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Las Navidades laicas del siglo XXI

Publicado el 26 diciembre, 2018 , en piensaChile 

Los que estamos más cerca del arpa que de la guitarra, en alusión a instrumentos tocados por angelitos o terrenalmente en alguna fiestunga, tenemos una experiencia histórica llena de cambios en las costumbres y sentires.

Por ejemplo, cómo en el transcurso del tiempo la Navidad fue perdiendo su significado religioso, incluso moral profundo, permaneciendo sí el encuentro con la familia.

La familia actual, que ya no está centrada en las tradiciones, sino en un vínculo nuevo de parentescos donde confluyen muchos personajes heterogéneos de diversas procedencias culturales.

Los hijos, ya viejotes, han ido cambiando con la vida y nos sorprenden con sus opiniones tan alejadas de las nuestras, en temas que para el país parecen nuevos, pero que de hecho son tan antiguos como la Humanidad.

Y me refiero a los migrantes, tema que está incluido en el mito navideño del niño Jesús, hijo de emigrantes que salieron  de su patria por temor a la muerte del niño que estaba por nacer, que eran pobres y la madre niña tuvo que parir en un establo, sin asistencia y que marcó con su percepción de las relaciones humanas, los 2000 años que nos anteceden.

Porque el tema candente de la migración  y el nacimiento era el núcleo central del mito navideño en nuestro país, en que no somos ni europeos ni nórdicos.

Pero ahora solo queda  la comida, los regalos, los abetos nórdicos adornados con luces, el color rojo del mantel que evoca  las fiestas paganas europeas del solsticio de Invierno, fiestas en honor al Sol y a la vida que vuelve con su retorno, cosa que los asistentes tampoco perciben.

La otra significación, la cristiana, ya no está.  Casi todos los asistentes han ido a colegios católicos y están bautizados, pero nadie sabe por qué está ahí comiendo en comunidad. El mito de Jesús, pobre y migrante se fue, desapareció. Los pesebres ya no están. Y el mito del sol tampoco.  Solo quedan los símbolos visuales de algo que fue.

Así los hijos, ya de mediana edad y exitosos, hablan del horror y la flojera de los inmigrantes, a los cuáles dicen que el Estado trata mejor que a los trabajadores chilenos, y da prioridad en consultorio y hospitales.

Alguien acotó que en realidad hacía falta mano de obra, y yo, que me sentía extrañamente ajena a todas estas opiniones livianas soltadas con tanto vigor y convicción, intervine.

Como soy una de las matriarcas de la familia, digamos una vieja, me escucharon por un minuto cortésmente.

“Yo soy hija y nieta de inmigrantes, y ustedes, les dije a mis hijos y a la familia política para que se enterara, por su lado paterno también los son. Y la xenofobia ha existido siempre en Chile.

Coño de mierda, así llamaban a los españoles, o alemanes de mierda, o bachichas,  a los italianos.  Los chilenos nunca han querido inmigrantes porque se sienten amenazados por ellos. Este miedo está metido en la sangre y los huesos de este país insular.”

Y esto se debe, me imagino, a que el pueblo chileno teme que el inmigrante que viene con otra fuerza y conocimientos, pase a formar parte de la clase percibida como opresora y se vuelva contra ellos.  Es el miedo por el convencimiento íntimo de su propia limitación por falta de conocimientos, que el extranjero tiene.  Y en vez de tratar de aprender con esos extranjeros, trata de boicotearlos.

Y les recordé que uno de mis tíos, inmigrante político de la Guerra Civil Española, y químico de profesión, fue el que instaló, junto con médicos chilenos, la primera planta de penicilina en el Bacteriológico en los años 45 o 47 del pasado siglo, con lo cual la mortandad de los chilenos, que era similar a la de Calcuta, terminó.

Y los  inmigrantes de fines del siglo 19 fueron los que construyeron las primeras industrias en Chile, y las únicas que tuvo nunca.  Y los hijos  de estos inmigrantes están salpicados por toda la sociedad del conocimiento que ha tenido nuestro país.

Y que actualmente esos negritos haitianos están trabajando en los campos, en las cosechas, recogiendo uva para nuestros famosos vinos de exportación,  Y las venezolanas  bonitas y corteses nos están dando una lección de buenas maneras y cortesía en nuestro abrutado trato nacional.

Y añado ahora, que quizás la próxima generación, va a tener el pelo más rizado, y va a ser más cortés y educada que ahora, y va a producir  personas más alegres e imaginativas con raíces étnicas múltiples.

Nadie habló ni una palabra sobre el mito moral de la Navidad, mostrando que el cristianismo está en caída libre en el chileno corriente y que los temas de moral de convivencia, no están en las mentes de las personas.

Aparecieron toneladas de regalos, música un poco demasiado fuerte para mi digestión, y apreciamos los esfuerzos de los dueños de casa por juntar a la familia.

