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Sobre la neutralidad informativa

 Esa referencia que hace Eloy a ATRIO como medio informativo me compromete especialmente. Me va a obligar a no dejar pasar ni un día más sin informar claramente de los agresivos métodos con que el fascismo está  queriendo reconquistar la Iglesia católica en el Vaticano en EE.UU. y en España. AD.

 I – ATRIO: SU CARÁCTER PERIODÍSTICO

      ATRIO es una entidad que ofrece múltiples posibilidades de enfoque y referencias. Bajo la expresión genérica de “lugar de encuentro” viene caminando, si mal no lo he entendido, desde el año 2001, fecha que debiera de figurar ya destacada en cabecera como signo relevante de continuidad y permanencia.

      Más allá de lo que sea su ideario o sus objetivos, uno de los aspectos específicos de lo que ATRIO es en la práctica, es su carácter periodístico y en este punto estará sujeto a las normas deontológicas y éticas propias del periodismo.

      Sin duda ATRIO se esfuerza en mantener dichos principios éticos y deontológicos tanto en sus artículos como en los comentarios de los lectores. pero es un tema en el que conviene siempre mantenerse alerta.

      Muy especialmente en estos tiempos de “bulos” manifiestos, de verdades parciales, de engaños clamorosos, de juicios precipitados que se imponen a la verdad, pueda resultar oportuno que escritores y lectores de ATRIO podamos reflexionar sobre el sentido, contenido y dificultades de mantener, la ética periodística.

      Y aquí podríamos entrar en el  juego del ideario, la creencia y la parcialidad o imparcialidad. Sin olvidar que como nos dicen los historiadores, los hechos por sí mismos carecen de significado, significado que adquieren cuando se insertan en un relato.

      Sobre esta cuestión seguro que habrá mucha literatura que yo desconozco, Mi última referencia es la reseña que hace “Religión Digital ” del libro de Leoluca Pascua, editado por Ediciones Paulinas, titulado: “Las murmuraciones:. Entre maldad  y superficialidad” que, por lo que leo, incide en “la dignidad de las palabras”.

      Cabe reflexionar sobre la pretendida neutralidad informativa. Porque decir la verdad de los hechos o simplemente enumerarlos, ser meros cronistas “neutros”, pretendiendo una imparcialidad impoluta, quizá no implica siempre cumplir las exigencias de la veracidad informativa, si no se completa el relato desde la perspectiva de compresión más amplia, y del sentido de esos hechos, de lo justo o injusto de la realidad que se describe.

      Últimamente me parece observar que en algunas televisiones se informa con la pretendida imparcialidad de lo que dijeron unos u otros, y es verdad que lo dijeron, pero lo que alguien simplemente dice, por ejemplo con mentira manifiesta, no puede ser pasado por alto. El espectador debe de ser advertido que tales manifestaciones, en su caso, han sido o no contrastadas, resultan ser o no veraces o, claramente,  que lo dicho contradice la realidad o interpretación lógica de los hechos. Eso es informar, y el cronista ha de intentar ofrecer su perspectiva del sentido de lo que relata, sin mostrarse imparcial entre la verdad y la mentira, entre lo justo y lo injusto.

      La palabras que hoy traigo aquí son las de un periódico compostelano de 1909, cuando en plena discusión por la cuestión del descanso dominical, se desató en Santiago una guerra política y el periódico hubo de enfrentarse al análisis de cuáles eran los principios éticos que habrían de guiar su labor en tan difíciles circunstancia locales y cercanas.

II – 1909: ANTE UN CONFLICTO LOCAL 

El “Diario de Galicia” del martes 19 de Enero de 1909, página 2,  da cuenta de la gran conmoción ciudadana que produjo en Compostela la noticia de la dimisión del Alcalde Lino Torres. Dice:

<< LA DIMISIÓN DEL ALCALDE. Comentarios. << La sensacional noticia que el domingo dimos sobre la dimisión del alcalde de Santiago D. Lino Torre, fue, como era fácil suponer de antemano objeto de todos los comentarios . // En los círculos y en todas partes no se habló de otra cosa desde las primeras horas de la mañana. // Los número del “Diario de Galicia” eran arrebatados de las manos de los vendedores y aunque tuvimos la precaución de doblar la tirada de la edición que se hace para la localidad bien pronto se agotó  // la expectación era grandísima y la curiosidad muy natural. //

