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Lo que está en juego tras lo nuevos hallazgos arqueológicos

VIGILLos martes solíamos dedicarlos en ATRIO a seguir un curso o hacer una reflexión más profunda. Y este es un martes santo, con días por delante para la lectura teológica reposada. Por eso presentamos hoy un extenso artículo de José María Vigil, teólogo representativo de una nueva y valiente teología pluralista de liberación desde nuevos paradigmas, que enfrenta a todas las religiones abrahámicas ante retos insospechados. (A José María se le puede seguir en su sitio en Academia.edu; allí están éste y otros artículos y libros suyos). Fue el artículo de Vigil el que llevó a Eduardo Hoornaert a escribir su  Inminente tsunami a la Biblia. Publicamos antes que nada, en un enlace a PDF, el texto completo de Vigil, que fue publicado el año pasado en portugués (HORIZONTE, 41-42, 2016). En esa versión está el texto completo y con notas. Ojalá muchas personas se atrevan a leer la descripción misma que el autor presenta de los desafiantes descubrimientos de la «nueva arqueología bíblica». Aquí publicamos solo, sin aparato crítico ni bibliografía, las dos últimas partes en las que Vigil saca conclusiones e invita a enfrentar retos. ¿Nos atreveremos? AD.

Esta nueva visión que deriva de la nueva visión arqueológico-bíblica desplaza a otra, la tradicional, sobre la que había muchos valores en juego. Aludamos a ellos aunque sea brevemente.

  • Para Israel (Estado, pueblo de Israel y religión judía)
  • Está en juego en primer lugar la identidad del pueblo de La tradición bíblica, ha consistido en la creencia, tenida por histórica, de que Israel es un pueblo diferente, venido de fuera de Palestina, diferente de los cananeos –el pueblo autóctono–, creado por Dios a partir de la elección de Abraham y la Alianza que selló con él y su descendencia. Israel sería la descendencia biológica de aquellos patriarcas ancestrales, del pueblo judío oprimido en Egipto, que luego del éxodo y de la peregrinación por el desierto, conquistó la tierra de Canaán que Dios había prometido a Abraham. Si los patriarcas son sólo una figuración religiosa, si el pueblo judío no estuvo en Egipto, ni tuvo lugar el éxodo, ni la peregrinación por el desierto… ni por tanto Moisés, ni la Pascua, ni la Alianza del Sinaí… ¿qué queda de la identidad de Israel? ¿Qué es el pueblo de Israel?
  • Está en juego el derecho del pueblo y del Estado de Israel a la tierra que está En el Parlamento de Israel se sigue invocando todavía hoy la Biblia para fundamentar el derecho de Israel a la tierra, apelando además concretamente a la circunscripción de los límites de Israel que en la Biblia aparecen, como límites de la tierra que Dios mismo dio a su pueblo. Si no hubo pueblo israelita venido de fuera de Palestina, si no hubo conquista por la que Dios les entregara esa tierra, si los cananeos no fueron exterminados ni eran un pueblo diferente, ¿qué derechos tiene Israel a la tierra de Palestina, que no tengan otros pueblos que también han morado multisecularmente en ella?
  • Si los relatos bíblicos que contienen esa saga supuestamente histórica del pueblo de Israel, son una creación literaria religiosa, ¿en qué consiste la identidad étnico-cultural del pueblo de Israel? Existe todo un debate al respecto sobre el carácter «inventado» (construido) de la identidad de Israel; la posición emblemática es la de Shlomo SAND, profesor de historia de la Universidad de Tel Aviv.
  • Fuera de Israel, en Occidente, son muchas las entidades para las que Israel juega un papel simbólico. Pensemos por ejemplo, en Estados Unidos, cuya identidad nacional está ligada al Destino Manifiesto de ser un Nuevo Israel, puesto por Dios al servicio de la humanidad, para difundir los valores de la libertad y la democracia, «como ciudad que se alza sobre la colina», luz para los La nueva perspectiva arqueológica sobre la historicidad de sus orígenes, sin duda, aconsejará una reconsideración de esta conciencia identitaria.
  • Para las religiones abrahámicas

Son tres las religiones que se remiten a Abraham y a toda la historia que la Biblia relata sobre él y su descendencia. Todo ese patrimonio religioso escriturístico es puesto en cuestión por la nueva arqueología. Autores muy serios hablan de «invención». Los descubrimientos histórico-arqueológicos obligan a replantearse la historicidad de la Biblia, y como consecuencia, es necesario igualmente un replanteamiento de su significado.

  • Para el cristianismo

Como religión abrahámica, el cristianismo se siente desafiado, en cuanto que debe reconsiderar toda la historiografía bíblica veterotestamentaria sobre la que se apoya, pues se considera heredero sustituto de la promesa hecha en primer lugar a Israel.

Lo que actualmente hemos venido a saber sobre Jesús y sobre los textos y tradiciones fundamentales y fundantes del cristianismo, presenta también una visión radicalmente diferente de la que ha sido su relato oficial durante casi dos mil años. Esta nueva visión histórica de Jesús y de la gestación de los textos cristianos fundacionales, presenta, estructuralmente, el mismo desafío que el nuevo paradigma arqueológico-bíblico presenta al mundo del Antiguo Testamento.

Si es cierta la nueva visión arqueológico-histórica sobre Jesús y sobre la redacción del Nuevo Testamento, entonces todo necesita ser reelaborado, porque el relato tradicional se ha basado en creencias míticas hoy demostradamente inciertas. Si Jesús no quiso fundar una Iglesia, si nunca pensó abandonar el judaísmo, si nunca pensó de sí mismo lo que hasta ahora habíamos pensado que pensó, si mucho de lo que pensábamos que dijo y que hizo no es así como fue… se hace imperativo afrontar esta disonancia cognitiva con la que nos confronta el nuevo paradigma arqueológico-bíblico, y recrear el conjunto; la visión anterior ya no sirve para los hombres y mujeres informados de hoy.

  • Para la antropología y la teología de la religión

Para la visión occidental al menos, a partir de la experiencia de los tres monoteísmos, la religión ha sido clásicamente considerada como dotada de una entidad espiritual que derivaba directamente de unos eventos históricos que constituían una intervención fundadora de Dios en la historia. Desde «siempre» ha pensado así la humanidad, tal vez en la mayor parte de las religiones. Toda religión provenía originalmente de una mano tendida por Dios a la humanidad; y nuestra religiosidad era respuesta a Dios que había intervenido en la historia. Esta intervención era la base sobre la que todo lo demás se apoyaba. Y aun cuando esa intervención quedaba muy lejos en el tiempo, esta misma lejanía la protegía, al hacerla inatacable: nadie podía probar lo contrario, mientras que bastaba la fe para creer en ella.

El nuevo paradigma arqueológico-bíblico cambia esta situación, que había permanecido estable desde tiempos inmemoriales, ancestrales. Hoy, la arqueología sí tiene medios para remontarse hacia atrás y darnos cuenta crítica de aquella supuesta intervención «histórica» de Dios sobre la que se funda cada religión. Sí puede decirnos si aquel relato religioso es o puede ser realmente histórico, o si es construcción humana. Y este cambio de status, obviamente, lo cambia todo, y exige elaborar una nueva autocomprensión de nosotros mismos como adherentes a una religión.

La pregunta es: si hasta ahora, desde siempre, la religión era una respuesta humana al Dios que había salido a nuestro encuentro en la historia real, ¿cómo reentender la religión cuando sabemos por la ciencia (la nueva arqueología entre otras) que la mayor parte de aquella salida de Dios a nuestro encuentro fue una elaboración religiosa, una creencia expresada en unos mitos geniales, una construcción nuestra? ¿Cómo ser religioso asumiendo estos nuevos datos?

 

  • 3. Pistas para reflexionar

Este nuevo paradigma arqueológico-bíblico es  muy reciente, está apenas en su etapa de divulgación. Todavía no ha sido acogido en la reflexión teológica. Su desafío es enorme. Como hemos dicho, obliga a replantearse radicalmente la entidad y el significado de la religión: a esta nueva luz, ser religiosos parece que es otra cosa que lo que estuvimos siempre pensando. Aquí nosotros sólo queremos sugerir/plantear varios caminos de reflexión cuya necesidad y urgencia parecen claras.

  • Estamos ante un nuevo episodio del viejo conflicto fe/ciencia

En su discurso en el acto de erección de la estatua a Galileo en los jardines vaticanos en 1992, dijo Juan Pablo II que el conflicto entre fe y ciencia había terminado. Pero no era cierto: el conflicto había acabado con la astrofísica, pero continúa con otras ciencias: la antropología, la epistemología, la cosmo-biología… están hoy en conflicto con la fe, en cuanto ciencias. Con el abandono del paradigma de la vieja «arqueología bíblica» es la nueva arqueología la que ha entrado también en conflicto con la fe. Es decir, como en el caso de la astrofísica con Galileo, es ahora la nueva arqueología la que aporta una «nueva información», que choca con informaciones hasta ahora incluidas oficialmente en el paquete de nuestra fe. Tomábamos a Abraham, la alianza, los patriarcas, el éxodo, la conquista de la tierra prometida, las promesas a David… como ciertos históricamente, como intervenciones históricas de Dios mismo en las que se apoyaba directa e indubitablemente nuestra fe. Y ahora la nueva arqueología nos dice que las cosas no fueron como pensábamos, que la información sobre la que apoyábamos «nuestra respuesta a la intervención de Dios» no es cierta. Pero no sólo eso: también nos informa de muchos pormenores que nos ayudan a entender qué es lo que realmente pasó, de qué se trataba realmente, si no era sin más una intervención histórica de Dios.

En realidad, no estamos ante nada radicalmente nuevo: se trata de un nuevo episodio, uno más, del casi permanente conflicto fe-ciencia. Conforme ha surgido la ciencia moderna, hace unos pocos siglos, la ampliación que ésta ha ido haciendo del conocimiento ha entrado en zonas que la conciencia humana religiosa había rellenado simplemente como pudo, normalmente con creencias elaboradas por nosotros mismos mediante una epistemología mítica. Casi todos los grandes avances científicos han provocado reajustes que la conciencia religiosa ha tenido que hacer, al estar ésta construida sobre supuestos (míticos, creenciales, acríticos) que las «nuevas informaciones» aportadas por las ciencias, han contradicho. Ahora ha tomado la vez la arqueología, cuando con sus muchos nuevos procedimientos y tecnologías ha adquirido una potencia capaz de «desenterrar la Biblia»… Y tal como en el caso del heliocentrismo la religión tuvo que aceptar el desafío y abandonar su geocentrismo, por más que se sintiera en él como en su propia casa, ahora la religión va a tener que abandonar la visión clásica de «la intervención histórica de Dios que nos pide una respuesta de fe», lo que ha sido hasta ahora la «fórmula dimensional», el ADN de la vivencia religiosa.

La religión necesita una nueva autocomprensión, para un futuro diferente, porque necesita reinventarse. Reinvención que no tendría que generar desconfianza, pues estamos descubriendo con gozo que tanto las religiones agrarias como el acceso mismo a la dimensión espiritual fueron geniales invenciones creativas «emergentes» en el proceso biocultural de nuestra hominización y humanización.

 

  • ¿Una nueva teología de la religión?

Aun a sabiendas de la inexistencia de una definición de religión que sea comúnmente admitida, podríamos asumir provisionalmente que las religiones del libro se han considerado a sí mismas, de alguna manera, como la relación de los seres humanos con Dios, establecida en respuesta a su intervención en la historia, en una serie de acciones y manifestaciones cuyo relato revelado se conserva en la Escritura. Este tipo de religiosidad ha sido vivida con gran conciencia de objetividad y de historicidad, como la realidad más real, sagrada y decisiva. Así ha sido durante milenios. Esta forma de religiosidad encajaba bien en las posibilidades cognitivas y funcionales de nuestra especie: ha funcionado sin dificultades, haciéndonos viables y siendo, con su poderosa fuerza evocadora de sentido, un gran medio de sobrevivencia.

Pero hoy estamos en un momento de transformación evolutiva, causado principalmente –aunque no únicamente– por una ampliación incesante del conocimiento en todas sus campos y dimensiones: científica, crítica, reflexiva, retrospectiva, cósmica… Y uno de sus efectos sorprendentes es el de poner incluso a nuestro alcance el conocimiento del pasado del que provenimos. A partir de un cierto momento de inflexión, ahora, cuanto más avanzamos, más retrocedemos en el tiempo, más recuperamos el pasado de la sociedad, de la religión, de la Tierra y del cosmos incluso. No sólo el pasado de la cultura material, sino también de la cultura también ideológica y espiritual. Hoy tenemos tecnologías capaces de «leer» la documentación histórica que está escrita de mil formas en las rocas, en el suelo, en el subsuelo, en las huellas arqueológicas… pero también en los textos y sus contextos, en las ideas y en su evolución…

Es aquí donde se enmarca el desafío de la nueva «arqueología», que nos golpea con su constatación de que el relato religioso básico de las religiones del libro, que considerábamos básicamente histórico-objetivo, no lo es. Lo realmente histórico es «otro relato», oculto hasta ahora, que nos habla de una gesta de creatividad espiritual de pueblos que, mediante su experiencia religiosa, encontraron fuerzas para sobreponerse a situaciones desesperadas, prácticamente asediados por la muerte, y fueron capaces de dotarse de un nuevo sentido, y de sobrevivir, con el recurso de su propia religiosidad. Apoyada en la seguridad de la intervención histórica de Dios en el pasado y en el futuro por venir, aquellos pueblos o comunidades hicieron de necesidad virtud, y encontraron fuerzas para reinventarse.

Hoy sabemos que esto último es lo realmente histórico, la verdad profunda del relato bíblico. Los relatos religiosos mismos hoy los sabemos no históricos. A estas alturas del desarrollo de la ciencia hemos perdido la capacidad de ingenuidad mítico/histórica. Por efecto del contexto cognitivo-cultural en el que nos movemos, nuestra especie está cambiando, en cuanto que las actuales generaciones se están volviendo incapaces de funcionar con epistemología mítica, ya no pueden «creer» (porque «saben») en intervenciones objetivas de Dios en la historia, ni son capaces de volver a creer en «grandes relatos» totalizantes que unan cielo y tierra, la creación con la escatología… Seguimos necesitando un sentido para la vida, pero ya no somos capaces de echar mano de «grandes relatos» para construirlo. Hoy somos de otra manera. Una religión basada en aquel tipo de instrumentos cognoscitivo-epistemológicos empieza a no sernos ya posible.

La humanidad está atravesando una crisis múltiple, y a ella se añade esta crisis del despojamiento de aquellas seguridades supuestamente objetivas, históricas. Como nuestros antecesores, estamos llamados a sobreponernos y a sobrevivir, a reconstruir nuestras esperanzas y nuestro sentido para vivir, pero ha de ser sobre nuevas bases, mediante otros mecanismos cognoscitivo-epistemológicos.

Hemos de hacer lo mismo que hicieron ellos: vivir, recrear la posibilidad y la potencia de la vida, pero ahora habrá de ser en el nuevo nicho epistemológico al que estamos accediendo. Lo nuestro será también una vivencia espiritual, como la de ellos, pero se jugará en otro campo, con otros interlocutores y contextos. Tal vez es el momento en que nuestra espiritualidad se está viendo forzada a madurar (haciendo también de necesidad virtud) hasta llegar a saber vivir sin «grandes relatos», sin cosmogonías ni mitos fundacionales, sin doctrinas reveladas, sin verdades dogmáticas, o simplemente «sin verdades»… simplemente en conexión con el espíritu y la fuerza de la Vida misma, telúrica y cósmicamente percibida y hecha nuestra.

