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El trumpismo se ha infiltrado en la Iglesia

Considero muy interesante esta entrevista mantenida por Jesús Bastante con el teólogo e historiador italiano seglar, Massimo Faggioli, profesor en EE.UU. Y aprovecho para dar una primicia: en el próximo número de Iglesia Viva, publicaremos un artículo suyo de 22 páginas, escrito exp rofeso para nuestra revista con el título Crisis y posible cisma en la Iglesia católica. El pontificado de Francisco. Que esta breve entrevista sirva como aperitivo para el número 284 que aparecerá antes de siete día, con el título: Por la reforma de Francisco, sin temor al cisma. AD

Massimo Faggioli: “El trumpismo se ha infiltrado en la Iglesia católica de Estados Unidos”

    • “Biden ha hecho de la fe católica una parte central de su campaña, sin dejar dudas de dónde están sus raíces y qué lo sostiene”
    • “Los obispos americanos tenían grandes esperanzas en Trump y al final salen no sólo derrotados sino severamente dañados en su autoridad, habiendo ganado muy poco con esta presidencia”.
    • “Hubo un intento de dar una justificación moral al asalto al Capitolio por parte de los medios de comunicación católicos (más o menos independientes) de los Estados Unidos como EWTN, Church Militant, y Life Site News”

    • La retórica triunfal de la “elección robada” no es más que el rechazo de un resultado electoral determinado por el hecho de que las minorías afroamericanas y latinas votaron abrumadoramente y en gran medida por Biden”
    • “Las relaciones serán buenas porque tanto el Papa como Biden son dos líderes en un momento de dificultades políticas y culturales en las dos comunidades que representan”
    • “Viganò y Steve Bannon son sólo la punta del iceberg: hay un catolicismo tradicionalista y de golpe de estado para el que tanto Biden como Francisco son los enemigos”
    • “Los que ahora se oponen a Biden son los mismos que intentaron que el Papa renunciara en 2018: para dejar claro que estos católicos no juegan con las reglas ni en la política ni en la Iglesia”

    Es uno de los mayores conocedores del ‘alma religiosa’ de Estados Unidos, y uno de los intelectuales católicos que más y mejor han subrayado los peligros del trumpismo y su relación con los sectores más ultraconservadores (si no sedevacantistas) de la Iglesia USA, y las razones de sus ataques contra el Papa Francisco. El próximo 20 de enero, coincidiendo con la toma de posesión del nuevo presidente de EE.UU., Massimo Faggioli publica (por el momento en inglés e italiano) ‘Biden y el catolicismo en Estados Unidos’.

    Hablamos con él en exclusiva del ‘efecto Trump’, del apoyo de medios ultracatólicos al asalto al Capitolio y cómo la elección de Biden podrá cambiar las relaciones EEUU-Vaticano. También, de qué supone la elección de quien será el segundo católico en convertirse en presidente de la nación más poderosa del planeta.

     – ¿Qué supone la elección de Joe Biden para los católicos EEUU? Es el primer presidente católico en la historia después de JFK

    En los primeros doscientos treinta años de su historia, la gran mayoría de los presidentes de EE.UU. eran miembros de iglesias cristianas no católicas: Episcopal, Presbiteriana, Metodista, Bautista. Biden pasa a formar parte de la historia de un grupo religioso particular de América, el de una iglesia juzgada durante mucho tiempo ajena y hostil al proyecto americano. No sólo es el segundo católico elegido después de Kennedy (1961-1963), sino también el cuarto en presentarse a las elecciones (Al Smith en 1928 y John Kerry en 2004), para ocupar el cargo político, pero también moral y religioso, que es la presidencia americana en un momento de transición delicado tanto para la nación como para la iglesia.  Biden ha hecho de la fe católica una parte central de su campaña, sin dejar dudas de dónde están sus raíces y qué lo sostiene.

    – ¿Por qué tantas críticas al líder demócratas por parte de un sector del catolicismo USA?

