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El aborto, un recurso desesperado

El aborto es un tema que ha vuelto a la polémica pública de todo el mundo por la sentencia el Supremo de EE.UU. Alguien ha echado de menos la opinión de Juan Masiá. No sé si habrá escrito algo estos días. Pero tiene actualidad su texto (y el ejemplar diálogo) publicado hace diez años en ATRIO: Sobre el aborto como sacerdote y profesor. Y el actual texto de Jesús distingue bien entre derecho a abortar y derecho a elegir un mal menor en una situación dramática, por lo que nadie debe ser penalizado. Que la simplificación polemista de la derecha no arrastre las posiciones,  también o más por la vida, de las izquierdas. AD.

La reciente sentencia del Tribunal Supremo de EEUU revocando la histórica decisión de 1973 Roe vs Wade por la que se prohibía vetar el aborto en todo el país hasta que el feto pudiera vivir fuera del útero (entre 23 y 24 semanas) deja en manos de cada Estado regularlo como quiera y reabre el debate sobre la consistencia racional y moral de lo que se ha llamado el “derecho al aborto”.

No es novedad alguna que la “sensibilidad de derechas” prefiera defender (a veces, hasta apasionadamente) el derecho a la vida del no-nacido o del “nasciturus” sin dejar de mirar a otro lado u oponerse frontalmente a las iniciativas y decisiones que buscan garantizar la posibilidad de una existencia medianamente digna a los ya nacidos y, concretamente, a los más pobres y necesitados. Tal es el caso, por ejemplo, de las críticas que, como una especie de eterno “ritornello”, hay que escuchar de ellos en el País Vasco sobre la Renta de Garantía de Ingresos (RGI). Sin negar que este mecanismo de solidaridad con los más necesitados es mejorable y que no está exento de la picaresca (más allá de que se sea nacional o extranjero), es incuestionable que a la “sensibilidad de derechas” no le gusta nada dicha Renta de Garantía de Ingresos ni la apuesta que canaliza por avalar un mínimo vital básico a todas las personas y familias que no disponen de recursos económicos suficientes. He aquí un ejemplo en el que la derecha, siendo formalmente solidaria con los “no-nacidos”, muestra su rostro insolidario y beligerante con los vivientes.

Y tampoco es novedad que el comportamiento tradicional de la llamada “sensibilidad de izquierdas”, laica o católica, ha estado presidido por la defensa de los derechos de los más débiles e indefensos. Y que lo ha hecho luchando contra el “individualismo rapaz” que no admira más vida que la propia, que falsifica la libertad, que viola los derechos de los que no tienen fuerza para defenderlos y que absolutiza el triunfo del fuerte sobre el más débil. En definitiva, primando la solidaridad con los necesitados frente a la absolutización de la libertad individual por encima de los derechos del más débil. Pero, como igualmente es sabido, forma parte de la tradición de izquierda en nuestro país la defensa -en caso de conflicto- del pobre viviente frente al no-nacido o “nasciturus”: entre ambas vidas, se decanta por la primera al precio de la segunda. Al feto, que es lo más débil, lo menos aparente y lo más indefenso en el nivel humano, no se le reconoce el derecho de nacer, que es el primer derecho humano. Ésta es una decisión que resulta de primar la calidad de vida del ya viviente sobre el derecho a la vida del no-nacido o “nasciturus”.

No faltan quienes -ante tal mutación en la “sensibilidad de izquierdas”- llegan a sostener que dicha apuesta por la libertad del nacido al precio de la solidaridad con el “no-nacido” es una variante -debidamente puesta al día- del “darwinismo social” (“el pez grande se come al chico”) que ha venido siendo patrimonio exclusivo de la derecha más rancia y beligerante. Según esta observación, nos encontramos con que la izquierda está siendo contaminada -sobre todo, en su versión más radical- por este axioma de la derecha cuando defiende, por ejemplo, “el derecho al aborto”. Cuando ello sucede, recuerdan estos críticos, dicha izquierda queda corrompida por la inmoralidad “depredadora”, patrimonio tradicional de la derecha.

Vistas estas incongruencias, a la “sensibilidad de izquierdas” no le queda más salida que propiciar una autocrítica y centrar el discurso no tanto en bendecir la mentalidad o la “razón abortista”, sino en reconocer la existencia de situaciones-límite y conflictos de derechos en los que es imposible aplicar deductivamente las normas morales: solo queda, quizás, aceptar el mal menor, tal y como se constata en los supuestos de peligro para la vida de la madre, malformación del feto y embarazo por violación. Así entendido, el aborto ya no es un derecho, sino un recurso desesperado ante el instinto de supervivencia. En definitiva, el mal menor que, en nombre de la solidaridad, del respeto y del acompañamiento a quien soporta tales dramáticas situaciones, están por encima de toda imposición extrínseca.

Creo que a los rigoristas que pululan por la “sensibilidad de derechas” no les queda más remedio que reconocer que, argumentando y procediendo de esta manera, no se aboga por moralizar el aborto, sino por aceptar que es una situación-límite que, precisamente, por serlo, no puede universalizarse. Y me permito sugerir que no estaría de más que, ante la legislación civil sobre el aborto, algunos de estos grupos, y otros legítimamente preocupados, se plantearan la posibilidad de crear algo así como “fundaciones para la vida humana a quienes se les niega el derecho de nacer”, habida cuenta que el derecho a la vida no afecta exclusivamente al vientre de las mujeres (y más si son pobres), sino también, y, sobre todo, a los bolsillos y cuentas corrientes de los ricos. Si procedieran así, su denuncia (muchas veces estéril y poco matizada) acabaría teniendo una indudable fuerza moral y una mayor acogida social.

 

73 comentarios

  • carmen

    Santiago.

    Eso que ha dicho del aborto y los romanos, me ha dejado intrigada. Dónde lo ha leído? Lo sabe tooooodo el mundo menos yo? Por qué dice que era una práctica habitual? Porque lo del infanticidio, pues ahí está Esparta. Menudos salvajes, no creo que ahora los griegos hagan semejante cosa. Pero lo del aborto una práctica habitual, es que me ha dejado a cuadros. Porque las mujeres tendrían que morir a mantas. Usted es médico.

    Entonces todo esta oposición al aborto en las primeras semanas viene desde el primer catecismo? Por qué dice que el ser humano es ser humano desde el momento de su concepción? Desde cuándo se considera que el alma se infunde, no sé si es la palabra adecuada, en el momento de la fecundación? Desde qué siglo? Gracias a quién o a quiénes?

    Lo encuentro absolutamente interesante porque de teología, pues poco tirando a nada. Pero lo que usted ha dicho me ha hecho pensar que ese concepto de que el óvulo fecundado ya es un ser humano tiene que venir de algún sitio. Una idea de esas brillantes porque en ninguno de los evangelios canónicos está,

    Y todo eso de los anticonceptivos que su santidad el Papa Pablo VI dijo que de eso nada. Por qué? Se consideraban abortivos? Porque impiden la anidación del óvulo una vez fecundado en una trompa? Pues sí que saben biología los teólogos. Me ha sorprendido. Y los anovulatorios? Porque ahí no hay fecundación. Esos tampoco se valen?

    Entonces hay que tener los hijos que Dios decida? Dios o la naturaleza humaa? Pues está el mundo como para tener once hijos como mis suegros… nosotros éramos seis y le aseguro que no éramos pocos.

     

    Querido amigo. Se da cuenta a dónde lleva mantener posturas teológicas del principio del cristianismo? Porque el aborto no es un infanticidio. Ese señor que usted cita que se refiere a los dos términos como si fueran más o menos lo mismo, con todos mis respetos… creo que no tenía razón.

    Y no sé qué teologo o teølogos se empeñaron en mantener que un ser humano es un ser humano desde el momento de su concepción porque ya tiene alma, pero está haciendo muchísimo daño a muchas mujeres entre las que no me encuentro, porque Alá es grande y misericordioso…a veces.

    Un abrazo.

  • carmen

    Hola señor Llaguno.

    Creo que se ha pasado bastantes Pueblos con Ana. Únicamente ha dicho que se siente decepcionada. No sé .

    No me gusta nada cuando me atacan personalmente y me duele mucho si nadie sale al quite. Así que, no sé. Por lo menos lo digo.

    Buena tarde.

     

    • ana rodrigo

      Gracias, Carmen. Un abrazo

    • Hola amiga Carmen.

      Yo me limité a decir lo aburrido que me resulta el discurso de las políticas feministas y fue Ana quien arremetió contra mi de forma bastante maleducada.

      Tengo todo el derecho del mundo a decir bien alto lo que esa demagogia feminista, que no es la común entre las mujeres, al menos en mi entorno, me parece.

      Y nompienso pedir perdón ni a Dña. Ana Rodrigo ni a nadie por ser varón.

      Nunca me ha resultado difícil aceptar algunos postulados de la ideología de género, ni defender los derechos de las mujeres (es lo mejor que tengo en mi vida, la influencia de algunas mujeres, empezando por mi madre y acabando con mi esposa). Pero tampoco callaré cuandio escuche estupideces como las que dice la señora diputada argentina, que fue el discurso que yo critique.

      Si ella puede decir públicamente las majaderías que dice (además más tópicas y manidas que el cuento de Caperucita) yo puedo igualmente denunciar que para aceptar esos postulados no se requiere ningún uso de la materia gris cerebral.

      A mi la Sra. Rodrigo no me cae mal ni tengo nada contra ella. pero, igual que le pasó a D. Gustavo Bueno, ninguna feminista me va a hacer comulgar con ruedas de molino, por muy políticamente correcta, por muy feminista o por muy progresista que resulte esa comunión.

      La verdad es la verdad, la diga Agamenon o su porquero (Antonio Machado en el Juan de Mairena) y yo no he faltado ni a la verdad ni al respeto (si una cosa me hace vomitar, me hace vomitar, no puedo evitarlo) y es lo que tiene ser plural , que a veces la gente no piensa como tú, y te lo dicen.

      • ana rodrigo

        Antonio Llaguno, lo más lejos de mi comportamiento habitual es molestar a nadie, y deduzco que con usted no lo he conseguido. Si usted se siente molesto por mi comentario, yo no se lo voy a discutir, es su sentir, nada más decirle que lo siento y que le pido perdón.

         

         

        • No creas. No me molesto fácilmente.

          Es solo que soy un discutidor recalcitante (y de palabra aún más).

          Mira Ana, no soy ningún mal bicho. Es que uno está ya muy harto de que cada vez que hable una mujer feminista (normalmente pasa solo con las de vocación y dedicación política) tengamos cada varón que pedir perdoçón por el hecho de ser varones.

          En mi vida, lo más importante lo aportaron las mujeres y lo que más me ha hecho crecer como persona me lo transmitieron las mujeres que Dios puso gratuitamente en ella. Mi madre, mi esposa, mi suegra (incluso ella, sí) mis hermanas y la enorme cantidad de buenas amigas que conocí y conozco han aportado la mayoria de las cosas buenas que he vivido y las que sea o soy.

          Jamás maltraté ni de facto ni de forma a ninguna mujer y de hecho, me revuelve el estómago ver como lo hacen (alguna vez me llevé un buen pescozón por defender a alguna de esas mujeres, especialmente a mi madre)

          El flaco favor que le hacen ciertas feministas a su propia causa, metiendo en el mismo saco rotoa los varones que las respetan y a los que no, es importante.

          Algunos varones, que nunca haremos ningún daño a nuestras “prójimas” y que siempre nos dejaremos las pestañas para que sean consideradas como se merecen, no nos merecemos recibir constantemente imputs de la sociedad culpabilizçandonos solo por el mero hecho de ser varones, sin ninguna otra evidencia.

          Y eso es lo que yo no callo.

