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Rezar por España

     Al comienzo de este año 2020, en los días del debate de investidura del socialista Pedro Sánchez, ante el gravísimo peligro y temor de que lograra ser investido presidente del Estado español en coalición con los pérfidos comunistas y chavistas de Podemos y gracias al voto activo o pasivo de los sediciosos nacionalistas catalanes y vascos, el cardenal Antonio Cañizares, arzobispo de Valencia y Vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española se dirigió a los cristianos valencianos en una carta pastoral titulada EN ESTA HORA CRUCIAL PARA ESPAÑA ¡ORAD POR ESPAÑA!, en la que insiste: “Pido encarecidamente, y me pongo de rodillas ante todos, que a partir de hoy y en los días sucesivos se  ore  por España. La situación urge y apremia.  Para Dios nada hay imposible”. Y termina su texto con todas las letras en mayúscula, como se merecería la carta pastoral entera: “OS LO REPITO:  ORAD POR ESPAÑA”.

No sabría decir cuál de las cosas me resulta más patética y ajena: si la delirante idea que Monseñor Cañizares tiene de España, la absurda imagen que se hace de Dios o el grotesco modelo de Iglesia que representa. Si España fuera o hubiera de ser aquello por lo que el cardenal llama a rezar, yo no querría tener pasaporte español, como no querría ser contado en la Iglesia nacional-católica que el arzobispo propugna, ni podría orar a un Dios que fuera el todopoderoso Monarca extramundano que en su imaginario rige, sin réplica posible, el destino de las personas y del universo.

Sin embargo, aun entonces, lo digo de todo corazón, seguiría estimando y admirando España con sus diferentes pueblos y naciones hermanas, sus culturas, lenguas y acentos diversos, sus paisajes tan distintos y a cuál más bellos. Seguiría sintiéndome hijo, pobre hijo agradecido, de la Iglesia de Jesús, la Iglesia de todos los pobres, sin fronteras ni ataduras, la Iglesia que me engendró, me nutre y acompaña. Y seguiría orando, adorando y respirando –¡ojalá que con todo mi ser!– el Aliento Vital que arde en el sol y en cada estrella, en cada átomo y cada copo de nieve, en cada célula, cada hierbecilla y cada insecto, en cada coala devorada por las llamas de Australia. Respirar el Aliento Vital: eso es en el fondo rezar u orar.

Pero las tradiciones teístas, los grandes monoteísmos en particular, nos han acostumbrado a orar “hablando” a Dios para alabarle o pedirle perdón, darle gracias o suplicarle. Sobre todo suplicarle: “Te rogamos, óyenos”. Como si Dios fuese un personaje que necesita ser obedecido y halagado, que escucha y a veces responde, que se enoja y luego se calma y perdona, que escoge a quien quiere y castiga a quien le parece, que solo una vez se dignó encarnarse y lo hizo en el judío Jesús concebido sin varón en el vientre de María hace 2000 años en este planeta Tierra donde los obispos le representan. A eso llaman un “Dios personal”. Yo no puedo rezar a ese “dios”, ni darle gracias ni pedirle perdón, ni suplicarle por la España Una y Grande ni por la independencia de Catalunya o de Euskadi ni siquiera por la justicia y la paz en la Tierra.

Mi problema no es lo más grave. En el caso –probable y para mí muy deseable– de que no se cumplan todas las intenciones de las oraciones solicitadas, el mismo arzobispo purpurado debería ofrecer una explicación a los diocesanos que con todo su fervor hayan rezado a Dios por la España integrista y la Iglesia nacional-católica. ¿Cómo les explicará que Dios no los haya escuchado o que, habiéndolos escuchado, no les haya concedido lo que pedían? Como profesor de teología que fue, el arzobispo purpurado debe de saber que San Agustín no considera más que tres razones posibles para que Dios, siendo omnipotente, no acceda a nuestras peticiones: malus, male, malum. Es decir: o bien que el orante es malo (malus), o bien que lo haya pedido de mala manera (male), o bien que lo pedido es algo malo (malum). Prepárese el cardenal para esta espinosa lección teológica que deberá impartir.

