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Pequeña réplica a Alfredo Fierro

Aunque son muchos los artículos pendientes de publicación (entre ellos otro de Alfredo Fierro que veréis pronto), he querido que aparezca pronto este escrito de Santiago, que mantiene vivo el tema del posteísmo, más diálogo integrador que debate polémico, como siempre lo deseó ATRIO. AD.  

Estimado D. Alfredo, o mejor, querido Alfredo dada la común amistad con Leandro y aunque no nos conozcamos. Soy Santiago Villamayor, vecino durante muchos años de Zaragoza donde tú fuiste Profesor. Nací en Huesca, fui jesuita en la Misión Obrera, militante vecinal y profesor de Instituto.

No nos conocemos personalmente, pero leí, en esos años 70, algunos de tus libros. Últimamente no he seguido tu trayectoria y para mí el escrito que has publicado aquí en Atrio me ha supuesto una rica sorpresa. En primer lugar al comprobar que te has leído nuestra documento. Nos has dado un rapapolvo muy concienzudo. Muchas gracias.

Es una crítica muy valiosa para nosotros, los firmantes del escrito al que te refieres y mejor dicho para mí, pues te respondo en nombre propio. Sin embargo, creo que no has tenido en cuenta el modo dialógico y de búsqueda de nuestros escritos y consultas. Y no nos dejas en buen lugar al tratarnos de ligeros e imprecisos. Da la impresión, Alfredo, de hacerlo desde una cierta superioridad, y desde una pretendida claridad casi dogmática más criticable que nuestro “desparpajo”.

Nosotros no hemos hecho una proclama ni un manifiesto sino un documento para reflexionar en nuestras “consultas”. Tu crítica sí parece la proclama de un agnosticismo ya inclinado al ateísmo incluso a la negación de todo sentido de la realidad. No quiere reconocer el gran desenvolvimiento de la realidad como algo valioso. Lo refutas un tanto pesimistamente aludiendo a la perversidad humana. No es argumento. Y no comprendes bien, o no hemos podido explicarte nuestra manera de enfocar los relatos sobre Jesús

Te quiero comentar las dos cuestiones principales que planteas: ¿el posteísmo que nosotros concebimos es un teísmo camuflado? ¿Las conductas de Jesús que nos inspiran en la coparticipación evolutiva, son fantasías sobre un personaje del que no sabemos nada?

Escucharemos con respeto cualquier otro comentario que nos quieras hacer pero vaya por delante esta réplica. Proviene de un “atheos” pero no de un “ateo del sentido” dado que, como tú dices en otros artículos, ya no se trata tanto de la cuestión de Dios sino de si la realidad significa algo. En mi opinión, hablar de sentido es en cierto modo hablar con hondura, no necesariamente de un modo metafísico, es hablar de ética y de política, es hablar de belleza y esperanza, de dimensiones reales y no fantasiosas. Y me sumo a esa “polifonía de sentidos” que dices también en otros escritos. Y a eso en las mentes liberadas se le llamaba “Dios” polisémicamente y conscientes de la inviabilidad de hablar de eso, exista o no.

En segundo lugar he observado un matiz de cierta autosuficiencia porque no hemos descubierto antes las perspectivas agnósticas y gnósticas y ahora dar la impresión de querer confesarnos ateos con la boca pequeña y teístas en cuanto ventrílocuos.

En aquel entonces algunos de nosotros estábamos sumidos en plena fascinación revolucionaria y profética. Ahora y ya desde hace unos 15 años yo soy más consciente del error del literalismo y del carácter constructivista de nuestras convicciones y creencias religiosas o políticas. Eso se ha ido amasando poco apoco.

Tras la publicación de algunos libros sobre posreligión, posteísmo, nuevos paradigmas, etc. hemos ido formando un grupo de trabajo, el colectivo autor del documento que comentas y una red en la que destaca Tiempo Axial en Latinoamérica, Golias en Francia, Gabrielli Editori en Italia y el Instituto Humanitas de la universidad UNISiNOS en Brasil por citar los más importantes núcleos de reflexión posreligional en el contexto popular y no académico en el que nos movemos y escribimos.

También con Leandro, Asinja, Paradigmas emergentes (dormido) y diversos grupos y blogs de comunidades de base abordamos estos temas. Quizás te llamemos algún día entrados ya en el curso. Realizamos dos o tres “Consultas” por zoom con un grupo variable de unas 100 personas cuyas aportaciones han sido críticas por ir demasiado lejos y en un nivel elevado, al revés de las tuyas por quedarnos cortos o no ser rigurosos. Estamos en tierra de nadie.

