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La Iglesia limosnera

He decidido incorporar como autor preferente de ATRIO a Martín Sagrera Capdevilla. Andaluz-catalán (al revés de muchos: de familia catalana transferida a Andalucía) y residente en Madrid, bien puede representar la voz del pueblo. Pero una voz profética y activista. Con sus carteles y cartas al director siempre punzantes, “como espada de doble filo”. Filósofo, teólogo, sociólogo y demógrafo se formó en Roma (allí nos conocimos), París y Alemania (trabajó con Rahner). En Argentina recuerdan su magisterio y activismo en los años 70 (ver Herramienta). Pero se despojó de títulos, libros y cátedras para estar presente en la calle con sus pancartas (la noticia que aparece en la imagen es de 2011) y con cartas de directores que pocos publicaban. Ahora está convaleciente del coronavirus (“varón de 84 años, gordito y catalán, me tocó de lleno el bicho; estuve 15 días ingresado y estoy aún reponiéndome y recobrando el aire criticón y protestón hasta de los protestantes”, escribe). Para empezar envía a ATRIO dos breves comentarios. No sé si su crítica afilada y breve encajará en este sitio de tanto rollo. Espero que sí. ¡Y que Martín llegue  ser un nuevo amigo de todos! AD.

La Iglesia limosnera

Por fin la Iglesia limosnera, ahora que ya disminuyen los muertos y puede ser más eficaz lo que ella dé, ha llamado al clero a que done algo de su sueldo contra la pandemia. Pero no indica ninguna cifra, no sea que haya otro escándalo, como el de la miseria que destina a Cáritas del llamado “impuesto religioso”, o se pueda comparar con los 11.000 millones que sustrae a los impuestos, es decir a todos y a nuestra salud. Hasta ha llegado en Bilbao a avisar que no se de limosna a los pobres que piden a la puerta de sus templos “porque se portan mal” (y así queda menos calderilla para dar dentro.

Sí, se trata, clavada, de la misma iglesia, –grupo de sacerdotes, escribas y fariseos del Templo– contra la que, más que contra nada, nos advertía Jesús en cada página de los Evangelios.

 

La cantante, el papa y el coronavirus

Cifras cantan. Rihanna ha dado 5.000.000 $ contra el coronavirus. El papa, 100.000€; es decir, 50 veces menos. Ella, de lo ganado con su trabajo. Él, del dinero que pide a los demás para darlo a los necesitados, presumiendo de ser otro Francisco de Asís. Pero así se comporta ante un tema de vida o muerte; y su Iglesia apenas actúa ante la pandemia.

Ya lo decía el título del libro de otro jesuita, (ese, claro, no llegó a papa), el P. Plus: “Católicos, ¿somos cristianos?” ¿Creemos de verdad en la parábola del buen samaritano o en la dura advertencia de Jesús sobre quienes estarán más arriba que los escribas y fariseos en el reino de los cielos?

Lo ocurrido ahora me recuerda lo ocurrido cuando el papa anterior vino a España. Un ciudadano protestaba un cartel que recordaba, en aquel año de hambruna en Somalia, que “El papa da a Somalia 50.000€ y gasta aquí 50.000.000”, recibiendo por ello un navajazo por la espalda. Casi nada, si lo comparamos con el atentado que proyectaba un mejicano contra los que protestaban de ese dispendio pagado en gran parte con dinero público. Con esos amigos, Jesús no necesita enemigos.

14 comentarios

  • Román Diáz Ayala

    Aquí,  al filo de este hilo se nos plantea un problema. ¿Tiene Atrio un cuaderno de estilo  para las colaboraciones  al  igual que si se tiene  en el apartado de los comentarios?,¿Caben todas esas clases de colaboraciones siempre que el tema sea de nuestro común  interés?

    En los comentarios vamos aprendiendo que la libre opinión existe con un limite, una disciplina. el respeto a la persona del otro en la subjetividad de la verdad, que es nuestra veracidad

    Imponer un limite, sólo es la demanda de un comportamiento ético. Pero he aqui que vivimos en jna sociedad que comporta  y defiende unos valores que es el sistema democrático que nos dimos los españoles, pero que se ha ido olvidando de forma creciente en los ultimos años.