Nuestra información aunque precipitada fue completa, y elogiada por tirios y troyanos por su imparcialidad, lo cual no puede menos de satisfacernos en extremo, porque entendemos que el deber más elemental de la Prensa es la información concienzuda, reposada, serena. con alteza de miras, lo que decíamos, en una palabra en nuestro último número recordando la famosa sentencia polibiana con motivo de un artículo de “Juan de Aragón” en “La Correspondencia”: Si no sabéis censurar al amigo y aplaudir al enemigo cuando lo merezcan, no escribáis. También a este propósito recordamos otros conceptos de aquel artículo, que no reproducimos literalmente  porque no lo tenemos en este momento a la vista. Decía “Juan de Aragón”, que el periodista no puede sustraerse al influjo de las amistades no ya políticas sino particulares, pero que lo único que puede serle permitido en este caso es suprimir una noticia que mortifica a un amigo, jamás declarar como éxito lo que ha sido un fracaso, ni prodigar adjetivos inmerecidos. Pero hay casos en que trátese de amigos o adversarios no se puede prescindir de la información, porque el periódico se debe ante todo al público y lo único que puede y debe exigirse al periodista es que la información sea fiel, exacta, imparcial. Vamos pues a actuar de meros cronistas. //

Una hoja. En las primeras horas de la mañana se fijó en los diferentes barrios  de esta población, una hoja excitando al pueblo a manifestar sus simpatías por el alcalde dimisionario, lo cual ciertamente equivalía a invitarla a protestar contra el gobernador civil de esta provincia por la comunicación telegráfica que dirigió al alcalde ordenándole que retirase el bando sobre el descanso en domingo y que motivó la resolución de nuestra autoridad local de presentar “incontinenti” su dimisión >>

      El conflicto hacía referencia al deseo de los comerciantes de Santiago de abrir los domingos, puesto que otras localidades cercanas, por celebrar ferias tradicionales, sí podían hacerlo.

III – DEL DICHO AL HECHO

      Tras la transcrita introducción, la “crónica” que ofrece el citado “Diario de Galicia”, no resulta tan “neutra” como quizá fuera deseable; sobre todo con la irónica y en el fondo descalificadora descripción inicial y algún otro detalle. No es posible reproducir aquí en su literalidad el texto pero dejemos al menos un resumen de su contenido. Quizá en difícil equilibrio, por no desairar ni al alcalde y ni al gobernador, va el cronista dando cuanta del desarrollo de la manifestación dejándonos algunos datos de interés que, en ocasiones, habrá que leer entre líneas.

      Inicia el diario su relato haciendo cierta parodia de la situación, contando la llegada a la manifestación de un limpiabotas, al que llamaban “el Merlo”. Pero deja, no obstante, testimonio de que era una manifestación pacífica, que se desarrollaba “con el mayor orden y composturay a la que tras los “diversos grupitos” inicialmente citados, acudieron, finalmente, unas mil doscientas personas y que tuvo un recorrido por varias de las calles de Santiago que se citan, terminando delante de la casa del alcalde dimisionario.

      El recorrido fue el siguiente: “calles del Franco y Puerta Fajera, hasta llegar al paseo de la Alameda, frente al kiosko de la música”; aquí se unen a la manifestación la banda de música y unas doscientas personas más a las mil personas que se estimaba que ya iban en la manifestación. Luego la manifestación siguió por “la Puerta Fajera,  Rua del Villar, calle de Gelmírez y Rúa Nueva”, en la que hizo una parada, para continuar por “las calles del Toral, Huérfanas, Calderería, Preguntoiro, Cervantes, Casas Reales, Puerta del Camino y Virgen de la Cerca, calle en la que estaba el domicilio del alcalde dimisionario.

      El ambiente de la manifestación era de “un regocijo público en vez de una manifestacióny sobre la finalidad de la manifestación esclarece que “además de simpatía al alcalde era una protesta por las causas que le obligaron a dimitir.

