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Notas de Bitácora del 17/05/2020

1/ Domingo día 10, al mediodía. Llamada al teléfono de la ventana de la abogacía abierto en las 3000 para las semanas de confinamiento. Una de las mujeres jóvenes, extranjeras sin documentos de regularización administrativa a las que atendemos, me cuenta que han expulsado del piso en el que tenía alquilada una habitación a una de sus compañeras, en plena madrugada y con intento de agresión por al dueño del piso y arrendador del cuarto. Me dice que le aconseje qué deben hacer. Pido que me escriba la afectada y agredida en una hoja lo que según ella le ha ocurrido y que lo envíen por guasap. Y que vaya a urgencias del Virgen del Rocío para el parte de lesiones para poder justificar la agresión y sus consecuencias.

Dos horas después me llama la presunta agredida y me dice que me quiere contar lo ocurrido porque ya está arreglado. La verdad verdadera: el dueño del piso y arrendador es un hombre joven que se ha enamorado de ella y bebe los vientos por su achares; en la noche de autos, ya casi madrugada, la vio bailando con un amigo en la fiesta de la iglesia de Filadelfia en la campa delante del lugar del culto; estaba bebido y se le fue el pistón; se enfrentó con el colega que la tenia de pareja del baile y le dio a ella un empujón y allí mismo se produjo el desahucio para que “ahora inmediatamente” dejara la habitación. Los hechos. Las secuelas: al mediodía después de llamarme su amiga delante de ella, se presentó el maromo ya fresco y le pidió perdón, disculpándose, y achacando a los celos la bronca y lo que le dijo sin querer decírselo por las veras de su alma. Y que se volviera a la habitación que tenía alquilada. Y que ya hablarían de amores. Caso cerrado. Son las cosas de la vida, son las cosas del querer, ya lo cantaba doña Concha Piquer. Y hasta Julio Cortazar lo profetizó, nada está perdido si se tiene el valor de proclamar que todo está perdido y hay que empezar de nuevo.

 

2/ El moderador de Atrio ha invitado a leer a Marco Politi, un vaticanista avalado por su inteligencia y seriedad en análisis y diagnósticos de aquel pequeño universo, que ha afirmado que los opositores al señor Papa, felizmente reinante, no son una minoría, pues el 30% del clero y obispos están en su contra. Al explicar Oscar Varela el milagro de la Virgen de Luján en una entrada del 8 de mayo dice, y dice bien según entiendo, que esas cositas son técnicas también. Y en una entrada de hoy 15, dice el mismo Oscar que los dueños propietarios que invertían en la fabricación de productos y servicios han tenido que rendirse a los intereses del capital ahorrado. Se trata de las FINANZAS. Me permito citar esas dos proposiciones como marco de lo que quiero expresar sobre el asunto de la oposición al Papa argentino. Hay un principio de estrategia militar que, cuando aquí se formaba a los dirigentes juveniles de diversos movimientos y organizaciones aprendíamos como parte de ella, que reza: hay que tomar en cuenta y sopesar las intenciones explicitas o presuntas de los adversarios, al trazar los planes propios. De lo contrario el fracaso está asegurado. ¿El enfrentamiento del 30% del clero y obispos al Papa se debe a cuestiones dogmáticas, teológicas, morales o místicas? Rotundamente creo que no. Primero afirmo que son bastantes más de los que contabiliza Politi, por lo que leo en la prensa internacional y en servicios informativos varios. Y, segundo, este señor Papa es persona piadosa al modo tradicional, ama al Señor y se le nota, dice la misa con devoción, ayuda a los pobres, reza el rosario y cumple los ritos y no va a levantar la obligación del celibato ni va a permitir que las mujeres asuman papeles del ministerio ordenado. Por ese costado le da doscientas vueltas a los cardenales que se le oponen y a los arzobispos y obispos que aparecen en los conciliábulos opositores, muchos de ellos de dudosa moralidad personal y con currículos históricos que harían enrojecer a personas decentes no ordenadas y no creyentes.

El enfrentamiento, pienso, es del poder que se les escapa a ellos y a los que en la curia y las curias diocesanas y las estructuras ordenadas ven peligrar ese poder. También el financiero. Preferentemente el financiero. Pérdida del poder que nada tiene que ver en el fondo con este u otro Pontífice. Tiene que ver el con proceso secularizador que aun no ha devenido en toda su virtualidad y que trasmuta en ridículo, vacuo y fatuo, ante los jóvenes y los tecnócratas, economistas, políticos y dueños del capital ahorrado, la parafernalia sin sentido de los ritos, vestidos, inventos y devaneos eclesiásticos para hacerse con el poder sobre las conciencias y sobre la extracción de sustancias financieras derivadas de la credulidad de aquellos. La técnica milenaria que ha construido la estructura magisterial, el discurso teologico y sacramental se ha vaciado de sus sutento que era una creencia acritica que hoy ha dejado de soportar todo el andamiaje.