Cada vez distinguimos más y mejor la vivencia espiritual, frente a las representaciones, mitos, relatos, categorías, gestos, doctrinas y rituales con los que la expresamos. La vivencia espiritual es profundidad humana, vivencia humana profunda. Las representaciones, categorías, relatos, ritos… son simplemente los medios de los que nuestra especie se ha valido en un determinado estadio de su desarrollo para expresar, percibir, sentir, comunicar esa vivencia. La vivencia espiritual es una realidad humana permanente; sus representaciones son aleatorias, contingentes, variables según las coordenadas espacio-temporales y culturales.

No obstante, estamos apenas en el tránsito, en el transcurso de esta transformación. Muchas personas no van a poder entrar por este nuevo camino, pues preferirán continuar instaladas en la religiosidad objetivista. No es fácil cambiar de paradigma religioso; es como volver a nacer, entrar en un mundo diferente. Pero otras muchas personas hace tiempo que se están desligando del viejo paradigma; sienten que aquella forma de ser religiosos ya no les resulta viable; se sienten incómodos en ella y hasta dudan de su legitimidad… Por eso acogen con alivio la noticia del nuevo paradigma no objetivista: se puede ser plenamente humano, espiritual por tanto, con los pies firmemente en el suelo del mundo cognitivo que la ciencia actual nos posibilita. En este sentido, el nuevo paradigma arqueológico bíblico nos ayuda a crecer evolutivamente.

Con ello, este paradigma religioso al que la nueva arqueología nos impulsa converge con el paradigma pos-religional. Ambos reclaman un nuevo modo de habérnoslas con el  tradicional concepto de religión. Es urgente una reconceptuación de la misma, así como una nueva teología de lo religioso y de lo espiritual. Manos a la obra.

 

  • ¿Una nueva teología de la Revelación?

Hoy que la nueva arqueología desafía la historicidad de la Biblia, el pensamiento se nos va, inevitablemente, hacia la necesidad de deconstruir y reconstruir buena parte de la tradicional teología de la revelación…

A pesar de todas las sombras que persisten, hoy sabemos no poco acerca de quiénes han sido los redactores anónimos de muchos de los textos de las Escrituras de las diferentes religiones. Con frecuencia no son las personas a quienes han sido atribuidas. Sin embargo, en la teología tradicional sobre la revelación ha sido común reconocer a Dios no sólo como el inspirador directo de las palabras del texto de los libros santos, sino como quien ha dictado materialmente su contenido. En buena parte de la teología de la revelación Dios mismo ha sido considerado como el «autor» de la Escritura, lo cual ha dado a ésta, a sus textos, a sus palabras, el carácter absoluto propio de lo divino. Atribuir a Dios la autoría de tradiciones, relatos, textos que nosotros mismos hemos creado, ha sido un mecanismo común en la historia de las religiones, que ha servido para absolutizar y preservar fuera de discusión normas, creencias, tradiciones… que la sociedad quería «blindar» frente a cualquier duda. Lo que hoy sabemos por la nueva arqueología nos obliga a lamentar los errores y sufrimientos padecidos por la humanidad a causa del espejismo de la atribución mítica de la Escritura a la autoría de Dios. Y nos pone en la necesidad de un cambio radical de paradigma en este cambio: las Escrituras no son palabra  de  Dios,  sino  palabra  humana  sobre  Dios,  como  ya  sostenía  lúcidamente  Edward Schillebeeckx.

Junto a esto, es inevitable recordar conceptos tradicionales dentro de la teología de la revelación que han estado al uso durante muchos siglos en la Iglesia cristiana: sobre la «inerrancia» de la Escritura, sobre la «unicidad» de la Revelación, sobre la «inspiración divina» de que han gozado los escritores humanos, que han sido «instrumentos en las manos de Dios» para transcribir lo que Dios les dictaba… Resultando finalmente que la misma Escritura venía a ser una «carta de Dios» directamente venida del cielo para los seres humanos…

El nuevo paradigma arqueológico nos invita a deconstruir tanta seguridad y  dogmatismo edificado sobre bases de barro, míticas, hoy puestas al descubierto, para re-evaluar la validez de nuestro patrimonio simbólico, y proceder en adelante con mucha más humildad, pidiendo además perdón a todos los que hemos humillado en el camino por haber pensado de diferente manera.

 

  • Significado para una situación axial y evolutiva: una nueva época…

Siendo un episodio más de la conflictiva relación de la fe con la ciencia, ya hemos dicho que este paradigma de la nueva arqueología y su desafío no representan en realidad algo radicalmente nuevo; hemos vivido esta situación en otras ocasiones. Sin embargo, no se puede negar que tiene un valor emblemático, porque incide en pleno corazón de la fe religiosa, en el relato mismo que creíamos, denunciando su carencia de fundamento histórico objetivo. Hemos estado toda la vida creyendo… a nosotros mismos. Nunca como ahora estamos viendo que las formas religiosas (no la sustancia de la religiosidad misma) son creación nuestra, una genial «invención». El nuevo paradigma arqueológico nos quita la última venda de nuestros ojos y nos invita a reconciliarnos con la verdad desnuda.

Somos la primera generación que se ve en una situación semejante. Durante milenios, las generaciones que nos han precedido han creído estar respondiendo –de tú a tú– a la acción de Dios, que nos habría salido al encuentro en unos concretos acontecimientos históricos. Hasta hace menos de un siglo –y todavía hoy– muchos cristianos han entendido su fe como el asentimiento de confianza a palabras concretas del Jesús histórico, que nos habría informado de que él y el Padre son uno, y de que él había venido a decírnoslo. Todavía hoy, en los sectores conservadores y fundamentalistas, y hasta ayer en el conjunto del cristianismo e incluso de la civilización occidental, hemos estado convencidos de que La Biblia tenía razón y era un relato históricamente indubitable. Somos la primera generación que se ve desafiada a ser religiosa o espiritual sin hacer pie sobre apoyos históricos ilusorios. Este nuevo paradigma nos obliga a inaugurar una época nueva para la fe, o a inaugurar una religiosidad nueva, para esta época en que la nueva arqueología nos despoja de ilusiones históricas.

En su libro A Secular Age, Charles Taylor sugiere que los cambios culturales de los últimos pocos siglos han creado una era de autenticidad. Todos nos vemos empujados a mirar dentro de nosotros mismos y a descubrir quiénes somos y cómo deberíamos vivir en este mundo. Taylor cree que esta situación colectiva ha creado «una nueva era de búsqueda religiosa». Tal vez podemos decir algo semejante respecto al desafío del que estamos tratando: si este paradigma nos desafía a superar la ingenuidad con que estábamos creyendo, sobre la base del relato bíblico, desplazado ahora por «el relato que está detrás del relato bíblico», ello nos obliga a basar nuestra religiosidad en este nuevo relato… Se va a tratar de una nueva religiosidad, porque se basa en un relato nuevo, hasta ahora desconocido.

La demolición de muchas de nuestras certezas históricas relativas a la fe, que la ciencia –la nueva arqueología en este caso– ha llevado a cabo, no es una catástrofe, ni nos aboca a un nihilismo destructor… sino que nos invita a la aceptación de lo real, y nos da una oportunidad de crecimiento, hacia una «calidad humana» (espiritualidad) purificada y más profunda, más allá de los relatos míticos en los que con toda ingenuidad nos hemos apoyado tradicionalmente y que tan bien cumplieron su papel, que parece estar quedando superado. La religión necesita revisarlo casi todo y reinventarse: necesita optar por un futuro diferente, un futuro que no sea mera proyección del presente. Tal vez todo ello sea parte de la nueva «gran transformación» que está en curso, de un segundo «tiempo axial» en el que nos estaríamos adentrando, de una más profunda «humanización de la humanidad», o quién sabe si de una «segunda hominización».

120 comentarios

  • George R Porta

     
    Aquí vuelve la mula de Hoornaert al trigo: «Pero lo que es más importante consiste en formar Grupos fuertes y mancomunados, alimentados por lecturas bíblicas y otras lecturas espirituales (como las Cartas de Don Hélder Cámara o de Mons. Romero, por ejemplo), porque no es nada fácil enfrentar sociedades empapadas de valores capitalistas. En el mundo en que vivimos, se hace difícil vivir el Evangelio sin el apoyo de una Comunidad fuerte».
     
     
     
    ¿Qué es una comunidad fuerte? ¿Quién la ha de acreditar como tal? ¿Quién establece la división entre una y otra? ¿Se trata de un continuum sujeto a los vaivenes de la vida en el tiempo y en las circunstancias o se trata de dos bloques? ¿Puede alguna comunidad ser siempre igualmente fuerte?
     
     
     
    Basta leer los evangelios y mirar a Jesucristo manso, humilde, rebelde, agresivo, físicamente violento, sufriente en frente de la viuda de Naín, abatido en frente a Lázaro muerto y podrido, decepcionado mientras mira a Jerusalén que es asesina de sus profetas, astuto cuando se vale del hombre del cántaro para que guíe a sus discípulos tan engreídos, acobardado hasta sudar sangre, dolido del abandono de su Abba, y confiado hasta entregarse a él sin condiciones, «esperando contra toda esperanza» cuando está desesperado, «como si viera al Invisible» cuando no lo ve.

  • oscar varela

    A mí me parece lo mismo que a tí, George.

    No sé con exactitud si prioridad de “profanidad” en lo de Eduardo.

    Él es un “cura casado” (aceptado, pero no tanto, en el Movimiento de “curas casados y sus familias en Brasil).

    Sin embargo es un muy buen “historiador” de las cosas de la Iglesia.

    Eso es a lo que yo atiendo y prefiero divulgar.

    ¿Ok?

    ¡Vamos todavía! – Óscar.

    …………….

    PS. el 15 abril; Hoornaert escribió en su blog el Artículo “¿Jesús salva?. Veré de traducirlo al español para difundir.

    ¿En qué lío me he ido metiendo, no?

  • George R Porta

     
    Leo: «En eso, igualmente, la colaboración de aquellos sacerdotes que se muestran dispuestos a reasumir la muy antigua imagen de ‘maestro’ (‘mestre’), de profeta o de ‘presbítero’, de los primeros tiempos del cristianismo, es de mucho valor.»
     
    Esta noción de una mediación diferenciada o divisoria o diabólica «extraña» al clero pero no puede dejarlo al mismo nivel (como levadura o fermento, o sal) sino que lo jerarquiza y al hacerlo, no solo lo deshumaniza, sino que deshumaniza al resto que no forma parte de dicha clerecía mediadora «experta» en los misterios.

  • George R Porta

     
    Leo: Hoy no se dan, dentro de la Iglesia católica, sino
     
    * pocas formaciones laicas independientes y autónomas,
     
    * capaces de actuar en la sociedad como asociaciones de derecho civil y
     
    * de defender, dentro de esa sociedad, los valores cristianos.  
     
    La noción misma de un «dentro de la Iglesia católica» es problemática y crea el mismo dilema «diabólico» o divisorio de «dentro» y de «fauera», de tal modo que parece que para que haya una «iglesia en salida» tenga que primero existir esa «Iglesia» que salga y que, si llegase a ser una Iglesia para los pobres y de los pobres, éstos tengan que estar dentro y fuera de la tal Iglesia. 
     
    Los/las pobres son donde estén. Desde el punto de vista sociológico o político los pobres son percibidos como distintos porque se les percibe así desde la superestructura (Gramsci) porque dicha distinción reconoce su opresión conscientemente o no.

    Lo humano no es categorizable excepto cuando deja de serlo. Las clases, las categorías humanas reflejan deshumanización y por eso existen porque el mundo es un mundo deshumanizado en inmensa medida. 

  • George R Porta

     
    Leo: «Ya antes de surgir el movimiento de Jesús existía… que tiene la confianza de la comunidad porque gobierna bien su casa (Ti 1, 6-8).»
     
    1.    El lenguaje es equívoco, pero se puede afirmar diferencia entre «seglar» y «laico». (Pretendamos momentáneamente que estas dos palabras no sean equívocas ellas mismas).  
     
    2.    En sentido estricto, la noción de seglar (o secular) alude, al carácter mundano, al siglo, que deba quedar «excluido» del ámbito laical».
     
    3.    Esta distinción parece inevitable pensando divisoria o «diabólicamente», por el carácter de «escogido» separado, distinto que el pensamiento «cristiano» heredó del hebraísmo.
     
    4.    La noción de «Pueblo sacerdotal» (Lumen Gentium» II,10-11), por ejemplo, expresa muy bien esa característica lingüística exclusivista, divisoria o «diabólica»,
     
    5.    La noción de «laico» «del latín tardío laĭcus, y este del griego λαϊκός (laïkós); propiamente ‘del pueblo’» (DRE) ya sugiere una separación que solo puede ser hecha desde la clerecía porque ésta se auto-segrega sobre todo por su noción de «vocación».
     
    6.    Este dualismo parece presente en el pensamiento de Hoornaert cuando distingue hablando de Jesús  un «sistema sacerdotal» versus un «sistema laico», pero parece no advertir que éste todavía  requiera de la mediación sacerdotal —que el autor de Hebreos resolvió reuniendo en Cristo la víctima y el sacerdote oferente—  versus un « sistema secular», que no requiera mediación  y pudiera evitar esa dualidad.
     
    7.    La condición «seglar» subsiste en el carácter clerical, quizás como lo humano subsiste en el bautismo.
     
    8.    La noción sacerdotal conduce a la de «pueblo de Dios» —como si los mayas y los aztecas, incas, por citar otros «pueblos» no hebreos y no reconocidos en la Biblia— no fueran «Pueblo de Dios». Nadie tiene la exclusiva de esa condición. Si se cree que la humanidad haya sido creada a la imagen y semejanza de una divinidad que la crea, entonces la humanidad toda debe ser «Pueblo del Dios-de-Jesús» a menos que ese Dios-de-Jesús sea un dios exclusivamente hebreo.
     
    9.    El lenguaje oficial de la Iglesia sigue siendo fundamentalmente clerical europeo y quizás por eso Francisco siente la necesidad de crear otro lenguaje; aunque muy bien pudiera estar creando sin pretenderlo un lenguaje clerical válido en Nuestramérica (o en parte de ella) y que no sea tan válido en otras regiones de la Tierra.
     

  • oscar varela

    Hola Román!

    Sobre tu pregunta a Eduardo.

    Yo no tengo ni idea.

    A Hoornaert lo conozco y tengo muy buenas referencias de mis amigos sobre él. Pero yo nunca pude comunicarme por internet con él.

    Intentá ir a su Blog donde ahora veo que ha incluido la TRADUCCIÓN que yo hice de su Artículo. Al final parece que se puede COMENTAR.

    ¡Dale po ahí, a ver qué pasa!

    Abrazo – Chau!

    PS. el Link sería: http://eduardohoornaert.blogspot.cl/2017/04/que-significa-iglesia-en-salida.html#!/2017/04/que-significa-iglesia-en-salida.html

    o probá a través del que puse en Atrio.

  • oscar varela

    Hola!

    Voy a intentar hacer un “ESQUEMA” (SOLO UN Esquema) de cómo me planteo lo que se plantea el Cumpa José María, e.d., la “AXIALIDAD-HOY”.

    ……………..

    Vigil plantea que la AXIALIDAD-HOY consiste en el antiguo conflicto: FE-CIENCIA.

