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Rejuvenecer la patria

     Así de bravo y echado palante, Dan Patrick,  vicegoberrnador de Texas, USA : “deberíamos jugarnos la supervivencia de los ancianos a cambio de mantener Estados Unidos tal como es”.

     Eso de salvaguardar ante todo la grandeza y supremacía de la patria parece que también le va a Donald Trump.

     En todo caso, resulta revelador comprobar la mortalidad que causa el Covid-19 país por país. En España, se calcula que el 95 % de los que han muerto hasta hoy víctimas de la pandemia son mayores de 60 años, una cifra muy superior a las muertes de ancianos que se registran en otros países.

     A lo mejor los aficionados a estadísticas podrían investigar porqué se da esta mortalidad en España y en otros países. Podría ser porque entre nosotros los abuelos son acogidos en centros que carecen de los medios necesarios o de la voluntad necesaria para cuidarlos. Pero valdría la pena aventurar una hipótesis diferente. Es bien sabido que España cuenta con una política de salud pública.de gran calidad, y que la esperanza de vida entre nosotros es superior a la que alcanzan otros países.

     Pero las cifras están ahí. Y la lógica más elemental sugeriría que, en igualdad de población de ancianos país por país, una pandemia inesperada y violenta como el Covid-19, forzosamente debería afectar a los mayores en una proporción numérica semejante.

     Felizmente, ningún político de nuestro país se ha aventurado a decir que España, para escalar posiciones en el ranking de países poderosos del planeta, necesitaría dejar morir a los viejos con este oportunidad del Covid-19. Aquí parece que consideramos que las patrias son para proteger la vida de sus súbditos, y que los genocidios de nazis de Centroeuropa o de afrikaneers de Africa del Sur, felizmente vencidos por un tal Nelson Mandela, no gozan de las simpatías que aparecen en otros lugares del planeta.

21 comentarios

  • juan antonio vinagre oviedo

    Honorio, tocas un tema  -la patria, la nación- muy manipulado y mitificado, como casi todos sabemos. Tema que se presta a respuestas emocionales -y también a actitudes- frecuentemente irracionales o casi.

    Las ideas, los lugares, las lenguas, los sentimientos (¡y los intereses!) en estos casos son más importantes, de hecho, que el ser humano, sobre todo si ese ser humano no pertenece a mi grupo (a mi tribu). Lo que en el fondo supone una devaluación de la especie homo… Hay jerarquías incuestionables…

    Lo cual es lo opuesto a los valores evangélicos. Pero lo peor -la pena- es que quienes dicen esas cosas se confiesen cristianos… Aquí se encuentra nítida una de las más importantes deformaciones del cristianismo y del Mensaje de Jesús de Nazaret…, de las que parecen ser poco conscientes…  ¡Una pena!

  • GIORDANO BRUNO

    Por favor, escuchar la entrevista que le hacen en HABLANDO CON CORREA,este con LUIS  HERRERA expEerto cubano en Ingenieria Genética. Es algo esperanzador que le llevó el Presidente de Cuba a Xin yi Ping en persona. Hoy la gente pasea por Wugam, el foco primero. Pronostica que la vacuna tardaráun año o año y medio.

    Con todo mi corazón a tod@s l@s atrier@s y familias.

     

     

     

  • Román Díaz Ayala

    Las cifras están ahí, pero no quieren decir que revelen la situación en toda su totalidad. Igual que pueden existir defunciones que no se hayan diagnosticado previamente los occisos con presencia del coronavirus, también es cierto que los casos diagnosticados son una cantidad mucha menor que la expansión total de contagios dentro de la población.

    pongo un ejemplo:  dos de mis hijos ( el matrimonio) trabajadores para una conocida empresa de alimentación, ambos están en cuarentena por presentar los síntomas de la enfermedad. Los niños continúan asintomáticos, pero ningún miembro de la familia ha sido cometido al test. Si multiplicamos estas personas por el número total de casos como el que señalo, ¿ No bajaría el porcentaje a niveles muy parecidos al de otros países? En Italia tiene que estar pasando lo mismo.

  • oscar varela

    CIUDADELAEl Silencio de Dios” (A. de Saint Exupèry) págs.200/3
     
    Estoy fatigado de los duelos de mi corazón. Estoy demasiado viejo para recomenzar todas mis ramas. He vuelto a encontrar a los hombres alrededor del buey de oro.
     
    Ahora, que he visto a los hombres demasiado cerca, estoy cansado. “Aparéceme, Señor, pues todo es duro cuando se pierde el gusto de Dios.”
     
