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Retazos de una vida a trompicones, 2/2

                    Ancha es España

      Y tan ancha. En este caso, más entre oriente y occidente que entre norte y sur. Y más entre jerarquías religiosas femeninas y masculinas.

      Porque no sé por qué aureola, el consiliario se propone llevar el movimiento obrero y la formación de jóvenes obreras a los colegios de religiosas mediante clases nocturnas. Y una de las religiosas que colaboran con él en esta labor, oriunda de la más pura aristocracia de una comunidad antónoma del oeste, es trasladada a su tierra original, y allí funda otra escuela obrera nocturna y llama al consiliario a dar unos ejercicios espirituales, justo en la navidad en que se inicia el concurso de canciones en la televisión europea, y va y gana el primer premio la canción española “La,la,la” y su intérprete Masiel. Y cuando tocaba la meditación del Infierno el consiliario tiene la nada feliz idea de anunciar a las jóvenes la gran noticia, y se arma el gran jolgorio. Y luego, en las enseñanzas del día a día, el consiliario inculca en las jóvenes fabriqueras la exhortación a defender sus derechos como trabajadoras, lo cual pues no le encaja muy bien a la religiosa responsable de la escuela obrera.

      Y las cosas se complican, y el pueblo en cuestión, muy luchador en tiempos de la República y con una larga lista de fusilados en la guerra civil, se empieza a movilizar. Y la religiosa en cuestión termina por hacer crisis y se seculariza y tararí y tarará.

      Y con motivo de unas Misiones populares que se han puesto de moda el consiliario es invitado a misionar en un barrio obrero de Barcelona, y lanza allí la JOC, y de esa Joc de ese barrio salen dirigentes de primera fila de las Comisiones Obreras de Cataluña que se cartean frecuentemente con el consiliario.

      Y cursillos de movimiento obrero cristiano en Ciudad Real, en Asturias, een Soria, en Pamplona…

      Es el movimiento obrero en clave cristiana que se ensancha a una con otros que surgen desde raíces socialistas y comunistas y anarquistas, restos de la izquierda republicana que se salvaron de la guerra civil. Y que encuentra un discreto respaldo de un sector de la Jerarquía episcopal y clerical enfrentado con el otro sector que ocupaba escaños en las Cortes franquistas y asesorías bien pagadas en los sindicatos verticales de Solís, esas dos iglesias que pareciendo una sola se combatían a muerte. Con un Cardenal Vidal y Barraquer que tiene que salir de España porque se niega a apoyar el franquismo, o un Monseñor Pildain desde Canarias, o un Fidel García Martínez desde la Rioja, frente a un Pla y Deniel primado de Toledo, un Herrera Oria obispo de Málaga y luego Cardenal, o algún obispo que intenta coordinar y hacer las paces y disimular los conflictos y frenar la presión de la extrema derecha franquista sobre la Iglesia.

      Tal vez la historia de la Transición democrática, cuyos logros se atribuyen al Rey Borbón y Adolfo Suárez más que a las rebeliones populares y la organización de la izquierda, olvida o menosprecia el esfuerzo del sector progresista de la iglesia, y la celebración del Concilio Vaticano II junto con la acción a nivel mundial del Pontífice Juan XXIII en todo esto. Así lo ven por lo menos los cristianos y católicos que participaron en aquellas batallas o “batallitas”. Olvidan más aún las heridas y los dramas personales y alejamiento de la iglesia que se produjeron en aquellas luchas entre el clero, entre curas vascos encarcelados en Zamora, entre otros enzarzados en conflictos con sus propios obispos. Y en el mismo consiliario de esta crónica… Porque con ocasión de todos estos conflictos el tal consiliario decidió tomarse un tiempo de reflexión y un receso desde la vanguardia hasta la retaguardia, Y todo termina en una huida a la emigración europea con cientos de miles de trabajadores sin trabajo, y una opción por el matrimonio.

      Hay un obstáculo: las personas con historial como el personaje que nos ocupa conllevaban una prohibición del pasaporte por parte de ambos poderes, el civil y el religioso. Y con la imposibilidad de salir al extranjero.

