en correspondencia a los conocimientos que tú tienes y yo no. Tú lo analizas desde un punto de vista técnico mientras yo tiro del mundo experiencial.

    Quizá el diálogo de alargaría demasiado si intentamos explicar qué entendemos por masculino y femenino.

    Desde mi observación, estos términos se refieren más a conductas que a identidad. Expresiones como “los hombres no lloran” que hacen relación a mundo emocional de los hombres o “qué mujer más cariñosa” referido a roles diferenciados, pero totalmente compatibles para ambos sexos.

    Estos roles tan arraigados -cada vez menos-, desde mi punto de vista, no debieran adjudicarse a un sexo u otro. Los roles femeninos referidos a la crianza, a las tareas del hogar, los cuidados que conllevan la ternura, la entrega sin límites, la abnegación, y todo lo relacionado con el mundo doméstico: atender la casa, a l@s hij@s, a l@s dependientes, a las personas mayores con abnegación y generosidad hasta olvidarse de una misma, pienso yo, que todo esto no va en el ADN de un hombre, sino que le iría mucho mejor como persona vivir estos valores adjudicados al ser mujer.

    Y es en este punto donde se debe revisar la masculinidad, lo que conlleva una infinidad de matices en la relación entre hombre y mujer. Siempre partiendo de que, si hay igualdad de derechos, también lo habrá en igualdad de roles, que no son otra cosa que la adjudicación social a un sexo u otro.

    Es mi humilde opinión, sacada, como digo, de la observación y de la experiencia, no tanto de las teorías técnicas de otras épocas.

    Un cordial abrazo

    • Jaume PATUEL PUIG

      Querida Ana,

      Totalmente de acuerdo con el enfoque. Nada a discutir. solo puntualizo por cuestión de “epistemología” que explico con la metáfora de la margarita. El centro (=ser humano( tiene en contacto a múltiples pétalos (ciencias duras y blandas). Todas conectan y explican su experiencia o teoría, pero todas relativas, es decir, buenos reductos. Quien se otorga una explicación total cae en el “reduccionismo”.
      Por tanto la psicología social de masas que debe tener sus leyes y sus síntomas: masculino y femenino, es válido en tanto para hacer leyes: Un pétalo.Pero si  queremos que estas leyes se asimilen personalmente hay que pasar a las teorías de la personalidad. Una de ellas es la de la psicología dinámica (pétalo de caso por caso): Las dificultades personales interiores.
      Y aquí sí que puntualizo: “teorías técnicas de otras épocas”, ni mucho menos. Y solo te indico que me ha tocado resolver un caso en pleno 2023….El problema la persona, un hombre, su parte masculina no permitía aflorar su feminidad. De ahí su gran dificultad en tratar a las mujeres en su interior, su problema. Era un elegante hombre, bien educado, etc. Visto o analizado ha hecho un cambio rotundo. Eso sí externamente la gran defensa del feminismo. Otros en cambio, con el mismo problema: atacan el feminismo.
      Ana esto como indicación. Somos dos pétalos distintos, pero no antagónicos sino muy complementarios.
      Y tengo otro caso, pero de mujer, cuya masculinidad negaba….
      Las leyes y psicología social son otros pétalos a complementarse.
      Con afecto.

  • ana rodrigo

    Yo, lo que veo en el artículo de Faus, y en algunos otros (no todos) hombres que, al patriarcado, le añaden el paternalismo, como si fuésemos menores de edad. Otra cosa es lo algunas llaman feminismo pero…, yo no me identifico, es el de la políticas que están en el candelero obcecadas en sus errores y con intereses políticos.

    Pero el feminismo es el que se mantiene en la igualdad a todos los efectos, que la mujeres no seamos meros objetos de usar, abusar, utilizar y tirar. Y en este feminismo tienen mucho que decir los hombres, pero con argumentos, y sin paternalismos fatuos. Que los hombres sumen, que se bajen de la parra de la que nunca se han bajado, y dejen la perspectiva aérea de un dron. En la arena es donde nos la jugamos.

