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La interpretación de un amigo de Podemos a la pregunta de ayer

Esta es la explicación que un amigo de Unidos Podemos da a la pregunta que ayer hacíamos y que explica también el silencio en que está sumida la cúpula de la coalición. Veremos… AD.

Eldiario

Por qué fracasó el sorpasso

Nada como creerte el ganador para jugar a empatar y acabar perdiendo

Los datos son bastante claros. La coalición de Unidos Podemos ha perdido más de un millón de votos respecto al 20 de diciembre, uno de cada seis. Mantiene los escaños porque la ley electoral ahora no juega en contra, pero ni logra sobrepasar al PSOE ni aleja a Mariano Rajoy de La Moncloa ni tiene hoy la fuerza parlamentaria para condicionar otro tipo de Gobierno que tuvo hace unos meses. No hay otro conclusión posible: la estrategia del sorpasso ha fracasado. ¿Las causas? En mi opinión, hay que analizar al menos estas seis claves.

1. El deterioro en la imagen del candidato

Los méritos de Pablo Iglesias al frente de Podemos son indudables. Sin él, no existiría Podemos, y para perder un millón de votos antes tienes que ganarlos. Quedarse en ‘solo’ cinco millones y ‘solo’ 71 escaños no es el tipo de fracaso que nadie hubiese imaginado hace solo dos años.

Desde la nada, Iglesias ha sido capaz de liderar un nuevo partido que en sus primeras elecciones tenía su cara como logo y hoy es la tercera fuerza parlamentaria. Pero una parte importante del reciente retroceso de Podemos tiene que ver con sus errores y con su imagen actual, que está mucho más deteriorada que otras caras de su coalición: que Ada Colau, Iñigo Errejón, Mónica Oltra o el propio Alberto Garzón.

La actitud, la personalidad y el discurso de Iglesias le han pasado factura. Hace tiempo que el líder de Podemos tiene en las encuestas una mala valoración, inferior a la de sus propias siglas. Hace meses que Iglesias es uno de los líderes peor valorados, solo por encima del propio Mariano Rajoy. Ese deterioro en su imagen, incluso entre votantes de Podemos, se ha notado.

En el desgaste en la imagen de Iglesias influye ser el blanco principal de todas las críticas, ser la cabeza que se lleva todos los golpes. Pero también sus propios errores, que le han creado entre una parte importante de la sociedad –también entre una parte de sus votantes, aunque no los más forofos– una imagen de soberbia, de agresividad y de excesivo tacticismo.

En Podemos han sido conscientes de este deterioro en la valoración de Pablo Iglesias: por eso  el cartel electoral también ha utilizado las caras de los demás líderes de la coalición para transmitir una imagen coral. El intento era bueno, pero es difícil esconder a tu candidato a presidente del Gobierno.

2. Los giros

Pablo Iglesias ha viajado demasiadas veces en demasiado poco tiempo de la radicalidad a la moderación, del puño en alto a la sonrisa. La táctica del poli bueno y el poli malo está muy bien para negociar, pero necesita de dos personas y Pablo Iglesias ha interpretado ambos papeles. En el paralelismo de Podemos como el PSOE de los 80 en esta nueva transición, Iglesias ha ejercido al mismo tiempo de Felipe González, el estadista, y de Alfonso Guerra, el que daba caña en los mítines. El primer viaje sumó nuevos votantes. La posterior ida y vuelta los ha restado.

Si Podemos logró pasar en poco más de medio año del 14% de las autonómicas, del 13% que le daban las encuestas en septiembre y del desastroso 8,9% de las catalanas hasta el 20,7% de las generales de diciembre fue, en parte, gracias al primer viaje a la moderación de Pablo Iglesias en la anterior campaña electoral; gracias a su apelación a la sonrisa, “que sí se puede” y a su discurso menos agresivo.

