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¡Bravo, Antonio Aradillas, por proclamar anticonstitucional la discriminación de las mujeres!

 Antonio Aradillas es de esas personas que pasando los años se han ido haciendo más libres y han sido capaces de decir verdades de a puño, que solo un espíritu evangélicamente infantil es capaz de decir en voz alta. Siempre me llaman la atención sus artículos en Religión Digital. Pero hoy no puedo menos de reproducirlo aquí en ATRIO. Y someterlo a discusión jurídica seria. Ya sé que el Estado laico debe mantenerse al margen de la creencias y las cosas internas de las organizaciones religiosas. ¿Pero a costa de permitir discriminaciones contrarias a la Constitución? ¡Vaya tema que nos plantea un cura católico en activo!  AD.

La relación Iglesia-mujer es anticonstitucional

Insisto en anteriores afirmaciones de que la relación establecida en la actualidad, con Concordatos y Pactos complementarios, bendecidos por unos y otros entre España y la “Santa Sede”, no es ciertamente constitucional en no pocos de sus artículos y además, y sobre todo, en el espíritu.

Por lo que respecta al tema Iglesia-mujeres además, para sorpresa y admiración de muchos y muchas, injusta, ofensiva, nada elegante -sino todo lo contrario-, pagana., inactual, sin futuro y ya casi sin pre, por lo que su revisión es de necesidad urgente y con el “ tiempo de caducidad” ya rebasado con creces y sin explicación nada convincente.

La explicación a la situación y trato recibido hoy por la mujer en la Iglesia católica, no está en conformidad con lo establecido por la Constitución española y con la práctica totalidad del resto de los países, hasta rondar los 200. La mujer es, está y se siente marginada. Los derechos y deberes que les corresponden al hombre por el hecho de ser varón, no son iguales a los de las mujeres, solo y aún más, por formar parte y pertenecer al “sexo contrario”…

De vez en cuando, y en casos concretos y de relevancia social, laboral, profesional, político y raramente “religioso”, la mujer que es arrancada por méritos propios y excepcionales del contexto de sus congéneres, se convierte en noticia y en titular de primera página, como si se tratara -y así es- de una información inédita y espectacular.

En el ámbito de lo canónico y de lo litúrgico, a veces apenas si rebasó la línea fronteriza del territorio del patriarcalismo y del “santo” machismo establecido ya en el Paraíso Terrenal, desde su condición de servicio, esclavitud y acolitado, llegando a ser distinguida ahora para algún cargo de los que sobran en las Curias -sobre todo romana- y suscitando la noticia multitud de comentarios mayoritariamente en contra de tales determinaciones “conciliares” y más si son, o fueron, abiertamente “franciscanas”.

La Iglesia es “hombre” y además, “varón”, con todas sus consecuencias divinas y humanas. Por lo que cualquiera que piense , crea o actúe en contra de este “principio”, es ateo, pecador, hereje, y merecedor de anatemas que se ejecuten cuanto antes “en esta vida y también en la otra”. No vale el diálogo ni la reflexión, ni capacidad alguna de discernimiento, ni el ejemplo de Jesús, y de la praxis de la Iglesia-Iglesia en los tiempos primeros de la evangelización. Las palabras de algún que otro Papa, “Padre de le Iglesia”” o teólogo afín a los tiempos no precisamente religiosos sino feudales, en los que imperaban sus enseñanzas, son consideradas como otras tantas “palabras de Dios”, únicas y verdaderas y con carácter dogmático”(¡!),”así en la tierra como en el cielo” y, en este contexto, “por los siglos de los siglos”.

Petición al Gobierno

¿Pero qué tiene que ver y decir el Gobierno, por muy democrático que sea y ejerza, en esta clase de temas?. A pregunta tan escueta, simple, cargada de ansiedad ,y como reacción de muchos y muchas, pudieran corresponder las sugerencias siguientes:

  • Antes que cristiano, católico, apostólico y romano de toda la vida, de cualquier religión, ideología condición sexual y color, pobre o rico, se es, y se debe ejercer, como persona. La ciudadanía está por encima de estas y tantas otras adscripciones, condiciones y condicionamientos de parte de los políticos, aún elegidos y representantes del pueblo, que empeñó en ellos sus votos, sus aspiraciones y sus esperanzas
  • Un Gobierno democráticamente elegido con sus ministerios -ministros y ministras- con competencias expresas para evitar anomalías tales como las que sufre y padece la mujer, específicamente en la Iglesia y sus aledaños, se descalificaría a sí mismo… Es seguro que si no se tratara de una institución como la eclesiástica, sino de otra cualquiera, u organismo, movimiento, partido político, grupo laboral o profesional, en los que se tuviera tan clara y evidente constancia de la grave marginación a la que en ella está sometida la mujer en la Iglesia, los hubiera descalificado y, por supuesto, negado toda clase de ayudas y reconocimientos públicos y privados.
  • Ante reflexiones como estas, nacidas además dentro de la propia institución eclesiástica, el Gobierno, como tal y por sus canales de efectividad y posterior comunicación, jamás pudiera justificar su inactividad y silencio en querer así evitar alguno de los muchos líos que lo definen y han de definirlo…
  • Con humildad, veracidad, claridad y sentido de religión y de Iglesia, vuelvo a recabar desde aquí la acción política. Dado el inerte caso que la institución eclesiástica le presta al problema de tal magnitud como el de la marginación de la mujer en la Iglesia, esperar más, equivale a esperar en vano, pese a que el mismo sentir del papa, de parte del laicado y de clero, con excepciones abiertamente episcopales y en contra del signo de los tiempos y los evangelios demandan soluciones prestas favorables al colectivo femenino.
  • Reconforta descubrir, aun cuando sorprenda, que nada menos que las Constituciones de países religiosamente asépticos, cuenten con artículos con mayor contenido evangélico que el mismo Código de Derecho Canónico hoy en plena y exigente vigencia; en el que resultan patentes la marginación, la exclusión y el desprecio de la mujer por mujer…