Te cuento todo esto porque si fuera cierto lo que nos criticas sería en parte porque no queremos correr. Preferimos un proceso colectivo en el que nadie pueda sentir que traiciona sus convicciones sino al contrario que encuentre alivio en este proceso. He entrado en tu blog y me ha resultado muy interesante por la coincidencia en el contenido, quizás no tanto en algunos matices o en la persuasión con que los defiendes. Pero te agradezco la sinceridad con que te deshaces de tu pasado, si bien no entiendo un posición tan fuerte y clara por un ateísmo un tanto intelectual y solipsista, si no me equivoco, que no va con la incertidumbre que caracteriza a tantos actores de hoy en el ámbito mismo del ateísmo y que buscan su sitio en esta “edad de la nada”.

En cuanto a lo que nos dices, en primer lugar nuestro escrito no es ninguna proclama o manifiesto sino la expresión de un cambio experimentado por muchísima gente en el ámbito de la religiosidad pero también de muchas otras personas del ámbito de la insignificancia e incluso de la militancia sociopolítica.

Sí que está desconcertada la humanidad; quizás el término no es del todo correcto y habría que describirla con otros adjetivos como temerosa, vulnerable, asustada, desmotivada, desencantada, cansada y por supuesto que no valen las generalizaciones, pero creo que es una constatación que observamos en muchas personas del entorno occidentalizado, no sé en qué cuantía. Y también creo que es verdad que vamos construyendo poco a poco una esperanza planetaria a pesar de esa desigualdad creciente que tú mismo comentas y del destrozo que provocamos al medio ambiente. Basta con dirigir una mirada a las oenegés y leer a la vez a Thomas Piketty y a Steven Pinker.

Algunos logros de la ciencia, algunas palabras de mucha gente buena y sobre todo los esfuerzos democratizadores de muchas de nuestras organizaciones y partidos, a pesar de su desprestigio y de su corrupción, van marcando pequeños hitos en la historia que sólo con una mirada de 50 en 50 años resultan algo perceptibles. Atrás se está quedando la esclavitud aunque adquiera en algunos sitios otras formas, atrás la marginación de la mujer; aumenta el respeto de los derechos humanos, se persigue mejor la corrupción, se va superando la pobreza, etc.

Por supuesto que los 2000 millones de personas que citas, no están para desconciertos ideológicos y así es. Esta preocupación socio teológica que se manifiesta en estos escritos son propios de la generación que tú dices, pues quizá todos los que conversamos en estos foros superamos con creces los 70 años. De 40 o incluso 50 años para abajo esas percepciones ya no se dan. Aunque sí otras similares.

Y este es otro dato indicativo de lo que se afirma en nuestro escrito. Estas preocupaciones, estos intereses, discurren por otros derroteros que el de nuestra vieja religión. Existen muchas brechas más importantes que nuestras diferencias. Una brecha económica marcada por nuestra situación desahogada y la creciente necesidad de las personas en una economía de despilfarro. Una brecha científica, sobre todo digital, por el escaso conocimiento científico que tenemos frente al enorme avance de la tecno ciencia. Una brecha de edad que nos separa de las generaciones jóvenes, metidos en pantallas y en amores líquidos, ensueños resquebrajados y un futuro menos prometedor que el nuestro. Una brecha política cada vez más acentuada entre las democracias igualitarias y los nacionalismos autoritarios recién reaparecidos. Los esperanzados o los que optamos por el sentido y su polifonía, por la realidad preñada o el “teísmo camuflado” somos muy ingenuos a veces, es verdad. También el ateo “débil” que se mete en estos berenjenales con apariencia de ateo “fuerte”.

El desconcierto por cuestionar las verdades absolutas no surge como una caída del caballo sino que es un proceso lento entreverado de dudas, retrocesos, avances, consultas y en el que quizás pocos tuvieron hace años una mayor clarividencia. Pero muchos de nosotros en esos años ya estábamos recogiendo las migas de la posmodernidad. No somos tan ajenos a la vanguardia posteísta. Si fuimos de los primeros en cambiar la religión por el humanismo.

