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El programa de Jesús (21)

PRIMERO EL REINO; LO DEMÁS VIENE RODADO

1. La DICHA de una elección

        Jesús ha aleccionado al colectivo que le circunda respecto a la primera disposición de su Programa: la renuncia a la ambición, una condición ineludible para acceder al Reino de Dios y que esta sociedad alternativa cobre realidad y progrese. Así pues, los discípulos de Jesús se distinguirán de entrada por ser “los que eligen ser pobres” (Mt 5,3). El Plan trazado por el Galileo es incompatible con la riqueza generadora de injusticia y desigualdades: “No podéis servir a Dios y al dinero” (Mt 6, 24b). Decidirse por él supone rechazar sin paliativos la soberanía del capital.

        Acostumbrados a desarrollar la vida bajo el régimen del dios metálico, esa primera condición inexcusable puede parecer desconcertante. ¿El Reino de Dios implica sobrevivir en la escasez? ¿Cómo puede considerarse sociedad alternativa a un colectivo viviendo con apuros y pasando estrecheces? Esa proposición: “Dichosos los que eligen ser pobres”, puerta de entrada de su Carta Constitucional, genera suspicacias, cierra oídos y hace mirar con disimulo para otro lado. La religión se resiste a seguir esa ruta. Y se abre paso el silencio ocupando todo el espacio. Atrás queda una retahíla de evasivas tradicionales amparando complicidades.

        Pero no se puede omitir ni olvidar la entrada hecha por Jesús a ese primer e imperioso requerimiento: “DICHOSOS… …los que eligen ser pobres”. El Galileo aseguró que la opción por su Proyecto hace felices. A él le importaba la felicidad; nada de tristezas. El placer de ser feliz es un derecho humano universal. De ahí que su Proyecto se oponga a la soberanía del dinero que multiplica a los infelices y extiende el dolor. Parte de la idea de que la felicidad no se consigue por tener, sino por ser. La felicidad de la propuesta de Jesús nada tiene que ver con la penuria. Una vez hecho realidad, el Proyecto del Reino satisface toda necesidad de sus adheridos. La felicidad de la comunidad está asegurada por la opción tomada. Es lo que anuncia el segundo elemento de la primera proposición: “DICHOSOS… …porque esos tienen a Dios por rey”. Siguiendo con su enseñanza, el Galileo insistirá acto seguido en esa misma idea:

“25 Por eso os digo: No andéis preocupados por la vida pensando qué vais a comer o a beber, ni por el cuerpo, pensando con qué os vais a vestir. ¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?

 

2. Estos difíciles versos

        Una lectura simplista de este texto despierta la crítica. Su contenido parece desentenderse del hambre, de la carencia de agua, de la escasez de recursos incluso para vestir con un mínimo de dignidad, de la necesidad humana más primaria de una parte importante de la humanidad. Se diría que menosprecia el trabajo y el esfuerzo humano. Puede pensarse que llama a la despreocupación y la indolencia. Esa apariencia reprochable y la dificultad para entender estos difíciles versos ha facilitado interpretar la instrucción de Jesús como una llamada a preferir los bienes espirituales frente a los materiales. Pero esa forma injustificada de leer ignora la abundancia de términos destacando la ordinaria realidad humana: comida, bebida, vestido, vida, cuerpo, alimento…, y no tiene en cuenta la ausencia de otros de corte espiritual. ¿Cómo entender entonces estas palabras del Galileo? Su análisis desde el original griego resulta imprescindible.

        El texto se abre con una fórmula compuesta por una preposición y un pronombre: “Por eso” (Διὰ τοῦτο). Se trata de un nexo que enlaza con lo dicho previamente. Jesús explica ahora a los suyos el modo de orientar la vida una vez haberse decidido por su Programa. Sus destinatarios se reconocen por su opción de atesorar un patrimonio vital seguro y definitivo, habiendo rechazado otro con fecha de caducidad (Mt 6,19-21); por haberse decantado por la generosidad que da el valor a la persona, en vez de atrincherarse en la tacañería que convierte la condición humana en roña (6,22-23) y por haber aceptado sin titubeos el reinado del Padre, rehusando someterse a la soberanía del dinero (6,24): “Por eso”.

 

6.  Eres lo que te preocupa y en lo que te ocupas

        El anuncio de sus palabras: “os digo” (λέγω ὑμῖν) refleja la autoridad con que habla el Galileo. Revela su sólida convicción. Esta firmeza aviva la escucha y transmite confianza. Su instrucción empieza con una exigencia: “No andéis preocupados”. El adverbio μή (‘no’) seguido de imperativo, en este caso, μεριμνᾶτε (‘preocupaos’), del verbo μερινμνάω (‘ocuparse en’, ‘estar preocupado’) expresa prohibición. Requiere la interrupción de una conducta acostumbrada: “Dejad de estar ocupados en…”. Jesús no habla de una inquietud exclusivamente mental, sino de una total dedicación. La opción por la sociedad alternativa, el reinado de Dios, reclama necesariamente un cambio de comportamiento, un salto desde una a otra realidad. El Galileo exige a los miembros de su comunidad no entregar la vida al sistema establecido por el dios dinero. La idea hila con la sentencia final del verso anterior: “No podéis servir a Dios y al dinero”, que aporta luz a este comienzo: “Por eso os digo: Dejad de estar ocupados en…”.

        Abrazarse a la vida reconociendo al Padre como único Soberano implica haberse emancipado del dominio impuesto por el dios metálico. El capital se nutre de la necesidad de la gente. Engorda con el empeño continuo del ser humano por zafarse de la incertidumbre y garantizarse el futuro. Jesús pide a los suyos cesar en ese tesón que enajena. Resulta absurdo bregar angustiados por asegurarse la vida que ya poseen con carácter definitivo: “Dejad de estar ocupados en la vida pensando qué vais a comer o a beber, ni por el cuerpo, pensando con qué os vais a vestir”.

 

4. La Vida tiene prioridad

        El término griego ψυχή (‘vida’), repetido por dos veces en este versículo, no puede traducirse por ‘alma’, como hace la Vulgata Latina dando pie a interpretar el texto erróneamente en el sentido de despreocuparse por lo material para centrarse en asuntos espirituales. No existe una idea dualista del ser humano en el Nuevo Testamento. Igualmente, la voz griega σῶμα (‘cuerpo’) tampoco alude a una parte material del individuo, sino a su realidad personal. No se trata por tanto de elementos que revelan una oposición espíritu-materia. El tema va de realidades de la vida ordinaria y de las decisiones con que la gente se la juega durante su historia.

        El permanente sofoco por obtener los medios esenciales para la subsistencia y la dignidad genera sufrimiento y agota. El sistema, implacable, obliga a mantener inexorablemente esa conducta. ¡Y no cabe otra! Pero la andadura de la sociedad alternativa donde reina el Padre elimina esa pesadumbre. La igualdad y la fraternidad conseguidas garantizan los medios necesarios para asegurar la vida de cualquiera de sus miembros. Esa vida en hermandad, sí posee categoría para denominarse “vida”. La porfía por hacerla realidad merece la pena. Interesa saber en qué valores conviene jugársela y emplearse a fondo. El interrogante de Jesús trata de hacer pensar a la comunidad de seguidores:

“¿No vale la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?”

La oposición se da entre dos opciones: la que libera dando la vida y conduciendo a la plenitud humana y la que somete a la seguridad transitoria del dinero, que hipoteca la vida y la achata hasta sofocarla. Ambas opciones son incompatibles: “No podéis servir a Dios y al dinero”. Jesús rebate los argumentos salidos del dios metálico, libra de la servidumbre a la que condena y propone la alternativa que emancipa haciendo felices: “DICHOSOS… …porque esos tienen a Dios por rey”.

 

5. Jesús pone dos ejemplos

        La sociedad alternativa o reinado de Dios es garantía de vida. Jesús pone dos ejemplos sacados de la naturaleza explicando esa idea.

6. El primero usa la imagen de los pájaros para referirse a la cuestión del alimento

        Así lo expone:

“26 Fijaos en los pájaros: ni siembran, ni siegan, ni almacenan; y sin embargo, vuestro Padre celestial los alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellos? 27 Y ¿quién de vosotros, a fuerza de preocuparse, podrá añadir una sola hora al tiempo de su vida”

6.1. Todo pende de saberse hijos del PADRE

        El símil comienza con un imperativo: “Fijaos” (ἐμβλέψατε) que llama a observar lo que ocurre en la vida de las aves. Estas no realizan los trabajos enunciados a continuación: “ni siembran, ni siegan, ni almacenan”, que resumen las principales tareas obligadas para hacer producir el alimento agrícola. Jesús presenta una obviedad: los pájaros no pueden hacer algo que escapa a su propia naturaleza. Una lectura simplista, sin embargo, ha llevado a pensar que aquí se invita a la indolencia y esperar que lo que necesitamos nos lloverá del cielo. Esa forma de mirar, olvida que, en el mundo animal, son las aves las que van a la cabeza en el esfuerzo por conseguir el alimento. El Galileo alude a un sistema natural que permite asegurar el alimento a los pájaros: “…vuestro Padre celestial los alimenta”. El reino de Dios o sociedad alternativa es el entorno natural para la humanidad. Los discípulos han de reflexionar. Jesús se dirige directamente a ellos: “VUESTRO Padre celestial” (ὁ πατὴρ ὑμῶν ὁ οὐράνιος). Los anima usando una lógica elemental: Ellos son los que han aceptado ese régimen natural, la Soberanía del Padre. Y el valor del colectivo supera al de los pájaros: “¿No valéis VOSOTROS mucho más que ellos?”.

6.2. Porque la vida no se gana con dinero

        Jesús prosigue aportando un nuevo argumento. En este caso, interpelando. El pronombre personal de segunda persona plural confirma como destinatarios al grupo de discípulos: “¿Y quién de vosotros…?”. Para el Galileo, estar permanente y obsesivamente ocupados ganando dinero para asegurarse el futuro resulta estéril. El verbo μερινμνάω (‘ocuparse en’, ‘estar preocupado’) vuelve a repetirse (antes en v. 25), esta vez en participio: μεριμνῶν (traducido: “a fuerza de preocuparse”), prolongando el tema de la renuncia a vivir angustiados por obtener dinero. El interrogante evidencia la inutilidad de dicha ansiedad. Ganar dinero no equivale a conseguir vida: “¿…podrá añadir una sola hora al tiempo de su vida?”. El texto original griego usa un término: ἡλικία, susceptible de ser traducido por ‘edad’. ‘tiempo de vida’ o bien por ‘estatura’. Asociado a él, el vocablo πῆχυς (‘codo’, unidad de longitud, basada en la mitad de la extremidad superior del ser humano y usada en diversas culturas de la antigüedad con valores diferentes: entre 45 y 54 cms.), parece indicar que se habla de la altura humana. Este término aparece cuatro veces en el NT. En Jn 21,8 t Ap 21,17 expresa longitud espacial, pero aquí en Mt 6,27 y su paralelo, Lc 12,25, de acuerdo al contexto, se refiere a longitud de un período o tiempo de vida.