Claro que el problema no está en “Dios”, sino en nuestra imagen de Dios. Ya es hora de que los cristianos cambiemos de Dios y de oración. Y no se trata de inventar nada, sino de volver a lo más profundo que han enseñado los grandes maestros/as espirituales, que es como decir maestros/as de vida, tanto en las tradiciones místicas orientales como en las tradiciones proféticas monoteístas, como también en las filosofías espirituales no religiosas. Dios es el Alma o el Aliento o la Vida de cuanto es.

¿Y orar? En el fondo, es lo mismo que se llama “meditar” en las sabidurías orientales o “contemplar” en la tradición monástica. Orar es calmar nuestra mente inquieta. Orar es hacer silencio y, en el Gran Silencio, acoger la Revelación del Misterio que resuena en todo lo que es y en el fondo de nuestro ser: “Yo soy Quien soy”. Orar es “engolfarse en Dios”, en palabras de Teresa de Ávila. Orar es “surcar lo más profundo de mis sentimientos y pensamientos” (Frei Betto). Orar es hacerse presente: Aquí estoy, yo soy. Orar es despertar a la conciencia de SER uno con todo en la diversidad de todas las formas. Orar es respirar el Aliento y espirarlo, en quietud y en compasión solidaria subversiva. Orar es ser y transformar.

En cuanto al Partido Socialista y a Podemos, dos palabras simplemente: Gracias y ánimo. ¡Gracias por haber formado este gobierno! Y ánimo para la difícil y crucial tarea que os espera: construir una España mucho más justa, laica y confederal, donde quien quiera pueda entrar y quien quiera pueda salir, en la Europa y en la Tierra de todos los pueblos hermanos, unidos. Es la causa más santa, y será la oración por excelencia, la realización de nuestro ser profundo.

26 comentarios

  • juan antonio vinagre oviedo

    Sólo un breve comentario al artículo del hermano José Arregi. (Creo que digo bien al llamarte hermano, porque tú te manifiestas con un espíritu muy franciscano, aunque a veces tus artículos se parezcan más a los de Antonio de Padua, que a veces atizaba…)  Comentario  unido a los que se exponen y que me parecen muy razonables, cada uno desde su perspectiva. Destaco algunas ideas que mencionas:

    1. Una España federal: Creo que no debía sorprendernos esta expresión y lo que implica. Históricamente desde los tiempos de los Reyes católicos y los Austrias hasta los Borbones, España era un País federal.  Felipe II, por ejemplo, no pudo actuar contra su secretario cuando descubrió su corrupción y deslealtad… Aragón lo protegió porque sus fueros eran independientes y el rey tuvo que respetarlos…  Con esto no quiero sugerir una vuelta atrás, sino recordar una realidad que el régimen franquista quiso ignorar… y también la iglesia afín. La imagen de España puede verse desde distintas perspectivas…

    2. Pero no deseo reinos de taifas tampoco…, sino una cada vez mayor integración en comunidades extensas, hasta que podamos ser dirigidos por un solo gobierno mundial. A esto aspiro, y, aunque sé que hoy es un sueño, yo sueño que se cumpla un día. Así seremos más iguales. Las diferencias son algo secundario. Es un error priorizarlas, porque sería volver atrás… Y acaso idolizar la diversidad… (Disculpad que me reitere)

    3. La Iglesia y el mal llamado clero -puro dualismo introducido en la Fraternidad de Jesús de Nazaret- debe cambiar y muy a fondo, aunque hoy a muchos, también “jerarcas” -esta palabra no es cristiana- les parezca una aberración y por ello dicten pastorales…, que en el fondo deforman tanto la religión -ya demasiado deformada- como a Dios mismo. Lo peor es que de esto no parecen ser conscientes: tanto los deformó la “formación” recibida.  Y por eso quizá más que condena necesiten una clarificación comprensiva o una comprensiva jubilación. Una comprensión afectuosa, en caridad. tal sea más convincente…, al menos en ciertos casos.