    Así, dicho así, “en-abstracto”, estoy de acuerdo.

    Pero “en-concreto” (en el Hoy de Hoy) lo que nos toca hacer:

    * NO es tanto atender la “relación” entre FE y CIENCIA;

    * SINO atenderlas a ellas mismas (FE y CIENCIA) en su:

                    – DESAZÓN, en el caso de la FE

                    – FUNCIÓN, en el caso de la CIENCIA.

    ……………..

    I- Propongo:

    1- para la FE (o CREENCIA):

    * salir de su enclaustro-acaparamiento “religioso” hacia lo “de todos” (o profano).

    2- para la CIENCIA (o CONOCIMIENTO):

    * ubicarse en su específica tarea de “FUNCIÓN” dentro de la Vida humana.

    ……………..

    Tanto la CREENCIA (profana), como el CONOCIMIENTO (funcional):

    pueden (y tienen) que encontrarse en la raíz de ambos: la COMPRENSIÓN.

    ……………

    II- Imagino:

    ¿Qué “figura-humana” podría opero-conducir n/Axialidad?

    Pienso que es la del POLÍTICO – comprensivo de una Pedagogía social.

    ……………

    Tal vez sea eso o “algo así” ¿no?

    ¡Vamos todavía! – Óscar.

  • Román Díaz Ayala

    Oscar,

    te ruego me des tu opinión.

    Eduardo Hoornaert hace mención de las vandenses junto con los franciscanos lo cual considero que está bien traído.Sin embargo, me extraña que nada mencione al movimiento protestante iniciado por Martín Lutero en el XVI sin lo cual no se explica mucho lo que vino despues dentro del Catolicismo Romano.

    ¿Cuál es entonces la tesis de E. Hoornaert?

     

     

  • oscar varela

    Hola!

    Leo de Vigil:

    1-  “Hemos estado toda la vida creyendo… a nosotros mismos”-

    Respondo: Pues de eso se trata: de que “en el fondo” nadie tiene otro “apoyo” a su vida, que lo-que-le-ha-pasado-a-él-mismo.

    …………..

    2- “las formas religiosas (no la sustancia de la religiosidad misma)”-

    Respondo-le-Pregunto:

    * ¿y cuál es esa “sustancia” (religiosa)?

    * ¿no es la que se va expresando en “variadas formas”?

    *¿cuál es la “forma” de la Religión HOY?
    ………….
    2- “son creación nuestra, una genial ‘invención’-.

    Respondo: Ok, Afirmativo!

    ………….

     
    NOTA: Poco a poco, sn prisa y sin pausa, vamos llegando a algunas conclusiones, que dejo para otros Comentarios posteriores.

  • M.Luisa

    Con respecto al modo de ser que se hizo referencia en días pasados sin duda que, para hacer de la necesidad virtud,  no todo acto vital es válido para ello, sino que ha de estar en relación con la totalidad de la realidad de la cual emerge creando un “modo de ser”  específico. De ahí la diferencia  que el pasado día  establecí entre  acto vital y acción humana.  Ahora, aquello,  tal vez se vea con mayor claridad pues para un acto vital no tienen porque estorban las muletas, sí en cambio  estorban  para ejercer una acción plenamente humana.

  • M.Luisa

    Parece  que la comprensión de esta lectura  de Eduardo Hoornaert,  le es concurrente o se le pudiera seguir  en todo su recorrido,   coherentemente,  con la exhortación  escueta pero tan ilustrativa   que  con la expresión “ hacer de la necesidad virtud” Vigil  cree   que sea el instrumento personal  para vencer  la situación   del antiguo paradigma. ¿No fue así como abrieron camino  los pocos que se adelantaron a ello?.

    En una visión menos panorámica  y por tanto  más localizada  y cercana a la realidad de cada cual,    esta situación  se vence individualmente mediante el   abandono de las muletas proporcionadas por  esta gran empresa.

  • oscar varela

    Hola!

    La “nueva” teología postulada por Vigil tiene en Eduardo Hoornaert seguidor que la aplica a lo Pastoral, justificando la actitud y dirección tomada por Pancho.

    ……………………

    ¿QUÉ SIGNIFICA ‘UNA IGLESIA EN SALIDA’?

    Eduardo Hoornaert.

    http://eduardohoornaert.blogspot.cl/2017/03/o-que-significa-igreja-em-saida.html#!/2017/03/o-que-significa-igreja-em-saida.html

    1- El Papa sabe lo que está diciendo

    El Papa Francisco sabe lo que está diciendo y es exactamente eso lo que le hace encontrar oposición en determinados sectores de la iglesia. Al principio no se le daba mucha atención a lo que él decía porque tiene un modo manso y calmo de hablar sin levantar tempestades. Así, por ejemplo, no se prestó mucha atención a los discursos del entonces Cardenal Bergoglio frente a sus colegas Cardenales, el 9 de marzo de 2013, pocos días antes del inicio del Cónclave que lo elegiría Papa:

    – “La Iglesia debe salir de sí misma, rumbo a las periferia existenciales.

    Una Iglesia auto-referencial amarra a Jesús Cristo dentro de sí y no lo deja salir.

    Es una Iglesia mundana que vive para sí misma.”-

    El texto se encuentra en el libro ‘Grandes Metas del Papa Francisco’ escrito por el Cardenal Hummes (Paulus, Sao Pablo, 2017). Allí ya se preanuncia la expresión ‘Iglesia en salida’, que, imagino, mucha gente no entiende bien. Acá procuro colocar ese modo de hablar delante de un amplio panorama histórico, pensando que ayudará a comprender su importancia.

    2- ¿Cómo se comporta la Iglesia Católica, desde la edad media en adelante?

    Las palabras del Papa alcanzan su verdadera dimensión cuando se las coloca delante del amplio panel de la historia de la Iglesia. Hay que remontarse a los siglos XII y XIII, ir hasta los tres grandes Papas de la Edad Media:

    * Gregorio VII (1073-1085),

    * Inocencio III (1198-1216) y

    * Bonifacio VIII (1294-1303).

    Entonces entenderemos de qué se trata.

    Esos tres Papas eran grandes organizadores y consiguieron que la Iglesia lograse ser una gran empresa, que ejercía control sobre la vida de las personas y las Instituciones públicas. Quien no seguía las reglas era excomulgado (condenado al Infierno). Esos Papas, y toda la Corte que los rodeaba, se imaginaban que el crecimiento de la Institución cristiana implicaba automáticamente una mayor divulgación del Evangelio. Eso era lo postulado.

    Las Autoridades se complacían en verificar que la empresa de la Iglesia sobre las sociedades se consolidaba cada vez más. De ese modo, la Iglesia se tornaba siempre más

    * auto-referencial (para hablar como el Papa francisco),

    * auto-centrada,

    * triunfalista,

    * narcisista (otro término del Papa Francisco).

    Líderes eclesiásticos eran valorizados en la medida en que se mostraran buenos empresarios, como comprueba la historia de los tres pontificados antes mencionados. Cada vez se valorizaba más la eficiencia administrativa. La Iglesia estaba en un círculo vicioso y no se daba cuenta. Se miraba a sí misma y solo observaba el mundo desde sí misma.

    El clericalismo crecía exponencialmente, su control sobre la población aumentaba siempre más. Cuando las Autoridades eclesiásticas hablaban de ‘reforma de la Iglesia’ (y lo hablaban mucho), era siempre en el sentido de perfeccionamiento de los instrumentos de control sobre la sociedad.

    Todo era direccionado hacia esa finalidad:

    * los sacramentos,

    * las parroquias,

    * las indulgencias,

    * las devociones,

    * las peregrinaciones.

    Orgullosa de sus grandes sucesos de ingeniería administrativa, la Iglesia alimentaba, en sus colaboradores, tendencias al carrerismo. Clérigos eficientes podían contar con un futuro esplendoroso, inclusive con la aceptación garantida por parte del ‘pueblo fiel’.

    Todas estas cosas acabaron creando una neurosis que se expresó de manera aguda en la tan mentada Inquisición. Esa trayectoria de voluntad extrema de controlarlo todo, hasta los últimos meandros de la conciencia y de la imaginación. Durante siglos, una mentalidad inquisitorial se instaló en la Iglesia y se apoderó de la Jerarquía. La mentalidad inquisitorial se transformó en un monstruo que lo devoraba todo sin escatimarse a los propios inquisidores.

    Porque no fue nada raro que los inquisidores murieran de miedo los unos de los otros, ya que todos eran potencialmente sospechosos de herejía (los padres, los abuelos, ¿anduvieron con un hereje u oyeron alguna palabra herética?). Era un infierno. Todos tenían miedo de todos, nadie confiaba en nadie. La historia de la Iglesia de convirtió en una maraña inextricable de

    * tramoyas,

    * historias,

    * intrigas,

    * conspiraciones y

    * corruptelas.

    3- Movimientos históricos contrarios a esa situación

    Gracias a Dios, en los mismos siglos XII y XIII surgieron movimientos contrarios a la Iglesia auto-referencial, que amarra a Jesús Cristo dentro de sí, que ‘secuestra’ a Jesús Cristo.

    Acá sobresale el movimiento franciscano, que se tomó el cuidado de no indisponerse con la Jerarquía, bajo pena de ser sospechado de herejía y de esa manera quedar expuesta a los procesos de represión. Los hermanos que acompañan a Francisco se presentan como auxiliares del clero y así consiguen la bendición del Papa Inocencio III en 1215.

    Pero no todos los movimientos tuvieron esa suerte.

    Los valdenses, por ejemplo, se niegan a colaborar con el clero y enseguida quedaron expuestos a la crueldad de la Inquisición. Eran seguidores de Pedro Valdés, un rico comerciante de Lyon que renunció a su fortuna y se convirtió en predicador de la pobreza evangélica. Los valdenses fueron excomulgados en 1182 y dos años más tarde formalmente declarados herejes.

    Hasta hoy, el franciscanismo permanece como un buen ejemplo de un movimiento que reacciona contra una Iglesia “ensimismada”. No es casual que el actual Papa eligiera el nombre de Francisco. Pero claro, es necesario adaptar el espíritu franciscano a los días de hoy, pues no se puede olvidar que la ‘vida religiosa’, en general, hasta bien recientemente, se organizaba en torno al paradigma monástico (los ‘votos evangélicos’ de celibato, pobreza y obediencia, la vida en casas separadas, como monasterios, prioratos, conventos y casas religiosas).

    Ese paradigma orientó prácticamente todos los movimientos evangélicos por muchos siglos. Será necesario repensar estas cosas, porque es evidente para quien observa el mundo de hoy, que el paradigma monástico no funciona más. Oriundo de experiencias fuertes, entre los siglos VII y XII (los Padres del Desierto), ese paradigma está asentado sobre algunos principios:

    * el aislamiento,

    * el ‘desprecio al mundo’ (contemptus mundi, como dicen los libros espirituales),

    * el distanciamiento frente a la vida de los casados.

    Queda claro, para quien observa las cosas hoy, que ese paradigma no funciona más. El principio monástico está en caída libre, aunque permanezca muy respetado. La ‘vida religiosa’ puede contar con la simpatía de la población, pero no tiene la fuerza que tenía antes. Parece algo del pasado, un tipo de vida que hasta puede  suscitar añoranzas, pero carece de significado para los días de hoy.

    Lo mismo pasa, hasta cierto punto, con la Iglesia en general. Fuero de los limitados círculos eclesiásticos no se presta más atención a lo que el Papa o el Obispo diga. No que exista un clima hostil o de rechazo por parte de la sociedad, pero no se puede escapar de la impresión que los modos eclesiásticos, a la vista de muchos, simplemente están ‘fuera del tiempo’.

    4- Un hecho inesperado

    Aunque hubiera, desde la Edad Media, esos movimientos a favor de la vida evangélica que acabé de evocar, el papado no hizo pie. Durante todos esos siglos, no se hablaba de la pobreza en los altos escalones de la iglesia. Era tabú. El papa no tomaba posición.

    Es dentro de esa historia ‘de larga duración’ que, inesperadamente, dos semanas antes de la apertura del Concilio Vaticano II (septiembre 1962), en una emisión radiofónica, fue pronunciada, por Papa Juan XXIII, la siguiente frase: La iglesia es de todos, pero es antes de todo una iglesia de pobres. Dicha sin alarde y sin elevar la voz, como si fuese la cosa más normal del mundo, esa frase, en realidad, rompe un silencio de siglos.

    Era la primera vez que la más alta Autoridad eclesiástica declaraba que la pobreza evangélica era un desafío para la Iglesia. De repente, el discurso de Jesús en la sinagoga de Nazaret resonaba en el Vaticano:

    “El Soplo del Señor está sobre mí:

    Fui elegido por él para anunciar una buena noticia a los pobres.

    Enviado por él, declaro a los prisioneros su liberación,

    A los ciegos la recuperación de la vista,

    A los oprimidos la libertad”. (Lc 4, 18-19)

    5- La reacción en el Concilio Vaticano II

    Ocurrió que las palabras papales de setiembre de 1962 pasaron ampliamente desapercibidas. No se las comenta en las diócesis y parroquias, no son divulgadas por la gran prensa ni por la televisión, no alcanzan al gran público católico. También los mismos Padres Conciliares, reunidos en Roma a lo largo de tres años, entre 1962 y 1965, muestran poco interés.

    Hay, es cierto, un hablar del Cardenal Lercaro que, en un discurso en la Asamblea, declara que el tema de la pobreza merecería ser el ‘único tema del Concilio’. El Cardenal fue profusamente aplaudido. Pero enseguida descendió un manto de silencio. No se habló más de la pobreza en el Aula Conciliar. Los Obispos continúan con los temas que les interesan: reforma litúrgica, ecumenismo, modelo de Iglesia, dogma, lucha contra el Comunismo, seminarios y casas de formación, moral, peligro de secularización, del protestantismo y del espiritismo. La pobreza no es un tema del Concilio Vaticano II.

    De este modo podemos decir que el posicionamiento del Papa Juan pertenece a la ‘historia flaca’ del cristianismo, a la historia de la fragilidad evangélica que, mismo en un Concilio que reúne a los Obispos del mundo entero, apenas forma una corriente subterránea.

    6- La opción por el pobre

    Es en América latina que esa corriente subterránea aflora a la superficie. Si el Concilio en Roma atribuyó poca atención a la cuestión de la pobreza de amplios sectores de la humanidad, no se puede decir lo mismo de la Conferencia General de Obispos de América Latina que se realiza en Medellín en Colombia) en el año de 1968.

    Los Obispos latino-americanos no dejaron más teleguiar por el ‘Primer Mundo’ (principalmente Europa y Estados Unidos), sino que asumen corajudamente una postura de ‘Tercer Mundo’.

    Enfrentan la realidad

    * social,

    * económica y

    * política del continente sud-americano.

    Hacen una ‘opción por el pobre’.

    Ese slogan no es puro palabrerío, sino que representa acciones concretas: algunos de los Obispos más activos en Medellín pasan a hacer efectivamente una vida en consonancia con el modo de vivir común de los pobres de sus tierras. En América Latina, la opción por los pobres continúa siendo asumida por las más altas autoridades eclesiásticas a lo largo de las últimas décadas, como se verifica en los textos emanados en las sucesivas Conferencias Episcopales:

    * Puebla 1797,

    * Santo Domingo 1992 y

    * Aparecida 2007.

    7- El vocabulario del Papa Francisco

    * ¿Será que los Cardenales reunidos en Roma para elegir un nuevo Papa, en el 2013, entendieron las palabras que el Cardenal Bergoglio había dicho pocos días antes?