La campaña de diciembre movió a una parte importante de ese votante urbano, históricamente socialdemócrata, de más de 40 años y situación económica menos golpeada por la crisis; ese electorado que en Madrid apoyó a Manuela Carmena como alcaldesa pero en las autonómicas votó al PSOE de Ángel Gabilondo.

Tras las elecciones, durante la negociación, llegó otra vez el Pablo Iglesias más agresivo: el de “la cal viva” en el discurso de investidura –que el propio Iglesias después admitió como un error–, o el de esa rueda de prensa donde ofrecía su apoyo a la presidencia de Pedro Sánchez al mismo tiempo que lo ridiculizaba. Esos gestos no dañaron el núcleo duro del votante de Podemos –que en gran medida comparte tanto el tono como el fondo de esas críticas–, pero sí le alejó de una parte de sus votantes de diciembre.

Iglesias, en la última campaña, volvió a la moderación y la sonrisa: a los elogios a Zapatero y a presentarse como “socialdemócrata”. Pero su credibilidad se ha resentido con tanto giro. El traje de moderación no funcionó esta vez entre ese votante de izquierda moderada que es imprescindible para cualquier candidato progresista que quiera asaltar los cielos. Al mismo tiempo, los discursos de la moderación probablemente defraudaron a otra parte de sus votantes más de izquierdas.

3. Las negociaciones frustradas

¿De quién ha sido la culpa de la repetición electoral? ¿Por qué el anterior Parlamento fue incapaz de entenderse? La pregunta ha sido letal tanto para Pablo Iglesias como para Pedro Sánchez porque el único inocente frente a sus votantes ha sido Mariano Rajoy. En la izquierda, hay reparto de culpas para todos.

Una parte importante del electorado de izquierda responsabiliza al PSOE. Había otro gobierno posible sin pasar por Ciudadanos, y así lo asumió después en campaña el propio Pedro Sánchez: “Yo hoy podría ser presidente del Gobierno si hubiera aceptado el trágala y la vicepresidencia todopoderosa de Pablo Iglesias y mi presidencia honorífica”, aseguró el candidato socialista en una entrevista en eldiario.es. En su respuesta está implícito algo: que los números del anterior Parlamento permitían esa investidura de Pedro Sánchez con el apoyo de Podemos y la abstención de los independentistas. Que no era cierta la tesis del PSOE de que el único gobierno posible era el que ofrecía Sánchez con Ciudadanos en el pacto y con Podemos de convidado de piedra.

Al tiempo, otra parte de la izquierda culpa a Podemos del fracaso de la repetición electoral. Había gobierno posible con los independentistas pero no iba a ser el Gobierno de la izquierda: tan de derechas es Convergencia como Ciudadanos. Y tampoco está claro que Sánchez tuviese el margen de maniobra necesario en su partido para pactar una investidura así sin que una parte del PSOE se rebelase, sin que algunos diputados socialistas votasen en contra.

Además, el PSOE tenía argumentos para dudar de la voluntad real de Pablo Iglesias de llegar a un pacto porque el líder de Podemos se los daba con el tono de sus intervenciones públicas. La forma en que Iglesias ofreció el acuerdo a Sánchez no fue una mano tendida. Lo hizo escogiendo el peor momento para el PSOE: en una rueda de prensa urgente mientras Pedro Sánchez estaba reunido con el rey (una forma de obligar al líder socialista a pronunciarse de forma inmediata y a ciegas, porque tenía convocatoria con los medios prevista tras la visita a Felipe de Borbón). Y lo hizo despreciando al candidato socialista con esa “sonrisa del destino” que le iba a permitir, casi de carambola, llegar a La Moncloa.

La conclusión –como se aprecia en el resultado electoral o en cualquier conversación con amigos– es que tanto unos como otros tenían trastos que tirarse a la cabeza para responsabilizar al contrario del fracaso de la legislatura más corta de la democracia. Y que estas culpas calaron de forma transversal, tanto en el electorado de Podemos como en el del PSOE –que tampoco está para brindar, por mucho que haya derrotado a las encuestas: tiene especial mérito que tu rival más directo pierda más de un millón de votos y tú no subas–.

