El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva se comprometió este domingo a “restablecer la paz” en Brasil, en su primer pronunciamiento tras ganar las elecciones ante el actual gobernante, el ultraderechista Jair Bolsonaro.

“Estoy aquí para gobernar este país en una situación muy difícil, pero con la ayuda del pueblo vamos a encontrar una salida para que el país vuelva a vivir democráticamente”, afirmó el líder del Partido de los Trabajadores (PT) desde un hotel de la ciudad de Sao Paulo.

“Esta elección puso frente a frente a dos proyectos diferentes de país, pero hubo un solo ganador, el pueblo brasileño. Esta es la victoria de un inmenso movimiento democrático que se formó dejando de lado intereses político y personales para que la democracia salga victoriosa”, aseguró.

A nadie le interesa vivir en un país dividido en permanente estado de guerra. Este país necesita paz y unión. Voy a gobernar para todos los 215 millones de brasileños, incluso para quienes no me votaron. No existen dos Brasil””, dijo Lula, de 77 años, tras derrotar por un estrecho margen al ultraderechista Jair Bolsonaro, que buscaba la reelección.

Lula acusó al mandatario de haber puesto en marcha la máquina del Estado al servicio de su reelección y de haber diseminado el odio en el país.

“La mayoría del pueblo dejó bien claro que desea más y no menos democracia, más y no menos inclusión social, más y no menos respeto y entendimiento entre los brasileños. El pueblo desea más libertad, igualdad y fraternidad en nuestro país. El pueblo quiere comer bien, vivir bien, quiere empleo bien remunerado, quiere políticas públicas de calidad, quiere libertad religiosa y libros en lugar de armas“, afirmó.

La lucha contra el hambre, una prioridad de su administración

Lula recordó durante toda su campaña que Brasil fue excluido del mapa del hambre de la ONU durante su primer Gobierno (2003-2010) pero que actualmente hay 33 millones de brasileños pasando hambre.

“No podemos aceptar como normal que millones de personas no tengan que comer o que consuman menos de las calorías que necesitan”, afirmó tras los resultados de este domingo.

El líder progresista afirmó que es inconcebible que un país como Brasil, que es una de las mayores potencias agropecuarias del mundo, el tercer mayor productor de alimentos y el primero de proteínas animales, no “pueda garantizar que todos los brasileños tengan diariamente un desayuno, un almuerzo y una cena”.

“Este será nuevamente el compromiso número uno de mi Gobierno”, reafirmó el presidente electo en un discurso de cerca de veinte minutos que concluyó afirmando que “combatir la miseria es la razón por la que viviré hasta el fin de mi vida”.

Deforestación cero y mensaje a la comunidad internacional

Durante su discurso, Lula da Silva, prometió además luchar por la deforestación cero en la Amazonia y dijo que retomará el control de las actividades ilegales en esa región, donde promoverá el desarrollo sustentable.

Brasil y el planeta necesitan de una Amazonia viva. Un árbol en pie vale más que la deforestación, el río limpio vale más que todo el oro extraído con las aguas contaminadas por mercurio”, manifestó.

El líder izquierdista también se dirigió a la comunidad internacional y dijo que “Brasil está de vuelta” y dejará de ser un “paria”.

“Brasil es un país grande y no puede estar relegado al nivel de paria que se encuentra actualmente”, apuntó, tras recordar que durante su gestión anterior fueron creados los Brics, la Unión Sudamericana de Naciones (Unasur) y se reforzó el Mercosur.

“No nos interesan los acuerdos comerciales que condenan a nuestro país al eterno papel de exportador de commodities y materias primas. Reindustrialicemos Brasil, invirtamos en la economía verde y digital, apoyemos la creatividad de nuestros emprendedores y emprendedoras. También queremos exportar conocimiento”, aseguró.