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Yo quiero ser dualista

          Los dogmas tienes mala fama: dictatoriales, represivos, no faltan quienes, con un suspiro de alivio, se van librando de ellos. Pero parece que no podemos pasarnos sin dogmas, de modo que aparecen otros nuevos, entre ellos, como más destacado, el de el no-dualismo. Pues bien; quiero afirmar rotundamente que YO quiero ser dualista.

          Me miro al espejo y me reconozco: soy YO. Recuerdo mi vida, de la que estoy bastante satisfecho, y me alegro de haberla vivido YO. Echo una ojeada a mis libros y estoy seguro de que los he escrito YO. Me dicen los no-dualistas que ese yo es ilusorio porque es una mezcla de mente, sentimientos y memoria (Enrique Martínez Lozano). Con la misma razón –o falta de ella– se podría decir: un coche es ilusorio porque es una mezcla de mecánica, combustión y movimiento.

          Pero en fin, cada uno que se viva a sí mismo como más le guste, como consistente o como ilusorio. YO para mí y para las personas con las que me relaciono, elijo lo primero.

          Y quiero vivir según algunas verdades, aunque, para los no-dualistas, “el yo no puede tener la verdad porque él mismo, en cuanto se absolutiza, es una mentira, otra creación de la mente”. Vaya por Dios.

          Y ya que ha aparecido esta palabra, hay consecuencias que me interesan más. Por ejemplo: “no es que Dios separado se manifieste en nosotros, separados de El. No, somos Dios manifestándose”. Según yo lo veo, decir eso equivale a imaginar un Dios pintando la Sixtina o construyendo el Partenón pero también organizando guerras, devastando pueblos, ninguneando a las mujeres. YO prefiero pensar en un Dios libre que nos ha hecho libres y por tanto responsables de nuestros actos.

          Pero es que además –por mucho que los no-dualistas lo nieguen– se trata de un panteísmo. Hace ya años, en un encuentro que organizó Fe Adulta, Joseba Arregui limitó su intervención a decir: “lo que ahora he llegado a creer es que todo es divino”. Pues que todo sea divino es lo que significa la palabra panteísmo. Que después de la desacralización el mundo, de la ciencia, de la técnica, volvamos al panteísmo me parece realmente sorprendente.

          Con este motivo a veces he recordado el cuento del rey desnudo. Nadie se atrevía a decir lo que era evidente porque quien no veía el vestido era un bastardo. Quien no ve las afirmaciones –a mi modo de ver, tan gratuitas– del no-dualismo es que no conoce la física cuántica ni la psicología transpersonal. Pues yo, que ciertamente no las conozco, me atrevo a decir que el rey está desnudo.

          Prefiero ponerme con mi YO ilusorio en la línea de Martin Buber (Tú y yo) o de Jean Mouroux (Creo en ti) que defendieron un YO dialogante con los demás y con Dios.

          De modo que aunque me señalen con el dedo –¡dualista, dualista!)– he decidido continuar con mi YO ilusorio, que tantas experiencias positivas me ha proporcionado, seguir siendo dualista y disfrutarlo. Que así sea.

          P.D. He contado algunas de estas cosas a una mujer que conozco pero que no está en esos asuntos y se ha quedado perpleja. Vete a tú a contar estas cosas a la gente corriente, a ver que opinan, me ha contestado.

34 comentarios

  • Antonio Duato

    ENLACE A LA CONSULTA AMPLIA EN ZOOM DE LA QUE HABLÉ YO Y HABLA ANA RODRIGO EN OTRA ENRADA DE HOY: (espero que esta vez funcione…)

    Como al principio hay una serie de pruebas y saludos prescindibles, se puede pasar al mintuo 33, usando el cursor y la bolita en la línea del tiempo. Ahí empieza la reunión.

    https://www.facebook.com/100055208795014/videos/1017978039000372/

     

  • Jaume PATUEL PUIG

     