    Repito, cualquier avance feminista, no resta nada a los hombres.

    • Antonio Llaguno

      Entonces, Ana, ¿Cómo llamamos a “ese feminismo” que nos tratan de imponer desde el ministerio de Igualdad (O de Igual da, ¿Quién sabe?).

      Porque ya escribñi que yo, para distinguir, le llamaba “Hembrismo” y tú con buien criterio tiraste de diccionario de la RAe y resulta que ya existe esa palabra y no significa eso.

      Lo pregunto porque es injusto que exista una palabra peyorativa (Machismo) para defimnir a los varones, e incluso a las mujeres, que discriminan a las mujeres por su género y no exusta una palabra para pder señalr a las mujeres que usan el feminismo para atacar a los hombres, a todos los hombres, por el mero hecho de serlo.

      Y no me vale llamarlas “Las del Ministerio”, “Las amigas de la Menistra”, “Las de la Chupipandi”, o “Las primas de la Pam” porque eso limita mucho la muestra social y son muchas más, las que

      • ana rodrigo

        En todos los colectivos hay de todo, lo que hay que hacer es llamar a las cosas por su nombre, al feminismo por lo que es y representa, y a quienes no lo representan, ni caso, porque lo que hacen es daño a la sustancia del movimiento feminista. L@s individu@s, son personas aisladas, y no hay que prestarles tanta atención porque son conductas individuales y a los colectivos no se les juzga por conductas individuales, se juzga a la persona, no al colectivo. Pero  su responsabilidad política, y los medios de comunicación se ceban con ellas y, de camino, con el feminismo. Yo hoy es la primera vez que hablo de estas señoras en atrio, porque me interesa mucho más los nobles objetivos por los que lucha el movimiento feminista en todo el mundo

  • Juan A. Vinagre

    Solo un breve comentario a la cita de Rosa de Luxemburgo, que nos recuerda Isabel: “Sin socialismo no hay feminismo”. De acuerdo, aunque ese feminismo sea el triunfo de una segunda instancia. Digo segunda instancia, porque creo que en primera instancia cabría decir: Sin socialismo -de verdad, con ética (evangélica, dirían bastantes)- no habrá humanidad-humanización. A partir de una sociedad más humanizada, habrá más paridad, más igualdad y por ello más respeto y valoración de la mujer. Lo que requiere interiorizar-madurar mucho más en una jerarquía de valores, en la que la mujer y el hombre ocupen la cúspide, en paridad. Cuando esto ocurra a nivel PRACTICO en todos los pueblos  -y debemos luchar para que ocurra y no tarde demasiado, porque llevamos siglos-milenios de discriminación femenina (y no solo femenina)-, la igualdad mujer-hombre, hombre-mujer será una consecuencia inevitable. Tiene razón Ana cuando recuerda que la discriminación de la mujer -cada vez más hiriente- es el tema de siglos y milenios; discriminación también aplicable al indefenso -hombre o mujer-, con frecuencia convertidos en cosas, sometidos a “esclavitud”, aunque sea de forma larvada. Sometimientos que todavía persisten…  Y añado este matiz: Muchos hombres y mujeres están-siguen sometidos por el poder oligárquico…  Pero además muchas mujeres también están sometidas por el “poder” del sometido…

    (Me permito esta “añadidura”: enviar el deseo de un buen cumple, tan redondo, a José I.)

  • Isabel

    Gracias, Antonio LLaguno. Me alegra saber que he sabido expresarme para que se entienda.

    Te diré que si feminismo fuese el del Ministerio de Igualdad yo también sería machista.

  • Isabel

    Así es, Ana. No seáis fundamentalistas, tened paciencia, no os subáis a la parra que es peor.
     
