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Juan Guaidó, el hombre de la transición frustrada

No sé si ATRIO tiene o no la calidad y la misión de un medio de información. Lo que sí sé es que en determinados momentos tuve que enfrentarme a amigos que me aconsejaban que no me metiera en causas que tenían tan mala prensa. Al principio, 2001, fueron los temas de las monjas violadas en África o de los jóvenes abusados por el modélico fundador Maciel. Después fue el “yo no te espero” a Pablo VI en su visita a Valencia en 2006. Últimamente ha sido la defensa de Maduro frente a las presiones USA. Poco a poco los hechos nos han ido dando la razón. AD.

El entusiasmo por el líder venezolano, considerado presidente interino por 50 países, se resquebraja

Por FRANCESCO MANETTO, El País, 27 JUN 2020

Un chapuzón entre pescadores. La imagen quedó grabada como la bienvenida de Juan Guaidó a Margarita. Tras recorrer en lancha los poco más de 20 kilómetros que separan la costa de Venezuela de la isla —hace tiempo conocida como “perla del Caribe” y hoy símbolo del declive del país—, el rival de Nicolás Maduro se entregó a un fin de semana frenético, repleto de actividades y mítines. Su caravana, de cuatro o cinco vehículos, visitó el litoral bajo la vigilancia de unos hombres que se desplazaban en taxis algo destartalados y sin matrícula. Esto es, agentes del Sebin, el Servicio Bolivariano de Inteligencia. En cada acto Guaidó repitió una frase que ya se había convertido en un eslogan de la oposición al régimen chavista: “El momento es ahora”.

Desde ese viaje, presenciado por EL PAÍS, ha pasado casi un año. Y ese momento decisivo, que aludía a una caída del Gobierno y al comienzo de una etapa de transición, no ha llegado. De hecho, parece estar cada día más lejos. Maduro no ha perdido nunca el control de las riendas del Estado y, con la salvedad de un goteo de deserciones, algunas de ellas significativas, tampoco de las Fuerzas Armadas. Aunque más de 50 países siguen reconociendo a Guaidó como presidente interino —en virtud de una interpretación de la Constitución que tras las elecciones de 2018 descalifica al sucesor de Hugo Chávez por supuesta usurpación—, su poder no ha pasado de ser estrictamente simbólico, al menos dentro de Venezuela. Y si su principal patrimonio, el respaldo internacional, todavía no peligra, sí ha empezado a resquebrajarse el entusiasmo de sus valedores, con Estados Unidos a la cabeza.

El líder opositor era un desconocido diputado de Voluntad Popular, el partido de Leopoldo López, cuando a principios de 2019 se convirtió en jefe del Parlamento. Las fuerzas críticas con el chavismo, que dominan la Asamblea Nacional desde 2015, pactaron un sistema rotatorio para turnarse al frente del poder legislativo. Y el año pasado le tocó a Guaidó, un joven político de 35 años elegido por consenso que de repente tuvo que hacerse cargo de las expectativas de cambio de millones de personas. El 23 de enero, un día emblemático en Venezuela al conmemorarse la caída de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, se proclamó presidente encargado en medio de una multitudinaria movilización. Pero el primero en anunciar ese paso fue, horas antes, el vicepresidente estadounidense, Mike Pence.

Trump ha insinuado que duda del papel de Guaidó y que no descarta incluso reunirse con Maduro

En Caracas se respiraba entonces un clima de giro inminente alentado principalmente por Washington. Sin embargo, hoy las dudas sobre esa estrategia cunden incluso en la Casa Blanca. El mismo Donald Trump las manifestó hace una semana en una entrevista con el portal Axios. “Yo no estaba necesariamente a favor, pero a alguna gente le gustaba, a otra no. No creo que fuera muy significativo de una o de otra manera”, afirmó. El presidente, que además se dijo dispuesto a reunirse con Maduro, matizó al día siguiente sus palabras y aseguró que el único objeto de una cita sería debatir la salida del poder. Su Administración tuvo que aclarar también que el apoyo a Guaidó sigue intacto.

Con todo, esas reflexiones sembraron inquietud en el entorno del líder de la oposición. Para empezar, porque la confianza de EE UU es su principal escudo ante el acoso de la justicia venezolana. El temor a una reacción de Washington más allá de la escalada retórica ha impedido, por el momento, su detención. El recién publicado libro del exconsejero de Seguridad Nacional John Bolton añade leña al fuego: el autor atribuye a Trump calificativos impropios de un aliado, como cuando lo llama “crío”, preocupado por su inexperiencia. La realidad es que, pese a la catastrófica gestión económica de Maduro, la destrucción de los servicios públicos, las sanciones impuestas al Gobierno y el impulso internacional de la oposición, Guaidó no ha logrado su objetivo y atraviesa por su etapa más difícil.

