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Estos también son ‘la Iglesia’

Fué la conmemoración del 75 aniversario de la HOAC-Hermandad Obrera de la Acción Católica. Recuerdo los inicios. Dos años después, en 1949, me carteaba yo desde Comillas con un militante obrero de Logroño. Pero aquí se recordaba cómo los obreros católicos fueron luchadores en las huelgas duras de Rakalde en tiempos de la dictadura. Fue la semilla de la quenacieron las CC.OO. Esto tiene referencia con lo de Hans Joas que publcamos. Y anima a no menospreciar el valor positivo de la inspiración cristiana cuando tanta basura se abate contra la Iglesia. AD.

“Recuerdo que, durante mi primera huelga en Michelin, conocí, a mis veinte años, a Endika Amilibia (1937-2014), ingeniero de la empresa y con un futuro espléndido y, a la vez, prototipo del militante de la HOAC (Hermandad Obrera de Acción Católica) que, luego, he podido reconocer en tantos otros: sosegado, comprometido, pragmático y, a la vez, solidario y cercano a los sectores más marginados”.

Son palabras pronunciadas por Rafael Díez Usabiaga el pasado 29 de enero, con motivo del 75 aniversario de la fundación de este colectivo cristiano que, en Bizkaia, se celebró en la bilbaína parroquia de Ntra. Sra. del Rosario (Rekalde). Concretamente, prosiguió el sindicalista y político abertzale, “me impactó que esta persona, con un excelente futuro por delante, se implicara en la huelga hasta acabar perdiendo, por ello, su trabajo”. Reconozco que “fue un hombre clave en un momento importante de mi vida ya que me ayudó a proyectar mi compromiso militante tanto en el mundo obrero, como en lo social y en lo político. Era el modelo de un modo de ser cristiano que, luego me he encontrado en otros ámbitos de la existencia”.

El político del PSOE, Ramón Jáuregui, expresamente venido de Madrid para este encuentro, señaló que no desconocía este barrio y parroquia. “Estuve aquí, en Rekalde, como Consejero de Trabajo, siguiendo un principio, que siempre he defendido: la solidaridad no es exclusiva del Estado, sino que necesitamos los tentáculos de la sociedad civil”. “Recuerdo, en concreto, haber visitado unas cuantas organizaciones, una de ellas, dedicada a la inserción laboral de jóvenes con fracaso escolar; otra, a mujeres que habían creado una cooperativa para su inserción también laboral y dos centros, uno, de día y, el otro, de ayuda para superar la drogodependencia. Pude constatar que todo este mundo era de raíz cristiana. Lo cuento siempre porque creo que es uno de los datos más hermosos que evidencian que el compromiso de la fe puede llevar a una simbiosis con la política social, algo que me parece imprescindible. Esta es mi experiencia”. A la que añadió que, el año 1962, con catorce años, se puso a trabajar como aprendiz en una fábrica, hasta 1974. “Respaldo -como ha dicho Rafa- que allí tuve la suerte de conocer a los militantes de HOAC. Mi primer contacto con el mundo sindical fue a través de ellos, de personas que comprometían su vida por un mundo un poco más justo y que lo hacían enraizados en la fe cristiana”. Y, finalizó indicando que se había vuelto a encontrar con ellos en el PSOE y en otros ámbitos, tanto políticos y sindicales de diferente signo, como sociales.

La intervención del lehendakari, Juan José Ibarretxe, fue online, al estar atendiendo a su madre, enferma. En sus palabras reconoció que en el origen de su vocación política se encontraba la relación cercana con muchos líderes cristianos, comprometidos en diferentes movimientos de base tanto en la defensa del euskera como de la clase obrera, así como con los sacerdotes de Llodio, Amurrio y Orduña. “Yo soy un cristiano peculiar -dijo seguidamente- ya que vivo con un cierto agnosticismo”. Pero, prosiguió, tengo que decir que “me veo muy cercano al Papa Francisco cuando denuncia que las desigualdades económicas son violaciones de los derechos humanos”. “Entiendo que eso, dicho por el responsable de la religión, que cuenta con más seguidores y seguidoras en el mundo, tiene mucha importancia”. Sin embargo, constato, me duele reconocerlo, que “hoy no veo por ninguna parte” a la Iglesia que defendió estos y otros valores en un pasado muy reciente. Y concluyó indicando que eran muchos -tanto creyentes practicantes como menos practicantes, e, incluso, no-creyentes- los que entendían que la voz de la Iglesia vasca era necesaria y, por ello, importante.

En un momento posterior, las intervenciones giraron en torno a los modelos de presencia de los cristianos en la vida pública: por un lado, el de quienes, mirando al pasado con nostalgia, tienen tentaciones de ocupar espacios que no les corresponden, así como privilegios y tratos de favor. Y, por otro, el de quienes -como el de la HOAC, y más grupos eclesiales- siguen estando presentes en la vida política, sindical y en los diferentes movimientos sociales siendo “más sal que salero”. La enunciación de este asunto cedió el paso a los dos modelos de laicidad: por un lado, el laicismo, excluyente y fundamentalista, que busca encerrar lo cristiano en la sacristía, negando la dimensión pública de la fe; y, por otro, la laicidad, tipificada como genuina, que, tolerante, respeta la pluralidad y propicia la colaboración.