    Y responsable de todo, este feminismo “que no parece hacer nada”:
    -En la trata para explotación sexual. Nos tiene que decir el señor ¡son también mujeres! Y dice a una mujer: no puedes imaginar el sufrimiento… lo imagina mejor él. (Por el camino se le olvida que sin prostitución no hay trata. ¿Y quiénes son los demandantes de prostitución? ¿Algo que decirles a ellos? Por supuesto que no)
     
    Claro, nos tiene que decir que las prostituidas son mujeres porque somos nosotras las que hemos convertido a las mujeres en objetos sexuales. Ellos desde la barrera mirando sin arte ni parte en la construcción social de las relaciones entre sexos.
     
    El feminismo no grita ni hace contra las injusticias del mundo (contra las mujeres) Es lo que tiene no saber de la existencia de feministas en India, Irán o Marruecos.
     
    GF también nos alecciona, al feminismo, otra carga que le echa, contra el capitalismo explotador. Desconoce lo ya dicho por Rosa Luxemburgo: “Sin socialismo no hay feminismo”. Se puede extender a sin socialismo no hay nada. (Le recomiendo el artículo del domingo último de Alberto Revuelta) El feminismo sabe muy bien en qué mundo vivimos, con qué sistema económico. El feminismo. Otra cosa es que GF llame feminismo al de las burguesitas de Igualdad.
     
    Pero para qué aleccionar a todas y a todos contra las armas y la sexualización de mujeres. Cada cual en su esfera separada que no existe, como si todo no fuese cosa de todos y todas.
     
    Esto es increíble. Como Mafalda quiero que se pare el mundo, que me bajo.

    • Antonio Llaguno

      Isabel,

      no tenía previsto comentar este artículo, porque se me ocurrió decir en uno que no soy feminista y recibí el correctivo ideologizador de turno y reconozco que, al ser varón, cosa de la que no soy culpable (Entre otras cosas porque no tengo ya edad para plantearme fluideces, salidas del armario,  transexualidades diferenciales o compatibilidades sexuales con otras especies animales y también porque mi señora es el ser vivo más maravilloso del planeta, a mis subjetivos ojos, y soy muy afortunado de ser un heterosexual casado con esa señora), pero visto lo que escribes, diré lo que pienso en muy pocas letras (Cosa rara en mi):

      “Si lo que tu dices es ser feminista (Y creo que así es), yo soy feminista. Si lo que dicen la Ministra de Igualdad y su subalterna de a 110.000 pavos al año es ser feminista yo seré un machorro heteropatrialcal, pero ni más ni menos que todos los que nacimos con escroto entre las pienas”

      Muchas gracias

  • Isabel

    El problema, Nacho, no es que haya que callar. Es que tu identificación de “cagadas feministas” es una cagada, como lo es lo que propones hacer para evitarlas. Por eso, lo que señalas no puede ser razón para llamarnos feminazis.
     
    Al “feminismo” de UP de ellas y de ellos, le llamo lo que le llamo porque 

    Son sectarias que se enfrentan al feminismo de sus madres y abuelas, esas que lucharon contra el machismo y consiguieron los derechos que ahora disfrutamos. Impiden el avance en derechos eliminando la causa fundacional del machismo: el sexo.
    Han convertido el nombrar la realidad en blasfemia.
    Hacen leyes que perjudican los derechos de las mujeres.
    Y ahora que habíamos conseguido sacar a la Iglesia de nuestras camas llegan ellas a decir a “niñas y chicas jóvenes” qué deben hacer para tener el mejor placer a saber: una sola y Satisfyer. Que además “esta máquina mata fascistas”, según la Secretaria de Estado de Igualdad.
    Éstas son las comisarias políticas, las que están parasitando el feminismo, les coreaban ayer manifestantes.
    Tengo que aguantar que se establezca por ley que “ser mujer es un sentimiento” bajo pena de multa ¡ojo! administrativa, sin procedimiento judicial. Y según tú no debo decir que eso no es feminismo que lloras. Categorizar y quitar la S de Psoe está reservado para ti. Tú puedes llamar a UP unidas “potemos”. Yo no puedo decir que no son feministas.
     
