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La izquierda y Catalunya

Magnífico artículo encontrado en Other News y enviado a ATRIO por Rodrigo Olvera.

Boaventura de Sousa Santos*

El referéndum de Catalunya del próximo domingo formará parte de la historia de Europa y ciertamente por las peores razones. No voy a abordar aquí las cuestiones de fondo que, según las diferentes perspectivas, pueden leerse como cuestión histórica, cuestión territorial, cuestión de colonialismo interno o como una cuestión más amplia de autodeterminación. Son las cuestiones más importantes sin las cuales no se comprenden los problemas actuales. Sobre ellas tengo una modesta opinión. Es una opinión que muchos considerarán irrelevante porque, siendo portugués, tengo tendencia a tener una solidaridad especial con Catalunya. En el mismo año en que Portugal se liberó de los Felipes, 1640, Catalunya fracasó en los mismos intentos. Por supuesto que Portugal era un caso muy diferente, un país independiente hace más de cuatro siglos y con un imperio que se extendía por todos los continentes.

Pero, a pesar de ello, había cierta afinidad en los objetivos y, además, la victoria de Portugal y el fracaso de Catalunya están más relacionados de lo que se puede pensar. Tal vez sea bueno recordar que la Corona española solo reconoció la “declaración unilateral de independencia” de Portugal veintiséis años después.

Sucede que, siendo estas las cuestiones más importantes, lamentablemente en este momento no son las más urgentes. Las cuestiones más urgentes son las cuestiones de la legalidad y la democracia. Me ocupo aquí de ellas por ser del interés de todos los demócratas de Europa y del mundo. Tal como fue decretado, el referéndum es ilegal a la luz de la Constitución vigente del Estado español y, como tal, en una democracia, no puede tener ningún efecto jurídico. Por sí mismo no puede decidir si el futuro de Catalunya está dentro o fuera España. Podemos tiene razón al declarar que no acepta una declaración unilateral de independencia. Pero la complejidad emerge cuando se reduce la relación entre lo jurídico y lo político a esta interpretación.

En las sociedades capitalistas y profundamente asimétricas en que vivimos, siempre hay más de una lectura posible de las relaciones entre lo jurídico y lo político. La oposición entre ellas es lo que distingue una posición de izquierda de una posición de derecha frente a la declaración unilateral de independencia. Una posición de izquierda sobre las relaciones entre lo jurídico y lo político, entre la ley y la democracia, se basa en los siguientes supuestos.

  • Primero: la relación entre ley y democracia es dialéctica y no mecánica. Mucho de lo que consideramos legalidad democrática en un determinado momento histórico empezó por ser ilegalidad como aspiración a una mejor y más amplia democracia. Hay, pues, que dar mucha atención a los procesos políticos en toda su dinámica y amplitud y nunca reducirlos a su coincidencia con la ley del momento.
  • Segundo: los gobiernos de derecha, sobretodo de la derecha neoliberal, no tienen ninguna legitimidad democrática para declararse defensores de la ley, dado que sus prácticas se asientan en violaciones sistemáticas de la ley. No hablo de la corrupción endémica. Hablo, por ejemplo, de la Ley de Memoria Histórica, de los Estatutos de autonomía en lo que se refiere a la financiación e inversión pactada con las Comunidades Autónomas, del cumplimiento fáctico de derechos reconocidos constitucionalmente, como el derecho a la vivienda, del recurso a políticas de excepción sin previa declaración constitucional. En estas condiciones la apelación del gobierno neoliberal al Estado de derecho es siempre una apelación disfrazada a un Estado de derechas. La izquierda debe cuidarse de no tener la menor complicidad con esta concepción oportunista de la ley.
  • Tercero: la desobediencia civil y política es un patrimonio inalienable de la izquierda. Sin ella, por ejemplo, no habría sido posible hace unos años el movimiento de los indignados y las perturbaciones que causó en el orden público. Desde la izquierda, la desobediencia debe ser igualmente juzgada dialécticamente, no por lo que es ahora, sino como una inversión en un futuro mejor. Este juicio sobre el futuro debe ser hecho no solamente por los que desobedecen (normalmente pagan un precio alto por ello), sino también por todos los que podrán beneficiarse de ese futuro mejor. O sea, la pregunta es si del acto de desobediencia se puede deducir con gran probabilidad que su dinámica es conducir a una comunidad política más democrática y más justa en su conjunto y no solamente para los que desobedecen.
  • Cuarto: el referéndum de Catalunya configura un acto de desobediencia civil y política y, como tal, no puede tener directamente los efectos políticos que se propone. Pero esto no quiere decir que no pueda tener otros efectos políticos legítimos e incluso que pueda ser la condición sine qua non para que los efectos políticos pretendidos se obtengan en el futuro mediante futuras mediaciones políticas y jurídicas. El movimiento de los indignados no logró realizar sus propósitos de “¡democracia real ya!”, pero no cabe duda de que, gracias a él, España es hoy un país más democrático. La emergencia de Podemos, de otros partidos de izquierda autonómica y de las mareas ciudadanas son, entre otras, prueba de eso mismo.