          No estamos, evidentemente, de acuerdo con el tratamiento del aborto que hace el feminismo político. Y las causas que le he dado en mis comentarios, de esa discrepancia, merecen como mínimo una respuesta intelectualmente competente. No como las que se reciben de las Irenes Monteros o Martas Calvos, donde se limitan a acuisar de machismo a cualquiera que critique su comportamiento.

          No le voy a poner ejemplos. Si usted quiere los puede encontrar fácilmente y no quiero convertirme en el mismo tipo de plañidera victimista en que se convierten ciert@s politólog@s.

          El día que alguien desee tener un debate serio sobre el aborto, con razonamientos científicos intelectualmente sostenibles, y con suficiente confianza en uno mismo, cada interviniente, como para que se le puedan sacar los colores intelectuales sin que se lanzen unos contra otros a degüello y se pueda hablar en libertad. me tendrán en ese debarte. Si no, lo tendrán l@s polític@s y no llegarán a nada, porque para ellos es más importante su interés que la verdad y tienen intereses muy distintos.

          Y a fin de cuentas, lo que yo crea pinta menos que Chafachorras en Madrid.

          Un saludo

  • José María Valderas

    SigoSobre el Hombre, fin de la página 171: ni síntesis de estados.

    Seguimos con los Artículos de Cgregirianun, Enciclopedia Durwan o L deas Cinco Lecciones de Filosofía, que sirvieron de modelo a Gracia para escribir sobre la filosofía de Zubiri.

    No atribuya a los demás sus carencias.

     

    n

  • Sigo Inteligencia sentiente, p. 123, final : de realidad es.

    Inteligencia y Logos. página , principio65: 3. este movimiento

     

     

  • M. Luisa

     No es el único que sostiene todavía de Zubiri tan falacia consideración. Me saca como ejemplo “Sobre la esencia” y no sabe usted la de rectificaciones que el propio Zubiri   hizo de ese libro a lo largo de su extensa obra. Diego Gracia lo explica con todo detalle en el ya mencionado por mí anteriormente “El poder de lo real”.
     
    No es justo enjuiciar así su Obra sin haberla leído toda. Usted se basa para ello haciendo exhibición de algún momento estelar o de situaciones o relaciones diversas que haya podido vivir, pero nada le importa de su evolución intelectual. Cuando una nueva generación de filósofos en la actualidad, pues a ellos les vengo siguiendo,   valoran como utillaje sus conceptos híbridos de ciencia, a usted le es más fácil tacharlos   de artificios mentales y así ver a que mente puede hacerle esto de mella desacreditadora.  Es un modo de proceder que no se aleja mucho del de los gobernantes actuales,   tan criticados a veces aquí por usted mismo.  

    • José María Valderas

      Vamos a ver, señora mía, la ignorancia y la imperinencia van de la mano. De donde saca usted que no conozco la obra posterior de Zubiri. Aunque no parezca digna de ello le voy a dar una serie de pistas que solo quién tiene los libros conoce. Página 58 de Estructura dinAmica de la realidad, últimas palabras: intrínseca. Y formal.

       

      • José María Valderas

        Vamos a ver, señora mía, la ignorancia y la imperinencia van de la mano. De donde saca usted que no conozco la obra posterior de Zubiri. Aunque no parezca digna de ello le voy a dar una serie de pistas que solo quién tiene los libros conoce. Página 58 de Estructura dinAmica de la realidad, últimas palabras: intrínseca. Y formal.

         

  • M. Luisa

    Resulta tremendamente paradójico comprobar cómo en filosofía se están haciendo ingentes esfuerzos para dotar científica y biológicamente a su metafísica de datos reales y, sin embargo, dentro de la propia biología, biólogos que por prejuicios ideológicos se resisten a ellos. Por muy biólogos que sean se resisten a revisar su idea de alma, la que han albergado siempre. Con esto pasa lo que algunas veces, luego se olvida, y que aquí mismo se ha reconocido: el costoso “mientras tanto” a resistirse  que media entre un paradigma y otro.
     
    Ya adelantaba ayer que quedarse en la definición de persona en Boecio es retrotraerse a ella ideológicamente a pesar de lo que sobre su constitución pueda decirnos las ciencias biológicas. Hoy las cosas son más complejas. No las compliquemos y aceptemos su complejidad en una metafísica responsable a la altura de los tiempos.
     
    Sobre el tema, dice D. Gracias, en su libro El poder de lo real; “Se hace necesario distinguir “lo constituyente” de lo “constituido”, y dentro de esto último cabe diferenciar lo “constitucional” de lo “constitutivo”. Solo a esto último cabrá denominarlo “esencial”, que nunca vendrá a identificarse con lo constituyente (célula germinal), ya que esencia solo hay de lo constituido (sistémicamente) Lo clausulado es mío. 
    ¿Esto quiere decir vía libre?  Naturalmente que no y de ahí por supuesto que tampoco se deriva derecho alguno, pero abre al menos  un resquicio a la libertad para deliberar una decisión.

    • José María Valderas Gallardo

       

      Und?

      Suele considerarse a Zubiri un metafísico escolástico entre los partidarios del neopositivismo. Zubiri era muy amigo de los juegos de palabras, al estilo de su maestro Husserl, basta leer Sobre la esencia. O en Naturaleza, Hitoria, Dios, cuando habla de las partículas virtuales. Ese atractivo del vasco por las ciencias le creó una aureola de “cognoscente” que le facultaron para presentar en La Magdalena a Schrödinger, como si fuera su intérprete de la versión propia de la mecánica cuántica. La afición por las ciencias era una de las características distintivas de la llamada Escuela de Madrid, con Ortega al frente, quien incorporó en su metafísica ideas de Uexkull. El mismo García Morente, que enseñaba Etica, tradujo algún clásico de la Escuela de Viena.

      A Zubiri le interesaba también, y mucho, la evolución humana. En la Revista de Occidente publicó sobre póngidos. Tema que desarrolló en libros posteriores. Cuando Investigación y Ciencia publicó el número extrordinario dedicado al Cerebro, doña Carmen Castro, su esposa, pidió a la revista un ejemplar porque “estaba muy interesado”.

      Pero a Zubiri el tirón metafísico le inducía a crear artificios mentales, entes de razón, que él suponía eran “momentos de la realidad”. Y es lo que le recriminaban los filósofos de la ciencia de tendencia analítica.

      Gracia es el albaceas de Zubiri. Y un seguidor de su modo de hacer filosofía. En todo ello tuvo que ver su maestro Pedro Laín. Pero lo que ni a uno ni a otro se le puede pedir es que la logomaquia sustituya a conceptos científicos tout court. En biología no hay momentos de realidad, ni constituyentes ni constitutivos, ni esencias ni accidentes; eso pertenece al terreno de la filosofía, porque ni siquiera el concepto de realidad es científico.

      Resulta aburrido repetir una y otra vez las mismas ideas elementales. Por cierto, hice una tesis de grado sobre Zubiri.

  • carmen

    Bueno y bueno, Santiago.

    No vea, me ha encantado enterarme de eso que ha contado del aborto en la sociedad romana y tal. Por lo visto la postura de la iglesia viene de lejos. Superinteresante.

    Ya sabe cómo pienso. No lo voy a repetir. Pero quizá la sociedad romana y la actual sean diferentes.

    Gracias. De verdad. Gracias.

    Buen día o buena tarde. No sé.

  • carmen

    Isabel, gracias.

    Me hice un jaleo tremendo. Es que de filosofía entre poco y nada sé. Nunca me ha atraído. No es porque mis estudios al principio fueran por la parte de ciencias, soy de ciencias, como se decía antes. Pero al meterme en el mundo de la enseñanza pues ya te puedes imaginar la de autores que he tenido que leer. Eso sí me gusta. La psicología, la sociología, los temas de diagnóstico, en fin, todo ese mundo. Pero de filosofía, no sé. Es que no me atrae.

    Así que me encuentro con el señor Valderas que cita a un señor que se llama Boecio. Y al final de la frase le da un zasca a los sedicentes curas y laicos siguiendo a Boecio. Pues yo entiendo que el tal Boecio no le gusta.

    Me voy a la wiki. A ver a dónde si no, y me encuentro con el primer Boecio. Resulta que es un santo y que lo decapitaron, o sea, mártir. Lo acusaron por lo visto de colaborar con el imperio bizantino. Pues pienso: este no puede ser. El señor Valderas nunca diría eso de un santo.

    Y me encuentro con otro Boecio. Holandés o algo así. Siglo 13 o por ahí. Sigo leyendo. Y resulta que este señor simpatizaba con el pensamiento de averroes . Además por lo visto defendía la idea de la doble verdad. Pues éste, pensé, es al que se refiere el señor Valderas cuando califica de sedicentes a algunos curas y laicos.

    Y de repente leo un comentario que dice, vaya señor Valderas, usted es partidario de Boecio. Y ahí mi cabeza echó humo. Pues debe de haber otro Boecio que me he comido, pensé.

    Pero no. Ya sé de qué Boecio es partidario el señor Valderas. Él ayer y tú ahora me lo habéis dejado clarísimo.

    Gracias. Era una intriga para mí. No entendía nada.

    No dudes en contestar. Te aseguro que no soy un ser maligno. A lo mejor a veces soy demasiado rápida contestando. A lo mejor a veces utilizo un poco la ironía, la socarronería y tal. Sé que no es el estilo del blog. Es un blog serio. Por eso escribo lo menos posible. A mí al final de una discusión me gusta reírme del mundo mundial, porque nadie tiene la verdad absoluta. Al menos para mí. Me gusta provocar el diálogo. Estoy convencida de que el dialogo y la discusión son muy enriquecedores, porque aunque no des tu brazo a torcer, lo oído, el razonamiento del que defiende una postura contraria, oído queda

    Y, eso es todo.

    Gracias. Creo, me parece que lo he entendido.

    Buen dia.

  • Santiago

    La cuestión moral -no jurídica- del aborto no espontáneo es lo importante…porque después de la fecundación en la trompa de Falopio,  existe “vida humana”, por supuesto, en desarrollo, de la misma manera que hay vida equina en desarrollo, en esa especie “no humana” porque el equino llegará tambien a ser completo equino cuando termine su desarrollo…

    Por tanto, la diferencia  es que se trata de  “vida humana” “per se” y es lo que no se puede destruir, no importa cuando y en que fase de desarrollo se encuentra porque ciertamente lo importante es que se trata de un “ser humano” no un amasijo de células…Por tanto, están demás cualquier otro argumento para justificar esta cierta destrucción…porque aunque no sepamos con certeza absoluta que nuestra acción se dirige a destruir una “vida humana” somos responsables de ello…porque cualquiera que este dispuesto a destruir lo que es “humano” es responsable en asentir a esa intención ya que la vida humana es sagrada desde la concepción hasta la muerte, y no podemos ser indiferentes a ello…Por eso, es que el aborto es considerado particularmente un problema moral…y un problema de conciencia…

    La Iglesia desde los primeros siglos se enfrentó a la práctica del aborto y el infanticidio en la Roma imperial donde el aborto era “la regla” y no la excepción. La Didajé escrita  hacia el 80 AD y que es como el primer catecismo católico que conocemos por la historia dice: “No procuraréis  el aborto. No destruirás al recién nacido” Y en el documento llamado la Epístola de Bernabé hacia el 138 AD: “No destruir al bebé por aborto, ni cometas infanticidio” (phoneuo teknon)

    Un saludo cordial

    Santiago Hernández

  • Isabel

    Hola, Carmen. Dudé si contestarte, pero me sabía mal no hacerlo dada tu intriga.
    Siempre desde a mi parecer, creo yo, etc. etc. Puesto que en interpretaciones a unos y otros no cabe la convicción.
     