49 comentarios

  • Que María estuvo enseñando a Pedro y al resto?. Es de risa. María ni se enteró de lo que predicaba su hijo. Ni fue capaz de decirle quien era su VERDADERO PADRE, cosa que Jesús ignoró  toda su vida. Y es por eso por lo que levantó sus ojos al cielo y llegó a la conclusión que era “el padre del cielo”. Su madre le tomó por loco, como sus hermanos y hermanas cuando predicó en Nazaret¡¡¡¡¡ Y en cuanto a los llamados apóstoles dieron su talla al ser ajusticiado¡¡¡Ellos esperaban “un buen puesto en el reino de Dios” Ni Saulo, ni más  ni menos. El Cristo o Jesucristo, no es Jesús,el galileo. Es un invento de Saulo el visionario, cuyas cartas se escribieron 20 años antes que los evangelios, impregnados de la teología del tal Saulo co n su antíguo testamento, con el cuento del pecado original. Pero, ¡¡¡que Dios es ese, tan malvado y vengativo?. Jesus no tuvo nada que ver con esta. eklesia nada asamblearia¡¡¡.Ah, si la gente se atreviera a pensar y ser libres¡¡¡¡ Jesús no nació para salvar a NADIE. Fue un EJEMPLO DE VIDA. Parece poco y ess TODO.

     

  • Ana: me resulta dificil escribir en Atrio. Me ha pasado. Después de escribir durante hora y media, de pronto, se desvanece lo escrito. Y no sabes cuanto lo  siento. Pienso que debe escribirlo de puño y letra antes. Ahora si te digo. Topas con un muro rocoso. Ellos, los clérigos se creen el ombligo del mundo. Se creen sagrados¡¡¡¡¿Por qué Jesus no escogió a ninguno?. Y no digamos los señores obispos tan poderosos ellos……depósito de la fe cristiana, y del Código Canónico, donde se nos llama súbditos . ¡¡Qué mágicos son¡¡¡Se han creido que traen a Jésus en sus misas y hostias.En sus milagritos diarrios y sus imposiciones de manos¡¡¡¡ Un codial abrazo Ana.

     

     

    • ana rodrigo

      Gracias, Giordano por tu abrazo que te correspondo con otro de mi parte. Coincidimos en nuestros criterios, poco más que añadir.

      Para que no pierdas lo escrito, prueba a hacerlo primero en una página word y después copia y pega en atrio, porque da mucha rabia cuando se te va lo que has escrito.

  • Ana: me resulta dificil escribir en Atrio. Me ha pasado. Después de escribir durante hora y media, de pronto, se desvanece lo escrito. Y no sabes cuanto lo  siento. Pienso que debe escribirlo de puño y letra antes. Ahora si te digo. Topas con un muro rocoso. Ellos, los clérigos se creen el ombligo del mundo. Se creen sagrados¡¡¡¡¿Por qué Jesus no escogió a ninguno?. Y no digamos los señores obispos tan poderosos ellos……depósito de la fe cristiana, y del Código Canónico, donde se nos llama súbditos . ¡¡Qué mágicos son¡¡¡Se han creido que traen a Jésus en sus misas y hostias.En sus milagritos diarrios y sus imposiciones de manos¡¡¡¡ Un codial abrazo Ana.

     

     

  • Absolutamente de acuerdo contigo querida  amiga Ana. Y no digo más para evitar que se me borre y explicar por qué. Saulo el converso es el autor de esta iglesia y su fin tiene que ir al final.ES  EL PRIMER CRISTIANO. Jesus jamás pensó semejante monstruo.

  • Asun Poudereux

    Puede que me pase con esta invitación a escuchar esta conferencia, mi intención es ampliar perspectivas. Tomadlo con paciencia. Ahí va:

    https://youtu.be/TkrwdC9NSXs

    Un abrazo atriero.

    • Antonio Duato

      Muy bueno, muy bueno!!
      Aún no he acabado de oírlo y supongo habrá un largo diálogo. Pero me atrevo a opinar.
      Lo recomiendo. Pero, como dice Asun, es para tomarlo con calma.
      Me parece que es enlace de la Universidad de Sevilla, que da cosas muy buenas.
      Auténtica investigación puesta al servicio de todos. No youtubers predicadores o vanalizadores.
      Se publicó antes de la pandemia, pero bien puede servir para emplear tiempo útil en ella.

  • Carmen

    Pues anda que a mí que ni me creo que Jesús fuese Dios mismo…

    Pero lo que digo es que en lo que se fundamenta el razonamiento teológico es en lo que ya he dicho. Me lo ha explicado Santiago doscientas veces.

    Le he propuesto un juego a Ludovico. No me ha contestado.

    A lo mejor está pensándolo…

  • ana rodrigo

    Si la teología tradicional se alimenta de la literalidad de unos textos que se escribieron 70 años, como mínimo, después de la muerte de Jesús, y Pablo que escribió antes ya contaminó sus escritos con teologías mesiánicas, y todo esto se fue haciendo tradición y la tradición se fue convirtiendo en casi palabra de Dios, quiere decir dos cosas, por lo menos: una que la Iglesia se ha quedado estancada en otras épocas, y, dos, si quienes creen que todo esto es palabra de Dios, caben otras dos opciones: creer porque alguien lo ha dicho, y, dos, un Dios que margina a las mujeres por el hecho de serlo, no es un Dios creíble. Que lo hagan los hombres, pues vale, creíble, para eso está el machismo, pero que lo haga un dios, eso ni es dios ni es nadie del que fiarse. A mí, mujer, no tolero que nadie me margine por el hecho de serlo, ni siquiera un dios con minúscula o con mayúscula, me da igual, es contra natura, contra la razón, contra la mínima ética, es inaceptable, etc. etc.

    Cada cual es libre de creer lo que le parezca oportuno, con todos mis respetos.

    • Isabel

      Ana, siempre he creído que de manera diferente que para el Islam, para el que el Coran es exactamente la palabra de Dios y por eso no admite interpretaciones, todo hay que tomarlo en su literalidad, para el cristianismo, todos los cristianismos, la Biblia es “inspirada” por Dios, por lo que admite interpretación. Una diferencia clave.
      Pero todo lo malo se pega. No vamos a ser menos, habrán pensado algunos.
      No sé cuántas serán las mujeres que como yo, se mueven entre la creencia en Dios mediada por el catolicismo, como no podía ser de otra forma, y el rechazo que nos provoca esa Iglesia, al punto de considerarla nuestra enemiga y situarnos fuera. Un complicado dilema.