    * ¿Será que ellos se acordaban que él había sido un actor importante en la Conferencia del Episcopado Latino-americano en Aparecida, en el año 2007, cuando era Arzobispo de Buenos Aires? En aquella oportunidad, él ya se manifestó adepto a la línea de Medellín 1968.

    Sea como fuere, esos Cardenales eligieron a Bergoglio como el nuevo Papa.

    Enseguida de elegido, el Papa Francisco asumió la posición del Papa Juan XXIII en 1962. Exclamó, tres días después de elegido: Ah! Cómo quisiera yo una Iglesia pobre y para os pobres.

    Las mismas palabras repite en el Documento Evangelii Gaudium (EG), uno de los primeros firmados por él: una Iglesia pobre y para los pobres, una Iglesia que haga opción por el pobre (EG 198).

    A lo largo de sucesivas alocuciones, en diversas ocasiones, el Papa va creando todo un vocabulario propio:

    * Iglesia que se mueve,

    * que hace opción por los últimos,

    * que va a la periferia,

    * que sale de sí misma (Audiencia del 23/3/2013),

    * que anda por la calle (a los ‘sacerdotes callejeros’),

    * Iglesia inclusiva,

    * no excluyente,

    * no auto-centrada,

    * no narcisista,

    * que no vive para sí misma,

    * no es una notaría,

    * Iglesia enteramente misionera (EG 34),

    * discípula misionera (EG 40),

    * hospital de campaña,

    * campo de refugiados.

    También se puede citar EG 195, 197, 198 o 199.

    La expresión de mayor realce dentro de ese nuevo vocabulario es ‘Iglesia en salida’:

    Sueño con una opción misionera

    Capaz de transformarlo todo:

    Los estilos, los horarios, el lenguaje,

    Una constante actitud de salida (EG 26.27).

    ‘Iglesia en salida’, he aquí la expresión que resume la posición del Papa Francisco frente a la ideología ‘auto-centrada’ que predominó en la Iglesia católica durante siglos y las prácticas originadas por esa ideología.

    8- Un nuevo tipo de sacerdote

    Todo esto es todavía muy frágil y corre el riesgo de ser esfumado por la polvareda de los tiempos, si no apareciera un nuevo tipo de Padre. ¿Será que, en nuestros días, ese tipo se está gestando? Depende ampliamente del futuro de las Comunidades de Base, porque, como decía Carlos Mesters, ‘no hay Comunidad de Base sin Padre’.

    Entonces lo importante consiste en

    sustituir rápidamente la imagen del sacerdote que aparece en la comunidad

    * para celebrar la Misa,

    * administrar sacramentos,

    * bendecir casamientos,

    * realizar ritos y liturgias,

    por la imagen de un sacerdote que

    * se mantenga en el conjunto, al lado de los laicos y laicas,

    * escuchando e interviniendo de vez en cuando, como orientador y también como simple compañero.

    Un paso difícil, que exige lucidez y determinación, pues siempre es más fácil volverse ‘a los panes de Egipto’.

    Para un sacerdote, se entiende, no es fácil vivir esa experiencia, porque mismo los sacerdotes de hoy también fueron formados, en seminarios, para actuar en una Iglesia ‘auto-referencial’. Muchos no llegan a cambiar la visión, aunque la situación del mundo, de las sociedades y de las iglesias haya cambiado en los últimos 50 años. Mismo sabiendo que la Iglesia católica pierde una posición dominante en la sociedad, los sacerdotes experimentan dificultades para engranar con una ‘Iglesia en salida’. Este es el primer punto.

    9- Un nuevo tipo de laico/laica

    ¿Será que está apareciendo, en la Iglesia católica, un nuevo tipo de laico/laica que corresponda a los dictámenes  de una ‘Iglesia en salida’?

    En los últimos años hubo diversas iniciativas en vista de activar la colaboración de los laicos y laicas en calidad de

    * Catequistas,

    * Profesoras,

    * Animadores y Animadoras,

    * Cantoras y Cantores,

    * Secretarios y Secretarias parroquiales,

    * Ministros de la Eucaristía,

    * Diáconos,

    * Ministros del diezmo,

    * Legionarios, etc.

    Son iniciativas valederas, pero, para quien está atento a una ‘Iglesia en salida’, le queda claro que todas ellas revisten un carácter pasajero. Constituyen un paso entre el laicado totalmente pasivo y el laicado que la Iglesia misionera del Papa Francisco necesita. Tarde o temprano, el (la) laico (a) tendrá que salir de su posición de inferioridad y dependencia en relación al clero. Por lo tanto él (ella) tendrá que cuestionar el carácter corporativo de la actual organización eclesiástica.

    Acá, de nuevo, una inmersión en las profundidades de la memoria cristiana puede ayudar. Trabajé este tema ampliamente en mi libro ‘Origens do Cristianismo’ (Paulus, São Paulo, 2016).

    Ya antes de surgir el movimiento de Jesús existía, en el seno del judaísmo, una tensión entre la estructura laical de las Sinagogas y la estructura sacerdotal del Templo. El Movimiento de Jesús no adoptó el sistema sacerdotal, sino que optó decididamente por un modelo laico de organización. Los primeros Líderes (Obispo, Presbítero, Diácono) eran laicos, así como el mismo Jesús era un laico. En los primeros documentos cristianos encontramos casas, hombres y mujeres que trabajan solidariamente y se reúnen en casas familiares. Para pablo, un ‘Presbítero’ es un Padre de familia que tiene la confianza de la comunidad porque gobierna bien su casa (Tit 1, 6-8).

    Hoy no se dan, dentro de la Iglesia católica, sino

    * pocas formaciones laicas independientes y autónomas,

    * capaces de actuar en la sociedad como asociaciones de derecho civil y

    * de defender, dentro de esa sociedad, los valores cristianos.

    En eso, igualmente, la colaboración de aquellos sacerdotes que se muestran dispuestos a reasumir la muy antigua imagen de ‘maestro’ (‘mestre’), de profeta o de ‘presbítero’, de los primeros tiempos del cristianismo, es de mucho valor.

    Pero lo que es más importante consiste en formar Grupos fuertes y mancomunados, alimentados por lecturas bíblicas y otras lecturas espirituales (como las Cartas de Don Helder Cámara o de Mons. Romero, por ejemplo), porque no es nada fácil enfrentar sociedades empapadas de valores capitalistas.

    En el mundo en que vivimos, se hace difícil vivir el Evangelio sin el apoyo de una Comunidad fuerte.

    .……………….

  • Isidoro García

    La idea de Thomas Berry de considerar los nuevos conocimientos adquiridos por la revolución científica contemporánea como una nueva revelación, y complemento por tanto de la revelación cristiana, es en sí revolucionaria.

    Porque sería el complemento ideal, la llave mágica, a través de la cual, deberíamos reinterpretar y complementar, una revelación de Jesús, que por motivos de tiempo y lugar, (hablaba necesariamente para hombres de su época), nos ha llegado a nosotros totalmente contaminada, por la ciencia y la filosofía de los cinco primeros siglos de historia cristiana, en los que se realizó, la interpretación de Jesús, que nos ha llegado.

    Naturalmente cuando hablo de revelación, es porque parto de que existe una intervención aunque misteriosa de “Algo/ Alguien/ Alguienes”, en la historia humana, que necesitamos entender e interpretar.

    Incluso a lo mejor lleva razón Dan Brown, cuando apuntaba que “a veces, la revelación divina simplemente significa conseguir que tu cerebro oiga lo que tu corazón ya sabe”. 

    Que traducido del lenguaje metafórico al lenguaje psicológico-neurológico, significaría quizás, que en el “corazón”, (= archivos-programas neurológicos arquetípicos heredados genéticamente, con el pre-contenido de todo lo que necesitamos saber), y donde tenemos grabado el enfoque, la perspectiva idónea para contemplar la realidad del Universo, tal y como es, sin tergiversaciones y desenfoques.

    Y a lo mejor las revelaciones serían una especie de by-pass, de conexión de nuestra mente consciente, con esos saberes ancestrales profundamente escondidos en lo más profundo de nuestra mente, sepultados bajo miles y miles de las ideas, conocimientos y creencias, (muchas de ellas erróneas), que hemos ido adquiriendo durante nuestro aprendizaje cultural.

    La revolución científica moderna, que ha puesto patas arriba todas nuestras ideas del Cosmos, y de nuestra posición en ella, en algunas personas ha supuesto tal terremoto mental, que de repente deja al descubierto en zonas conscientes, esa sabiduría ancestral de la que disponemos. De ahí su carácter revelatorio.

    Quizás esta sea una idea que haga compatible la influencia espiritual exterior trascendente hacia el humano, (acción del Espíritu), con esa sabiduría interior de la que todos disponemos, pero con la que difícilmente conectamos: el atman hindú, el Cristo interior, el daimon socrático.

    Incluso todo esto sería válido, para aquellos que no disponen de la intuición de la realidad de una acción misteriosa trascendente en la historia humana. Todos disponemos genéticamente dentro de nuestra dotación humana heredada, de esa Sabiduría ancestral, ese gran tesoro escondido, que solo tenemos que sacar al exterior, con un poco esfuerzo.

    Dice el Libro de la Sabiduría, que si es propio de Dios esconder los secretos del Conocimiento, es digno de un humano-Rey (sabio), el descubrirlos.

  • oscar varela

    Ok, Isidoro!

    “la revolución científica contemporánea tiene valor “revelatorio”…-

    ¡Ok!

    Pienso que ese valor “revelatorio” lo comparte con muchos otros.

    Algunos mucho más importantes y actualmente gravitantes que ese.

    Por ejemplo: las MAFIAS TRAFICANTES de ARMAS, PERSONAS (sobre todo MUJERES) y DROGAS.

    En resumen: ¡¡¡VIOLENCIA!!!

    ………………..

    La Vida humana se realza en el ¡Ahí AFUERA!.

    La Vida humana es MATERIAL, SUPERFICIAL.

    La Vida humana es una INTIMIDAD saliendo a la SUPERFICIE.

    El término correcto de esto es EXPRESIÓN.

    Cualquier (acentuar eso de CUALQUIER) EXPRESIÓN cumple el sentido radical de REVELACIÓN.

    Lo más REVELANTE HOY es la MENTIRA a la luz del día.

    Es que, acaso, ¿se nos viene la noche?

    ¿No te parece?

    ¡Voy todavía! – Óscar.

  • oscar varela

    Tercera y última Entrega – cap. VII de MEDITACIÓN DE LA TÉCNICA – José Ortega y Gasset – 1933 – OCT5, 319/375

    ………………………

    Cap. VII – EL TIPO «GENTLEMAN» — SUS EXIGENCIAS TÉCNICAS – EL «GENTLEMAN» Y EL «HIDALGO»

    1- Pero, ¿qué es ser gentleman?

    El camino más rápido para com­prenderlo —ya que necesitamos ahorrar al extremo el número de palabras— se nos ofrece si, exagerando las cosas, decimos: el compor­tamiento que el hombre suele adoptar durante los breves momentos en que las penosidades y apremios de la vida dejan de abrumarle y se dedica, para distraerse, a un juego aplicado al resto de la vida, es decir, a lo serio, a lo penoso de la vida; eso es el gentleman. Aquí se ve también en forma hiriente, por lo paradójica, en qué sentido el programa vital es extranatural. Porque los juegos y los modos de comportamiento que en ellos rigen son pura invención, frente al tipo de vida que la naturaleza da por sí. Aquí, aun dentro de la vida humana misma, se invierten los términos y se propone que el hombre sea en su existencia forzada, de lucha con el medio, según es en el rincón irreal y puramente inventado de sus juegos y de­portes.

    2- Jugar

    Ahora bien, cuando el hombre se dedica a jugar suele ser porque se siente seguro en lo que respecta a las urgencias elementales del vivir. El juego es un lujo vital y supone previo dominio sobre las zonas inferiores de la existencia, que éstas no aprieten, que el ánimo, sintiéndose sobrado de medios, se mueva en tan amplio margen de serenidad, de calma, sin el azoramiento y feo atropellarse a que lleva una vida escasa, en que todo es terrible problema. Un ánimo así se complace en su propia elasticidad y se da el lujo de jugar limpio, el fair play, de ser justo, de defender sus derechos, pero respetando los del prójimo, de no mentir. Mentir en el juego es falsificar el juego y, por tanto, no jugar. Asimismo, el juego es un esfuerzo, pero que no siendo provocado por el premioso utilitarismo que inspira el esfuerzo impuesto por una circunstancia del trabajo, va reposando en sí mismo sin ese desasosiego que infiltra en el trabajo la necesidad de conseguir a toda costa su fin.

    3- ¡Nada de TRAMPAS!

    De aquí las maneras del gentleman; su espíritu de justicia, su veracidad, el pleno dominio de sí fundado en el previo dominio de lo que le rodea, la clara conciencia de lo que es su derecho personal frente a los demás y del de los demás frente a él; es decir, de sus deberes. Para él no tiene sentido la trampa. Lo que se hace hay que hacerlo bien y no preocuparse de más. El producto industrial inglés se caracteriza por estas calidades: es todo en él bueno, sólido, acabado, la materia prima y la mano de obra. No está hecho para venderlo sea como sea, es lo contrario de la pacotilla. Sabido es que el fabri­cante inglés no se amoldaba, como luego el alemán, a los gustos y caprichosas exigencias de los clientes, sino al revés, esperaba con gran pachorra que el cliente se acomodase a su producto. No hacía, apenas, propaganda, que es siempre falsedad, juego sucio y retórica. El buen paño en el arca se vende. Y lo mismo en política: nada de frases, farsas, provocación vil de contagios demagógicos —nada de intolerancia—, pocas leyes, porque la ley una vez escrita, se convierte en el imperio de puras palabras, que como no se pueden literalmente cumplir, obliga a la indecencia gubernamental que falsea su propia ley. Un pueblo de gentleman no necesita constitución; por eso, en rigor, Inglaterra se ha pasado muy bien sin ella, etc.

    4- Holgura vital

    Como se ve, el gentleman en oposición al bodhisatva quiere vivir con intensidad en este mundo y ser lo más individuo que pueda, centrarse en sí mismo y nutrirse de una sensación de independencia frente a todo. En el cielo no tiene sentido ser gentleman, porque allí la existencia misma sería efectivamente la delicia de un juego y el gentleman a lo que aspira es a ser un buen jugador en la aspereza mundanal, en lo más rudo de la ruda realidad. De aquí que el ele­mento principal y, por decirlo así, la atmósfera del ser gentleman reside en una sensación básica de holgura vital, de dominio super­abundante sobre la circunstancia. Si ésta ahoga, no es posible educarse hacia la gentlemanerie. Por esto, este hombre que aspira a hacer de la existencia un juego y un deporte, es lo contrario de un iluso; precisamente porque quiere eso sabe que la vida es cosa dura, seria y difícil. Por ello se ocupará a fondo en asegurarse ese dominio sobre la circunstancia —dominio sobre la materia— y sobre los hom­bres. De aquí que haya sido el gran técnico y el gran político. Su afán de ser individuo y de dar a su destino mundanal la gracia de un juego le ha hecho sentir la necesidad de separarse hasta física­mente de los demás y de las cosas y atender al cuidado de su cuerpo ennobleciendo sus funciones más humildes.