Es verdad que el intento de compartir la vida y la lucha en los barrios y en las fábricas eclipsaron estas otras preocupaciones de tipo intelectual y es ahora con el desencanto colectivo de las grandes ideologías y religiones cuando las preguntas por el fondo de la vida, y la existencia del mal afloran de modo más racional.

Eran pocos los cristianos convencidos del carácter relativo de sus creencias, la uniformidad nacional católica tardó mucho en resquebrajarse y fueron estas dos grandes corrientes, la teología de la liberación y la teología de la secularización las que contribuyeron a desmontar ese sistema y con él cualquier otro sistema religioso. Poco apoco se minó el gran Misterio de la Salvación. No es Palabra de Dios sino mito y construcción simbólica. Todavía la gran mayoría de la gente católica, que es la gran minoría social, sigue creyendo que las religiones son desde siempre y que hay un Dios previo y separado del mundo y que la salvación es ante todo sobrenatural. Todavía hace falta mucha paciencia y cautela para desmontar esas fosilizaciones. El realismo barrió la lectura simbólica. Porque el gran error ha sido confundir los lenguajes y difundir el mito como un explicación o fotografía exacta y cierta, situar las creencias en el mismo plano que las teorías científicas.

Sí que esta etapa nueva del Posteismo es un verdadero lío, un sindiós, como tú dices. Cierto que la deconstrucción está inventada desde hace tiempo y que para el desembarazo no hace falta cristianismo pero nos parece exagerado por tu parte esa insistencia en un agnosticismo tan inclinado ya hacia un ateísmo fuerte que se desdice a sí mismo. No es lo mismo la cuestión del sentido, antes “Dios”, que el gusto por el flamenco o el cubismo. El no saber agnóstico no se refiere a cuestiones baladís.

En cuanto a la cuestión de la inspiración de Jesús que nos ayuda a cooperar con la evolución creadora quiero en primer lugar exponer lo que él significa para nosotros. No se trata tanto de una persona histórica, de la que efectivamente tenemos pocos datos, cuanto de un relato por parte de gente que se quedó tocada por su sabiduría, un relato muy posterior y por lo tanto muy creativo y sobre el que podemos hablar porque esos textos realmente son un documento histórico aunque tenga poco o mucho que ver con la realidad de su protagonista. Sobre ese relato construimos nosotros nuestra inspiración.

La teología ha distinguido siempre entre el Jesús de la historia y el Cristo de la fe. El primero es un exceso de realismo histórico, quizás infundado, y el segundo es el fruto de una divinización fuera de lugar. Para mí la comprensión es inversa, se trata siempre de un Jesús de la fe, no hay otro; todo lo que tenemos de ese Jesús es un testimonio de fe en clave greco-judía y desde predisposiciones religiosas israelitas y el Cristo, es de la historia, el consagrado o señalado por tantos siglos de cristianismo ortodoxo, la suma de las construcciones magisteriales de una Iglesia pretendidamente fundada por el mismo Jesús y elevada a la categoría de maestra de una Verdad absoluta. Todo lo contario de las actuales concepciones de la verdad y del conocimiento. Los primeros concilios no muestran sino la voluntad episcopal e imperial por erigirse en portadores de la vedad y del poder legítimo, por considerarse los descendientes e intérpretes exclusivos de la única verdad llamada Revelación o Palabra de Dios.

Acudir a los evangelios para nosotros es acudir a una de las muchas sabidurías que en el mundo se han dado. Quizás algo especial porque hemos nacido en ella y sobre todo muy valiosa porque dicho relato es exponente de una supra ética, sentimiento o voluntad de responder a la bella bondad que se da en el animal humano. No hay más de creación histórica ni menos de inspiración y motivación para seguir siendo lo mejor de nosotros mismos

El término que comentamos “inspiración” nos deja una gran libertad ante cualquier profeta, científico, o persona que hable con sentido común y sabiduría. Nos tenemos que educar para ser oyentes de las múltiples palabras de sentido que hay. Si esas “fantasías” que dices, nos hacen felices, mueven a la acción y son sostenidas conscientemente de su valor simbólico, no son otra cosa que la poética que siempre ha alimentado al mundo. Más valen esas fantasías que “Juego de Tronos”.