Todos pagaron el pato menos Mariano Rajoy, que también por eso es el que más votos ha ganado. Porque la frustración fue en la izquierda, como el reparto de las culpas.

4. La campaña del miedo

Venezuela, Brexit, Cuba, Corea del Norte o incluso la China comunista. Los argumentos del miedo han sido permanentes y al final han calado, como demuestra el aumento en votos de la derecha. También han hecho mella en una parte del votante de Podemos.

Desde la propia dirección de Podemos creen que una de las razones del voto perdido hay que buscarla ahí: en el miedo, un miedo azuzado por la posibilidad, que parecía real en las encuestas, de que Pablo Iglesias llegase a convertirse en presidente del Gobierno. Según esa interpretación de Podemos, una parte de sus votantes se asustó ante esa posibilidad. Para ese millón perdido, era más fácil votar a Podemos como voto de protesta, o como una vía para girar al PSOE hacia la izquierda, que como una alternativa real de Gobierno.

5. La alianza con Izquierda Unida

¿Restó votos la coalición entre Podemos e IU en lugar de sumarlos? Es el análisis más simple pero no creo que sea el acertado. Probablemente el resultado habría sido mucho peor para ambos de haber ido en solitario; si mantienen sus escaños, en vez de caer, es gracias a esta alianza. Pero la manera en la que se desarrolló la coalición no ha sido tampoco la óptima.

El pacto arrancó con muchas cuentas pendientes entre ambos bandos. Las críticas y desprecios de hace apenas un año fueron durísimas y esas heridas no estaban cicatrizadas. Un sector de los dirigentes y los votantes de IU odiaban y siguen odiando a Podemos, y viceversa. No hay más que escuchar el simbólico discurso de despedida como coordinador general de Izquierda Unida de hace unas semanas. “Me va a costar votar en estas elecciones, pero voy a votar”, decía Cayo Lara, que no solo hablaba por su boca sino que representaba también a un sector no irrelevante de la histórica militancia de IU.

No creo, sin embargo, que la alianza con Izquierda Unida haya añadido radicalidad a la imagen de Podemos. Al contrario: en algunos casos la ha moderado. IU en Andalucía es bastante más moderado que el Podemos de Teresa Rodríguez. También tiene una imagen y un discurso más moderado el “comunista” Alberto Garzón que el “socialdemócrata” Pablo Iglesias. Y en la actual dirección de Podemos, tras el golpe interno que destronó a Sergio Pascual y arrinconó a Iñigo Errejón, quien ha ganado poder son políticos como Irene Montero o Rafael Mayoral, que vienen del PCE y fueron claves en la alianza con IU. Son ellos, y no Alberto Garzón, quienes ahora pinchan en los mítines cánticos revolucionarios de los 70 en vez de Vetusta Morla, según se quejan los errejonistas.

6. Las encuestas

La dirección de Podemos, igual que casi todos, confió en las encuestas y por eso apostó por una campaña conservadora donde lo importante era no meter la pata. Sin informacion no hay estrategia y con mala información hay una estrategia equivocada.

Fiándose de las encuestas, Podemos entró en campaña con el freno de mano puesto. Nada como creerte el ganador para jugar a empatar y acabar perdiendo. Les faltó esa épica que sí emplearon en diciembre y, viéndose sobrados, fueron más conservadores en su campaña.

La información errónea de las encuestas probablemente también influyó en los ciudadanos. Como en el principio de indeterminación de Heisenberg, la medición acabó modificando el resultado: las encuestas cambiaron el voto. Qué Unidos Podemos apareciese tan cerca del PP, y tan claramente por encima del PSOE, provocó un voto a la contra: el de amplios sectores conservadores, que no votaron a favor de Marino Rajoy y la corrupción del PP sino contra Pablo Iglesias. Y el de una parte del electorado socialista, que tampoco votó a favor de Pedro Sánchez sino en contra del sorpasso.