    Termino con unas palabras de un destacado teólogo y exégeta francés, que en una conversación distendida afirmaba, ya hace muchos años: “La Iglesia -y la religión- del futuro será muy distinta de la actual, pero no nos dejarán verla”. El conservadurismo tradicionalista impone sus fuerza y se resiste al cambio, a veces sin caridad. (lo penoso es que lo hacen en nombre de Dios)  Esta resistencia la percibimos y padecemos también en el campo político y económico y educativo… Por eso los tradicionalismos, religiosos y civiles, se entienden tan bien… y compatibilizan incluso Dios y poder…

  • GIORDANO BRUNO

    Gracias, muchas, muchas gracias, JOSÉ ARREGI . Como siempre con el tono sencillo y profundo a la vez. Da gusto leer cuanto escribes, porque dentro hay mucha humanidad. Otra vez gracias. A mi este EPI-SCOPOS me trae a la memoria al montaraz Aznar cuando decia tan campanudo. ¿Quien es el Estado para decirme, a mi, lo que tengo o no tengo que beber?. O la señora Aguirre que decía lo mismo, cuando Zapatero hizo la ley Antitabaco en los lugares cerrados. ¿El Estado?. Pues si señor esa Autoridad General que ha permitido que tu iglesia sea pagada con el dinero de todos los españoles honrados. Los mejores, los altos muy altos, no te pagan nada, porque se lo llevan a los PARAISOS FECALES¡¡¡¡.

  • Santiago

    No fueron en realidad los cristianos los que llegaron primero a Dios. Ya los antiguos filósofos entendieron, por la razón, a Dios como “acto puro” circulando El alrededor del mismo pero sin llegar al ser humano y a su pequeño mundo. Pero este Dios existente indudablemente NO es solamente el “pensamiento por encima de todo pensamiento”, y la eterna matemáticas del universo, sino que ES en si el poder del amor creativo. El concepto filosófico judío se cifraba en que en realidad Dios era UNO y que era real, que existía, YAWEH no era uno entre tantos dioses paganos…Los fariseos nunca pudieron entender como Jesús llamaba a los pecadores como a Zaqueo, a  Leví Mateo, a Simón Pedro, para compartir con ellos y darles “la vida eterna” y después “hacerse igual a Dios”…

    El Dios del Evangelio no solo es “Alma o “Aliento” o “La Vida” en si misma, sino que es ágape…es Amor. Jesús llama al Padre, Abbá, diminutivo semita de padre -papá- para borrar la distancia que los judíos habían establecido con respecto a Yaweh. Por eso, al enseñarnos a orar nos conduce primero a “santificar el nombre del Padre” ya que Dios es “fuente de toda santidad”. Donde está el mal, la violencia, la venganza, la guerra, el crimen, el odio, no se encuentra el pensamiento y el deseo de Dios, que es santidad pura…Movimientos que provocan la violencia y la guerra de odio contra hermanos, sean de derechas o de izquierdas, son anti-cristianos. Son anticristo en “sí mismos”. Si, tenemos los creyentes que rogar por ellos, por los que odian a sus semejantes.

    Pero Jesús quiere enseñarnos mas en el Padre Nuestro…que tenemos que entrar en el Reino, que tenemos que perdonar las injurias y que tenemos que pedir también al Padre “no caer” en las garras del mal, del vicio y de las adicciones, que nos acechan cada día. Así de sencillo. Jesús de Nazaret nos acerca al Dios verdadero enseñando que Dios no es un témpano de hielo “panteísta” sin vida propia y que todo ser es el producto del pensamiento primario en el  Amor creativo y compasivo de Dios.