  • Ludovico

    A menudo, en la exposición del lugar de la mujer en la Iglesia nos movemos con categorías terrenales. Queremos, con razón y justicia, que la mujer ocupe el mismo lugar en la sociedad que el hombre: medicina (tengo una hija en ese tajo), justicia, docencia (mi mujer), empresa (puse al frente a un mujer como mi sustituta), etcétera, etcétera. Por eso he dicho aquí alguna vez que la auténtica emancipación de la mujer ocurre cuando tiene autonomía económica, conseguida de manera muy especial merced a su formación. Eso ocurre de tejas abajo.

    La llamada economía de la salvación se mueve con otros parámetros. El fallo o sofisma de las exposiciones consideradas progresistas consiste en querer ahormar los parámetros de esa economía de salvación en criterios humanos. Más que ahormar, reducir los parámetros sobrenaturales a parámetros humanos.

    No tengo los conocimientos sobre las mujeres mencionadas en la Biblia que posee esa monja da la Sagrada Familia que acaba de ser nombrada miembro de la Comisión Bíblica, la primera mujer en serlo. La monja en cuestión, profesora de exégesis en la Gregoriana y cuya firma aparece a menudo en la revista Gregorianum, realizó sobre ese tema su tesis doctoral. Convendría leerla para profundizar en el simbolismo de esos prototipos (Eva, Esther, la madre de los Macabeos, María, etcétera).

    Que se mueve el mensaje redentor por otros criterios queda palmario en el papel, por ejemplo, de la Virgen. Nada menos que Madre de Dios. Es impensable para un hombre. María es la madre de la Iglesia. Engendradora de la Iglesia, lo que jamás podrá serlo un varón. La mariología tiene una versión eclesiológica que no ha sido suficientemente desarrollada. Y, por tanto, desconocida.

    Primera entre los Apóstoles fue María de Magdala. A ella le tocó ser la que anunciara, como vengo repitiendo, el kerygma, o núcleo del mensaje evangélico. a los propios apóstoles. Aunque no me consta que la teología protestante, que insiste sobre todo en el valor salvífico de la Palabra, haya subrayado ese factum bíblico, está ahí.

    Pero seguimos empeñados en querer rebajar la doctrina de Cristo, su misterio salvador, a nuestras categorías humanas. Pedimos estar a la derecha y a la izquierda, como la madre interesada que nos enseña el Evangelio. Queremos que las moradas de la Casa del Padre sean todas iguales, porque estamos acostumbrados a la desigualdad humana, de privilegios, supremacías, dominios.

    En teología, cierto, queda mucho por avanzar, pero no lo hará si procedemos con metodología espuria.

  • Carmen

    Hola Ludovico.

    Le propongo un juego de esos de pensar.

    Imagínese por un momento que , sencillamente lo escrito en los cuatro evangelios canónicos no sea literalmente palabra de Dios. Digo literalmente.

    Piense en lo que son las culturas orales, porque hace dos mil años las culturas para casi toooooooodo el mundo era oral. Piense que los evangelios son escritos posteriormente a la predicación o como le quiera llamar de Pablo de Tarso. Por lo visto, Lucas y Mateo bebieron de una fuerte Q, para sus escritos. Y además creo que Lucas era una especie de amigo personal de Pablo.

    Con todo esto en la cabeza. Cabría un replanteamiento de algunas ideas en esto del sacerdocio femenino, por ejemplo?

    Vaya por delante que, personalmente antes muerta que sacerdotisa. Pero hay otras mujeres que lo quieren ser. Ellas sabrán.

    No vale recurrir al argumento, el evangelio tal o cual…eso no se vale . No literalmente, sí en el mensaje.

    Juega?

    • Ludovico

      Carmen, no es que no le quiera responder, es que, como decía Newton, hypptheses non fingo. El mundo de las Escrituras es un mundo de fe. Por supuesto que hay que tener a mano todos los instrumentos hermenéuticos: alegorías, contextualización, público destinatario, etcétera. Para ello están los libros que a mí me han ayudado mucho, como son los publicados por la Escuela de Jerusalén, el padre De Vaux, etcétera. Más que los intérpretes españoles, que han publicado en la BAC, soy deudor de los comentaristas de esa Escuela dominicana que han publicado en Editions Du Cerf. Por eso, me parece una boutade o una necedad la salida de general de los jesuitas diciendo que en tiempos de Jesús no había grabadoras, a propósito nada menos que del matrimonio y para intentar salvar un desliz de Francisco. Puestos a jugar, me he pasado treinta años con los Juegos Matemáticos, mes a mes, de Martin Gardner. Es un divertimento que vale la pena.

      • Carmen

        Era broma.
        Cada cual tiene derecho a pensar como quiera. No exactamente, a pesar con honestidad.

        Lo que no entiendo es por qué personas que tienen ideas dispares, diametralmente opuestas, no puedan hablar. O no quieran hacerlo. Es algo que nunca he entendido. Para mí hace la conversación mucho más interesante.

        A lo mejor porque en el fondo me parece un juego. Me gusta jugar y no me asusta ningún jugador. Seguramente por eso he perdido tantas veces. Es divertido.

        Y, además, el único medio para entenderse. Al menos eso creo.

        Hasta la próxima.

  • Román Díaz Ayala

    Lo de los Acuerdos del Estado Español con la Santa Sede, vale, es así. Fueron firmados el 3 de enero de 1979, concurriendo las circunstancias de haber sido discutidos y elaborados antes de la aprobación de la Constitución del 6 de diciembre de 1978. ¿Que no todo el mundo estuvo de acuerdo? !Por supuesto! Y,  no por su inconstitucionalidad ( en el sentido de que nunca se han presentado recursos  con ellos

    Grupos religiosos elevaron sus protestas y hasta con manifestaciones, también una parte del catolicismo progresista de entonces. Pero las protestas estaban encaminadas a denunciar que la Iglesia gozaba con estos acuerdos de  ciertos privilegios, como la financiación por parte del Estado, exenciones de impuestos y demás. Se destacaba, especialmente por las representaciones evangélicas, el trato de favor a la enseñanza de la religión católica en los centros educativos del Estado, cuando ellos piensan que la instrucción religiosa corresponde directamente a los progenitores.