    En castellano como en catalán: El “yo” tiene diversos significados. Por eso me inclino  a diferenciar entre “ego” (pseudoidentidad) y Yo, la identidad profunda que es la de Cristo o Luz o Ultimidad o Divinidad, nada compartida sino que es un TODO manifestado en una pluralidad. De ahí tal vez sea útil el término PANENTEISMO.  No olvidando que no es más que un dedo que indica o una flecha que va…
    Conviene, a mi sencillo entender, que cada Ser Humano vaya conscienciando su estructura antropológica, que le es dada, para ir construyendo la suya, que puede ser la misma que tenía. Y esto no es más que un sencillo mapa que expresa el territorio.
    Y el caminar o el proceso de autorrealización integral se traduce con Mateo 7,16: la madurez humana expresada en un comportamiento de respeto al otro en su diferencia: Todos tenemos la “dignidad humana”.
    Y Jesús, como otros Sabios y Maestros, nos dio esa EU-ANGELO o una buena noticia. Y el evangelio de Juan está en esta órbita: “El padre i yo somos uno”….
    Y la meditación es ir hacia el interior para volver a salir y al reentrar se va más adentro, que podemos explicarlo con los NIVELES DE CONSCIENCIA. Indico el libro de jean GEBSER: ORIGEN Y PRESENTE. Editorial Atalanta 2011.
    El ya entrado el siglo XXI nos pide, en Occidente, otros lenguaje para no perder el legado de las Sabidurías. Y una que ha marcado es Jesús que ha tenido muchos seguidores y los tienes, No precisan estar en los altares….
    Y buen fin de semana.

  • M.Luisa

    Mi sintonía total con lo expresado por J. Patuel quien hace  contrastar su valencia mediante la cita evangélica,  algo de lo que yo siempre prescindo precisamente para evitar graves confusiones.

    Todos podemos darnos cuenta y aquí mismo, sin ir más lejos,  de la gran diferencia interpretativa  que a veces causa el evangelio mismo según sea el punto de vista en el que sus citas se las considere.

    Por esa razón, aunque yo  procuro ser  fiel seguidora de él, en su interpretación   siempre me dejo llevar de la   mano  depuradora de la filosofía pues no es sino  a la altura desde la cual  se encuentra esta en el presente  que podemos  acceder  a ese  desafiante tema  traído aquí por  los tradicionales teísmos.

    La posición psicológica del ego en el que lo sitúa Jaume es  proporcional  a la que estructural y  filosóficamente lo sitúo en mi planteamiento aunque pienso   que es en ella, solo  en la estructura  que  puede experimentarse  su trascendencia, la del ego por supuesto.

    • Jaume PATUEL PUIG

      Mª Lluisa, gracias por tu aportación. Hay un libro de un filósofo HECTOR SEVILLA GODINEZ, cuyo título es FILOSOFÍA TRANSPERSONAL (Puentes, abismos y senderos). Antropos, 2018.
      Y vamos avanzando consciencialmente y siempre IN NOMINE DOMINI…
      Cordialmente

      • M.Luisa

        Gracias, Jaume, también por tus aportaciones y darme a conocer el autor del libro que me citas. Precisamente la experiencia interna de ese “trans” personal no puede inscribirse más que dentro de la estructura de la no-dualidad y esto, pienso, por una razón muy sencilla: porque en ella los elementos se combinan, es decir, no constituyen mezcla. Como así resalta el propio Carlos citando a E. M. Lozano que como no-dualista le dice que ese “yo” ilusorio no es más que una mezcla de mente, sentimientos y memoria algo susceptible y (eso ya es cosa mía) de considerar estos elementos por separado y por tanto a expensas de ser unidos condicionalmente de tal manera que en ella la experiencia brilla por su ausencia.
        Ayer leí la contrapartida de J. Arregi a Carlos F. Barberá con su artículo “Yo no quiero ser dualista” pues con él me quedo.

        Un cordial saludo.

  • Santiago

    Personalmente creo que no podemos ser definidos totalmente entre dualistas o no dualistas, como bien señala Jaume Patuel….Si el dualismo es ideológico como los maniqueos que reconocían dos principios actuando independientemente, como un dios bueno y otro malo, pues entonces el dualismo es incompatible con el cristianismo…Puesto que en Dios no puede existir ningún vestigio, ni principio, del mal…

    Pero el reconocimiento de que poseemos un YO o ego que se encuentra entre el ID (ello) que son nuestros impulsos, tendencias o pasiones y el SUPEREGO (súperyo) que son nuestras reglas ético-morales, es perfectamente reconocible como nuestra identidad personal…Simplemente soy YO en esencia, y no “otro”….