    Un saludo cordial

    Santiago Hernández

    • Carmen

      Si. También pienso que dios es uno. Y que es el principio creativo. Creo que el amor construye y el odio destruye.
      Pero si dios nos quiere , si Dios es amor como dicen, tiene una forma de amar distinta a la mía. Habría entonces que buscar otra palabra. Desde luego no voy a ser quien la encuentre, con esto de las palabras y dios estoy absolutamente perdida. No encuentro ni una sola que me convenza. Amor, tampoco. No tal y como lo entiendo. Eso hace que no me pregunte, dónde estabas cuando te necesité, como puedes permitir esto? Esa pregunta no me la hago. Sencillamente no se cómo es, ni lo que quiere ni lo que no quiere, pero pienso que sí es el aliento creativo o como se le quiera llamar, eso traducido al ser humano se le llama amor, porque el amor construye. Traducido, buscando una similitud con nuestra naturaleza, la nuestra, no la suya.
      Si dios es amor, su amor y el mío nada que ver. Porque si pensase que es como el mío, estaría aterrorizada . Sabe? Hay amores terriblemente posesivos y destructivos. Eso para mí no es amor. Lo de dios, tampoco. Es algo que no se qué es.
      Buen día.

      • Santiago

        El problema se encuentra en que hablamos con palabras humanas, expresando conceptos humanos, en seres humanos imperfectos. El concepto de amor en nosotros implica desde la pasión erotica hasta el más sublime sacrificio en aras de lo que amamos.

        Pero el que ama de verdad quiere sin interés egoísta la felicidad de lo que ama. Por eso no dudamos en quitarle un cuchillo de la mano a nuestro hijo o impedirle un juego peligroso, aunque esto le haga llorar mucho. Claro está que nuestro hijo es “incapaz” de entenderlo por su inmadurez apropiada a su condición. Sin embargo estamos seguros que lo amamos y hasta daríamos nuestra vida por el.

        No podría ser de otra manera el amor de Dios cuando permite nuestras tribulaciones. Nunca entenderemos lo infinito del amor divino. Es imposible. Solo El sabe las últimas causas y sus efectos. Solo El conoce los posibles futuros. Solo El conoce cómo manejar nuestra libertad, que El mismo ha creado, sin destruirla. Solo El conoce en profundidad el corazón humano. Solo El puede darnos la existencia y sostenernos en la desgracia. Solo El da y quita. Solo El tiene palabras de vida eterna. Solo El es el que permanece fiel y nos ayuda a llevar la Cruz diaria. Solo El es el único fin y el camino y la verdad. Y fuera de El, todo pierde sentido pues todo se encuentra centrado en este “amor trascendental” origen y mets de la vida.

        Un saludo cordial
        Santiago Hernández

      • Carmen

        Pues cuando tenga un ratito me explica por qué vi a miadre deshacerse mentalmente primero y físicamente después ante mis ojos durante cuatro años.
        No se si dios la quería mucho a ella o a mí. O a mis hermanos, o a mí padre.
        Porque, lo que yo le diga, hay amores que matan, literalmente hablando.
        Aaaaaayyyyyy, Santiago.
        No es amor. No como el nuestro. Habrá que buscar otra palabra. A lo mejor usted la encuentra. Desde luego a mí ha dejado de preocuparme. De todas maneras no la voy a encontrar…

  • Alberto Revuelta

    ¿Inauguramos con Albert Camus, ateo confeso, un modo de relación con la divinidad, con los humanos y con nosotros mismos con lo que el argelino francés nos dejó en herencia “El encanto es una manera de conseguir que te respondan “sí” sin hacer una pregunta clara”?.

    • mª pilar

      Creo com toda sencillez..:
      “Que nos responden nuestros deseos, en la mayoría de los casos.

      O tal vez, en circunstancias de verdadero deseo de solucionar lo que nos acontece, mirar de cara lo que duele o molesta, y descubrir que está en nuestras manos la solución, y que si nos ponemos a ello, esa fuerza… interior que nos acompaña… se hará presente y nos llenará de sabiduría, para encontrar el camino.

      Es todo más natural y sencillo…si cojemos el “toro” por los cuernos y nos ponemos a ello.

      La contestación desde lo alto… es una quimera… y además sería tremendamente injusto para la humanidad, por eso la hemos llenado de magia y de “dioses”.