Las consecuencias internas

Hace unas horas, Pablo Echenique, el secretario de organización de Podemos, envió un mensaje al grupo de Telegram del Consejo Ciudadano Estatal, el órgano que aglutina a los principales dirigentes del partido. El mensaje es el siguiente:

“Ya sabéis que yo soy mucho de amor y eso, pero no me resisto a añadir algo también necesario para este momento. Ante cualquier conflicto interno, desde la Secretaría de Organización se buscará en un primer momento la solución mediada, amorosa, consensuada y de sentido común. En caso de que la vía del amor y los cuidados se demuestre inútil, se actuará de manera contundente, decidida, concreta y grave contra quienes no comprendan (hablo en general; no de este órgano) que las guerras internas nos desangran, nos queman y nos hartan. Para que crezca el amor no sólo hay que regarlo sino también extirpar las malas hierbas de las violencias enquistadas. Sé que no hará falta, pero siempre es bueno tener un plan B cuando el amor no gana.”

La advertencia de Echenique es una demostración de cómo está el patio en Podemos. Por mucho que los más sensatos en el partido –y Echenique lo es– intenten pacificar el jardín, la guerra interna ya está larvada y probablemente acabe aflorando a final de año: tras las elecciones gallegas y vascas. Siguiendo la metáfora fundacional de Podemos, si realmente esa guerra estalla, será “los de abajo” contra “la izquierda”. O los partidarios de Íñigo Errejón contra los de Pablo Iglesias.

13 comentarios

  • Iñaki S:S,

    Me vas a perdonar, amigo Isidoro, pero el tema de las montañas deuda que hay a lo largo y ancho de la aldea global, me tiene mosca. Y si no me equivoco, a la cabeza estan nada menos que los Estados Unidos de América, si preocuparse demasiado. Como si la solución estuviera en acumular poder y disponer de una buena máquina de hacer billetes. ¿Estás seguro de que este tema de la deuda no se está utilizando para apretar y esquilmar, un poquito más, precisamente a los más débiles?. Supongo que el Banco Central Europeo irá tomando nota. ¿Que tal nos sentaría a todos un poquito menos de austeridad y un poquito más de inflación?.

    Si Grecia es un dolor de cabeza para la Unión Europea, España que es algo así como cuatro “grecias”, ni te cuento. Y ahora, por si no hubiera bastante lio, hay que enfrentarse al brexit británico. ¿Crees que la solución es seguir como hasta ahora, dejando hacer a quienes ostentan el poder?. Con el Sr. Rajoy la deuda española ha seguido creciendo hasta el 100% del PIB.

    Y si deuda hay mucha, a nivel planetario, también es mucho el dinero que hay en los paraísos fiscales. ¿Por qué va a ser imposible recuperar el dinero robado por tanta gente, en apariencia honorable?. Hay que dar una oportunidad al cambio,…hasta que funcione. ¿Qué pensarán de nosotros, dentro de mil años, cuando estudien la historia de un Mediterráneo traga personas y una Europa amurallada?.

     

  • Isidoro García

    Añadido:

    Una cosa que se me ha olvidado poner en mi comentario anterior, es que cualquier gobierno que se forme, (incluído uno hipotéticamente con Podemos), se tiene que plantear que cada año, tiene que pedir prestado unos 400.000 millones de euros.

    – Cuarenta o cincuenta mil, (en la versión recortadora de Rajoy, que según Podemos serían 80.000-100.000), de deuda nueva.

    – Y el resto de la amortización-renovación que toque ese año del billón de euros de deuda, que se va renovando, no es deuda perpetua.

    Y eso nos lo presta directamente el BCE, porque los particulares nos cobrarían altísimos intereses. Así, que vosotros me diréis si está España, como Grecia, para ponerse chulitos.