Un abrazo, Santi Villamayor

15 comentarios

  • Casi nadie acepta ya que haya una verdad absoluta, Luis. ¿Quién la determinaría? ¿Una sola persona o sujeto? En ese caso sería muy particular. ¿ Una Revelación? y ocurriría lo mismo, La vedad absoluta tiende a erigirse dominadora y suele ser fuente de fundamentalismos. Hoy más bien, y de acuerdo con la manera de entender nuestro conocimiento, se piensa que la verdad es una construcción social provisional en constante camino de rectificación como ocurre en la ciencia cuyas hipótesis deben ser contrastadas. Y se expresa en diferentes lenguajes: empírico, comprensivo, simbólico… El modo de acercarnos a ella pasa por el consenso crítico progresivo desde posiciones de igualdad y desde el “velo de ignorancia”.
    Alberto, no necesariamente porque pase el tiempo o las personas se comuniquen deficientemente, una narración queda falseada, te lo concedo. Pero sí tan recreada, tan alterada que no puede fundar decisiones de suma importancia como dice Isidoro. Sobre todo cuando esa misma narración ya nació con esa intención, no contar hechos sino adecuaciones a historias anteriores. Los evangelios no se escribieron según Jesús sino según el modo judío. Son expresiones de una admiración y un deseo de presentar a Jesús como el Mesías tal como lo anunciaban los profetas de Israel. Es un modo de habla midrásico, modelado siempre por el deseo de situar a Jesus en la tradición de los ungidos por Yahvé. Y así se le aplicó simbólicamente el título de Hijo de Dios que fue interpretado por nosotros de forma literal y dogmática. Lo importe del relato sobre Jesús no es que tengamos muchos o pocos datos históricos sino lo que significa o nos mueve, su sabiduría más allá de toda recreación o adherencia

    Muchas gracias Alfredo por tu no- replica, tan respetuosa y amable. No sé si lograré aclarar lo que me dices que no se entiende. Es lo que muchos sabéis mejor que yo. Que el Jesus narrado es siempre un Jesús de la fe. No hay un Jesús de la historia, está siempre recreado por la fe. La veneración de los primeros cristianos nos trajo una narración no histórica sino testimonial. Y no hay otro Jesus que ese de la fe de los primeros cristianos. El Jesús histórico es una reconstrucción en la que puede haber algún elemento objetivo pero sobe todos se proyecta un gran subjetividad. La mentalidad judía y el magisterio de la Iglesia desarrollaron su propia versión construida sobre todo a partir de la atribución de divinidad y así se fue construyendo históricamente, siglo a siglo, el Cristo de la Historia, el Cristo sobrenatural y divino

    No sé si me he explicado. En todo caso gracias por tu aclaración.

    • ana rodrigo

      Santi, a mi, sí me ha gustado tu comentario, lo que dices es clave para reorientar el Cristianismo como fuente de una manera muy constructiva de caminar por la vida. Gracias.

    • Sr. S. Villamayor:
      Debe saber ya que en las Ciencias Humanas en el campo de lo subjetivo esta ciencia valida una idea por apreciación intersubjetiva de los pares. Vale “el voto de la mayoría”. Luego no se trata de un individuo que nos descubre la Verdad Ultima. Puede ser un individuo pero después lo que nos haya descubierto pasa por la criba de los expertos en la “materia”.

      Si ha leído lo dedicado a Vd. por mi, ha leído lo que cuelgo de K. Wilber y su queja. Y coincido con Wilber en que el relativismo es como estar en una colmena sin abeja madre.

      Dicen que existe una Filosofía Perenne. Filosofía que aún no he explorado, pero creo que si es valida, es una fuente de conocimiento sabio para hoy también. Como digo, no se.

      Todas las brújulas de la Tierra marcan el Norte y tenemos el Kosmos (con K) dinámicamente en movimiento con precisión milimétrica. El Sol que nos da la vida aparece cada día. El Kosmos para los sabios griegos era lo subjetivo o metafísico también, luego existen leyes naturales metafísicas también. Si uno solo de entre nosotros tuviese la intuición capaz de despejar nuestro atasco filosófico y que fuese capaz de llevarnos de las aguas cenagosas del relativismo, a Tierra firme, seria como el marinero de Colon Rodrigo de Triana, el del grito de ¡Tierra!.
      Como estamos en la “aldea global” el descubrimiento de la Verdad para hoy, seria valido globalmente dejando eclipsadas culturas locales, socialismo o capitalismo, religiones varias… y un largo etc.

      Eso. Nos falta un “Rodrigo de Triana”. Después ya estudiaríamos entre todos si ha visto Tierra o era una alucinación.