 

7. El segundo ejemplo acude a las flores para hablar de la preocupación por el vestido

“28 ¿Y por qué andáis preocupados por el vestido? Daos cuenta de cómo crecen los lirios del campo, y no trabajan ni hilan. 29 Y os digo que ni Salomón, en todo su fasto, estaba vestido como cualquiera de ellos. 30 Pues si a la hierba que hoy está en el campo y mañana se quema en el horno, la viste Dios así, ¿no hará mucho más por vosotros, gente de poca fe?”.  

        El asunto del vestido aparece en portada: “Y acerca del vestido” (καὶ περὶ ἐνδύματος) abriendo la insistente exigencia de Jesús a su comunidad de desligarse de esa maldad del dios metálico que obliga a invertir la vida en conseguir dinero. Encontramos de nuevo el verbo μερινμνάω (‘ocuparse en’, ‘estar preocupado’), que aparecerá repetido seis veces en este relato, cuatro de ellas en imperativo, eliminando dudas y mostrando lo que en realidad pide el Galileo a los suyos: cesar en andar angustiados en un empeño por conseguir dinero: “Por qué ocuparos en…” (τί μεριμνᾶτε).

7.1. Jesús insiste en eso de: ¿en qué te ocupas?

        Este inicio, traducido: “¿Y por qué andáis preocupados por el vestido?” abre el segundo ejemplo, centrado también en lo que se halla más a la vista, la naturaleza. Si respecto al alimento, el Galileo llevó la mirada a los pájaros, en cuando al vestido reclamará fijarse: “Observad” (καταμάθετε; de καταμανθάνω: ‘observar’, ‘explorar’) en las flores silvestres: “las flores del campo” (τὰ κρίνα τοῦ ὰγροῦ). La expresión que acompaña porfía por llamar la atención de los discípulos con su claro sentido exclamativo: “¡cómo crecen!” (πῶς αὐξάνουσιν). Mateo redactó su texto con exquisitez. El lector puede imaginar al Galileo haciendo girar los ojos de los discípulos hacia un terreno cubierto de flores.

        7.2. La DICHA es un Quehacer, no una Vagancia

        Del mismo modo que argumentó con el ejemplo de los pájaros, también Jesús afirma ahora que las flores no presentan esa belleza tan especial debido a un trabajo denodado y específico por conseguirla. Al servirse de ellas para hablar del vestido recurre a una actividad asociada al tejido: “y ni trabajan ni hilan”. Tampoco aquí se insinúa la holgazanería. El proceso desde la semilla a la flor pasa por etapas llenas de dificultades que requieren un brío no pequeño de la planta.

        7.3. El Esplendor que da el Quehacer elegido

        El Galileo sube un punto la atención del colectivo que le rodea empleando otra vez la expresión λέγω ὑμῖν: “Os digo”. Lo que va a decir tiene peso. Acude a una figura histórica de reconocida fama en todo el pueblo: Salomón. Nunca alcanzó Israel a obtener tanta riqueza y esplendor como con ese torpe e injusto rey. Él construyó el Templo y justificó así la construcción de su palacio. Su opulencia y la exuberancia de su corte llegó a traspasar las fronteras de Israel. Jesús conocía por el AT (I Re 10) la suntuosidad y el engalanamiento de Salomón. Y utilizó su prestigio debido a haber amasado una inmensa fortuna para hacer pensar al grupo que le rodeaba en la cumbre. A pesar de tanto lujo, Salomón nunca llegó a vestir como una de esas flores silvestres: “ni Salomón, en todo su fasto, estaba vestido como cualquiera de ellas”.

7.4. Vestidos con el mejor traje

        El ejemplo de unas flores engalanadas por la naturaleza con una hermosura superior a la de las ricas vestiduras de Salomón trata de hacer reflexionar a los discípulos. Unas hierbas de escaso valor y vida fugaz han producido flores de extraordinaria belleza. Ellos, zafándose del dominio del dios dinero y optando sin reservas por el reinado de Dios, tendrán garantizado vestir el mejor traje, el que hace iguales y libres:

“Pues si a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se quema en el horno, la viste Dios así, ¿no hará mucho más por vosotros…?”.

 

8. ¡Gente de poca fe!

        Tanta repetición de Jesús avisando a los discípulos de la necesidad de desengancharse del sistema dominado por el capital es un claro indicador de la firmeza de su pensamiento y de la resistencia del grupo a dar ese paso definitivo. La adhesión de ellos al Proyecto destaca por su endeblez. Se entiende, pues, que el Galileo termine el ejemplo con una amonestación al colectivo que se ha traducido: “gente de poca fe”. Siguiendo la línea argumental de la enseñanza de Jesús en estos relatos, “poca fe” equivale a preferir atesorar un patrimonio a tomar partido por el tesoro del Reino; significa subestimar el valor que hace humanos: la generosidad, para quedarse encogidos en la tacañería que convierte en miserables; supone querer compatibilizar a Dios y al dinero.

8.1. Simulando tener fe

        La fe de que habla Jesús está asociada a una praxis, no se reduce a maniobras especulativas de la mente. El término traducido de esa manera (“gente de poca fe”) es un adjetivo (ὀλιγόπιστος), compuesto de otros dos: ὀλίγος (‘pequeño’, ‘poco’, ‘escaso’, ‘débil’) y πιστός (‘fiel’, ‘creyente’, ‘leal’), ausente en toda la literatura griega anterior al tiempo de Jesús. En el NT solo lo hallamos cuatro veces en Mateo (6,30; 8,26; 14,31 y 16,8) y una en Lucas (12,28). Siempre aparece en boca de Jesús y, en todos los casos, teniendo a los discípulos como destinatarios. El adjetivo aparece aquí en plural y sin acompañamiento de artículo o sustantivo (ὀλιγόπιστοι). Escrito como cierre de la instrucción, destaca su carácter enfático calificando con censura a los discípulos. Estos aparentan estar posicionados a favor del Proyecto, aunque en realidad mantienen su objetivo: la consecución del poder. Utilizan calladamente el atractivo y la popularidad del Galileo como plataforma para lograr sus propósitos. No se han desamarrado del orden injusto. Esa actitud engañosa confirma la insistencia de Jesús en el tema. Les exigirá una vez y otra que abandonen su postura casando Proyecto y Poder.

8.2. La fe: lealtad a una andadura

        Al llamar a los suyos con ese atípico adjetivo (ὀλιγόπιστοι) que ha sido traducido: “Gente de poca fe”, Jesús les echa en cara su praxis simuladora. La fe no es una inclinación mental favorable a, sino una entrega leal a una persona o un proyecto. Fe equivale a praxis leal. El innoble juega con dos barajas. El engaño es su hechura, su forma habitual de proceder. Esta equivalencia entre fe y lealtad o falta de fe y fraude también la encontramos en expresiones típicas de nuestra lengua. “Actuar de mala fe” habla de artimañas y engaños. Hacerlo “de buena fe”, señala intervenir con nobleza y lealtad. El adjetivo ὀλιγόπιστοι llama “faltos de fe” a quienes, por mucho que aseguren admirar las ideas del Galileo y estar de su parte, siguen adscritos al programa del dios dinero. La fe no se identifica con admiración o simpatía, sino con andadura. El adjetivo ὀλιγόπιστοι tiene el sentido de “endebles en lealtad”. Podría traducirse por “¡Desleales!”.

        La deslealtad fue la constante del núcleo duro de los discípulos durante toda la vida del hombre de Nazaret al que dijeron seguir. Ellos pensaron durante todo ese tiempo que el Proyecto no podría cumplir sus objetivos sin el concurso de las masas. En el relato de la tempestad sobre la barca de Marcos, el grupo piensa que, sin contar con la avalancha revolucionaria de las masas, la sociedad alternativa fracasará y será tragada por las fuerzas incontrolables del orden establecido. Jesús les recriminará: “¿Aún no tenéis fe?”. Marcos (4, 40) y Lucas (8, 25) emplean en este relato el término: πίστις: ‘fe’. Mateo (8,26), en su texto paralelo, ahondó en la carga recriminatoria del Galileo utilizando el adjetivo: ὀλιγόπιστος: “Faltos de fe”; o lo que es lo mismo: “Faltos de lealtad”, “desleales”.

 

9. Jesús va concluyendo

        Jesús persistirá en esa línea pedagógica. Ahora, exponiendo una conclusión a todo lo explicado anteriormente:

“31 Conque no andéis preocupados pensando qué vais a comer, o qué vais a beber, o con qué os vais a vestir. 32 Son los paganos quienes ponen su afán en esas cosas. Ya sabe vuestro Padre del cielo que tenéis necesidad de todo eso. 33 Buscad primero que reine su justicia, y todo eso se os dará por añadidura”.                                                              

9.1. Reitera una y otra vez lo de: ¿en qué andáis ocupados?

        La conjunción con carácter consecutivo: οὖν (‘por tanto’, ‘por consiguiente’; traducida: “Conque”) advierte que las afirmaciones que introduce son resultado de las explicaciones previas. El verbo μερινμνάω (‘ocuparse en’, ‘estar preocupado’) marca de nuevo la pauta en consonancia con todo este bloque instructivo. Precedido de negación (μή: ‘no) y esta vez en subjuntivo, reclama la renuncia con carácter de futuro a una determinada actitud: μὴ μριμνήσητε: “No estéis ocupados…” (traducido: “No andéis preocupados”). Jesús resume su enseñanza al colectivo que le rodea sugiriéndoles abandonar un proceder adscrito al cuadro de valores ofertado por el dinero. Comida, bebida y vestido representan con su realidad ordinaria y cotidiana el verdadero objetivo que ocultan los discípulos, en el que se ocupan y al que aspiran para asegurarse el futuro: “…pensando qué vais a comer, o qué vais a beber, o con qué os vais a vestir”.