    Bocio fue un filósofo del siglo VI y se considera el autor de la primera definición de persona.
    “El argumento de Boecio, en resumen, es el siguiente: entre las substancias algunas son universales, otras particulares. Universales son las que se predican de cada una en particular, como «hombre», «animal», «piedra», «madera», y otras similares que son géneros o especies. Así, el hombre se predica de cada hombre, y el animal de cada animal, y la piedra y la madera, de cada piedra y de cada madera. Particulares son las que no se predican de otros, como Cicerón, Platón, ésta piedra de la cual se hizo esta estatua de Aquiles o la madera con que fue hecha esta mesa. De todos esos casos, nunca se predica la persona tratándose de universales, sino únicamente de singulares e individuos. Por lo tanto, concluye, si la persona se da solamente en las substancias, y toda sustancia es naturaleza, y no se da en los universales, sino en los individuos, llegamos a la definición de persona: Persona es una sustancia individual de naturaleza racional.
    En este, como en otros pasajes, el énfasis dado por Boecio al concepto de persona está en la esencia individual de naturaleza racional. La naturaleza racional será la distinción y lo que hará que, en este mundo, sólo los humanos puedan ser considerados personas, lo que acaba identificando ambos en el sentido esencialista de que todo humano es persona.”
    (De un artículo de Alfredo Culleton en la “Revista Española de Filosofía Medieval”)

    En el desarrollo del embrión, hasta los 14 días después de la fecundación, este embrión (entiendo que es en esta fase a lo que llaman preembrión) se puede fragmentar y originar dos individuos o gemelos monocigóticos. También muy raramente fusionarse dos para formar un solo individuo. Esto es un hecho cierto que no se produce después de la anidación, día 15. Otra cosa es la diferente consideración del embrión antes y después de esos días, es hacer una demarcación voluntarista de lo que es persona en función de las etapas de desarrollo. Y a esto es a lo que se abonan los llamados sediciosos católicos apoyándose en la definición de Boecio.

    Yo no sé por lo dicho por Valderas si está de acuerdo o no con esta definición. Pero si lo estuviese, y por mucho que se pudiese considerar desacertada, en absoluto significaría que “su biología no está puesta al día”. Persona no es una categoría biológica, es un concepto filosófico y por tanto, definido según las ideas humanas.

  • carmen

    Buen tirón de orejas.

    Le prometo que no frivolizo nada con este tema. De hecho insistí, insistí.

    Tiene razón. Es un concepto filosófico, ético y teológico. Personalmente lo veo teológico, pero ya ve usted que me pierdo enseguida en temas de filosofía. Es que creo, pienso, opino que algo que puede llegar a ser, pero aún no es, pues no Es. Está claro que sí se considera desde el punto de vista de que lo que puede llegar a ser, ya es, el aborto es , pues lo que defienden los de la asociación Provida.

    Pero es que pienso de la segunda forma. Todavía no es. Por eso mi concepto del aborto es otro. La pregunta sería: cuándo empieza a ser? No tengo respuesta para ello, me gustaría tenerla, pero no la tengo, tendré entonces que fiarme de algunos Biólogos.

    Le entiendo a usted perfectamente. Si yo pensase así, no aceptaría el aborto en ningún supuesto. Haga un esfuerzo y entiéndame, a mí y a todos los que piensan como yo. No puedo citar a ningún filósofo ni teólogo ni a nadie que me respalde. Y sin embargo le aseguro que mi postura es tan honesta como pueda ser la suya. Y no precisamente porque en mi cuerpo mandé yo, ojalá mandase yo. Soy tirando a frágil físicamente. No mando en absoluto en mi cuerpo. Pero entiendo que cuando una mujer, sea por la causa que sea, decide abortar, le aseguro que no es por frivolidad. Y si hay mujeres que lo hacen por un motivo trivial, por ellas no se tiene, no se debe de quitar esa opción a todas las mujeres.

    Creo en el ser humano. Creo sobre todo en La Mujer, en abstracto. A lo mejor eso ya no se lleva. O sí. No lo sé. Sé que la inmensa mayoría de las mujeres que deciden abortar tienen una causa muy importante. Y no se debe de permitir que arriesguen su vida en manos de personas de dudosa o ninguna profesionalidad. Ya sé que lo digo por enésima vez. Lo diré todas las veces que haga falta. Lo digo con absoluta honestidad.

    Además, le aseguro que no es lo mismo perder un bebé recién nacido en el parto que tener un aborto natural de dos o tres meses. Se lo prometo. No es lo mismo.

    Siento no poder apoyar todo esto en autores de esos importante. Tampoco me importa demasiado. Se lo que pienso. Se lo que digo. Se lo que siento. Y la frase nosotras parimos, nosotras decidimos la detesto profundamente. El aborto es algo mucho más serio.

    Le prometo que no he querido banalizar. Es que me he hecho un jaleo. Pero usted escribió esas palabras: los laicos y curas sedicentes, siguiendo a Boecio. Al leer algo de este señor entendí que tuvo algún problema porque seguía un tipo de herejía, no recuerdo cuál. Y al leer que decían en un comentario que usted era seguidor de Boecio, pues he pensado que me faltaba un Boecio.

    Buen tirón de orejas. Pero no frivolizo con el tema. Todo lo contrario. Y sé de la importancia de la filosofía y la teología en este tema. De verdad que la sé.

    Un abrazo.

     

     

  • carmen

    Pues creo que me falta un Boecio.

    El Senador romano fue mártir y todo, luego me cuesta trabajo pensar que el señor Valderas llamase a los que comparten su idea de persona laicos y curas sedicentes.

    Entendí que se refería a otro señor , también llamado Boecio y que mantiene que hay una doble verdad, o eso entendí. A esos es , creo, a los que les denomina sedicentes. Creo.

    Y ahora leo que el señor Valderas comparte la idea de Boecio.

    Hay tres señores que a los que se les conoce con el nombre de Boecio?

    Tengo un jaleo enorme. Eso me pasa por leer filosofía. Nada. No es lo mío. Creo que me he comido un Boecio.

    Perdón, Antonio, pero estoy intrigada.

    • José María Valderas Gallardo

      Carmen, la cuestión del aborto es una cuestión de bioética, de reflexión moral sobre un acto yugulador de vida, que llegaría a su pleno desarrollo de no darse ese guadañazo. El problema gira en torno a la persona, que, en cuanto tal, es inviolable. No podemos frivolizar en este asunto o decir majaderías sobre una biología obsoleta como si estuviéramos hablando del geocentrismo, de las fuerzas vitales, de la alquimia de los elementos y otros disparates.

      Porque gira en torno a la persona, al momento en que se es persona, es por lo que existen discrepancias entre proabortistas y provida. El concepto de persona tiene una larga historia en el campo de la filosofía y de la teología, esta última a propósito del dogma trinitario (tres personas distintas y un solo Dios). También filosofía el concepto de persona conoció un largo desarrollo desde que surgieron las ideas en torno a los derechos civiles, derechos humanos. En filosofía se estudia en el marco de la metafísica. Hay opiniones para todos los gustos. Desde los que distinguen entre persona, personalidad, personeidad, hasta los que aborrecen de tales disquisiciones por lucubraciones solipsistas. En cualquier caso, el concepto de persona de Boecio ha permanecido como un referente para todos y sigue resistiendo.

      Un compañero mío, astrofísico autor de un libro sobre el principio antrópico y director entones de Spektrum der Wissenschaft, me regaló en el día de mi jubilación una edición preciosa del De consolatione philosophiae, de Boecio. Muchos científico s no hacen ascos a la filosofía. Pero abominan de la ignorancia frívola y de la palabrería vacua. Menos en asunto tan serio como el de la muerte, del asesinato, de un inocente.

  • Isabel

    Antonio Laguno, yo también vomito con esta señora y, más por la parte que me toca, con Montero y sus “amigues”.
    Para no entrar en diatribas de qué es feminismo y qué no, vamos a dejarlo en que siendo cristianos también podemos vomitar con el discurso de un cristiano, ya sea progresista, tradicional o de cualquier otro signo.

    La causa de la animadversión (asco) para mí, reside en que entre unos y otros están consiguiendo dejar sin sentido qué es ser de derechas, de izquierdas, cristiano o feminista.

    • Por supuesto que sí.

      De hecho, no hay más que entrar en ciertas webs católicas para obtener una buena ración de provocador de vómito o incluso de laxante.

      Y de la ex cajera de Mercadon y ahorita viajante de turismo a costa de todos los españoles mejor no hablar.

      Ahora bien, los hay de todos los signis, efectivamente. Y creo que en este tema (el aborto) he tratado de puntualizar mis discrepancias (profundas) tanto con feministas como con ultra católicos tradicionales (incluidas las niñas pijas de Pozuelo sintiendose estupendas `r salir a protestar por el aborto)

  • M. Luisa

    Vaya Sr. Valderas, si usted me pone como ejemplo de persona la definición que de ella tenía Boecio significa entonces que es su biología la que no está puesta al día. Desde tiempo inmemorial ha sido aquí mi gran caballo de batalla, defender la idea de persona no como unidad sustancial formada de cuerpo y alma, sino de persona dotada de sustantividad constitucional. Una experiencia al alcance de todos.   
     
    He encontrado el video de la conferencia de Diego Gracia de la que hablé hace unos días. Es muy reveladora y muy apropiada respecto al tema y a los tiempos que corren. Aviso que es larga, no lo digo por usted que igual no le interesa, pero sí que para quienes pudiera interesar escuchándola a trocitos y sin prisas puede ofrecer riqueza a las propias opiniones.  
     

     

    https://www.zubiri.net/bienvenida/recursos-web/videos/problemas-eticos-del-origen-de-la-vida/

  • Isabel

    Gabriela Cerruti:
    “Dejen de hacer del cuerpo de las mujeres el territorio de disputa de aquello que no pueden solucionar la economía y la política… el mundo es injusto…” ergo, abortemos

    Discurso populista y contradictorio a tope de quien no tiene soluciones al mundo injusto y recurre al mal para resolver las causas del mal vistiéndolo de gran avance.

    Esta señora satisfecha de que en el último censo en Argentina haya “muches persones no binaries”, que como la descerebrada Montero no sabe qué es mujer; pues esta eminencia asevera que “el zigoto no es persona”. Díjolo Blas, punto redondo.
    ¡Viva el peronismo, si señor!

  • carmen

    Me llama la atención, Óscar, que no hayas dicho nada de la anulación de la ley del aborto en EEUU. Las mujeres son mujeres en todos los puntos del planeta.

    Un abrazo

  • carmen

    Ok , señor Valderas.

    Me ha gustado lo de la interrupción.

    Menudo jaleeeeeeo me he hecho buscando al señor Boecio. Me he encontrado a un senador romano y mártir, jolín, no entendía nada. Y después de leer todo lo de la Wiki he visto a otro Boecio de Tracia, creo que era de Tracia, con una nota que decía, no confundir con Boecio, senador Romano. Entonces he entendido algo. Por lo visto este señor mantiene algo parecido a la existencia de una doble verdad. Y eso es lo que creo que me ha querido decir.

    Bueno, eso y con lo de la interrupción me ha dicho que de interrupción nada. Y en cuanto a la píldora del día de después la considera abortiva porque impide la anidación.

    Ok. Gracias.

    Ya sabe cómo pienso. Me gusta que haya dicho que esto es un asunto de ética y moral. Es cierto. También hay otras cuestiones y sabe de sobra como pienso.

    Gracias por su atención. Aprendo mucho con usted, hasta de senadores romanos.

    Ahora sí que doy el tema para mí por terminado.

    Buen día.

     

     

     

    • ana rodrigo

      Gracias, Oscar. Un abrazo

    • ¿Por qué me aburre tanto escuchar a una feminista hablar de cualquer cosa? Sea del aborto o de la teología fundamental mediopensionista.

      ¿Por qué me aburre tanto escuchar su manida forma de hablar?

      ¿Pero de verdad se creen que el resto de las mujeres piensan como ellas?

      Me dan ganas de vomitar.