    La otra alternativa, sería el default como la Argentina de hace 15 años, y marcharse de Europa, y ser un paria económico mundial, como Corea del Norte. (A Argentina le tuvieron retenido su barco escuela Esmeralda, año y medio en un puerto africano, y la presidenta de Argentina, no podía viajar a España en el avión nacional, porque se lo embargaban. Oscar sabe de esas cosas).

  • Isidoro García

    Amigo Iñaki: Mi comparación con Grecia, no es caprichosa, es que existen unos paralelismos evidentes para quien los quiera ver:

    1. Ambos somos países que por mala administración de nuestros políticos y por clientelismos electorales, tenemos un gran déficit presupuestario, y una deuda total, a altos niveles, que hipotecan nuestro futuro.

    2. Ambos países, por el pasado, estamos en el euro, con lo que no podemos devaluar.

    3. Grecia está un escalón peor que nosotros, pero nosotros dentro de cinco años, estaremos como Grecia ahora.

    4. En ambos países, han crecido, unas fuerzas antisistema, (Syriza, y Podemos), por desprestigio de la inutilidad de los partidos tradicionales.

    5. Syriza llegó al poder, y sin hacer nada, ya se produjo un efecto negativo en la economía, por miedo del capital, (paralización de inversiones, fugas de capital y sacada en masa de depósitos). El dinero es cobarde.

    6. Cuando Syriza-Tsipras se enfrentó a la Europa, que tenía que seguir prestando dinero para pagar nóminas y pensiones, tres días después de un referéndum de apoyo popular, Tsipras, reculó, y está obedeciendo a la troika, que le suministra el dinero necesario.

    7. ¿Es un vendido Tsipras, o es que vió la enorme catástrofe a la que abocaba a su país?. ¿Es tonto Tsipras?. El está haciendo algo por su país, mientras que Varufakis, va con su motito, vendiendo libros y dando conferencias a tanto cada una.

    8. Ese es justo el planteamiento de mi comentario: que a Podemos no le quedaría más remedio, que envainársela y decir digo donde dijo Diego.

    9. ¿Es justo o no es justo?. Esa pregunta es improcedente, ante una situación de emergencia. Cuando una persona se ahoga, hay que hacerle un agujero con un cuchillo en la tráquea: ¿es justo hacerle un agujero en la tráquea a una persona?.

    10. Yo se, que a los que no tienen responsabilidad directa en el mal o bien de las personas, prefieren seguir en sus trece – “ideales”, y no tener que mancharse las manos con la praxis, y luego presumir de manos limpias e ideales.

    11. Yo no sé si eres un viejo sin cabeza, como dices, (aunque no lo creo), pero no hay que olvidar que el primer principio para ayudar es no estorbar, o sea no perjudicar al necesitado, y siempre tener en cuenta, que no por estar mal, no se puede llegar a estar peor.

    12. Y la otra cosa, es que no bastan las  buenas intenciones, hay que acertar con el buen camino. Todos, somos muy buenos y muy solidarios, mientras no se demuestre lo contrario.

    13. ¿Por qué no quieres aceptar el ejemplo de Grecia, que es evidentísimo?. ¿No será que es mejor ignorar los hechos antes de que nos estropeen nuestras buenas teorías?.

  • Iñaki S:S,

    Entiendo que Isidoro García dice sentir curiosidad por saber como discurriria el asunto….si algún día Unidos Podemos llegara a gobernar.

    Y yo también. Lo que no me atrevería a presuponer es que esto acarrearía, irremisiblemente, más dolor y miseria. ¿Para todos?. ¿Para una mayoría?. ¿Para los más pobres?.  ¿Para los más  ricos?.