    No sé qué es el “feminismo general”. Ni “feminismo ancho”. 
    Menos mal que eres un hombre que no gusta de vaguedades. Si quieres decir que es lo que cada uno y una quiera no puedo estar en más desacuerdo.
     
    Fíjate, hoy me he enterado de que hay un feminismo más: el feminismo sin distinción de especies. Al partido animalista Pacma se le ha ocurrido para conmemorar el 8M hacer un cartel en el que aparece la cara de una mujer y la de una vaca con el mensaje “ni oprimidas ni opresoras”. Feminismo es solidarizarse con la opresión de las hembras de todas las especies.
    Todo es feminismo es igual a nada lo es.
     
    Ya despertarán de tanta tontería, las modas se pasan, y se encontrarán con que la lucha feminista sigue ahí.
     
    Por la “ironía” no te preocupes, con huesos mucho más difíciles de roer me las he visto.

  • ana rodrigo

    Ningún avance de las mujeres resta nada a los hombres.
    Las mujeres, después de siglos tratadas como seres inanes, ya somos mayorcitas. Es curioso que vengan tantos consejos y tantas precauciones de parte de los hombres.

    Son los hombres, que también son mayorcitos, los que tienen que hacer análisis de cómo viven su masculinidad, y ver qué tienen que modificar. Nosotras estamos naciendo, ellos debieran estar de vuelta de siglos y siglos, durante toda la historia.

    • Jaume PATUEL PUIG

      Ana, por desgracia los hombres van a encontrar la mujer que les va bien sin esfuerzo en madurar; pero no creo así en mujeres que desean crecer y madurar, no generalizo ciertamente. Pero en mi consulta, cuarenta años, he tenido la ocasión de poder ayudar a muchas mujeres a descubrir su feminidad reprimida. La madurez humana, tanto en lo femenino como masculino, llevaría a otra mirada al HORIZONTE.
      A mi entender, el problema promujer o feminidad no está tanto en las mujeres, como en los hombres por no aceptar su feminidad.

      Una simple reflexión.

      • ana rodrigo

        Querido Jaume, con infinito respeto a tu profesionalidad y a tu experiencia, desearía darte mi opinión en algo concreto de este pequeño comentario tuyo.

        Dices: A mi entender, el problema promujer o feminidad no está tanto en las mujeres, como en los hombres por no aceptar su feminidad.” A ver qué te parece mi opinión. Yo creo que la masculinidad y la feminidad son cosas que no se deben mezclar, ¿Por qué un hombre tiene que aceptar “su” feminidad? Creo que una masculinidad sana (no patriarcal) no necesita de la feminidad, al igual que una feminidad sana no necesita de la masculinidad. Somos iguales en la diversidad, no en la identidad. Es lo que pienso.

        • Jaume PATUEL PUIG

          Saludos muy especiales y cordiales Ana.
          Tu opinión es correcta partiendo de las premisas: ..”sana”. Pero todo y así, desde la psicología profunda (dinámica, psicoanalítica o si quieres hoy con el movimiento de la “psicología transpersonal”-que más que psicología es una teoría plural-) y basándome no sólo en la teoría de Jung: ANIMUS/ANIMA, que todo ser viviente siente y vive, sino también constatado en la clínica, estos sentimientos más que opuestos muy caracterizados culturalmente, deben “integrarse”.

          Ahora bien, cuando un masculino, a nivel inconsciente, maltrata sus aspectos femeninos, lo proyecta a fuera y maltrata al mundo femenino como tampoco todo lo que no sea “genitalidad” , ataca y fuerte. El caso muy comentado “el odio o la intolerancia a la homosexualidad”.

          Por tanto, una masculina o feminidad “sana”, incluye los opuestos.
          Y culturalmente hay una gran labor a hacer.
          Ana, te agradezco el comentario.
          Ni Freud ni Jung ni Groff han sido aceptados totalmente en el mundo cultural y más en el clínico.
          Si tienes tiempo: EL CAMINO DEL PSICONAUTA de Stan Groff.
          Y es un simple expresar mi opinión. Hay que leerlo con tono afable y sonriente. No lo digo por ti, Ana, que siempre lo has hecho y es de agradecer.