    Mis experiencias son otra cosa puesto que mi realidad es a la vez subjetiva en experiencia  íntima, y además experiencia objetiva y externa….puesto que ésta última existe fuera de mi intimidad…ES mi ego o YO el que se encuentra entre estas fuerzas que lo aprisionan y solo un equilibrio  puede permitirnos la estabilidad y adquirir la paz necesaria para vivir constructivamente…. Por eso aquí no se trata de principios independientes que luchan por subsistir…sino de la estructura de la unidad de mi personalidad….Es el gran planteamiento freudiano junto con nuestra vida inconsciente que revolucionó la psicología y la psiquiatría…

    La identidad es con Cristo…que nos presenta el modelo perfecto ascendente hasta el Bien….No es necesario perder nuestra identidad ni nuestro YO…Se trata de un modelo donde hacemos nuestras las características esenciales de la personalidad de Jesús de Nazaret….En la unión con Dios no nos disolvemos sino que participamos de Su misma vida divina, dejando intacta nuestro YO…que es el que va sobrevivir en esencia después de nuestra muerte…ya que El quiso elevar nuestra naturaleza al nivel de “hijos por adopción” para poder entonces contemplar Su gloria por toda la eternidad…Es en realidad nuestro destino final…

    Un saludo cordial

    Santiago Hernández

     

     

  • Javier Peláez

    Dicho francamente he leido el artículo de Arregi y otros en redes cristianas y es una paja mental considerable….

  • Javier Peláez

    He leído todo esto del no-dualismo y el posteismo y la verdad que era necesario todo ese esfuerzo intelectual para llegar a la más absoluta vacuidad…Yo me proclamo “funcionalista” ,cada uno que piense lo que le dé realmente la gana, a mí interesa los frutos,lo demás es pura filfa…

    • Javier Peláez

      Coño que el funcionalismo ya existía….Me refiero funcionalista en el sentido más pedestre:lo que funciona para la acción…Yo no soy muy dado a la acción,al punto de que una buena amiga me decía que era mal cristiano porque era pura reflexión,pero claro complicarse tanto la vida como los posteitas…En definitiva,y eso para qué sirve?

  • Nadia obliga a nadie ser dualista o no dualista. La propia experiencia personal lo va experimentado e incluso en personas que van por la calle.
    Pablo en Gálatas 2, 23. Ya no soy yo quien vive,  sino que es Cristo quien vive en mi”. Pienso que es no-dualista. El ego vive que su identidad no es lo que el cree, sino otra de más profundidad como la que vivió Jesús de Nazaret. Como “nadie ha visto a Dios”, solo en el Silencio profundo puede el ego des-identificarse. Y mirando al espero su mirada le puede llevar a esa profundidad de Unidad, pero sus funciones continúan siendo vigentes y de las que se siente responsable, pero su identidad no es la que el ego creia.
    Tal vez  sea aclarar qué es el ego.  Por eso postulo por una EGODICEA. Personalmente, el concepto de ego es el que postula el psicoanálisis freudiano. Esquema antropológico vigente y a la par muy pedagógico.
    Vivimos en una pluralidad o diversos caminos que llevan todos a la cima para respirar el aire de la altura, y ese aire es el mismo que respiramos haciendo el camino. Es decir, donde vamos, ya somos.-

  • Carlos

    Gracias, Antonio, por tu text. Pensaba, con cierta pereza, escribir algunas notas pero tú me has evitado el trabajo ylo has hecho mucho mejor que yo.

     

    De nuevo, muy agradecido

    • Isabel

      Gracias a usted si es el autor del artículo, como supongo.
      Se extraña algo así en medio de tanto pensamiento posmo que se va convirtiendo en hegemónico. Y la pereza se comprende.

  • M.Luisa

    … Para aclarar un poco lo que quise decir anteriormente, agradeciendo a Antonio que me dé esta posibilidad citándome, lo explico con un ejemplo del propio D. Carlos, dice él: Me miro al espejo y me reconozco; soy Yo, recuerdo mi vida etc., etc., Bien pues según la  fórmula que expuse ayer, mi interpretación es la siguiente:  soy yo quien se mira al espejo y me reconozco como el Yo de mi realidad. Aquí, en este primer movimiento nos aparece ya la estructura cognitiva  propia de la persona: El me, el y el Yo. En el me,  me siento, me percibo, en el mí expreso  qué es este sentir propio,  algo que luego la razón lo aprueba como el Yo que soy. Es decir,  se empieza por el “soy yo” y se termina “siendo” el Yo que soy en realidad. La cosa  ¡No es fácil!

