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Auxilio: semana de emergencia

Pido auxilio a los oncólogos, que me conceden una semana de vacación de la quimioterapia, albricias, lo que aprovecharé para emerger y gozar como nunca del mundo por dentro, aunque no hay mucha oferta del mundo interior. La vacancia de la dura quimio y del consiguiente malestar orgánico produce por contraste una sensación de cierta euforia, una defensa reactiva de la naturaleza que pienso aprovechar meticulosamente. En primer lugar visitaré mi pueblo, atravesado por el acueducto de los Monegros, para estar con la familia, rememorando bajo el pequeño escudo familiar su viejo sufrimiento por nuestra guerra incivil, hoy en día supurado/superado por la nueva generación de los sobrinos-nietos; así concelebraremos con vino o cava de la casa con sabor a cepa a nuestro patrono san Lorenzo, el santo aragonés somarda o socarrón por cuanto socarrado.

Otro día me adentraré en la Zaragoza subterránea, allegándome a los bajos del Ebro, el viejo padre ibero junto a la gran madre cristiana del Pilar. Otrora solía llegar hasta Vadorrey y la desembocadura del río Gállego, pero ahora me delimito entre el puente de hierro y el puente de piedra, visitando sigilosamente a la Madona silenciosa sobre su columna en la cueva o gruta matriarcal. Los patos que patean las aguas suelen reconocerme, porque abro mi boca ya sin dientes, cuá-cuá, y alguno me responde.

Salir del inframundo hospitalario al mundo aunque sea inhóspito es salir de los ínferos, la cueva platónica, y ascender hasta la luz solar, la cual se refleja fúlgida en el río y sus alrededores. Pero yo soy un friolero existencial que ama el calor, lo cálido y la calidez, así que podré comer al aire libre en alguna de las amables plazuelas zaragozosas algo blando con suave cerveza. Aún me lo puedo permitir, pero no otras cosas, ay, como el ternasco si no es tierno como le corresponde. Me encanta este contacto popular con la gente porque, como han dicho tantos y el último E.Mendoza, el personal español es bien cordial, aunque la sociedad ya no tanto (nos pesa nuestra historia belicosa).

Por supuesto que me informaré sobre la actual política y sus desencuentros, debidos a que nuestros partidos políticos parecen fratrías tribales incapaces de anudar una Fratria común o com-unitaria. Falla el centro abierto y el medio o mediación de los diferentes y sus diferencias, en una síntesis o cuerdo acuerdo demoliberal, que reúna lo liberal y lo social. Releeré al respecto la correspondencia entre Machado y Unamuno, una correspondencia que aúna el socialismo democrático de Machado y el liberalismo social de Unamuno. Por cierto que ambos apelan a la sensibildiad interhumana, así como ya entonces a una religión o religiosidad abierta que acerque el viejo catolicismo o vaticanismo al protestantismo europeo, sin perjuicio de la recia españolía de ambos (pero no reacia o reaccionaria).

Y bien, qué más celebraré en esta semana de gloria. Rememoraré mi juvenil vivencia profesoral, siquiera breve, en el Centro teológico y en la Universidad, tras mis estudios en Austria, así como la final acogida aragonesa tras mi larga estancia cultural en el País Vasco. También me divertiré escribiendo este articulito en el amplio Seminario de san Carlos, con el recuerdo vivo de su estancia aquí, dulce y amarga como la vida misma, de B.Gracián. El maestro Gracián descubre aquí la ambivalencia radical de la existencia, ya que será reconocido por sus escritos, pero fustigado por sus inquisidores eclesiásticos. Finalmente invitaré a los amigos distantes a una reunión fratriarcal en estos lares.