    .

     

  • Carmen

    Pues ahí va una propuesta de una persona tan anticlerical como el autor.

    Que el obispo de Roma deje de ser el obispo de obispos. Es posible que toooooodos los católicos del mundo mundial se sientan representados por una sola persona? Este Papa actual gusta mucho a los que los dos anteriores no les gustaba nada. Pero tanto unos como otros son católicos. Los que rechinaban contra los dos anteriores y los que rechinan contra este.

    Pues que cada diócesis tenga su obispo. Y elegido por votación de los católicos censados. Seguro que las cosas empezarían a cambiar.

    Pero a lo mejor tropezamos con el problema de quien es el dueño de las llaves del reino y eso me lleva a pensar que habría que replantearse ideas básicas.

    Por supuesto que es complejo. Pero vamos. Quién lo duda? A mí desde luego las buenas palabras me gusta oírlas, pero vamos, no sé cómo decir. No son suficientes. O si?

    Soy anticlerical? Posiblemente. Casi tanto como Galdós. Lo era?

    Buen día. Y pacieeeeennnncia. Supongo que por lo menos podremos salir a la calle una horita pronto.

  • Lola Cabezudo

    Queridos,

    Siento discrepar del autor y de muchos de los comentaristas. Ya es hora de ser consecuentes con nuestras propias consideraciones: si un tema es “complejo” no se puede liquidar con unos datos elegidos apasionadamente a boleo. Si se trata de censurar por censurar a la Iglesia, se podría advertir en la introducción, para que el lector sepa a qué atenerse, y si se trata de contribuir a que la Iglesia mejore, se podrían aportar algunas iniciativas, algunos intentos, algunos planes colectivos, algunos ejemplos logrados,.. Cosas así.

    Efectivamente la Iglesia debe mejorar, pero si lo que se nos ocurre es  criticarla con pasión, dudo de que se consiga.

     

  • Carlos

    Otro anticlerical más en ATRIO. Es un poco cansino.

    Temas complejos resueltos con cuatro cifras y tres afirmaciones lesivas para la Iglesia.

    Pues vale

  • juan antonio vinagre oviedo

    El tema de esta reflexión es complejo y por ello requeriría un tratamiento más extenso. Pero aquí me conformo y limito a un breve comentario, en el que intento describir una imagen de la Iglesia de Jesús, tal como yo la sueño y deseo. Digo Iglesia de Jesús, sí; pese al barro de los hombres que le han quitado brillo y desfigurado esencias. (Y digo de los hombres, porque hemos sido nosotros, los varones, no las mujeres, los que la hemos desfigurado.)

    –La Iglesia limosnera: Cuando considero esta conducta,  y al mismo tiempo veo riquezas, palacios, Vaticano ostentoso, construido con venta de indulgencias… etc., cabe la pregunta: ¿Somos de verdad cristianos o más bien hemos desfigurado nuestra fe y el cristianismo? Me lo pregunto porque a veces nuestro comportamiento “cristiano” ¿no se parece más bien al fariseo…? Ante el pobre, ante un oprimido o relegado a vivir en la miseria, no procedemos como el buen samaritano, que se preocupó por el necesitado de ayuda hasta rehabilitarlo. Si sólo nos quedamos en la limosna ocasional o si pasamos de largo ante el necesitado… ¿nuestro cristianismo es auténtico?  La limosna puede ser un alivio  -y también un tranquilizante de conciencia-, y en cuanto alivio es una obra buena, ¿pero la parábola del Buen Samaritano no sugiere más que una limosna? ¿No sugiere curar miserias y rehabilitar? ¿No sugiere que no nos quedemos sólo en la limosna, porque, aunque sea un alivio, pedir, mendigar también puede humillar y mucho…?

    –Comparto la visión del papa Francisco: Luchar, presionar, trabajar… para que el pobre deje de ser pobre (y no se vea obligado a mendigar) y así vea restablecida su dignidad como persona. Cuando Jesús nos encomendó la misión de anunciar el Reino y AL MISMO TIEMPO curar-hacer el bien, ¿no estaba sugiriendo que el anuncio del Reino lleva consigo la rehabilitación completa del ser humano?