Pero pienso que la fiesta ya nunca tendrá la magia  que tuvo anteriormente, pues desapareció el último mito que la sustentaba.

Con lo cual llegué a la conclusión de que es bueno estar más cerca del arpa que de la guitarra, en un mundo cuyo orden y fundamento ya no entendemos, y  lo único que se ve en el horizonte como aglutinante de las personas, son esas tendencias xenofóbicas y la deglusión no pensada de una realidad en blanco y negro sin ninguna reflexión ni valor moral.

17 comentarios

  • Honorio Cadarso

    Olga: Lo de urte berri on (en Vizcaya decimos barri) lo he puesto especialmente para ti, y para Oscar también. Seguiré intentando que Euskal Telebista de invite a venir a visitarnos. Te darás cuenta de cómo enfoca Urkullu y Euskadi el tema de esta España pluricultural. Lo veo mejor que lo de los independentistas catalanes…

    Te sabes el Ator ator mutil etxera? !Ator, ator neskatilla, ator ator Euskalherriara gu bisitatzera!

     

    te

     

     

  • olga larrazabal

    ¿Y saben lo que más eche de menos?  La buena música de Navidad que escuchábamos o cantábamos en conjunto.  Todo fue tapado por un griterío de villancicos chillones fabricados en serie en la China.

    Yo se que son lamentos de vieja del siglo XX que no logra asimilar las modas del siglo XXI.  Y que cuando llegué a la casa me tome mi champagne Demi-Sec y busqué en youtube donde está todo, la buena música coral que me faltaba.

    • No te lo vas a creer, pero te prometo que ese villancico lo he cantado en el coro de mi colegio. Precioso. Pero con un aire más rápido.
      Dios santo, Menudos recuerdos. Por aquel entonces desconocía que el mal existiera. Todas las personas eran buenas.
      En fin.
      Gracias por avivar mis recuerdos bonitos

      • olga larrazabal

        Si, que cantidad de recuerdos trae la Navidad y la música. Y claro, en mi incomodidad hubieron varias cosas, siendo los inmigrantes solamente un aspecto en la conversación en un tema que es difícil y que nadie abordó con el menor sentido de lo que yo considero cristiano. Y el darme cuenta hasta que punto había desaparecido del ideario de los asistentes el punto de vista cristiano de la fraternidad y de la compasión como ideal de comportamiento, me dejó ¡Plop!
        Saludos y Felicidades.

  • ana rodrigo

    Un artículo muy interesante, pero deberíamos dividirlo, por lo menos en tres temas: la caída del mito y la  descristianización de la navidad, las migraciones y el cambio de época-de generación.

    Estoy completamente de acuerdo con el comentario de Carmen. Hemos vivido el mito y la navidad cristiana de una manera, como una tradición histórica de los hechos del relato navideño, que yo personalmente no añoro. Sin embargo la sociedad actual y, especialmente la juventud, celebran estas fiestas de otra manera, más centradas en los regalos y el consumismo, es decir, de una manera totalmente laica. Como ya dije el otro día, con un aspecto positivo como es sacar a flote todos esos buenos sentimientos que tenemos dentro y que los hacemos explícitos y se los decimos a nuestros seres queridos próximos y lejanos, (cosa que no solemos hacer cotidianamente).

    Como dice Carmen, siempre las nuevas generaciones nos hacen tambalear nuestras tradiciones y rutinas. Es ley de vida, y, por otra parte la única manera que tiene la Humanidad de avanzar y, en ocasiones, de retroceder, pero siempre ganan los avances. ¿Que olvidan el relato religioso? mejor. ¿Que lo purifican de creencias erróneas? mejor. Que se despierta la solidaridad y se visibiliza la pobreza y los pobres? Eso es bueno ¿Qué se fomenta la reflexión sobre las desigualdades sociales? También lo veo positivo

    Sobre el tema de las migraciones, que siempre han existido, lo que ocurre ahora es que se identifica y se acota nítidamente la xenofobia en la sociedad. En los dos últimos siglos el mundo se dividió en dos bandos, los devoradores y los devorados, es decir, el desarrollo de unos pocos países a costa de las materias primas y la mano de obra barata de otros. el robar masivamente a otros países que era sistémico (ahora también, pero con intentos de camuflaje)en este momento se ha convertido en miedo y rechazo a unos grupos de gente que arriesga su vida, y muchos perecen, acusándoles de que vienen a quitarnos el trabajo, la sanidad, a robar, etc.

    Pero en contraposición a esta triste realidad, hay que destacar la inmensa solidaridad social y las ongs que trabajan incansablemente  rescatando miles de personas en riesgo de perder la vida, personas que sufren el rechazo de muchos países europeos, aunque que no en todos, afortunadamente. Como el caso del Open Arms que, por fin ha conseguido llegar a España después de ocho días navegando con mucha penuria por rechazo de otros países con puertos más próximos.

