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De viernes a domingo

 Del viernes santo al domingo de resurrección celebra la liturgia cristiana la Semana Santa, es decir, la muerte y resurrección de Jesucristo. En tan sólo tres días (viernes de dolores, sábado santo y domingo de resurrección) se condensa el último tramo de la existencia del nombre inefable de Adonai, que en griego es Kyrios, en latín Dominus y en español Señor: “Si vivimos, vivimos para el Señor; si morimos, morimos para  el Señor; en la vida y en la muerte somos del Señor” (Rm 14,7-8).  En setenta y dos horas la  suprema contradicción que el hombre experimenta desde siempre —la  contradicción entre la vida y la muerte— ya ha sido superada con la Resurrección. A partir de ese momento santo,  la contradicción más radical no se da ya entre el vivir y el morir, sino  entre el vivir para el Señor y el vivir para sí mismos. Vivir para sí  mismos es el nuevo nombre de la muerte, vivir para el Señor es el nombre de la eternidad, un cambio de época radical: el fin de los siglos viejos y el comienzo del nuevo eón.

Sin necesidad de remontarse mucho más lejos, toda esa perspectiva se manifiesta aún, valga por caso, en el periódico de Peter Maurin Catholic Worker, fundado con Dorothy Day en 1933.y que aún sigue vivo (yo mismo he escrito en él), donde insistía en tener siempre en la casa una habitación para Cristo bajo el signo del: 1. Dar y no tomar; 2. Servir y no gobernar; 3. Ayudar y no aplastar; 4. Alimentar y no devorar; 5. Si es necesario, morir y no vivir; 6. Los Ideales y no los acuerdos.

Con el curso de los siglos este sentido escatológico radical fue languideciendo, y la expresión fin de siècle (fin de siglo), ya alejada de la Semana Santa, comenzó a utilizarse para designar la decadencia  de la Belle Époque durante los últimos años del siglo diecinueve, en los cuales se perdió fuelle en favor de la resignación ante unos nuevos tiempos carentes de glamur; a la vida buena sucedía el temor a una vida peor, degradada, aburrida, casi tanto como el ciclo descendente del hinduismo.

Ya en nuestra época, con un giro radical, el neologismo finde apunta en el imaginario social de buena parte de la juventud hacia una recuperación de las setenta y dos horas, ese rápido y apocopado fin de semana en el cual resurgen las Bacanales romanas y la celebración de una vida que hay que disfrutar a tope antes de que todo concluya, como en la cena del rey Balthasar. Desesperación, rabia, y alegría fáustica nuestros findes son. No fin de siglo, ni fin último, ni fin de nada, sino intensificación y despilfarro del presente turbulento. O eso es al menos lo que a mí me parece, viejo como estoy, aunque pueda apoyarme en las muletas de Francis Bacon para justificar mi punto de vista: “El hombre cojo que sigue el camino correcto rebasa al corredor que ha tomado uno equivocado. Es evidente que cuando un hombre corre por el camino equivocado, cuanto más ágil y veloz sea, más lejos habrá de perderse”. En el nuevo panorama tres días parecen demasiado, por eso el lema es “a vivir, que son dos días”, Tal como van las cosas, no sé yo si el eslogan futuro no será “agarra tus veinticuatro horas, y corre”, pues hasta el mismísimo Unamuno traducía el lema clásico carpe diem por “a lo que estamos, tuerta”.

Sea como fuere, por incidir un poco sobre esto, los latinos pintaban calva a la muerte porque la muy desgraciada no se dejaba agarrar, ante al contrario, ella nos agarra en un santiamén, e incluso sin ningún amén santo. Vita brevis, ars longa, occasio praeceps, experimentum periculosum, iudicium difficile, la doctrina es larga; la vida, breve; la ocasión, fugaz; la experiencia, insegura; el juicio, difícil… Pero la modernidad no parece estar para demasiados líos metafísicos y, en lugar de cargar con la cruz de la muerte a cuestas en el monte Calavera, cubre su cabeza con un sólido turbante antes de que llegue la herida y nadie se convierte en amoroso Cireneo.