    Hasta ahí, bien. El Sr Aradillas también está en su derecho ciudadano a pedir que se examinen esos acuerdos y que se adecúen a lo que posiblemente pueda pedir la sociedad civil española actual,  que no es la de la Transición.

    Honestamente, no le veo fundamento a lo que solicita el autor de este artículo, salvo la denuncia expresa, a su juicio, del trato que sufren las mujeres en el seno de la comunidad de confesión católica, lo  que también a su juicio, es anticonstitucional.

    ¿Por que pienso que no tiene fundamento? ¿Por lo hechos que denuncia o por la instancia a la que se dirige?

    Sin duda que por lo segundo.

    Los acuerdos sustituían los anteriores concordatos con la Santa Sede, en concreto el de 1953, por el que España se definía como un Estado de confesión católica.

    Resulta que ahora el actual Jefe del Estado, el Rey Felipe VI, funciona como un monarca constitucional, sometido al Parlamento y el actual Jefe del ejecutivo tampoco puede actuar como un segundo Constantino, por usar un referente histórico que explique eso de que un representante religioso se dirija a la autoridad civil. ¿Dónde queda la laicidad del Estado? ¿La negamos o la afirmamos?

    ¿Se entiende que en democracia, existe lo que es de Derecho Público y lo que sería el ámbito de Derecho privado? ¿Es que obligan los acuerdos con la Santa Sede? ¿En qué quedamos?

    ¿Puede la sociedad civil española obligar mediante su sistema político representativo a que una minoría religiosa, por ejemplo, la musulmana, a nombrar sus ministros de cultos que sean indistintamente hombres y mujeres? ¿A que sean las mujeres quienes llamen a la oración?

    Opino que estamos rebasando peligrosamente esa sutil línea divisoria entre vivir la secularidad o “epatarla”. Son dos cosas distintas. Por mucho que queramos “homologarnos”, una cosa es la ética social y otra nuestra moral “de salvación”.

     

    • Carmen

      No.
      Eso no lo podría hacer.
      Pero tampoco es obligatorio firmar concordatos con una organización antidemocrática , ni concederle subvenciones, ni permitir que vayan inmatriculando propiedades de todo tipo. Y a treinta euros la escritura…
      Creo que la intención del señor Aradillas ha sido dar un tirón de orejas a todos en general y al gobierno en particular.

      Luego nos quejamos de que nuestro gobierno haga tratos con países no democráticos.

      Sé que esto está traído por los pelos. Pero a veces, no hay otra…
      Si vamos a pelos, vamos a pelos. Y cuando vayamos a Rolex, iré a Rolex.

    • Isabel

      No, no puede el Gobierno exigir que las mujeres musulmanas llamen a la oración ni que las cristianas ejerzan el sacerdocio.
      Entiendo que en el cuarto punto Aradillas hace una reclamación más extensa. Es contra la diferenciación que hace la Iglesia en todos los ámbitos de la vida en los que la diferencia se traduce en subordinación de la mujer al hombre. Eso se enseña a los y las fieles, a veces de forma sutil y otras no tanto.

      “el Génesis deja entender cómo la mujer, en su ser más profundo y originario, existe «por razón del hombre»”
      Ratzinger, “Carta a los obispos de la iglesia católica sobre la colaboración del hombre y la mujer en la Iglesia y en el mundo”, Mayo de 2004.
      Lo del Génesis debe ser esa otra historia de la tradición, la de la costilla para hacer de compañía… Y cuando la leo me parece una buena definición de lo que es un esclavo, existir por razón de otra persona.
      Si esto se sigue enseñando revestido de palabra de Dios, no es de extrañar la supremacía de los hombres sobre las mujeres y que se consideren dueños con todo lo que conlleva.
      De todas formas, pedir acción política es casi una ingenuidad, así lo veo, que, no obstante, se agradece y mucho.

      • Román Díaz Ayala

        Por muy aberrante que te parezca, sigue siendo de Derecho privado. Otra cosa es que se violen los principios fundamentales de la Constitución y el ordenamiento jurídico. Entonces, las instancias que viesen conculcados sus derechos podrían concurrir ante la justicia. Así lo han hecho, por ejemplo, algunas personas de dedicadas a la enseñanza de la religión católica en centros públicos. Sus reclamaciones han sido atendidas. El hecho de las inmatriculaciones podría tener un recorrido parecido, pero por via parlamentaria habida cuenta de que se trata de una iniciativa del Ejecutivo en tiempos de José María Aznar.

        Lo que se debería llevar al Parlamento Español más bien sería junto con una reforma parcial de la Constitución que adecúe mejor el posicionamiento y la imagen de la Iglesia en la actual sociedad española será a mi juicio negociar unos nuevos acuerdos con la Santa Sede ( de Estado a Estado)

        • Isabel

          Esto último, negociar otros acuerdos con el Vaticano, por supuesto que es necesario.
          Sobre lo primero, se que es algo muy difícil el actuar de un Gobierno sobre el Derecho privado de las religiones, pero no por eso se va a dejar en el limbo de que es cosa de ellos, que ellos (ellos) decidan. Que en esto se pasen por alto las relaciones de Estado a Estado y se admita de facto que “su palabra de Dios “ es intocable.
          Caso extremo al que conduce este “respeto”:
          En Reino Unido rige la sharía entre las y los musulmanes para llamadas cuestiones menores o domésticas que, para variar, a quien más perjudican es a las mujeres, tales como matrimonio, divorcio, custodia de hijos, herencias…
          Quiero decir con esto que un Estado laico debe poner límites a lo que dicen las religiones. No se debería predicar algo falso como que las funciones de la mujer vienen predeterminadas por la biología; que el modelo de mujer es María, “con sus disposiciones de escucha, acogida, humildad, fidelidad, alabanza y espera” (Ratzinger). Las consecuencias de hacerlo están a la vista de quien quiera verlo.

  • Ludovico

    Vamos a ver si me explico. Lo que he escrito es de teología elemental. Un “primer” que diría un católico inglés. Pero quizá no he sido suficientemente explícito.

    Ana, de entrada, los dogmas no son creaciones clericales. El credo es el evangelio tal como lo ha entendido y compendiado la tradición de la Iglesia a través de concilios, sobre todo. Dificilmente podremos ponernos de acuerdo en otras cuestiones, con o sin admiraciones.