      • ana rodrigo

        Antonio Llaguno, yo soy feminista, me creo con el derecho a opinar cuando creo que puedo aportar algo, y procuro respetar las opiniones de los demás y no molestar a nadie sólo por el hecho de ser feminista ( otra cuestión será mi torpeza personal).

        Espero no haberle hecho vomitar en ninguna de las múltiples intervenciones mías sobre el problema que las mujeres hemos sufrido a lo largo de la historia y seguimos sufriendo en el momento actual sobre el grave problema que nos plantea el machismo, el patriarcado y el androcentismo. ¿O es que usted cree que las mujeres no somos capaces de aprender, de saber y de opinar? ¿Acaso los hombres no se equivocan? Yo sí, me equivoco, no por ser feminista, sino porque los seres humanos podemos equivocarnos.

        Qué decepción me ha producido su comentario. No porque usted piense de manera diferente, sino porque la opinión de una feminista, por el hecho de serlo, le produzca vómitos.

         

        • Usted puede ser femnista y ningún problema por mi parte.

          He oído a muchas e incluso he leído y recomendado la lectura ene sta misma página de algunas.

          Lleva usted razón, no debí decir “feministas” en general. Las feministas que me producen vómitos son aquellas que se empeñan en presentarse como víctimas de una sociedad que ha discriminado mucho más a otros colectivos (negros, indígenas, gitanos, etc…) y que no van por la vida llorando como plañideras y echandole la culpa al patrircado hasta de que el Barça no gane la Champions.

          Me refieo a esas mujeres, generalmente de la casta política, que cada vez que se equivocan (y lo hacen, como usted bien dice, tanto como cualquier varón) encuentran al “macho” sobre el que descargar su frustración y su culpa.

          Mire usted, Ana, un conocido mío de hace muchos años, me dijo que el amor no existe; sólo existen las pruebas de amor. Yo se lo doy de vuelta: El machismo no existe, solo existen las pruebas concretas de machismo, y el aborto no es una de ellas.

          El aborto es prueba de estupidez, de insensatez, de egoismo (como denunció alguien tan poco sospechoso de “machismo cristiano” como Gustavo Bueno) y de poca ética por parte de profesionales que se lucran y mucho con él.

          Y también es prueba de como, otros colectivos aprovechan la existencia del aborto para, luchando contra é, tapar otras miserias que les son mucho más “dolorosas” de combatir, como la pobreza, el hambre o la guerra.

          Y siempre habrá un (o una) político (o política) que trate de sacar rédito inmoral de la defensa de una causa justa como es la lucha contra el aborto.

          Esas son las feministas que me dan ganas de vomitar.

          Y le diré otra cosa. El que usted se sienta decepcionada con mi comentario me preocupa, más o menos, lo mismo que las consecuencias del entrelazamiento cuántico entre 2 electrones alejados miles de kilómetros entre sí, es decir “na y menos” que diría mi señora madre.

          No seré yo quien pida perdón por ser varón, ni quien se culpabilice de lo que otros varones hagan, ni quien calle por vergüenza y corrección política lo que a ojos de mi inteligencia (que no es mucha pero que esto lo tiene muy claro) es tan evidente.

          Como dijo Gustavo Bueno, desde el descubrimiento del ADN, sostener la estúpida frase de “hago lo que quiero con mi cuerpo” o la no menos estúpida  de “el feto no es persona y no tiene derechos” o la más estúpida aún de: “nosotras parimos, nosotras decidimos” es propio de personas inmoralmente interesadas o de retrasad@s mentales. Elija usted misma.

          Y el que yo sea varón no hace esa reflexión ni peor ni mejor.

          Por lo tanto sea usted feminista, habilitada de clases pasivas, testículo de Jehova o militar sin graduación. Me tiene sin cuidado. Eso no hará al aborto más aceptable ni a la intervención de la diputada argentina del vídeo menos vomitiva.

           

  • carmen

    Hola señor Valderas.

    La verdad es que pienso que no debo intervenir más, pero la curiosidad me puede. Ya sabe mi opinión. No la comparte , no es la primera idea que no compartimos. Eso no me preocupa.  Su último comentario no lo he entendido. He buscado por internet qué significa esencialismo y homúnculo, me he quedado sorprendida. No encuentro relación con el tema del aborto. Lo tiene?

    Por favor, me puede explicar cuál es el motivo por el que se opone al aborto en las primeras semanas de gestación? Ponga usted el límite de semanas.

    Qué opina de la píldora que se llama coloquialmente el día de después? No me refiero a que es un peligro para la mujer porque es un bombazo nuclear de hormonas, sino desde el punto de vista de si la considera o no abortiva.

    Me interesa su opinión. Es la primera persona que conozco que cuando hablamos de este tema tan complejo va más allá de la voluntad de Dios es sagrada y es un infanticidio. Usted sabe de biología un montón. Me puede explicar desde el punto de vista biológico por qué es una barbaridad la interrupción del embarazo? Porque desde el punto de vista religioso, moral, ético y demás tengo muy clara su opinión.

    Si quiere y le apetece, claro. Prometo no contestar, únicamente leeré.

    Gracias y buen día

    • José María Valderas Gallardo

      De la calificación moral del aborto no se ocupa la biología sino la ética biológica, que entiende de la bondad o malicia de los actos humanos responsables. El embarazo no se interrumpe, porque se interrumpe lo que luego puede reanudarse. Piense en un gen cualquiera, que queremos inactivar. La enzima endonucleasa –así Cas9– produce un corte bicatenario (en las dos hebras de ADN) y el gen queda inutilizado; pero podemos repararlo por una doble vía: unión de extremos no homólogos y reparación dirigida por homología. El científico aprovecha el corte para introducir la secuencia deseada. Es un ejemplo de interrupción biológica que se reanuda  incorpora otros segmentos de secuencia.

      La píldora RU es abortiva porque impide la implantación. Yugula sus posibilidades de desarrollo.

      Con pretensiones científicas, aunque en realidad es ideología, suele distinguirse entre preembrión y embrión. Muchos curas y laicos sedicentes católicos se han abonado a ella con el sofisma de que todavía no es una persona de acuerdo con la definición de Boecio.

  • Isabel

    Una de mis convicciones es esta:

    “La idea de derechos incondicionales, poseídos sólo después de que se reúnan, en cada caso concreto, ciertas condiciones para su aprobación por parte de otros, es una contradicción, en sí misma. Los derechos personales sólo son derechos incondicionales, si no están hechos depender del cumplimiento de alguna condición cualitativa, sobre la cual, los demás decidan quiénes son ya reconocidos miembros de la comunidad del Derecho y de los derechos. La humanidad no puede ser una comunidad de derecho en el sentido de un “negocio cerrado”; si lo fuera, entonces el axioma pacta sunt servanda sería válido, únicamente, con relación a quienes la mayoría ha consensuado en reconocerlos como sujetos de derechos. Solamente puede haber y debe haber, un único criterio para la personeidad: el de la pertenencia biológica a la raza humana.” (Spaemann)

    Me podéis mandar a rezar, pero esto no tiene nada que ver con religión alguna ni con teísmos o no teísmos. Es una convicción fruto de la reflexión que me ha llevado a la conclusión de que esta es la mejor postura para el bien común de toda la humanidad.

    Dices, Ana
    “…partiendo del principio de que el embrión humano no es una persona jurídica…)
    “…si la ley lo permite en determinadas condiciones, allá cada cual y con sus actos. Mi respeto a quien tome la decisión que tome.”
    Es un pobre argumento y además desolador. De acuerdo a él, si un día, esperemos que no, llega al poder una mayoría suficiente como para negar el ser persona a ciertos colectivos o etnias, ¿qué dirías? ¿Allá cada cual con su conciencia si alguno decide acabar con el anciano demente puesto que la ley lo permite?
    Me dirás que un demente no es lo mismo que un feto. Ahora mismo no, o no del todo. Pero para Peter Singer y otros “grandes” pensadores a los que ya me referí son exactamente lo mismo: humanos “no personas”.

    Todo esto del cristal con que se mire, que no hay verdad, qué bueno sería cada cual a lo suyo; unido a las llamadas a la respetuosa tolerancia significa:
    . Déjame en paz con mi verdad (No vamos a buscarla)
    . Una exigencia al otro a renegar de sus convicciones para no ser intolerante, que las deje en meras hipótesis puesto que no hay verdad o todos la tienen, lo cual es lo mismo.
    Pero una cosa te digo, a eso no estoy dispuesta. Si el gobierno aprobase la pena de muerte, puedes estar segura de que les llamaría criminales, al ser un humano persona también con independencia de sus actos. ¿Por qué otra razón si no podría negarme a la pena de muerte?

    • ana rodrigo

      Hola, Isabel, voy a decir unas palabras fruto de mi reflexión, sin que por ello, yo piense que sea la verdad absoluta e indiscutible.

      Al citar el dicho popular de que cada cual ve las cosas según el color del cristal…etc., me refería que, en un debate tan serio como el que nos traemos entre manos en estos momentos, cada cual parte de su tesis convertida en convicción y de ahí que un debate se convierta en dos líneas paralelas, la aproximación es imposible y que nadie convence

      a nadie. Por eso a mí me gusta respetar a cada cual según sus convicciones.

      Determinadas opiniones o afirmaciones para un caso no se deberían trasladar en todas las ocasiones a otros casos o a cualquier caso, porque la vida es compleja y la casuística es infinita.

      Nota, y con esto acabo. Cuando dije lo de persona jurídica me refería que, cuando se produce una aborto involuntario, ese embrión de ser humano ni se le registra como un nacido ni se le adjudican los derechos de una persona muerta. Sólo quería decir esto y solamente esto. Puedo estar equivocada, no me adjudico la verdad absoluta, pero tampoco me apunto a los casos que tú expones.

      Perdón si mis argumentos son pobres para ti u otras personas, no llego a más que a ser coherente con mis reflexiones y respetando a quien piense de otra manera dentro de los límites de los derechos humanos.

      El diálogo no es un ring de boxeo, el que más daño haga, gana.

      Un abrazo cordial y buen día

  • José María Valderas

    Hay quien no se ha enterado que la tesis central del preformscionismo se ejemplifica en el homunculus, que existe genotipo y fenotipo, que una tesis científica no es un dictum voluntarista que en ciencia los conceptos de esencialismo no tienen razón de ser porque son metacientificod. Son nociones elementales de biología y de filosofía de la ciencia. Elementales.

     

     

    S

  • M. Luisa

    Ya le he dado mi primera impresión antes de que se me quemara la comida que tenía en el fuego. Ahora le dedicaré un poco más de tiempo.
     
    Por extensión me preocupa el tema. Y por eso vengo desde hace mucho tiempo contrastando experiencias con teorías, no a la inversa, como me temo hace usted. 
     
    Yo ya no digo que la de usted, su teoría, sea una tontería porque la cosa es muy seria, pero sí digo que es muy retrógrada refugiándose en la condenación, en el crimen y en la sangre.  
     
    Lo del homúnculo lo ha dicho usted. Yo he preferido, dada su esperada reacción conocidamente tan recriminatoria,   exponer los datos en términos meramente sustancialistas, dando por supuesto que así lo entendiera usted sin necesidad de ir en busca de radicalizaciones.
     
    La esencia se da sistemáticamente, no sustancialmente. Hablando de tonterías no sé si usted no las pregona saliéndose por la tangente e inventándose cosas que yo no he dicho. ¿De dónde saca usted mi referencia al individuo y la descripción del mismo como fenómeno? ¿Le sirve a usted esto para lanzar ejemplos facilones?   

  • Isabel

    Soy mujer y feminista y eso no obnubila mi razón. Veo en los defensores del aborto estrategias más o menos conscientes, serán, para no enfrentarse a la realidad de que el embrión es un ser humano. Claro, un humano en la etapa inicial de su desarrollo. Negar eso hoy día desde la biología no es posible. 
     