Si antes se visitaban los “monumentos” de las iglesias católicas para hacer el recorrido conmemorativo propio de la Semana Santa, hoy corremos  hacia las playas como almas que llevan los diablos para exorcizar los virus, aunque sea con mascarilla (no quiero ni imaginarme las caras que pondrán los pescaditos cuando nos vean a nosotros, los nuevos invasores, con unos tapabocas tan parecidos a las bocazas de los tiburones). Era yo adolescente y recuerdo todavía nítidamente como una de las peores impresiones de mi vida, casi en una imagen eidética, aquella cruz con estola bordasa en el escaparate de una agencia de viajes anunciando playas para pasar la Semana Santa. No sé si esto habrá ido mutando hasta formar parte del “paquete de disfrute” low cost de la muerte y resurrección de Jesús. Tanto mutan las cosas, que a estas alturas no sé bien cómo vamos a salir de esta “religiosidad moderna”,  de esta gracia barata después de portar tantas horas al día la  máscara en lugar de la cruz, quizá nos cambie la cara: cabeza braqui o mesaticefálica, ortognata o prognata… Ahora hasta los buenos hermanos cofrades de las procesiones, embutidos en sus negros sayales (que viene siendo el folclore residual de lo sagrado) tendrán que portar su cubre bocas debajo de las andas. Ni sé cómo van a poder andar, pero todo se andará.

Y voy a ir concluyendo, para no tardar más de tres días en este escrito. Les aseguro que de todos los bozales, máscaras, mascarillas, tapabocas o como se lo quiera llamar, el más asfixiante es el de la muerte sin resurrección. Cuando oigo a determinadas personas, también amigas mías, defender que nada es santo, que menos aún es santo el viernes, el sábado, o el domingo de resurrección, les pregunto si no les gustaría vivir siempre felices.

 

22 comentarios

  • M.Luisa

    Completamente de acuerdo con lo expuesto ayer por Rodrigo Olvera. Es cuestión de decidirse  por una cosa, o por la otra. Precisamente al leerle  me di cuenta de la imprecisión de mi comentario del pasado 2 de abril sobre todo al final de él donde escribí  como resumen de lo expresado que “las cosas antes de ser sagradas son reales”.  La intención que incluye la frase no era la de darle un mismo valor tan solo  invirtiendo los términos,     y así hacerla igual de eficiente, sino    que al optar  por lo real y no por lo sagrado de las cosas en simultaneidad dejar abierto   ese campo de la laicidad   en el que todos nos podemos encontrar, jóvenes y viejos. No es que aquí no se hable de ello, pero solo en teoría.

    Querido Rodrigo, todo mi afecto y cariño ¡Me impresionó aquel relato sobre tu madre!

     

  • Rodrigo Olvera

    P.D. Dejo este video de la juventud feminista de Guadalajara, que me sigue enchinando la piel.

    Cada quien decida lo que elige ver y lo que elige invisibilizar, al hablar de “la juventud de hoy”

     

     

     

    • Asun Poudereux

      Muchas gracias, Rodrigo por tus aportaciones tan sinceras como coherentes.

      Recomiendo leer el enlace y ver el vídeo. Mirar más allá de nuestras circunstancias “privilegiadas” para no quedarnos quietos y expectantes de viernes a domingo y el resto de los días. Prejuzgar es fácil para quienes no se adentran abiertamente en las situaciones de los demás. Eso me parece.

      No perdamos la esperanza y actuemos en lo que toque.

      Un abrazo con cariño y muy agradecido.

  • Rodrigo Olvera

    Con cierta frecuencia, se menciona como un objetivo de ATRIO el conectar con las nuevas generaciones, con la juventud.

    Con cierta frecuencia, el discurso sobre la juventud en los artículos que publica ATRIO en su columna central es de descalificación, incluyendo este artículo de Carlos.