    5- El DECORO

    El aseo, el cambio de camisa, el baño —desde los romanos, en Occidente no se lavaba nadie— , serán cosas que tome el gentleman con gran formalidad. Séame perdonado recordar que el water-closet nos viene de Inglaterra. Un hombre de módulo muy intelectual no hubiera nunca ideado el water-closet, porque despreciaba su cuerpo. El gentleman, repito, no es intelectual. Busca el decorum en toda su vida: alma limpia y cuerpo limpio.

    6- RIQUEZA

    Pero, claro es, todo esto supone riqueza; el ideal del gentleman llevó, en efecto, a crear una enorme riqueza, y a la vez la supuso. Sus virtudes sólo pueden respirar y abrir sus alas en un amplio mar­gen de poderío económico. Y, efectivamente, no se logró de hecho el tipo de gentleman hasta mediados del siglo último, cuando el in­glés gozaba de una riqueza formidable. El obrero inglés puede, en alguna medida ser gentleman porque gana más que el burgués medio de otros países.

    Sería de gran interés que alguien bien dotado y que de antiguo posea intimidad con las cosas inglesas, se ocupase en estudiar cuál es el estado en que hoy se encuentra el sistema de normas vitales que hemos llamado gentleman. En los últimos veinte años la situación económica del hombre inglés ha cambiado; hoy es mucho menos rico que a comienzos del siglo. ¿Cabe ser pobre y, sin embargo, ser inglés? ¿Pueden subsistir sus virtudes características en un ámbito de escasez?

    7- ¿Decadencia del tipo GENTLEMAN?

    He oído que precisamente en las clases superiores inglesas se ad­vierte la decadencia del tipo gentleman, coincidiendo con el descenso de las técnicas específicas del hombre británico y con la atroz mengua de las fortunas aristocráticas. Pero no garantizo al lector la exactitud de estas noticias. La incapacidad para percibir con precisión los fenó­menos sociales que padecen aún las personas en apariencia más inte­ligentes es incalculable.

    8- El HIDALGO

    De todas suertes, hay que ir pensando en un tipo de vida que conserve lo mejor del gentleman y sea, a la vez, compatible con la pobreza que inexorablemente amenaza a nuestro planeta. En los ensayos mentales que para construir esa nueva figura ejecute el lector, surgirá inevitablemente, como término de comparación, otro gran perfil histórico, en algunos rasgos el más próximo al gentleman y que, no obstante, lleva en sí la condición de florecer en tierra de pobreza. Me refiero al «hidalgo». Su diferencia más grave del gentleman consiste en que el hidalgo no trabaja, reduce al extremo sus necesidades materiales y, en consecuencia, no crea técnicas. Vive alojado en la miseria como esas plantas del desierto que saben vegetar sin humedad. Pero es no menos incuestionable que supo dar a esas terribles condiciones de existencia una solución digna. Por la dimensión de dignidad se enlaza con el gentleman, su hermano más afortunado.

    …………………

    – Fin de las Entregas (tres) –

    …………………

    OBSERVACIONES:

    a) Estos diferentes modos de ser humano (Paradigmas) han sido creados poniéndole la cara a las situaciones concretas.

    b) Toda “situación concreta” está ahí:

                – VINIENDO de (EN lo que se está – Término “a quo”)

                – YENDO a (hacia lo que hay que Hacer – Término “ad quem”)

    c) La HISTORIA es una Construcción “bizca” (mirando pa’uno y otro lado).

    d) La Situación concreta no existe más que en la PLURALIDAD de las diferentes historias (Países, Originarios, Culturas, etc.)

    e) Las Situaciones concretas de los diferentes LUGARES se hallan históricamente, además, en TIEMPOS diferentes (Sociedades “adelantadas o atrasadas” unas respecto a las otras)

    f) Cabe preguntarse, y dudar, de que la GLOBALIZACIÓN sea el único horizonte abierto y posible a n/Situación.

  • Isidoro García

    Yo puse en duda, hace unos días, el interés de un diálogo sobre creencias religiosas, si no subimos el nivel de los argumentos. Pues al final la cosa se acaba quedando en una confrontación “política”, de ideas viejas y gastadas, donde las descalificaciones mutuas y el sectarismo, son lo habitual.

    Y no es porque no haya teólogos y pensadores que nos puedan aportar luz en estos temas. Como apuntaba, hace unos días, Vigil en su artículo, solo apuntaba una fuerte crisis de las religiones tradicionales, con la desmitificación histórica de “los libros fundacionales”. Pero no apuntaba hacia dónde nos dirige la nueva ciencia en su conjunto, en estos temas.

    Y buscando, he visto un artículo del mismo Vigil, que apunta bien. En él habla de “La revolución espiritual que la ciencia está provocando en nosotros”.  

    Y en él dice: “Todas las religiones de la tierra están hoy día en un mundo diferente del que consta en sus Escrituras y en sus fuentes espirituales.

            Los creyentes despiertos, experimentan el contraste flagrante entre la visión actual del mundo, y la que arrastran todavía los rituales, los textos, las teologías y doctrinas de las religiones. 

           Lo que más está haciéndonos cambiar como humanidad es el nuevo relato cosmológico (the new story), tan potente, que está produciendo en nosotros un cambio múltiple de (las) imágenes (de nuestro imaginario)”.

    Este nuevo relato cósmico, que nos resitúa en el Universo, es la fuente primaria del sentido que buscamos, según Diarmuid O’ Murchu: “La forma más segura y confiable de conectar con el Misterio en el que vivimos y nos desarrollamos es acoger el relato mismo de nuestra historia cósmica. El relato mismo es nuestra fuente primaria de sentido”.

    Y Vigil lo complementa: “El nuevo relato cosmológico no dice sobre todo que no se trata de un cosmos, sino de una cosmogénesis, una historia llena de sorpresas, una explosión de dinamismos y potencialidades, de dimensiones profundas desconocidas, de dinamismos ocultos que tejen por dentro una inter-relación total, de “emergencias”, de imprevisibles saltos cualitativos hacia adelante y hacia arriba…”. 

    Para Thomas Berry, “la revolución científica contemporánea tiene valor “revelatorio”…”, o sea que es la nueva revelación que Teilhard anunciaba, para revitalizar el cristianismo en los últimos tiempos.

    Y como decía la profetisa Santa Edith Stein: “Hay una luz en la noche, que descubre un nuevo mundo en lo más hondo del alma, y en cierto modo, ilumina desde dentro el mundo exterior, que se nos devuelve completamente transformado”. 

  • George R Porta

    Lo concedo, Oscar, no puedo escribir más después de comer o cenar acompañado de cerveza o vino. Lo que quise decir es que un bebito puede crecer hasta seis pies de estatura, pero lo expresé mal. El  hecho de que cambie su forma no implica que sea una persona diferente excepto físicamente y desde luego los demás cambios que crecer implica, humanamente hablando. Lo digo porque nunca han cambiado mi inscripción de nacimiento o de bautizo según las que recién recibí de Cuba.

    Un abrazo cordial

  • oscar varela

    Leo de George:

    – “hay bebitos que sobrepasan los seis pies”-

    ¡Bien para ADIDAS y NIKE!

    Lamentable para el padre que tiene que comprarle los tres pares de zapatillas para esos seis pies ¿no?

  • George R Porta

    Hola Oscar: Yo no me sorprendo. Vivo rodeado de gente que alcanza esa medida que son solo 6 pies de estatura. No me sorprende. Dice un refrán que «con tiempo y saliva» una hormiga se come a un elefante. Y con el tiempo hay bebitos que sobrepasan los seis pies. Un saludo cordial.

  • oscar varela

    RELATOS para los “sudacas”

    1- Brasil (a un año del principio del golpe)

    Hoy Temer admite la verdad:

    que Dilma fue víctima de una jugada política injustificable

    https://www.pagina12.com.ar/32433-brasil-a-un-ano-del-principio-del-golpe

    2- Venezuela

    3- Bolivia

    4- y sigue …

  • M.Luisa

    El nudo gordiano en el que nos encontramos  tras la lectura del articulo y la lectura orteguiana mediando entre ellas nuestros comentarios, pienso  que lo constituye  el modo de ser  al que para realizarnos en proyección si bien el articulo apunta a una alternativa,    el modo de ser que desarrolla Ortega  se me hace   ambivalente.

    En esta ambivalencia se encuentra la dificultad pues  no es lo mismo apropiarse un modo de ser   respecto a un “ente”   cuyo ser consiste en lo que aún no es, (según leo) que un modo de ser respecto aquello que “hay” anterior a ese ente  que por nuestra  constitución humana me permite, por de pronto, sentir ya ese sí mismo  que he de realizar  en ese pretendido programa de ser.

    La alternativa paradigmática que presenta el artículo, pienso que    está en que ese modo de ser es un modo de ser en el que cuenta no tanto en él cualquier acto vital humano  como por ejemplo,  un acto típico de respuesta,    en lugar de atenernos a    que lo que en ello cuenta  más para ese modo de ser  no nos lo da  un acto vital sino lo que  sea una acción propiamente humana. No quiero decir con ello que Ortega en su fuero interno no lo distinguiera pero no lo explicitó.

  • oscar varela

    Hola!

    1- Leo de Santiago:

    – “holístico: visión integral y completa en el análisis de realidad;

    * la apertura hacia la trascendencia es más apropiada …

    *…pues es mejor avanzar que retroceder,

    * mejor abrirse que reducirse”-

    Respondo:

    a) Leer lo que Yo pienso y escribo

    en el libro que tú piensas y escribes

    es mal-interpretar aunque aludas “respeto cordial”

    b) Favor de leer-me:

                    – la realidad radical es MI VIDA (Yo y Mundo reciprocándose)

                    – MI VIDA es MI TRASCENDENCIA radical (no está “hecha”, sino “que-hacer”).

                    – toda otra TRASCENDENCIA que haya, se halla en ella, sino no la hay.

    ¿Se entiende? – ¿A qué tergi-versar-me, entonces?

    ……………

    2- Leo de George:

    ¿Quién puede extrañarse de que

    un bebito alcance 1.8208800 metros de estatura?-

    Respondo:

    Yo.

    ¿Tú no?

    Cada cosa tiene su “norma” y su “enormidad” (monstruosa).

    Las “medidas” de los semejantes no se aplican a los diferentes.

    Las “medidas-científicas”:

    – no son de aplicación a las cosas “humanas”.

    – sí son de aplicación a las cosas “del-hombre”

    – a las cosas “humanas” se les aplica (y “hasta por ahí nomás”) lo Novelesco-protagónico.

    ………..

    ¡Vamos todavía! – Óscar.

  • oscar varela

    Segunda entrega del cap. VI en MEDITACIÓN DE LA TÉCNICA – José Ortega y Gasset – 1933 – OCT5,319/375

    ………………..

    VI – EL DESTINO EXTRANATURAL DEL HOMBRE—PROGRAMAS DE SER QUE HAN DIRIGIDO AL HOMBRE—EL ORIGEN DEL ESTADO TIBETANO

    1- El “material” de laTécnica

    En las lecciones anteriores he procurado sugerir cuáles son los supuestos que tienen que darse en el universo para que en él aparezca eso que llamamos técnica. Dicho en otra forma, la técnica implica todo eso que hemos enunciado: que hay un ente cuyo ser consiste, por lo pronto, en lo que aún no es, en un mero proyecto, preten­sión o programa de ser; que, por tanto, ese ente tiene que afanarse en la realización de sí mismo. No puede lograrla sino con elemen­tos reales; como el artista no puede realizar la estatua imaginada si no tiene una materia sólida en que plasmarla. La materia, el elemento real donde y con el cual el hombre puede llegar a ser de hecho lo que en proyecto es, es el mundo. Éste le ofrece la posibilidad de existir y, a la par, grandes dificultades para ello. En tal dispo­sición de los términos la vida parece constituida coma un problema casi ingenieril: aprovechar las facilidades que el mundo ofrece para vencer las dificultades que se oponen a la realidad de nuestro progra­ma. En esta condición radical de nuestra vida es donde prende el hecho de la técnica.

    2- Algunos “Programas vitales” habidos

    Dicho así, en fórmula abstracta, resulta acaso difícil de com­prender. Porque ese programa extranatural que afirmamos ser el hombre y para servir al cual se afana la técnica, suena a algo místico e inconcretable. Alguna claridad, sin embargo, aportó al asunto la rápida enumeración que hice de algunos entre los muchos progra­mas vitales en que el hombre históricamente ha concretado su ser: el bodhisatva hindú, el hombre agonal de la Grecia aristocrática del siglo VI, el buen republicano de Roma y el estoico de la época del Imperio, el asceta medieval, el hidalgo del XVI, el bomme de bonne compagnie de Francia en el XVII, la schöne Seele de fines del XVIII en Alemania o el Dichter und Denker de comienzos del XIX, el gentleman de 1850 en Inglaterra, etc.

    No me es lícito dejarme llevar a la sugestiva labor de ir descri­biendo el perfil presionador del mundo que es cada uno de estos modos de ser del hombre.

    3- El PROGRAMA determina la TÉCNICA

    Únicamente haré notar algo que me parece de toda evidencia. El pueblo en que predomina la idea de que el verdadero ser del hombre es ser bodhisatva, no puede crear una técnica igual a aquel otro en que se aspira a ser gentleman. Ser bodhisatva es, por lo pronto, creer que existir en este mundo de meras apariencias es precisa­mente no existir de verdad. La verdadera existencia consiste para él en no ser individuo, trozo particular del universo, sino fundirse en el Todo y desaparecer en él. El bodhisatva, pues, aspira a no vivir o a vivir lo menos posible. Reducirá su alimento al mínimo; ¡mal para la técnica de la alimentación! Procurará la inmovilidad máxima, para recogerse en la meditación, único vehículo que permite al hom­bre llegar al éxtasis, es decir, a ponerse en vida fuera de este mundo. No es verosímil que invente el automóvil este hombre que no quiere moverse. En cambio, suscitará todas esas técnicas tan ajenas a nos­otros europeos como son las de los fakires y yogas, técnicas del éxtasis, técnicas que no producen reformas en la naturaleza ma­terial, sino en el cuerpo y la psique del hombre. Por ejemplo, la técnica de la insensibilidad y la catalepsia, de la concentración, etcétera. Esto por lo que hace a mi advertencia de que la técnica es función del variable programa humano. De otra parte, nos aclara ya del todo aquello de que el hombre, en una de sus dimensio­nes, tiene un ser extranatural y que antes no conseguíamos traer a intuición.

    4- Un PROGRAMA anulador de Mundo

    Es evidente que existir como mediador y como estático, vivir precisamente como no viviente, en constante procuración de anular el mundo y la existencia misma, no es un modo natural de existir. Ser bodhisatva es, en principio, no comer, no moverse, no sexualizar, no sentir placer ni dolor; ser, en consecuencia, la negación viviente de la naturaleza. Por eso es un ejemplo drástico de la extra-naturalidad del ser humano y de lo difícil que es su realización en la naturaleza. Ello requiere una preadaptación de ésta que deje huelgo para una calidad de ser que tan radicalmente la contradice. Pero la explicación naturalista de lo humano saltará aquí sosteniendo que la relación entre el proyecto de ser y la técnica es inversa de la que yo supongo, a saber: que es el proyecto quien suscita la técnica, la cual, a su vez, reforma la naturaleza. Todo lo contrario, se dirá: en la India el clima y el suelo facilitan tan enormemente la vida que el hombre apenas necesita moverse ni alimentarse. Es, pues, el clima y el suelo quienes preforman ese tipo de vida búdica. Con esto, por vez primera acaso, les sonará algo bien en este ensayo a los hombres de ciencia que me escuchan.