    En fin, que siempre hay que ver las dos caras de la realidad, que es lo que, humildemente, he querido hacer.

    • Asun Poudereux

      Gracias, Ana, por este enfoque de tu reflexión.
      Las dos y hasta múltiples caras de la realidad. El nuevo paradigma va abriéndose paso. Y siempre actúan personas en lo mejor y peor de ellas, conscientes de sus inercias para ir rectificando o seguir muy replegadas en ellas.

      Todo se andará. Como ves no digo nada nuevo.

      Paz y Alegría que no falte nunca en el nuevo año.

  • Mª Pilar

    ¡Como comprendo cuanto nos relatas en este art. Olga!

    Mi madre, también estuvo con uno de sus hermanos mayores por Argentina… y cierto que fueron muy fecundas sus capacidades para recrear empresas, y llevar adelante, cuanto se proponían.

    Cierto que ellos fueron muy bien recibidos, y reconocido su talento emprendedor.

    Otra cosa es, como lo miran nuestros hijos…

    Un abrazo entrañable Olga.

    pili

  • oscar varela

    Hola!
    Un matrimonio amigo de Buenos Aires,
    que se conocen con Olguita,
    están en Nueva Zelanda visitando a su hija casada (y con 2 hijos).
    Ayer leyeron el Artículo y me comentan:
    – “Excelente reflexión  de Olga!!!
    – Me sentí  muy  identificada  con ella  en sus decires…”-
    …………………
    NOTA de color:
    El tal matrimonio es el Encargado de la Zona Sur
    de la Federación latinoamericana de Curas casados.
    Todavía no les anuncié que voy a fundar una “extensión”:
    La de los “CURAS VIUDOS”.
    ¿Alguno más se anota?

  • Asun Poudereux

    Esta visión sobre la Navidad podría servir de muestra en este mundo tan mal globalizado. Muchas gracias por hacernos detener en ello. Realidad de realidades.

    Hacer uso de la memoria histórica tocando el arpa, no traiciona la reflexión. Por de pronto la melodía y sus silencios disuelve complejos paralizantes, y la mirada los sacude de los rincones egoicos …y a lo mejor… la hacemos nuestra con arpa y todo.

     

     

  • Pues si.

    Quiero pensar que eso también les pasó a nuestros padres con nosotros. Y a nuestros abuelos con nuestros padres. Llega un momento en que no entendemos a la generación siguiente a la nuestra.. Asi creo que son las cosas.

    En cuanto a la caída libre del cristianismo, es otra realidad. Hace ya bastantes años que se empezó a profetizar, no sé exactamente de quién es la expresión invierno eclesial, pero estuvo sembrao , que dicen por mi tierra.

    El problema es que hay una identidad matemática entre iglesia y cristianismo. No acepto esa identidad. Para mi no es un axioma.

    Pero es más. Tampoco creo que el cristianismo sea únicamente cosa de personas empobrecidas y marginadas. Creo que si los que tienen el dinero, es decir, los que tienen el poder , entendiesen un poco de qué va esto del cristianismo, el mundo sería otro. No me refiero al cristianismo eclesial. Ese para mi no se vale. Identificaron el libro de El Capital, como un ataque al cristianismo. Pero no es cierto. Es un ataque al poder capitalista del que la iglesia como institución, forma parte. Ahi está el escándalo del banco vaticano, con suicidio y todo por enmedio. La iglesia está metida hasta las trancas en el juego del Poder.

    El cristianismo identificado con la institución eclesial, está herido de muerte. Pero surgirá otro, lo sé. De hecho ya ha surgido. Y esto empieza ahora.

    Así  pienso.

    No te hagas mala sangre. Vivimos tiempos convulsos, una época de cambio bestial  . Pero antes o después esa idea nueva, que en realidad es la auténtica, de cristianismo, irà ganando terreno. Porque ese es el camino. Al menos para mi lo es.

    Un abrazo

    • oscar varela

      Te leo:
      -“eso también les pasó a nuestros padres con nosotros.
      Y a nuestros abuelos con nuestros padres.
      Llega un momento en que no entendemos
      a la generación siguiente a la nuestra.
      Así creo que son las cosas.”-
      ……………..
      Esa es, precisamente, la “razón histórica”,
      la que “da razón” de lo que nos pasa y de lo que hacemos.
      El género literario que se le adecúa es
      * NARRACIÓN
      * CUENTO
      * RELATO
      * NOVELA

      En fin: MITO.

      • oscar varela

        (sigo)
        Y todo otro “Género literario”
        (aun el científico -incluyendo “filosofía” y “teología”)
        son:
        FERMENTACIONES de un MITO.

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