El estancamiento ha alimentado el malestar popular por las expectativas frustradas, la resignación, los cada vez peores datos de los sondeos. A eso se añaden errores operativos, como el intento de introducir ayudas a través de la frontera con Colombia, lo que acabó en una batalla campal. Y la ambigüedad de un discurso que ha oscilado entre la posibilidad de diálogo con el chavismo, la dependencia de la Casa Blanca y la amenaza de una intervención militar. “Tenemos que evaluar todas las opciones” o “Todos los escenarios están abiertos” son otras de las fórmulas habituales que reflejan las dificultades estructurales de liderar la oposición al chavismo, un frente ideológicamente muy amplio en el que se mezclan sectores progresistas y posiciones de derecha radical. Guaidó ha intentado contentar a todo el mundo. Le funcionó internamente mientras todos vislumbraban una transición. Pero también perdió el control de algunos grupos. El disparatado intento de incursión marítima de principios de mayo en dos playas próximas a Caracas, del que se ha desvinculado rotundamente, dejó muy tocado su liderazgo, que ahora trata de reflotar con actividades parlamentarias y nuevas convocatorias. Mientras tanto, el Gobierno de Maduro aprovecha para cultivar una de sus habilidades: culpar a la oposición de todos los males de Venezuela al tiempo que socava su representación.

7 comentarios

  • carmen

    Entonces, el cambio de Trump ha sido por lo de Canadá?

    Pues algo está cambiando. No sé. No entiendo bien. A Trump le daba igual todo. Quizás por las elecciones de noviembre?  Porque está perdiendo apoyos? De quiénes? Por algo  tiene que ser. Porque diría que a los americanos Canadá no le importa demasiado.

    No entiendo.

  • oscar varela

    (de nuevo)

    1- Queda lo dicho sobre el Art. de don FRANCESCO MANETTO

    2- Si mal no recuerdo, acá en ATRIO, creo que no hubo comentarios “simpáticos” con el Guaidó ese.

    3- Pareciera ser que algunos atrieros, tan acérrimos críticos hace algunos años atrás contra  la realidad cubana, se fueron vacunando contra el virus del miedo al “comunismo” y han optado maduramente por comprender que la “Prensa” les había estado haciendo aceptar mentira por verdad (fake news).

    4- En este Asunto venezolano solo ha ido quedando la insistencia del tocayo Fortín con toda la razón que aporta, salvo un remarque contra Bergoglio, que para mí es dudoso y, por ello, nada contundente. Otra cosa es el Episcopado venezolano, que no desentona con los demás de latinoamérica, CELAM incluido.

    • Gracias a mi tocayo para recordar mi aportación sobre ese tema de Venezuela, de Guaido y del episcopado. Me permite recordarlos que la semana pasada, el gobierno de Canada se presentó para tener un asiento no permanente en el consejo de seguridad de las Naciones unidas. Ha sido un fracaso humillante su derrota. Se atribuye esa derrota a sus políticas delincuentes en el campo internacional, particularmente en Venezuela y Bolivia donde se ha juntado a las políticas intervencionista de Trump. Su foto junto a Guaido’al recibirlo como presidente de Venezuela, no le sirvió. Para las Naciones Unidas, el presidente de Venezuela queda Nicolas Maduro. Bueno notar que Mexico ha sido elegido para acceder al Consejo de seguridad con una fuerte mayoría. La prensa en Canada no dijo nada de esa victoria mexicana. Aprovecho esta intervención para presentarles un articulo reciente sobre el cardenal Porras: https://www.religiondigital.org/humanismo_de_jesus/Carta-cardenal-venezolano-Baltazar-Porras_7_2240845916.html

      Con todo mi respeto

      • El periodista no elabora sobre el elemento de la constitución que justifica l’irregularidad de la elección de Maduro: dice sencillamente:”en virtud de una interpretación de la Constitución que tras las elecciones de 2018 descalifica al sucesor de Hugo Chávez por supuesta usurpación—”

        En un tema tan serio, no entiendo que el periodista no se preocupe para saber ?de que párrafo de la constitución se puede confirmar la usurpación por Maduro de la Presidencia ? De eso no dicen nadad. En tal caso los protagonistas, me imagino, pidieron al Consejo nacional de justicia, la autoridad mas alta para interpretar la Constitution, de pronunciarse sobre el tema. ?Porque no lo hicieron, como lo exige la misma constitución? Fue mas facil, pedir a Trump de decidir del caso. Es lo que hizo al nombrar Juan Gaido nuevo presidente por interim de Venezuela.

    • Antonio Duato

      El artículo de El País, aportado hoY, tiene el valor de ser una constatación desde fuera del régimen bolivariano, sobre como lo de Guaidó ha sido un fracaso total a pesar del apoyo internacional, de las jerarquías católicas y universidades jesuitas. El pueblo y sus dirigentes, con el aislado apoyo del algún curilla, han sido más fuertes. Eso es lo que Manetto y El País, no sé si a su pesar, reconocen. Gracias, Fortin, pues sin ti no sé si ATRIO hubiera mantenido el tipo…

  • oscar varela

    Hola!

    Don FRANCESCO MANETTO dice;

    lo que dice es poco,

    y ese poco vale muy poco,

    está escrito a mucha distancia

    de la gente de Venezuela

    a la que con FRANCESCO MANETTO

    ignora olímpicamente.

  • carmen

    Y por qué Trump ha dado ese giro respecto de Venezuela? Para mí es un misterio.

    Me recuerda un poquito a aquello de Cuba. Primero el apoyo a los opositores a Fidel Castro. Luego un desembarco muy extraño del que Kennedy dijo no saber nada. Y después todo se calmó. Bueno, es un decir. Aquello lo entendí. Lo de la crisis de los misiles recolocó todo.

    Pero en Venezuela? Es la misma situación? Es porque Rusia o china están detrás?

    Estoy intrigada.

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