A partir de estos presupuestos, una posición de izquierda sobre el referéndum de Catalunya podría consistir en lo siguiente. En primer lugar, declarar inequívocamente que el referéndum es ilegal y que no puede producir los efectos que se propone (declaración hecha). En segundo lugar, declarar que ello no impide que el referéndum sea un acto legítimo de desobediencia y que, aun sin tener efectos jurídicos, el pueblo de Catalunya tiene todo el derecho a manifestarse libremente en el referéndum (declaración omitida). Y que esta manifestación constituye en sí misma un acto político democrático de gran transcendencia en las actuales circunstancias.

La segunda declaración sería la que realmente distingue una posición de izquierda de una posición de derecha. Y tendría las siguientes implicaciones. La izquierda denunciaría al Gobierno español en las instancias europeas y lo demandaría judicialmente ante los tribunales europeos por violar la Constitución al aplicar medidas de estado de excepción sin pasar por su declaración legal. La izquierda sabe que la complicidad de Bruselas con el Gobierno español se debe exclusivamente al hecho de que España está gobernada en estos momentos por un gobierno de derecha neoliberal. Y también sabe que defender la ley sin más es moralista y sin ningún efecto, pues, como afirmé arriba, bien sabemos que la derecha neoliberal (como la que está ahora en el poder en España) solo respeta la ley (y la democracia) cuando sirve a sus intereses. La izquierda social y política se organizaría para viajar en masa y desde todas las regiones del Estado español a Catalunya el domingo para apoyar presencialmente en las calles y plazas a los catalanes en el ejercicio pacífico de su referéndum y ser testigo presencial de la eventual violencia represiva del Gobierno español. Buscaría la solidaridad de todos los partidos de izquierda de Europa, invitándolos a viajar a Barcelona y a ser observadores informales del referéndum y de la violencia, en caso de que esta se produjera. Se manifestaría pacífica e indignadamente (repito, indignadamente) por el derecho de los catalanes a un acto público pacífico y democrático. Documentaría minuciosamente y presentaría queja judicial de todos los actos de violencia represiva. Si el referéndum resultara violentamente impedido, quedaría claro que lo habría sido sin ninguna complicidad de la izquierda.

Al día siguiente del referéndum, cualquiera que fuera el resultado, la izquierda estaría en una posición privilegiada para tener un papel único en la discusión política que se seguiría. ¿Independencia? ¿Más autonomía? ¿Estado federal plurinacional? ¿Estado libre asociado distinto de la caricatura que trágicamente representa Puerto Rico? Todas las posiciones estarían sobre la mesa y los catalanes sabrían que no necesitarían las fuerzas de derecha locales, que históricamente siempre se coludieron con el gobierno central contra las clases populares de Catalunya, para hacer valer la posición que la mayoría entendiera ser mejor. Es decir, los catalanes, los europeos y los demócratas del mundo conocerían entonces una nueva posibilidad de ser de izquierda en una sociedad democrática plurinacional. Sería una contribución de los pueblos y naciones de España a la democratización de la democracia en todo el mundo.27.09.17.