      Que se solucionó con un malabarismo curioso. La policía estaba en condiciones de mostrar al consiliario una serie de octavillas clandestinas que habían salido de su máquina de escribir, por un error repetido en todos marcando la letra q donde había que marcar la letra a. Y en consecuencia la policía justificaba su decisión de hacer difícil la salida, permitiendo solamente el paso a Francia, pero no el pasaporte debido a cualquier ciudadano.

      Bueno, aquella salida suponía además una reconversión al proletariado en el que nació el tal cura. Porque bien sabido tienen los historiadores que en aquella época, los hijos de labradores y proletarios asimilados no podían acceder a estudios secundarios sin becas o ayudas civiles o religiosas. Y el tal cura, para llegar al seminario tuvo necesidad de una beca y de sacrificar a todos los hermanos y familiares para cubrir gastos y pagar libros.

      Y para más “inri” el rector del seminario intentó prohibirle al seminarista ir a trabajar al campo con sus hermanos como uno más, porque era rebajar la dignidad de un aspirante al sacerdocio. Lo cual que el seminarista en cuestión por primera vez desobedeció la orden del seminario, y segó con la hoz y trabajó en la era como uno más.

      Bien saben los mismos historiadores de muchos excuras que se han pasado de funcionarios eclesiales a idem civiles, de unos sueldos magros a unos sueldazos y una cetegoría social más alta, de poco cristianos a mucho menos cristianos. El de mi cuento se apuntó a peón a perpetuidad. Bueno, reconozco que luego intentó escapar a la opción de proletario, pero es que cuando uno se tira al agua por su cuenta, sin salvavidas, a la brava, ya no hay “tío páseme el río”, te quedas de comunista para siempre, y en consecuencia de parado o de peón para in aeternum.

      Eso sí, los colegas del proletariado cuentan contigo para cualquiere cargo sindical o político de riesgo, y das la cara, y “¡plas!” bofetón al canto, matemático…Es lo que le pasó a nuestro Fundador, y a miles, cientos de miles que por idealistas terminaron crucificados o poco menos.

      O sea que acabas por preguntarte si es posible conciliar de alguna manera riqueza y bienestar material y prestigio social con evangelio, si el Opus y esas cosas no es más que una auténtica patraña y engañabobos, si las riquezas de la iglesia son más bien de la sinagoga aliada con César, el emperador romano, si Caifás no era en realidad sino un Pilatos disfrazado…

      No es que tenga nada contra los ricos, pero por favor, me gustaría que contestasen a mis preguntas. Por lo demás, les aseguro que me encuentro muy a gusto con el papel que he elegido para vivir…

     

      Y nada, París, cinco años en París. Y despidos del trabajo intentos de formación profesional acelerada con fracaso irremediable, y huelgas a cuerpo porque los mismos obreros franceses se negaban a dar la cara, y toleraban que el patrón les dijese: “¿No os da vergüenza que un extranjero tenga que venir a sacaros las castañas del fuego?” Huelgas en defensa de un argelino al que la Escuela Profesional de formación acelerada le deniego el diploma de fresador

      Y al final un puesto que te lo amarran porque el patrón se apellida Pecquignot, o sea Pequeño en sus orígenes, un patrón procedente de la Borgoña, descendiente de un español que se fue allá en los tiempos de Felipe II señor de la Bogoña, y que además de anular por decreto un despido le concede una beca para estudiar por la noche francés y obtener el título de profesor de francés en el extranjero… ¡Santa Providencia, y Santo Mesier Pequiñó!

      Y a casarse tocan. Y no te puedes casar sino por la iglesia, porque es la ley española. Pero el cardenal de París, que debe ocuparse de conceder el permiso para tu secularización, te agobia a interrogatorios y problemas y dilaciones. Y por arte de magia consigues que te reconozcan como refugiado político, y vía libre, te casas por lo civil, no sin antes decirle al cardenal que ya estás casado, que tienes seguridad social, que tu compañera está embarazada de gemelas, y que renuncias a seguir insistiendo, y que cuando Su Eminencia quiera le puede dar el permiso, y que si no se lo da que no pasa nada.