La amistad es para mí palabra mayor, ya que no he tenido amores o amoríos sino amistades. Amigos o amigas del alma que han mantenido la cercanía anímica y la distancia física, como quería Nietzsche; en ello internet juega hoy un rol fundamental. El amor típico y tópico resulta a menudo mórbido o tórrido, pues tiene el peligro de la fusión o confusión de los amantes, mientras que la amistad mantiene la identidad y la diferencia, la cercanía y la distancia, la extrañeza y la entrañeza. El amor de amistad es la clave amorosa de mi existencia, y doy gracias a Dios por haberla redescubierto en plena vejez y enfermedad. En efecto, mi filosofía antropológica comienza interpretando el ser de lo real como lenguaje o articulación del mundo, para considerarlo luego

como lo articulado por el propio lenguaje, es decir, como el sentido de la existencia. Pero finalmente el ser como lenguaje o articulación del sentido existencial del mundo se me ofrece como afección o amor, ya que el propio ser mienta o significa la junción o juntura de todas las realidades en su complicidad.

Así que las enseñanzas que otrora impartía a los demás, ahora las aprovecho y me las aplico a mi mismo. Frente a amores turbios, he encontrado en el amor de amistad la piedra filosofal, un fundamento abierto que me salva tanto del mundanal ruido como de mi mismo y mi propia cantinela sorda. Por eso la actual devaluación o ignorancia de la amistad como amor abierto y no cerrado constituye hoy la máxima cerrazón mental, así como una actitud huera y cerril. El Fausto de T.Mann vende su alma amorosa al diablo para obtener saber y poder: las consecuencias serán desastrosas y devastadoras. En cambio el Fausto de Goethe, a pesar de su espíritu fáustico o prepotente, acaba en la red afectiva del amor, personificado por la mujer, los ángeles andróginos y la Madona cristiana, así pues por lo femenino eterno y temporal.

El amor crea el alma y el alma crea al hombre al través amoroso de la feminidad, en donde el amor comparece como la autotrascendencia de la humanidad. Y sin embargo la semana libre se ha pasado volando y debo asumir el tiempo paralítico y mortal. Me queda una noche que quiero aprovechar para dormir ancho y largo, íntimo y ensoñador. Pero tengo un grave percance(r) y tengo que volver al inframundo de lo físico, lo químico y lo tecnológico: auxilio, amigos, estoy cogido. Intentaré ver en la quimio la alquimia de un veneno que hiere para curar o, al menos, para mantenerse en vilo, es decir, en vida: hasta que la muerte nos separe y reajunte. Me enfrento pues con la ballena blanca, la cual como es sabido es también la ballena negra: y sé que me vencerá por fuera, pero yo la venceré por dentro.

9 comentarios

  • Asun Poudereux

     

    Gracias,  por tanto compartido.  Enseñar sobre la vida y su realidad es un  cosa y vivirla día a día  en determinadas circunstancias requiere mucha fuerza interior y bastante lucidez.

    Pues adelante y mucho ánimo, Andrés. Un abrazo fortalecedor.

  • Alberto Revuelta

    Los oncólogos me tiene dicho que he superado el cancer y tras  los meses de aceptar lo real de la realidad – peregrinos somos y de paso estamos – he leído sobrecogido tu anhelo de vida y tu conciencia de fin, desde ambas cofrade, en la mar que rodea Cádiz. Pasaré de madrugada las cuentas del rosario con tu antropología de la amistad ante el pilar materno que aquí va de luz, patrona deTarifa, divina aurora. Et valde mane, frater.

    • ana rodrigo

      Enhorabuena, Alberto, me alegro muchísimo por ti y tu familia. Un abrazo de corazón

    • Juan García Caselles

      Amén

    • Carmen

      Pues como no me entero bien, creí que le habían operado del corazón.
      Me alegro mucho. Hay muchas personas que ya van superado un proceso de cáncer. A veces, hasta esos que cuando te enteras dices, madre mía, se acabó. Pues no. Si tienes suerte y aciertan los médicos con la medicación, se convierte la enfermedad en algo parecido a una enfermad crónica que hay que controlar y vigilar. Incluso a veces te dicen: enfermedad superada. Es realmente esperanzador.
      La medicina ha avanzado de forma espectacular.
      Pero hay que tener ante todo ganas de luchar por tu vida.
      Muchas veces me he preguntado, ante un diagnóstico de este tipo qué haría? No lo sé. Lo mismo nada. Creo que mi vida ha sido lo suficientemente larga y completa. Me ha pasado de todo , pero de todo.
      Es increíble, en teoría no me asusta la muerte. El sufrimiento me aterra.
      Si volviese a vivir, mis decisiones serían otras y por tanto mi vida sería otra. Pero no me quejo para nada de la que he vivido. Y sé que después vendrá la paz eterna. Y que sigan mis hijos y mis nietos.
      Me gustaría que algunas personas en algunos momentos me recordarán con una sonrisa, y sin una lágrima.