    Me vino un sueño después del gran entusiasmo. Me invadió un sentimiento amargo. Me parecía ser prisionero de un pueblo débil.
     
    ¡Pues esa multitud que te glorifica te deja tan solo! Y mis verdaderos compañeros, son los que se prosternan conmigo en la plegaria.
     
    Pero aquellos me adoraban y hacían en mí el desierto. No sé recibir el incienso porque no me juzgaría según los otros, y estoy fatigado de mí, que soy pesado de llevar y tengo necesidad de desvestirme de mí mismo.
     
    Así, pues, los que me incensaban me volvían triste y desierto como un pozo vacío cuando el pueblo tiene sed y se inclina. No tenían nada que dar que valiera la pena y, puesto que se prosternaban ante mí, tampoco tenían ya nada que recibir.
     
    Entonces me vino este sueño, habiéndome cansado las aclamaciones como un ruido vacío que ya no podía instruirme. Un camino escarpado y resbaladizo desnivelaba el mar. La tormenta había reventado y la noche fluía como de un odre lleno.
     
    Obstinado, subía hacia Dios para preguntarle la razón que se me había pretendido imponer. Pero en la cima de la montaña sólo descubrí un bloque pesado de granito negro; el cual era Dios.
     
    Por supuesto es Él, me decía, inmutable e incorruptible; porque todavía esperaba no volver a hundirme en la soledad.
     
    – Señor -le dije-, instrúyeme. He aquí que mis amigos, mis compañeros y mis súbditos sólo son para mí como fantoches sonoros. Los tengo en las manos y los manejo a mi agrado.
     
    Y no me atormento porque me obedecen; sino porque se han convertido en ese reflejo de espejo que me deja más solitario que un leproso. Si río, ríen. Si me callo, se ensombrecen.
     
    Pero el bloque de granito, que rezumaba una lluvia brillante, permanecía impenetrable.
     
    – Señor -le dije (porque había un cuervo negro sobre una rama vecina)-, comprendo bien que sea señal de Tu majestad callarte. Sin embargo, tengo necesidad de un signo. Cuando termine mi plegaria, ordena volar a ese cuervo. Eso será como el parpadeo de otro distinto a mí y no estaré solo en el mundo. Estaré ligado a ti por una confidencia, aunque sea oscura. No pido nada sino que me sea significado que hay, quizá, algo por comprender.
     
    Y observaba al cuervo, Pero se mantuvo inmóvil. Entonces me incliné hacia el muro.
     
    Señor -le dije-. Sin duda tienes razón. No corresponde a Tu majestad someterte a mis consignas. Si el cuervo se hubiera volado, me hubiese entristecido más hondamente. Porque un signo tal sólo lo hubiera podido recibir de un igual; por lo tanto, de mí mismo, reflejo todavía de mi deseo. Y nuevamente hubiera encontrado mi soledad. Así pues, luego de prosternarme, volví sobre mis pasos.
     
    Mas sucedió que mi desesperación cedía a una serenidad inesperada y singular. Porque no había tocado a Dios; pues un dios que se deja tocar no es ya un dios. Ni tampoco si obedece a la plegaria.
     
    Y por primera vez adiviné que la grandeza de la plegaria estriba en que no tiene respuesta y que no entra en ese cambio la fealdad del comercio.
    Y que el aprendizaje de la plegaria es el aprendizaje del silencio.
    Y que el amor comienza donde no hay ya don que esperar.
    El amor ante todo es ejercicio de la plegaria y la plegaria ejercicio del silencio.
     
    Y volví a mi pueblo, encerrándolo por primera vez en el silencio de mi amor.
    Legaban a ser en mí y su cántico se fundaba en mi silencio. Y para mí, ellos y yo sólo éramos plegaria que se fundaba en el silencio de Dios.

  • Carmen

    Diría que este artículo planeta analizar lo que se hace, no lo que se dice.

    Creo honestamente y te prometo que lo pienso por lo que veo a mi alrededor, se poco de teorías, que nuestra cultura no va de librarse de los mayores como algo inservible. No lo creo . El porqué se acaba en residencias para mayores supongo que cada caso tendrá su explicación y muy relacionado con la economía doméstica y la conciliación familiar y yo que sé con qué.

    Pero eso que planteas me ha llegado al alma y me niego a aceptarlo. A lo mejor es pura supervivencia mental. No lo sé.