    Al leerlo, pensé un par de cosas:

    a) que el equipo editorial de ATRIO necesita decidirse, o sostiene la intención de tratar de conectar con las juventudes, y entonces esa decisión debe trasladarse a decisiones editoriales sobre artículos que incluyan descalificaciones genéricas a la juventud; o sostiene la publicación de artículos de descalificación genérica de la juventud, y renuncia al objetivo de contactar con las juventudes.

    b) con gran frecuencia, este discurso de descalificación de la juventud incurre en falacia de falsa generalización; al menos este artículo no incurre en ella al aclarar “una parte” de la juventud. La verdad es que yo he visto narcisismo en cualquier grupo de edad y generosidad solidaria en cualquier grupo de edad.

    c) Lo que me lleva a la tercer y más importante cosa que me hizo pensar esta nueva descalificación de la juventud: los ojos ven dependiendo de dónde pisan los pies. ¿Dónde pisa Carlos, para que una buena parte de la juventud que alcanza a ver sea la que describe, y en cambio no alcance a percibir las características de las juventudes que yo observo? Pensaba en particular en las jóvenes mujeres trabajadoras de las máquinas de confección en Birmania, que se están jugando LITERALMENTE la vida por combatir pacíficamente el actual golpe de Estado en ese país, así como en la juventud Lenca que está consiguiendo forzar al corrupto estado hondureño para juzgar a uno de los más protegidos responsables del asesinato de nuestra amada Berta Cáceres.

     

    Yo veo una generación de jóvenes en un contexto económico, político, social y cultural mucho más complejo que el que me tocó en mi juventud. Una parte está sucumbiendo por ello, a ellas y ellos no les juzgo ni les descalifico sino intento empatizar y conectar para tartar de buscar horizontes distintos; otra parte muy importante está luchando, luchando de formas distintas a las mías, luchando por organizarse, por resistir, por construir un mundo mejor (a esta parte de la juventud con frecuencia se le descalifica con el adjetivo “generación de cristal” por sus denuncias de la naturalización de las injusticias como el sexismo, el clasismo, el racismo, el colonialismo, etc.), a esta parte de la juventud la admiro, empatizo con ella, me sumo a sus luchas e intento aprender de ella.

     

    Hablando de Birmania, comparto aquí un buen (y preocupante) análisis de lo que está ocurriendo en la desigual lucha entre el ejército y la población civil (destacadamente las mujeres y la juventud)

    https://www.eluniversal.com.mx/opinion/mauricio-meschoulam/la-geopolitica-del-golpe-militar-en-myanmar

     

    Abrazos y esperanzas, esperanzas que mantengo en muy importante proporción gracias a las juventudes de hoy.

    • mª pilar

      No seas tan duro Rodrigo; porque tú, te mueves en ambientes diferentes.

      En nuestro entorno…no es oro todo lo que reluce… cierto que parte de la juventud es admirable, pero hay otra parte, que solo le importa sus “necesidades” y ahora en especial lo estamos comprobando.

      Ya no me muevo en círculos de juventud como en mis tiempos de mujer activa; ahora me rijo, por las personas que sí están en ellos, y como te digo:
      “No es oro todo lo que reluce”
      Más bien todo lo contrario, pero que sabré yo, retirada de la lucha.

      Un abrazo entrañable amigo estimado.

      • mª pilar

        He visto el vídeo y las noticias.
        Te comprendo y admiro, no pierdas ese ánimo que te sigue llevando a la lucha y al compromiso en tu vivir.

  • Porque claro. La clave está en la resurrección, porque eso trae consigo que es Dios, hijo, pero Dios. Y entonces como dijo que él que creyese en él alcanzaría la vida eterna, pues eso es lo que interesa. Lo que siempre ha interesado al ser humano. Vivir para siempre. Bueno, no a todos, pero sí a casi todos.