  • Antonio Duato

    Cuando recibí este artículo de Carlos anteayer lunes pensé: ¡Exacto! Esa es mi pega principal en el debate del No-Teísmo, que el domingo reunió más de cien personas conectadas de una u otra parte del Atlántico. Lo que pasa es que yo no se decirlo con gracia y palabras sencillas como él. Yo expresaba así la necesidad de mantener una relación Yo-Tú con el Misterio:

    Se trata del modo como se produce y desarrolla el encuentro con “El Misterio Último”.  Como entrega total razonable a quien trasciende lo cognoscible. Si ese Misterio no puede ser Otro para mí, no me puedo relacionar con él de forma inter-personal y por tanto no puede ser un Tu al que le pueda invocar (no solo pedirle cosas, sino agradecer, adorar, amar, quejarse, luchar con Él…), no veo que queda de una fe cristiana y profética. Todo eso no es real. Esa personalización serían creencias, consolaciones imaginarias rechazables como lo del cielo allá arriba o los angelitos con alas.

    Si alguien quiere, puede seguir el encuentro de hora y media en este enlace:

    https://www.academia.edu/video/jYrYX1 

    Mi intervención fue la segunda. Ana María Rodrigo tuvo una intervención muy buena. Para Otoño -primavera austral- estamos preparando en ATRIO una convocatoria semejante, si es posible más dedicada a construir un paradigma positivo de compromiso por una humanidad global mejor que negando unas concepciones religiosas que ya hace tiempo hemos abandonado casi todos los que nos reunimos aquí y allí.

    Y respecto a los comentarios anteriores:

    Magnífico el de Isidoro que esta temporada está inspirado.

    De acuerdo con Gonzalo en que al final la gota de mi ser yo se diluye en el océano total. Y habrá momentos de iluminación en que se nos de degustar lo definitivo. Pero entretanto la alteridad es necesaria para un fe de adoración y seguimiento.

    Luis, sigue con la experimentación sobre estados de conciencia de Ken Wilber, de Castaneda, del zen… Las preguntas hondas sobre el yo y el Tú persistirán.

    M. Luisa nos dice que “El Yo,  … es el ser de la realidad que soy. Es la experiencia reduplicativa de la no-dualidad”. Para mí la realidad que soy son unos cuantos cuatrillones de átomos relacionados y organizados en mi cuerpo con cerebro, en donde no hay solo enigmas científicos sino todo un Misterio del que soy más o menos consciente pero al que me entrego con confianza y amor no solo en momentos psíquicos extraordinarios sino en cada instante. Para ello no es necesaria filosofía ni dogmas.

    NOTA DE EDITOR: Al publicar mi comentario, veo que sintonizando en tiempo, ideas y alguna palabras, escribía Juan Antonio el suyo… Como editor lo pedo hacer constar sin necesidad de hacerlo en un nuevo comentario.

  • Juan A. Vinagre Oviedo

    Tal como tú lo expones o tal como yo te entiendo, Carlos, yo también soy dualista y más: soy pluralista.  El YO, que es la esencia más viva y grandiosa del ser (yo que en el fondo es más que materia, por muy frágil que sea ese gran yo gestado por la energía-materia) es algo-alguien tan real que nos hace autoafirmarnos como personas…, y responsabilizarnos de nuestros actos… y corregir conscientemente nuestros errores, si los vemos o comprobamos como equivocados. No sé si he captado bien o coincido con Heidegger, pero el yo, la persona, surgidos de la energía-materia, creo que son-es la esencia del ser, de ese ser materia que previamente fue energía y acaso burbuja o vibración cuántica…

    Ese yo consistente que se autoafirma es incompatible con el panteísmo -concepto para mí demasiado primitivo y simplista-, pero sí compatible con el pan-enteísmo. Por ahí, a mi juicio, fue Francisco de Asís y otros.

    En fin, porque yo soy persona que se autoafirma conscientemente y se responsabiliza ante la vida, y reconoce fallos personales, yo también creo en la diversidad (sin romper ninguna unidad necesaria), llámese pan-enteísta o dualista-pluralista. Yo afirmo y comparto con otros yo reales, no ilusorios… No soy una ilusión…    Dentro de una concepción pan-enteísta, la identificación con el Dios Abbá de Jesús no es una inmersión en Él, inmersión que me funda y haga desaparer, sino un reforzamiento personal en Él. Él, que es Unidad en la pluralidad. Dios Abbá no funde, sino que dentro de su Unidad promociona y enriquece nuestro yo (no nuestro ego).

    También yo te envío un saludo, Oscar; pero un yo real, no ilusorio.