    El tema central de las críticas es el aborto, ya que Biden está a favor del aborto legal, pero recientemente también han surgido nuevos temas sobre la libertad religiosa y los derechos de los homosexuales, lesbianas, bisexuales y transexuales. Los obispos americanos tenían grandes esperanzas en Trump y al final salen no sólo derrotados sino severamente dañados en su autoridad, habiendo ganado muy poco con esta presidencia. Del régimen fascista de Mussolini, la iglesia y el papado obtuvieron, a un gran costo (pagado en gran parte por otros), algunos logros, como el Concordato y la resolución de la “Cuestión Romana”. En cambio, la iglesia estadounidense no obtuvo nada de Trump, excepto un puñado de jueces del Tribunal Supremo que han dejado claro que la derogación de la legalización del aborto no se logrará por medios legales.

    – ¿Tendrían que pedir perdón algunos jerarcas cristianos (católicos y protestantes) por su apoyo, hasta el final, a las políticas de Donald Trump?

    Por más doloroso que sea admitir que esa insurrección violenta tuvo a los católicos en las filas de los insurgentes. No sólo eso: también hubo el intento de dar una justificación moral a ese asalto por parte de los medios de comunicación católicos (más o menos independientes) de los Estados Unidos como EWTN, Church Militant, y Life Site News. El trumpismo se ha infiltrado en la Iglesia Católica y ha podido disfrutar, desde 2015, del apoyo de miembros del clero (incluidos algunos obispos), políticos e intelectuales católicos que no han ocultado sus simpatías por un personaje que prometió una protección especial a la Iglesia frente al poder político.

    – ¿Hubo ‘razones de fe’ tras el asalto al Capitolio?

    El movimiento que apoya a Trump da voz a resentimientos de varios tipos: económicos para un país en declive en el mundo donde Estados Unidos ya no es la única potencia; culturales para la creciente separación entre las zonas urbanas y suburbanas por un lado y las zonas rurales y desindustrializadas por el otro; religiosos para la lucha sin trabas entre las almas religiosas y secularistas. Pero también hay -y este es el nuevo factor desde 2008- un resentimiento étnico y racial que sale de los márgenes y entra en la corriente principal. La retórica triunfal de la “elección robada” no es más que el rechazo de un resultado electoral determinado por el hecho de que las minorías afroamericanas y latinas votaron abrumadoramente y en gran medida por Biden. Los intentos de los republicanos (desde hace una década) de frustrar el derecho de voto de las minorías han fracasado, al menos en las elecciones de 2020. Los discursos sobre la identidad racial y la religión están totalmente entrelazados en los Estados Unidos.

    -¿Cómo serán las relaciones EEUU-Vaticano con Biden?

    Creo que las relaciones serán buenas porque tanto el Papa como Biden son dos líderes en un momento de dificultades políticas y culturales en las dos comunidades que representan. El Vaticano quería poner fin a la presidencia de Trump, que ha sido un reto muy serio para la estabilidad del Sistema Internacional. Pero quienquiera que sea el Papa y el presidente de los Estados Unidos, siempre ha habido importantes diferencias entre el Vaticano y los Estados Unidos a nivel de política internacional que surgirán con el tiempo.

    – Parte de la Iglesia USA, ¿está detrás de los ataques a Francisco o es solo una cosa de Viganò y Steve Bannon? 

    Viganò y Steve Bannon son sólo la punta del iceberg: hay un catolicismo tradicionalista y de golpe de estado para el que tanto Biden como Francisco son los enemigos. No es sólo una cuestión de identidad política, sino también eclesial y teológica. Los que ahora se oponen a Biden son los mismos que intentaron que el Papa renunciara en 2018: para dejar claro que estos católicos no juegan con las reglas ni en la política ni en la Iglesia.

    -Algunos eclesiásticos y líderes de grupos ultraconservadores están llegando a decir que no darán la comunión a Biden por su postura sobre el aborto…

    La elección de Biden podría finalmente poner fin a las “guerras culturales”. El de la comunión es algo que ya hemos visto en el pasado: la cuestión del aborto es un asunto moral serio, sobre el que la iglesia debe hacerse oír, pero no recurriendo a la “guerra de las huestes” que al final sólo perjudica a la iglesia.

     

6 comentarios

  • carmen

    Porque no entiendo mucho, pero si las imágenes de los militares dentro del Capitolio, descansando en el suelo y allí concentrados por miedo a un asalto antes o en el día de la toma de posesión del presidente de EEUU, si esta imagen no es indicativa de un cambio en el orden mundial establecido, que me lo expliquen.

    Se avecina el final del imperio de EEUU. No va a ser en un día ni en dos, pero que va a haber un cambio en el orden mundial, es que está clarísimo.