    –En este sentido, ¿la Iglesia no debería ser una GRAN ONG (compuesta de muchas pequeñas ongs específicas) persuasiva, rehabilitadora y cuando sea necesario también profética, yendo en primer lugar con el ejemplo de vida por delante?  Más aún: en cuanto defensora de la dignidad humana y  por ello samaritana ¿no debería proceder también como un Sindicato defensor del trabajador, del parado, del débil, al que ayuda a curar de sus miserias y heridas personales y familiares…?

    –Cuando reflexiono sobre estos temas, me viene a la memoria la parábola de los trabajadores en la viña…, y me pregunto: ¿El trato-paga dada a los últimos, como si hubieran estado trabajando desde la primera hora, no será una sugerencia -intencionada, sin duda- para un SALARIO MÍNIMO SUFICIENTE para todos?  ¿En este sentido la Iglesia no debería UNIRSE a las fuerzas sociales -del color que sean-, a fin de que con más fuerza se pueda lograr una tierra nueva y una sociedad más digna, con más ética? Una sociedad que promueva la dignidad de las personas como un valor prioritario. (No un medio para el negocio.)

    –En este tema, la Iglesia de Jesús no debe estar tan callada como está; debe comprometerse más, mucho más, y promover un sentido de TIERRA Y CIELO. No sólo de tierra, como quieren unos, ni sólo de cielo, como piensan otros, que se desentienden. a veces con una leve limosna, pero que sigue dejando postrado al que sufre… Si la Iglesia procediese así, promotora y defensora de la dignidad de las personas, no sería limosnera, sería mucho más…, y sobre todo haría más creíble su Mensaje del Reino de Dios.

  • ana rodrigo

    La Iglesia Institución , mientras sea una institución de las más ricas del mundo, tendrá que seguir siendo limosnera y poco o nada creíble en sus prédicas urbi el orbe.

    Otra cosa son las personas a título individual y comprometida así como otras instituciones menores cuya finalidad es, desde el pueblo y para el pueblo, grupos que luchan por la igualdad y contra la injusticia.

  • Iñaki SS

    No se si todos, pero seguro que casi todos leeremos con gusto a Martín,  aunque alguna vez su crítica afilada  nos obligue a interpelarnos a nosotros mismos.

    Buen fichaje Antonio.

    Un saludo cordial

  • Carmen

    Y además sabe de lo que habla. No es intuición. A Este señor si le van a leer con atención.

    Me encanta.

    Ánimo, recupérese del todo. Ya le queda poquito.

  • m* pilar

    ¡Gracias Antonio por este regalo!

    Me gusta su mirada, como dice lo que presenta ante la sociedad, y..:

    ¡Me encanta su lenguaje!

    Al pan, pan… Me recuerda … ¡Bien venido amigo! Espero con gozo sus palabras.

    Hace mucho, mucho tiempo, que no se habla de este tema con tanta claridad..:

    ¡Y verdad!

    Nadie ha movido dentro de la iglesia “poder” la “ficha” de la solidaridad, la iglesia pide y pide…pero no comparte…

    Deseo que se recupere, y pueda llenarnos de esperanza.

    Nos llenamos la boca con “teologías” pero no alimentamos nuestro espíritu…

    ¡Con Vida!

    Hablamos de Dios…sin saber nada de Él…pero no bajamos a la tierra, eso nos asusta porque si bajamos, hay que optar seriamente y comportarse con las personas:

    ¡Como hermanos!

    Gracias Antonio por este aire fresco y limpio que nos traes…como recuerdo a Salvador Santos y como le añoro por estos lares.

    Gracias.

  • Un hombre de fe que ha dejado todo para hacerse pueblo con los pueblos. Sus palabras, no envueltas de perfume sino de verdad, lo convierten en un hombre autentico del Evangelio. Así hablaba Jesus a los fariseos, a los doctores de la ley, a los grandes sacerdotes etc… Su testimonio no le viene solo de los corrientes sociales, sino, también, de sus conocimientos profundizados sobre las realidades sociales, eclesiales, políticas etc… La presentación que hace don Antonio del autor va por ese lado.Un hombre que inspira mucha credibilidad.

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