Finalmente, mons. Juan Mª Uriarte, obispo emérito de S. Sebastián, cerró el encuentro con estas palabras: “Sois un órgano del organismo complejo de esta comunidad diocesana de Vizcaya”. Y lo sois “por vuestra existencia comprometida con los descartados y por vuestra pasión en favor de un mundo más fraterno y solidario”. “La diócesis de Bizkaia os necesita para responder mejor a su entera misión”.

Lo dicho: por mucho que pueda sorprender a algunos, estos, también son “la Iglesia”.

 

5 comentarios

  • carmen

    Y, a lo mejor me equivoco, seguramente, pero diría que muchas personas que eran jóvenes en aquellos años y estaban dedicados a la iglesia, como sacerdotes o lo que fuese, creo que ahora son más conscientes de la oportunidad que dejaron escapar. Porque los cristianos de a pie, los que llenaban las iglesias entonces , hubiésemos respondido muy bien. Pero no confiaron en nosotros, en nosotras.

    Se equivocaron. Hubiésemos colaborado y mucho, porque ningún cambio importante se puede realizar sin lo que llaman las bases.

    Me estoy haciendo muy mayor. Siempre digo lo mismo. Y es que estoy viendo que la historia se repite. Estamos en un momento en el que se podría empezar un cambio , realizable a largo plazo, claro, pero empezar. Y no se hará. Falta fe en las bases. O quizás ya lo que no quedan son bases.

    Y  a veces se nos considera basura antiiglesia. Más de lo mismo.

    En fin.

    Más historias. Me estoy haciendo mayor.

  • carmen

    Creo que la llegada al papado de Juan Pablo II y su segundo de a bordo, fue un desastre para esa apertura que inició Juan XXIII con el concilio Vaticano II. Porque Pablo VI , a trancas y barrancas prosiguió con ese espíritu o idea de apertura, eran otros tiempos. Se palpaba en la calle. Pero de repente, cerrojazo total. Y en vez de continuar pasando por encima de lo que dijese la iglesia oficial y plantando cara, todos esos movimientos se replegaron. Supongo que por miedo a represalias. Empezaron los jaleos importante con la teología de la liberación, con la censura a teølogos, con los curas obreros, a las comunidades de base se miraban como algo no muy ortodoxo…en fin. Un desastre. Muchos sacerdotes se desilusionaron  en tiempos de Pablo VI porque se les quedaba corto y ya con Juan Pablo II, un papa visceralmente anticomunista por sus vivencias en Polonia,  en vez de ver la parte cristiana, por decirlo de alguna manera, de los movimientos marxistas, se agarraron a decir que el marxismo es un movimiento ateo , de personas sin Dios, que van contra la iglesia…en fin. La historia que todos sabemos más o menos porque la hemos vivido.

    Se dejó escapar una oportunidad estupenda. De eso hace cuarenta años. A lo mejor para la iglesia cuarenta años no es nada, pero las dos últimas décadas del siglo XX y las dos primeras del XXI, han traído una serie de cambios super importantes y a una velocidad de vértigo. Y la iglesia ha perdido el tren.

    Y mira que ya hubo personas hace ochenta años o más que pronosticaban un invierno eclesial si no había cambios profundos. Y nada sospechosos de ser personas antiiglesia, en este momento me viene a la cabeza Rahner  , que supongo que no se escribe así, pero también seguro que saben a quién me refiero.

    Y ellos también eran iglesia

    En fin.

    Historias.

  • ana rodrigo

    El pasado es pasado, en todos los ámbitos, donde se hicieron cosas maravillosas y cosas que nunca se debieron hacer.

    Y hoy, ¿qué? ¿Por qué la sociedad laica ya no mira a organismos eclesiásticos?. ¿Por qué? Esta es la gran pregunta.

    La gente con la que me relaciono habitualmente, pertenecen a CCP, y todas las que aún pueden (hay muchas personas mayores), están comprometidas con casi todos los movimientos sociales que hay en Granada y/o en Andalucía, pero ninguna va con el pin de que son cristianas o que pertenecen a la Iglesia.

    ¿Dónde está el problema? ¿en la sociedad o en las organizaciones eclesiásticas?

    ¿Acaso ya no se ve a la Iglesia como veían a Jesús el galileo haciendo el bien por la calle?

    Los templos, las catedrales, el Vaticano, el clero, la jerarquización institucional, la marginación de la mujer, la acumulación de riqueza en grados inexistentes en otras instituciones, ¿ayuda al acercamiento con los más vulnerables de la sociedad, o los ahuyenta?

  • Gonzalo Haya

    El Espíritu se manifiesta en la Iglesia pueblo de Dios a pesar de las trabas, o del silencio, que le ponemos la Iglesia institución y el pueblo indiferente.

  • carmen

    Pues sí. Hasta en Murcia, en el otro extremo del país sabíamos de la lucha de miembros de la iglesia comprometidos con la lucha antifranquista. Eso sí nos llegó. No creo que nadie se sorprenda. Menudos jaleos había. No recuerdo el nombre de un obispo al que se la tenían jurada. También recuerdo a Tarancón, él también formaba parte de aquella época. Y recuerdo que el Papa Pablo VI no resistía a Franco, y, sin duda, también formaba parte de la iglesia aunque permitiese a Don Francisco que entrase y saliese a las catedrales bajo palio.

    Vaya si lo recuerdo. Y si, formaban parte de la iglesia. Tiempos, ya digo, de Pablo VI.

    Y también recuerdo a Munilla, ahora es vecino , está en Alicante. Y él también forma parte de la iglesia. Y además lucha contra herejes.

    Buenos tiempos los años sesenta .

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