      Es mi manera de mirar y ver.

      • Juan García Caselles

        Pilar:
        ¿Cómo coger por los cuernos el toro de la muerte, el de la enfermedad sin remedio, el del desamor, el de la ingratitud?
        ¿Cómo coger por los cuernos al capitalismo, al armamentismo, al narcotráfico, a la prostitución?
        No hay manos bastantes para tanto cuerno.
        Aunque la ideología capitalista (la profunda) se emperre en decir que somos racionales y libres, la realidad real es que somos animalitos que a veces pensamos, obedientes seguidores de nuestros instintos, esclavos de nuestros genes y nos falta aún mucho como para ser superhéroes.
        Algunas veces pensamos y somos consecuentes, algunas veces ejercemos el poquillo de libertad de que disponemos y eso es lo que nos hace humanos (o sea, casi divinos).
        Por eso tienes razón en lo de la necesidad de luchar. Sin lucha ni hay vida ni hay futuro. Pero recuerda: A dios rogando y con el mazo dando. Sigue con el mazo, pero no te olvides del Padre, que digan lo que digan, no fuimos nosotros los que elegimos ser humanos. ¿Quién nos trajo hasta aquí? Y la creación no ha acabado, que se sepa. Un beso

    • mª pilar

      Estimado Juan:

      No volaba tan alto…en esos parámetros que nos ha presentado… poco puedo decir, soy incapaz de hacer algo importante y que sea decisivo para acabar con ellos.

      Pero dentro de ellos, de manera personal, puedo hacer alguna cosilla; como tomarme en serio, aquello que me atañe, no engañándome, porque eso es un freno, para poder llegar de alguna manera a los males que nos rodean y nos esclavizan.

      Si a nivel personal, intento dentro de mis pocas capacidades, ser una persona que no se vende al mejor postor, algo empieza a estar saneado.

      ¿Será útil? ¡No lo sabré nunca! Y no me importa, solo deseo no ser quien cause daño a quienes se acercan a mi, y si de alguna manera lo hago, saber el porqué de mi actuación.

      Ya a mi edad…no aspiro a más…ni creo que deba hacer otra cosa; ahora es el tiempo de los más preparados, más fuertes, más jóvenes; mi tiempo ya pasó, y siempre di cuanto me fue posible; ahora lo que deseo es no molestar, y si llegase ese momento, asumirlo de la mejor manera posible.

      Ya no doy más desi… con no incordiar… ya es mucho; y seguir sembrando cariño a cuantas personas me rodean.

      Quizá esto no le sirva, pero es lo que soy, no tengo nada más; todo lo entregue en su tiempo, y hora…

      Un abrazo entrañable.

      • Carmen

        No digas eso Pilar. No es que no incordies. Fijo. A tus hijos y a tus nietos necesitan tu presencia. La necesitan. Te lo prometo.
        De hermanos y marido no hablo porque no se cómo está el tema, pero si los hay, exactamente igual.
        No me gusta un pelo las personas ya mayores se crean innecesarias. No es cierto. Hace falta su presencia. La tuya. Pregúntaselo a ellos.
        Besos.

      • Juan García Caselles

        Pilar: Nada, sigue así si es lo que te dicta tu conciencia. Yo creo que se vive mejor si la responsabilidad última es de Aquel que nos tiene contados los cabellos, pero puede ser que sean solo manías mías. Es que eso de ser el protagonista, que es con lo que nos desmoralizan los teóricos del capital, es muy frustrante. Hacer las cosas con amor es lo único serio y lo demás son milongas. Otro Beso. Y no desfallezcas, que los que vienen detrás parece que no tienen ni idea.

    • Carmen

      Me encantaría pensar como Juan y ser tan profunda humana como Pilar.
      Pero no creo que dios tenga contados mis cabellos ni la fuerza y la bondad de Pilar
      Qué cosas. No somos como queremos ser, sino como podemos ser. Vaya usted a saber por qué.

  • Carmen

    Señor Arregi.