      Pero sigamos, porque la vida y milagros no acaban. Porque Franco está ya en las últimas, y hay que pelear desde dentro por una Transición democrática en España.

      Y vuelve a España, con lo puesto, y con dos gemelas en brazos, y pelea por Adolfo Suárez y por Carrillo, por las primeras elecciones democráticas y una nueva Constitución, y pasa por un primer despido de una patrona dirigente socialista que no pagaba seguridad social a sus empleadas. Y tras la batalla de las elecciones y la constitución, estás nuevamente en la p. calle. Y te apuntas a cavar zanjas para la Telefónica, y a abrir agujeros en el cementerio para construir unos miles más de nichos junto con una cuadrilla de gitanos de lo más castizo que me he echado a la cara, que para reivindicar ante el patrón, por toda razón, ponen encima de la mesa una navaja de Albacete.

      Y el uno que ya se da por casado porque se casó por el ritual gitano, y yo que le digo que vale, pero que si quiere tener seguridad social y a los hijos acogidos por ella que tiene que casarse por lo legal y por la iglesia, y que se apunta.

      Y el otro que se echa la siesta en un nicho vacío Y el otro que se cruza en un paseo del cementerio con una comitiva que acompaña al cadáver, él montado en su dumper, en bañador y con sus partes pudendas a la vista. Y el otro que zanganea al descargar un camión y el jefe lo despide, y viene la madre con maneras y cara de adivinar el porvenir, y amenaza al patrón con que va a tener un infarto muy pronto, y efectivamente, dos días después le da un arrechucho a la patata. Y el oro que le mete al navarro una calavera en el bolso del bocadillo, y el navarro que maldice la broma y tira bocadillo, y bolso y calavera por la tapia al exterior. Y ¿para qué os voy a contar más?

      Y se acaban los nichos, y otra vez al paro. Y tienes que pedir ayuda a Cáritas para poder enviar a tus hijas de vacaciones a la playa unos días, solo unos días.

      ¡Ah! Se me olvidaba. Con aquello del Proceso de Burgos, en el que se pedía pena de muerte para unas personas acusadas de pertenecer a ETA. PCE y cristianos progres organizan una vigilia de oración por ellos en Saint Germain des Prês, y un cura vasco inervendrá desde el púlpito. Pero me dicen que el cura vasco ha cogido gripe con 40 de fiebre. “Y tú, que eres alto y tienes tipo de vasco, le puedes sustituir”.

      Y yo les digo que yo de cura ya no quiero saber nada, Pero tengo que aceptar… Y me dicen que tengo que hacer un guion y someterlo al visto bueno de su Eminencia el Cardenal de París. “¿Cómo? A mí no me ha censurado Franco en España, y me quieren censurar Cardenales en Francia? ¡NI hablar!”. Pero acepto, y el Cardenal me enborrona el texto entero, y subo al púlpito, y suelto una perorata a mi gusto. Y al día siguiente me sacan un primer plano en el Telediario de mediodía. Y quedo con el c. al aire…

      ¿Díganmelo ustedes, por favor: ¿Qué iglesia es la mía, o quizá me he quedado sin iglesia, dónde estoy, acaso estoy loco de remate?

      Pero volvamos a España. Perdón, no se me ofendan los que tienen de España una idea diferente, porque en este momento he salido de una España y me han dado trabajo en la Comunidad autónoma de Euskalherria, Otra vez la Providencia disfrazada de un excura amigo que tiene una empresa, y que me pide por favor que no me meta en líos, que me limite a trabajar y a callar.