      Anda que me hacen ustedes pensar unas cosas que…
      Un abrazo

  • Carmen

    No le conozco, pero me gustan las cosas que escribe. Las entiendo, puedo compartir unas sí y otras no, pero me gustan.

    Estoy segura de que conoce el poema Ítaca. Es de un señor griego, claro, de principios de siglo XX, creo. Lo descubrí este año, en febrero. Parece que está escrito para usted en este momento de su vida. Por si no lo recuerda habla del viaje de   Ulises, después de luchar contra los griegos, en esa guerra que relata Homero  en  la  Ilíada. Ya sabe que le  costó un trabajo enorme volver a su reino , como vuelve a relatar Homero en la odisea.

    Pues le recuerdo que en ese poema, el autor, griego como no podía ser de otra forma, empieza el poema diciendo; cuando vayas a Itaca, pide que el viaje sea largo.

    Y sigue diciendo que si eres honesto , no tienes que temer a nada ni a nadie, porque tú honestidad te mantendrá en pie frente a sirenas e incluso frente al mismo Poseidón. Que pares en todos los puertos posibles y pruebes todo tipo de vinos y disfrutes de todas las

    cosas bonitas que te ofrece la vida. Y que al final, cuando cansado del viaje llegues a Itaca, entenderás el verdadero sentido de Ítaca.

    Es un poema superprecioso que he descubierto hace muy poco tiempo, como le he dicho.

    Pues tengo la impresión de que, sin duda su viaje está siendo largo, que ha sido honesto consigo mismo, pese a todos los errores que como todos haya podido cometer y que ha descubierto el auténtico sentido de la vida. No sé si se puede pedir más.

    Mucha suerte. Le deseo lo mejor

     

     

  • Juan García Caselles

    ¡Que la quimio te sea propicia, que el protocolo, los médicos y las enfermeras te cuiden y que el cielo te guarde! Y que tu descanso te ayude.

  • Mª Pilar García Martímez de Aguirre

    Al pertenecer ha estos lares… en los que también nací… y compartir con este Atrio querido sus vivencias, lo he sentido..:

    ¡Tan cercano! 

    Como Ana, agradezco esa apertura de su corazón,  y su deseado y… merecido descanso… porque sé muy bien como lo está pasando, y comprendo el deseo de “parar” un poquito y:

    ¡Respirar fuera de…!

    Acumula tanta riqueza en las  personas que le rodean y se quieren de verdad, y unidas celebrarán esos días de descanso; que… si no hubiese sido así… con gusto le ofrecería mi sencilla amistad, y mi casa.

    Me serena saber, la riqueza que llevan consigo las verdaderas amistades, y la plenitud que proporciona  ese amor que puede compartir.

    Le deseo todo lo mejor; y estar siempre bien acompañado, es un gran regalo, porque hace más sencillo el complicado y duro camino por el que está transitando.

    Gracias por todo, y mi abrazo entrañable lleno de buenos deseos.

    mª pilar

  • ana rodrigo

    André Ortiz, tu comunicación tan personal, creo que no deja indiferente a nadie. Te felicito por el disfrute de tus “vacaciones”, te mando mi afecto, me solidarizo con tu malestar, que, aunque sea de a través de internet, es sincero y real. Y te deseo que pase pronto esta etapa tan molesta, y puedas recuperarte lo antes posible.

    Te mando un abrazo entrañable. Gracias por hacernos partícipes de tus penas y alegrías con tanta sencillez y sinceridad. Mucho ánimo y buena suerte.

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