NOTA: Los destacados en negrita son míos. La primera Ley del descanso dominical fue firmada por el Rey Alfonso XIII y por el Ministro de Gobernación José Sánchez Guerra el 3 de Marzo de 1904 y publicada en la Gaceta de Madrid el viernes 4 de Marzo; estaba orientada a garantizar el descanso de los trabajadores durante los domingos. La aplicación de esta ley dio lugar a diferentes conflictos, de mayor o menor alcance.

 

15 comentarios

  • Lola Cabezudo

    Amigo Eloy:

    Has elegido un tema de mucha actualidad y mucha envergadura y todo lo has puesto bajo el foco, pero los comentarios y los interrogantes de los lectores también han contribuido a poner de relieve nuevos aspectos.

    Me ha gustado el articulo que ha tenido el mérito de suscitar nuevas aportaciones, así que gracias, Eloy.

    Mi modesta aportación podría ser que no solo (en los casos que corresponda) hay que informar con verdad, sino que hay que informar con toda la verdad, o todo el panorama, porque ignorar situaciones puede ser disimularlas u ocultarlas al lector. Y contribuir a que el lector se forme una opinión equivocada.

  • ana rodrigo

    Yo pienso que ATRIO es un ámbito en que, quienes participando con nuestros comentarios, compartimos inquietudes, pensamiento, sentimientos, etc., no comunicamos noticias porque, cuando las exponemos, ya damos por supuesto que son conocidas. Y esta intercomunicación, después de unos cuantos años, aunque sea virtual, crea unos lazos afectivos importantes por los que yo, en muchas ocasiones, hablo de familia atriera

    En cualquier caso, todo lo que decimos está impregnado de subjetividad, porque,, como dice Rodrigo en otro hilo, somos el resultado de nuestra infancia y de nuestras circunstancias personales a lo largo de nuestra vida, y de ellas hemos alimentado nuestra manera de ver el mundo y todo lo que en él pasa. Esto es lo que hace de estos ámbitos de compartir que se enriquezcan con lo que cada cual dispone poniéndolo en común y aprendiendo a caminar con distintas y variadas visiones de la vida y de los acontecimientos, que suelen complementan las nuestras.

    Es por esto por lo que sigo en atrio desde hace aproximadamente 15 años, porque vuestros comentarios me ayudan a reflexionar y a ampliar mi mirada sobre tantos temas como aquí se trata, y, como consecuencia de estas reflexiones, cuando las hago mías, siempre desde mi subjetividad, es cuando las comparto con vosotr@s. Resumiendo, diría como comencé este comentario, atrio es un lugar de compartir y de enriquecernos mutuamente con nuestras aportaciones. A atrio yo no le doy carácter periodístico en sentido estricto, porque aunque el periodismo me aporta ideas, yo no puedo comentarlas ni compartirlas con el autor o la autora.

    El hecho de que, en la mayoría de las ocasiones, no nos respondamos entre nosotros en plan debate (que alargaría excesivamente el campo de los comentarios), no quiere decir que leamos en diagonal, como sugiere Carmen en tantas ocasiones. Yo leo a todo el mundo y me quedo con aquello que me interesa, aunque me lo calle, y entre a formar parte de mi misma.

  • El tema me interesa y representa algo de muy importante que el papa Francisco en su Exhortación apostólica EG toca.

    Existe también una tensión bipolar entre la idea y la realidad. La realidad simplemente es, la idea se elabora. Entre las dos se debe instaurar un diálogo constante, evitando que la idea termine separándose de la realidad. Es peligroso vivir en el reino de la sola palabra, de la imagen, del sofisma. De ahí que haya que postular un tercer principio: la realidad es superior a la idea. Esto supone evitar diversas formas de ocultar la realidad: los purismos angélicos, los totalitarismos de lo relativo, los nominalismos declaracioncitas, los proyectos más formales que reales, los fundamentalismos a históricos, los aticismos sin bondad, los intelectualismos sin sabiduría [EG, 231].