    Un abrazo muy fuerte. Confía en mí criterio, aunque solamente sea en esto .  Lo demas no se, pero en esto te aseguro que estoy en la línea adecuada del pensamiento de mi generación.  Y creo que de la de mis hijos  De la   siguiente, no se. Que resuelvan.  ellos. No podemos vivir la vida de los otros ni pensar por ellos.  Nosotros somos parcialmente responsables en el momento que nos ha tocado vivir. Y creo que en mi país , mi generación y la tuya hemos dado la talla. Y creo que nuestros hijos así lo reconocen.

     

  • Javier Peláez

    Eso bàsicamente es un pensamiento nazi….Bàsicamente a un muerto màs gente mayor por las patologías previas y por lo de las residencias….Es curioso que la gripe española o influenza murieron màs jòvenes luego ,al parecer,se averigüò por algunos epidemiòlogos que los nacidos en determinados años estaban inmunizados porque fueron tratados con determinados medicamentos(o eso he entendido yo). Por lo demàs she habla mucho del “modelo asiàtico” , allí hay màs cultura de la prevenciòn porque están acostumbrados a la fatalidad de la naturaleza: tifones,monzones,terremotos,erupciones volcànicas….Hace nada en una isla de Filipinas mucha gente perdiò sus casas….Aquí los zarpazos de la naturaleza son por ahora màs esporàdicos…En EEUU creo que estàn màs acostumbrados a las fuerzas de la naturaleza,pero claro eligen un anormal de Pdte,y claro la cosa no tiene remedio….Por lo demàs,no fue la Lagarde la que dijo que “vivimos demasiado”… Yo anoche no dormía bien( esta mañana me ha animado la policía municipal cascàndome una denuncia por pasear el perro a 300 mts del domicilio,en el DNI tengo el domicilio de casado,no el de divorciado) y pensaba en las generaciones,pensaba en un dia que dos compañeros míos de carrera iban  por la Cuesta de Moyano como hace veinte o treinta años y saliò un perraco furioso y no se les ocurriò otra cosa a unos veinte o treintañeros como ellos entonces que agarrar un anciano y cogerlo de ” parapeto”, se diò la vuelta el pobre anciano y les espetò:” una guerra os hacía falta a vosotros,menuda juventud….”.Como la cosa no fue a mayores uno de mis amigos me lo contaba entre la risa y la vegüenza….El otro día me fuí con el perro a ver un amigo mendigo que vive al lado del domicilio a preguntarle que tal estaba y por què no se iba a IFEMA y què tal le iba de pasta ahora que han cerrado las Iglesias,la contestaciòn fue memorable,estaba con otro mendigo:”total,nosotros comemos poco”. A mi me pareciò una evidencia,así que no le dí importancia,pero luego pensaba que,en general,el que tiene poco que perder efectivamente tiene poco perder…No es que vaya a hacer yo una apología del sinhogarismo,pero,en realidad,tiene razón Pepe Mùjica tenemos tantas cosas superflúas….

  • Asun Poudereux

    El cambio tan radical de la vida familiar es algo que va dejando huella. Hay mayores que van muy gustosos a vivir en las residencias  de ancianos y hasta dicen lo bien que lo pasan. Hay muchas otras personas que son allí aparcadas y así se sienten. Suelen vivir mucho menos.

    Una vez me preguntaron en caso de tener que decidir morir para salvar a otros más jóvenes qué haría. Parece que la respuesta adecuada era querer por todas seguir con vida y defenderla. No sé si lo que se interpretaba oculto en el deseo de privilegiar a los más jóvenes era no querer vivir y estar sicológicamente ya muerto.

    Una cosa es un test que no nos atañe en la vida real y otra es lo que está sucediendo aquí y ahora, que es lo mismo que en toda la Humanidad. Si pasara,  la vida ya está mayormente hecha, hablo por mí. El dolor sería extremo, si se fueran antes nuestros hijos.
    Nos han hecho creer que la felicidad es vivir en el tiempo, creo que está en el no tiempo. En lo que no se puede poseer ni atrapar.

    Si hablo por mí en libertad y con libertad sobre la muerte, la propia, pues nada que decir. Pero que se apueste en jugar sobre mi vida y la de cualquiera anteponiendo niveles de poder,  economía y supremacía de orden mundial, es inconcebible en una mente sana y equilibrada.
    ¡Re-juvenezcamos los viejos y  transformemos las miserias del “corazón humano”!…  Hay aún mucho por hacer…

  • oscar varela

    PONENCIA DEL PRESIDENTE ARGENTINO A LA CUMBRE VIRTUAL LÍDERES DEL G20
     
    Nos convocamos en un momento único de la historia que nos impone actuar con valentía.
    No debemos paralizarnos ni temer. Mucho menos podemos resignarnos.
     