    Isabel. Digo yo: Pero no se trata, en profundidad de eso. Se trata de qué significa ser igual en las funciones asignadas a cada uno en la Iglesia. No vale el uso del término en la vida civil. Todos, unos y otras, pueden ser presidentes del gobierno o jefes del estado. En la Iglesia, Cristo dejó a Pedro las llaves del Reino. No se las dejó a María de Magdala. Ya hemos visto que, en punto al mensaje evangélico, al núcleo de la Redención, al Kerygma, fue la segunda la encargada de anunciar a los Apóstoles el comienzo de la vida de la Iglesia y el mensaje de la salvación. Nos hemos quedado en conceptos humanos, cuando la Iglesia tiene una función soteriológica recibida del Maestro. Eso es lo importante. Cada uno tiene en ella una misión.

    Dice usted que digo yo: Más de Ludovico: la función soteriológica recibida del Maestro, no es función de mujeres. Y por qué? Las razones dadas además de machismo puro y duro resultan incluso ridículas para intentar defender la existente desigualdad manifiesta. 

    O sea dice usted Isabel que digo yo lo contrario de lo que digo. Tampoco vamos a avanzar así. De hecho afirmo que el kerygma proclamado por María de Magdala es un kerygma de salvación encargado a un mujer. Un kerygma que es salvador, soteriologico. Por favor, aténganse a lo que se escribe.

    Seamos serios. Expongo que no existe el derecho al sacerdocio. Nadie puede exigir ser sacerdote. Es un don. Como todo acto de gracia. Como todos los carismas. Los carismas no se exigen ni se reclaman. Son nociones elementales de lo que los teólogos llaman tratado de la gracia. Cada función en la Iglesia tiene sus carismas asociados.

    Ustedes están pensando en el sacerdocio de la mujer, como Isabel confiesa claramente en su cita última. Mi enfoque es teológico, no canónico. Va en otra dirección e intenta desarrollarse en otro plano.

    Los importante del cristianismo es la Muerte y la Resurrección, que es lo que la Magdalena, una mujer, enuncia a la Iglesia naciente, como indiqué antes de que Pablo en Corintios I afirme que este es el mensaje que he recibido… Que es, exactamente, el que repite Pedro ante el Sanedrín y leíamos estos días en los Hechos.

    En esa misión la función de María Magdalena es excepcional. Porque es una de las funciones principales de la Iglesia. Y esa tesis ha sido mantenida desde siempre por la Iglesia, como no podía ser menos.

    Permítanme que no entre al trapo de dicterios.

     

    • Isabel

      Dicterios hay de muchos tipos.
      Por muy teológico que sea, lo que expone no es serio ni aceptable.

      “Nadie puede exigir ser sacerdote”. Pero, los hombres pueden hacer por serlo, prepararse para recibir el don, ellos pueden ser dignos de tal gracia. Las mujeres no. Ni intentarlo. Y que diga usted que eso es por una tradición que repite lo de las llaves a Pedro, es tomarnos por idiotas.

      • ana rodrigo

        De acuerdo con lo que dices, Isabel. Para qué gastar más tiempo en cuestiones tan evidentes que, llegadas a un punto, no ha lugar a debatir contra absurdos.

        El hombre que reúna las condiciones para ser sacerdote puede serlo, la mujer que reúna esas mismas condiciones, no puede serlo solamente porque le falta una condición, no ser hombre, es decir por ser mujer. ¿Tan difícil de entender es esto?

        • Román Díaz Ayala

          Ana, es que no está todo dicho ni se baja al fondo de la cuestión (en lo doctrinal)
          El sacerdocio sacramental que hace diferencia del sacerdocio común de todos los fieles lo tiene de manera muy acentuada la Iglesia Católica Romana, aunque también está presente en las ramas orientales (ortodoxa) del Cristianismo. Las Iglesias nacidas de la Reforma Protestante no lo admiten porque tiene otra doctrina sacramental. En las Iglesias protestante podremos ver ministros del culto y que presiden haciendo también funciones del pastorado siendo lo mismo hombres que mujeres quienes ejercen estas funciones y cargos.
          A pesar de lo dicho el “hecho cultural” es determinante, lo que comporta unos valores respecto a la función de la mujer. Siendo yo joven había aquí en España denominaciones protestantes cuyo origen se remonta al misionariado procedente de Inglaterra del siglo XIX en cuyos actos de cultos se hacía clara separación entre hombres y mujeres. (La Iglesia de los Hermanos)
          ¿No estaremos enjuiciando simples hechos culturales utilizando la doctrina como pretexto, tanto en un posicionamiento como en el otro?

          • Isabel

            Por tratarse de hechos culturales es por lo que los enjuiciamos y rechazamos. La determinación de los hechos culturales es modificable, solo faltaría!!
            No somos nosotras las que hemos hecho de “simples hechos culturales” una verdad de fe, no lo aceptamos. Son quienes defienden esto quienes utilizan la doctrina para silenciarnos y que nada se modifique.

      • Carmen

        El problema está en que, dicen los evangelios canónicos que los discípulos eran doce y todos varones. Conclusión: si Jesús eligió solo a varones, por algo sería.
        Ese es el razonamiento teológico oficial.
        Pero claro, luego nos tropezamos con la cuestión de María Magdalena. Era o no discípula? Pues no están dispuestos a aceptarla como discípula normal. Porque una mujer, pues es una mujer. Así que doce y toooodos varones, como los hijos de Jacob. Doce tribus, doce discípulos. No van a meter a una mujer. Serían trece y además Jacob no tuvo hijas , Dios lo bendijo con doce varones. Las mujeres, como que no…
        Y todo tiene que encajar.
        No sé exactamente en qué concilio se determinó toda esta historia, me suena que después del de Jerusalén. Pero tendría que mirar cuando. No me apetece. A lo mejor en el de Constantino. No lo sé.

