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Mi apoyo al cura que bendijo el amor de dos lesbianas

Los hechos y la ovación del pueblo en Religión Digital

cejudoMe ha parecido un gesto hermoso el que un cura haya bendecido en su parroquia el amor de dos lesbianas que se habían casado por lo civil. No ha habido casamiento, sólo una bendición a dos personas que sea aman.

Se ha formado gran revuelo por ello y el obispo ha abierto un proceso informativo para ver si se aplican medidas disciplinares. El cura (entiendo que presionado por la reacción del obispo) se ha visto obligado a disculparse y pedir perdón y prometer que no lo volverá a hacer. ¡Como si hubiera cometido un delito!

Bendición dos lesbianasNo entiendo tanto revuelo. El cura no las casó, sólo las bendijo. ¿Qué hay de malo en ello? ¿Es malo bendecir el amor? Dice San Pablo: “Donde hay amor allí está Dios”. Dios está mucho más allá del Código de Derecho Canónico, que, además, no sé dónde pone que no se puede bendecir a dos personas que se quieren. La verdad no lo entiendo.

Mucho peor me parece bendecir armamentos, como hizo el cardenal Spellman en EEUU bendiciendo los cañones que iban a ir destinados a Europa o la bendición de entidades bancarias o de fábricas donde se explota a los trabajadores. Mucho peor me parecen otras bendiciones de personas muy importantes e influyentes en la política nacional o internacional que tantísimo daño han hecho y siguen haciendo a la inmensa mayoría de la población o a pueblos enteros que han sido masacrados por las guerras.Y no digamos esos casamientos por la iglesia que se suelen dar de los llamados “matrimonios por conveniencia” donde evidentemente no existe el amor, sólo el interés…

Ahí nuestros curas y obispos no tienen ningún problema en dar bendiciones por aquí y por allí.

Por lo visto el gravísimo delito es dar la bendición a dos mujeres que se aman y se quieren.

Lamentablemente, nuestros obispos y nuestra Iglesia sigue aferrada a normas que hoy no tienen ningún sentido y se niegan a revisarlas y a actualizarlas. Así se niega el matrimonio homosexual, el matrimonio de curas o religiosas, se niegan a aceptar el amor entre homosexuales, las relaciones prematrimoniales, el uso del preservativo….

¡Abran de una vez las puertas para que entre aire fresco en la Iglesia! Ese aire fresco de renovación que el mismo papa Francisco está queriendo introducir y que cuenta con una oposición muy firme por parte de muchos cardenales y obispos.

No pongan el Código de Derecho Canónico por encima del espíritu de amor universal del Evangelio de Jesús: “Donde hay amor, allí está Dios”.

También San Agustín decía: “Ama y haz lo que quieras” 

¿Cómo no va a poder ser bendecido el amor entre dos personas del mismo sexo?

13 comentarios

  • m. pilar

    Luis Alberto:

    Si Jesús volviera hoy… lo que se llama su “iglesia” lo mataría de nuevo, porque Él, no podría reconocer los derroteros que ha tomado.

    No me preocupa para nada el más allá…

    !!!Lo que tenga que ser… será!!!

    Lo que me enamora es, el Proyecto de Vida… que Él proclamó, y descanso en paz.

    m* pilar

  •  
    María Pilar, los que tenemos los días contados, somos todos nosotros. La Iglesia seguirá existiendo hasta que el Resucitado lo decida. El clero, guste o no nos guste, seguirá existiendo. No somos nosotros los que llevamos a la Iglesia, es el Esposo el que la lleva.
    Como te puedes dar cuenta, todos nuestros amigos se están muriendo, solo quedamos nosotros. Y ¿después qué? ¿Nada? ¿Oscuridad? ¿Vacío?
     
    Saludos

  • oscar varela

    Hola luis alberto!

    Te leo:

    – “Y ¿qué hay de malo en bendecir las armas?”

    Te pregunto:

    ¿se te escapó;

    o invitas a pensar lo im-pensable

    o muestras las patas de la sota?

    ¡Voy todavía! – Óscar.

  • mª pilar

    M. Luisa nos dice:

    ¡Curas con coraje!

    Muy bien por todos aquellos que logren desencadenar la Escritura.

    Y yo añado:

    ¡Creyentes no solo con coraje, sino con una mente abierta, liberados “de la fijación al pie de la letra”.

    En la Escritura no está todo dicho, pero desde su piedra angular, se puede llegar a todos los rincones de la vida en este mundo y en cada momento.