    Pero, y si no hubiese resucitado? Por ello todo lo que dijo e hizo pierde validez? Por qué?

    Tuve un profesor de historia de la iglesia, filosofía y religión en lo que se llamaba bachillerato superior, que era un personaje de Galdós, pero total. A mí me encantaba. Una convicción tenía al hablar que me atrapaba. Lo mismo decía que todo era agua, o todo fuego, o tierra. Y con la misma convicción aparente decía que en realidad eran los cuatro elementos juntos los que formaban nuestro, pues nuestro todo. Imagínense, un curso de  chicas únicamente, era como nuestro abuelo, decíamos lo que nos pasaba por la cabeza y este señor, canónico penitenciario de la santa iglesia catedral de Murcia y capellán de este colegio, se tronchaba por lo bajini. Una paciencia infinita.

    Pues uno de sus mensajes clave era el siguiente: pruebas de que Jesús es hijo de Dios. Tres posibilidades. O era un mentiroso embaucador, que vamos… imposible. Que estaba loco y se creía cosas raras y menos aún. O decía la verdad y , efectivamente, era hijo de Dios.

    Lo explicó cómo doscientas veces a lo largo de tres años. O en Religión, o en filosofía. Le daba lo mismo. Tenía muy clara la idea fundamental. Dicen que para entender algo en profundidad tienes que abordarlo al menos siete veces. Bueno, pues él lo hizo 70 veces 7.

    Pero, y si hubiese un error, bienintencionado, por supuesto, en la transmisión de ese mensaje? Y si no se hubiese entendido bien? Y si Hijo de Dios en illi tempore, no tenía el mismo significado que se le dió más tarde? Y si Pablo de Tarso no entendió ni media? A lo mejor ustedes se creen lo del caballo, desde luego mi persona de cabeza limitada, pues no. Y si Pablo se plantease: y si fuese el Mesías? Y si decidiese dar todo un cuerpo de doctrina a través de sus viajes y sus cartas a las comunidades aquellas primitivas?

    Sería entonces Jesús un demente o un estafador embaucador? Por que? Le quita o le pone algo a su modo de ver la injusticia, en lo que se había convertido el Templo? Pregunto. Sencillamente lo crucificaron. Posiblemente porque no era un loco embaucador, sino porque lo que decía tenía mucha cordura.

    Entonces? Pues chocamos con la resurrección, eso es lo que nos interesa. Seguir vivos para siempre. Y si no resucitó, no se vale. Porque si cada uno de nosotros no resucitaremos , dónde está la gracia entonces del cristianismo?

    Pues fíjense, como no soy muy allá y además hereje de las que no se cortan un pelo, entre otras cosas porque ya no hay hogueras, pues es que me da exactamente igual. Lo que me interesa de Jesús de Nazaret, lo que le hace un referente para mí, es su visión de cómo podría ser la sociedad si fuésemos valientes. Creo que ha sido una de las utopías más hermosas que ha ideado el ser humano. Ya sabemos que las utopías nunca se alcanzan, pero señalan una dirección. Un camino de Verdad y Vida en este caso. De Vida de la que merece la pena ser vivida. Me suena que dijese algo así Jesús de Nazaret. Pero a lo mejor no he entendido bien.

    Pues eso.

    Paz y Bien.

    • Es mucho pedir que dejen de juzgarnos a los que no creemos que Cristo resucitó al tercer día, es demasiado esperar que no nos consideren ateos sindios,es posible que dejen de creer que somos hijos de las tinieblas y lo único que queremos es traer el caos sobre el planeta.
      Precisamente , muchos, muchísimos lo que deseamos es hacer de este planeta un mundo mejor y más justo para todos. Exactamente igual que los que creen en la resurrección.
      Y, una vez cruzado el umbral, pues Dios dirá. Tanto los resurrecciónistas como los no resurrecciónistas, lo descubriremos.