  • Isabel

     ”Desde el punto de vista dogmático no me parece que existan razones que impidan a la Iglesia actuar sobre esta innovación a la que hasta ahora no se ha querido escuchar. Si esto sea recomendable desde un punto de vista práctico, hay motivos a favor y en contra”
    Edith Stein, Vocación del hombre y de la mujer según el orden de la naturaleza y de la gracia en “La mujer su naturaleza y su misión”, pag. 79, Monte Carmelo, Burgos, 1988.]]. Las objeciones al sacerdocio femenino son sólo de hecho y en nada alteraría la Revelación y el Dogma que las mujeres pudieran ejercer el sacerdocio.
    Me llama la atención su duda sobre si sería o no recomendable y no sé desde qué aspecto práctico lo sería o en cuál estaría Edith Stein pensando.

    Con independencia de mi punto de vista, comprendo a las mujeres que se niegan a aceptar ese modelo pasivo a que las somete la Iglesia en razón a su “naturaleza”.

  • Carmen

    Es que, Ludovico, la sociedad enterita ha sido absolutamente injusta con La Mujer. Y no logro entender el porqué. Lo único que se me ocurre es que el varón, además de más fuerza bruta, porque a bestias nos ganan, fijo, pues creo que había como un cierto temor de esos ancestrales a las mujeres. Digo , no sé, vaya usted a saber…

    Y todos , todas , hemos salido perdiendo Se han perdido muchas , muchas, muchas inteligencias brillantes en todos los campos del conocimiento. Qué cosa tan absurda.

    No voy a tocar otro aspecto de esta sociedad machista en la  que desde hace siglos y siglos y siglos estamos inmersos. Desvirtuaría lo que quiero decir.

    Los seres humanos cometemos muchos errores, los hemos cometido a lo largo de nuestra historia y los seguiremos cometiendo. Pero lo que es absolutamente imperdonable es no aprender de los errores.  Y el machismo absurdo de la sociedad no puede continuar en el tiempo.

    En la organización de la iglesia, tampoco.

    Un abrazo.

     

  • Ludovico

    Carmen, sobre Einstein hay montones de libros. Cada año sale un estante entero. Puestos a espigar, las obras completas, en alemán e inglés, están publicadas, en edición crítica, por Princeton University Press, que es, con Jerusalén, donde se guarda el legado. En español quien mejor lo ha estudiado, desde su tesis doctoral, es el profesor José Manuel Sánchez Ron, que tiene publicado algún libro sobre Einstein en Alianza Editorial. La revista de historia de la ciencia Isis ha publicado algo sobre la paternidad de la teoría de la relatividad, si mal no recuerdo, porque todo lo que escribo lo hago ahora de memoria. No existe duda de la paternidad de Mileva, como no hay duda del carácter despótico de Einstein y su trato poco afectuoso co  su mujer y su prole. Las razones son de diversa índole, la principal, que Mileva tenía mayor creatividad y mayor preparación que el empleado de la Oficina de Patentes.

    • Carmen

      Es tremendo lo que dice. No hay duda de la paternidad de Mileva.
      Buscaré algún libro del señor Sánchez Ron que hable sobre esto.

      Gracias por la información. Me interesa mucho. Ya le diré.
      Cuídese mucho.

  • Carmen

    Y lo voy a dejar aquí. Ya empiezo a levitar y me falta poco para llegar al techo. Me voy a pasear. Hace un día precioso.

  • ana rodrigo

    Declaración universal de los Derechos humanos: “Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición.”
     
    Artículo 14 de la Constitución Española: “los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.” Las alusiones a la igualdad en la Constitución numerosas. 
    Creo que la Iglesia aún no ha suscrito la DDHH porque, según sus leyes, la mujer no es igual al hombre en derechos. Según Castillo: “La doctrina moral de la Iglesia y los intereses políticos del Estado Vaticano son el mayor obstáculo para que el comportamiento de la Iglesia resulte coherente en lo que se refiere a la aceptación y puesta en práctica de los derechos humanos.”
     
    Si nos atenemos a justificaciones evangélicas, leemos en los evangelios que el trato de Jesús con las mujeres era igual que con los hombres, las mujeres estaban en el grupo del discipulado que le seguía, mientras que los discípulos abandonaron a Jesús en las torturas de su pasión y su muerte, las mujeres estaban allí, la que resucitaron el mensaje y a Jesús, fueron las mujeres, en las primeras comunidades, las mujeres eran iguales a los hombres en la celebración de la memoria de Jesús. Pero…., apareció el poder, y…, el poder “es cosa de hombres”, el servicio es para las mujeres. Se acabaron los derechos, se impuso el patriarcado. Y la Iglesia se hizo clerical sólo de varones, las razones que da para justificar este hecho son ridícula, infantiloides, no se sostienen con el más elemental de los razonamientos.
    ¿Por qué el Estado no entra a denunciar esta situación? Denunciar puede hacerlo, pero ni siquiera hace eso, tampoco puede prohibirlo, porque, creo, que no le incumbe. Si la Iglesia sigue en las mismas, las mujeres deberían abandonar esta institución por no respetar sus derechos de igualdad como personas. No hay ni razones, ni justificación para ello. Como tantas veces digo, que la Iglesia no eche culpas fueras, el problema lo tiene dentro.

     

    • Carmen

      No es una creencia.
      El Vaticano no ha firmado los derechos hu

      • Carmen

        Está por encima de ellos. Ella sabe. Tiene el representante del mismo Dios como jefe de la organización. No le hace falta los derechos humanos. A ella le interesa los derechos de Dios.
        Es que el anterior se ha mandado solo.

    • Ludovico

      Ana, por formación soy bastante renuente a admitir argumentos de autoridad, o expresiones de personas que para muchos sean apodícticas. Me refiero, por supuesto, al juicio que usted aduce del jesuita granadino. Si alguien defiende los derechos humanos, en teoría y en la praxis, es la Iglesia. Lo que no empece que algunos actos de determinados eclesiásticos los quebranten.
      Nada hay más claro en el Evangelio que la atención de Cristo hacia la mujer. Anoche, mientras recitaba la secuencia en la misa vespertina, me vino a la memoria el papel concedido a María de Magdala. Me refiero a la secuencia “Victimae paschali laudes”, cuando llega al Dic nobis Maria, quid vidisti in via?. ¿Qué es lo que vio María? Nada menos que la encarnación del kerigma evangélico: la muerte y la resurrección. María les enseña a los apóstoles, y por ende a nosotros el mensaje de Cristo. Es lo que repetirá san Pablo en la primera carta a los Corintios. Todo el evangelio está compensado en esa declaración de María: Sepulcrum Christi viventis,et gloriam vidi resurgentis Angelicos testes, sudarium, et vestes. Surrexit Christus spes mea. Y les dice dónde deben ir: praecedet suos in Galilaeam. Ese kerygma que Pedro repetirá a propósito de la curación en Jerusalén y que motiva la reunión del Sanedrín, la había enseñado antes Maria.