    Como a tantas otras personas se declaren o no feministas, me preocupan los “casos desesperados”, que los hay, no son todas imbéciles como llama Gustavo Bueno a las mujeres que se quedan embarazadas sin haberlo querido. Dicho esto, en mi experiencia, de los diez o doce casos muy cercanos que he conocido de aborto voluntario, ninguno era en absoluto un caso desesperado, ni económicamente ni por graves problemas de salud de la madre o del feto. Ni tampoco se trataba de mujeres que no tuviesen acceso a anticonceptivos. Me parece importante tener en cuenta que sí existe una banalización en cuanto a la consideración del aborto.
     
    En este asunto, como en otros, debatimos sobre cómo resolver unas consecuencias indeseadas dadas, pero que tienen causas y estas apenas si se tratan. Es por lo que ninguna solución puede ser buena, cuando el mal está en el origen y lo obviamos. Y nos enfrentan al dilema de tener que elegir entre una madre que está en la miseria o su hijo, ¿y evitar su miseria? Eso no.
     
    Mal causante es la desigualdad de las mujeres en cuanto a su poder decidir si quiere o no gestar (antes, no una vez embarazada) sometidas a presiones sociales y religiosas (por qué no usar anticonceptivos, con ellos no se mata) cuando no forzada en muchas ocasiones. Se da por así son las cosas.

    Como la ciencia da más que evidencias de que se es ser humano en todas las etapas del desarrollo, vamos a por lo que es ser persona, que eso no lo resuelve la biología y se puede divagar. Y así, contamos con “grandes pensadores” que rompen con la consideración de que persona es todo ser humano, otorgan personeidad por etapas, según en cuáles y dependiendo de la adquisición de ciertas características o de su pérdida por enfermedad. Eso que precisamente es en lo que se basa la esclavitud y el holocausto, en poder decidir quién tiene derecho a la vida. Y curiosamente son presentados por gentes de todo pelaje como referentes éticos.
    Coincido con usted, señor Valderas, este es un asunto demasiado serio como perderse en tonterías.

  • carmen

    Pues diría que la postura del señor Valderas es la oficial de la iglesia ante el aborto voluntario. No creo que sea para hacer oidos sordos, sino para dialogar.

    De hecho el señor Biden es católico. No creo que tenga la fuerza suficiente como para influir en una decisión del tribunal Supremo, pero tampoco espero ninguna declaración en contra de la decisión de anular una ley semejante , creo que es un retroceso brutal en los derechos sanitarios de la mujer. Pero a lo mejor me equivoco. No soy una líder feminista. Bueno, no soy líder de nada.

    Está claro que es una decisión desde el punto de vista moral o teológico o como se quiera decir. Si no es Así que me expliquen las últimas palabras: la sangre de Abel clama justicia. Caín, dónde está tu hermano?

    Pues ya me dirán…

    El señor Valderas defiende su posición con argumentos. Y : habla, di lo que quieras que no te escucho me parece un error descomunal. Pero tremendo.

    En fin, es mi opinión personal.

    Creo que ya lo dejo.

    No sé hacer más. Lo próximo sería la enésima repetición. Ya es suficiente.

  • M. Luisa

    Su reacción la esperaba, aunque sin influencia alguna por mi parte.

  • José María Valderas Gallardo

    No creo que Diego Gracia haya dicho tanta sarta de errores. De entrada, Diego, que es médico no biólogo, se ha dedicado a la bioética en detrimento de su primera profesión junto a Laín, que era la historia de la medicina. Tengo dedicada su conferencia de ingreso a la Academia de Medicina sobre el principio ético hipocrático de primum non nocere. Tengo a Gracia en muy alto aprecio. De hecho le invité a colaborar en un monográfico sobre los medicamentos.

    Nadie ha defendido aquí el preformacionismo. Nadie ha hablado aquí de ningún homunculus. La genética, aunque nace con Mendel y sus experimentos con los guisantes, tuvo unos precedentes en la horticultura de principios del XIX. Pero en sentido riguroso comienza su andadura a comienzos del siglo XX cuando se acuña la misma palabra gen y Morgan inicia los experimentos en la sala de las moscas. Por tanto lo del genoma no echa a andar hasta esos años.
    Resulta simpática, vamos a dejarlo así, su definición de epigenética.

    También es curiosa su descripción del individuo como fenómeno. Hombre, fenómeno es  Messi, los demás damos patadas al balón.

    Genial lo de la cabeza del espermatozoide.

    ¿Y si nos dejamos de tonterías? El tema del aborto es muy serio. Un crimen es siempre un crimen. La sangre de Abel sigue clamando justicia. Caín, ¿dónde está tu hermano?

     

  • M. Luisa

    Este tema presenta una serie de situaciones que en efecto plantean problemas morales, los cuales convergen en otro que es el que versa sobre el estatuto del embrión humano. Es en él donde hay que prestar atención para no quedarnos bajo la emotividad de planteamientos defendidos por posiciones radicalizadas. Y más hoy cuando precisamente se está repensando el paradigma teísta, el cual, a modo de espada de Damocles, ha sido decisivo en  este tema.
     
    Por ello viene bien sacar a colación la teoría clásica preformacional que al parecer algunos aquí la defienden y que basándose en la teleología ven al ser humano como un fin ya programado.  Sin embargo, con la teoría evolutiva del siglo XIX un ser vivo es un fenoma no un genoma. Es decir, entre ambos momentos existe un periodo constituyente en el que legislativamente hablando podría ser crucial.    
     
    Tristemente, se percibe aquí todavía quienes defienden el preformacionismo según el cual en la cabeza del espermatozoide está formado todo. Las formas están dadas, lo cual les viene bien aquellos que imputan de criminales, quienes dicen impedir, por tanto, su crecimiento y maduración.  Cuando, en cambio, en la consideración de la teoría epigenética, las formas no están dadas, sino que se van generando. El fenotipo no es la expresión lineal de un genoma, sino el conjunto de rasgos biológicos constituidos mediante interrelaciones ambientales.
     
    Estas pinceladas  las he extraído de unos apuntes tomados en una conferencia dada por Diego Gracia, biólogo y filósofo.   

  • carmen

    Por supuesto que un cigoto humano llegará a ser un humano, si lo dejan y todo va bien. Lo mismo que un cigoto de un chimpancé llegará a ser un chimpancé.

    Entiendo perfectamente que pensando cómo piensa considetey el aborto como un asesinato. Perfectamente. Pero hay otras opiniones de biólogos cualificados.

    Creo que se refiere a que los cigotos de muchas especies de mamíferos pasan por las mismas fases. Creo que se refiere a eso. Pero no cabe duda de que un cigoto de humano acabará dando lugar a un humano por mucho que hablen del cerebro reptiliano, o de que en no sé qué semana parecemos anfibios y que tenemos muchas fases al principio en común. Pero no hay duda de que un cigoto humano acabará dando lugar a un ser humano. Eso no creo que nadie lo dude. Es más, nuestros cromosomas no pueden dar lugar a miembros de otra especie.

    El problema es, se puede interrumpir ese proceso ANTES de que llegue a ser un ser humano? Y ahí está la cuestión. Qué es ANTES? Cuándo es ANTES?

    Le aseguro que me da exactamente igual lo que en esta cuestión diga Pedro Sánchez y la ministra de Igualdad. Mi interés en el tema va por otro lado. Como el de muchísimas personas. Y hay diferentes opiniones de Biólogos.

    Y en esas estamos. Al menos yo estoy en esas. Otros están en cuestiones de ética y demás. Ya le digo, sería una conversación muy interesante.

    Buen día.

  • José María Valderas Gallardo

    Parece que la fuerza distorsionadora de la realidad, empezando por las palabras, de los partidarios del aborto ha prendido mucho más de lo que uno imagina.

    De entrada, todo cigoto fruto del cruzamiento de hombre o mujer es cigoto humano. No existe un cigoto abstracto, que no pertenezca a ninguna especie. Los partidarios del aborto, del sacrificio de vidas ajenas, pongamos la equivalencia en su sitio, afirman a modo de excusa que no se es humano hasta que no han pasado determinadas etapas; para unos, la implantación (a los catorce-quince días), para otros la formación del sistema nervioso; para otros, la expulsión del feto; para otros, hasta que no se tiene un cerebro desarrollado con capacidad superior a la de los primates superiores (tres o cuatro años). Aunque nos parezca brutal, muchos partidarios del Proyecto Simio (ese que vota en nuestro país el arco parlamentario de la izquierda y algún que otro nacionalista) defienden el aborto pospartum hasta la edad de razón o casi.

    El quid está en enredar. Antes se hablaba de persona. Como la persona es inviolable, había que degradar al sujeto a matar. Y empezar por las palabras: no es más que un amasijo de células, no es un ser humano y otros recursos maliciosos de retorcimiento del lenguaje. Las discusiones éticas se centran en torno a cuándo el sujeto humano (cigoto, embrión, feto, bebé) es persona. Pero que es un ser humano eso sólo lo discuten, bueno ni siquiera lo discuten, lo niegan, los ministros socialistas de la democracia que hemos tenido y, ahora, además, las ministras de igualdad.

    Es humano porque posee la características de especie, desde el número de cromosomas hasta el curso a seguir por el desarrollo que le llevará a la formación de sinapsis y comienzo de la conciencia.

    No existe ningún ser vivo que no sea de ninguna especie, aunque lo dijera Lluch, aunque lo digan Sánchez y su cohorte contrarios a la vida. Porque lo contrario a provida es antivida, no hay término medio.

  • carmen

    Santiago, la meiosis es la meiosis. Proceso por el cual  al formarse los gametos de individuos que tienen reproducción sexual su 2n se reduce a n , condiciones sine qua non no se cumpliría la ley de constancia de número de cromosomas cuando se fusionasen los dos núcleos procedentes de cada uno de dos gametos para dar lugar al cigoto. Eso no es discutible. Eso es así porque es que está visto al microscopio. Nada que ver la teoría cuántica. No es una opinión. Es un hecho y superbonito ,  absolutamente interesante y que te deja admirada. Pero no es exclusiva del ser humano. Es de todos los individuos pertenecientes a especies con reproducción sexual. Salvo excepciones que supongo que habrá.

    Y lo sabe.

    La cuestión es que quien esté convencido que desde el momento de la fecundación el ser humano ya existe, entiendo que se oponga al aborto. Pero en todos los supuestos, no en unos solamente.

    Y el que opine que se considera la existencia del ser humano cuando, no ya haya pasado el proceso de mórula, blastula, gastrula etc que eso no tarda muchos días, sino hasta que digan los biólogos que estudian esta cuestión , hasta que ellos digan que no se puede considerar la existencia de un ser humano por una serie de cuestiones que desconozco pero le aseguro que me voy a enterar, los que se fian de la opinión de esos biólogos, pues entiendo perfectamente que acepten el aborto en todos los casos, sin excepciones, porque todavía no hay un ser humano.

    Lo que mi cabeza no logra entender es por qué si en unos casos y en otros no. O hay ya un ser humano o no lo hay. Esa es la cuestión.

    Y luego que entre la ética, la sociología, la filosofía, la teología y demás. Pero una postura u otra se basa en la consideración si en realidad en las primeras semanas de gestación ya hay un ser humano.

    Y todo esto lo sabe usted mucho mejor que yo. Pero hay personas que no lo saben porque tienen otro tipo de estudios. No se puede llevarlas a confusión aunque no sea intencionadamente.

    Buen día .

  • Santiago

    De acuerdo con J M Valderas pues el que estudia un poco de embriología se da cuenta que desde la meiosis que reduce los cromosomas en las células sexuales a 23 y que existe ya un intercambio de ADN, pasando por la fecundación, el cigoto, después la morula, blastocisto, embrión hasta el feto y el bebé a término, se trata y  es un complejo proceso humano y vital que constituye un TODO que pertenece en su totalidad a nuestra especie. Sólo sumergiéndose en esta fase embriológica de la vida humana podemos entender a cabalidad su importancia biológica, moral, y social

    Un saludo cordial

    Santiago Hernández

  • carmen

    Pues sí, señor Álvarez. Toda la razón. El problema es que hay que legislar. Unas leyes son de obligado cumplimiento, como por ejemplo la declaración de hacienda. Para mí es un misterio cómo después de cotizar 41 años, tengo que seguir pagando impuestos porque mi pensión es contributiva. Lo entiendo? No. La cumplo? Pues sí, tengo otra opción?