      Y me voy a la cocina. Me espera el bacalao y las torrijas. Las hago Superbuenas. Y los paparajotes. Son hojas tiernas de limonero , cubiertas de masa finica, finica, de buñuelos , fritas en aceite de oliva no muy fuerte , tostadicas, y espolvoreadas a tope de azúcar y canela.

  • Santiago

    Es la FE del kérygma  proclamado por la Iglesia primitiva lo que se celebra de Viernes a Domingo. El kérygma principal de los primeros cristianos testigos presenciales de Cristo consistía en proclamar la Muerte Redentora y la Resurrección. Así lo declaran los discursos de Pedro en los Hechos de los Apóstoles.

    Por otro lado los que vieron al Cristo Resucitado y como el incrédulo Tomás que pudo palpar las heridas de Cristo y fue martirizado en Maliapore, Madrás, India, y con el, todos los testigos murieron  defendiendo esta verdad del Cristo resucitado para que nuestra fe “no sea vana”, pues ausente la Resurrección,  el mal y la malicia de los escribas y fariseos, al fin, hubieran triunfado sobre el Bien Supremo. Pero sabemos que hubo una derrota definitiva sobre el espíritu del mal por JC y es lo que celebramos este Domingo de Pascua.

    Sin embargo, “ el Hijo del Hombre no vino a ser servido, sino a servir y a dar Su vida como rescate por muchos” (Marcos 10:45)

    Y el discípulo-testigo Juan Zebedeo nos dice que Jesús es quien “quita el pecado del mundo” (Juan 1:29)

    “ Jesùs es propiciación por nuestros pecados y ..también por los de todo el mundo” (1 Juan 2;2)…Jesús “el cual fue entregado por causa de nuestras transgresiones” (Romanos 4:25)

    Y Jesús mismo el la Última Cena dice expresamente que Su Cuerpo es entregado y Su Sangre derramada en remisión de los pecados (Lc 22:21-23 – Mc 14:22-24 – 1 Cor 11: 23-26)

    Por eso, a Jesús no se puede desencajar de su marco histórico-evangélico. Las modernas reconstrucciones fracasan y sólo vale lo que Jesús vino a proclamar, no un mero ejemplo filantrópico y cordial, temporal, , sino su mediación y propiciación para nuestra participación en la vida eterna. Este es el kérygma perpetuo del Pueblo de Dios.

    Un saludo cordial y unas Felices Pascuas de Resurrección

    Santiago Hernández

     

     

  • mª pilar

    Para mí hoy:

    Es un día de:

    “Silencio interior, profundo, agradecido”.

    Porque un hombre:

    ¡Bueno!

    Nos dejó un camino marcado, donde, se puede vivir una Vida camino a la plenitud humana.

    Entrar en la última cena con sus amigos/as, escuchar lo que les iba diciendo, bajar, hasta el ejemplo vivo de como llevarlo a cabo.

    Y una clara advertencia:

    “Ellos hacen…nuestro caminar no será así”

    Es:

    “Entrega, servicio, atención, amor, acompañamiento”.

    Que toda persona, pueda salir de la esclavitud que otras… les programan en sus vidas…

    Nos trajo: ¡La luz! 

    Ya sabemos por donde nos llevan el poder y la riqueza extrema, son los: “dioses de hoy” de siempre. Y son fuertes, poderosos, violentos en su crueldad, como lo fueron con Él, cuando vieron lo que estaba sucediendo:

    ¡Les despertaba para la vida!

     

     

  • M.Luisa

    Vivir para ser sí mismos, ahí está la clave.  Pero esta clave   puede llevarnos  a distintas interpretaciones de esa expresión misma.

    No hay duda de que  el texto las presenta con mucha claridad sin embargo  el  contraste entre ellas  se mueve en un plano estrictamente teológico  y no es que  lo rechace  por hacer entrar en la cuestión  tal  componente,  porque al fin y al cabo de lo que se habla es “de viernes (santo) a domingo (santo) es decir, lo teológico está ya implicado   en ese caminar secular de viernes a domingo,  solo que  en mi opinión  lo situaría no en el  punto  de partida sino en el de llegada.