      Albert Einstein dixit:

      “Una locura es hacer la misma cosa una y otra vez esperando obtener resultados diferentes. Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo.”

      Lo mismo es pensar filosóficamente teniendo por techo la razón lógica, usando el hemisferio izquierdo del cerebro, pero el desatasco filosófico a que me refiero, no vendrá de la lógica. Esta lógica nos ha metido en el galimatías relativista en que nos encontramos. El desatasco lo lograremos con el hemisferio derecho del cerebro. El intuitivo, el de los creativos, los artistas y… los místicos…
      Si. Son los místicos los que intuitivamente nos pueden abrir la puerta del futuro “con rostro humano”. No los intelectuales que lo saben todo… Ya han demostrado hasta donde son capaces de llevarnos, a este galimatías patético que digo. Han olvidado los intelectuales que la filosofía sin un espíritu depurado y sutilizado se convierte en algo grismente chato.

      Daniel Lumera, nativo de Cerdeña doctor en ciencias naturales. En su libro. “El Código de la Luz” (Obelisco) nos propone el sistema solar como modelo de evolución.
      Nos insta a que tomemos el Sol como modelo. Si miramos directamente al Sol. (al atardecer, ojo) vemos la luz sin sombra alguna. De eso se trata. Bañarnos en una luz sin sombra. Desde la Tierra todo lo vemos dualmente dividido entre luz y sombra.

      Los pioneros de hoy, son los que buscan “morar en el Sol”. Entonces no “harán lo mismo una y otra vez buscando resultados diferentes” como criticara Einstein.

      Para todos: yo tengo mi “Rodrigo de Triana” El místico yogui indio e hindú, Sadhguru. Investigad en You Tube y en todo el Internet. Quedareis con la boca abierta.

       

  • ana rodrigo

    Pues yo he dedicado la mayor parte de la tarde a leer unos cuantos comentarios de los 62 que se hicieron en el artículo que escribió Fierro el 30 de Julio, al que replica Santi Villamayor, y he llegado a alguna conclusión.

    Una, fueron muchos los comentarios  muy interesantes y que vale la pena releerlos para no repetirnos.

    Dos, el tema de y sobre Dios, Jesús, cristianismo, Tradición-Iglesia, es recurrente, con interpretaciones muy variadas, que se convierten en una noria dando vueltas sobre sí misma. Aunque debo reconocer que l@s intervinientes en atrio l@s hay muy creativos, activadores de nuevas visiones y de la evolución social que reclama dichos avances, o aquella parte de la sociedad que rechaza los avances y les apetece “lo de siempre”,  como quienes rechazan lo existente, presente o pasado y no les interesa nada que tenga que ver con el mundo religioso.

    Tres, es decir, el debate se hace tan “eterno” como la otra eternidad creída por millones de creyentes en las verdades de  de su fe dogmática.

    Y, finalmente, a mí me interesa leeros porque  ayudáis a mis reflexiones personales en mi caminar por la vida.

  • La barca de Pedro hace aguas. Hay muchos porqués pero no quiero escribir de los porqués. Como la ortodoxia cristiana en numero de seguidores cae como un avión en barrena. Espiritualmente hablando ¿que hacen estos ex seguidores de una religión en declive?.  El ateísmo materialista es una opción para algunos solamente, para la mayoría existe el agnosticismo. El “yo creo en Dios pero no en los curas” ¿que hacen los profesionales de la religión, y del espíritu…? En Occidente están desorientados ante la catástrofe y desesperados se convierten los que deberían ser guías del pueblo. En “buscadores”.

    El relativismo cultural es lo que tenemos sabido pero en Occidente buscamos lo que nos falta, un pilar de Verdad Absoluta que se ramifique y sea la columna vertebral de nuestra vida que hasta ayer, mas mal que bien lo representaba el cristianismo literalista romano.