    Tenemos que dar una respuesta creativa en este presente que nos ha tocado en suerte.
    No hay lugar para demagogias ni improvisaciones.
    Enfrentamos el dilema de preservar la economía o la salud de nuestra gente.
    Nosotros no dudamos en proteger integralmente la vida de los nuestros. 
     
    Con esa convicción, hemos tomado decisiones en Argentina a partir de la mejor evidencia científica disponible.  Así lo seguiremos haciendo.
     
    Quisiera que todos compartan nuestra visión.
    Estoy convencido que no seremos eficaces si no aceptamos que el mundo ha cambiado para siempre.
     
    Poder sortear esta crisis y enfrentarnos a ese mundo que nace, que nos exige diseñar y suscribir un GRAN PACTO DE SOLIDARIDAD GLOBAL.
     
    Nada será igual a partir de esta tragedia.
    Tenemos que actuar juntos, ya mismo, porque ha quedado visto que NADIE SE SALVA SOLO.
     
    La urgencia que marcan las muertes, nos obliga a CREAR UN FONDO MUNDIAL DE EMERGENCIA HUMANITARIA que sirva para enfrentar, mejor equipados de insumos, el contexto que vivimos.
     
    LA INVESTIGACIÓN SOBRE EL COVID 19, EL CONOCIMIENTO CIENTÍFICO Y MÉDICO, TAMBIÉN DEBE SER UN BIEN PÚBLICO GLOBAL.
     
    El tiempo de los codiciosos ha llegado a su fin.
    Como enseña el Papa Francisco, tenemos que abrir nuestros ojos y nuestros corazones para actuar con una nueva sensibilidad.
     
    Estas decisiones no pueden quedar libradas a la lógica del mercado, ni preservadas a la riqueza de individuos o naciones. Es hora de aprovechar este momento único para crear soluciones económicas tan extraordinarias como extraordinarios son los problemas sociales que atravesamos.
     
    Celebro que EL FMI Y EL BANCO MUNDIAL ADVIERTAN EL OCASO DEL PRESENTE.
    Celebro que reconozcan lo insostenible de las deudas que soportamos los países más postergados.
     
    Debemos desafiar este presente con el mismo coraje que tuvo este G-20, cuando asumió el DAÑO CAUSADO POR LOS PARAÍSOS FISCALES, POR EL ENDEUDAMIENTO VORAZ Y POR LA CONCENTRACIÓN DE LA RIQUEZA.
     
    El secreto del futuro pasa por DISEÑAR POLÍTICAS QUE RESGUARDEN EL EMPLEO, LA PRODUCCIÓN Y LAS MEJORES CONDICIONES DE VIDA usando todas las herramientas económicas para proveer liquidez global.
     
    Como nunca antes, NUESTRA CONDICIÓN HUMANA NOS DEMANDA SOLIDARIDAD. No podemos quedar pasivos frente a sanciones que suponen bloqueos económicos que solo asfixian a los pueblos en medio de esta crisis humanitaria.
     
    Sin mesianismos ni prepotencias debemos iniciar un tiempo de diálogo global que a todos contenga.
     
    De ese modo, la humanidad superará esta pandemia. Pero lo que además logrará es ACABAR CON EL VICIO DE LA EXCLUSIÓN SOCIAL, LA DEPREDACIÓN AMBIENTAL Y LA CODICIA DE LA ESPECULACIÓN.
     
    Muchas gracias.

  • ana rodrigo

    Querido Honorio, hay que ser descerebrado e inhumano para que una autoridad política o cualquiera, diga “deberíamos jugarnos la supervivencia de los ancianos a cambio de mantener Estados Unidos tal como es”.  Muy mal síntoma sería que hubiese muchas personas con ideas semejantes. Yo no tengo miedo a morir si no fuese, como dice Iñaki, porque aún hago falta a personas muy próximas, pero pensar que hay que rejuvenecer a la población para salvar la patria con gente joven, es un horror y una depravación.

    ¡Vivir para ver!, Luchar por la humanización y no perder la esperanza.

  • Carmen

    No, Honorio, no.

    Nosotros no somos Alemanes, ni Holandeses, ni Ingleses , ni Norteamericanos…

    No Honorio, no.

    Un abrazo fuerte a todos y a todas.