    En los últimos días me dediqué a analizar el pensamiento del Cardenal venezolano Porras con mirada a la idea que se hace de la realidad. De un lado, habla con serenidad de la doctrina social de la Iglesia y del otro se impone con un adversario incondicional de la revolución bolivariana. Hay un problema entre “idea” y “realidad” como dice el papa. Mi análisis se termino con una Carta abierta al dicho cardenal.

    https://www.religiondigital.org/humanismo_de_jesus/Carta-cardenal-venezolano-Baltazar-Porras_7_2240845916.html

     

    • Román Díaz Ayala

      Buenas tardes aquí, buenos días, Oscar Fortín.
      Acabo de pinchar el link que nos facilitas de Religión Digital/tu artículo citado y me sale la noticia trampa de que Jordi Evole ha ganado 9,3 millones de euros con la criptomoneda. Nos hacen pasar un bulo como noticia cierta lo cual es algo más grave que una publicidad encubierta. Abiertamente una estafa. Ya sé que Religión Digital usa de la publicidad como otros muchos medios y que es posible que el causante sea algún servidor, incluso alguien ajeno al medio.
      Pero todo ello es una muestra palpante de cómo nos están colando bulos a cada paso que demos. Nos están haciendo pasar por noticias mensajes de todo tipo, muchos de naturaleza política e incluso como arma de captación ideológica.

  • Román Díaz Ayala

    He querido distanciar  una razón de fondo de lo que extensamente Eloy Isorna describe de Atrio, más como advertencia previniendo el contagio de intoxicación que de análisis del medio.

    Esa cuestión de fondo es que  podríamos vernos influenciados sin pretenderlo de la continua manipulación observable en los medios. Hoy más que ayer. Estamos en la época  de la post-verdad, aunque éste vocablo se ha desgastado casi plenamente en muy poco tiempo. Tiene como valor la denuncia de una realidad presente, que no se ha ido, que se ha incrementado aunque con cambios sutiles de modos y maneras.

    Lo triste del caso es que nos quieren hacer colar como normalidad lo que debería ser juzgado y condenado como atentado a la ética y al buen juicio en la ciudadanía. No hay ámbito que nos pueda ser ajeno, ya sea en lo social, lo político, en lo jurisdiccional y en los comunicaciones.

    Gracias, Eloy, por la advertencia.

  • Román Díaz Ayala

    En la Redacción de Atrio va por delante la objetividad en la selección de los temas insertados con el objetivo del análisis de los mismos.

    En el grupo de comentaristas se adelanta la subjetividad, a veces como reacción a lo propuesto, otras veces como deseo de enriquecer el mensaje. El Atrio actual no seria lo mismo sin una cosa ni la otra. A veces, no seguir estas pautas implícitas son causas de algunas estridencias. El excesivo personalismo, el malentendimiento de una ironía,  o la ausencia de lugares comunes etc. a veces dificultan progreso del diálogo. Pero todo se hace apelando a la buena voluntad.

  • Román Díaz Ayala

    El informe descriptivo que hice más abajo sobre Atrio no está completo, porque no mencionaba otra comunidad atriera de la mayor importancia formada por quienes apoyan el medio económicamente con sus aportaciones, que alivian un poco el gran peso económico de mantener este portal abierto y disponibles para quienes de una forma u otra nos estamos beneficiando de él.

    Entendí que merecía una mención aparte y destacada, especialmente ahora que estamos en los inicios de grandes estrechuras económicas.

  • Gonzoalo Haya

    No tengo especiales conocimientos sobre periodismo y expreso solamente mi opinión. Yo no veo Atrio como un periódico de información como El País, lo veo como un blog (o web) principalmente de opinión, y en segundo lugar de información veraz sobre la que invita a opinar a sus lectores, a favor o en contra de las opiniones expresadas. Todo esto en el ámbito de lo ético, social, y religioso. Todos, desde el Directos a los colaboradores y comentaristas, tenemos la obligación, en mayor o menor grado, de informarnos sobre el hecho que comentamos, aunque cada vez va siendo más difícil comprobar la veracidad de estas informaciones. En general creo que todos estamos cumpliendo suficientemente bien estos principios.