Traducción de Antoni Aguiló

—————————————

*Académico portugués. Doctor en sociología, catedrático de la Facultad de Economía y Director del Centro de Estudios Sociales de la Universidad de Coímbra (Portugal). Profesor distinguido de la Universidad de Wisconsin-Madison (EE.UU) y de diversos establecimientos académicos del mundo. Es uno de los científicos sociales e investigadores más importantes del mundo en el área de la sociología jurídica y es uno de los principales dinamizadores del Foro Social Mundial. Artículo enviado a Other News por el autor. 

19 comentarios

  • George R Porta

     
    Cuando se piensa dialécticamente ¿cómo se puede localizar el pensamiento entre la derecho o la izquierda? Esa clasificación pequeñoburguesa no se le puede aplicar.
     

    El pensamiento dialéctico precisamente, si es puesto por escrito en castellano y otros idiomas de linaje europeo sea romano, eslavo o griego, colocará lo primero que considere a la izquierda lo mismo si se trata de un «derechismo» o de un «izquierdismo.

     

    En otros idiomas (por ej., hebreo, árabe y otras) la consideración inicial será colocada a la derecha, aunque sea un izquierdismo o lo colocará verticalmente y de derecha a izquierda indistintamente.

     

    Por lo demás no me parece de mucho sentido —me parece hasta injusto precisamente con la «Memoria Histórica»— comparar a Portugal y España denigrando a ésta, sin mencionar que, lamentablemente, ambas produjeron dictadores o tiranos fascistas además de imperios genocidas que desaparecieron y lo que es peor, que proceden en más de la mitad de la misma raíz dinástica, en el caso de Portugal, una raíz que se hunde en tierra de nadie, entre el antiquísimo Reino de León y un oscuro dominio en Francia (ss. xi -xii).  

  • pepe blanco

    Supongo que para muchos no será suficientemente de izquierdas, pero la portada de Liberation me parece estupenda:

    http://www.liberation.fr/direct/element/a-la-une-de-libe-ce-jeudi_71814/

     

  • Javier Pelaez

    En vez de “ken” era “le”…

  • Javier Pelaez

    Y esos carteles de los mítines de ERC que ponen en una casilla Rajoy y otra República.Ya lo ha explicado Junqueras:si votamos muchos se va Rajoy y el PP……Qué caradura! Engañar así.Primero,Rajoy no se va y esto ken apúntala.Segundo,Rajoy no es España.Tercero,engañar así para acumular votos y hacer una DUI.Increíble.

  • pepe blanco

    Este es el referendum de la posverdad, esa idea en la que, “el que algo aparente ser verdad es más importante que la propia verdad”.

    Es alucinante oir las declaraciones públicas de Mas, Puigdemont o de Romeva: este referendum es legal, obedecemos la legalidad internacional, si nos independizamos continuaremos en la Unión Europea, el gobierno español es represor, se han atacado los derechos fundamentales de los ciudadanos, bla, bla bla. Oye, y se quedan tan anchos. Es una sucesión de falsedades, una tras otra y las proclaman públicamente con toda la naturalidad del mundo.

    Y hay en torno a un 45% de catalanes que se las creen y las repiten como cotorras. La verdad, a mí siempre me han caído bien los catalanes, pero la conducta de una buena parte de ellos en esta ocasión es como para pensar si quererlos o no como conciudadanos.

    Al lado de estos mentirosos, la asesora de Trump que acuñó lo de la “posverdad” y los “hechos alternativos” es una torpe aficionada.

    • pepe blanco

      No es que me quiera responder a mí mismo, sino que me gustaría ampliar este comentario sobre las posverdad y los hechos alternativos en Cataluña.