9.2. Estar ocupado en el dinero supone no conocer al PADRE

        No hay mayor garantía de futuro que desestimar al dios dinero y decantarse por el auténtico: “No podéis servir a Dios y al dinero”. El dios metálico se nutre de la necesidad, el Padre está pendiente de ella. El dios de pacotilla posterga a quienes, sin ayuda, pasan apuros a todas horas; el Padre los invita a hermanarse y ser felices. El alimento es objetivo del pobre; el vestido, del esclavo. Quienes no conocen al Padre (“los paganos”) se desviven por salir de la miseria y escapar de la esclavitud. Quienes lo reconocen como Soberano tienen la seguridad de que la sociedad alternativa, el reino de Dios, sacia los anhelos de alimento y libertad: “Son los paganos quienes ponen su afán en esas cosas. Ya sabe vuestro Padre del cielo que tenéis necesidad de todo eso”. Jesús incitará a los discípulos a que ambicionen poner en marcha su Programa: el del reinado de Dios.

9.3. Lo primero que se ha de buscar

        La instrucción que sigue confirma la orientación práctica de todo este aleccionamiento del Galileo:

“Buscad primero que reine su justicia, y todo eso se os dará por añadidura”.

        El imperativo inicial: ζητεῖτε: “Buscad” implica acción, pretensión y esfuerzo; apremia a un intento sin desmayo por alcanzar y apropiarse del objeto de dicha búsqueda. No consiste en mirar aquí o allá, escudriñando por todos los rincones con el solo fin de saber en qué lugar se halla algo o alguien. Tampoco se reduce al ejercicio de pensar para alcanzar conclusiones que solo quedan afincadas en el conocimiento. Se trata de una brega indesmayable intentando convertir en realidad aquello que se desea. Ese es el sentido del verbo ζητέω: ‘buscar’, ‘tratar de conseguir’, ‘procurar’. “Buscad” equivale a “Tratad de hacer realidad” o “Acordad poner en marcha”.

9.4. Una JUSTICIA exclusiva y superlativa

        El plural invita a la totalidad de los discípulos. Supone un afán colectivo perseverando en esa actividad. Jesús plantea dicha tarea como prioritaria: “primero” (el evangelista ha usado aquí el superlativo πρῶτος: ‘el primero’ en lugar del comparativo πρότερος: ‘primero’ entre dos, algo frecuente (Mt 21, 28.31) en el griego vulgar, que no diferencia entre uno y otro. En cualquier caso, Mateo indica así la actitud apasionada por conseguir: “que reine su justicia” (literalmente: “el reino y su justicia”: τὴν βασιλείαν καὶ τὴν δικαιοσύνην αὐτοῦν).

        La justicia (δικαιοσύνη) mencionada aquí no es sinónimo de legalidad. Supera la concepción de supremacía de unas normas o leyes a las que adecuarse para conseguir un orden social inalterable. La justicia referida por Mateo irrumpe en los dominios del sistema injusto con una realidad social alternativa donde la libertad no deja espacio al desafuero. Se trata de una justicia exclusiva y superlativa, nacida de la esplendidez y rebosante de generosidad: un auténtico tesoro. Una vez en marcha la realidad social del reino, la fraternidad vivida en ese entorno satisface todas las necesidades: “todo eso se os dará por añadidura”.

 

10. Colofón de Jesús: La DICHA, vivida paso a paso y día a día

        La última afirmación que sirve de colofón a esta enseñanza de Jesús a los suyos se expone con cierto tono proverbial:

“34 Total, que no andéis preocupados por el mañana, porque el mañana tendrá su ocupación. A cada día le basta su dificultad”.                                                               

        La presenta como resultado de todo cuanto les ha explicado previamente: “Total” (traducción de οὖν (‘por tanto’, ‘por consiguiente’, ‘así pues’). Destaca en ella, al igual que en todo el texto, la repetición por dos veces del verbo que da la clave del relato: μερινμνάω (‘ocuparse en’, ‘estar preocupado’). La recomendación que, a modo de resumen, el Galileo hace en este final: “no andéis preocupados por el mañana” parte de la suposición de que los discípulos han decidido echar a andar la sociedad alternativa o reino de Dios. El colectivo que le rodea puede entender la lógica de la actitud que les reclama tener cara al futuro. La confianza y la seguridad en el porvenir no estarán prendidas en creencias ni providencias, se sustentarán en la solidez de la fraternidad. Por tanto, el deseo, el trabajo y la petición propia de la comunidad (El Padre nuestro) habrán de estar orientados a conseguir que la fraternidad se extienda a todo el género humano.

        Esa es la ocupación prioritaria del colectivo de adheridos al Programa de Jesús. Una labor histórica, realizada día a día. El marco de actuación es la realidad del presente. La tarea excluye distracciones. El día está para emplearse a fondo en él como si no hubiera otro. En la faena diaria se echa toda la carne en el asador. El mañana será asunto para ocuparse de él una vez se haga realidad: “porque el mañana tendrá su ocupación” (ἡ γὰρ αὔριον μεριμνήσει αὑτης).

        La última afirmación del Galileo: “A cada día le basta su dificultad” invita al colectivo a no dejar pasar la jornada deambulando por terrenos imaginarios en busca de suelo seguro. La pérdida de tiempo supone abandono de la realidad, por la que han optado y tienen entre manos: una sociedad alternativa denominada en el NT: el reino de Dios, un territorio firme donde la seguridad no la da el dinero, sino el Padre.

 

37 comentarios

  • Santiago

    Las reconstrucciones de Jesús actuales se basan fundamentalmente en especulaciones.Por eso presentan a Jesús como un revolucionario o un político o un profeta itinerante etc etc. Sin embargo, la fe bíblica se basa en hechos históricos y hacen del Jesús del Evangelio un retrato más coherente y real. Sólo esta presentación de la lectura y relectura en el contexto de toda la Escritura puede aparecer como  creíble  y auténtica.

    Por lo demás no se puede deslindar el mensaje de Cristo de su sentido escatologico. En todo el Evangelio, la Buena Nueva es una felicidad que trasciende todo lo mundano: más vale entrar en la vida cojo, manco o tuerto que ser arrojado en la Gehenna donde “Su gusano no muere y su fuego no se extingue”…una cosa nos falta para la perfección vender cuanto tenemos y darlo a los pobres “y poseerás un tesoro en el cielo”.. Jesús afirma que lo más importante en este mundo es ganar la “vida eterna”,  verdadera y definitiva, y que depende de como nos manejamos en ella porque será difícil entrar en ese “reino que no es de este mundo” si acumulamos bienes materiales y nos apegamos a ellos porque no podemos servir a dos amos: a Dios o al dinero.

    Saludos cordiales

    Santiago Hernández

  • Isidoro García

    El ejercicio de prestidigitación que hace la Iglesia, con el tema de los premios y los castigos a los “pecadores”, es de lo más burdo. Pero como llevan haciéndolo 1.900 años, lo hacen muy bien.

    ¿Cuántos éxitos no ha tenido la Iglesia en conversiones, con el llanto y crujir de dientes del infierno?. Pero ahora vienen tiempos nuevos, y ya las amenazas y chantajes emocionales, cuelan cada vez menos, y hay que hacer un lavado de cara.

    Pero en los evangelios, existe la parábola de Lázaro y el rico Epulón. Y las descalificaciones de los “malos”: “Apártense de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre, y ustedes no me dieron nada de comer; tuve sed, y no me dieron nada de beber…”.

     

    (Que conste, que yo aquí creo en el espíritu sabio de Jesús, y no en el de su impostación en los evangelios. Ya he dicho en alguna ocasión, que está obsesión evangélica con la falta de generosidad con el dinero, es fruto, primero, de la necesidad económica que tenía el movimiento colectivo de la predicación durante tres años de Jesús, (con al menos una comitiva de unas 20-30 personas), que comían, cenaban y tenían que alojarse fuera de sus casas.

    Y luego, en la época de la fundación de las iglesias, a partir de 70-80, con la expulsión definitiva de las sinagogas, se necesitaba dinero, para locales, predicadores, etc.: estructura. Y esas frases de Jesús, venían al pelo. El caso del escarmiento de Ananías, (Hechos 5:1-25), castigado por no donar todo el dinero, es significativo de la avidez de los tesoreros de la incipiente estructura).

     

    Pero ahora resulta que para disfrutar de la vida futura buena, (de la mala no se dice nada), Jesús dijo que no hace falta ser religioso, sino que solo hace falta “vivir la fraternidad”. Y me parece muy bien. ¿Pero cuánto de fraternidad, hay que vivir, para adquirir ese estatus privilegiado”?. Incógnita.

    Y hablo de “cantidad”, porque la calidad moral de una vida, es un tema continuo y no discreto. O sea que hay personas más buenas y personas menos buenas: El justo cae siete veces al día, (Proverbios 24:16), y se levanta y vuelve a caer.

    No hay Buenos y malos, sino que hay personas con mayor o menor empatía psicológica, rasgos de carácter que en gran parte nos vienen dada, por el azar y por circunstancias biográficas de cada caso: formación, historial y equilibrio emocional, recursos, necesidades afectivas…

     

    Y ¿quién lo decidirá?. Porque el amigo Salvador dice que será la Historia. ¿Pero quién es la historia? ¿Los historiadores?, ¿las ONGs?. (Ya no me atrevo a decir si lo es la Iglesia).

    De todas maneras, ya he explicado que a mí no me interesa hablar en detalle, de lo que dicen que dicen que entendieron e interpretaron de lo que dijo Jesús, pasando por interpolaciones, traducciones-traiciones, y demás.

    Desgraciadamente, en todo contexto cultural, y este tema no es una excepción, nunca nadie cuenta la verdad de forma explícita y frontal, y siempre hay que leer entre líneas. Y ya se sabe que poco sirve saber muchos idiomas, si en ninguno de ellos aprendes a leer entre líneas.

    Por eso, yo me quedo, con el Jesús, que se trasluce brevemente en algunos pasajes de los escritos evangélicos. Y para mí es especialmente significativos, una de sus últimas siete palabras en la cruz: “Perdónales, Padre, porque no saben lo que hacen”. (Y si lo saben, casi nunca saben por qué lo hacen).

    ¿Y qué tiene que ver este Jesús sabio y lúcido, con las condenas y descalificaciones y castigos, (si la vida eterna es tan buena, no disponer de ella, ya sería un castigo).

    Aquí hay mucho de síndrome de hijo obediente de la parábola del hijo pródigo, y del malestar de los obreros por recibir el mismo salario, de los que no han trabajado como ellos. Miserias humanas de las que todos estamos llenos: y yo el que más.

    (Por descontado, mi gran envidia y admiración por esas personas abnegadas al servicio de los demás). Creo que la admiración de los demás ya es suficiente premio, como se admira a Mozart, o a Sócrates, o a Jesús).

  • salvador santos

    Algunos datos:
     
    La expresión ζωὴ αἰώνιος o vida definitiva (la llamada vida eterna) solo aparece en los sinópticos en ocho ocasiones.
     