    Ese componente teológico no le compete  a la acción, sino a la opción como consecuencia de ella, es decir, a lo traído como novedad  en esa experiencia   que nos da el vivir y nos hace ser nosotros mismos.

    La acción nos hace  copartícipes  con toda la humanidad,   la opción en cambio dependerá del sentido que le demos individualmente a esa experiencia común, pero esto lejos de distanciarnos nos hermana.  ¿Por qué? Porque las cosas con la cuales hacemos nuestra vida los humanos, aquellas que nos hacen ser sí mismos, aquellas que nos hacen entrar en esa reflexión, aquellas que nos dan conocimiento de nosotros mismos, de quienes somos, todas ellas, todas estas cosas,     antes de ser sagradas son reales.

     

  • Javier Peláez

    Un saludo,Santiago

  • ana rodrigo

    Voy a centrarme en dos temas. El primero es, que la intensidad con la que se vive tres días al año, la semana santa, y la importancia que se le da, en personas que, después de la misma se olvidan de qué es ser cristian@, da la impresión de que Jesús lo único que hizo fue sufrir la pasión y resucitar. Es decir que Jesús solamente vivió, o “vino”, a este mundo a morir para salvarnos y librarnos del pecado porque el Padre lo envió para ser satisfecho por nuestros pecados. Tanto esta teología de salvación como la resurrección de Jesús no son hechos históricos (perdón si ofendo a alguien?, Jesús mismo fue pura metáfora y pura alegoría, cosa que la exégesis y la teología tradicional no ha tenido en cuenta. Y todo este embrollo teológico-dogmático-paulino, hace que, lo que sí fue su vida real y su conducta, pasen a segundo plano, cuando, en realidad, fue con su vida con lo que nos marcó el camino hacia nuestra realización personal y social y, por tanto, nos libró de vivir como muertos.

    El segundo tema que ya habéis planteado es lo único seguro que tenemos en la vida, el que la muerte acaba con la vida, y partir de aquí, entra en juego la fe y el deseo de que la muerte no acabe con la misma, sino que después, tengamos una nueva vida. Y, como aquí lo que cuenta es la fe, subrayo mi silencio y mis respeto a quienes crean una cosa y la contraria.

    Lo que tenemos entre manos, en nuestra realidad es lo que podamos hacer en y con nuestra vida, y aquí entran todos los valores humanos posibles para aportar nuestro granito de arena al bien común, al social y a nosotr@s misms@s, lo que da sentido a nuestra vida.

    Otras religiones tendrán otros referente vitales, quienes hemos crecido en la cultura cristiana y hemos conocido la historia de Jesús, y quienes nos ha convencido, intentamos seguir su camino vital.

  • Asun Poudereux

    Pregunto ¿Qué es lo que hace a las personas ansiar alocadamente lo que está fuera de ellas? No será que no ven ningún sentido a sus vidas, si no es desbordarse con lo ajeno¿? Y tampoco, pues el conseguirlo no basta. Vuelta a empezar y al punto queda caducado.               
     
      El consumismo trae eso, con-su-mismo adormecer y vacío de ayer, hoy y mañana, así me evito lo de siempre: Siempre(con un guiño a Carmen incluido).
     

     
     El abuelo de mi marido solía decir: “El que esté a gusto, que no se mueva”.  Lo cual me dice que para qué salir corriendo,  si tal como se está consigo mismo, se está de maravilla.  Claro que verse solo, porque así lo interpreta la mente, pone tintes de desgracia las más de las veces.
     
    Cuando el encuentro con uno mismo es de lo más natural y agradecido. No quiero decir con ello que no se esté a gusto acompañado por quienes te quieren tal como eres.  Sin hacer falta salir y galopar a la desesperada.
    De cualquier modo,  nada puede hacerse, si no lo hace uno/a mismo/a: mirarse hacia su interior y quedarse prendado…o no¿?