      Pongo el enlace a un artículo que muestra cómo se manipuló en los medios catalanes la información sobre la violencia policial, poniendo imágenes de viejas intervenciones de los mossos, antiguos vídeos de la policía turca, etc.

      “Crisis en Cataluña: una ficción muchomás efectiva”

      http://www.elmundo.es/cataluna/2017/10/04/59d3fbf0468aeb46538b4604.html

  • Javier Pelaez

    Muy simbólico esos padres que pretenden custodiar los “tuppers” ocupando los colegios.No se acuerdan de que partido era esa Consejera que cobraba tres euros al día por calentar el Tupper en el colegio?.Es evidente que la República Tupper no anuncia la Arcadia.Con estos políticos imposible.

  • Javier Pelaez

    El Mayor Trapero da la orden de desalojar sin violencia.Primer milagro del procés:los Mossos hacen algo sin violencia!!!.

  • M.Luisa

    Veamos, Isidoro, lo optimo no es enemigo de lo bueno sino consecuencia de ello, sin cosas buenas no podríamos hablar de lo optimo.

    Parece que sitúas tu argumentación en tiempos de Thomas  Hobbes, quien como debes saber según este filósofo  todos los hombres son libres y, sin embargo, viven en el perpetuo peligro de que acontezca una guerra de todos contra todos.

    ¡¡Pero,amigo,  es que desde entonces ha llovido bastante!!.

    Por otra parte, no porque sean subjetivas las legitimidades no contengan momentos de objetividad real para comformar   temporalmente legalidades.

    Precisamente la inteligencia nos priva de ser prisioneros de nuestras emociones. Y justo de esto se trata de una conformidad que en su dinamismo opera de abajo arriba.

  • Javier Pelaez

    Ya se sabe que las urnas son chinas y se venden por la página web Alibaba.Apropiadas para excluir el 3% de los votos.

  • Román Díaz Ayala

    No sé por qué, pero este nuevo trabajo de Sousa Santos me olió un poco a naftalina, yo que siempre le he leído con auténtico interés, pero ensegidam e vino a la memoría el período revolucionario que habíamos vivido en España alrededor del año 1917 que supuso el final de la Restauración y el comienzo para nuestro país de la entrada en los conflictos del siglo, estando Europa en  guerra.

    cierto que no mucho si no casi todo lo que consideramos legalidad del presente ( el presente histórico, el que estamos viviendo actualmente) y que justamente es “democrática”, atrás en la historia no podía ser legal, más que como aspiración de unos pocos.

    Entonces, en el período ya citado, se presentaba una propuesta de ruptura del sistema mediante la Revolución, que comportsba casi con seguridad una violencia con el argumento de restarle toda legitimidad a la legalidad vigente El ejército era un actor político, y se promocionaba armar a las clases proletarias.

    pero también se promocionaba otra forma de ruptura que aspiraba a lo mismo por otros métodos, la organización sindical de clase y la huelga, la entrada en los órganos de representación política.

    ¿De verdad se cree sinceramente que vivimos ahora en una misma situación, sin nada conseguido?

    Un gobierno de derecha por muy neoliberal que fuere no sólo tiene legitimidad, sino la obligación democratica para declararse en  defensor de la ley,  y si éste ejecutivo ha mostrado que ha violado sistemáticamente la Ley, por mecanismo del sistema intervienen los otros poderes del Estado (ya sea en sede judicial o parlamentaria) Si el Parlamento en nuestra democracia representativa por intereses de las fuerzas políticas sostienen a éste Ejecutivo hasta cumplir su mandato ( cosa que está ocurriendo en España con respeto al Gobierno del PP) para ésto están las urnas, el mandato popular Si tal Ejecutivo ha perdido legitimidad de ejercicio en España existen unos mecanismos de los cuales el más característico es una “moción de censura” al Ejecutivo del propio parlamento)

    Resulta que querer convertir el amago de Referendum para la independencia de Catalunya se comprende y se acepta ( logro de los indendentistas) como una movilización popular masiva, y se quiere “legalizar” como un acto popular de desobecdiencia civil y política, se debe también afirmar que tal  acto no va dirigido contra el Ejecutivo del Estado, sino contra las propias leyes que se han dado los catalanas, es decir que va contra la legalidad propiamente catalana:LA Constitución fue aprobada masivamente en Cataluña ( cerca del 9o por ciento) y su Estatuto de Autonomía.