    • Juan A. Vinagre Oviedo:

      Un yogui por su practica puede alcanzar estados de consciencia que dejan muy atrás el ego racional. ¿Se funden con el Misterio?. Si y no.
      Consciencialmente pueden estar, digamos, muy por encima del mundo. Pero como tienen un cuerpo, cuando van a comprar arroz o etc. usan su ego o yo racional. No lo pierden, lo trascienden pero lo tienen a disposición para cuando lo necesiten.
      El genial y contemporáneo yogui SADHGURU yo diría que un hombre realmente iluminado con millones de seguidores por el ancho mundo, no podría hacer su ingente y magnifica obra sin contar con su ego. Pero tal como digo, creo lo tiene trascendido. El Misterio “Dios Abbá” funde y no funde.
      Todos podemos seguir el camino de los SADHGURU no son “hijos unigénitos de Dios”.

      Y profundizando. No se explica con dos palabras, pero se puede explicar que el ego es ilusorio, no tiene identidad real.

      • Juan A. Vinagre Oviedo

        Amigo Luis: Nada que añadir a tu comentario. Solo decir que cuando hablo de “ego” me refiero no al yo que se autoafirma razonablemente, con ética, sino al individuo que trata de encumbrarse a costa de la verdad o de los otros. Es decir, al ególatra que se autoafirma solo para darse culto a sí mismo. ¿Ese “ego” no tiene entidad real?

        • Hola Juan.
          Estamos vivos, y lo estamos tal como somos, con ego, todos. Unos mas ignorantes que otros, porque el mal que nos hacemos y el que hacemos es necedad e ignorancia.
          Si te pregunto ¿Quién eres tu?. comienzas a darme datos. profesión familia estudios etc. todo eso es un Ser desarrollándose en el mundo. Pero realmente lo que eres es eso un Ser, un pedazo de vida.

  • M.Luisa

    El Yo, Carlos, si me permites  hacer una breve reflexión, diré que   es el ser de la realidad que soy. Es la experiencia reduplicativa de la no-dualidad, algo que dista mucho, o mejor no tiene nada que ver con el carácter impositivo de los dogmas cuya carga es pesada precisamente por carecer  de experiencia.

    Al parecer, si no te he leído mal en tu artículo  tanto defiendes el Yo ilusorio como el Yo consistente y en esta ambigüedad  también a mí se me hace un poco difícil esconder mi perplejidad.

  • Carlos F. Barberá:    “Sin plumas y cacareando…”

  • mª pilar

    ¡¡¡Gracias Carlos, de corazón!!!

  • Gonzalo Haya

    Carlos, el decir que el yo es una ilusión, es una manera de hablar, una exageración. Yo también me he rebelado porque el yo del niño o de la mujer que sufre explotación laboral o sexual es un yo muy real. Sin embargo se considera que nuestra realidad palidece ante la realidad de Dios que nos fundamenta,  y que nos une profundamente con todos los seres humanos y no humanos. Los místicos, cristianos o no cristianos, han experimentado esta identificación con Dios, con la realidad profunda, la única que según algunos merecería este nombre, y con la que los cristianos esperamos identificarnos cuando cambiemos el estado espacio-temporal en que ahora nos encontramos. A la mayoría les basta con amar a Dios y al prójimo, sin meterse en el antiquísimo problema filosófico del uno y lo múltiple, pero otros tenemos la necesidad, y el deber, de tratar de comprender; somos seres muy limitados pero abiertos al infinito.

     

    • Hola Gonzalo:
      La no dualidad se alcanza a partir de según que estado de consciencia. Y no es cuestión de creer o no creer, sino de -experimentar-. Para ello hay una prescripción, una experimentación, y una falsación o comprobación. El método científico…
      Después ocurre que hay muchas clases de prescripciones, unas mas acertadas que otras. Por ejemplo una de ellas es la meditación Zen, y otra la Vipassana.

      Un saludo. No siempre estaremos de acuerdo, pero valoro tu honestidad.

  • Isidoro García

    Solo un pequeño comentario tangencial, sobre el último párrafo del jocoso artículo del amigo Carlos Barberá. Señala que una persona “corriente”, le dijo sobre el tema: “Vete a tú a contar estas cosas a la gente corriente, a ver que opinan”.

    Es un tema que en este foro es bastante recurrente, sobre todo últimamente: el del supuesto “elitismo” del pensamiento crítico, del estudio, del saber, del conocimiento.

    Me ha recordado la situación de un restaurante. El restaurante, está para dar de comer bien a la gente corriente. Y ellos no tienen por qué saber, como se cocinan los alimentos que degustan, a no ser que quieran saber cocinar para practicar en casa.