    En todos los relatos donde se hace uso de dicha expresión, Jesús dejó claro que para tener esa vida definitiva resulta innecesaria la religión. Basta la opción real y leal por la justicia, se sea o no religioso.
     
    El juicio sobre esa opción incumbe y lo realiza la historia. Quienes viven la fraternidad no necesitan ningún juicio. Están demostrado ya tener esa vida definitiva.
     
    La vida definitiva comienza aquí y ahora con la fraternidad de los que constituyen la sociedad alternativa. La fraternidad es lo más sagrado, la esencia de esa vida definitiva.  
     
    De esta fraternidad, su cuidado, sus riesgos, su dinamismo incidiendo sobre la realidad, su puerta y su calle, de los engaños y engañadores que tratan de ocultarla y falsearla con doctrinas es de lo que se trata en El Programa de Jesús (22, 23, 24 y 25).

  • Isidoro García

    Ha salido el tema de la vida futura. Y ya que ha salido, es bueno entrar en él, y dar mi visión personal.

    A mí me parece muy bien, que se crea en la existencia de una vida futura. Y yo no la circunscribo únicamente a la creencia en un Dios teísta e intervencionista.

    Incluso los no-teístas, podemos imaginar una vida futura, generada cibernéticamente mediante realidad virtual, creada por puro afán creativo, por inteligencias del Universo con más tiempo de evolución cultural, y por ello más inteligentes y mucho mas avanzadas que nosotros.

    Una especie de Metaverso, pero en grande, que posiblemente dentro de cien años funcione como un mundo virtual paralelo al mundo real.

    (El anuncio publicitario de “Meta”, de como los alumnos pronto podrán “viajar en el tiempo”, y escuchar e interactuar con los sabios de todas las épocas, es genial).

    Pero yo no le veo mucha utilidad a que ese mundo virtual de seres humanos históricos sea universal. Lo veo, como galería viviente de humanos excepcionales. Una especie de Museo del genio humano, o un Diccionario virtual de Personalidades históricas, para documentar la historia de la Humanidad.

    Pero con el 99,9999 % de humanos que hemos pasado por aquí, yo no veo la utilidad de dicho montaje.

     

    El tema de la vida futura, está muy relacionado con un tema vidrioso y equívoco: el de la justa recompensa por nuestras acciones. Aún reduciendo dicha recompensa a la gratificación por las acciones buenas, y obviando los castigos eternos a los “malos”, el tema resulta complejo.

    Michael J. Sandel, escribió “La Tiranía del Mérito”, que aunque enfocado sobre la actividad humana en general, su lógica es válida igualmente para el mérito moral.

    Independientemente de que el ser humano tiene una naturaleza que debe desplegar e implementar, en la que el Bien es un Valor supremo, que junto con la Belleza y la Verdad, deben dirigir nuestras vidas, el mérito tiene una cara negativa:

     

    – La situación de partida no es igual para todos, y todas las personas no tienen las mismas oportunidades en la vida. ¿Merecemos nuestros talentos?

     

    –  La meritocracia moral, incluida la religiosa, alienta a que quienes tienen éxito crean que éste se debe a sus propios méritos y que, por tanto, merecen todas las recompensas que una sociedad justa, otorgan a los ganadores del reto.

           Pero si los que tienen éxito creen que se lo han ganado con sus propios logros, también tienden a pensar que los que se han quedado atrás son responsables de estar así.

           Así que el segundo problema de la meritocracia, es un problema de actitud ante el éxito que lleva a dividir a las personas en ganadores y perdedores, que en moral se traduce en “buenos” y “malos”. La meritocracia crea arrogancia entre los ganadores y humillación hacia los que no han dado la talla. (Pablo Malo, adaptado por mí).

     

    Todo esto es un dilema fangoso y morboso, que para superarlo, quizás nos incite a repensar la manera en la que concebimos el éxito moral de nuestras vidas. Deberíamos “simplemente” intentar ser humanos más maduros, y eso solo, traerá el resto.

    Yo comprendo que hay muchas personas, que lo consideran necesario para “corregir” las injusticias y desgracias sufridas en esta vida, y para recompensar sus abnegadas vidas personales. Pero esos, ya lo dijo Jesucristo, en su buen hacer, ya han tenido su recompensa.

     

    Me viene a la memoria el sketch humorístico de la “Vida de Bryan”, en la que un amable funcionario romano, encargado de organizar la comitiva hacia el Gólgota, para chequear su lista, les va preguntando a cada condenado por su pena, con una sonrisa simpática en la boca: ¿Crucifixión?.

    Pues quizás a la hora de nuestra muerte, otro amable funcionario nos haga una pregunta similar: “¿Vida eterna?”, y como el bromista del sketch, le digamos alegremente: “No, gracias”.

    Pero es un tema muy controvertido y personal.

  • carmen

    Hola Salvador.

    Es absolutamente curioso, interesante. Cualquier tema del cristianismo, cualquiera, da igual, al final y si hay diálogo suficientemente largo, acaba en lo mismo: la vida eterna. Inevitablemente unida a la resurrección, pero a la resurrección como tradicionalmente nos han contado. Porque claro, eso demuestra que Jesús es Hijo de Dios. Pero hijo, hijo. Literalmente.

    Y de ahí nunca , jamás se va a salir. Porque es el gancho definitivo: haz esto y tendrás vida eterna. Es una oferta que es difícil de rechazar. O al menos lo ha sido hasta ahora.

    Y esto ha traído consigo que todo lo que pacientemente y a lo largo de años y años has aprendido y quieres comunicar del proyecto de Jesús, palidezca al lado de la oferta mayor: nunca morirás. Y, francamente, no llego a entender. A mí me gusta esta vida, siempre la he vivido lo mejor que he podido. Y pienso seguir haciéndolo. Aunque haya personas que  buscar la felicidad lo identifiquen con un hedonismo absoluto e incluso ‘ amoral’ delictivo , egoísta…en fin.

    La verdad es que juego con ventaja. La vida eterna no me interesa en absoluto.

    Ya hablaremos alguna vez, cuando tengamos tiempo.

    Un abrazo.

     

  • Santiago

    Los discípulos-apóstoles mártires sí creyeron en la vida eterna..Por esa causa dieron sus vidas y le siguieron legiones de cristianos a través de los siglos hasta nuestro siglo XXI porque NO vertieron su sangre por la vida breve de este mundo. Pensar que el Evangelio y la vida de Cristo se reduce solamente a la vida de aquí abajo es sacar del contexto a la religión de Cristo.

    Y es el discipulo amado de Cristo el mismo que vivió en Éfeso y muere bajo Trajano el que creó su propia escuela teológica el que transcribe el pensamiento más auténtico de Jesús:

    ”Porque esta es la Voluntad de mi Padre: que todo el que ve al Hijo y cree en El tenga vida eterna y Yo le resucite en el último día..Nadie puede venir a Mi si no le trajere el Padre y Yo le resucitaré en el último día. Está escrito en los profetas (Isaías 54:13; Jer 13:33-34)” (Jn 6:40-45)

    Un saludo cordial

    Santiago Hernández

  • Antonio Duato

    Ha salido en este hilo la Vida Eterna y por qué se preocupan tanto los hombres de lo que hay más allá de la muerte.

    Salvador ha contestado refiriéndose a la serie los artículos que publicó en Atrio a principios de 2021.

    Este es el anlace que abre a esos 4 artículos. Recomiendo vivamente leerlo o reelerlo;

    https://www.atrio.org/category/la-vida-eterna/ 

  • Isidoro García

    “¿Por qué no aparece en los evangelios ninguna preocupación de los discípulos por la vida eterna y en cambio personas distinguidas por su religiosidad hablan tanto ahora de ese tema?”.

     

    Sí que es curiosa e importante esta pregunta. ¿Por qué esa obsesión de los estudiosos de la Biblia, que denota esa repetida pregunta, a Jesús, en su tiempo?.

    Yo creo que es por la génesis y origen del mito de la vida eterna.

    Los judíos, un pequeñito pueblo tribal, rodeados de tres grandes Imperios, (el egipcio, el mesopotámico y persa, y el hitita en Anatolia), por lo que vivían angustiados por su supervivencia. Y hacia el s. VII a.C., el rey Josías, decidió fundar- “crear” el judaísmo.

    Josías, fue el Constantino del judaísmo. En su época el pueblo judío tenía una religión muy pluralista y politeísta, y el judaísmo en sí, era una serie de mitos, normas culturales, y leyes tribales antiguas de transmisión oral, que convivía con múltiples cultos a dioses vecinos.

    Pero Josías, angustiado por su débil situación geopolítica, pensó que necesitaba una religión fuerte, que cohesionara internamente a su pueblo, frente a los demás, y creó el judaísmo tal y como hoy lo conocemos.

    Según 2 Reyes, 22, en una reparación del Templo, “de repente” encuentran escrito el Libro de la Ley, que como mínimo sería el Deuteronomio, y como máximo y probable, sería todo el Pentateuco.

    Total, que para su aceptación por el pueblo, se genera el mito del Tratado-Testamento de Dios Yavhé, con su pueblo preferido, el judío. Si cumplían sus normas, Él los protegería contra sus enemigos.

    Setecientos años después, los contemporáneos de Jesús, sabían que habían sufrido todo tipo de conquistas y dominaciones extranjeras. Desde Alejandro, todo el Medio Oriente se helenizó, y justo en la época de Jesús, estaban bajo el dominio del todopoderoso imperio romano.

    La influencia griega, les llevó el concepto platónico de “alma”, que se inició en el siglo VI a.C.,  (época axial), dentro de las creencias órficas, como “aquello que, por su origen divino, queda o sobrevive después de la muerte del cuerpo”.

    Y de ahí pasa a Pitágoras, luego a los presocráticos, y finalmente a toda la filosofía griega, y de ahí se extendió al mundo con la helenización.

    Total, que en la época de Jesús, los judíos, especialmente los cultos y estudiosos de la Ley, ya no creían de verdad en la realidad del famoso Antiguo Testamento, y necesitaban una poderosa razón para seguir cumpliendo la Ley tradicional de sus padres.

    Con la helenización cultural, (que es paralela a la religiosa), habían pasado de ser humanos tribales, miembros de una tribu, a humanos individualistas, que pensaban autónomamente por su cuenta.

    La religión es un integrante de la cultura personal. Y en muchos casos es el más importante. Y en periodos de estabilidad cultural, están muy sincronizadas.

    Pero en momentos de vertiginoso cambio cultural, las respectivas evoluciones de la religión y de la cultura de un pueblo, son muy diferentes, y entonces se produce una desincronización, lo que genera conflictos y contradicciones internas, muy poderosas.