    Y luego hay otras leyes por si las necesitas. Por ejemplo. El derecho a abortar sin que sea clandestinamente y en manos de personas de dudosa profesionalidad o directamente sin ninguna. También puedes pagarte la asistencia médica en otro país. A todos los españoles creo que nos puede venir a la cabeza sin mucho esfuerzo una ciudad: Londres

    Es una ley de obligado cumplimiento? Pues vamos a ver … NO.

    La legislación sobre el aborto voluntario es porque esa práctica existe desde el principio de los tiempos. Por todas las mujeres/? Por favor, por favor… Y trata entonces de regular el aborto con garantías para Todo Tipo de Mujeres.

    Entiendo perfectamente que haya quien crea científicamente que un óvulo fecundado es lo mismo que un ser humano. Pero hay otras personas que pensamos de otra forma. Y con estudios de Biología. Para mí la cuestión es muy sencilla. No abortes, esto no es Hacienda.

    Pero chocamos con la, no sé, dicen moralidad. Yo no sé si es eso o no. Sé cuál es Mi Moralidad y Mi ética personal. La de otros no sé. A mí juicio, al mío, chocamos con otra Historia. Chocamos, iba a decir con Dios, pero rectifico. Chocamos con la iglesia por la Historia de que solo Dios es dueño de la vida y de la muerte. Eso dice la iglesia. Yo no lo creo, pero ese es el problema. Y el problema de la iglesia porque se empeñan en mantener unas tesis sencillamente insostenibles. Ella sabrá.

    Y, francamente, me choca, porque hasta hace un siglo o dos como mucho, si un bebé moría antes de las 24 horas, o sea, no había nacido. Me choca que a los bebés no bautizados los mandarán al Limbo, que yo lo conocí en mis clases como alumna de religión, y hace década lo quitaron.

    En fin . No voy a topar con la iglesia. No me interesa, si no fuera porque su moralidad interviene en las mujeres desfavorecidas por una causa u otra.

    Quien dijo hace poco que la ciencia pontifica y la filosofía muestra? Pues menos mal…

    En fin . Solamente quiero decir que es una ley que protege la sanidad de la mujer si decide abortar. Una práctica tan antigua como la vida misma del ser humano cuando empezamos a ser muchos. Nos guste o no.

    Personalmente creo que no sería capaz. Pero no me he visto en la tesitura. Tengo suerte.

    Creo que me va a entender. No digo que esté de acuerdo. Es que no todo el mundo tiene que pensar igual. Pero claro, no soy teóloga, ni moralista ni nada de eso. Soy una mujer y me asusta que un derecho que había desde hace cincuenta años desaparezca. Porque no va a ser el único. Apostamos?

    Un abrazo.

    carmen.

     

     

  • mariano alvarez

    La Declaración Universal de los Derechos Humanos proclama en su primer artículo, que:” Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos, y dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros”.

    Esto como su nombre indica, es una declaración de principios no una ley, y es lógico que así sea, pues sin principios no hay fundamento para nada. Toda ley precisa de un fundamento y además debe estar orientada a la consecución del fin ya incoado en dicho fundamento.

    El principio de esta declaración se fundamenta en que todos asumimos que nacemos iguales en dignidad, libertad y derechos y el fin, que también asumimos, es que todos debemos comportarnos fraternalmente los unos con los otros, pero cuando nos ponemos en marcha nos encontramos con un problema, que no todos compartimos los principio ni los fines a los cuales decimos que respetamos o asumimos. Lo primero que podemos pensar es que la declaración asumida es muy inconcreta, y efectivamente lo es, pues en caso contrario, tal situación no sería posible, pero también lo es en mayor medida que, no todos tenemos ni compartimos el mismo significado de las palabras contenidas en dicha declaración de principios.

    La historia del hombre desde el principio de los tiempos, tiene un denominador común que impregna la forma de su existir en el mundo. Son dos fuerzas que no le vienen de fuera sino que emergen de su interioridad más profunda. Son dos fuerzas encarnadas en la propia persona. Una es de carácter centrípeta que trata de reafirmar la hegemonía del “yo” como fundamento  y sentido de su existencia, el “yo” como principio y fin de su realidad y de toda realidad, y otra es de carácter centrífuga que le impele a salir de sí y mirarse en el “tú”, su semejante, sin el que no podría decir “yo”, a entregarse, a darse, a renunciar de sí  incondicionalmente como reflejo de ese acontecimiento primordial que se da dándole la vida.

    El primero es el que se erige hijo de su razón y de su voluntad y con las que intentará imponer su ley y sus leyes, tantas como hagan falta, a las que justificará con muchas razones pero sin tener razón. El segundo es el que se reconoce como don, y como tal se expresará sin necesidad de leyes. El primero siempre reclamará para sí y el segundo siempre se desprenderá de sí. El primero dice “pienso, luego existo”, El segundo “soy amado, luego existo”. El primero siempre responde ante sí, el segundo ante su creador.

    Unos y otros, unos sabiéndolo y otros sin saberlo o sin quererlo saber, compartimos la misma vida, que no la misma existencia, por lo que estamos en el mismo barco que es el de la Vida y del que juntos tendremos que responder ante el Juez de la Vida, y no ante leyes mundanas. Al juicio personal se le añadirá el juicio universal, ya que la persona es ser relacional en la medularidad de su ser, con independencia del tiempo de su existencia, y que le religa no solo a su creador, también a todo lo creado. Ya se que estas cosas escapan a la pura racionalidad pero espero que no sea ajena al pensamiento del lector de Atrio el cual dice tener siempre la puerta abierta a la fe como sustento y fundamento de toda creencia y de toda razón.

    Este juicio que es un único juicio (dos en uno), no tendrá como referente a ninguna ley humana, ninguna sentará jurisprudencia. Todas nuestras leyes serán vanas, incluidas las del aborto, la eutanasia y cualquier otra.

    Hasta aquí mi reflexión como testimonio mío, respetando lo que cada uno quiera testimoniar pero remarcando que cada uno será responsable de su testimonio ante el Gran Juez de la Vida cuya única ley es el Amor y éste siempre es entrega incondicional hasta el extremo, como Él mostro con toda su persona.

    Ante las leyes mundanas, unos remarán ejerciendo una fuerza centrípeta formando un remolino hacia el “yo” y otros lo harán hacia mar adentro, hacia ultramar, arriesgándose a naufragar en el mar de la vida. Unos colapsarán en el “yo”  y otros se liberarán de dicho enclaustramiento abriéndose al “tú” y experimentarán la vida del “yo y tu”.

    Como punto final y para quien quiera unas pinceladas sobre esto que acabo de expresar sobre la vida y la existencia, adjunto un enlace a un resumen de un coloquio que tuve hace algún tiempo al respecto.

    Persona, entre la vida y existencia – Mariano Álvarez Valenzuela – Instituto Emmanuel Mounier

     

     

     

     

     

     

  • José María Valderas Gallardo

    Pero un ser vivo (aunque aún no sea humano hasta pasadas unas semanas

    !Jope! Ni Ernst Haeckel se atrevió a tanto. Sostenía éste que el embrión humano atravesaba distintas fases recorridas por sus precursores a lo largo de la evolución. Una tesis desmentida muy pronto. Pero sí, los partidarios del embrión suelen decir que es un amasijo de células o que no es humano. Chúpate esa mandarina. Esas y otras majaderías. El aspecto positivo del disparate es que te obligan a razones tu opinión, a revisar los fundamentos en que la apoyas. Por ejemplo, tal apotegma me ha obligado a echar una rápida ojeada a las estanterías, desde “Embriología del hombre y demás vertebrados”, de Jaime Pujiula hasta “Gastrulation”, edited by Claudio Stern. Ese libro de Pujiula fue la primera embriología escrita en lengua castellana y publicada en 1922. Las colaboraciones del segundo recogen ya las grandes líneas vigentes en la actualidad.

    Pudiera haber escogido el camino del sarcasmo y decir: se acaba de descubrir un ser vivo que no pertenece a ninguna especie. Presenta las características del cigoto humano, del blastocisto humano, etcétera, pero no es humano, aunque es vivo.

    Pero el asunto es gravísimo. El error, inmenso. Con consecuencias prácticas, desgraciadamente.

  • carmen

    Nacho. Creo que te he contestado en otro lugar. Atrio, para avanzar hoy en fe y secularidad. No sé qué he podido hacer.

    Si quieres lo lees, y si no, pues no.

  • Nacho Dueñas

    Buenos días a todas las atrieras.

    Quisiera exponer, con respeto y densidad conceptual mi oposición al aborto, salvo los casos de notoria excepción (violación, desesperación, miseria, grave enfermedad de la madre…)

    -Aquí hay una oposición de pretensiones: el de un ser ya vivo (el feto) a vivir, y el de otro ser (la madre) a eliminarlo (después de ser la responsable -cuanto menos técnicamente hablando- de su existencia. Y en principio, es obvio que el derecho de un ser a vivir es prioritario con respecto al otro a eliminarlo, por más que puedan no faltarle razones.

    -Todo conflicto humano (patronal-sindicato, fiscal-abogado, invasor-invadido…) se trata de resolver recurriendo a un arbitraje. ¿Por qué en este caso no, cuando aquí la parte a suprimir no sólo es la más inofensiva, sino que va a ser suprimida por el ser que lo engendró. Por tanto, la mujer no puede decidir suprimir al ser que engendró, pues es un ser aparte.

    -Toda vida (humana o no) tiene derecho a vivir. Y más aún por lo que al “engendrador” (la madre) corresponde. Ni siquiera para que haya que defender este derecho, hace falta que el feto sea ya un ser humano (para lo cual ni la ciencia se pone de acuerdo, debido a la dificultad del problema.

    -Hoy en día, y esto lo dijo Gustavo Bueno con razón, pero con la zafiedad maleducada que le caracterizaba, el aborto es evitable y prevenible en la mayoría de los casos (esta es una clave importante, pero apenas se tiene en cuenta): educación afectivo-sexual, control de la industria del porno, crítica de la sacristía como adoctrinadora al respecto, métodos anticonceptivos y contraceptivos (la píldora)…. ¿Por qué no se habla de esto, que sería, a mi parecer, el gran desactivador del conflicto, al menos en una inmensísima mayoría?

    -Es obvio que se debe reconocer el derecho a abortar (dejemos los eufemismos de “derecho a decidir”) a la mujer que ha sido violada, la que vive en miseria, la que está en caso de shock emocional, o que le peligra la vida.

    -Pero, frente al punto anterior, no hay que ser ingenuos: lo primero que se debería saber (yo no tengo los datos, pero tengo mis sospechas) si los casos del punto anterior son la norma o la excepción, porcentualmente hablando. Sin ese dato, el debate se pierde. Es España abunda lo que yo denomino “aborto hedonista”. Y sucede muucho. Y no asumirlo es una tremenda irresponsabilidad. Me refiero a la chica que no se encuentra en los supuestos de excepción, y porque no tomó medidas o éstas le fallaron, aborta. Es caso público el de la cantante Ana Belén (y no juzgo, cito un caso contado por ella). Yo conozco varios casos. Es una alegría decir sin más que “nadie está a favor del aborto”.