    Hay toda una literatura culinaria y unas escuelas profesionales, en las que durante años, se forman los futuros profesionales del tema o los interesados en saber cocinar bien. Y todo eso no tiene por qué conocerlo el señor que solo va a degustar el menú del día o el menú-degustación.

    La deriva anti-intelectual del sempiterno populismo actual, es tal, que parece que todo estudio y reflexión profunda sobre un tema, para su mejor conocimiento, es algo inútil, elitista y de sabihondos.

    Pero la humanidad, ha salido de las ramas de los árboles, porque unos sabihondos, pensaban y pensaban, como dando golpecitos controlados a una piedra de una clase determinada, se podían conformar unos útiles cuchillos y puntas de flecha.

    Luego, la gente corriente, bien que se benefició y copió esos descubrimientos.

     

    Lo que pasa en este tema, es que no todas las cosas se deben contar a todo el mundo. Porque hay mucha gente, que ni están preparados, ni les interesan ciertos detalles, (y no están preparados, justo porque no les interesan esos detalles). Sería como si el chef, junto con cada plato, se pusiese a explicarnos toda la teoría y la práctica de la confección del plato. Sería un pelma.

    Creo que en el evangelio hay una frase muy dura, pero muy razonable, que dice que no se echan perlas a los cerdos. Es una metáfora, de que a la gente, no se le pueden ofrecer explicaciones por encima de su conocimiento e interés por el asunto. Es inútil y produce confusión y rechazo.

    Creo que decía Ortega, (el añorado Oscar Varela lo sabrá), que solo aprendemos lo que ya sabemos. Aunque pueda parecer una contradicción, comprendemos y aprendemos, lo que está muy cerquita de nuestro saber actual. Es como los saltos: no podemos desplazarnos de un salto, más que a lo sumo uno o dos metros, no veinte.

    Y esto se produce porque en el acto del conocimiento de la realidad, paulatinamente vamos modificando nuestra cosmovisión personal, y eso hay que hacerlo pasito a pasito: no muerdas más de lo que puedes masticar.

    De ahí que haya tanta persona con una buena “indigestión” de conocimientos, con el consiguiente rechazo y vomitona.

    • oscar varela

      Hola Isidoro!

      1- Gracias por re-cordar

      2- no me olvido.

    • Sr. García, no puedo evitar darme por aludido.
      Entre otras cosas porque debo de ser uno de esos cerdos que no está preparado para comer margaritas (los cerdos comen de todo, créame incluso cardos borriqueros)
      Mire usted, hay muchos otros ámbitos donde una jerga especializada es no solo inevitable sino conveniente.
      Yo no entiendo nada de medicina y cuando dos médicos hablan entre ellos de una dolencia que tengo yo, no me importa no entenderles porque lo que me importa es que sean precisos para que lo que sea que concluyan me reporte salud.
      Cuando yo estudiaba la carrera (Ingeniero Industrial), recuerdo un claustro de profesores en los que un alumno se atrevió a manifestar al todo poderoso catedrático del ramo que los libros que había escrito de Electrotecnia estaban escritos para mostrar lo mucho que sabía el autor pero eran pésimos para enseñar. Todos hemos conocido a algún profesor así.
      Lo que reclamamos algunos, o mejor aún, lo que yo reclamo es que si le reflexión no se hace comprensible, no es reflexión, es divagación y si no se hace aprehensible nunca llegará a convertirse en enseñanza y una reflexión que no se convierte en enseñanza es auto complaciente es decir una “paja mental” (como ya apuntó en otro comentario Javier Peláez)
      En especial, esto es importante (a mi juicio) cuando se trata de Dios; es decir cuando la reflexión o la conversación, no trata de conceptos utilitarios (como una enfermedad, o una máquina por ejemplo), es decir cuando esa reflexión no tiene que concretarse en unos resultados tangibles (la cura de la enfermedad o el funcionamiento de la máquina). Precisamente porque esa circunstancia nos anima a hacer mucho más compleja la reflexión, es por lo que debería ser obligatorio tratar de hacerla más sencilla.
      Dios, si existe, debería estar al alcance de todos, pues todos fuimos creados por Él y no sólo aquellos animales, no porcinos, que pueden comer margaritas.
      Creo que ése es un esfuerzo que yo agradecería a quienes se presentan como no-dualistas (a los si-dualistas les entiendo algo mejor) porque, en el caso de que llevaran razón, la cuestión sobre la existencia y la esencia de Dios es lo suficientemente importante como para que pueda ser digerida por todos.

      Un saludo sin acritud ninguna.

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