    5- El PROGRAMA no depende de la Geografía

    Pero ahora no puedo menos de chafar al naturalista imaginario que me objeta aún aquella pequeñísima satisfacción. No: existe, sin duda, una relación entre clima y suelo de un lado y programa de humanidad de otro, pero es muy distinta de la que la anterior explicación supone. No voy ahora a exponer cuál es, a mi juicio; por una vez voy a excusarme de razonar y en su lugar voy a oponer al pretendido hecho que el presunto objetante ha presentado, sen­cillamente, otro hecho positivo que da al traste con aquella expli­cación.

    6- Budismo en el Tibet

    Sin son el clima y la tierra de la India quienes explican el budis­mo de la India, no se comprende por qué hoy la región budista por excelencia es el Tibet. Porque su clima y su tierra son la antí­tesis de la región del Ganges o de Ceylán. Las altiplanicies tras el Himalaya son uno de los lugares más ásperos y crudos del planeta. Feroces vendavales señorean aquellas llanuras inmensas, aquellos amplísimos valles. Tormentas y hielos las castigan durante gran parte del año. Por eso no había allí sino hordas trashumantes, in­quietas y broncas, en continua agresión las unas con las otras. Se guarecían en sus tiendas, hechas con la piel de los grandes ovinos altaicos. Nunca pudo allí constituirse un Estado. He aquí que un buen día transpusieron los sublimes puertos del Himalaya algunos misioneros budistas y convirtieron a su religión algunas de aquellas hordas. Pero el budismo es, más esencialmente que ninguna otra religión, faena de meditación. En el budismo no hay un dios que se encargue de salvar al hombre. Es el hombre quien tiene que salvarse a sí mismo por medio de la meditación, de la oración. ¿Cómo meditar en la crudísima temperie tibetana? Fue menester construir conventos de cal y canto, los primeros edificios que hubo allí nunca. No, pues, para simplemente vivir surge en el Tibet la casa, sino para orar. Pero ocurrió que en las contiendas tradicionales de aquel país las hordas budistas se acogían en sus conventos, que adquirieron así un papel guerrero, proporcionando a sus poseedores superioridad sobre los no budistas. En suma, que el convento, haciendo de castillo, creó el Estado tibetano. Aquí no es el clima y la tierra quienes engendran el budismo, sino al revés, el budismo como necesidad humana, esto es, innecesaria, quien modifica el clima y la tierra mediante la técnica de la construcción.

    7- Solidaridad de las TÉCNICAS. Poesía y Milicia

    Sirva al paso lo dicho como un buen ejemplo de la solidaridad que existe entre las técnicas; quiero decir de la facilidad con que un artefacto ideado para servir una determinada finalidad se desplaza hacia otras utilizaciones. Más arriba vimos cómo el arco primitivo, probablemente musical, se convierte en arma de caza y pelea. Parejo es el caso de Tirteo, aquel ridículo general que los atenienses pres­taron a los espartanos. Viejo y cojo, era, además, por el estilo anti­cuado de sus elegías, el hazmerreír de la juventud vanguardista en el Ática. Pero llega a Esparta y desde entonces los desmoralizados lacedemonios comienzan a ganar todas las batallas. ¿Por qué? Pues, por lo pronto, por una razón técnica de táctica. Las elegías de Tirteo estaban compuestas en un ritmo arcaico, que, por ser muy claro y pronunciado, facilitaba la unidad de marcha y movimiento en la falange. He aquí una técnica poética que se transforma en ingrediente creador dentro de la técnica militar.

    8- El “GENTLEMAN” y el “ARISTÓCRATA”

    Pero no nos perdamos. Intentábamos brevemente confrontar la situación del hombre cuando es, como proyecto, bodhisatva, con la del hombre cuando se propone ser gentleman. La oposición es radical. Basta para advertirlo que insinuemos algunos rasgos consti­tuyentes del gentleman. Antes conviene notar que el gentleman no es el aristócrata. Sin duda fueron los aristócratas ingleses los que prin­cipalmente idearon este modo de ser hombre, pero inspirados por lo que diferencia al aristócrata inglés de todas las demás clases de nobles. Mientras las demás son cerradas como clases, y además cerradas en cuanto al tipo de ocupaciones a que se dignaban dedicarse —guerra, política, diplomacia, deporte y alta dirección de la economía agríco­la—, el aristócrata inglés, desde el siglo XVI, acepta la lucha en el terreno económico del comercio, de la industria y de las carreras liberales. Como la historia iba a consistir desde entonces principal­mente en estas faenas, ha sido la única que se salvó, manteniéndose en la brecha de la plena eficiencia. De aquí que al llegar el siglo XIX créase un prototipo de existencia —el gentleman— que vale para todo el mundo. El burgués y el obrero pueden, en cierta medida, ser gentleman; es más, pase lo que pase en un futuro, acaso inmediato, quedará como una de las maravillas de la historia el hecho de que hoy, hasta el obrero más modesto de Inglaterra, es, en su órbita, un gentleman. Ese modo de ser hombre no implica, pues, aristocratismo.

    9- TRABAJADOR o HEREDERO

    El aristócrata continental de los últimos cuatro siglos es, ante todo, heredero: el hombre que ha heredado grandes medios de vida, pero no ha tenido que luchar en ésta para conquistarlos. El gentleman como tal, no es el heredero; al contrario, supone que el hombre tiene que luchar en la vida, que ejercitar todas las profesiones y oficios, sobre todo los prácticos (el gentleman no es intelectual), y precisa­mente en esa lucha tiene que ser gentleman. El polo opuesto al gentleman es el gentilhomme de Versalles o el Junker alemán.

    ……………….. (sigue y final: cap. VII – EL TIPO «GENTLEMAN» — SUS EXIGENCIAS TÉCNICAS – EL «GENTLEMAN» Y EL «HIDALGO»)

  • George R Porta

    Cuando las cosas se transforman, desaparece en efecto la único realmente tangible de ellas la mayoría de las veces, es decir su forma. Eso es obvio en cualquier estudiante de preparatoria que haya visto o causado en la laboratorio una reacción química simple: Acido clorhídrico y sal común, sin embargo el sodio, el cloro y el hidrógeno permanecen solo que de otra forma..

    ¿Quién puede extrañarse de que un bebito alcance 1.8208800 metros de estatura? Ambos son la misma persona, diferente forma.

    La Iglesia apostólica, perseguida y creciente, no fue la iglesia de la gran crisis moral y doctrinal de la Edad Media, la de la Reforma, ni es la misma de ahora y no será la misma dentro de otro milenio. De otro modo, para el creyente, ¿qué sentido puede tener que Jesús haya prometido la guía, el Consuelo, la asistencia del Espiritu Santo hasta su prometida segunda venida?

    La Cristiandad que conoció Pablo no es la de ahora… Luego es possible que esta iglesia desaparezca para dar espacio a otra iglesia menos preocupada intelectualmente, más solidaria, más humana, menos enjoyada, más ligera en su andar, verdaderamente peregrina sin exceso de equipaje y cuando sea transparente ¿de qué tendrá que defenderse? Esa Iglesia seguramente nada temerá perder porque nada poseerá que se pueda perder o que le puedan arrebatar.

    ¿O quizás seguirá por este camino del fundamentalismo conservador, obsesionado con evitar que el evangelio de Jesús sea interpelado y contradicho? Per, si no lo fuera, si nadie lo interpelara ¿no fuera eso señal de que la sal hubiese perdido su sabor?

  • Santiago

    Gracias Antonio por tu sugerencia…pero pienso que la Iglesia fué apologética desde “el principio”…desde que Jesús tuvo que enfrentarse al “establishment teocrático judío” que había deformado el verdadero sentido de la Ley…y después los ataques han sido incesantes “en oleadas” como la que estamos viviendo hoy ¿Quién no iba a salir en defensa de la VERDAD proclamada ya por Jesús?…Pero agradezco sinceramente tu sugerencia y pienso de que manera puedo mejorar mi estilo…

    Por otro lado, amigo Luis pienso que crees que ya tienes la última palabra…En realidad, de nosotros 2 juntos, pronto quedarán solo memorias….No creo que sobrepasemos un siglo….Aún desde el punto de vista humano, lo mas probable ES que la Iglesia milenaria, nos sobreviva….No podremos ver, aquí en la tierra, ni esa supervivencia, ni su “cadáver”, por supuesto….Pero si ha resistido tanto, ¿por qué no va a sobreponerse a esta crisis? ¿Dónde está la certeza de su desaparición? Es mera suposición, pero los seres humanos del siglo XXI todavía no han llegado a la PLENITUD, según muchos…y todavía falta mucho, mucho..

    Oscar, si por holístico se entiende la visión integral y completa en el análisis de realidad, entonces la apertura hacia la trascendencia es mas apropiada al término…pues es mejor avanzar que retroceder, mejor abrirse que reducirse….A pesar que celebro que te encuentres bien, en tu actual aproximación holística..

    Un abrazo a todos     Felices Pascuas de Resurrección…

    Santiago Hernández

  • George R Porta

    Hola Oscar, te leo: «Y acá tiene un ejemplo radical de lo que tú, creeo, veías al relacionar “Libertad” y “Necesidad”. Yo la veo en el sentido de que somos “necesariamente libres”: podemos aceptar-nos o negar-nos (vivir-nos o matar-nos)».

    Yo no pudiera decir que tuviese libertad de hacer una cosa o lo contrario porque una de las dos no será necesaria si me aplico a discernir bien la «confusion» que tengo al verlas equidistantes de mí. En mi opinion solo la que sea necesaria será la que libremente pueda optar. La libertad se realiza al final del acto cuando ya es irreversible, igual que seré quien yo tenga que ser cuando ya no pueda cambiar más, es decir, cuando deje de existir. La necesidad en este ultimo caso viene dada por «ser-quien-tenga-que-ser» es decir, aquello que mis potencialidades, virtudes, defectos, limitaciones, puestas todas en juego y habiendo agotado todas las combinaciones posibles, permitirán que yo llegue a ser, la ultima forma de mi existencia, mi modo o manera de ser final.

    Un abrazo cordial.

    te digo esto con un cierto temor porque no olvido que tanto tú como María Luisa tienen una educación filosófica que yo no tengo, aunque tenga alguna. Lo único que me mueve a meterme en estas conversaciones es el deseo de aprender y por eso me atrevo a disentir o diferir.

  • George R Porta

    Por ultimo, amiga María Luisa, dividiendo mi comentario para no ser más pesado: Lo que apuntaba sobre la voluntad, independientemente de cual sea el propósito, me parece que la voluntad sea una sola. Si la aplico para mover el coche haciéndole retroceder o adelantar, de cualquier modo es mi voluntad y la misma. Pero como siempre me confío a tu generosidad porque quizás me enredo solo. Gracias. Un abrazo cordial.

  • George R Porta

    María Luisa: Con respecto a tu comentario, lo que quise decir es que hace tiempo (aún ocurre) se habla de invención, cuando en realidad solo se puede ser descubrimiento. Da lo mismo, me parece, que se trate de una ley de la Física como que se trate de un poema.

    Aún en el caso de la mentira que a veces se puede decir coloquialmente «eso es una invención», lo que digo es aplicable. La substancia del error o lo falso en un context, puede ser acertado o cierto en otro. Por ejemplo, la posibilidad de que las cosas «caigan hacia arriba», cuando en el hemisferio sur algo cae, lo hace hacia el centro de la Tierra, lo mismo que en el hemisferio norte. A la altura del Ecuador, las trayectorias de caída pueden ser paralelas, pero en los polos se acercan a ser linealmente opuestas, y dependiendo de dónde esté el observador, algunas cosas caerán hacia abajo solo relativamente.

    En cuanto a la virtualidad, ahí te confieso que no sé cuestionar lo que afirmas. Esto dice el DRAE acerca de «virtual»: Del lat. mediev. virtualis, y este der. del lat. virtus ‘poder, facultad’, ‘fuerza’, ‘virtud’. 1. adj. Que tiene virtud para producir un efecto, aunque no lo produce de presente, frecuentemente en oposición a efectivo o real. 2. adj. Implícito, tácito. 3. adj. Fís. Que tiene existencia aparente y no real.

    Por eso preguntaba lo de una virtualidad (virtud) interna. No sé si he comprendido que se pueda tartar de algo potencial o possible pero ésto es siempre algo que siempre permanence como al interior del objeto y no puede causar efecto porque aún no se ha expresado o salido de él. No sé, has de perdonar, te ruego, que quizás me enrede.

  • oscar varela

    Cuento “chancho” (con AVISO) en torno al “CAER” y la VOLUNTAD.

    – “Andaban por la calle, Simón a Ismael, cuando Isma siente el tronar inconfundible de un “pedo”.

    – ¿Simón, te has tirado un pedo?

    – ¡No Isma; se me habrá “CAIDO”, porque, yo, TIRAR no tiro nada!

  • George R Porta

    Gracias a María Luisa y a Oscar. Siempre aprendo cuando os comprendo y me alegro. Un abrazo cordial a cada uno.

  • M.Luisa

    …disculpas, en el octavo párrafo debe leerse “negados” en vez de negamos. Gracias

  • M.Luisa

    Ahora con un poco más de tiempo, George, releo de nuevo tu  comentario  y entre las  objeciones que me haces hay una en forma de pregunta que es la que ayer te contesté,  las otras son razones que me das al estar en desacuerdo conmigo en los diferentes puntos que señalas. Es a lo que me referí ayer al decirte que no  te comprendía al plantearlas.  Por ejemplo cuando dices:

    Creo que nada es inventado y todo sea descubierto, pero lo que sea «ya estaba ahí».

    Y luego también

    «Caer en la cuenta» implica voluntad de búsqueda y apertura a aquello que sea descubierto”

    Ahí, en las dos frases, aunque parece que digamos lo mismo  hallo, sin embargo, una diferencia de perspectiva o  de horizonte podría decirse,  pues  todo depende a qué voluntad de búsqueda  se invoque.

    Una: “voluntad de búsqueda”  de verdad real

    Dos: “voluntad de búsqueda” de verdad de ideas

    Esta  es la que con demasiada facilidad se cae. Lo característico de esta búsqueda es el objeto, es decir, poner el fin en un objetivo  y por tanto una vez obtenida la objetivación de la realidad  en nuestra búsqueda, quedamos negamos,  cerrados  a la posibilidad  de descubrirla,  por lo que  si esto es así  entonces cómo podríamos esperar  caer por cuenta propia  en ese logro?.

    Por eso dije que caer en la cuenta de algo no tiene nada que ver con nuestra voluntad  sino que  la cuestión ha de ser vista   a la inversa, es decir, es el hecho de  estar ya en donde nos encontramos   lo que nos abre a  darnos cuenta de ello. Sólo en este segundo estadio es donde reside el conocimiento.

    Entre paradigma y paradigma se da esta circunstancia.  (Tema del artículo)

    Por esto llenos de cara a este último,  a este paradigma del que nos habla el AUTOR,  me   pareció de interés sacar a colación, el otro día, el concepto aquel de virtualidad interna que tanto te extrañó y es que mientras no tengamos de la materia más concepto que el que nos ha dejado el positivismo, mal podremos afrontar las posibilidades físicas que nos ofrecerá  esta nueva situación.

     

  • oscar varela

    Tal vez se adapten los ítems:

    7. m. Proyecto ordenado de actividades.
    8. m. Serie ordenada de operaciones necesarias para llevar a cabo un proyecto.