Este señor Papa, como muchos sacerdotes, muchos cristianos, mujeres y hombres, viven todavía esa manera de entender el cristianismo. Y muchos otros, yo mismo, que hemos abandonado intelectualmente tales planteamientos, añoramos y mantenemos la comunicación con el Eterno en el marco de la belleza y la bondad que se dejaban ver en tales técnicas, de oración, de reflexión, rituales. Pero todo eso, con inmenso dolor para muchos, está carcomido por el coronavirus de la presencia del Eterno en el desierto que llama a salir a campo abierto y a dormir al raso, en los acantilados de los abismos sobre un mar inmenso, hermoso, pero imposible de controlar ni intelectual, ni sacramentalmente.

Lo que está pasando es que el Hyperagnostos, el Superininteligible, de Dionisio Aeropagita, que abarca todo y lo envuelve todo y lo sostienen todo, ha dejado de ser aprehensible con los instrumentos de Aristoteles, del Aquinatense, de Agustín, de Bultman, de Aparecida, del Vaticano II. Y a este señor Papa, que vive ahí dentro, se le nota que se asfixia en esa bola de cristal, y quiere aire de la Laudatio, de la Amazonía, de los miserables que son explotados, de su limosnero que puede acercarse a transexuales romanos para ayudarles a comer y a vivir esas semanas de pandemia. Y eso los obispos y curas que pretenden sostener la inmensa estructura que se hunde por doquier, lo notan, los perciben, ven temblar en el mejor de los casos las razones de su vida y en el peor lo que les permite vivir con holgura y tener poder sobre otros a lo largo del mundo, incluyendo el poder político que, este señor Papa, está perdiendo por su visible contradicción entre lo que le pide el cuerpo y lo que no tienen más remedio que hacer.

Detrás de toda esta guerra y sus terribles consecuencias, aun no visibles del todo, está el diagnóstico de Krushwart Singh, novelista indio nacido en Pakistán: “Para creer en una religión, hay que ser retrasado mental”. Se refería a la estructurada creencia que todo pretende explicarlo y que, dictatorial y rígidamente, condiciona la vida moral e intelectual de sus miembros y seguidores. Ese difuso sentimiento está cada vez más extendido y eso es lo que el 30% de Politi achaca como falta de energía moral al Papa que no condena y no lucha contra él. Eso es lo que quieren impedir que se consolide en el próximo conclave. Así que es previsible un Pontífice tipo Sarah. Piadoso, no italiano, pero duro como las campanas de San Pedro, dispuesto a mandar al infierno, si pudiere, a quienes no le obedezcan como vicario de Cristo Pantocrator y Rey de Reyes. Y, de paso, garanticen las finanzas vaticanas y el óbolo de San Pedro.

 

3/ En Francia y en España menos del 5% de la población ha estado infectada, o contaminada por el virus, lo que nos sitúa a ambos países lejos de aquel 60% del que hablan los epidemiólogos donde se supone que se alcanza la inmunidad colectiva. La confianza generada por la apertura en el cerco normativo del confinamiento ha hecho salir poco menos que de estampida a muchos conciudadanos. Debería ser un recordatorio del viejo refrán castellano de que el miedo guarda la viña. ¿Cuanto tiempo vive este virus? No lo sabemos. ¿La pandemia va a continuar durante el verano? No lo sabemos. ¿Cuánto tardaremos en encontrar una vacuna aplicable al conjunto de las personas? Lo desconocemos. ¿Garantizan los fármacos aplicados hasta ahora y las curaciones de los infectados, la inmunización a ellos y por tanto aleja el riesgo de contagio por su parte? Lo ignoramos. Está claro que ha desaparecido la seguridad personal y la colectiva en este resbaladizo tiempo de pandemia. Lo que sabemos es que hay que mantener la higiene de manos, la distancia de seguridad de metro y medio o dos metros, alimentarnos de fruta, verdura, legumbres y alimentos ligeros, el ejercicio, evitar lugares masificados y cerrados. O sea, sabiduría de sentido común. Resulta inane, cuando no malvado, el esfuerzo de dirigentes políticos y empresariales en querer ignorar lo obvio para retomar el funcionamiento de la economía. Es elevado el riesgo de pasar de una recesión a una depresión económica, que justamente es lo que puede ocurrir con una caída de 10 puntos del PIB español. Pero la ignorancia de los riesgos de la infección y de sus consecuencias al actuar como si aquí no hubiera pasado nada son mucho más graves y elevados. Por eso, y no por las banderas españolas utilizadas como arma arrojadiza, son muy peligrosas las salidas desaforadas de niños bien y personas con medios y residiendo en barrios ricos, alentados por diputados que pueden irse a lugares seguros, o que, como el príncipe de la oscuridad se fueron a Marbella y desde allí aplauden a los tontos que se dejan engañar de nuevo. Un poema de Fernando Pessoa señala el camino:

De todo quedaron tres cosas: la certeza de que estaba siempre comenzando; la certeza de que había que seguir y la certeza de que sería interrumpido antes de terminar. 

Hacer de la interrupción un camino nuevo,
del miedo una escalera,
del sueño una puerta,
de la búsqueda un encuentro.

 

4/ Ha muerto esta madrugada Julio Anguita. El califa rojo. Estuve cinco años destinado en el Tribunal de Menores de Córdoba y al mismo tiempo dirigiendo el programa de lucha contra la delincuencia juvenil del Ayuntamiento de la ciudad, cuyo alcalde era Anguita. Lo conocí bien en muchas facetas en las que se sabe cuándo un hombre tiene nobleza, coraje, valentía, inteligencia y bondad. Don Julio. Pro patria mori. Ha muerto por la patria. Por la patria única y enorme de los abatidos, los sin tierra y sin techo, los miserables, los oprimidos. Los que necesitan calmar la sed, el hambre y anhelan que les hagan justicia. Este andaluz muerto hoy, tenía esa patria en el hondón de las entrañas, dibujada por los profetas bíblicos y los políticos vítales anclados en las patrias concretas pero sabedores que esas son frutos del poder de otros y no tierras de aquellos sobre cuyas espaldas se hacen. Un comunista, un dialéctico, un marxista de libro, de tesis y de análisis. Un maestro de escuela que sabe desgranar la ciencia para nenes con babi en una banca de madera y discursear a sus padres para que le entiendan y se convenzan de que es mejor el mundo que dibuja don Julio que el que tienen bajo los pies. Un profesor de Historia, un licenciado universitario, un profesional que no necesita dar coba a políticos estúpidos o hipócritas para ganar elecciones, ir al Congreso, ejercer de alcalde, cambiar su ciudad y regresar a la escuela. Un señor. Un señor que leía y citaba a Juan de la Cruz y a Teresa de Ahumada y a Lenin y a Laín Entralgo y a Jenofonte y a Bloom. Que escribía preciosamente y hablaba como Castelar en su escaño. Consciente de su dignidad y de la que ostentaba en el poder civil. Le dijo al obispo Infantes Florido, que lo era de la sede cordobesa, que al no ser creyente el alcalde él no era su obispo, pero que el alcalde sí lo era del prelado por ser éste un ciudadano cordobés. Un corazón apasionado, corajudo, decidido, capaz de negociar con quien fuera para sacar el urbanismo nuevo de la milenaria ciudad califal. Y ahí está, ahí está, ahí está, como si Ana Belén hubiera sido su teniente de alcalde. Un lujo, don Julio es, ha sido, es mientras alguien lo recuerde y muchos lo queramos, un español de lujo, un político de tronío, un comunista de enciclopedia, un valiente de trincheras, un enfermo de corazón resistente, sufriente, consciente, paciente a la espera de la muerte sabida. Y ha llegado hoy. Julio, don Julio, el sombrero en mi mano y el silencio en mi alma.

18 comentarios

  • Carmen

    Señor Revuelta.

    A lo mejor tiene usted razón. A lo mejor la Sombra de ese señor que usted dice es muy, muy alargada. No me pienso aprender ni su nombre. Ya habrá lugar, en caso de que lo haya.

    No sé porqué usted decidió un día abandonar, pero fue una decisión estupenda.

    Póngase mascarilla. Y dos metros de distancia.