    Veo demasiado pesimismo en la mayoría de los comentarios. ¿A que viene tanto empeño en comparar España con Grecia y Venezuela?. ¿Por qué cualquier intento de cambio, desde una izquierda siempre más solidaria, va a estar condenado al fracaso?. ¿Debemos resignarnos a aceptar la omnipotencia de unos poderes fácticos capitalistas que,  poco a poco,  van arrastrándonos hacia una versión actualizada de esclavitud?.

    Probablemente, aunque tengo muy poco de extremista en mi relativa sitación de privilegiado, debo de ser un viejo sin cabeza. No puedo evitar el apuntarme al discurso de Antonio Gómez González y pretendo seguir luchando sin perder la esperanza. Algún día, los ricos se darán cuenta de que la solidaridad proporciona más felicidad que el egoismo.

  • pepe blanco

    Antonio Gomez, precisamente yo le preguntaba cuáles son esos hechos de los cuales deduce que el PSOE es neoliberal. Pero no me ha respondido. Saludos.

  • Román Díaz Ayala

    La Constitución de 1978 fue la base y el modelo para la España civil.

    Pensemos por un momento de dónde veníamos, despues de una guerra civil donde combatíamos las ideas con odio asesinándonos unos a otros y con una dictadura posterior con la cual el fascismo de entre guerras sobrevivió mucha despues de la segunda guerra mundial.

    Tenemos que decir honestamente que España entró en democracia pero tal acontecimiento no significó que nos hayamos convertidos en demócratas de toda la vida. Aquello fue un ejercicio  difícil y complejo que precisaba del concurso de algunas generaciones, la protagonista del cambio y las que se beneficiaron con él. Negar la socialdemocracia en el PSOE desde Felipe González a  José Luis Rodríguez Zapatero es la cerrazón de la mente a las evidencias, alimentar en las mentes jóvenes la idea de que las cosas van mal porque aún no se hecho la revolución en términos marxista lenninista, a lo cual sí deberíamos llamar socialdemocracia, lo cual encierrra una gran falsedad.

    Podemos erró, o fracasó según se pueda enjuiciar la cosa, porque sobre las premisas anteriores se hizo o se quizo vender una versión erronea de la realidad: La pasokisación del PSOE. Dejando la socialodemocracia huérfana de referente, ¿quien mejor situado que Unidos podemos para ocupar su lugar?

    También erró por unos cáculos mal hechos. la personalidad de su líder  Pablo Iglesias que es más un producto  de laboratorio académico-mediático que una personalidad sólidamente surgida de la sociedad civil.

    Unidos Podemos erró porque Alberto Garzón quemó todo su capital político como figura relevante del 15,-M amén de líder de Izquierda Unida y con gran nivel de aceptación pública porque su papel dentro de la organización de Podemos no sería la de disputarle un protagonismo a su equipo ( Iglesias, Errejón etc) sino la visualización de que Podemos había devorado todos los cuadros organizativos de Izquierda Unida, y ahora se trataba de robarle el espacio al PSOE.

  • Pepe, por los frutos los conocereis. Podemos llamarle socialdemócrata, pero la realidad, los hechos no e los invento ni yo ni nadie. Saludos.

  • pepe blanco

    Antonio Gómez González, ¿de dónde deduce que el PSOE dice que el sistema económico tiene que ser el neoliberal? ¿Ha leído usted el programa económico del PSOE? Obviamente no, no se lo ha leído. Porque si hubiera leído las 70 páginas del programa económico del PSOE, habría descubierto que es el típico programa socialdemócrata, extraordinariamente elaborado, nada estridente, pero muy eficaz a medio y a largo plazo. Probablemente el mejor programa económico de gobierno, de todos los que concurrían a las urnas.

    Pero claro, es mucho más fácil, ir con tópicos por la vida. Leer, informarse y reflexionar sobre lo leído, da mucho trabajo.