  • ana rodrigo

    O sea:

    Marginación, no, pero….¡si ya lo tienen todo!

    Sumisión, no, pero….., que no se nos suban a la espalda

    Trabajar fuera de casa, sí, pero…. ¿Y l@s ni@s. l@s dependientes, l@s mayores, la casa, el colegio, la comida….?, Solución, doble o triple jornada.

    Lenguaje masculino, sí, como siempre

    Lenguaje inclusivo, sí, pero imposible

    Los mismos derechos, sí, pero…., no les perdáis el ojo

    Por justicia, sí, pero, sin pasarse

    Patriarcado, no, pero, ¡cuidado!

    Igualdad, sí, pero alerta con los fundamentalismos

    Igualdad, sí, pero, en la Iglesia, en nombre de Dios, NO

    Igualdad sí, pero, cuidado con las aprovechadas.

    Directivas, sí, pero, ojo, que son unas mandonas

    Empoderadas sí, pero, que no vayan a quedarse con el poder.

    Que luchen contra el patriarcado, sí, pero, sin pasarse.

    Y así sucesivamente, es decir, feminismo sí, pero con mucho cuidado…!!!! Peligros a la vista.

    Señores y señoras, que sólo pedimos IGUALDAD, igualdad no es ir contra los hombres. No nos tengáis tanto miedo, ni pongáis tantos reparos, que somos gente de paz

     

     

  • Isabel

    UP aseguraron que la ley sólo sí es si no tendría los efectos que ha tenido. Cuando empezaron las rebajas de penas acusaron de machistas a la judicatura en pleno. Se rieron de quienes informaban de lo que estaba sucediendo. A continuación es que son antipunitivistas. Todo y cualquier cosa con tal de defendella y no enmendalla.
     
    Ahora, ayer, la representante de Unidas Podemos, Lucía Muñoz, tildó como un “puñado de fascistas” a los miembros del PSOE por aprobar la reforma de la ley nefasta con los votos del PP. Mintieron, la modificación no toca para nada el consentimiento. Repiten el mantra de que el PSOE quiere volver al código penal de “la manada”… esa obcecación no tiene nada de revolucionaria ni de feminismo radical, que no es el suyo. Es la propia de ignorantes osadas, por no llamarlas soberbias.
     
    Entonces Nacho aprovechando que el Tajo pasa por no sé dónde extrapola al feminismo este comportamiento de posfeministas de chichinabo institucional que nos toca sufrir, esperemos que por poco tiempo, que sin duda, como feminista radical cuestiono más que él.
    Y se siente molesto, dice por no poder ser crítico con el feminismo…
    Cuando ser crítico lleva implícito saber que alguien también puede ser crítico con tu crítica. 
     
    Ni mucho menos te he despachado yo con un eres anti feminista. Por el contrario, tú no sales como Faus de señalar cagadas y errores del feminismo, tantas como para dar bola a que se nos llame feminazis, proponiendo para evitarlo esas sí auténticas cagadas. 
    Así seguimos y así estamos.
     
    Las de González Faus para otro momento.

    • Nacho Dueñas

      Isabel, también yo me alegro de verte y te deseo un bonito día en amor y compaña.

      1. ¿Qué carajo hago yo, a cuerpecito gentil, en ese fuego cruzado entre feministas de “Unidas Potemos” y las del “PPOE? Yo, como Aute, sólo pasaba por aquí. ¿Se me ocurre a mí acaso meterte entre el fuego cruzado entre Zelensky y Putin?