    Y de ahí ese interés de los estudiosos judíos por saber, cuáles de las leyes antiguas, les servirían para obtener “la Vida eterna”. Necesitaban una especie de embrague o caja de cambios, para reconectar de nuevo la religión tradicional de sus padres, con su nueva cultura modernizada.

    Un proceso que hemos vuelto a repetir acentuadamente, con la modernización actual. Todos los quehaceres y dudas que enfrentamos en Atrio, giran en el mismo tema.

    Si se apareciera Jesús ahora, lo que le preguntaríamos es: “¿Qué elementos del “cristianismo”, debemos mantener para ir construyendo el Reino de Dios, la Sociedad humana ideal?.

    El pasado es cosa de historiadores y nostálgicos. Lo que importa es la lección para el humano actual, para su vida actual y futura. Aprendamos del pasado.

    • oscar varela

      Buen planteo, Isidoro!

      Esa zona geográfica (entre el Jordán y el Mediterráneo)
      siempre fue un ‘pasaje’ o ‘corredor’ de Culturas diversas.

      Salvador (si le quedara tiempo) podría decir algo

      Gracias!

      • salvador santos

        Hola
         
        Hay en ATRIO cuatro artículos titulados: LA VIDA ETEERNA donde se analiza la respuesta de Jesús a quienes le preguntaron por esa cuestión. Sugiero dedicarles algo de tiempo y leerlos muy despacio para degustar al detalle lo que el hereje hijo de Dios, el Galileo, manifestó al respecto.  

          • salvador santos

            Lo vi, Oscar.

            Mis disculpas por obviar aludir a tu entrada.

             

            Abrazos

          • oscar varela

            Hola Salvador!

            No se trata de ‘disculpas’ sino de subsanar ‘descuidos’.

            Favor de responder (si lo consideras válido) mi invitación:
            “Esa zona geográfica (entre el Jordán y el Mediterráneo)
            siempre fue un ‘pasaje’ o ‘corredor’ de Culturas diversas.
            Salvador (si le quedara tiempo) podría decir algo.
            Específicamente apunto hacia la Cultura en EGIPTO (creo que no era ‘moco de pavo’) ¿Hay ‘huellas’ de eso en los Evngelios?

            Gracias!

          • salvador santos

            Hola Oscar
             
            Respecto a tu entrada del 14/11 a las 20,14, no he visto ninguna invitación; solo parte de La Vida eterna (1).
             
            Hay referencia a otras culturas en el relato de La Sirofenicia. De la cultura egipcia no recuerdo que haya nada en los evangelios salvo alusiones a la figura del Éxodo. 

          • oscar varela

            Ok
            Se trataba de la “Entrada” a la que vos respondías,
            A esta:
            oscar varela
            15 noviembre 2022, 12:23 pm · Responder
            Buen planteo, Isidoro!
            Esa zona geográfica (entre el Jordán y el Mediterráneo)
            siempre fue un ‘pasaje’ o ‘corredor’ de Culturas diversas.
            Salvador (si le quedara tiempo) podría decir algo
            ………………………
            Pero dejemos el asuntito de idas y vueltas.
            Ahora queda claro a lo que me refería:
            Respondes escuetamente. Pensé que podría haber más.
            También están las influencias que más nos interesarían a los occidentales; las griegas y romanas, que me imagino muy abundantes para la mentalidad hebrea ¿no?

            Como vos partís de las “praxis” de las Comunidades ¿cristianas?, el ‘Programa de Jesús’ no queda circunscrito solo a los 4 Evangelios; están los ‘viajes’ (Cartas y Hechos)

            Todo supeditado a tu tiempo vital necesario.

            Gracias!

        • salvador santos

          Si dispusiera de tiempo, podría entrar también en Hechos, Cartas y Apocalipsis, pero mi trabajo es de análisis y eso requiere dedicar muchas horas muchas al asunto. Eso me obliga a seleccionar, de ahí que me centre en los evangelios. Con Marcos me quedé en el comienzo del trayecto a Jerusalén y esa es una sección para no dejar atrás.
           

  • oscar varela

    “¿Por qué no aparece en los evangelios ninguna preocupación de los discípulos por la vida eterna y en cambio personas distinguidas por su religiosidad hablan tanto ahora de ese tema?”
     
    Tal vez no me ciña a lo que Salvador menta en su pregunta.
    Sin embargo, espero no chingarle al objetivo.
     
    1- Hay dos TEMPLES básicos que califican las almas de los seres humanos;
    – hay almas grandes: se es MAGNÁNIMO o
    – hay almas chicas: se es PUSILÁNIME.
    – dos estructuras psicológicas distintas, dos modos antagónicos de funcionar la psique.
     El magnánimo y el pusilánime pertenecen a especies diversas:
    – vivir es para uno y para otro una operación de sentido divergente y, en consecuencia,
    – llevan dentro de sí dos perspectivas morales contradictorias.
     
    2- La perspectiva moral del PUSILÁNIME, certera cuando trata de juzgar a sus congéneres,
    – es injusta cuando se aplica a los magnánimos.
    – Y es injusta sencillamente porque es falsa, porque parte de datos erróneos,
    – porque le suele faltar la intuición inmediata de lo que pasa dentro del alma grande.
    El MAGNÁNIMO es un hombre que tiene misión creadora:
    – vivir y ser es para él hacer grandes cosas, producir obras de gran calibre.
     
    3- EL PUSILÁNIME, en cambio, carece de misión;
    – vivir es para él simplemente existir él, conservarse,
    – andar entre las cosas que están ya ahí, hechas por otros
    (sean sistemas intelectuales, estilos artísticos, instituciones, normas tradicionales, situaciones de poder público)
    – Sus actos no emanan de una necesidad creadora, originaria, inspirada e ineludible
    (ineludible como el parto)
    -. El pusilánime, por sí, no tiene nada que hacer: carece de proyectos y de afán rigoroso de ejecución.
    – no hay en su interior «destino», forzosidad congénita de crear, de derramarse en obras,
    – sólo actúa movido por intereses subjetivos—el placer y el dolor.
    – Busca el placer y evita el dolor.
     
    4- La oposición entre egoísmo y altruismo pierde sentido referida al grande hombre,
    – porque su «yo» está lleno hasta los bordes con “lo otro”; su ego es un alter —la obra.
    – Preocuparse de sí mismo es preocuparse del Universo.
     
    5- La honradez, la veracidad, la templanza sexual,
    – son, sin duda, virtudes; pero pequeñas: son las virtudes de la pusilanimidad.
    – Frente a ellas están las virtudes creadoras, de grandes dimensiones, las virtudes magnánimas.
    – Hay que reconocer el valor substantivo de éstas cuando faltan aquéllas,
    – lo contario parece una inmoral parcialidad en favor de lo pequeño.
    – Pues no es sólo inmoral preferir el mal al bien,
    – sino igualmente preferir un bien inferior a un bien superior.
    – Hay perversión dondequiera que haya subversión de lo que vale menos contra lo que vale más.
    – La inmoralidad máxima es la preferencia invertida en que se exalta lo mediocre sobre lo óptimo,
    – porque la adopción del mal suele decidirse sin pretensiones de moralidad, y, en cambio,
    – aquella subversión se encarece casi siempre en nombre de una moral, falsa, claro está, y repugnante.
     
    6- Es preciso ir educándonos para la óptica de la MAGNANIMIDAD,
    – ya que nuestra época ‘industrial-burguesa’ configura un pueblo ahogado por el exceso de virtudes pusilánimes.
    – Cada día adquiere mayor predominio la moral canija de las almas mediocres,
    – que es excelente cuando está compensada por los fieros y rudos aletazos de las almas mayores,
    – pero que es mortal cuando pretende dirigir una sociedad,
    – y se dedica a aplastar todo germen de superioridad.

  • oscar varela

    La vida eterna, 1


     
    8. LA RESPUESTA DE JESÚS
    “Ya sabes los mandamientos: no mates, no cometas adulterio, no robes, no des falso testimonio, no defraudes, sustenta a tu padre y a tu madre” (Mc 10,19)
    posee un calado que suele pasar no pocas veces inadvertido. Exige, pues, ser considerada con detalle y en profundidad.
     
    El Galileo sigue su pauta acostumbrada. Va al grano sin detenerse en sermones. Esto es lo que responde a la cuestión respecto a qué hacer para obtener la vida eterna:
     
    9. IMPLICACIONES DE LA RESPUESTA DE JESÚS
     
    1º No es necesario adherirse al Proyecto
    Mucho menos, adscribirse a ninguna religión autoproclamada cristiana. Jesús eludirá hablar de su propuesta. No consideró la necesidad de que la persona saliera de su entorno socio-religioso. Su contestación nada tuvo que ver con su mensaje. Se limitó a dirigir al sujeto a la práctica habitual estipulada en sus leyes sociales aprendidas desde niños: “Ya sabes los mandamientos”. La citación de esas normas encaja con la demanda de su interlocutor respecto a qué hacer. No le habló de saber ni de creer en el supuesto origen divino de las sagradas normas, sino de responsabilizarse individualmente a llevarlas a la acción en cada circunstancia.
     
    2º Las creencias religiosas carecen de utilidad para obtenerla
    De las diez leyes fundamentales de la religión judía que citó Jesús descartó las cuatro primeras, las referidas a Dios. Exponer que no se precisaba ser religioso para heredar la vida eterna resultaba escandaloso y herético para los judíos de su tiempo. Incluso en la actualidad puede resultar inaceptable para personas pertenecientes a las religiones amparadas bajo el nombre de cristianas. Pero la repuesta de Jesús fue esa y no otra.
     
    Es entendible que esta contestación de Jesús pueda incomodar a gente de marcada religiosidad. Sin embargo, el hecho de que con ella fracturara los cimientos de creencias tradicionales no justifica que se cierren los ojos ante el sentido del texto. Tampoco, el esconderlo o traicionarlo. Quienes acostumbran a aferrarse a la literalidad no tienen reparo en despreciarla en esta ocasión buscando interpretaciones infundadas tales como que Jesús dio por supuesto esos cuatro mandamientos relacionados con Dios o incluso defender que él mencionó los diez, pero Marcos omitió esas cuatro primeras leyes religiosas. Ignoran que el mismo Mateo confirmó la validez, integridad y autenticidad del texto de Marcos al introducir una breve y elocuente pregunta del interlocutor de Jesús solicitándole determinar qué normas sí y cuáles no:
    “…y si quieres entrar en la vida guarda los mandamientos.
    Él le preguntó:  – ¿CUÁLES?” (Mt 19,17b-18ª)
     
    3º Llevar la justicia al límite
    Para el Galileo la vida eterna se alcanza cuando se desea y se favorece la vida de la humanidad al completo; en especial, de los más débiles. Jesús no se conformó con meter el bisturí a los cuatro mandamientos referidos a Dios, excluyó también el décimo:
    “No codiciaras los bienes de tu prójimo; no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su esclavo, ni sus esclava, ni su buey, ni su asno, ni nada que sea de él” (Ex 20,17).
     