    • Carmen

      Entonces , si el tiempo me da para aprenderme su nombre, leeré lo que antes leía: el problema no está en el Papa, sino en el papado. Porque , quién atacará al Papa por su nombre?
      Luego no se pide una renovación en la iglesia. Se lucha para que una facción u otra alcance el Poder. Una parte de la iglesia quiere un lavado de imagen, que se puedan casar los sacerdotes, que las monjas asciendan a saterdotisas, que haya Laicos con la sensación de participar activamente. Que …
      Pero reforma de esas profundas. De esas de cuestionar todo lo cuestionable, eso no lo desea nadie. Cada sector quiere un Papa de los suyos.

      Qué tristeza, no?

      Recuerdo que cuando murió Juan Pablo II, le dije a mi directora: ojalá salga el alemán, así tendréis lo que en realidad queréis. Pureza de ideas. No, por dios, me dijo.

      Pues ahora deseo lo mismo. Ojalá salga un superconservador, a ver si de esa manera la iglesia despierta. A ver si así se dan cuenta de que el problema no está en el Papa, está en el Papa. En la estructura interna.

      Pero toda mi vida seré una ingenua, nunca aprenderé que las cosas que no tienen solución, sencillamente no la tienen. A esa ingenuidad algunos y algunas, por supuesto, le llamamos Esperanza.
      En fin.
      Cosas de luchar contra el piano . Me abre la cabeza. O me la cierra. Ya no sé…

  • oscar varela

    Hola Tocayo en 2ª. instancia!
    Super – Bitácora interesante ACTUALIZÁNDOSE
    https://www.worldometers.info/es/

  • Asun Poudereux

    Muchas gracias, Alberto. Me ha encantado todo, todo. Se aprende mucho,  también en y con los comentarios.

    Descansemos en paz. Buenas noches.

  • Juan García Caselles

    Intento comprender a los que  todavía estáis o habéis sido del tinglado clerical. Se ve que os ha marcado muy hondamente. Y me da cierta sonrisa (y mucha pena) lo mal que lo pasáis con los líos vaticanos y los estructurales españoles.

    Para los seglares profundos el rollo nos trae bastante sin cuidado. Por dos razones, principalmente.

    La primera es que no debe confundirse el fin con los medios, la estructura eclesial con el Reino. Lo importante es el mensaje del Galileo y todo el resto son cuestiones secundarias.

    La segunda es que yo creo en el Espíritu, sobre el que en nuestros tiempos reina un profundísimo silencio. Y él sabrá por donde han de ir las cosas. Dios proveerá, del padre Abraham.

    • Alberto Revuelta

      Sí, también creo y rezo al Espiritu a diario y de madrugada cuando ni se ve ni se oye nada, que es la única manera de no ver fantasmas. No os inquietéis, creed en Dios y creed en mí, dice el evangelio de san Juan. Inquieto no estoy.

      Cuando era cura de Puntales y del Cerro del Moro en Cádiz, el reverendísimo prelado visitó una tarde la parroquia. Una mujer joven, pintadisima y vestidisima para provocar, que trabajaba en el Pai-Pai, se acercó al obispo e hice un gesto para impedírselo. Monseñor Añoveros me cogió del brazo y me dijo: padre es el Señor. Así que sí, yo estoy muy marcado por la cantidad de beneficios personales de Fe y de valor que recibí de mi tiempo de Ministerio.
      Por cierto que entré en el seminario con 23 años, así que era seglar, y volví a serlo. Tuve un prelado, distinto del de la anécdota, que decía que “Alberto es un seglar que dice misa”.

  • Iñaki SS

    Hola Alberto

    Magnífica Bitácora. Hay que ver cuantas cosas se aprenden contigo. Me entretenido un poco más en los puntos 2 y 4.  Simplemente y como curiosidad dejo constancia de un par de preguntas que me han surgido sobre la marcha.

    ¿Qué recomendarías a cristianos que, no siendo suficientemente retrasados mentales, patean en desierto, a campo abierto, durmiendo al raso en los acantilados de los abismos, sobre un inmenso mar, hermoso, pero imposible de controlar ni intelectual, ni sacramentalmente?

    ¿Cómo crees que sería la España de hoy si, en lugar de Felipe González, hubiera sido Julio Anguita el Presidente del Gobierno, en el período 1982-1996 ?