    A veces se suele utilizar el vocablo “Proyecto” interesante porque expresa el “tirar p’alante” intentando que haya lo que no hay “todavía”, con la inseguridad de morir (o no) en el intento.

    Las cosas naturales tienen (muy, pero muy de vez en cuando, ese “brincar” o mutación); en cambio en el Ser humano es lo que lo caracteriza desde un fondo insobornable que lo “voca” y “con-voca” a “ser-el-que-tiene-que-ser”.

    Y acá tiene un ejemplo radical de lo que tú, creeo, veías al relacionar “Libertad” y “Necesidad”. Yo la veo en el sentido de que somos “necesariamente libres”: podemos aceptar-nos o negar-nos (vivir-nos o matar-nos)

    Chau!

     
     
     

  • George R Porta

    Hola Oscar: ¿Qué quieres decir al utilizer la palabra «programa»? Esto que sigue es lo que dic el DRAE acerca de: programa.

     

    Del lat. tardío programma, y este del gr. πρόγραμμα prógramma.

    1. m. Edicto, bando o aviso público.
    2. m. Previa declaración de lo que se piensa hacer en alguna materia u ocasión.
    3. m. Tema que se da para un discurso, diseño, cuadro, etc.
    4. m. Sistema y distribución de las materias de un curso o asignatura, que forman y publican los profesores encargados de explicarlas.
    5. m. Anuncio o exposición de las partes de que se han de componer ciertos actos o espectáculos o de las condiciones a que han de sujetarse, reparto, etc.
    6. m. Impreso que contiene el programa de un acto o espectáculo.
    7. m. Proyecto ordenado de actividades.
    8. m. Serie ordenada de operaciones necesarias para llevar a cabo un proyecto.
    9. m. Cada una de las distintas unidades temáticas que constituyen una emisión de radio o de televisión. Va a comenzar el programa deportivo.
    10. m. Serie de programas que constituyen una emisión de radio o de televisión.
    11. m. Cada una de las operaciones que, en un orden determinado, ejecutan ciertas máquinas.
    12. m. Conjunto unitario de instrucciones que permite a una computadora realizar funciones diversas, como el tratamiento de textos, el diseño de gráficos, la resolución de problemas matemáticos, el manejo de bancos de datos, etc.
    13. m. coloq. Ec. y Ur. Relación amorosa furtiva y pasajera.
    14. m. coloq. Ur. Cita amorosa.
    15. m. coloq. Ur. Persona con quien se tienen relaciones sexuales pasajeras.

  • oscar varela

    Hola!

    Había dicho yo que: HISTORIA es CONSTRUCCIÓN de un RELATO.

    Se trataría, entonces, de un QueHacer ingenieril (Técnico).

    ………………..

    No recuerdo bien, pero me parece haber propuesto un “Taller-Atrio” con los 12 capitulitos de “Meditación de la Técnica” de Ortega y Gasset – año 1933. Ni siquiera habría que “destilarlos”; tan solo, tal vez, paragrafearlos.

    Creo que nos ahorraríamos el ingresar en “callejones sin salidas”, como me parece le da cabida y posibilita el Cumpa Vidal cuando usa los conceptos (que “da por supuestos”) de “Fe o Creencia” e “Historia”.

    ………………..

    Acá propondré la meditación que está a la base de la Historia como Construcción.

    Se trata de que la misma “Vida humana” es eso: AUTO-CONSTRUCCIÓN.

    Caerá de su peso, entonces, que el TIEMPO AXIAL es solo un acotamiento intensivo de lo que es normal y cotidiano en la vida humana de cualquier ser “humano”.

    …………………

    La Propuesta abarcará los “capitulitos”:

    1- cap. V: LA VIDA COMO FABRICACIÓN DE SÍ MISMA-TÉCNICA Y DESEOS

    2- cap. VI: EL DESTINO EXTRANATURAL DEL HOMBRE—PROGRAMAS DE SER QUE HAN DIRIGIDO AL HOMBRE—EL ORIGEN DEL ESTADO TIBETANO

    3- cap. VII: EL TIPO «GENTLEMAN» — SUS EXIGENCIAS TÉCNICAS – EL «GENTLEMAN» Y EL «HIDALGO»

    ¡Buen provecho y buena suerte!

    …………………

    cap. V: LA VIDA COMO FABRICACIÓN DE SÍ MISMA-TÉCNICA Y DESEOS

    1- El “ser humano” es un PROBLEMA

    Bajo esta perspectiva, la vida humana, la existencia del hom­bre, aparece consistiendo formalmente, esencialmente, en un pro­blema. Para los demás entes del universo, existir no es problema —porque existencia quiere decir efectividad, realización de una esencia—; por ejemplo, que «el ser toro» se verifique, acontezca. Ahora bien, el toro, si existe, existe ya siendo toro. En cambio, para el hombre existir no es ya, sin más ni más, existir como el hombre que es, sino meramente posibilidad de ello y esfuerzo hacia lograrlo. ¿Quién de ustedes es, efectivamente, el que siente que ten­dría que ser, que debería ser, que anhela ser? A diferencia, pues, de todo lo demás, el hombre, al existir, tiene que hacerse su existencia, tiene que resolver el problema práctico de realizar el programa en que, por lo pronto, consiste. De ahí que nuestra vida sea pura tarea e inexorable quehacer.

    2- No hay más remedio que AUTO-FABRICARSE

    La vida de cada uno de nosotros es algo que no nos es dado hecho, regalado, sino algo que hay que hacer. La vida da mucho quehacer; pero además no es sino ese quehacer que da a cada cual, y un quehacer, repito, no es una cosa, sino algo activo, en un sentido que trasciende todos los demás. Porque en el caso de los demás seres se supone que alguien o algo que ya es, actúa; pero aquí se trata de que precisamente para ser hay que actuar, que no se es sino esa actuación. El hombre, quiera o no, tiene que ha­cerse a sí mismo, autofabricarse.

    3- VIVIR es realizar un PROGRAMA

    Esta última expresión no es del todo inoportuna. Ella subraya que el hombre, en la raíz misma de su esencia, se encuentra, antes que en ninguna otra, en la situación del técnico. Para el hombre, vivir es, desde luego, y antes que otra cosa, esforzarse en que haya lo que aún no hay; a saber, él, él mismo, aprovechando para ello lo que hay; en suma, es producción. Con esto quiero decir que la vida no es fundamentalmente como tantos siglos han creído: contemplación, pensamiento, teoría. No; es producción, fabricación, y sólo porque éstas lo exigen; por lo tanto, después, y no antes, es pensamiento, teoría y ciencia. Vivir…, es decir, hallar los medios para realizar el programa que se es.

    4- El MUNDO es la MÁQUINA de las MÁQUINAS

    El mundo, la circunstancia, se presenta desde luego como primera materia y como posible máquina. Ya que para existir tiene que estar en el mundo, y éste no realiza por sí y sin más el ser del hombre, sino que le pone dificultades, el hombre se resuelve a bus­car en él la máquina oculta que encierra para servir al hombre.

    La historia del pensamiento humano se reduce a la serie de observacio­nes que el hombre ha hecho para sacar a la luz, para descubrir esa posibilidad de máquina que el mundo lleva latente en su materia. De aquí que al invento técnico se le llame también descubrimiento. Y no es, como veremos, una casualidad que la técnica por antono­masia, la plena madurez de la técnica, se iniciase hacia 1600; jus­tamente cuando en su pensamiento teórico del mundo llegó el hom­bre a entenderlo como una máquina. La técnica moderna enlaza con Galileo, Descartes, Huygens; en suma, con los creadores de la interpretación mecánica del universo. Antes se creía que el mundo corporal era un ente amecánico, cuyo ser último estaba constituido por poderes espirituales, más o menos voluntarios e incoercibles. El mundo, como puro mecanismo, es, en cambio, la máquina delas máquinas.

    5- El QUEHACER extra-natural del ser humano

    Es, pues, un error fundamental creer que el hombre no es sino un animal casualmente dotado con talento técnico o, dicho en otro giro, que si a un animal le agregásemos mágicamente el don téc­nico, tendríamos sin más el hombre. La verdad es lo contrario, por­que el hombre tiene una tarea muy distinta de la del animal, una tarea extranatural, no puede dedicar sus energías como aquél a satis­facer sus necesidades elementales, sino que, desde luego, tiene que ahorrarlas en ese orden para poder vacar con ellas a la improbable faena de realizar su ser en el mundo.

    6- La TÉCNICA encaja al ser humano en el Mundo

    He aquí por qué el hombre empieza cuando empieza la técnica. La holgura, menor o mayor, que ésta le abre en la naturaleza es el alvéolo donde puede alojar su excéntrico ser. Por eso insistía ayer en que el sentido y la causa de la técnica están fuera de ella; a saber: en el empleo que da el hombre a sus energías vacantes, liberadas por aquélla. La misión inicial de la técnica es ésa: dar franquía al hombre para poder vacar a ser sí mismo.

    7- OCIO y NEGOCIO

    Los antiguos dividían la vida en dos zonas: a una, que llama­ban otium, el ocio, que no es la negación del hacer, sino ocuparse en ser lo humano del hombre, que ellos interpretaban como mando, organización, trato social, ciencia, artes. La otra zona, llena de esfuerzos para satisfacer las necesidades elementales, todo lo que hacía posible aquel otium, la llamaban nec-otium, señalando muy bien el carácter negativo que tiene para el hombre.

    En vez de vivir al azar y derrochar su esfuerzo, necesita éste actuar conforme a plan para obtener seguridad en su choque con las exigencias naturales y dominarlas con un máximo de rendi­miento. Esto es su hacer técnico frente al hacer a la buena de Dios del animal, del pájaro del buen Dios, por ejemplo.

    Todas las actividades humanas que especialmente han recibido o merecen el nombre de técnicas, no son más que especificaciones, concreciones de ese carácter general de autofabricación propio a nues­tro vivir.

    8- HOMBRE y MUNDO: ENTES HETEROGÉNEOS

    Si nuestra existencia no fuese ya desde un principio la forzosidad de construir con el material de la naturaleza la pretensión ex­tranatural que es el hombre, ninguna de esas técnicas existiría. El hecho absoluto, el puro fenómeno del universo que es la técnica, sólo puede darse en esa extraña, patética, dramática combinación metafísica de que dos entes heterogéneos —el hombre y el mundo— se vean obligados a unificarse, de modo que uno de ellos, el hom­bre, logre insertar su ser extramundano en el otro, que es precisa­mente el mundo. Ese problema, casi de ingeniero, es la existencia humana.

    9- La INVENCIÓN Pre-Técnica: el DESEO ORIGINAL

    Y, sin embargo, o por lo mismo, la técnica no es en rigor lo primero. Ella va a ingeniarse y a ejecutar la tarea, que es la vida; va a lograr, claro está, en una u otra limitada medida, hacer que el programa humano se realice. Pero ella por sí no define el progra­ma; quiero decir que a la técnica le es prefijada la finalidad que ella debe conseguir. El programa vital es pre-técnico. El técnico o la capacidad técnica del hombre tiene a su cargo inventar los procedi­mientos más simples y seguros para lograr las necesidades del hom­bre. Pero éstas, como hemos visto, son también una invención; son lo que en cada época, pueblo o persona el hombre pretende ser; hay, pues, una primera invención pre-técnica, la invención por excelencia, que es el deseo original.

    10- DESAR no es tan Fácil

    No se crea que es desear faena tan fácil. Observen ustedes la espe­cífica angustia que experimenta el nuevo rico. Tiene en la mano la posibilidad de obtener el logro de sus deseos, pero se encuentra con que no sabe tener deseos. En su secreto fondo advierte que no desea nada, que por sí mismo es incapaz de orientar su apetito y decidirlo entre las innumerables cosas que el contorno le ofrece. Por eso busca un intermediario que le oriente, y lo halla en los deseos predominantes de los demás. He aquí la razón por la cual lo pri­mero que el nuevo rico se compra es un automóvil, una pianola y un fonógrafo. Ha encargado a los demás que deseen por él. Como hay el tópico del pensamiento, el cual consiste en la idea que no es pensada originariamente por el que la piensa, sino tan sólo por él repetida, ciegamente, maquinalmente reiterada, hay también un deseo tópico, que es más bien la ficción y el mero gesto de desear.

    11- Lo que DESAMOS SER

    Esto acontece, pues, aun en la órbita del desear que se refiere a lo que ya hay ahí, a las cosas que ya tenemos en nuestro horizonte antes de desearlas. Imagínese hasta qué punto será difícil el deseo propiamente creador, el que postula lo inexistente, el que anticipa lo que aún es irreal. En definitiva, los deseos referentes a cosas se mueven siempre dentro del perfil del hombre que deseamos ser. Éste es, por lo tanto, el deseo radical, fuente de todos los demás. Y cuando alguien es incapaz de desearse a sí mismo, porque no tiene claro un sí mismo que realizar, claro es que no tiene sino pseudo-deseos, espectros de apetitos sin sinceridad ni vigor.

    12- IMAGINACIÓN para INVENTAR

    Acaso la enfermedad básica de nuestro tiempo sea una crisis de los deseos, y por eso toda la fabulosa potencialidad de nuestra téc­nica parece como si no nos sirviera de nada. Hoy la cosa comien­za a hacerse patente, pero ya en 1921 se me ocurría enunciar el grave hecho: «Europa padece una extenuación en su facultad de desear». (España invertebrada). Y esa obnubilación del progra­ma vital traerá consigo una detención o retroceso de la técnica que no sabrá bien a quién, a qué servir. Porque ésta es la increíble si­tuación a que hemos llegado y que confirma la interpretación aquí sustentada: la finca, es decir, el repertorio con que hoy cuenta el hombre para vivir, no sólo es incomparablemente superior al que nunca ha gozado (las fuerzas creadas en la técnica equivalen a 2.500 millones de esclavos, es decir, dos servidores para cada civilizado), sino que tenemos la clara conciencia de que son superabundantes, y, sin embargo, la desazón es enorme, y es que el hombre actual no sabe qué ser, le falta imaginación para inventar el argumento de su propia vida.

    13- Buscando a los INVENTORES

    ¿Por qué? ¡Ah!, eso no pertenece a este ensayo. Sólo nos pre­guntaremos: ¿Qué en el hombre, o qué clase de hombres son los especialistas del programa vital? ¿El poeta, el filósofo, el fundador de religión, el político, el descubridor de valores? No lo decidamos; baste con advertir que el técnico los supone y que esto explica una diferencia de rango que siempre ha habido y contra la cual es en vano protestar.

    14- ANONIMATO de la TÉCNICA

    Tal vez tenga que ver con esto el extrañísimo hecho de que la técnica es casi siempre anónima, o por lo menos que los creadores de ella no gocen de la fama nominativa que ha acompañado siem­pre a aquellos otros hombres. Uno de los inventos más formidables de los últimos sesenta años ha sido el motor de explosión. Pues bien, ¿cuántos de ustedes, que no sean por su oficio técnicos, recuer­dan en este momento la lista de nombres egregios que llevaron sus inventores?

    De aquí también la enorme improbabilidad de que se constituya una «tecnocracia». Por definición, el técnico no puede mandar, dirigir en última instancia. Su papel es magnífico, venerable, pero irremediablemente de segundo plano.

    15- Resumamos:

    La reforma de la naturaleza o técnica, como todo cambio o mutuación, es un movimiento con sus dos términos, a quo y ad quem. El término a quo es la naturaleza, según está ahí. Para modificarla hay que fijar el otro término, hacia el cual se la va a conformar. Este término ad quem es el programa vital del hombre. ¿Cómo lla­maríamos al logro pleno de éste? Evidentemente, bienestar del hombre, felicidad.