  • Román Díaz Ayala

    Atrio no es en puridad un medio informativo convencional, ni tampoco un Blog personal, sino un hibrido que posee asimismo una “comunidad atriera de comentaristas varios”.

    El grupo de comentaristas es mixto, pues hay quien colabora a pleno pulmón enviando trabajos para su lectura y comentarios y otros miembros sólo participan haciendo análisis de los mismos. Adivinamos que una cantidad no conocida son lectores, lectoras asiduos permaneciendo en el anonimato.

    El grupo de comentaristas nos hemos ido elaborando en nuestras participaciones ” un libro de estilo” que tiene que ver con la ética o código deontológico del que habla Eloy Isorna.

    Esto no cierra todo el rico contenido de este trabajo de Eloy. Tendremos que seguir comentando.

  • carmen

    Pues me estoy quedando muerta.

     

  • Isidoro García

        Vivimos un mundo complejo. Dice J.A. Marina que en este momento, el tema de estudio de la filosofía, es la complejidad acelerada en la que vivimos. Y la complejidad nos agobia y nos estresa.
     
        Todos los primates superiores, como animales sociales que somos, desde niños aprendemos a convivir en una sociedad en que podemos engañar y que nos engañen.
     
        Uno de los momentos clave del desarrollo de la mente infantil, es el momento en que son conscientes, de que los padres no lo saben todo, y les podemos engañar.  
     
          Y en general somos crédulos, y según mi opinión, vamos aprendiendo a vivir mintiendo lo menos posible, (entre otras razones, por el castigo social general al mentiroso).
     
        (Decía Jorge Luis Borges:En el ayer que me tocó, la gente era ingenua; creía que una mercadería era buena, porque así lo afirmaba y lo repetía su propio fabricante”– es la razón del éxito de la publicidad).
     
        Toda la vida ha habido vendedores de burras cojas. Antiguamente a los gitanos especializados en la compraventa de caballerías, se les atribuía una gran habilidad en ese oficio. Hoy ese oficio ha pasado a la venta de coches de segunda mano, y a los especialistas en marketing, incluído el político, (los llamados spin doctors). No hay nada nuevo bajo el sol.
     
     
         Pero otra cosa muy distinta sucede con el autoengaño. Según el psiquiatra Luis Rojas Marcos: “El autoengaño es la cualidad más humana de todas las cualidades humanas… el autoengaño es una peculiar estrategia de supervivencia de nuestra especie.
          Gracias al autoengaño superamos una realidad devastadora con una ilusión reconfortante, neutralizamos una verdad implacable con una falacia benevolente, y justificamos una conducta intolerable con una excusa persuasiva”.
       Como muy bien dice Eloy, “los hechos por sí mismos carecen de significado, significado que adquieren cuando se insertan en un relato”.
       Cuando las creencias se transforman en convicciones religiosas, políticas o culturales, su defensa y el proselitismo de ellas se convierten en un objetivo de vital de afianzamiento y vertebración del yo individual. Y para conseguirlo el autoengaño semidelirante es preciso y necesario.
        En nuestra necesidad compulsiva de coherencia interna, para afianzar ese autoengaño, generamos un relato coherente, apelando al pequeño delirio, (error subjetivo de creer real algo no real), construyendo una historia compleja de interacciones para evitar contradicciones internas.
        Y así según el psiquiatra Francisco Traver “el delirio se expande constantemente con nuevos elementos que pasan a engrosar la novela delirante hasta lograr una sistematización de las ideas que componen el delirio”.
     
        Todas estas ideas ¿nos conducen al relativismo de que nada es verdad ni mentira?. No necesariamente.
     
          Sino que hay que aceptar el pluralismo de la mente humana, yendo mucho mas lejos de la simple tolerancia, (que es la hija menos mala del fanatismo, y así y todo se la echa mucho de menos muchas veces), y empezar a pensar que como dice Traver “el pensamiento complejo requiere de una lógica nueva que vaya más allá de las creencias. Estar sano mentalmente consiste en reconocer que somos todos unos automentirosos” (potenciales).
            Y que “la verdadera libertad no consiste en acceder a la verdad como suponía Kant y el santo Agustín, sino en elegir las mentiras que provisionalmente estamos dispuestos a creer.
          Y digo provisionalmente porque nadie puede echarme en cara que hoy crea en una cosa y mañana en otra. Cambiar de opinión o de creencia es lo primero que te prohibirán tus enemigos”.