  • Isidoro García

    Se dice que el óptimo es enemigo de lo bueno. Y un ejemplo de esto es el buen razonamiento teórico, anterior de M.Luisa, distinguiendo entre legitimidad y legalidad.

    Porque ese razonamiento que conduce a la desobediencia política legítima de una parte de la comunidad, es el que ha precedido a todas las guerras civiles de la historia, que no son otra cosa que un choque de legitimidades subjetivas de dos partes antagónicas de la comunidad, cada una con sus legitimidades subjetivas.

    Se dirá que deberíamos ser civilizados y no atravesar ciertos límites, pero extrañarse de que la gente no sea lo civilizada y equilibrada psicológicamente como quisiéramos, es un buenismo utópico, que puede devenir muy peligroso.

    Aún somos lo que somos, y si mi abuela tuviera dos ruedas y un timbre, entonces ya no sería mi abuela, sino una bicicleta. Tirarse al vacío, con la esperanza de que el de abajo te coja con los brazos, es muy temerario.

    Para conciliar o al menos apaciguar, ambas legitimidades subjetivas, está el acuerdo o concordia negociado, en el que ambas partes ceden parte de sus legitimidades subjetivas, que constituye la legalidad.

    ¿Pero están ambas partes dispuestas a ceder alguna parte de sus “derechos” subjetivos?. ¿O vamos al órdago del todo o todo?.

  • M.Luisa

    Inteligente  punto de vista el que presenta este artículo!

    Este  enfoque es el que  Catalunya  defiende y cuida denodadamente  en medio de tantos impedimentos  legalistas.  Es el que desearía  se hubiera proyectado al exterior, pero entonces es cuando surge  del otro lado aquello del complejo de superiorida.

    Por eso me interesó ya desde un principio cuando aquí comenzamos a debatir sobre el tema, tener clara  la distinción conceptual entre legalidad y legitimidad.
    Como se sabe pues  la legalidad con el uso puede enquistarse, mientras que la legitimidad siempre está latente y abierta para que eso precisamente no ocurra, para que la legalidad se adapte y cambie a los tiempos.

    La legitimidad está siempre vertida  a la verdad  precisamente por su latencia, por ese tanteo mismo de su condición, mientras que  legalidad a la larga puede devenir  en autoridad.

    Ambas tienen como finalidad la justicia, pero como ésta en un autentico sistema democrático  debe emanar del pueblo   es en este sentido que si la legalidad no sirve a la justicia será cuando pierde toda su legitimidad  recurriendo entonces a la fuerza, en cuanto a  violación  de los derechos fundamentales, como se está poniendo de manifiesto estos últimos días.

    Con estos mimbres   cualquier observador  percibirá  que hablar de democracia real  se antoja, cuando menos, extraño.
    Por tanto frente a este escenario lo que   se impone es la desobediencia política    entendiéndola como necesaria  para hacer justo efectiva esta realidad de cambio emergente  que se cierne entre legalidad y legitimidad cuyo ejercicio dinámico es el que da amplitud  de miras a la democracia.

  • olga larrazabal

    Lo que parece sumamente torpe es tratar de detener la consulta  en forma violenta, sea esta o no constitucional, ya que la violencia siempre va en espiral, y genera guerras civiles y movimientos terroristas que supongo nadie quiere.