    Y si alguien tiene a alguna persona que trabaje en casa por los motivos que sean,  si no han podido ir a trabajar tiene el derecho a cobrar como si hubiese ido durante este mes y supongo que el próximo.

    Es lo que creo.

    • Carmen

      Creo que quizás el número de muertos en mayores de 70 u 80 años sea precisamente por lo contrario. La esperanza de vida es España es muy alta. Gracias a nuestro clima, nuestra mentalidad mediterránea, nuestra dieta y nuestra sanidad. Supongo que por algo más que desconozco.
      Pero claro, las infecciones respiratorias para las personas mayores son duras. Muy duras. Y además nuestro sistema inmunológico no es para tirar cohetes. Todo se desgasta con el tiempo. Y contra una infección viral…

      Eso pienso, eso creo.
      En cuanto a lo que está sucediendo en las residencias de Ancianos. Ese es otro tema muy distinto. Creo. Me parece.
      Y ahí han patinado . Pero no solamente el gobierno. También los responsables de la dirección de esas residencias tendrán algo que ver. Pienso. Opino. Creo.

      No. No es por políticas. Será por fallos.
      Vamos, estoy convencida. No creo que el pensamiento en España sea librarse de los mayores. No lo creo.
      En otros países, no sé.

    • Carmen

      Pero vamos. No hace muchas décadas que se libraban de razas enteras en algún país europeo. Nada nuevo bajo el sol.
      Pero no todos los países Europeos son iguales. Cada uno tiene su corazón que late independientemente de los otros.
      Creo. Deseo. Espero. Confío.

  • Rodrigo Olvera

    Con mucho escrúpulo, pero como gesto de cariño a Honorio, me animo a compartir aquí algo que escribí en Facebook está mañana.

     

    Hoy fue indispensable no sólo salir de casa sino salir al centro de la ciudad. Tomé un taxi. Comienzo a platicar con el taxista y me va mencionando lo mal que está el trabajo. Intento animarlo y me responde “No, ya no hay ánimo, no hay esperanza, no hay nada”. 

    Seguimos platicando y me dice que le sale más barato dejar de trabajar, porque salir a trabajar significa endeudarse con la cuenta del dueño del taxi. “Aunque qué voy a hacer sin trabajar, sin ingresos? Nadie puede aguantar un mes, ni quince días sin ingreso”. 

    Me pregunta si la universidad sigue trabajando, si tendré vacaciones hasta el 19 de abril. Le digo que sigo trabajando en casa (y pienso lo importante que es seguir teniendo trabajo estos días).  Seguimos platicando. Le cambia un poco el ánimo, “hay que buscarle el modo, algo tenemos que hacer”.

    Llegamos al destino “son 80 pesos”. Buscando hacerlo de la manera más respetuosa y digna le digo “espero no me lo tome a mal, y no le ofenda, pero ¿acepta que quede en 200?”.

    La expresión de su cara se me clava en el corazón. Cierra los ojos y mueve la cabeza como diciendo “no”. Voltea todo el cuerpo para mirarme de frente, a los ojos, “señor, me va a hacer llorar; no tiene idea lo que significa”. Se queda en silencio unos segundos, toma el billete y me dice “algún día nos volveremos a encontrar, hasta entonces que Dios lo proteja”. 

    Me bajo del taxi empezando a llorar, y sigo llorando. Sé que esos 200 pesos son una mera gota de agua en el desierto y no resuelve nada. Simbólicamente sí puede ser un poco de aliento. Pero nada más. Y es una persona, de los millones que no saben qué van a hacer. 

    Ay.

     

     

    La única patria que yo reconozco es la humanidad entera, y se renueva día a día mediante la solidaridad y el apoyo mutuo.

     

    Cuídense mucho. Alimenten la esperanza.

     

    • mª pilar

      Un abrazo entrañable lleno de esperanzas amigo.

    • ana rodrigo

      Querido Rodrigo, se me parte el alma con la situación del taxista, sin trabajo y sin dinero y trabajando para el dueño del taxi, peor imposible. Lo que ocurre es que son muchas millones de tragedias las que se están viviendo en este mundo paralizado por un bichito.
      Y estoy segura que los cerebros que diseñan nuevo armamento para la guerra ¿si no para qué?, están haciéndolo con todo el entusiasmo. ¿Y decimos que la especie homo sapiens somos los más inteligentes del planeta? ¡Cuánto estará “agradeciendo” el Planeta sin que nosotros lo estemos maltratando con nuestra superproducción industrial!
      No sé si sacaremos alguna conclusión universal para el futuro de esta terrible situación.