    Un saludo cordial

     

    • Alberto Revuelta

      Egu non, Iñaki. A la primera: seguir a Jesús, leer su evangelio, orar con su evangelio, practicar su evangelio y saborear la alegría de vivir desde ahí.
      A la segunda: durante los cinco años que trabajamos en la reducción de la delincuencia juvenil en la ciudad, Anguita mantuvo un grupo de análisis y decisión con el entonces teniente coronel Gema jefe de la comandancia provincial , de la Guardia civil, con el entonces comisario Miguel Robles, jefe provincial de Policía, con don Diego Palacios, juez de instrucción, y conmigo del Tribunal de Menores. Dispares posiciones ideológicas y vitales. Variadas opciones políticas. Un objetivo: ofrecer salidas a los chavales infractores entre la zanahoria y el aviso del castigo. Pasamos de una tasa de 84% a un 14%. Hubiera sido otra España viva, si Anguita hubiera sido presidente. Cordial saludo. Agur

  • juan antonio vinagre oviedo

    Hola, Alberto: Me uno a tu comentario sobre el papa Francisco, que, aunque con algunos matices, me parece bastante asumible. Ese 30% de que hablas no es cosa nueva, como tú bien sabes. En otros tiempos -ya casi desde un principio, como en parte acredita el concilio de Jerusalén- ese porcentaje era el doble o más. Por eso el otro Francisco, que intentó la conversión-reparación de la Iglesia, casi en ruina, se topó con la Iglesia poder y con la buena vida del alto clero…, que lo condecoró-canonizó en seguida, pero no le hizo caso… El poder es así de inmutable, más fuerte que la muerte…

    Tan fuerte que me temo que el poder, civil en este caso, también se resistirá a los cambios que exige esta pandemia, y si puede trate de que las cosas vuelvan a su cauce y sigan su curso…

    Pero no quiero ser muy negativo ni demasiado pesimista: Es posible el cambio… y lo espero. (Ingenuo de mí?)  No lo creo.  Algún día el ser humano madurará un poco más. Y entonces ¡ENTRARÁ EN RAZÓN!  Ésta es una de mis utopías, por cuyo cumplimiento -a todos los niveles: religioso y social- también yo, como tantas y tantos más, arrimo el hombro, aunque sea con poca fuerza, pero siempre con esperanza. El hombre es más que el poder del dinero y de figurar…  Es mucho más que eso. Y algún día tomará conciencia de ello, espero.

    Cuando llegue ese tiempo en que las religiones vean más claro cuáles son los verdaderos valores, y SE UNAN todas a favor del desarrollo y de la dignidad del hombre-mujer-niños, entonces será pasible el cambio.  Las religiones reconvertidas -y Quién está detrás de ellas insuflando el cambio- son más poderosas que el poder de barro, tan efímero… Insisto: creo en este cambio, y lo espero, aunque no llegue a verlo aquí.  (No sé si me he pasado tres pueblos, al menos, con esta reflexión, pero ahí va…)   Un abrazo

     

  • ELOY

     
    Hola Alberto. Gracias.
     
                                                I
     
    Me llega hoy como una brisa, un ramalazo, de aire fresco esta Bitácora.
     
    Mientras, algunos políticos y políticas se dirigen a las cámaras de televisión con un lenguaje y una impertinencia, que pone de relieve no sólo graves problemas de educación, sino el desinterés profundo por los problemas reales que nos acosan. Porque parecen hablar para las cámaras … no para las personas…
     
    Ya no sé dónde esconderme. …..
     
                                                    II
     
    Me llega también noticia de que hoy, 17 de Mayo,  celebra Galicia el “Día das Letras Galegas”. Está dedicado al profesor Ricardo Carballo Calero (1910 – 1990)
     
    Y en esta circunstancia no puedo dejar de recordar el acento y dulzura del idioma gallego que yo escuchaba de niño, en Santiago de Compostela: por las calles, en la feria de los Jueves, en el comercio, en casa .. ; y sobre todo en las salas de espera de los médicos. Ahí me quedaba, embobado,  escuchando los distintos dejes de tatos y tantos lugares de Galicia de las    muchas personas que venían a  la consulta del médico a Santiago.
     
    También en las aldeas de Galicia, acompañando, en los veranos, a mis tías, maestras en varias escuelas rurales. Allí las noches de los sábados, si el tiempo lo permitía, subía por la aldea una gaita llamado a la juventud a celebrar una “ruada” en el campillo al pie del crucero.
     
    ¡Tempos idos!
     

  • ana rodrigo

    Magnífico escrito, querido Alberto, en los tres puntos que desarrollas. Gracias, gracias.

    Explicito mi admiración y mi pena por la muerte de Julio Anguita. Como decía el País ayer: un hombre que no negociaba sus principios.

  • Carmen

    Pues no sé si es que usted ha bajado un poco el grado de complejidad o que me he acostumbrado a su estilo. Creo que le he entendido casi todo.