    Esta ley con sentido social prohibía desposeer a alguien de todo lo necesario para su vida y su bienestar personal. La mujer, aunque colocada en primer lugar, estaba considerada por la Ley una propiedad más del hombre, al nivel de esclavos, bueyes o burros. La inventada religión cristiana, como depositaria y guardiana de la Sagrada Escritura, no se llenó de escrúpulos al darle un arreglito a este décimo mandamiento. Y lo desdobló en dos, uno sexual exclusivo para hombres (las mujeres se suponen descartadas; como si carecieran de deseos sexuales): “No desearás la mujer de tu prójimo” y otro que tiene toda la pinta de haber sido pensado y redactado para su cumplimiento por quienes carecen de todo: “no codiciarás los bienes ajenos”.
     
    El de Galilea le dio un tijeretazo al último de los diez santos mandamientos e introdujo en su lugar una ley social más apropiada para quien tenía delante, una ley referida a la opresión y explotación del ser humano:
    “No defraudes”.
     
    Esa permuta hecha por Jesús tiene más enjundia de la que aparenta. El verbo griego utilizado por Marcos, ἀποστερέω, significa ‘quitar’ o ‘privar a alguien de lo que le pertenece’ y traduce al hebreo עשק (‘explotar’, ‘oprimir’) que introduce la detallada ley social de Dt 24,14-15:
    “No EXPLOTARÁS al jornalero pobre y necesitado, sea hermano tuyo o emigrante que vive en tu tierra, en tu ciudad; cada jornada le darás su jornal, antes que el sol se ponga, porque pasa necesidad y está pendiente del salario. Si no, apelará al Señor, y tú serás culpable”.
     
    Con este mismo sentido se emplea en Sant 5,4:
    “Mirad, el jornal de los braceros que segaron vuestros campos, DEFRAUDADO por vosotros, está clamando, y los gritos de los segadores han llegado a los oídos del Señor de los ejércitos”.
     
    Habrá que preguntarse la razón de esta sustitución hecha por Jesús y el porqué de aludir a la ley social del Deuteronomio. La explicación la ofrecerá el mismo relato más adelante.
     
    Mateo y Lucas confirman el sentido de este cambio, aunque lo describen a su manera. Los evangelios no se escribieron como crónicas. El objetivo de sus autores fue transmitir con fidelidad el Proyecto de Jesús adaptándolo a cada grupo de adheridos a ese Proyecto y al momento histórico que vivió cada uno de ellos. Así se explican muchas de sus diferencias.
     
    Mateo sigue a Marcos en la omisión del décimo mandamiento, pero en su caso lo sustituye por un precepto considerado de menor rango extraído del Levítico y usado también en otro episodio (Mc 12,28-34; Mt 22,34-40):
    “…ama a tu prójimo como a ti mismo” (Mt 19,19).
     
    Con ello trata de descartar cualquier tipo de explotación humana.
     
    Lucas mantiene también la omisión del décimo mandamiento, pero no lo sustituye y deja enunciados ¡SOLO CINCO!: No cometas adulterio, no mates, no robes, no des falso testimonio, sustenta a tu padre y a tu madre (Lc 18,20). Pero hará uso del precepto menor del Levítico (“ama a tu prójimo como a ti mismo”) en otro relato que inicia con un nuevo personaje, un experto en leyes, que plantea idéntica pregunta respecto a la vida eterna, aunque esta vez con mala idea:
    “En esto se levantó un jurista y le preguntó para ponerlo a prueba:
    – Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar vida definitiva?” (Lc 10,25).
     
    4º Lo primero, la justicia; la familia después
    Por si no eran pocas las modificaciones, Jesús trasladó al último lugar el primero de los mandamientos sociales: sustenta a tu padre y a tu madre”. La familia no está primero ni debe servir como justificación para inhibirse del compromiso con la justicia social.
     
    10. Concluyendo: La otra vida no define el Proyecto de Jesús
    De todo ello se concluye que para el Galileo esa supuesta otra vida posterior a la muerte, la conocida como VIDA ETERNA, depende exclusivamente de la opción sin fisuras por la justicia, expresada -en el caso del judío que le preguntó- en una fidelidad a lo más profundo de la ética propuesta por su sistema socio-religioso. No es lo esencial de su Proyecto. El objetivo de Jesús fue otro. Se confirmará más adelante al avanzar en el análisis de estos relatos.

  • ana rodrigo

    Qué buenísima pregunta propones, Salvador cuando dices: “¿Por qué no aparece en los evangelios ninguna preocupación de los discípulos por la vida eterna y en cambio personas distinguidas por su religiosidad hablan tanto ahora de ese tema?”

    Yo no sé contestarla, pero la reflexiono.

  • oscar varela

    Hola Salvador!
     
    Sobre la frase “el PODER lo ostentan los que tienen el DINERO
     
    1- vale en una concepción económica de la historia,
    – haciendo de la historia entera una monótona consecuencia del dinero.
    – Sin embargo, en muchas épocas humanas el poder del DINERO fue muy reducido
    – y otras energías ajenas a lo económico informaron la convivencia humana.
    – En la Edad Media los judíos poseían el DINERO, pero eran la hez de Europa.
    – No hay correspondencia entre la riqueza de aquellos judíos y su posición social.
     
    2- El PODER SOCIAL no depende normalmente del DINERO, sino, viceversa,
    – se reparte según se halle repartido el PODER SOCIAL
    – y va al guerrero en la sociedad belicosa,
    – pero va al sacerdote en la teocrática.
    – El síntoma de un PODER SOCIAL auténtico es que crea jerarquías-
    – En el siglo XVI, por mucho dinero que tuviese un judío, seguía siendo un infra-hombre,
    – y en tiempo de César los «caballeros», que eran los más ricos como clase,
    – no ascendían a la cima de la sociedad.
     
    3- EL DINERO es un factor social secundario,
    – incapaz por sí mismo de inspirar la gran arquitectura de la sociedad.
    – Es una de las fuerzas principales que actúan en el equilibrio de todo edificio colectivo,
    – pero no es la musa de su estilo tectónico.
    – En cambio, si ceden los verdaderos y normales poderes históricos
    (raza, religión, política, ideas),
    – toda la energía social vacante es absorbida por él.
    – Cuando se volatilizan los demás prestigios queda siempre el dinero,
    – que, a fuer de elemento material, no puede volatilizarse.
    EL DINERO no manda más que cuando no hay otro principio que mande.
     
    4- Las épocas sometidas al imperio crematístico fueron tiempos de transición.
    – Muerta una constitución política y moral,
    – se queda la sociedad sin motivo que jerarquice a los hombres.
    – Contra la ingenuidad igualitaria es preciso hacer notar que
    – la jerarquización es el impulso esencial de la socialización.
    – Cuál sea el principio de ésta es otra cuestión.
    – Pero alguno tendrá que existir siempre.
    – Si los normales faltan, un pseudo-principio modelará la jerarquía y definir las clases.
    – En la Holanda del siglo XVII, el hombre más envidiado era el que poseía cierto raro tulipán. – La fantasía humana inventa siempre algún nuevo tema de desigualdad.
     
    5- Hay la sospecha de ser nuestro tiempo el más crematístico de cuantos fueron.
    – Los prestigios hace años aun vigentes han perdido su eficiencia.
    – Ni la religión ni la moral dominan la vida social ni el corazón de la muchedumbre.
    – La cultura intelectual y artística es valorada en menos que hace veinte años.
    – QUEDA SÓLO EL DINERO,
    – Pero esto ha acaecido varias veces en la historia.
     
    6- Lo nuevo, lo exclusivo del presente es esta otra coyuntura.
    – El DINERO ha tenido, para su poder, un límite automático en su propia esencia.
    – El DINERO no es más que un medio para comprar cosas.
    – Si hay pocas cosas que comprar, por mucho dinero que haya su influjo será escaso.
    – Podemos formar una escala con las épocas de crematismo y decir:
    – el poder social del dinero será tanto mayor cuantas más cosas haya que comprar,
    – no cuanto mayor sea la cantidad del dinero mismo.
    – El industrialismo moderno produce objetos mercables, de tantas clases y calidades,
    – que puede el DINERO desarrollar fantásticamente su esencia: el comprar.
     
    7- En el siglo XVIII existían grandes fortunas, pero había poco que comprar.
    – EL RICO, si quería algo más que el breve repertorio de mercancías existente,
    – tenía que inventar un apetito y el objeto que lo satisfaría,
    – tenía que buscar el artífice que lo realizase y dejar tiempo para su fabricación.
    – Ahora un hombre llega a una ciudad y a los cuatro días
    – puede ser el más famoso y envidiado habitante de ella
    – sin más que pasearse por delante de los shoppings,
    – escoger los objetos mejores y comprarlos.
    – Cabría imaginar un autómata provisto de un bolsillo
    – en que metiese mecánicamente la mano
    – y que llegara a ser el personaje más ilustre de la urbe.
    …………………….

  • oscar varela

    Hola!
     
    Acepto que yo no haya tenido suerte
    con lo que pienso y expongo en mis Comentarios
    referidos a la ‘calificación’ de la ‘Sociedad Alternativa’,
    que fueron, principalmente, sobre tres (3) Conceptos:
     
    1- para el de ‘SOCIEDAD’: no le dio -ni le da- el cuero; tal solo el de ‘ASOCIACIÓN’:
    (Jesús lo pretende yéndose al ‘extremo’ -se entiende- ‘de la Sociedad’ “ésta” que hay)
     
    2- para el de ‘ALTERNATIVA’: no hay tal, pues sigue radicalizada en Dios, ergo ‘TEO-CRÁTICA’
    (Jesús lo pretende ‘interpretando’ lo que Dios era ‘en un principio’)
     
    3- para el de ‘FRATERNAL’: se mantiene la ‘dependencia’ del Padre, quedando ‘PATRIARCAL’.
    (Jesús así lo ‘interpretó’, lo cual ya es más que suficiente para su tiempo histórico)
     
    Estas ‘CAUTELAS’ no tienen por qué menoscabar la perspectiva de Salvador, con la cual coincido; solo que la ‘insoslayable conciencia’ -no hay otro punto de partida- desde la que interpreto me obliga a cuidar el significado de las palabras.
    …………………………
     
    Pero voy a otro ‘Concepto’ –a ver si tengo un poco más de suerte.
    Se trata, no de la Parte de “Jesús, su Programa y sus Muchachos”,
    sino de la Contra-Parte, de ‘EL MALO’ cristalizado en otro Concepto:
     
    4- para el de ‘DINERO’ propongo el de “MERCADO”.
    Acá valdría esperar el pensamiento de Salvador sobre el alcance
    de los Conceptos asociados al de MERCANCÍA (Producción y Comercialización).
    …………………………
     
    NOTA actualizante: propongo “EL MERCADO” porque considero que es la etapa
    a la que el mundo global, desde Friedrich Hayek y Milton Friedman (Chicago boys),
    ha venido entrando –y ya estamos en el auge peligrosísimo de ser consumidos-,
    con nuestra propia anuencia y colaboración.
     