    -Abundando en el tema anterior: cuando en Centroamérica o donde sea se comete la barbaridad de obligar a parir a chicas de 10 años violadas (a las que habría que darle el derecho a abortar). Pero recuerdo cómo me llevé las manos a la cabeza acerca de un caso de libro sobre el aborto hedonista: artículo del diario El País, de julio del año pasado: escrito por una mujer, adulta, con dinero, que libremente decide tener el niño y de hecho lo buscó deliberadamente. Pasados unos meses, decide no tenerlo, y aborta en la privada, de cuyo trato humano se queja. Hasta donde yo se, absolutamente nadie en público se llevó las manos a la cabeza por la actitud de esta señora (cuyo caso, de nuevo, narro, no juzgo). No es verdad que el aborto es siempre la solución desesperada. y no se puede negar el aborto hedonista.

    -Creo que la postura de las derechas y del clero es maniqueo, moralista y visceral. Pero el de las izquierdas y el feminismo creo que es lo mismo pero en sentido contrario.

    -Cierto que el hecho de parir he sido un móvil del sometimiento del hombre a la mujer. Y la mujer tiene derecho a defenderse contra el hombre, el machismo y el patriarcado. Pero un ser vivo (aunque aún no sea humano hasta pasadas unas semanas no tiene culpa del machismo y el patriarcado.

    -Otra cosa que falta en este tema es el debate frío, sin condenas (bidireccionales) y con argumentos y sin descalificaciones. Es decir, argumentación y respeto. Y ni la que aborta tiene por qué ser asesina ni el que se opone al aborto, machista o antifeminista. Y no es, en mi caso, equidistancia, sino proporcionalidad.

    Un beso a todas.

    Nacho.

  • carmen

    Pero, Gonzalo. Si no hay una ley que te permita abortar con garantías sanitarias , qué se tiene que hacer? Qué cada caso lo decida un juez? El tiempo pasa y cuando se llega a un número determinado de semanas ya no es aborto.

    Las mujeres entonces no pueden decidir? Quién entonces? Los médicos quizás? Un tribunal de médicos? La mujor podrá o no opinar? La opinión de un juez vale más que la de la mujer? La de los médicos? La de un moralista?

    Pues se irán a otro país donde la sanidad les permite abortar en las primeras semanas. Irán las que lo puedan pagar. En España sabemos mucho de viales a Londres. Las mujeres que no tengan recursos recurrirán a los métodos clandestinos de siempre. Y muchas morirán por infecciones o quedarán estériles. Porque desear abortar en unas determinadas circunstancias no quiere decir en absoluto que no quieran ser madres nunca.

    Eso para que nuestra conciencia esté más tranquila porque defendemos La Vida? Seguro? La vida de quién exactamente? La de una mujer sin recursos económicos?

    Por eso es un tema que afecta a los Derechos de la Mujer. A los derechos sanitarios de la Mujer.

    No es un tema de buenos o malos cristianos. En absoluto.

    Creo que tengo tu correo. Creo. Te mandaré un texto. Solamente para que lo leas. Si encuentro tu correo y el texto. Todo lo pierdo.

    Un saludo.

  • Gonzalo Haya

    Creo que este artículo hace un análisis muy matizado de una situación vital muy contradictoria en la que se contraponen intereses y necesidades, personales y sociales, de muy difícil conciliación. La responsabilidad de la decisión y sus consecuencia no son meramente personales sino en gran parte está diluida en toda la sociedad, que en muchos casos ha contribuido a crear el problema. Encuentro muy acertado el considerar cada aborto en particular, no el aborto en general, y en todo caso como un mal menor, “como un recurso desesperado”, y no como un derecho generalizable.

  • Este tema es bochornoso.

    Las derechas, efectivamente, se comportan de manera hipócrita condenando a los más pobres a una ley que ellos no necesitan cumplir porque pueden permitirse ir a otro sitio y las izquierdas de manera cínica esgrimiendo argumentos intelectalmente estúpidos ara garantizar el derecho a maar al más débil.

    Mientras tanto nadie se pone simultáneamente en el lugar de los dos (si 2) seres humanos implicados, porque son dos y no uno como ven izquierdas y derechas.

    Unos solo ven a la mujer que se somete al aborto llegando a decir que el feto es pate del cuerpo de la mujer (argumento que destrozó en su día una filósofo tan poco sosechoso de “cristianismo como Gustavo Bueno).

    Otros solo ven al feto, y criminalizan a la mujer sin pararse a pensar en las circunstancias que la asisten y en cada aborto concreto, que es donde deberíamos poner el foco de la atención.

    Yo me limito a no juzgar. Niego el “derecho” al aborto. El aborto es siempre un mal y no solo lo sufre el feto sino que, quien más lo suufre es la mujer que aborta. y recordemos que Cristo dijo aquella cosa tan curiosa de bienaventurados los que sufren. Pero no porque sea bueno sufrir, sino porque los cristianos tenemos el deber de hacer que dejen de sufrir.

    Y nadie tiene derecho a hacer el mal. Todos tenemos la libertad de hacerlo pero no el derecho.

    Lo que me jode, y mucho, es que los católicas hayan tomado el aborto como la “muletilla” en la que justificar todas sus penas y vemos a esos rebaños de niñas pijas de Pozuelo protestando contra el aborto de forma vehemente y de esa manera sintiendose “militantes” cristianas comprometidas sin hacer lo más mínimo para combatir otras circunstancias (guerra, pobreza, hambre, desigualdad social, etc…) que matan más personas que el aborto, pero que no les preocupan porque “ellas ya salen a la calle a protestar”.

    Me jode mucho que se haya convertido una legítima lucha por los derechos del más débil, que en este caso suele ser el feto (solo suele, hay casos en que no es así y la mujer es, cuanto menos, tan débil como el feto) en la justificsción para no combatir el resto del al que habita en el mundo.

    Creo que la actitud verdaderamente cristiana no es salir a la calle a protestar e imponer una ley (creo que hay que hacerlo pero no es lo más importante). una ley no garantiza nada. Si no se puede abortar en Oklahoma lo harán en Wisconsin, o al reves.

    Creo que la verdadera actitud cristiana es la del perdón y la acogida y por tanto es la de acoger a esas mujeres que se ven en la circunstancia, siempre traumática, de abortar con amor, sin juicios previos (solo Dios sabe por que lo hicieron realmente) y con los brazos abiertos de ese padre misericordioso que acoge a su hijo pródigo y rebelde.

    Y que las juzgue Dios… si quiere

    Eso sí, que nadie piense que el aborto es bueno. Yo no lo creo y si alguien quiere justificarlo, que no insulte la inteligencia básica de cualquier persona on estupideces como las que algunas feministas argumentan (soy libre de hacer con mi cuerpo lo que quiera, nosotras parimos, nosotras decidimos, el feto no es un ser humano hasta no se que semana, etc…). Un poco de esfuerzo intelectual se agradecería.

  • carmen

    Perdonad.

    Como sé la interpretación que se puede hacer de la palabra escrita, quiero dejar claro que jamás he abortado voluntariamente. Creo que tuve uno natural de tres meses, pero me fui a trabajar. Soy negativa como mi madre y mi primera hijo fue positivo. Lo vi natural. Te deja una sensación de vacío enorme, y eso que estaba tan segura de que era embarazo que ni siquiera me hice una prueba. Por eso digo creo que tuve.

    Cuando murió mi padre estaba embarazada de seis meses. Creí que perdía a mi hijo. Estuve en reposo una semana y las contracciones se pararon , porque Alá es grande y misericordioso. En mi vida he sufrido más que durante esa semana. Y tuve a mi precioso bebé.

    En fin, cosas de mujeres. Pero sí se lo que se DEBE de SENTIR cuando por una causa u otra se decide interrumpir el embarazo.

    Quería dejarlo claro. Luego se interpretan las palabras registradas en un texto o en una grabación como cada uno quiere.

    Qué paséis un buen día.

  • carmen

    Hola señor Valderas y Santiago

    No les voy a contestar. No es el lugar adecuado. Y menos vamos a entretener a nadie.

    Sé lo que piensan. Es una postura por todos sabida de los defensores de la vida. Saben lo que pienso, aunque no lo tengo tan claro. Soy de la línea del señor Masiá Clavel.

    Con esto está dicho todo. Suficiente.

    Solamente una cosa, Santiago. Al no ser una ley que afecte a todo el país, cada estado puede legislar a su antojo. Mientras que si tienen el derecho universal a portar armas en todos los estados de EEUU.

    Saben los dos que les aprecio. Si tuviésemos un café delante y estuviésemos en un lugar acogedor, podríamos estar hablando horas y horas. Ustedes son cabezones , y yo también. Y me encanta hablar, dialogar, discutir y al final reírme de todas las barbaridades que se pueden decir a lo largo de una conversación.

    Este tema me importa. Mucho. Muchísimo. Soy mujer y he estado embarazada. Sé lo que tiene que suponer decidir poner fin a ese embarazo. Por eso pienso que lo que hay que hacer es acompañar. No soy juez. No juzgo.

    Un abrazo a los dos.

    • Santiago

      Por supuesto que hay que regular la posesión de armas con una investigación profunda de los antecedentes penales y civiles del comprador. Existen leyes para este “background check-up” antecedente a la venta, pero el consenso mundial es que tienen que ser activadas y “endurecidas” para que sean eficientes y eviten que un arma de ese calibre caiga en manos de un maleante psicópata , sociópata o psicótico etc que abundan mucho por ese planeta que habitamos para que no se repiten los horrores de las matanzas que estamos viviendo.
      Un saludo cordial

      Santiago Hernández

  • Santiago

    No, en USA no se ha derogado el aborto. Simplemente la Corte Suprema estableció que no existían bases para afirmar que el aborto era un “derecho” que se encontraba dentro de la Constitución americana. Era un error jurídico “ab initio”. Por tanto, no era un derecho “federal” y “universal” que implicaba a todos los Estados. Ahora la polémica se encuentra dentro de los Estados de la unión americana. En una democracia se supone que la mayoría decide…

    Por otro lado, no se puede hablar de “derechos” ya que éstos no son absolutos. No puedo suprimir lo que es vida humana -aun en los primeras fases- que es un “don sagrado”,  por motivos personales.
    La vida intrauterina es diferente de la de la madre. La placenta sólo es un órgano  del embarazo y actúa como un filtro para el proveer oxígeno, y nutrientes al bebé en crecimiento. Al mismo tiempo que funciona como el “pulmón” fetal, filtra las sustancias nocivas y sintetiza estrógenos importante para mantener el embarazo. Al nacimiento cuando la respiración y circulación del bebé comienzan fuera del útero la placenta se expulsa y se desecha.

    El sistema circulatorio fetal es independiente del de la madre. El oxígeno y nutrientes llegan al feto a través de los vasos del cordón umbilical. Al nacer el cordón umbilical se corta y los pulmones empiezan a expandirse. Por eso el embrion y feto humano conservan su independencia como ser vital y diferente del de la madre desde la concencepción, a pesar de la interacción de la madre para sostener la vida fetal intrauterina.

    El otro punto es que el deseo radicalista en USA de extender el aborto al segundo y tercer trimestre y aún “el aborto postpartum”, hicieron la reflexión jurídica de las cortes ante tantas pruebas visuales VITALES radiológicas y de resonancia magnéticas a “bajar” y tratar de restringir el momento del aborto hasta cerca del primer trimestre o a la percepción primera de los latidos cardíacos del bebé. Ya que si el feto es viable entonces el aborto se convierte es infanticidio.

    Un saludo cordial

    Santiago Hernández

  • José María Valderas Gallardo

    Produce mucha tristeza y mucha desazón ver cómo algunos eclesiásticos enfocan el tema del aborto. Es un insulto afirmar que las derechas condenan a los débiles y las izquierdas lo defienden. Esa afirmación sólo puede declararla quien no ha pegado sello en su vida, ha vivido del enchufe del erario público o no tiene capacidad crítica por falta de formación. Cuando no es mala fe, para desvirtuar la atención de un crimen abyecto. Hay que ver algunos qué poco respeto les merece la sangre ajena. Jamás vi comportamiento más vil que el respaldo clerical a los asesinatos etarra con lo de “condenamos la violencia venga de donde venga”.