    La Escritura contiene mandatos que Jesús rechazó, porque no  habían comprendido su potencial esencia…

    Quien tenga oídos para oír… ¡Que escuche!

    Y ojos para ver…

    ¡Que mire y admire!

    Que lejos caminamos del Proyecto que Jesús, cuanto estamos atados a la “sola letra”.

    Si no penetramos en su espíritu su la Palabra que Él proclamo, vivió y por lo cual fue asesinado cruelmente… como a tantas personas a lo largo de la historia.

    mª pilar

     

  • M.Luisa

    En mi reflexión me pregunto si puede ser  la dinámica de la presión    la solución al problema aquí planteado.

    Puedo también comprender  lo que le llevó al cura a expresar luego  su arrepentimiento, pero no entiendo por qué no se resistió a esa presión.

    Es ilusorio, por otro lado, esperar que la solución pueda venir  de los cristianos   ejerciendo también    presión desde abajo, cuando  gran parte de ell@s tienen del tema  gran confusión.

    Pienso más bien lo contrario, porque si la bendición de este  cura fue ya  una acción abierta  a esas nuevas  directrices actuales que el  Papa no cesa, aunque tímidamente y  justo por presión también, de manifestar  entonces lo que se necesitaría, a mi modo de ver,  sería no tanto la dinámica de la presión sino la dinámica del coraje.  ¡Curas  con coraje!.

  • “Bendecir” significa: DECIR BIEN DE DIOS.
    La Escritura dice lo siguiente: “macho y hembra los creó”. Es decir, SOLO hombre y mujer, no mismo sexo. Lo dice la Escritura. Al que no le guste, voltee la página y siga adelante.  Pero es la voluntad de Dios.
    Y más adelante la Escritura lo reafirma contundentemente este amor de dos personas de diferentes sexos: “Y todo estaba muy bien.”
    Ahora veamos lo que nos dice Jesucristo, a quien “obedecemos”: “De tal manera dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán uno.”
    Pregunto: ¿a quién obedecemos? ¿A mi conciencia? ¿A la ciencia? ¿A los “teólogos” de nuestro tiempo?
    En cuanto a las armas, en toda la Escritura no se menciona ni una palabra para condenar las armas. Me llama la atención cuando el Maestro no les dice a los soldados romanos que se desprendan de las armas. Si prohibimos el uso de las armas, deberíamos también prohibir el uso de los  automóviles, los cuchillos y todo aquello que atente contra la vida humana. Y ¿qué hay de malo en bendecir las armas?
    Me estoy desviando del tema. ¿Qué significa el “amor” entre dos personas del mismo sexo? En el caso de dos hombres, significa que uno actúa como pasivo y el otro, como activo. ¿Qué pasaría en la mente un niño adoptado por dos hombres, cuando entra al cuarto “matrimonial” y encuentra a dos hombres en pleno combate?
    El doctor Huertas experto en cáncer ha dicho que todo nuestro organismo tiene SU función propia. En la boca entra solo los alimentos, el ano sólo sirve para expulsar lo que no sirve.
    ¿Queremos para nuestros hijos, una sociedad donde TODO VALE a como dé lugar?
    Si es así, digamos como los paganos: “Comamos y bebamos que mañana moriremos”.
     
    Saludos

  • oscar varela

    Ok, Gonzalo!

    y te leo:

    – “seguir las directrices actuales del Papa“-

    Pienso que la gran “directriz” de Pancho -no desmentida,sino en constante re-novación según las Circunstancias “mundanales”- siguen siendo dos (ya trazadas por el Galieo y tantísimas y tantísimos “galileísmos” de la Rúa comunal:

    UNA: ¡AFUERA! ¡a las periferias existenciales! (¿no es eso la vida de cualquiera desde su llegada al mundo?)

    DOS: ¡HAGAN LÍO!

    ¿no te parece?

    ¡Vamos todavía! – Óscar.

     

  • Gonzalo Haya

    Mi apoyo también al cura que bendijo ese amor. Comprendo que la presión jerárquica le lleve a expresar su arrepentimiento, pero me gustaría que los cristianos ejerzamos una presión mayor para que nuestros obispos vayan cambiando y sigan las directrices actuales del Papa.

  • mª pilar

    ¡Que triste!

    Pero entrar a los dictadores bajo palio… ¿Eso sí es una conducta evangélica?

    Me uno a Ana Rodrigo, cuando nos comenta ¿por qué nos preocupan personajillos así? 