  • Siempre es un concepto extraño. Como el concepto de infinito. Como el concepto de Cero. Mi cabeza no da para entenderlo. Cuando oí en una clase que una definición de rectas paralelas son aquellas que no tienen ningún punto en común. Que nunca se cortan, salvo en el infinito… uuuuuufffffff. Qué es nunca o cero? Qué es siempre o infinito? Son ideas contrarias? Existen o son eso, ideas, simplemente ideas?

    No . Me da miedo la eternidad. Para siempre es mucho tiempo. Demasiado para mí. Pero claro, ya saben que mi cabecica es limitada.

    Tampoco creo en la resurrección tal y como lo explica la teología católica, al menos la oficial.

    No me siento ni mejor ni peor persona por ello. Me gustaría que dejaran de juzgar a las que pensamos de otra manera. No somos mejores. Ni peores. Sencillamente, somos, existimos.

    Es tan difícil de entender, de aceptar? Quién sabe, a lo mejor en el infinito nos aceptaremos todos. O en el cero, cuando no quede ni rastro de ninguna de nosotras.

    O no.

    Y yo qué sé…

    Feliz Pascua a todos. Procuren resucitar de sus cenizas cada día. Esta pandemia nos está machacando.

    Y, de verdad. Ssssshhhhhh. Para qué decir siempre lo mismo? Siempre. Ooootra vez la palabra siempre.

    Uuuuuufffffff.

     

     

     

     

     

     

     

     

     

  • Javier Peláez

    Es difícil en el primer mundo y si no estás comprometido con los pobres comprender la crucifixión…Estos males menores que padecemos los burgueses que si estamos confinados,que si estamos interconectados,perso sólos…que si patatín…A mi miró la cruz de Jesús y lo relativizó todo…Dice algún pensador o no sé si pensador que ,cuando se pase este tiempo pandémico ,se abrirá una época de prosperidad y desenfreno sexual…(eso le he oído a un pavo que no se como catalogarlo).No digo yo que no….Pero claro y los que quedaron atrás,los que se nos murieron,los que se nos mueren…Eso es en parte la cruz…Vivimos en una sociedad que no se mira de frente la muerte y claro la Semana Santa es un tiempo difícil incluso psicológicamente…Yo de joven y no tan joven sufría como un condenado leyendo la pasión en los evangelios y aún hoy me cuesta…Tengo una amiga religiosa de corte fundamentalista que me dice que le importa un bledo morirse con la pandemia y a fe que hace todo lo posible por el deceso incluido no cambiarse la mascarilla razón por la cual le acaban de calzar una multa en Alicante…Bien yo no soy ni de aquellos,ni de estos….Creo que de ctistianos es evitar la muerte ; ahora si se tercia por una causa tan potente y luminosa como la de Jesús,hay que darle la vida…Que Dios y Jesús nos cuiden muchos años…

    • Javier Peláez

      No dar en lugar darle

    • Santiago

      Javier, lo mismo te deseo a ti en este Jueves Santo. Comparto mucho de tu magnifico comentario. Creo, como tú, que el mundo trata de negar la inevitabilidad de la muerte porque “la muerte es cierta, la hora incierta” y ES esta hora incierta lo que nos inquieta puesto que sólo sabemos por Revelación lo escatólogico y los “novísimos” pero nosotros no tenemos experiencia personal en lo que viene más allá de ella, y claro tratamos de tranquilizarnos con la idea de que “todo existe aquí” y detrás de aquel cuerpo ya inerte no existe nada. Sin embargo, Pascal nos decía -con buen tino- que era mejor apostar porque existe vida
      p o s t-m o r t e m y que es eterna, tal como lo afirmaba el personaje histórico Jesucristo. ¿Por que no apostar por esto? ¿Y por qué nos incomoda tanto?

      Un saludo cordial
      Santiago Hernández

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