  • Isidoro García

    Una de las mentiras mas peligrosas que existen, es el concepto que se quiere imponer sobre la mentira.

    En puridad, mentira es la afirmación de algo que no se ajusta a la realidad, con ánimo de engañar. Y presupone una intencionalidad.

    Y el grave concepto falso de mentira, es equiparar automáticamente todo lo que no es real, con falsedad intencionada.

    Entonces ¿qué es el error?. Para esta concepción antipluralista y paranoicizada, el error no existe. Y la diferencia de opinión, tampoco. Todo el que asevera algo distinto a nuestras creencias, miente intencionadamente.

    ¿Cuesta tanto aceptar que mucho, si no la mayor parte de lo que denominamos bulos, postverdades, engaños clamorosos, y juicios precipitados, son simplemente, opiniones diversas, mejor o peor fundadas, al igual que las nuestras?.

    “Los antiguos griegos consideraban que la democracia debía cumplir dos condiciones: isonomía, (igualdad ante la ley), e isegoria, (la capacidad de hablar en igualdad de condiciones)”. (J. A. Marina).

     

  • oscar varela

    Hola!
     
    La INFORMACIÓN es asunto de primera línea.
    Y muy complejo.
    Baste pensar en que hay INFOs que se divulgan
    para que la gente no se entere de lo que realmente pasa.
    O para que pase lo que no debería pasar.
     
    P.e. en Nuestramérica:
    – Jeanine Áñez en Bolivia
    – Pinochet en Chile
    – Lenin Moreno en Ecuador
    – lo de Lugo en Paraguay
    – lo de Manuel Zelaya en Honduras
    – Macri en Argentina
    – lo de Dilma Rousseff y Lula en Brasil
    ……………..
    ¿Y qué decir a nivel global:
    – Lo de Assange y Snowden.
    ……………..
    ¡Estamos ante el CUARTO PODER!
    ……………..
     
    Profetas del Asunto:
    – Göbbels
    – Bradbury
    – Orwell

  • Rodrigo Olvera

    Interesante reflexión.

    Hay distinciones que parecen un mero juego de palabras, pero que tienen efectos práxicos importantes. ¿Es el periodismo una profesión o un oficio? ¿Es lo mismo un periodista que un reportero? ¿Es lo mismo un medio periodístico que un medio informativo? ¿O un medio informativo que un medio divulgativo? ¿Sí? ¿No? ¿Es ATRIO algo de ésto? ¿O todo ésto?

    Y en otro nivel, sea como sea que se respondan las preguntas anteriores sobre las entradas que publica ATRIO, al hablar Eloy de la aplicación de los principios éticos y deontológicos del periodismo a los comentarios, me genera aún más dudas:

    * ¿Se aplican sin más los principios éticos y deontológicos que se aplican a periodistas  a los comentarios de las personas que comentamos en ATRIO?

    * Cuando comento en ATRIO sobre algún aspecto de la situación de conflicto armado no internacional en México (ya sea la llamada “guerra contra el narco” o la llamada “guerra de exterminio contra los pueblos originarios” o la llamada “guerra feminicida”, ¿adquiero el estatus de corresponsal de guerra?

    *¿Quienes comentamos estamos bajo obligación legal o ética de seguir los códigos deontológicos del periodismo? ¿Ocurre lo mismo para quienes comentan en las páginas electrónicas de periódicos como El País?

    * Al tener participación de personas de fuera de España, ¿cuál código deontológico del periodismo tenemos que conocer y cumplir para comentar éticamente en ATRIO? ¿ El Código Europeo de Deontología del Periodismo?

    * Pero si comentar en ATRIO es periodismo, no sólo habría que cumplir códigos deontológicos del periodismo sino regulaciones legales de la profesión. ¿Serían las de España?

    Demasiado para mí, que tengo claro que no tengo ni la formación ni la vocación de periodista.

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