  • Muy brevemente, el miedo ha dado sus frutos. Todos, incluído el PsoE abonaron el miedo a los que ellos llaman los antisistema. Supongo que, a estas alturas, nadie se atreverá a negar que los únicos constitucionalistas en este país son el PP, el PsoE y C’s. Es lo que sueltan una y otra vez. Y mantienen también, contra lo establecido en la Constitución vigente, que el sistema económico tiene que ser el neoliberal, porque es su dios indiscutido. Y, es evidente, y no lo han escondido, que los insultados por anticonstitucionaslistas (que no lo son), proponen otro sistema económico, que no es imposible, ni ha sido denunciado por Francisco, como ‘capitalismo que mata’. Es un hecho que el ideario económico del PP y C’s (¿en que se diferencian?) y, en menor medida, el PosE, se pueden proponer como ideal para un cristiano. Me parece una farsa y una traición.

    Y los otros, los denigrados por todos los poderes establecidos nacionales, europeos y el gran cacique EEUU, incluídos los tibios obispos, ¿Por qué son inconstitucionales? ¿Por qué antisistema? ¿En que son peores que los conservadores? ¿Acaso porque pretenden repartir, si les dejasen, evidentemente, lo que han ROBADO (apropiado indebidamente, si les resulta ofensiva la verdad), los ricos, la ‘estirpe’ como ha dejado dicho el gran Rajoy en 1983 en el Faro de Vigo, llamada a gobernar porque son los únicos, los mejores?. Dije que iva a ser breve. Les recomiendo un post de Bernardo Pérez Adreo, conocido es este sitio (http:////blogs.periodistadigital.com/rara-temporum.php/2016/06/29/espana-se-muere-otra-vez- ), anque, como pienso decirselo a él, rá cuestión de seguir luchando.

  • Isidoro García

    El problema del análisis de la “izquierda” española, PSOE y Podemos-IU, parte de un error de análisis previo fundamental: que previamente hay que analizar la postura de todos ellos ante el “sistema”.

    Podemos tiene una cara pública y una cara oculta. Como no se atreven a mostrar la cara oculta, se refugian en el “pobrismo”. El único argumento político que utilizan de cara al público es el “rescate” de las personas necesitadas, las necesidades perentorias de muchos, que siendo ciertas, oculta el cómo lo van a solucionar. Se supone que algo se les ocurrirá para pagar los cheques, y en esa quimera “los ricos y la defraudación fiscal” son sus muletillas.

    La cara oculta es la de que no están de acuerdo con el sistema socioeconómico básico que rige en Europa, (el llamado neoliberalimo), lo cual es una opción legítima, pero que más tarde que temprano, te obligará o a comulgar con sus principios, o a marcharte.

    Podemos-IU, (como pasó con Tsipras), no se atreve a marcharse, (porque hay mucho dinero por medio, y la catástrofe sería mundial),  pero en su interior lo desearían, pues saben que es la única posibilidad de hacer la política que desean en su interior.

    Por ello disimulan y dicen que ellos quieren estar en Europa, pero “cambiar Europa”. (Como Varufakis, que cuando tenía un grave problema de solvencia de sus bancos, por la desconfianza del público, que sacaba todo lo que pudiese de los cajeros, se dedicaba a dar lecciones de Economía marxista a sus colegas de negociación).

    ¿Cuál sería el resultado hipotético de las lecciones teórico-morales de Podemos a los demás países europeos, en una hipotética situación de estar o participar Podemos en el poder?. Pues la Varufakización de España: o estás de acuerdo con nuestros principios o te vas. (Lo cual me parece del todo lógico: en nuestra casa mandamos nosotros, no el listillo último llegado).

    Es muy posible que si Podemos llegara a tocar poder, tuviera una crisis interna como en la Syriza griega. Y veríamos a Iglesias-Tsipras, firmando lo que tuviera que firmar, y al ala radical (Teresa Rodriguez-Varufakis), separándose y jurando en arameo por la traición a los principios.