    Débil, el último de la fila, es el no nacido. Hablar del derecho al aborto es hablar de un derecho a matar. Claro que es muy fuerte decirle a un partidario que se le ve con un machete de matarife en la mano. Te dirán de todo menos bonico.

    El argumentario proabortista, falaz, está lleno de mentiras. Que si nadie te obliga a abortar; sólo faltaría. Que si lo que importan son los que no pueden vivir por sus condiciones de miseria; como si condenar el aborto no implicara condenar el estado en que se encuentra el barrio famoso por su abandono en Madrid o el que a menudo relata don Alberto. Es un argumento sin base, necio. Que si la mujer manda sobre su cuerpo y decide; ese argumento que defiende hasta la monja Forcades es de una procacidad tremenda. El hijo que aloja la madre encinta no es su cuerpo, es otro cuerpo. Es una prolongación del derecho sobre la vida y la muerte del liberto ante el esclavo.

    Esa alabanza de izquierda y menosprecio de derecha, como si fuera la versión moderna del libro clásico mueve a carcajadas, si no fuera que en realidad produce arcadas. Por culpa de la persecución de la izquierda (psuqueros, socialistas y de ERC) tuve que realizar el doctorado a hurtadillas los fines de semana y vacaciones. La argucia fue que, como cobraba no tenía derecho a beca, cuando yo quería la beca para no trabajar y poder dedicarme a la tesis. La beca la otorgaba sindicatos y ellos copaban el sindicato como bien sabía el presidente de la Maquinista. Tuve la suerte de trabajar siempre en empresas extranjeras, donde no se me pedía más que capacidad. En más de una ocasión tuve que enfrentarme a algún jefe de personal subordinado mío porque excluía de la selección a los que no fueran catalanes de socarrel (de pura cepa). Por eso conozco bien a los separatistas de todos los pelajes. La izquierda fue el principal causante de las riadas de parados de imprentas, encuadernaciones, fotocomposición, talleres de producción y maquetación. Creo que he contando que cuando se hacía huelga, y en mis tiempos laborales no era asunto insólito, indiqué siempre que se pagara el sueldo a los huelguistas. Ninguno lo rechazó, ni existía la famosa caja de resistencia.

    Que la izquierda defiende a la mujer mueve a risa. En el caso del aborto e partidaria del sacrificio del niño, tout court. Como suena. Lo diré con toda crudeza, a la manera de Putin o de los etarras, huelen la sangre.

    Ser partidario de la defensa del no nacido no es ser partidario de la condena de la mujer. El aborto debería estar despenalizado para la mujer. Sencillamente tendría que habilitarse formas para que el niño naciera. Luego, en la maternidad, si no lo quiere, que lo entregue a adoptantes o al estado. Pero, ¿matar?

    Masiá, con otros de la Compañía de Jesús, incluido el Instituto Borja de Bioética, son defensores del aborto. Espeluznante. Con Masiá crucé algún correo electrónico. La argucia de los jesuitas es que a partir de tal fecha ya no se puede, como si las etapas del desarrollo no fueran continuas, sino discretas. En el colmo del cinismo aducen el testimonio de santo Tomás sobre el momento de la animación. Para no alargarme, el razonamiento puede leerse en el libro Conceptos fundamentales de ética teológica, de Marciano Vidal et al.

    Gracias a esa distinción justifican el aborto de la píldora del día después, el aborto antes de la aparición de la neurogénesis, con apelación a la posibilidad de gemelización, falta de identidad y de unidad singular, etcétera. No importa los avances de la genética que indican la determinación desde el momento de la fecundación, por supuesto con las contingencias de la epigenética. Van a piñón fijo.

    Cuando no para la sociedad de buscar soluciones a los problemas novedosos que se le plantean –escasez de reservas energéticas, biotecnología alimentaria para las hambrunas, robotización para personas dependientes, etcétera– hemos optado por el mal tout court –¿mal menor? ¿Desde cuándo un asesinato es un mal menor? Eso recuerda a los efectos colaterales que decían los curas etarras cuando morían niños en el coche con su padre policía o militar–. No queremos luchar contra el aborto. Es más cómodo, interrumpir el embarazo, como si pudiera luego reanudarse. Qué desfachatez. Al fin y al cabo dicen las izquierdas –desde el ministro de sanidad Lluch, que Dios tenga en su gloria, hasta la ministra Irene Montero– el feto no es más que un amasijo de células. Como usted y como yo.

  • carmen

    Si.

    Ya he leído que habéis hablado de este tema. Pero lo que ha sucedido en EEUU es bestial. Bestial.

    El problema no ha acabado. Ha resurgido, es una lucha sin final para La Mujer. Sin final. Y hay que hablar en su momento justo. Uno lo fue cuando en España se trató el tema de la legalización del aborto. Otro momento cuando se aprobó en Argentina, creo que fue. Una lucha tremenda y se ganó hace pocos años porque ya estaba en Atrio. Se celebró por todo lo alto.

    Y si ahora no es momento, cuando se retrotrae el tiempo . Cuando se vuelve atrás en los derechos de la mujer en la capital del imperio, con todos mis respetos, no entiendo nada. A lo mejor es que todos ustedes tienen ideas muy claras porque ya han debatido aquí determinados temas . A mí me cuesta mucho entender y sobre todo aceptar la realidad como algo inamovible.  Y, francamente, me alegro de no entender.

    Hasta la próxima vez que me interese un tema. No sé cuándo será.

  • ana rodrigo

    En atrio hemos hablado mucho de este tema. Así y todo yo voy a escribir lo que pienso.

    En primer lugar hemos de diferenciar entre las leyes civiles que reconocen el derecho de abortar pero no obligan a nadie. En segundo lugar depende de la ética personal. En tercer lugar depende de la moral, incluso de sus creencias religiosas, de cada cual. En cuarto lugar depende de la presión familiar y social. Y finalmente, depende de la voluntad de cada cual sea la ética o moral que tenga.

    Pongo unos ejemplos que yo he conocido.

    Tengo un amigo que fue cura y mientras lo fue condenaba el aborto porque tenía que ser así, punto. Hasta que una hermana suya soltera se quedó embarazada y ahí se acabaron sus principios, religiosos, morales, éticos y lo que fuese, le pareció bien que abortara. Así me lo contó a mí.

    Otro caso muy trágico, de una parejita muy joven (hace muchos años) que cuando él supo que su chica estaba embarazada, se suicidó. Fue terrible.

    Respecto al tema del divorcio (aunque no sea el caso del aborto), que ahora hasta el Papa piensa como piensa sobre los divorciados, pero cuando se legalizó era una tragedia familiar y personal increíble. Lo pongo como ejemplo de cómo las circunstancias cambian hasta la conciencia. Pues yo tenía unos conocidos muy, muy conservadores, antidivorcio como el que más, y muy religiosos para éste y otros temas, pero cuando su hijo se divorció, no paraban de dar gracias a todos los dioses por la buena decisión de que su hijo se divorciara. Y fue ella la pidió el divorcio por las infidelidades de él que todo el mundo conocía. ¿Hipocresía?

    Mi conclusión es que cada cual haga lo que crea conveniente según su conciencia. Ahora bien, si en un país se prohíbe legalmente y a la mujer que aborta se la considera una criminal en cualquier circunstancia, en EEUU y tantos países, pobres mujeres, porque con el hombre que la embarazó nadie se va a meter ni a sancionar. Cuando yo era pequeña los hospicios estaban a tope y la mujer que se quedaba con su hijo o hija, ya se quedaba soltera para siempre. Mientras él padre de la criatura iba de chulo por el-mi pueblo.

    La clave de todo ello está en considerar persona al feto desde el primer momento, o hasta que es capaz de sobrevivir en el caso de que nazca. Y según lo que cada cual considere, pues la opción al aborto cambia totalmente. Pero, para ello, debe haber una ley que ponga las condiciones en las que se puede llevar a cabo.

    Ya decíamos en otras ocasiones que una semilla dejará de serlo cuando se convierta en una planta, mientras tanto es semilla. Pero el embarazo, como acabo de decir dependerá de cómo cada cual lo interprete moralmente. De cualquier manera, si la ley lo permite en determinadas condiciones, allá cada cual y con sus actos. Mi respeto a quien tome la decisión que tome.

  • carmen

    He leído el artículo de masía clavel de hace diez años. Demasiadas cosas dice para ser jesuita. Y durante el papado de Benedicto XVI. Eran otros tiempos. Tiempos de lucha. Me alegro mucho de que le guste vivir en Japón. Allí está bien. Creo que el anterior padre general cuando se jubiló se fue allí. Tiene que tener un atractivo por algo que desconozco, quizás se sientan ahí más libres. No sé.

    Y si, tuvo problemas por este tema. Todo el mundo en Murcia lo sabe. Es de Orihuela . Se le aprecia y se le valora.

    Pero este tema se plantea por la aprobación, repito, aprobación de la ley del aborto en España. Y lo que se plantea ahora es la derogación de esa ley, por lo visto estaba en el supremo desde el 75. Ahora se ha derogado. No es lo mismo. No lo es. Ahora cada estado puede decidir todos los artículos o detalles o como se llamen de esa ley. De manera que puede existir en un estado una ley como la de hasta ahora, y el contiguo convertirlo en un delito.

    Me alegro de no tener que decir a nadie cuál tiene que ser su conducta desde el punto de vista moral. Eso debe de ser tremendo. Estoy con Masiá. Hay que acompañar, respetar, cuidar y tratar de comprender. La decisión dependerá de la mujer…si le dejan.

    Me alegro que otras personas tengan sus límites tan bien definidos en cuanto a la ética y la moral. Debe de dar mucha tranquilidad. También me alegro por las personas que aceptan los  límites morales de otras. Debe se ser , no encuentro la palabra.

    De todas maneras quiero dejar claro que mi preocupación, además del tema siempre complejo de el aborto, es la de la involución que esto significa en un país democrático como EEUU, eso afecta a todas las mujeres, sea cual sea su ética y su moral.

    Y Europa irá detrás, salvo algún país que quede por ahí, empecinado en no dar marcha atrás en derechos. Y quién piense que esta va a ser la única ley en el mundo que se derogará, solamente deseo que acierte. Creo que estamos en una fase de involución evidente. Lo que sucede es que esta derogación afecta únicamente a La Mujer. A qué me suena ésto?

    Pues sí. Seguimos inmersas en una sociedad machista. Y creo que como se pongan a ello, sí van a poder pararnos.

    Me he alegrado un montón al leer los comentarios. Por lo visto este tema interesó en su momento. Era España. La aprobación. Ahora es EEUU, la derogación. No es lo mismo. Lo de España fue un logro y esto es un retroceso. Y me asusta.

    En fin.

  • mª pilar

    Gracias Sr.  Jesús M. G. Por este art. tan claro y verdadero ante las patrañas de las derechas y ante los “cumplidores” lo que de verdad les interesa es su propia vida a costa de las demás.

    ¡Totalmente de acuerdo con cuanto nos comenta, gracias de corazón!

  • carmen

    Solamente una cosa añado.

    Cuando una mujer decide abortar, tengan por seguro que hay una causa muy fuerte detrás. Muy, muy fuerte.

    Eso únicamente podemos entenderlo las mujeres. Nosotras sabemos el alcance que puede tener psicologicamete esa decisión.

    No son infanticidas, ni asesinas, ni parricidas. Imposible. Son mujeres desesperadas, porque la sociedad no es justa.

  • carmen

    Gracias, Antonio.

    A ver si somos valientes y hablamos de una vez. Cada uno tendrá su opinión. Pero los temas tan importantes para la mujer no pueden, no deben, no es justo que se obvien.

    Mi opinión ya está dada.

    Gracias otra vez.

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