    (Aquí viene bien un un texto de Ken Wilber que tengo archivado y que para mi vale oro.)
    “Contamos con críticas al capitalismo, el consumismo, el sexismo, el racismo, el patriarcado, los negocios impulsados por la codicia, la energía derivada de los combustibles fósiles, la economía global, la explotación del medio ambiente, el calentamiento global, el militarismo, la pobreza mundial, la brecha entre ricos y pobres, el tráfico de seres humanos, la epidemia del uso y tráfico de drogas, el hambre, la sequía, las epidemias globales, la escasez de alimentos, etcétera. Casi todas estas críticas me parecen muy adecuadas, pero hay una que, aunque nunca se mencione, probablemente sea la más importante de todas: que la cultura occidental ha perdido el acceso a las fuentes del despertar. Pues, al carecer de Verdad última que guíe, a modo de Estrella Polar, nuestras acciones globales, no sabemos muy bien hacia dónde nos dirigimos. Por ello nuestra cultura suele tirar la toalla y espera a que los avances tecnológicos resuelvan todos los problemas que nos aquejan. ¿No es ese acaso el objetivo al que apunta nuestra tecnología? Confiamos en que la tecnología solucione nuestros problemas, incluidos aquellos problemas tan difíciles que ignoramos que tenemos, pero que confiamos que los ordenadores acaben desmenuzando, identificando y resolviendo, acercándonos a un cielo transhumano en la tierra. ¡Aleluya!


     
    Con ello no quiero decir que esté en desacuerdo con esas visiones, lo único que pasa es que son verdades relativas, realidades relativas y soluciones relativas. Todavía carecemos de una Verdad última, un despertar a una Realidad última que, como Fundamento sin fundamento del Ser, ancle y dé sentido a todas nuestras tareas relativas. Estamos lanzándonos de cabeza a la parte honda de la piscina y alentando a todo el mundo a hacer lo mismo en una especie de suicidio colectivo. ¡Y, para empeorar las cosas, estamos orgullosos de ello! Orgullosos de estar perdidos entre verdades relativas e insistiendo en la inexistencia de toda Verdad última.”
    K. Wilber viene a decirnos que estamos como en un enjambre de abejas sin abeja madre.

    ¿Pero donde está la Verdad, la Bondad y la Belleza para nosotros los occidentales hoy?

    Taisen Deshimaru maestro Zen japonés que vino al Occidente a traernos el Zen y triunfo, primeramente en Francia. Maestro mío después de muerto. Se de sus enseñanzas por sus libros. Pues bien, nos decía que por la fusión del Oriente y el Occidente, podríamos crear la mas alta expresión de la vida humana.

    El cristianismo romano nos metió en una pecera donde solo contemplábamos hacia el exterior objetivo. (En palabras aproximadas de Carl Gustav Jung…) Volcados hacia este exterior objetivo hemos sido brillantes hasta hoy, la era de la globalización. (La maquina de vapor, el automóvil, el viaje a la Luna etc. etc. etc.)
    Todo objetivo. ¿Y la parte subjetiva de la realidad? La religión cristiana romana o sea nada.
    Los orientales hace milenios, en la India que son maestros en la ciencia subjetiva humana. Esta ciencia y tecnología… se extendió de la India a toda Asia indiscutiblemente con el budismo, y hay quien sostiene que a todo el mundo, porque el  ADIYOGUI o primer yogui, mas conocido en el hinduismo como SHIVA. Nos trajo 112 métodos para trascender el ego y consecuentemente llegar a ser mas lucidos. Nos trajo ciencia transformativa. El Buda desarrollo UN METODO de esos 112. El BUDA es un tecnólogo, el autentico científico fue el ADIYOGUI.

    Pues bien… ¿nos falta ciencia y tecnología introspectiva. O no…? Así se entienden las palabras de Deshimaru. Tenemos los occidentales una mina de oro sin explotar, con la ciencia y tecnología subjetiva humana de Oriente.
    Podemos ser estrictamente científicos, eso si, nos falta que reconocer que la Realidad es tanto objetiva como subjetiva. Y aplicar la ciencia a esa parte subjetiva, humana principalmente.
    Para los sabios griegos KOSMOS era lo objetivo y lo subjetivo…
    ¿Dónde queda el cristianismo romano? Oriente nos da en el aspecto que digo “sopas con onda” e igual que han aprendido de nosotros ciencia objetiva y tecnología objetiva. Debemos, si o si, aprender de ellos ciencia y tecnología subjetiva y aplicárnosla a nuestro software personal.

    En este mundo de la globalización ser cristiano, musulmán o de la religión judía. Es ser provinciano…

    Sobra el Dios bíblico de las religiones del libro. Para nosotros hay un modo de entender el Misterio de la DIVINIDAD “nuevo”, de hace mas de 10000 años…

    (Sr. Santiago Villamayor, espero lea esto que he escrito. Lo he hecho como un monologo pero como si lo tuviese delante.)