  • ELOY

    Hola Honorio:

    Leo que dices.

    ” En todo caso, resulta revelador comprobar la mortalidad que causa el Covid-19 país por país. En España, se calcula que el 95 % de los que han muerto hasta hoy víctimas de la pandemia son mayores de 60 años, una cifra muy superior a las muertes de ancianos que se registran en otros países.”

    Hoy mismo en la rueda de prensa se ha preguntado al Dr. Simón que como en Francia , por ejemplo , solo se computan como fallecidos del coronavirus los muertos en hospitales y no los fallecidos en residencias o en casa, las estadísticas no son comparables.

    Me parece en todo caso que no es ahora el momento de preguntar por estadísticas y preguntas que hoy por hoy son imposibles o muy dificiels de contestar.

    Lo que si parece es que nestro gasto sanitario por persona , las políticas restrictivas del los presupuestos de salud, las privatizaciones pueden influir en la actual falta de medios en algunos lugares.

    Pero creo que ahora lo urgente es acompañar, ayudar, contar lo que nos pasa personalmente o familiarmente, reconocer el esfuerzo que hacen padre e hijos menores para mantenerse en casa con un cierto orden, destacar las necesidades de familias monoparentales que tienen  que cuida uno o más hijos en casa, y muchas veces tienen que salir a comprar con ellos , porque no pueden dejarlos solos en casa, o las personas que tiene que ir a trabajar etc.

    Un abrazo y cuídate como tenemos que cuidarnos todos, especialmente los que sobrepasaos una cierta edad.

  • pepe blanco

    No sé si eras consciente, pero… ¡vaya tema que has propuesto, Honorio!

    Hoy, El Mundo publica un artículo con un planteamiento aparentemente parecido, pero más inteligente, titulado “El dilema de Alemania: salvar el estado del bienestar o a su tercera edad”. No lo he leído, pues es de pago y no estoy suscrito. Os dejo el enlace:

    https://www.elmundo.es/internacional/2020/03/26/5e7cbf45fdddffde508b4663.html

    Si el dilema fuera así de crudo como lo plantea El Mundo, ¿qué pensaría la envejecida pero solidaria población de Atrio?

    (Sí, sí, me refiero a los usuarios habituales de este portal. En cualquier caso, no os preocupéis mucho: ya os comentaba ayer que los datos y los indicios apuntan a que la la mortalidad del coronavirus es aproximadamente como la de la gripe normal. Nada que ver, por ejemplo, con el ébola o con el VIH de los años 80, que tenía una mortalidad próxima al 100%). Si no os obsesiona morir de una gripe, tampoco debería obsesionaros morir del coronavirus, pues las probabilidades de que nos muramos de una de las dos patologías, son muy parecidas.

    • Iñaki SS

      Hola Pepe
      Se agradecen tus comentarios poniendo un poco en su sitio al coronavirus y tranquilizando al personal.
      En cuanto a tu pregunta a la gente bien madurita de ATRIO, seguro que hay opiniones para todos los gustos. Solo puedo darte la mía. Como ya he pasado por tres buenos sustos y aquí sigo vivito y coleando, sin saber exactamente por qué, diría algo así como que, personalmente al menos, no me obsesiona demasiado morir de lo que haga falta. De todos modos, no tengo prisa por saber que hay detrás del telón y procuro cuidarme, porque todavía hay gente de mi entorno que parece necesitarme.
      Volviendo a Dan Patrick y a Alemania, tampoco me extrañaría que algún responsable de la Seguridad Social, por ejemplo, llorara lágrimas de cocodrilo por los millones de € que se va a ahorrar la Institución, a cuenta de este agresivo virus. Hay Don Dinero…..
      Saludos

    • pepe blanco

      Hola Iñaki, gracias por tu comentario. Un servidor también está en los grupos de riesgo, no por la edad, sino por las patologías previas.

      Como no leí el artículo que referencié, no sé exactamente cuál es su argumento. Pero sí conocemos un país, Corea del Sur, que está logrando vencer el coronavirus sin hundir su economía. Haríamos bien en pedirle consejo.

      https://elpais.com/sociedad/2020-03-15/corea-el-ejemplo-para-controlar-a-la-epidemia-que-espana-no-siguio.html

      https://www.lavanguardia.com/vida/20200316/474191370262/coronavirus-corea-del-sur-metodo.html

      Saludos

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