    Más aun, quien se haga cargo de la evolución de las palabras
    a) “liberalismo” y “Neo-liberalismo”;
    b) “Nazismo” y “Fascismo”
    posiblemente perciba que:
    las a) ya no ‘enfrentan’ al Estado-Poder;
    ni las b) son Poderes de Estados (totalitarios)
    sino que el VERDADERO PODER REAL-VIGENTE es “EL MERCADO”,
    quedando EL ESTADO como instrumento de sus saqueos.
     
    ¿Será así?

    • salvador santos

      Hola Oscar
       
      Como hago siempre, he leído con detención tu texto. Y al no encontrar ningún interrogante, he optado en esta ocasión por plantear yo algunos siguiendo tus apartados:
       
      1.    ¿Por qué Jesús constituyó un grupo donde destacaba el número DOCE? ¿Y por qué ese hecho movilizó de inmediato al poder central para desautorizarle?
       
      2.    ¿Por qué no esperó a que Dios diera la orden de establecer su reinado? ¿Cómo se le ocurrió actuar por su cuenta y riesgo y sin autorización divina?
       
      3.    ¿No actuó Jesús con independencia? ¿No es una crítica de falsa independencia la que hace la parábola del hijo pródigo al hermano que no sabía actuar como hijo?
       
      Y el Mercado, ¿no actúa con y por Dinero?
       
      Las religiones ofrecen un salvoconducto para el más allá. La vida de aquí abajo tiene sentido para los adscritos a esas religiones solo como plataforma pasajera desde la que dar el salto hacia lo alto. La praxis religiosa se concentra en hacer cosas buenas para obtener el visado. Prima lo individual. Incluso el otro y los insignificantes son un medio para conseguir puntos a favor. Tratar de lograr una sociedad donde REINE LA JUSTICIA queda al margen de los objetivos de la religión. Jesús no pasó por el aro. Se fue directo a empezar esa sociedad. Y a partir de plantarla a la vista de todos, planteó ¿qué opción tomar? Aseguró que hay tiempo. Incluso los más mayores y más religiosos, los que están aún parados a última hora están llamados a trabajar en la viña recibiendo el mismo salario de los que comenzaron la faena a primeras horas, al clarear el día.
       
      Un abrazo

      • oscar varela

        Gracias Salvador!
         
        Ad 0- “al no encontrar ningún interrogante”
        Bastaba uno (final) que lo involucraba a todos: “¿Será así?”
         
        Ad1, 2 y 3- (general):
        Yo concuerdo-confiando en interpretaciones de un tal Salvador Santos Pacheco,
        – que vienen apareciendo en atrio.org ¡Te las recomiendo! Después me dirás.
         
        Ad 1- ¿Por qué Jesús constituyó un grupo donde destacaba el número DOCE?
        https://www.atrio.org/MARCOS/05.pdf

        Ad 2- ¿Por qué no esperó a que Dios diera la orden de establecer su reinado?
        https://www.atrio.org/2012/03/el-bautista-y-jesus-esos-dos-tipos-tan-raros-iii/
         
        Ad 3- “¿No actuó Jesús con independencia?”
        https://www.atrio.org/2019/03/el-hijo-prodigo-y-el-otro/

        Ad (4): “Y el Mercado, ¿no actúa con y por Dinero?”
        El Mercado actúa CON Dinero y POR Poder.
        (El Trabajador/Asalariado (yo) actué CON Dinero, no POR Poder)
         
        Chau!

        • salvador santos

          Hola Oscar
           
          No entendí tu último interrogante: ¿Será así? como una pregunta dirigida a mí, sino como una duda lanzada al aire de ATRIO. De ahí que planteara algunas preguntas ya respondidas en artículos aparecidos hace tiempo, para que pudiera cotejarse lo que expones con dichas explicaciones y abrir la posibilidad de resolver esas dudas.
           
          Respecto a que el Mercado busca el poder, lo comparto. Solo que el Poder lo ostentan los que tienen el Dinero. Níger no tiene peso específico mundial ni poder alguno por ser uno de los países más pobres del mundo.
           
          Un fuerte abrazo desde Sant Martí de Tous y casi sin tiempo para escribir unas pocas líneas. Aun así, lanzo otra pregunta al aire de ATRIO por si ayuda a reflexionar sobre otras dudas que surgen a veces por aquí:
           
          ¿Por qué no aparece en los evangelios ninguna preocupación de los discípulos por la vida eterna y en cambio personas distinguidas por su religiosidad hablan tanto ahora de ese tema?

  • Juan A. Vinagre

    Muy buen trabajo de interpretación el que realizas, Salvador. Tus análisis-exposiciones-comentarios son más una homilía de formación en el espíritu del Mensaje del Reino, que una sabia exposición teórica. Así deberían ser las homilías: Enseñar a entender más el espíritu del Reino que la letra…   Letra que si se entiende fuera del contexto (lo que es probable, porque los evangelios no siempre recogen el contexto), puede acabar disonando, por lo menos…  De ahí que haya interpretaciones distintas ante un mismo texto. Creo que para entender mejor algunos -o bastantes- textos evangélicos, es preciso por una parte analizarlos también dentro del contexto GLOBAL de los mismos Evangelios. Y por otra, contemplando la vida práctica de Jesús, que -sin dejar de ser austero-, no hacía penitencia, no ayunaba, comía, bebía, vestía bien, con dignidad (a juzgar por la túnica que los soldados no quisieron romper…)  y oraba mucho a solas.                    En suma,  para interpretar bien -o menos mal- a Jesús es necesario conocer y verlo en ese doble contexto: Doctrina completa, en su conjunto, y vida personal. Jesús enseñaba con su Mensaje del Reino (que, aunque empieza aquí, no es de este mundo) y con el testimonio de su vida.         En otras palabras, Jesús nos enseña que ética es respeto (y aceptación práctica de) a una jerarquía de valores, y que si se respeta y cultiva esa jerarquía “todo vendrá rodado”. La añadidura de que habla es la consecuencia del respeto práctico a esa jerarquía de valores, cuyos primeros lugares los ocupan Dios y el hombre-mujer-niños…   Aquí se halla la esencia del Mensaje del Reino.  Mensaje que se resume en la parábola -tantas veces citada- del “Venid, benditos”.

    El problema surge cuando alteramos ese orden, y convertimos dinero y poder en ídolos, a los que dar culto, incluso sacrificando… Es en este contexto social inhumano donde hay que anunciar más, de nuevo, el Reino, y -como Jesús- advertir acerca de esa subversión de valores (de qué te vale…), y si es preciso incluso denunciar…, empezando por denunciar a los que mal sirven y enseñan dentro del Reino.  En suma, el Mensaje del Reino enseña a jerarquizar bien los valores (que es una forma de “cambiar de modo de pensar” y de compromiso solidario). A partir de aquí tiene sentido CONFIAR… En la tierra, si la investigamos (y ésta es nuestra misión) hay recursos para todos, si unos pocos no se apropian abusivamente de los bienes comunes.  Reitero: El mejor contexto para entender bien el Mensaje del Reino es el global del Evangelio y la vida práctica de Jesús de Nazaret, el Maestro, que enseñaba no solo con palabras.

     

  • oscar varela

    Hola!
    Copio el final:
    una sociedad alternativa denominada en el NT: el reino de Dios,
    UN TERRITORIO FIRME DONDE LA SEGURIDAD NO LA DA EL DINERO, SINO EL PADRE.
     
    1- Dicho texto aplicado al tiempo cultural-histórico de Jesús:
    Acepto que Salvador no acepte que yo llame “TEÓCRATA” a esa Sociedad Alternativa
    (por ese kilombito en torno al concepto de ‘DIOS’)
    ¿Aceptará que la insinúe “PATRIARCAL”?
    (por ese otro kilombito en torno al concepto de ‘PADRE’)
     
    2- El mismo texto aplicado a nuestro HOY-cultural (occidental)
    Lo leería así:
    “un territorio firme donde LA SEGURIDAD no la da [SOLO] el dinero,
    sino LA BÚSQUEDA:
    “Buscad primero que reine su justicia”.
    Y, hoy por hoy, la primera forma de obtener DINERO es
    – EL SALARIO del trabajador
    frente al DINERO de
    – EL CAPITAL. de el Patrón
    ¿”Patrón” … “Padre” …?
    ¿Qué raro, no? ¡Tienen la misma raíz etimológica!

    • salvador santos

      Hola Oscar
       
      A tu interrogante referido a cómo llamar a la sociedad alternativa:
       
      ¿Aceptará que la insinúe “PATRIARCAL”?  
       
      A mi me parece que el criterio es llamarla por su característica más sobresaliente: FRATERNAL.
       
      Abrazos desde Sant Martí de Tous.

      • oscar varela

        ¡Ooooleee!

      • Antonio Llaguno

        Es que ese es el punto, Salvador.

        Fraternal frente a patriarcal.

        Y es así porque, Jesús lo deja muy clarito, solo se accede al padre a través de los hijos.

        Me gustaría mucho que nos hicieras exégesis del mandamiento nuevo “Amaras a dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo” porque en mi interior de desconocedor de la exégesis bíblica yo vengo a entenderlo como “Amarás a Dios de la única manera que puedes que es amando al prójimo”

        Yo ahí lo dejo

         

        • salvador santos

          Hola Antonio
           
          Estás en lo cierto. Esa es la idea que transmite I Jn 4, 20:
           
          “El que diga: <<Yo amo a Dios>> mientras odia a su hermano, es un embustero, porque quien no ama a su hermano a quien está viendo, a Dios, a quien no ve, no puede amarlo”.
           
          El texto que citas nada tiene que ver con el mandamiento nuevo.  Lo encontramos en los relatos siguientes: Mc 12,28-34 y sus paralelos: Mt 22, 34-40 y Lc 10, 25-28.
           
          En la exégesis de cualquier texto es importantísimo verificar a quien está dirigido. La interpretación que olvida ese dato suele terminar equivocándose. En nuestro caso se trata de un jurista, un versado en las leyes del AT. Este, pregunta a Jesús por el mandamiento principal de la Ley. Se trata, por tanto, no de un mandamiento nuevo, sino del antiguo mandamiento.
           