    Se quedan con su parte poética, que sin duda la tiene. Pero con lo que ha dicho sobre teológia, nadie va a entrar a fondo. Pero es que usted es teólogo de profesión y poeta por afición.

    Y teólogo de los buenos. Que lean su currículo. No habla como otros hablamos por pura intuición.

    Pero, querido teológo. Mucho me temo que es inútil. Al menos de momento. Pero la teología que usted y unos pocos más defienden, terminará calando.

    No es un problema personal con Munilla. Eso ya quedó atrás y a mí manera de ver le hizo un favor enorme, porque ahora es usted libre.

    Gracias por todo.

  • Honorio Cadarso

    Si, Arregui, y por tu exobispo Munilla, el de San Sebastián, que hoy escribe en el diario digital Publico  sobre el Pin parental de los de Vox, que los del gobierno están pensando en llevar a los tribun ales a los que lo han inventado, y tendrían que llevar también a Munilla porque lo defiende a golpe de anatemas y excomuniones een Radio María, igual que hizo en su momento el Caifás-Cañizares. Alguien puede dedirnos si sl episcopado español está dando apoyo a ox? Y en qué proporción o porcentaje? Tendremos que rogar al Papa Francisco que diga algo al respecto.

    !Lean, lean ustedes Público, y disfruten!

    • Antonio Duato

      Facilito la lectura que propone Honorio con este enlace:
      https://www.publico.es/politica/censura-parental-munilla-reivindica-censura-parental-vincula-gobierno-concepcion-marxismo.html

      Yo por mi parte ya dije todo sobre lo que pienso sobre los obispos españoles en aquel Ciegos, guías de ciegos.

      Sobre la guerra de los dos papas en el Vaticano, nada de que se arregle con decir que el libro no lo autorizó Banedicto. Me acaba de llegar la edición francesa en papel. Impresiona verlo realidad ese ignominioso ataque a Francisco bajo la forma de una ayuda a los pobrecitos sacerdotes a quienes quieren quitarles su gran tesoro: ¡el celibato!. Pero si nadie les va a obligar a casarse. Es infame la teología que expone la pareja de papa y cardenal. Amazón me lo ha enviado en dos días…

      Sobre los obispos, ahí está mi arzobispo recogiendo como auxiliares a obispillos valencianos con problemas. Ya tiene tres: los removidos de Palencia, Mallorca e Ibiza. Cualquier días viene por aquí el brillante Munilla, “arrecogido baja la capa de Cañizares”. Mira que soy manso, pero me bulle la sangre…

      • Carmen

        Es infame la teología que expone la pareja. Dices.
        Puede ser la de siempre? Puede ser la teología sobre la que descansa la iglesia oficial?
        Pues ese es el problema.

    • Carmen

      Pues lo esperable. Eso es así. Hay una guerra clarísima por influir en la enseñanza , la iglesia, después de tantísimo tiempo siendo la dueña de la moral no puede resistir dejar de serlo. En realidad siempre lo ha sido. Y sabe de la importancia de la educación. Y no se va a quedar calladica. Detrás de todo esto está lo de siempre.
      Hay una unión entre Vox, PP y la iglesia muy estrecha. Eso es así. Son los defensores de la moral cristiana, PP y Vox esperan sacar muchos votos de ésto y gracias a dios se están equivocando totalmente. Los tiempos han cambiado. Por el tema de la moral no tienen nada que hacer. Ahora preocupa la economía.
      Que la iglesia se metía por enmedio, estaba clarísimo.
      Ahora espero que el otro sector de la iglesia diga algo. Ustedes creen que dirá algo o guardará silencio?
      De verdad, que oportunidad de oro está perdiendo la iglesia progresista.
      Pero bueno. En el fondo son iglesia también.

  • Juan García Caselles

    Orar: Si yo fuera perfecto, estaría de acuerdo. Pero resulta que soy cobarde, débil, fallón, vanidoso y algo tontaina, amén de egoísta, o sea, un pecador de tomo y lomo, seguiré pidiendo ayuda para mí y para los que amo.