      2. No quiero creer que seas Comisaria Política del feminismo para tachar y catalogar a toda la que se mueve: Francia Márquez puede ser “de algún feminismo con apellido o colorines” (sic), las de “Unidas Potemos” son “posfeministas de chichinabo institucional” (sic), y mi persona expone ideas que ideas “que tienen de feminista cero” (sic). Pero eso sí, tu sí que eres “feminista radical” (sic). No No quiero creer que seas Comisaria Política del feminismo, pero me lo pones un poco difícil. Si esta actitud tuya fuese la mayoritaria en el feminismo, ya estaría yo llorando. Menos mal que el feminismo general es bastante más ancho que el tuyo.

      3. Dices: “Y se siente  [Nacho] molesto, dice por no poder ser crítico con el feminismo…”

      Es falso. Con lo que me siento algo molesto, en este tema, y en todos, es que se responda con vaguedades viscerales y no con datos, fuentes y argumentos.

      La prueba es que en cuanto me argumentaste con un mínimo de datos y reflexión sobre el prohibicionismo o no de la prostitución, lejos de enfadarme, pedí bibliografía (que es lo que sieeeempre pido y que tú eres de las poquísimas personas que las da.

      4. Dices: “Por el contrario, tú no sales como Faus de señalar cagadas y errores del feminismo, tantas como para dar bola a que se nos llame feminazis”.

      Es decir, que las cagadas y errores hay que silenciarlas para que no se llame a nadie “feminazi”. ¿De verdad que cuando el dedo señala a la luna hay que quedarse mirando al dedo?

      Entonces el problema qué es: ¿la cagada o la identificación de la cagada?

      Si es la cagada, eliminemos la cagada.

      Si es la identificación de la cagada, hagamos de ésta un tema tabú.

      ¿Pensamiento crítico en el feminismo? Aute: “Es más fácil encontrar rosas en el mar”.

      Saludos.

      • Nacho Dueñas

        Isabel, me disculpo por las ironías (“me lo pones un poco difícil”) y las descalificaciones (“comisaria…”).

         

  • Isabel

    Señor Patuel
    Nacer mujer es tenerlo más difícil desde el minuto uno, no es algo que se elige, es mucho más que un sentimiento. A las mujeres las violentan, las violan, las matan, las explotan sexual y reproductivamente, las mantienen veladas, las mutilan genitalmente, las cargan con la inmensa mayoría de los cuidados, les ofrecen menos trabajo -con mayor temporalidad y más precario- les pagan menos, las ascienden menos… 
    Apelar al “aspecto andrógino” de todo ser humano es menos que nada para acabar con la discriminación real, material, de la mitad de la humanidad.

    • Jaume PATUEL

      Es cierto que la historia nos muestra el mal tracto cultural ( no en todas) hacia la mujer por el solo hecho de serlo. Pero también es cierto si el hombre o el macho no toma consciencia de sus aspectos femeninos no  va a tolerar las mujeres ya que no los tolera en sí mismo. Por eso hablo de andrógino: tomar consciencia. Y este tomar consciencia de la propia feminidad es otra labor de muchas mujeres….fruto, a mi parecer, del patriarcalismo.

  • Jaume PATUEL

    Estamos o no encontramos en un debate en el que todos estamos inmersos, queramos o no, si somos sensibles a diversas realidades. Una de ellas el feminismo. Todos los comentarios como el artículo nos invitan al diálogo dialogante: Escuchar lo que se dice y no preparar la respuesta a priori.

    Mi reflexión es poder destacar el aspecto andrógino de todo ser humano. ¿Cómo se elabora este Animus/Anima, siguiendo Freud y Jung? Según lo sintamos y en lo posible seamos conscientes, las argumentaciones irán como fundamentalistas, dualistas, pero no como inclusivas o un oxímoron más que paradoxa. La razón tiene en su base lo emocional.
    Lo que me preocupa del feminismo sea social o burgués u otro que sea un ir contra lo masculino. Es camino de ir integrando nuestros aspectos viscerales, emocionales para formar una unidad en nosotras/os mismos/as. Camino de madurez con etapas. Y algunos colectivos están fijados en etapas primarias.
    Agradezco a Faus el final de: hablar, argumentar etc y TENER PACIENCIA. El proceso no es solo individual sino colectivo  como comunitario. Y este más importante que el colectivo. Y me puedo equivocar. Y dispuesto a aceptar el otro pensamiento diferente, pero enriquecedor: y así es la CAPACIDAD CRÍTICA que está totalmente ausente de la sociedad o la gran pandemia de la misma, según Panikkar. Y atrio favorece la crítica eclesial.