      Y aguanto unos dos años, y me ruegan los colegas que me presente a delegado sindical, y acepto. Y es que no tengo remedio. Y me lío en un juicio por una rebaja en el pago de las bajas por enfermedad, y ganamos en el juicio, y luego en otro juicio por el despido de mi compañero delegado sindical, y lo ganamos, y le sale la broma a la empresa por un dineral de multa, porque el despedido prefiere en vez de volver al trabajo recibir una indemnización por despido improcedente…

      Y vengan conflictos en la calle por culpa del Partido Comunista, que cambia de nombre y se rompe en Euskadiko Eskerra y PCE, y luego Esker Batua y Esker Anitza, y luego Esker Anitza y Elkarrekin-Podemos. Y luego Elkarekin-Podemos y Bildu…

      Entretanto, se me han pasado los últimos años del primer milenio viajando por España en busca de coches, me he jubilado, he tenido en la universidad a mis tres hijos, me han nacido seis nietos que ya empiezan a pisar la universidad, y el mundo sigue rodando con pandemia y gobierno PSOE-Podemos al mando.

5 comentarios

  • mª pilar

    Un gran abrazo Honorio.

    ¡Me encantan tus chapuzas!

    Anda…que no llevamos todas las personas con sentido despierto de querer:

    ¡Ser!

    Cada día mejores y más entregadas a todas las causas que piden a gritos:

    ¡Soluciones-respuestas ya!

    Pues…¡Benditas chapuzas! que nos tienen siempre en guardia, sin dejar de mirar la realidad que nos rodea.

    Gracias Honorio por compartirlas.

     

  • Honorio Cadarso

    Pues aquello que me pasó con un taal Gabriel Aresti! Un poeta vasco, comunista, de Acción Católica él, chiquitero hasta altas horas de al noche…Y va un día y se encuentra con Cristo y con Lenin, los tres de vuelta a casa, y se los lleva a cenar, “A ver si entre los tres arreglamos lo del Capitolio americano y lo del capital alemán”.

    Y voy yo y me arrimo, y les traigo también a Nelson Mandela, Gandhi, el Che Guevara, Mao, Abraham Lincoln, y a la Pasionaria y a la guatemalteca esa del Premio Nobel. Y entre reproches y justficaciones y confesar errores y lamentar fracasos, que Cristo también aguantó lo suyo, pues El se soltó aquello de Amaos los unos a los otros…Y a los postres bailan en su honor bailarines vascos, chinitas y otros muchos, y se van a las Cortes, el barrio Chino de Bilbao, y bailan y charlan con todas las madames, y luego les cierran los puticlubs y se van de ronda por Bilbao, y los guardias de la Ertzaintza los meten por gamberros a la comisaría a dormir la mona. Y por fin nos despertamos del sueño Aresti y yo

    Chapuzas, lo mío son todo chapuzas, queridos amigos. También tuve días negros, os advierto. Pero por favor, me gusta oirles a ustedes hablando en serio…

     

     

  • Juan Ramón

    Qué alegría haber compartido tertulia virtual con un tipo como tú, gracias Honorio, un abrazo

  • Carmen

    Honorio.

    Me ha encantado tu relato.

    Y el humor, bendito humor, es el que casi siempre nos salva.

    Y ahí están tus tres hijos y tus seis nietos, que estarán a reventar de orgullo por haber tenido la suerte de que seas su padre y su abuelo.

    Eres un  hombre Grande.

    Dices que no sabes a qué iglesia  perteneces, si te sirve de algo, tampoco la encuentro la mia. No sé cómo decirte…pues bueno.

    Un abrazo

  • ana rodrigo

    Hay que ver el humor aparente que le echas, porque detrás de cada tropezón supongo que hubo mucho sufrimiento e incertidumbre, especialmente cuando ya eres responsable de una familia, con un@s hij@s a los que tienes que sacar adelante por encima y a pesar de tantas trabas que la vida te va poniendo. Felicidades por tu tenacidad y la coherencia con tus ideas.

    Cuando tanto se habla ahora de las personas mayores, principal tramo de edad de riesgo para el coronavirus, piensas ¡qué cabrón (con perdón)!. Una generación que ha o hemos, sobrevivido con tantas fatiguitas, ahora también tiene que estar en primera línea de muerte por un virus. Sin olvidar lo que sabemos y no sabemos de lo que pasa de puertas para adentro de las residencias de mayores.

    Un abrazo y mi solidaridad y admiración por tu valentía y tu compromiso social.

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