  • Alberto Revuelta Lucerga

    Solo una maldad de paso: por razones profesionales he tenido ocasión de conocer que el llamado KANUN albanes que ha regido, y en ciertos lugares del país sigue haciéndolo, las  relaciones y delitos y persecución de los mismos, atribuido a Leké Dukagjani en el siglo XVI, no se ha puesto por escrito hasta principios del siglo XX y se ha conservado ni voce, y aplicado ni voce. Cuando leo que desde que mataron a Jesús hasta que aparecen los primeros escritos documentados habían transcurrido entre 40 o 70 o 100 años y que eso da pie a dudar e incluso negar de su propia existencia, me aperplejo y acomplejo: ¿cuantos años tardó Plutarco, sacerdote de Delfos, en relatar la vida y hechos de Solon?. Y ¿la vida de Socatrés, como se dice para mentar su calle en La Línea, contada a pedazos escasos por el fiable Platón?. Et sic de caeteris.

    • Isidoro García

      Sí, amigo Alberto. ¿pero que sabemos de la fiabilidad de la vida de Solón, contada por Plutarco?. ¿Y qué sabemos de la fiabilidad de la vida de Sócrates contada por Platón?. Él papel lo aguanta todo.

      Las vidas de Solón y los pensamientos de Sócrates, son relativamente inocuos. ¿Qué más nos da lo que hizo realmente Solón, o si los escritos de Platón, eran más bien de Platón que de Sócrates?.

      Pero con los de Jesús, se pretende que guíen la vida de millones de personas, que aborten o no, que se divorcien o no, que sacrifiquen sus vidas, por un ideal o no.

      Y eso exige mucha más fiabilidad. Pero ¿qué nos importa que mucha gente tire su única vida por un sumidero, por defender una tradición que interesa conservar a mucha gente, pues ha hecho de ella su oficio!.

      • Alberto Revuelta Lucerga

        Los millones de personas que no tenemos oficio ni beneficio con Jesús, pero estamos encantados de haberle conocido y seguido somos la respuesta a esas preguntas. Si encima creemos que el Eterno se personó en él y recibió el pago declos miles de millones de personas destruidas por los odios, las mezquindades y la avaricia pues el asunto es muy serio y va más allá de nominaríamos que no llevan, creo a ningún sitio. Un abrazo Isidoro

        • Isidoro García

          Amigo Alberto: Siempre se cobra por todo. Unos lo hacen por dinero, y casi diría que son los mas claros, no engañan ni se autoengañan.

          Pero luego, en muchas ocasiones, (no siempre), todo proselitismo de nuestras creencias, nos sirve de confirmación a nosotros mismos, de que no hemos tirado nuestra vida a la basura, lo cual siempre fastidia mucho.

          Es el síndrome de Sansón: morir en compañía consuela algo, pues digan lo que digan mal de muchos, consuelo de todos.

          Los que habeis sido curas, si cambian de fe, (cosa muy humana), ¿no pensarán en la cantidad de gente a la que han empujado a dedicar su vida entera, a una idea, en la que él ya no cree?. Tiene que ser terrible.

          Pero la vida es así, y muchas veces todos con muy buena voluntad, hacemos muchos estropicios. Por eso tenemos que ser comprensivo con las “maldades” de los demás. (“No saben lo que hacen”)

          Un saludo cordial, también.

          • Alberto Revuelta Lucerga

            No he comprendido bien tu advertencia Isidoro. La maldad inicial de mi entrada era una maldad mía, para nada de otros. Al enterarme delos 400 años del Kanun albanés trasmitidoin voce, recordé algunas textos que había leído sobre los primeros cristianos al transmitir su experiencia de Jesús y las críticas recibidas por ello. Para nada he pretendido señalar maldades de otros.. Te hago caso y cavilaré sobre los males causados a otros. Abrazo

        • Isidoro García

          Amigo Alberto, te garantizo que era solo una frase general, sin ningún doble sentido. Solo el de que todos cometemos errores: yo el primero, y posiblemente el que más.

          Se ve que los calores a todos nos vuelven susceptibles, y se nos hacen los dedos, huéspedes.

          Un cordial saludo. de verdad.

           

          • Isidoro García

            Amigo Alberto, te pido disculpas y perdón sinceramente, pues algunas frases de mis comentarios, han sido imprudentes, aunque sin mala intención, te lo prometo.