          Para el grupo fariseo, al que pertenece el jurista, la ley fundamental era la del sábado, porque era la única que Dios había cumplido al haber descansado tras su acción creadora. Jesús responde aludiendo al primer mandamiento del Decálogo, al que añade otro sacado de una ley de menor rango. Pero, ¡ojo!, esto no es lo principal para el colectivo de adheridos al Programa de Jesús. En ese Programa, si lo recuerdas, se habla incluso de amor a los enemigos.  Por eso es tan importante determinar quien es el interlocutor de cada uno de los relatos del evangelio. Fíjate en esto esto que sigue:
           
          En el texto de Lucas, el jurista pregunta con mala idea; y para justificarse ante la respuesta de Jesús, le pide aclaración sobre ¿quién es su prójimo? Jesús, captando la intencionalidad de la pregunta, le propondrá la parábola del buen samaritano para hacerle ver que el prójimo (próximo) es aquél a quien alguien se aproxima. Y terminará con una indicación individual específica para el jurista: “Haz tú lo mismo”. Tal indicación no puede considerarse como lo esencial para el colectivo de seguidores a quien no se dirige la parábola. A ellos les corresponde una tarea social de diferente envergadura. Hay otras parábolas dirigidas a ellos de las que se habla poco, como la parábola del portero. A menudo se cae en el error de considerar orientaciones individuales dicha a extraños como lo esencial del mensaje de Jesús. De esa manera se elimina el carácter social de su Proyecto: Echar a andar la Utopía humana.
           
          Hay un texto de Marcos emparentado con estos y cuya explicación se publicó en ATRIO en cuatro artículos bajo el título: LA VIDA ETERNA (Este es el enlace del primero: https://www.atrio.org/2021/05/la-vida-eterna-1/).
           
          Te mando un abrazo, Antonio

  • carmen

    Pues como entiendo todo a mí aire y soy lenta de nacimiento porque hasta que no entiendo una cosa que me interesa me atasco como un borrico, ahí va lo que pienso de todo esto.

    Mensaje global. Si se logra una sociedad más justa, ‘ todo esto  lo tendréis por añadidura’.

    Si es así, lo doy por bueno. Me gusta. Lo creo, lo pienso también.

    Ahora, como nos pongamos en plan de economía de los tiempos modernos que diría Chaplin, a ver esto cómo se traduce dos mil años después. Qué tendrá que ver cómo se funcionaba hace dos mil años con la economía global. Solamente hay que ver lo que está sucediendo con las facturas de la electricidad y el gas. Y lo que supone en eso que llaman inflación. Tooooodo sube como la espuma. Y aquí no es cuestión de religiones. Aquí hay cristianos varios, musulmanes, hindúes, taoístas y demás familia.

    El mundo hace muuuuuchos siglos que cambió. Y sigue haciéndolo. Y hemos tenido modelos económicos que, a mí juicio se han quedado obsoletos.

    Que me definan lo que es ser pobre. Por favor. Un señor o señora con trabajo que no llega a fin de mes o de semana según el país, tiene que no preocuparse por el presente o el futuro? Es pobre o rico?

    Un señor o señora o los dos juntos que trabajan y gracias a la vida tienen recursos suficientes para mandar a sus hijos a la universidad de tienen que sentir mal porque no encuentran un camello pequeñiiiiico que quepa por el ojo de una aguja? Pues yo, mi persona está orgullosa de haberlo conseguido

    Que me definan también rico. Qué es ser rico?

    Quizás deberíamos hablar del enriquecimiento a costa de la pobreza de otros. Y por favor. Absténganse de decir que cualquier persona se ha enriquecido a costa de estrangular al de al lado. Sencillamente no es así. Habrá de todo, como en botica.

    Sé de personas a las que económicamente les ha ido bien porque le han entrado buenas cartas y ha sabido jugar bien. Y a otros muchos que le han entrado malas cartas y ha perdido. También sé  de perdedores que no son ganadores porque no han podido pero les encantaría haberlo sido. No ha sido una opción.Conozco a personas honestas y deshonestas en clases sociales diferentes. Y no entro en la circulación de dinero negro, no en el de paraísos fiscales, ese es otro nivel, me refiero al dinero negro de la vida diaria, del menudeo . Tampoco entro en la riqueza material de la iglesia. Para qué? Y les aseguro que no ha sido por los collares de las vírgenes.

    Pienso que el modelo de Jesús de Nazaret no es un modelo económico. Es de optar por la honestidad, estés dónde estés. Porque si fuésemos honestos cada uno en el trabajo que ha logrado obtener, el mundo sería otro, y quizás, solo quizás,  las necesidades básicas de todos los habitantes y habitantas del mundo mundial estarían cubiertas.

    Estoy de la sacralizacion de la pobreza hasta el mismo sitio que la sacralizacion del sufrimiento: hasta el gorro y más allá.

    Y, además, como tengo esta osadía irresponsable que tengo, estoy segura de que si tuviese mi máquina del tiempo y lograse una entrevista con Jesús, llegaríamos a entendernos.

    Y es que me voy a condenar.

    Fijo.

    Un abrazo, Salvador.

    • salvador santos

      Hola Carmen
       
      A tu demanda respecto a aclarar qué es ser pobre y qué ser rico, te aporto un simple y parcial apunte por si sirve:
       
      El pobre es quien, careciendo de todo, tiene UNA gran necesidad: DEJAR DE SERLO.
       
      EL rico es quien, teniéndolo todo, tiene MUCHAS grandes necesidades; entre ellas, QUE EL POBRE SIGA SIÉNDOLO.
       
      Un fuerte abrazo

  • ana rodrigo

    Uf, Salvador, qué mérito tienes por intentar hacer comprensibles unos principios vitales que, además de ser difíciles en sí mismos, encima nos lo han “explicado” siempre de forma literal, sobre todo a la gente sencilla que va a misa y escucha los sermones de unos señore, los clérigos, sean religiosos o seculares que forman la cúspide de una institución llamada Iglesia, la institución con más valor económico, ya sea inmobiliario, obras de arte, joyas, etc.. del mundo y de toda la historia. El domingo pasado se cortó la circulación en Granada porque llevaban un virgen de una iglesia a la catedral a una coronación más, porque no sé cuántas coronas lleva ya en la cabeza, además de otros aderezos de oro y piedras preciosas. No es lo mismo predicar que dar trigo.

    La base de la pirámide- Iglesia-Institución, la formamos gente que lo que quiere es trabajar para poder vivir, en muchos casos sobrevivir con muchas fatiguitas o con mucho sufrimiento, o por no tener trabajo o por ser un trabajo precario que no le llega ni a mediados de mes.

    Yo creo que leer este evangelio en un templo lleno de trabador@s es un insulto sin una muy buena exégesis, si es posible en este caso.

    Porque en las puertas de los templos está quienes tienen que pedir limosna, y los ricachones ni se acercan.

    El que ha comprado twiter, Elon Musk, por miles de millones, o el ranking de supermillonarios, le importa un pimiento lo que haya dicho Jesús hace dos mil años o antes de ayer.

    Después están las órdenes religiosas que, individualmente hacen voto de pobreza, mientras colectivamente, con el trabajo gratuito de sus componentes, tienen unos patrimonios inmobiliarios inconmensurables, además de muy buenas cuentas bancarias como quedó de manifiesto hace unos años. Por otra parte, a nivel individual no tienen que preocuparse ni por la comida, ni por el vestido ni por la vivienda, ni por el presente y ni el futuro de sus hijos y/o hijas. Así sí se puede ser “pobres… de pacotilla”

    ¿Y si cambiamos el término dinero por el del trabajo? Porque hay muy pocos ricos que lo sean debido al sueldo de cualquier trabajad@r

    Yo he sido cristiana toda mi vida, aunque de diferentes maneras según la época y sus paradigmas correspondientes, he tenido que luchar y hasta llorar mucho por sacar adelante a mis cuatro hijas y hasta alguna nieta, Dios no me ha resuelto nada en la cuestión de supervivencia en mis circunstancias. Ni veo que lo haga con l@s sin techo o l@s de las colas del hambre.

    Esta frase, “¿No vale la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?”, dicha así es muy peligroso, y puede acarrear mucho dolor y mucho alejamiento del evangelio o de la Iglesia y, hasta maldecir la oración de petición, ante el silencia de Dios.

    Lo de amasar dinero que se lo digan a quienes lo hacen, unos cuantos ricachones, y más ricachones cuanto más grande es la crisis económica como la actual y más hambre hay en el mundo.

    Es el sistema capitalista el que permite estas barbaridades pues el evangelio les importa un bledo.

    Como diría Alberto, LDVM

  • Alberto Revuelta Lucerga

    Los 120 obispos franceses, unos de pleno derecho y otros jubilados, están reunidos estos días en el plenario de la Conferencia Episcopal del país. En un encuentro con periodistas celebrado ayer lunes día 7,  el presidente, arzobispo de Reims, ha informado que 11 de los 120 están siendo investigados por la justicia civil o por la de su iglesia por considerar ráelos responsables de conductas inapropiadas o por no haberlas denunciado conociéndolas.  Uno de los objetivos de la sesión plenaria de estos días es lograr un mecanismo de traspaso reenvía efectiva en materias como las relatadas en la rueda de prensa. Precisamente en la misa de ayer se leía la carta del apóstol San Pablo a Tito, en la refiriéndose las  comunidades de su tiempo escribe:” Que el responsable sea alguien sin tacha, marido de una sola mujer, que tenga hijos creyentes……porque es preciso que el obispo sea intachable como administrador que es de la casa De Dios, que no sea presuntuoso, ni colérico ni dado al vino,ni pendenciero, ni ávido de ganancias poco limpias”. Han pasado veinte siglos y Pablo no habla solo de abusos sexuales. Alberto Revuelta

  • Gonzalo Haya

    Creo que sería muy importante conocer la interpretación que dan a estos textos las distintas Comunidades Populares de Base, o Comunidades de inmigrantes. La expresión “no andéis preocupados” deja un amplio margen de interpretación: ocupados sí, pero no preocupados. Los discípulos, objetivo primario de estas palabras de Jesús, parece que no las entendieron.

    Creo que estas palabras se refieren al ideal de la plenitud del Reino (la vida alternativa); ¿qué hacer durante este “todavía no?. Jesús no quiere concretarlo porque no quiere caer, como los fariseos, en un fárrago de prescripciones para las infinitas situaciones de cada uno; prefiere presentar la meta y que cada uno, según su conciencia y generosidad, adopte su comportamiento en cada situación.

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