  • ana rodrigo

    Nada es perfecto en este mundo, y el feminismo tampoco, pero la objeción que yo pongo es que nos dejen a la mujeres equivocarnos y, en un momento de auge social del feminismo, no nos estén protegiendo ya tan pronto, El feminismo habla desde nuestra experiencia, no desde teorías, y la realidad es tozuda.

    Es como si a una mujer que acaba de ser madre, llegan los aconsejadores de turno anunciándole los problemas que va a tener el bebé cuando tenga 15 años, o 20 o 40. Los hombres han llevado la historia sin participación de las mujeres, y han hecho cosas buenas, -¡faltaría más!- pero hay que ver las atrocidades que han cometido en todos los ámbitos porque todos eran suyos. Así que las mujeres tenemos derecho a tantear nuestro papel en la historia, además de la maternidad y los cuidados.

    Otra cosa es la política y sus intereses, que no siempre coinciden con los intereses de las personas, de la sociedad, de las leyes justas, etc.

    • ana rodrigo

      Sí, creo que Faus, en este artículo es un aguafiestas, como él mismo dice.

      también es muy difícil admitir lo que dice en este párrafo: “siempre que aparece en la historia una promesa, hay muchos que se apuntan a ella no para cambiar la historia sino para aprovecharse de esa promesa en beneficio propio.” ¿Aprovecharse de esa promesa en beneficio propio? Del la promesa feminista nos aprovechamos toda la sociedad, hombres y mujeres en igualdad. Me indigna esta advertencia. ¿¡Tanto miedo se nos tiene a las mujeres de conseguir unos derechos que son nuestros!?

  • ana rodrigo

    Como en mi artículo hay un silencio estruendoso, escribo aquí.

    Destaco estas frases de Faus, cada cual que juzgue

     “quisiera preveniros contra un feminismo fundamentalista,
     
     muchas veces, a una causa buena se le hace más daño defendiéndola mal desde dentro que atacándola desde fuera
     
    siempre que aparece en la historia una promesa, hay muchos que se apuntan a ella no para cambiar la historia sino para aprovecharse de esa promesa en beneficio propio.
     
    Me dirás que soy un poco aguafiestas
     
    Me dirás con razón que lo anterior son solo temores y cobardías de viejo.”

    • Jose Antonio

      Ana, no se que poder o entidad, o entidades, nos están llevando al dualismo en muchas cosas y aspectos de la vida…este es otro…hasta el titulo encierra un dualismo por el que hay que decantarse…y mientras que seguimos entretenidos en el enfrentamiento, que eso es lo que trae el dualismo y de lo que creo que tratan unos pocos que manejan el cotarro que hagamos…dualismo político, religioso, ecológico etc. etc. etc. siguen fuera del foco mediático los problemas de desempleo, pobreza, corrupción, crisis institucional, las grandes mentiras de la plandemia, globalismo como nueva tiranía que se esta proponiendo como modelo, las grandes desigualdades, las narrativas basadas en mentiras, los pocos ricos que controlan todo, las jerarquías en las estructuras podridas hasta la medula, etc. etc. etc. . Y esto no quita para que sigamos pendientes y reclamemos que haya justicia frente, a los abusos, maltratos, humillaciones, violaciones, asesinatos y desigualdades que se siguen ejerciendo en la vida cotidiana en muchos ámbitos de la vida, contra la mujer. Paz y bien.