            Yo todo lo enfoco teóricamente, en el mundo de las ideas, y una frase, lleva a otra, y a otra, y a veces no me doy cuenta, de que hay cosas que pueden ofender al otro. Lo siento de verdad, y no volverá a ocurrir.

            Últimamente estoy diciendo muchas tonterías, y creo que necesito un pequeño descanso. Perdona, y gracias por la paciencia. Isidoro.

  • (Transcribo a continuación el e-mail con que contesté, sin replicar, a Santiago)
    No réplica a Santiago Villamayor
     
    Lamento que mi “Sindiós” se haya visto como arrogante desde una inexistente superioridad mía. Parece, además, que me equivoqué desde el principio al calificar de proclama o manifiesto lo que era una invitación al diálogo merecedora de una reacción no irónica.

    En cuanto al fondo del asunto: mi reacción fue la de quien no entiende el meollo de esa invitación, de ese texto vuestro. Tampoco entiendo ahora algunas líneas de tu réplica, en particular esa en la que inviertes el tradicional contraste de historiadores y exegetas para hablar del “Jesús de la fe”. Entiendo mejor tu último párrafo, donde apelas a fantasías que mueven a la acción. Reconozco que esas fantasías proporcionan sentido a muchas vidas (como lo han afirmado quienes escribieron para la colección El credo que ha dado sentido a mi vida). Probablemente, puesto que me intereso mucho por ellas, también lo proporcionan a mi propia vida, aunque yo las vea como fantasías.

    Seguramente hemos compartido varios tramos en una trayectoria intelectual y sentimental parecida sobre la base de la inicial formación seminarística. Pero a partir de algún momento se separaron las trayectorias vitales. Tú, según me dices, has estado a pie de obra en Misión Obrera y, según interpreto, te has mantenido siempre dentro de alguna comunidad o grupo creyente. Yo perdí del todo la conexión con grupos cristianos cuando a mediados de los 70 dejé Madrid y fui a Salamanca como profesor de psicología. En el ambiente universitario allí, como luego en Málaga, apenas he encontrado –tampoco lo busqué- rastro de creencia cristiana, ni en alumnos ni en colegas. Entre más de un centenar de estos solo me consta de dos profesoras ciertamente creyentes y practicantes.

    La docencia universitaria me obligó a posiciones –de enseñanza y de investigación- muy pegadas a la realidad tangible: llámales empíricas, si quieres. No tanto mis reflexiones anteriores de teología crítica, cuanto el paso por la Universidad me han hecho mirar la teología y también la filosofía como literatura de ficción (copyright Borges), a menudo no inteligibles y sin interés para mí. Eso no quita a que algunos de sus contenidos –desde la figura de Jesús, la estela del Cristo, pasando por la ética, hasta la cuestión del sentido de la vida– me parezcan dignos de estudio en ciencias antroposociales bien sujetas a la realidad empírica: sociología, historia …

    Me inclino a pensar que en los sentimientos, ideas y creencias de los adultos –por no decir los viejos– cuentan muchísimo el historial y experiencias de vida. Si estoy en lo correcto, el distinto historial explicaría o ayudaría a entender nuestras divergencias. Y tirando de ese cabo se llegaría a una conclusión o hipótesis más general sobre la dificultad o imposibilidad de fe sin una comunidad en torno, una burbuja, que la sustente. 

    • mª pilar

      Gracias por su comentario que me parece digno de leer con atención y pensar seriamente en ello, gracias de corazón.

      Un abrazo entrañable.

  • Jaume PATUEL

    Es de agradecer esta aclaración. También me aprecio, aunque no lo conozco a Alfredo, por sus libros. Pero encontré algo “destemplada” su crítica.
    De ti, Santiago, sigo tus comentarios en este otro paradigma, que podemos llamar PARADIGMA TRANSPERSONAL o UNA NUEVA HUMANIDAD en oposición al que vemos y vivimos socialmente: PARADIGMA TECNIFICADOR….y en ese, que ES UN GRAN IMPERIO, como el IMPERIO ROMANO del tiempo de Jesús, conviene que haya personas CON UN PROCESO DE MADUREZ INTEGRAL para “liberar de las nuevas esclavitudes”….y poco puede hacer aquí el lenguaje y ciertas explicaciones del MUNDO DE LO RELIGIOSO EN TANTO QUE DOCTRINA….
    Gracias

     

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