    Eso sí, ya sé para que necesitaba la capa aquella Cañizares: Era para ver si lograba tapar su tontería. Pero se ve que no.

    • Carmen

      Pues yo únicamente llamo rezar a pedir ayuda. Solamente se decir, por favor ayúdame, por favor, ayúdale. Entendiendo la ayuda como fuerza para encajar y que se me o se le abra la cabeza y veamos por donde salir.
      Eso es para mí rezar.
      Y me funciona.

      • Juan García Caselles

        Yo no sé ni quien ni como es dios. Pero sí creo en el Padre amoroso, sea como sea. A mí no me suele resultar el rezar, aunque a veces sí, pero me deja buen sabor el hacerlo. Cuando era chico mi padre unas veces me daba la razón y otras no y de él aprendí que fuera lo que fuera, lo hacía por mi bien.

      • Carmen

        Depende de lo que esperes cuando reces. Dices que te deja buen sabor al hacerlo. A lo mejor , como lo que pido es fuerza interior y buscar una salida, pues me tranquiliza, tomo fuerza y trato de pensar. No se.
        Pero se que lo que haga depende de mí y que nada se modifica , salvo mi respuesta ante un problema.
        Me alegro que lo veas como un padre amoroso. Eso es estupendo.
        Muchas veces pienso, mamá, ayúdame, por favor. Y no falla. A lo mejor es lo mismo. No se.

  • mª pilar

    Hermoso artículo, para todas las personas que se han “desatado” de todas las ataduras sin sentido  alguno, cuando se escucha a quien  proclamó el camino, y dió su vida por ello:

    ¡La dió!

    …Y…  lo mataron vilmente, al tirarles por tierra sus expectativas de poder; aunque siguen montados en ellas a cualquier precio.

  • Carmen

    Vieron Titanic?

    Recuerden, cuando aquello se hundía, el cuarteto aquel de música tocó una especie de oración.

    Cerca de ti, mi Dios

    Quiero morar

    Tu dulce y tierno amor

    Quiero buscar

    Si tiende al sol la flor

    Si el agua busca al mar

    A ti mi solo bien

    He de buscar

    Pasos inciertos doy

    El sol se va

    Más si contigo estoy

    No temo ya.

    Himnos de gratitud

    Ferviente cantaré

    Y siempre a ti señor

    Yo fiel seré.

     

    Canto de memoria, no sé si es exactamente así. He dormido a mis hijos con esta canción y otras de este estilo. Y a mis nietos. Primero les cantaba algo que les gustase y para rematarlos , zas, y caían.

    Dos conceptos. Dos canciones que se cantan en las iglesias. Una te hace salir corriendo y la otra te da paz.

    Y si me dan a elegir…

    No me gusta nada ese dios extraño de la iglesia oficial. Nada. Pero nada.;

  • ana rodrigo

    Completamente de acuerdo con todo, desde la primera hasta la última palabra. Me reconforta el que alguien, como nuestro querido Arregui, comparta con tantísimas personas que estamos en esa onda y que deseamos respirar el Aliento que vibra en cada rincón del cosmos, la Vida que, en sus diversas formas, produce tanta belleza, la conciencia del ser humano con poder para amar, para contemplar, para explorar mundos insondables de esa misma vida de la que somos partícipes, esa conciencia que nos permite evitar el mal y aliviar el sufrimiento ajeno.

    Dejemos que los muertos entierren a los muertos, lo nuestro es la vida.

    Los evangelios ponen en boca de Jesús, “yo soy el Camino, la Verdad y al Vida” y nos indicó el camino para llegar ahí adentro y encontrarnos con ese tesoro que llevamos dentro para poder hacerlo visible en nuestro entorno con nuestros actos: hacer el bien.

    Gracias, una vez más Arregui.

  • Carmen

    Perdona a tu pueblo , señor

    Perdona a tu pue-eblo

    Personales señor

    No estés eternamente

    Enoja-ado

    No estés eternamente enojado

    Perdonale, señor.

    ___________________

    Y salí corriendo…

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