      • Jose Antonio

        Este video que se puede ver en youtube, me impacto sobremanera, y luego visione otros pocos mas de este investigador, sobre los Templarios, los Jesuitas y la Nobleza Negra Veneciana…esos poderosos surgidos de algún sitio son los que mandan en las agendas mundiales de los acontecimientos…presuntamente.

        • Equipo Atrio

          José Antonio: Tal vez onvendría explicitar más el sentido que das a la publicación de este vídeo. No nos creas a los atrieros demasiado inteligentes para desscubrir tu sentido de humos. Porque hay entre nosotros quien se alimenta solo de este tipo de vídeos que vuelca a veces en el el blog para convencernos de los equivocados que etamos…

          • Jose Antonio

            No hay mas intención que compartir la visión que se da en ese video, que para mi es muy revelador, ya que nos alerta de los numerosos peligros que se mueven actualmente a nivel global con el globalismo que se quiere imponer. Un globalismo que está dando muestras de su verdadero fin totalitario y deshumanizador mundo al que nos lleva y en el que temas como el feminismo entre otros muchos, son muy recurrentes en este mundo cambiante. Nos muestra un poco que ingenieros sociales son los que diseñan y mueven los hilos desde la sombra y que no suelen salir en los noticiarios, además de estar forcluidos los nombres de estos grupos de poder. No es que los haya estudiado yo, sino que este investigador los expone abiertamente y a mi me ha resultado perturbador y a tener en cuenta si es cierta la cosa. En ningún momento quiero ofender a nadie, y por supuesto que a la inmensa mayoría de los y las participantes de atrio les veo mucho más inteligentes que yo, por eso quiero participar en esta plataforma, pues donde hay maestros hay aprendizaje y quiero aprender con ustedes. Indudablemente ustedes no están equivocados, bueno, puede que se equivoquen en alguna ocasión, y yo también, somos personas, tenemos derecho a equivocarnos, más cuando la intención es buena, y a riesgo de equivocarnos con lo que sabemos pues aportamos nuestra opinión, nuestro granito de arena, simplemente. Un saludo de paz y bien.

      • Antonio Duato

        Estoy con José Antonio en su preocupación por la tendencia a la polarización dualista radical, en la coyntura actual de tiempo y lugares. Y un signo de ello se manifestó ayer en el parlamento español. No acabo de entender cómo no se pudieron poner de acuerdo los dos feminismos que atraviesan a los mismos partidos de izquierda en la reforma de una ley hecha por ellos que se ha manifestado defectusosa. ¿No aparece en muchas femiistas aquello de la adolescente radicalidad del revolucionario que cree que si no consigue todo a la primera se es reaccionario?

        • Nacho Dueñas

          Amigo Duato, comparto en su totalidad esta pregunta tuya:

          ¿No aparece en muchas femiistas aquello de la adolescente radicalidad del revolucionario que cree que si no consigue todo a la primera se es reaccionario?”

          Y te diré que el feminismo es el ámbito donde, cuando pretendo aportar el pensamiento crítico, se me descalifica (y aplicar el pensamiento crítico no es ser antifeminista). Hasta en el propio atrio (y no por parte de Ana Rodrigo) me ha pasado.

          Si eres crítico con la Iglesia eres lúcido.

          Si eres crítico con Dios ere librepensador

          Si eres crítico con el capitalismo eres reflexivo

          Si eres crítico con el feminismo, cuanto menos eres micromachista.

          Algo falla pues.

          Yo sigo diciendo que sin feminismo no llegamos muy lejos, y además porque en la mayor (y en muchas menores) tiene toda la razón.

          Pero le falta (como a otros ámbitos) asumir muuuuchas carencias, errores y cagadas que a veces despachan cuestionando al crítico como antifeminista o micromachista.

          No creo que así opere la mayoría de feministas, pero sí las suficientes para darle metralla al machismo  que lo utiliza bajo el título injusto y descalificativo de “feminazi”.

          Desde ahí interpreto yo tu comentario y el del Glez. Faus (que tampoco comparto en su totalidad).

          Un abrazo a todas.

          Nacho.

           

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