    Si la consulta no es vinculante, si es solamente un dato acerca de lo que realmente piensan los catalanes, es bueno tenerlo como dato para negociar.  Puede que enfrentados con las urnas, y con la idea de que una secesión tiene costos altos a corto y mediano plazo, que en general a la gente no les gusta pagar, los resultados no sean tan patrióticos.  Y si gana obliga a tener cordura y a negociar.  Y las negociaciones pueden durar mucho, y la Bolsa de Barcelona puede irse a pique,  y se puede llegar a un nuevo acuerdo, y por último, la constitución actual no es la palabra de Dios en ningún lado y se podrá cambiar.  Pero si meten militares, represión, ahí no hay vuelta atrás.

    No se como serán los catalanes de ahora, pero la “venganza catalana” todavía es recordada.

     

  • ELOY

     
    Estanislao Figueras, catalán, nacido en Barcelona primer presidente de la Primera República  española, en la última parte del discurso de apertura de las Cortes Constituyentes el 1 de Junio de 1873, resaltó que la obra republicana no solo habría ser de progreso, sino también de consolidación, uniendo el valor a la prudencia, procurando calmar y no enconar los ánimos, reconciliar y no dividir a los ciudadanos, fundar una legalidad que como la luz á todos alcance, y como el cielo a todos cobije y apeló expresamente a la no debilitación de España, en los términos siguientes:
     
     ” (…)  Pero nuestra obra no es solamente obra de progreso, sino también obra de conservación. No basta con procurar las reformas que nos faltan; es necesario consolidar las reformas que hemos adquirido. Ayer éramos aún esclavos, y no es tan seguro que mañana podamos ser libres en esta inquieta y movediza Europa. Procuremos con verdadero espíritu político arraigar esta libertad de conciencia, esta libertad de enseñanza, por las cuales todas las ideas progresivas se formulan; y esta libertad de reunión, y esta libertad de asociación, por las cuales todas las ideas progresivas se difunden; y este Sufragio Universal, por cuya virtud todas las ideas progresivas se realizan; y esta forma de Gobierno, que llama a todos los ciudadanos á participar igualmente del Poder. Para esto, uniendo al valor la prudencia, cerremos el período de las revoluciones violentas, y abramos el período de las revoluciones pacíficas. Procuremos calmar y no enconar los ánimos; reconciliar y no dividir á los ciudadanos; fundar una legalidad que como la luz a todos alcance, y como el cielo á todos cobije, y que sea universalmente amada, porque todos hayan conocido y tocado sus ventajas. Acordémonos de la patria, de la Nación que tanto amamos.//
     
    No la debilitemos, no. Puesto que España va a ser la República, la libertad, la democracia; que sea por lo mismo un grande ejemplo moral, y una grande fuerza material en el mundo, para iluminar con sus ideas y para imponer el debido respeto a su autoridad y su Soberanía. Intacto tenéis el mandato del pueblo; de este pueblo en quien no sabemos si admirar más el valor o la prudencia, la sensatez o el entusiasmo. Todos los poderes se hallan en vuestras manos. Los hemos defendido á costa de todos los sacrificios; usadlos con la moderación que es propia de los fuertes. Nosotros, los miembros del Poder Ejecutivo, nos contentamos con haber sido los fundadores de la República. Este privilegio basta a satisfacer todas nuestras ambiciones, y a recompensarnos de todos nuestros trabajos. //
     
    Si vosotros lográis consolidarla, podéis decir ante el mundo: hemos sido una generación predilecta en la humanidad, y aguardamos tranquilos el juicio de la conciencia humana y el fallo inapelable de la historia. >>
     
     
     

  • Albert Soler

    Parece que estamos en un debate situado a principios del siglo XX, estas plasmadas en el artículo y en algún  comentario no pasan el filtro del tiempo y del espacio, se quedan en tiempos ya pretéritos, la evolución biológica lleva, en parte, un desarrollo del pensamiento cerebral hacia un mayor y lúcido raciocinio. Las conductas también experimentan una evolución hacia actitudes de mayor tolerancia, de equilibrio entre las pulsiones que suelen generar actos derivados de un subconsciente asocial.

  • Mas claro agua.

    Siempre hay una respuesta sensata, en un conflicto.