      No hay argumento mayor, en mi opinión, que ese pasaje evangélico para demostrar la importancia que la Iglesia concede a la mujer.

      • ana rodrigo

        Ludovico, dices: “Ana, por formación soy bastante renuente a admitir argumentos de autoridad, o expresiones de personas que para muchos sean apodícticas.” ¿De verdad….?Todas las innumerables citas que tu pones, ¿son neutras o indiscutibles, o ciertas?

        “Si alguien defiende los derechos humanos, en teoría y en la praxis, es la Iglesia. Lo que no empece que algunos actos de determinados eclesiásticos los quebranten.” ¿Eso es lo que tú crees? O sea, ¿que la praxis de la Iglesia consiste en considerar, tener en cuenta y poner en práctica la igualdad de hombres y mujeres?. Mamma mía, ¿esto es rigor científico o no hay nada peor en el mundo que ser ciego de conveniencia?

        • Ludovico

          Me cuesta responderle Ana. Porque para hablar hay que empezar por ponerse de acuerdo en el campo semántico de los términos. Cuando en filosofía de la ciencia hablamos de reducción, por ejemplo, reducción a la física de las otras disciplinas experimentales, indicamos que los conceptos de la química tienen un equivalente físico más fundamental. De la molécula al átomo, por citar un caso. El concepto de igualdad que se maneja en la teología cristiana no es el mismo que el usado en lenguaje ordinario. Todos los fieles somos iguales por el bautismo. Todos somos sacerdotes, profetas y reyes, por expresarlo en lenguaje bíblico. Pero es manifiesto que el sacerdocio común no es lo mismo que el sacerdocio sacramental. No se puede apelar a la igualdad para hacernos sacerdotes consagrados. Sólo pueden acceder los llamados. Y eso le toca discernirlo al obispo en última instancia. El sacerdocio sacramental, el orden sacerdotal para entendernos, comporta una serie de funciones que no implican otra que servicios o carismas. El resto de los fieles no los tenemos. ¿Va eso contra la igualdad? En absoluto.
          Resulta manifiesto que la mujer ha sido en el curso de la historia confinada en labores secundarias en la historia de la Iglesia. En eso, se resentía del papel dependiente que le otorgaba la sociedad. Voltaire introdujo la filosofía newtoniana en el continente con el trabajo que le suministró una dama célebre por otros mesteres. El propio Einstein, más cercano en el tiempo, le debe la teoría de la relatividad a su mujer, asunto desconocido hasta hace poco. Con más humillación, cuando Benedicto XVI bendijo la basílica de la Sagrada Familia de Barcelona, el altar lo limpió una monja, como acaba de acontecer con las mujeres que limpiaron con ley la Plaza Roja (Constitución) de Vallecas tras el mítin de Vox. Para mal, la Iglesia refleja a menudo tics dominadores de la sociedad.

          Pero no se trata, en profundidad de eso. Se trata de qué significa ser igual en las funciones asignadas a cada uno en la Iglesia. No vale el uso del término en la vida civil. Todos, unos y otras, pueden ser presidentes del gobierno o jefes del estado. En la Iglesia, Cristo dejó a Pedro las llaves del Reino. No se las dejó a María de Magdala. Ya hemos visto que, en punto al mensaje evangélico, al núcleo de la Redención, al Kerygma, fue la segunda la encargada de anunciar a los Apóstoles el comienzo de la vida de la Iglesia y el mensaje de la salvación. Nos hemos quedado en conceptos humanos, cuando la Iglesia tiene una función soteriológica recibida del Maestro. Eso es lo importante. Cada uno tiene en ella una misión

          • Carmen

            Lo que dice de la teoría de la relatividad de Einstein está basado en el libro A la sombra de Einstein
            de Marie Benedict o en algunos documentos que no tengo ni idea?
            Me interesa su respuesta.

            Por supuesto que su mujer Mileva fue compañera de facultad, que compartieron muchos conocimientos…en fin. También es cierto que sencillamente Albert Einstein se portó mal con ella y con su hija y todo lo que quiera decir. No voy por ahí. Me interesa saber si la idea de la teoría de la Relatividad es de Mileva Marić o de Einstein.

            Me quedé muerta cuando leí el libro. Por la forma de escribir de la autora no le di credibilidad a según qué cosas. Ahora, sí usted me dice que es cierto, me lo creo. Porque estoy segura de que no tiene ningún interés personal en desacreditar a Einstein.

            Por fa.
            Contésteme.

          • ana rodrigo

            Ludovico, dices: “No se puede apelar a la igualdad para hacernos sacerdotes consagrados. Sólo pueden acceder los llamados. Y eso le toca discernirlo al obispo en última instancia.” Le toca al obispo….!!!!

            “El sacerdocio sacramental, el orden sacerdotal para entendernos, comporta una serie de funciones que no implican otra que servicios o carismas.” ¿De verdad crees que las mujeres carecemos de carismas y estamos incapacitadas para el servicio¡¡¡!!! Qué fuerte!!!!

            Ludovico, al lado de la exhibición que haces constantemente de tu erudición científica, lo que escribes nada tiene que ver con el más mínimo rigor ni científico ni razonable

            También dices: “En la Iglesia, Cristo dejó a Pedro las llaves del Reino. No se las dejó a María de Magdala” ¡No me digas…!

            Das la impresión de desdoblar tu personalidad cuando hablas de ciencia y cuando hablas de religión. De acuerdo que la religión no es ciencia, pero debe ser razonable y que no nos trate como idiotas. Si Jesús levantase la cabeza, se volvía a morir del susto de lo que hace la Iglesia que él nunca imaginó.

            Los valores del Reino son vida, los dogmas y demás inventos clericales son capaces hasta de discriminar a más de la mitad de la población, y del 80% de fieles creyentes en la Iglesia, que somos las mujeres. Machismo puro y duro.