    En resumen, que si Podemos llegara al Poder, lo único que se vería es que al final, lo único que se está jugando aquí, es un juego de sillones en la izquierda posible europeísta, entre el grupo de personas que lo tiene secuestrado actualmente, (los barones y el aparato del PSOE), y un nuevo equipo de gente más jóvenes que les quiere quitar de allí, (no sin bastantes razones para ello, por inútiles).

    No olvidemos que en la Francia de los setenta, muchos de los más gauchistas-troskistas, acabaron siendo los jefazos del Partido socialista francés. (“El que de joven no es extremista no tiene corazón, el que lo sigue siendo de mayor, no tiene cabeza”. No lo digo yo, es saber popular).

    La verdad, es que si no nos jugáramos tanto, (lo que se traduce en más dolor y más miseria), siento una gran curiosidad por saber cómo discurriría el asunto.

  • h.cadarso

    Iñaki, adiskide, colega, lagun:

    Resulta que François Hollande se está justificando en Francia con que los de Podemos españoles se están pasando y se identifica de todo corazón con el PSOE; resulta que en Inglaterra el Labour Party está hecho unos zorros. Resulta que Tsipras y Varoufakis no tienen la misma idea sobre Europa. Resulta que el fantasma del fascismo planea sobre el conjunto de la UE, mientras el socialismo bienpensante de Alemania y otros países pacta con la derecha de Merkel y todas su democracias cristianas, y aquí están a un cris de darse la mano, vía abstención o via gobierno de coalición con ese que llaman más arriba Papa Mariano el Largo. Resulta que dentro del PSOE hay partidarios de una alianza con Podemos y Felipes González y Pedros Sánchez y Susanas Díaz en el polo opuesto. Que Felipito ha hecho un poco el ridículo en su visita a Venezuela, pero Rgz. Zapatero ha sido mejor recibido y escuchado.

    O sea que lo de rivalidades personales entre Sánchez e Iglesias, dentro del marco un tanto reducido de  la izquierda española, me parece que es una visión un tanto míope del problema. Y nos puede conducir a recetas nada curativas. Otra vez los árboles no nos dejan ver el bosque….

    Digo yo…

  • Iñaki S:S,

    Lo único que se ve con cierta claridad es que la izquierda española, más o menos progresista, es incapaz de sumar. Ver una y otra vez a Sánchez y a Iglesias, a la greña, mientras la liebre Rajoy se les escapa llevándose hasta 14 diputados más, me recuerda a la fábula de los galgos y los podencos.  ¿No va siendo hora de hacer algo más que bla, bla, bla, por toda esa buena gente, (unos quince millones¿?), que sigue esperando un cambio a mejor?. Lo triste es que esta rivalidad personal parece no tener remedio. Y peor aún, que detrás de ellos cueste tanto advinar una sucesión capaz de ponerle el cascabel al gato.

    Mejor que me equivoque y a vivir para ver,….sin perder la esperanza. El dinero no puede ganar siempre, como acaba de suceder en el fútbol. Aprendamos de la hazaña de los vikingos islandeses en el Eurocopa. A base de  entusiasmo y buen hacer han dejado en la cuneta a toda una potencia como Inglaterra, rompiendo todos los pronósticos. No hay imposibles.

    En fin, que el verano, ademas de traernos turistas y trabajillos para ir tirando, nos sorprenda con un Gobierno estatal digno y eficaz, siempre atento a las necesidades de quienes se van quedando por el camino.

  • h.cadarso

    He leído un comentario humorístico a los resultadosdel 26-J en “Fundación emprendedores”, que dice así:

    “S.Santidad el Papa Mariano el Largo (algunos lo creyeron Mariano el Corto) lleva la tiara soldada a su augusta calavera. Al no haber conseguido ser admitida a la profesión solemne Sor Paso, el Pontífice la ha enviado a ella y a todas sus compañers novicias a los prostíbulos de Trastevere. Parece ser que la primer medida del reelegido Papa será el perdón de todos los pecados de corrupción, o sea como un Año de la Misericordia para todos los corruptos”.

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