    En España durante mucho tiempo se ha enseñado en las escuelas, un concepto de lo que es España. Del todo distorsionado. Con el franquismo ya no digamos. Muchos, muchos españoles de todas las clases, Se piensan en español, desde la “unidad”. Pero unidad no es uniformidad. Por eso la Constitución que se precie, se hace desde un consenso resultante de un extenso debate de fuerzas implicadas. Podrá salir de ese debate, algo grande o podrá salir un churro. Nosotros por décadas se nos ha dicho que el churro constitucional, era algo grande a respetar. “Cafe para todos”. Un churro. Eso era decir aquello de “o todos moros o todos cristianos”. Cuando se redactó la Constitución que padecemos. Nadie estaba en situación de “sacar musculo”. Los vascos se pusieron mas duros, y se les reconoció mas. Pero en la situación en que se fraguaba la mencionada Constitución. No se hizo desde la libertad. Los españoles con mas años. Sabemos porque. El espadón militar gravitaba dispuesto a intervenir.

    Lo que tendremos que hacer ahora. Es simplemente lo que no se hizo entonces. Darle a Cataluña el lugar que le corresponde en España. Porque Cataluña. Le pese a quien le pese. Es una Nación. Sin Estado. Por motivos históricos, como se sabe. Pero una Nación diferenciada.

    Para encajar a Cataluña. “En pie de igualdad” tenemos 17 parlamentos. Tenemos mas políticos per capita, que en toda Europa. O sea la uniformidad llevada al extremo. “No es eso, no es eso”. Existe Cataluña diferenciada. Esto lamentablemente en España es una minoría la que lo comprende. De ahí el conflicto.

    Esto al margen de la desastrosa gestión de este conflicto que ha hecho el corrupto, podrido, gobierno del PP.

    La izquierda….

    La izquierda heredó el esquema de Nación jacobino. Sin cuestionarlo. Dejando el tema cultural subjetivo del concepto de Nación, Tal cual existía. Ellos iban por la cuestión económica. Tal como les enseño Marx.

    Tenia que tener poder económico el proletariado. Para tener patria….

    Así. donde busca refugio el sentimiento de patria del proletariado. En la burguesía. De ahí que CIU Haya gobernado largamente en Cataluña. Pero los burgueses siempre defienden intereses, sus intereses. Que paradogicamente. Son económicos….

    Hasta ahora. En Cataluña. Hemos vivido un engaño de CIU. Y esto porque el sentimiento de patria es tan fuerte. Que si no tiene su canal natural de expresión. Se agarra a un sucedáneo.

    Salta a la vista. La “izquierda” socialista. El PESOE. Haciendo piña. Con la España de la uniformidad. Porque, digan lo que digan. Tienen el mismo concepto de Estado posible. Pero hay otros.

    La Izquierda española arcaica. Se enfrenta ante un dilema en el que no sabe que hacer. Yo les doy la solución.

    Replantearse desde sus fundamentos. Que quieren defender. Lo que emana del pueblo. O lo que emana de sus teóricos.

    Defender el superado materialismo. O dar cancha a defender lo subjetivo inmaterial.

    Entonces saldría del merecido descalabro actual. A conectar con el pueblo. Que pide pan. Pero que no solo de pan vive el hombre.

  • oscar varela

    Hola!

    Artículo de madurez.

    Flexible, como la vida, que atiende todas las Circunstancias.

    Un des-mentís a la tiranía del “¡De una vez por todas!”.

    Todo tiene un “Mañana sigue”.

  • pepe blanco

    Probablemente habría sido mejor haber aplicado el artículo 155 de la Constitución, pues parece que se cumplen las condiciones que establece para la suspensión de la autonomía. Eso es lo que pensaba Alfonso Guerra y lo que dijo en el último congreso del PSOE y para quien, los últimos residuos de franquismo que quedan en España son los nacionalismos. Según Guerra, el artículo 155 les de miedo a los demócratas de nuevo cuño.

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