          • Isabel

            También dice: “ Sólo pueden acceder (al sacerdocio)los llamados. Y eso le toca discernirlo al obispo en última instancia.”
            Y en su discernimiento parte de entrada con que las mujeres no son llamadas, no se presenten siquiera al obispo que se lo ha soplado a él Dios al oído.
            Más de Ludovico: la función soteriológica recibida del Maestro, no es función de mujeres. Y por qué? Las razones dadas además de machismo puro y duro resultan incluso ridículas para intentar defender la existente desigualdad manifiesta.

  • Carmen

    Y sabe qué? Si viviesemos cerca y usted aceptase una invitación, le invitaría a comer a usted y a su mujer con la que lleva casado en paz y tranquilidad cincuenta años, junto con mi hijo homosexual y mi yerno. Vería usted la talla de personas que tienen ambos.

    A lo mejor cambiaba de opinión

    Porque usted tiene asociada la homosexualidad con la depravación, la falta de valores humanos, y la corrupción moral, ética y no sé cuántas cosas más.

    Eso es un prejuicio que usted le debe a la iglesia.

    Pues eso.

    • Ludovico

      Carmen, ¿quién le ha dicho a usted que no conozco a parejas homosexuales, incluso en los lindes familiares? ¿Por qué cree usted que es prejuicio que debo a la Iglesia? En alguna ocasión he mencionado las fuentes científicas que tengo en mi biblioteca sobre la genética de la homosexualidad, la neurología de la homosexualidad, la evolución de la homosexualidad en la escala animal. Levanto la mirada y leo lomos: The sex itself, The evolution of sex determination, Sex differences in the Brain… No me haga abrir carpetas de Science y Nature sobre el tema, con biografías desgarradoras del algún científico transexual que acaba de morir…
      Conozco a homosexuales de diversa relación. Alguna pareja ha dormido incluso en mi casa.
      Antes de emitir un juicio moral procuro informarme. Por eso cada vez estoy más convencido de que no debe reconocerse categoría matrimonial a la relación entre parejas del mismo sexo. Y ya puestos, ni la tutela de hijos o la maternidad subrogada. Por razones éticas. Y de equilibrio para los niños afectados.

      • Ludovico

        Lo del científico que acaba de morir es un fallo de memoria. En realidad, murió en 2017, que para mi sensación del paso del tiempo es ayer mismo. Se trataba de Ben Barres. Vale la pena leer al respecto The Autobiography of a Transgender Scientist Ben Barres MIT Press (2018)

      • Carmen

        No me lo ha dicho nadie. Me alegro de que no tenga prejuicios contra los homosexuales. Solamente que matrimonio no.
        Solamente que hijos no. Porque claro, la sociedad no puede aceptar la ausencia de padre o madre. Salvo en el caso de que la mujer se haya quedado embarazada por su mala cabeza. O porque el padre se haya quedado viudo, o la madre viuda.

        Si el problema que está planteando es el que el bebé que luego será adulto, tiene el derecho de saber quiénes son tanto su padre como su madre, pues legíslese. En eso, ni idea.

        Pero, me pregunto. Que una mujer no pueda cobijar a un óvulo fecundado hasta que se convierta en bebé y nazca, atenta contra qué ley exactamente. Porque el tema del esperma es muuuuuucho menos problemático.

        O lo que no se debe es intervenir en el proceso de fecundación? La fecundación in vitro es amoral?

        Mire, como usted dice muy bien, no nos vamos a poner de acuerdo. Pero es superior a mí callarme ante determinadas opiniones, como que el matrimonio homosexual no es ético. Lo siento. No puedo.

        Un saludo

  • Ludovico

    Aradillas parte de una premisa falsa. Supone que la Constitución española consagra la naturaleza y la función auténtica de la mujer. Como toda obra humana, la Constitución no sólo es mejorable. En muchos casos puede ser falible. Y es un absurdo concederle un valor ético supremo. Por supuesto que antes que cristiano se es persona, ciudadano. Pero es un tremendo sofisma pensar que la fe y costumbre del cristiano sean, de suyo, anticiudadanas. La interpretación de la misma compete al Tribunal Constitucional. Este puede entender que la ley de plazos del aborto es constitucional y, por ende, obliga a todos los ciudadanos. Pero a mí me parece un absoluto disparate ético. O el caso de los matrimonios homosexuales. Y tantas otras cosas que son o puedan ser consideradas constitucionales.

    Aradillas confunde constitución con ética. Y eso es un dislate infantil, ciertamente.

    • Carmen

      Lo que sucede es que la iglesia católica tiene sus leyes, sus ideas y supongo que una especie de constitución, que nada tiene que ver con una organización democrática. Ella es, pues ella.

      No es cuestión de ética, a mí juicio, es cuestión de leyes internas de la iglesia.

      Lo que cabe preguntarse es si el estado español puede o debe tener conexiones políticas, tipo concordato , subvenciones y esas cosas, con un sistema antidemocrático.

      Pero claro. La iglesia es una organización religiosa, nada que ver con una organización política, al menos eso dicen. Las relaciones iglesia con el estado español han sido estrechas y muy complejas desde hace siglos. Porque en España se confunde la política ciudadana, del estado, con la política de la iglesia. Siempre omnipresente. Y que además no es una fuerza neutral, que se mantenga al margen de la política en España, sino que apoya claramente a una opción política desde , pues desde siempre.
      Para mí ese es el problema.

      Y lo que dice el señor Aradillas es de todo , menos infantil.

      Hay tantísimas, tantísimas cosas que, insisto, a mí juicio habría que modificar…y esta sin duda es una de ellas.
      De infantil, nada.

  • Carmen

    Señor Ardillas, tiene usted todísima  la razón. Es anticonstitucional. Es irracional. Es absurdo, injusto…

    Y tiene mucha ,muchísima más repercusión  si estás cosas las dice un sacerdote católico, con tantos años vividos en su alma, que si lo dice una mujer, sea cual sea, aunque fuese la misma Teresa de Jesús.

    Un abrazo fuerte.

  • Asun Poudereux

    Se agradece enormemente esta publicación también en Atrio. Un aplauso multitudinario.

    Hay que hacer ruido y decir las cosas injustas bien alto. Ya está bien de saltarse las normas ciudadanas en torno a la persona mujer.

    Un abrazo atriero.

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