    (libremente interpretado por mí, disculpa Ana)

    Totalmente de acuerdo, creo que esta clase de iglesia tiene los días contados.

    Gracias Juan por mover este tema tan sencillo y humano… que en esos círculos eclesiales de poder les sacan de sus “casillas” nunca mejor dicho.

    Cuanto “gato” pardo se esconde detrás de esas condenas… si por una vez fueran sinceros… ¡al menos consigo mismos!

    Quizá entonces, estas censuras fuera de toda lógica, no se llevarían a cabo.

    ¡Paciencia… de momento!

    mª pilar

  • Ana Martínez

    Muchas gracias al sacerdote que bendijo a las mujeres que se aman. Muchas gracias a Juan Cejudo por dar la noticia en éste espacio. Acabo de conoceros y os visitaré con frecuencia. Recuerdo con emoción aquel día en el que visité una iglesia en Canadá, la Metropolitan Community Church. Andaba buscando a Jesús con urgencia y allí, entre cantos de gospel y gestos sencillos de compasión, compañerismo, escucha… me sentí muy cerca de él. En ese ambiente, que aceptaba a personas de cualquier condición, género o ¿elección? sexual, me sentí acogida. Es verdad que el amor viene y no puedes hacer otra cosa que amar y aceptar. Se que con el tiempo y entre casi todos podremos cambiar esa sensación horrible de culpa que las normas, históricas o reinventadas, intentan incorporar a nuestras vidas, y no solamente por razones sexuales.  Es precioso ver a diaconisas y diáconos compartiendo espacio en las iglesias. Es preciosa la vivencia en el corazón, sabiendo que todos somos humanos y que podemos participar, con todos nuestros errores, en lo divino.

  • oscar varela

    Hola!Estimo que Juan, entre* la bronca con aval de motivosy* una falaz “prudencia”prefirió la primera.¡Vamos todavía! – Óscar.

  • ana rodrigo

     
    Hace un tiempo se decía que en el confesonario sólo existía el sexto mandamiento en su más amplio espectro de matices que iban desde “los malos pensamientos” hasta el gesto corporal más nimio, y más grande al mismo tiempo. de una caricia, incluidos los detalles íntimos de alcoba de la pareja. Morbo puro y duro.
     
    Hace unos días yo escribía en otro post que a la Iglesia, o su jerarquía y clérigos en general, no le preocupa tanto el amor entre dos personas sino el sexo, practicado, por supuesto, en la más estrecha intimidad entre dos personas adultas y libres y que, por lo tanto, no perjudica a nadie.
     
    Y alguien puede decir ¿por qué os preocupáis por esta gente? Dejad a los muertos que entierren a los muertos. A mí personalmente me preocupa la influencia social que tienen estas prédicas y que se convierten en homofobia cruel en personas y grupos que buscan apoyo moral para agredir, atacar, menospreciar, insultar, vilipendiar, etc. a personas concretas y en general al hecho en sí mismo de la homosexualidad. Con excesiva frecuencia los noticiarios nos informan de dichas agresiones.
     
    Manga ancha, cono dice Juan Cejudo, para otras conductas de consecuencias terribles, como el mercado y la bendición de armamento, y embudo cerrado para lo relativo al amor entre dos personas del mismo sexo.
     
    Realmente es lamentable, como dice María Luisa, que el cura pida disculpas por algo que, supongo, él hizo con todo el conocimiento de causa. ¿De qué se arrepiente? ¿A quién y a qué teme? Pobre hombre.

     

  • M.Luisa

    Ante este nuevo caso de intransigencia clerical nos deberíamos preguntar:

    ¿Por qué el obispo  ha abierto un proceso informativo para ver si se aplican medidas disciplinares?

    ¿Acaso el obispo no conoce la diferencia entre  casamiento y una bendición?

    Si esta diferencia y tantas otras de distinta índole  se explicaran bien, estos revuelos serían cada  vez menos. Los fieles habrían madurado y se mantendrían razonables frente a estos hechos que se impondrán  exponencialmente  cada vez con más fuerza.

    Pero lo más tremendo del caso es que se da la paradoja de que  luego el cura al disculparse ante el obispo ¡Como si hubiera cometido un delito” dice el autor, echa por tierra la esencia misma  del Evangelio. ¿Seguir el Evangelio es un delito?

    El cura hizo lo que hubiera hecho Jesús y esta represalia es la muestra de que la iglesia no sigue el evangelio. No es que Dios esté mucho más allá  del Código de Derecho Canónico, es que es precisamente el   muro de este código lo  que impide   su acceso a Él.

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