    …………………

    He aquí que con ello cerramos el rizo de todas las consideraciones hechas en las anteriores lecciones.

    (sigue – cap. VI: EL DESTINO EXTRANATURAL DEL HOMBRE—PROGRAMAS DE SER QUE HAN DIRIGIDO AL HOMBRE—EL ORIGEN DEL ESTADO TIBETAN)

  • George R Porta

    ¿Cómo se puede negar lo metafísico no-metafísicamente? ¿No es el ateísmo una expression metafísica tanto cuanto lo es el teísmo? Para quien busca la verdad o la certidumbre de ella ¿es posible entretener cualquier paradigma metafísico sin renunciar a su búsqueda?

    ¿Por qué cuesta tanto simplemente decir esto que me pregunto solo tiene validez para mí pero no puedo afirmarlo solamente por esa razón. En realidad es una pregunta para la que no tengo respuesta.

    Además del deseo de dominar y algún poco de filantropía ¿qué causó que el pensamiento mágico fuera descubierto como instrumento de gobierno, desgobierno, liderazgo u opresión sino el descubrimiento de la «debilidad de creer» (Michel De Certeau)?

  • Angel ordas

    1. La Biblia+La Tradicion cristianas.

     

    2. El Coran Hinduismo,budismo etc.

    No son obras directas de Dios (Revelacion=inspiracion…) sino el producto de seres humanos que han buscado a Dios o al infinito a traves de los siglos.Pero hay algo en la creacion y mas concreto en el ser humano habilis+sapiens+autoconsciente que todavia no hemos descubierto

  • George R Porta

    Gracias, María Luisa: Un saludo cordial.

  • M.Luisa

    Hola George! Mi último comentario lo hice a trompicones y apretujadamente  pues estos día no dispongo de mi ordenador más que a pequeños ratitos, así que de las cosas  que me preguntas,  a parte de que hay algunas   que yo misma no acabo tampoco de comprender, te responderé  a una que me parece fundamental.
    Dices: No comprendo qué signifique cualitativamente «virtualidad interna». ¿Puede haber una virtualidad externa? ¿Cómo fuera? 

    Trata de comprenderlo partiendo de la idea de evolución. Es ahí donde adquiere sentido el  concepto de “virtualidad” no tiene, como le aplicas,  significación  cualitativa ninguna. Es por lo demás el sistema de actualización de todo lo que la materia puede dar de sí.

    saludos

  • George R Porta

    Angel, te mencioné lo de los Carmelitas porque lo mencionaste antes, pero en realidad no es un tema que me guste abordar. Gracias por cambiar al tema del hilo.

  • George R Porta

    Las personas «religiosas» pocas veces desean dejar de serlo por la culpa que engendra una movida tal. Un paradigma Nuevo, except a aquellas personas de preocupaciones intelectuales, si alguien les dice sin más que la revelación es un mito o una falsedad, posiblemente reacciones defensivamente. Si se los dice la misma autoridad que les enseño que la revelación es un hecho verdadero (lo cual es muy difícil que ocurra de improviso) es muy possible que se traumen y de momento es impredecible lo que ocurrirá.

    Realmente creo que la transición a un paradigma teológico nuevo preocupa más a los especialistas de la teología y de la filosofía del conocimiento que a la gente de a pie, que en su inmensa mayoría viven ya su religion como se aviene a sus creencias.

    Quienes han venido cuestionando las «verdades reveladas» por cierto tiempo ya hace ese mismo tiempo que han ideo adoptando un Nuevo paradigma que se aviene con ellos y ese es un proceso que nadie puede detener.

    Las creencias calificables como supersticiosas o no ortodoxas entretienen a mucha gente (el horóscopo, la kábala, el esoterismo, el espiritismo, etc.) hace siglos debieron desaparecer y todavía en los hotels norteamericanos no se nombra al décimptercer piso del edificio con el número 13, sino con el 14.

  • Angel ordas

    el problema , a mi modo de ver, radica en la admision de la Revelacion,inerrancia biblica o Inspiracion divina. Si admites que la Escritura es palabra de Dios y no palabra hunana de Dios sera muy dificil traspasar el umbral al nuevo paradigma. El relato biblico, la vivencia de la religion son y no pueden ser mas que constructos humanos.

  • Angel ordas

    George, no quiero desviar la atencion de un tema tan relevante como el propuesto por Vigil, para hablar de la espiritualidad carmelitana. Este es buen tema para el futuro.

    Vigil dedica mucho espacio a la deconstruccion del antiguo paradigmaypoco a la construccion del nuevo paradigma. Me intriga una de sus expresiones ‘nunca como ahora estamos viendo que las formas religiosas (no la sustancia de la religiosidad misma) son creacion nuestra”. Creo que tanto las formas religiosas como la sustancia de la religiosidad es una creacion humana y como de lo contrario como puede ser de otra manera.

     

  • oscar varela

    Hola!

    Si he entendido bien (o algo parecido, al menos):

    1- El RELATO de el LIBRO (biblia) ha sido una CONSTRUCCIÓN HUMANA.

    No es ningún desastre, ni mucho menos.

    Es simplemente (por más complejo que nos parezca) un paso más de n/tiempo a “CAER en la Cuenta” que la vida humana cotidiana tiene (ES) más un CUENTO (por eso LEYENDA que leemos), que HECHOS.

    El dominio casi absoluto que ejercen LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN AUDIOVISUALES en todo el mundo ¿no nos hacer creer lo que a ellos se les canta?

    ……………….

    Veo ¿genial? en estos des-enterramientos una “anticipación” de lo qe vivimos a diario: La vida la vivimos en Protagonismos dentro del RELATO que NOS-TIENE, NOS-SOS-TIENE, y que, gracias a él, SOMOS lo que creemos ser.

    (Es erróneo pensar que nosotros TENEMOS el Relato; lo verdadero es su contrario: es el Relato quien NOS-TIENE).

    ………………

    Tal vez vuelva sobre lo que el Cumpa Vidal centra toda la problemática que desafía esta “nueva Arqueología” a las religiones en sus “CREENCIAS”.

    Adelanto que -me parece- José María sigue mirando las cosas desde una cooptación “RELIGIOSA” de lo que sea FE o CREENCIA; y no está advertido que estos Asuntos (Fe o Creencia, Dios en fin) son y van siendo cada vez más un ASUNTO PROFANO, que es el de la Vida humana.

    ………….

    El otro Asunto sobre el que habría que volver es la idea de lo que Vidal entiende por HISTORIA.

    Adelanto que la HISTORIA no es de los HECHOS sino de la INTERPRETACIÓN de algunos Hechos. esto quiere decir que HISTORIA es CONSTRUCCIÓN de un RELATO (dramático).

    ¿Vamos todavía? – Óscar.

  • George R Porta

     
    Hola María Luisa: Leo todo lo que escribes y, en general, hago mis pininos ―así llamamos en Cuba (y en las demás Antillas, Argentina, El Salvador, Honduras, México, Panamá, Perú, Uruguay y Venezuela .a los primeros pasos de alguien que aprende a caminar, sea un/a niño/a pequeño, sea una  persona adulta convaleciente, en otras partes de según el DRAE― buscando información y me parece que entiendo lo que explicas. Pero de esa dificultad solo es responsable mi ignorancia filosófica.
     
    Otras veces te capto muy bien y me parece que coincido contigo. Hace mucho que vengo escribiendo que me parezca absurdo hablar de «lo divino», algo que ni siquiera puedo comprender y además, por esa misma limitación, tampoco me interesa, ni siquiera en el caso de Jesús. A la divinidad le encontraré o no si las promesas atribuidas a Jesús en la tradición cristiana se cumplen y si no, pues eso.
     
    No sé si puedo suscribir estas afirmaciones tuyas porque no las comprendo:
     
    a.       «…el cambio de paradigma, que ahora se nos presenta con urgente necesidad visto desde el exterior…estaba ya dado…en potencia… en forma de virtualidad interna.»
     
    b.       «Ahora por estricta supervivencia su posibilidad irrumpe con fuerza descubriéndonos que ya era algo que ya estaba ahí, pero sin darnos cuenta de ello.»
     
    c.       «Cuando…decimos… “caer en la cuenta” pensamos que es cosa nuestra, sin embargo, no hay voluntad por parte nuestra».
     
    d.       «Se cae en la cuenta de algo porque ese algo ya estaba ahí».
     
    Estas son mis razones:
     
    1.       Creo que nada es inventado y todo sea descubierto, pero lo que sea «ya estaba ahí».
     
    2.       No comprendo qué signifique cualitativamente «virtualidad interna». ¿Puede haber una virtualidad externa? ¿Cómo fuera?  
     
    3.       El tono apocalíptico casi de la preocupación de Vigil parece típico de alguien que no tiene que buscar su pan de cada día en un basurero o embarcarse en una patera a merced del Mediterráneo europeo, aunque sé que él sea persona sensible a los pobres y sus pobrezas.
     
    4.       La mayoría de la humanidad no sabe de paradigmas (aunque los experimente) ni que éstos puedan cambiar.
     
    5.       Quienes se sostienen divulgando o defendiendo determinado paradigma tienen razones para defenderse porque se les acaba o el pan o el poder.
     
    6.       «Caer en la cuenta» implica voluntad de búsqueda y apertura a aquello que sea descubierto.
     
    En lo siguiente te sigo: «En el seguimiento a Jesús no cabe intervención divina alguna porque es en…el propio seguimiento donde va configurándose y adquiriendo forma el Proyecto anunciado, esto es, a través del desarrollo de una acción única, la acción humana por excelencia». El seguimiento implica la voluntad de afrontar los inconvenientes inherentes a perseverar.
     
    El Galileo o su identidad (historicidad, divinidad/humanidad, etc.) no es más importante que su hacer y decir, que son fundantes de nuestro seguimiento según la comunica y recomunica la comunidad de seguidores en su praxis (la cual implica el comentario vivo.)

  • George R Porta

    Angel: Deduzco de lo que me dices que no te sea ajena la historia de la literatura espiritual teresiano sanjuanista y por lo tanto que debas saber que cuando San Juan entra prisionero en Toledo muy posiblemente ya venía escribiendo mucho. Es posible que la situación en la cárcel le haya agudizado la sensibilidad, pero escribir era su modo de meditar y no para publicar sino para sí mismo y quizás para sus novicios cuando los tuviera o tuvo o para las monjas.

    De sus poesías y de sus anotaciones a las mismas solo quedan copias que las monjas y otros amanuenses cuya identidad es desconocida hicieron. Manuscritos autógrafos, de la mano del propio San Juan no existen. Los estudios se han hecho, como me imagino sabrás, comparando los diferentes. Imagino que conoces los estudios de Federico Ruiz, OCD profesor del Teresianum por muchos años y quizás el estudioso más notable de San Juan y de su poesía. O los de Eulogio Pacho, historiador descalzo también, por mencionar algunos. Seguramente todo esto ya lo sabes, pero como no nos conocemos prefiero pensar que tengamos algunas informaciones en común.

    Las conclusiones que haces me parecen que sean válidas a primera vista. No sé si puedo suscribirlas. España tiene estas profundas corrientes místicas, no solo cristianas, sino también judías y musulmanas que deben todas tener algún fondo o trasfondo común.

    ¿Conoces los trabajos de la Dra. Lupe Luce Baralt? Ha enseñado por muchos años en la Universidad de Puerto Rico, en el campus de San Juan (su hermana Mercedes enseña Literatura Española, me parece. Lupe ha dictado cursos sobre literatura mística en Roma, en el Teresianum, y en Ávila, en el centro de Investigaciones Teresiano Sanjuanistas (CITES) y en la Universidad de la Mística anexo al mismo. También en instituciones relacionadas con este asunto en otros países de la Cuenca sur del Mediterráneo. Ha escrito mucho. Tiene un trabajo sobre las posibles fuentes o raíces comunes de San Juan y el Islam, el sufismo, etc., que es muy interesante, aunque no muy fácil de leer porque ella domina el árabe y yo no, pero con paciencia lo pude leer y me parece que comprender.

    En fin, no dejes de tenernos al tanto de tu pensamiento a este respecto. A mí me interesa. Un abrazo cordial.   

     

  • M.Luisa

    En mi reflexión sobre el artículo descubro que el problema de fondo está en que el cambio de paradigma,  que ahora se nos presenta con urgente necesidad visto desde el exterior, es decir, desde la panorámica del cristianismo ya recorrido y en retrospectiva, este cambio de paradigma, digo, estaba ya dado no como tal sino en potencia desde los inicios  en forma de virtualidad interna. Esto permite dar solidez  a la frase  “hacer de la necesidad virtud”    dicha por el autor en algún lugar  del escrito.
    Lo  que ha ocurrido es que si bien esta posibilidad quedó adormecida  y sólo ha sido históricamente aprovechada     por unos pocos, ahora por estricta supervivencia su posibilidad irrumpe con fuerza descubriéndonos que ya era algo que ya estaba ahí  pero sin darnos cuenta de ello.   Cuando a veces aquí decimos  aquello  de “caer en la cuenta”  pensamos que es cosa  nuestra sin embargo no  hay voluntad por parte nuestra. Se cae en la cuenta de algo porque ese algo ya estaba ahí.
    El factor de distracción que se interpuso para  poder apreciar esta posibilidad de  alteridad  interna, tiene que ver con un equívoco  que en ocasiones he puesto de manifiesto y es el de pensar que la fe se deposita en Jesús y no en lo enunciado por él que es el lugar donde ha de recaer la fe.  No haberlo entendido así llevó a disociar  el carácter unitario de su acción cuando en realidad se trataba de dos momentos pero no cronológicos o  temporales sino estructurales cognitivamente hablando, con lo cual  esto dio pie a creer en la intervención de Dios y por tanto a la mediación religiosa, y como consecuencia  confundir fe con creencia.

    En el seguimiento a  Jesús no cabe intervención divina alguna porque es en él, en el propio seguimiento  donde va configurándose y adquiriendo forma el Proyecto anunciado, esto es,  a través del desarrollo de una acción única, la acción humana por excelencia.

  • Angel ordas

    Mira George te voy a contar la razon de mi interes en el tema del encarcelamiento de Teresa y Juan de la Cruz. Este tema puede parecer trivial y periferico pero probablemente el encarcelamiento toledano de Juan de la Cruz explique (no encuentro otra palabra mejor) el proceso interior de la NOche-Subida la busqueda de un Dios ignoto e inalcanzable con los gemidos de la Noche y el no se quwe que quedan balbuciendo las cosas y es un ejemplo de la busqueda pura y de la explosion del Cantico Espiritual. La obra sanjuanista es una expresion de la enigmatica Espana donde Toledo y Andalucia ayudan a crear una obra artistica extraordinaria donde lo inefable se hace tangible en la poesia. Santa Teresa es otro “cantar” otra expresion de esa Espana donde el barro y la tierra se tratan de unir con lo inefable. Perdonan mi impertinente excursion …

  • George R Porta

    Voy a decir a Antonio que te de mi dirección de e-mail. Gracias.

  • Angel ordas

    George, gracias por la aclaracion y tu actitud conciliadora te hace mas grande y digno.Todavia me sorprende tu capacidad analitica y el acervo de conocimientos tan heterogeneos que posees. Me gustaria verte en Miami ya que yo resido en la Florida. Gracias por todo.

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