    Cuando tira de ironía es muchisimo mejor que cuando se pone trágicamente costumbrista. Los dos estilos son válidos, pero a estas alturas de verdad que prefiero la ironía. La historia que ya contado de la señora de la habitación la encuentro genial. Porque además es totalmente cierto, en cosas de amores la lógica se va a hacer puñetas. Pero a la vez encierra un toque de alarma fuerte. Espero que no vuelva a tener noticias de la inquilina. Ojalá todo quede en una anécdota.

    Gracias por lo del Señor Anguita.

    Lo que se me escapa es la profecía que hace sobre el siguiente Papa. Como no sé de nombres de personajes de esas esferas, no he entendido bien. El resto del subarticulo si.

    Es muy entretenido leerle.

    Cuídese, coma ligero como usted recomienda y huya de grupos de personas. No me fío un pelo. Creo que mucha gente se ha tomado esto como una experiencia tipo película  de ciencia ficción y cree que ya ha salido FIN en la pantalla, pero no. La realidad siempre supera a la ficción.

    • Alberto Revuelta

      Saludos y gracias. El cardenal Sarah nació en el 15 de junio de 1945 en Ourous,entonces parte de la Guinea Francesa. De familia animista, es un converso al catolicismo.Sus estudios iniciales fueron en Ourous, en 1957, entró en el Seminario de Bingerville, en Costa de Marfil. Fue ordenado sacerdote el 20 de julio de 1969 a la edad de 24 años. Incardinado en la diócesis de Conakri, fue nombrado como arzobispo metropolitano de Conakri el 13 de agosto de 1979 por el papa Juan Pablo II a la edad de 34 años .El 20 de noviembre de 2010, el papa Benedicto XVI lo proclamó cardenal de San Juan Bosco in Via Tuscolana. El 29 de diciembre de 2010, el cardenal Sarah fue nombrado miembro de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, del Pontificio Consejo para los Laicos y el Pontificio Consejo para la Justicia y la Paz. Según Frederic Martel, aunque en público profesa admiración hacia el papa Francisco, Sarah, en privado criticaría al pontífice; Martel lo considera como «uno de sus más implacables enemigos».En enero de 2020 publicó la obra Des profondeurs de nos coeurs (Fayard) contra la abolición del celibato firmada ex-aequo junto con el papa emérito Benedicto XVI que ha sido interpretada como un ataque dirigido contra el Papa en relación a la posibilidad de la ordenación de hombres casados en la Amazonia.

      • Carmen

        Gracias.
        Uf. Menudo personaje.
        Da un poco de miedo, verdad?

        La cierto es que estoy un poco asustada. No exactamente por el virus, que también, claro. Por todo. Me asusta lo que veo en mi barrio. No vea . Lo de las cacerolas es brutal. Ayer me cogió en plena calle, calculé mal. Normalmente salgo de casa a las nueve menos algo para huir, pero ayer , pues no.
        Es posible que te de miedo la bandera de tu país? Le prometo que veo una y salgo corriendo.

        Pues ya solo nos faltaría un Papa nuevo como este señor que usted dice. Otra vez el nacional catolicismo. Terrorífico.
        Sé que esa estapa de banderas y cruces sería transitoria. Estoy convencida. Si se pudo con el fascismo una vez, se podrá otras. Se que el ser humano avanza, a trompicones, pero avanza.

        Pero claro, no me apetecería marcharme de la tierra a mí estrella con esta última visión .

        En fin.

        Ha leído usted la fea burguesía de Miguel Espinosa? Le gustaría. Es un escritor madrileño afincado en Murcia. Murió a principios de los ochenta. Un instituto lleva su nombre.
        Buen día.
        Gracias otra vez.

  • m* pilar

    Hoy, ante esta Bitácora llena de esa realidad (triste para mi) que nos rodea, me sigue impresionando su forma de presentarla en toda su verdad, y la incapacidad de este país, para comprender…

    Y al final, un hermoso canto:

    A un gran hombre, en todo su sentir, hacer y vivir!

    Y no lo tuvo fácil, porque no nos mostramos libres del poder que nos envuelve…parece que la dolorosa dictadura, nos dejó sin arrestos, ante aquellas personas, que sí crecieron y se beneficiaron de ella, y hoy…siguen empoderados…con sus constantes y desafortunados actos fuera de todo sentido común.

    ¿Qué nos ha dañado tanto, que hemos perdido la capacidad de buscar la justicia, la solidaridad y el buen hacer?

    Gracias de corazón.

  • oscar varela

    Todo Ok, TODO!

    Abrazo y Gracias!

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