    Y la iglesia sigue sin ver nada. Ahora resulta que Biden le va a ayudar a la iglesia para no sé qué. Pues será si puede.

    Es que es todo tan alucinante. Es una época histórica superinteresante. Al menos para mí lo es.

    Claro, se podría pensar, La institución de la iglesia siempre ha salido ganando. Y es cierto. En un mundo donde la gente no sabía leer ni escribir mayoritariamente, donde las comunicaciones eran mediante correo postal, o si vamos hacia atrás pues por mensajeros a caballo, palomas mensajeras, o haciendo un maratón.

    Pero los tiempos son otros. La masa, esa que no piensa ni sabe lo que quiere, es capaz de leer, de escribir, y de conocer noticias casi en el instante en las que se producen.

    Es que el mundo es ya otro. El cambio está comenzando. No sabemos hacia dónde nos va a conducir, pero desde luego, no al pasado.

    No sé.

    La iglesia dejará de tener la influencia que tiene, porque las religiones en un siglo o dos es imposible que tengan la fuerza, el poder de ahora. Al menos mi cabeza sencilla y con poca formación en historia eso me indica. Por eso veo tan decisivo separar a Jesús hombre de Jesús Dios. O Jesús caerá con la iglesia. Y será una gran perdida para la humanidad. Pero claro, va Santiago y habla de una palabra extraña, homeostasis o algo así. Pues bueno.

    Así que la iglesia me va dando un poco igual. Pronto será cosa del pasado.

    O a lo mejor no. No sé.  A día de hoy así pienso. Pero no me hagan mucho caso. Me suelo equivocar mucho.

  • ana rodrigo

    El catolicismo y el trumpismo coinciden en su acérrimo conservadurismo, en un concepto jerárquico de las leyes y obligaciones (la iglesia es la única monarquía absoluta de occidente) y, con tal de que la moral civil se ajuste a la moral católica respecto a la moral sexual, ya tienen razones para aliarse. Los pobres, inmigrantes, negros, LGTB, violencia, etc. que han sido el núcleo de la política de Trump y que deberían ser el núcleo de resistencia cristiana, brillan por su ausencia en determinados obispos americanos, que hacen de voceros del catolicismo y dan la impresión de que ésta sea la esencia del cristianismo y que Trump estaba en lo cierto.
    Pasa otro tanto en España con VOX, aunque aquí los obispos partidarios de Vox se contienen un poco más en lo que dicen, no así los seguidores de esta formación política.

    • carmen

      Fíjate.
      No creo que sea cuestión de moral, ni de ética, ni de nada de eso. Es cuestión de alinearse con el Poder, como desde hace 18 siglos.
      Las personas no importamos, lo tengo clarísimo. Ni hombres, ni mujeres, ni negros, ni blancos, ni chinos, ni indígenas de etnias diferentes…no. No es cuestión de moral cristiana. En absoluto. Al menos no lo creo. Es cuestión de Poder.

      Pero que tengan cuidado. El mundo mundial en cien o quizá menos años va a ser otro. No hay otra salida posible. Hay que gestionar el planeta de otra forma. Y entonces, veremos a ver quién o quiénes se fían de ella como institución.
      Va a haber una crítica al mundo cristiano bestial.
      Pero no se dan cuenta. O sí. A lo mejor lo único que les interesa a cada uno de los que mandan en la iglesia es salvarse ellos mismos.

      Y algo me dice que están cometiendo el primer error importante , tremendo, irremediable de su historia. Pero claro, no creo en el espíritu Santo. Bueno, a nivel personal es posible que crea que de vez en cuando alguien tenga algún soplo que otro. Pero a nivel de institución , no creo que el espíritu sople sobre el vaticano. Porque si esto se hace bajo el soplo divino, lo tenemos claro.

      En fin.

  • carmen

    Pues sí que es interesante. Sí.

    Con un poco de suerte el Papa alcanza nuevas cotas de poder en EEUU. Es una suerte que Biden sea católico, como Kennedy. Algo más tendrá en común que con un presbiteriano. No? A lo mejor Biden le deja hacer su célebre reforma de la iglesia. O me estoy haciendo un lío? Y es que con el Poder me sucede lo mismo que con la teología. No entiendo nada

    Suerte…es una palabra de esas mágicas. La vamos a necesitar.

    Cuídense mucho.

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