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Contrastes en el Jueves Santo: Francisco y Carlos

 

antonioDon Carlos Osoro llegó a Madrid como el elegido por el papa Francisco para renovar el episcopado español. Un pastor con olor a oveja. Un hombre de diálogo. Efectivamente se encontró con el Foro de curas de Madrid, dejándoles contentos. Se retrató pisando el barro de la Cañada Real. Renovó su equipo con algún vicario y delegado progresista. Se reconcilió pronto con el Padre Ángel tras su primer enfado por el acto en honor de Zerolo celebrado en San Antón. Y se ha apoyado inteligentemente en él para dar una imagen de Obispo que cena la Nochebuena con los pobres y con la alcaldesa roja. Últimamente declaró que como obispo no se sentía ofendido al gesto provocador de enseñar los pechos en un acto contra la confesionalidad que significa una capilla católica en una universidad pública.

Pero el bueno de don Carlos ha continuado mostrando su talante conservador de siempre, sobre todo en la manera de gestionar el lujoso apartamento del Cardenal Rouco, para que dejase libre el palacio arzobispal donde al final ha ido él a instalarse, con la de soluciones que tenía en Madrid de imitar a Francisco en vivir de una manera más sencilla, más económica y más cerca de la gente que en San Justo. ¡Qué pocos obispos han imitado al papa en elegir un modus vivendi menos principesco y aislado!

Pero hoy jueves santo mi querido Carlos me ha decepcionado más profundamente que otras veces. Hasta el punto de temer que ese alejamiento del estilo de Francisco ya no haya sido por carecer de vigor reformador sino como signo expreso de oponerse a su línea que empieza a ser muy criticada por ofensiva hacia los antecesores y exhibicionismo populista. Seguí por Centro Televisión Vaticano la Misa “in coena Domini” que celebró Francisco a las cinco. Y a las seis pasé a la 2ª de Televisión Española para seguir los oficios desde Madrid, mientras Francisco seguía saludando ¡durante una hora! a cada uno de los refugiados asistentes. El contraste fue tremendo y lo resumo, sobre todo, en estos puntos:

  • El lugar de la celebración.

Francisco, obispo de Roma que preside en la caridad todas las Iglesias, fue a celebrar el Jueves Santo en uno de los mayores Centros de Acogida de Requirentes de Asilo (CARA) existentes en Italia, a las afueras de Roma. Un centro que fue especialmente conflictivo por manifestaciones, huelgas y tensiones durante el año pasado. En los años precedentes había escogido varias cárceles. Pues es la fiesta del amor fraterno, del gran gesto del servicio que es el lavatorio de los pies.

Carlos se quedó en su catedral de la Almudena. Simbólicamente contigua al Palacio Real. Entregada para su decoración al lucimiento personal de Kiko Argüello, de discutido valor artístico. La catedral ya tiene su simbolismo en la misa crismal del jueves por la mañana en la que se reúne todo el clero de las parroquias con su obispo. ¿No tenía Carlos mejores escenarios para actualizar la cena del señor y su actitud de servicio a los más pobres y desamparados? ¿No podía haber dejado la Almudena, con su solemnidad, sus cofradías y sus señoras de peineta alta para que celebrara allí su obispo auxiliar, que estaba presente y a quien le hubiese encantado ser protagonista?

  • La homilía.

Si siempre, más que nunca en el Jueves Santo, la homilía debe ser la actualización al aquí y ahora de los textos que se acaban de leer, uniéndoles al sentido profundo de lo que se va celebrar. Y todo pronunciado con una gran empatía comunicativa con quienes asisten a la celebración.

No sé qué llevó al Arzobispo de Madrid a pronunciar una homilía (cuyo texto, como siempre, nos fue comunicado a los medios “bajo embargo” por un perfecto servicio de información archidiocesana) sobre la parábola de la moneda perdida, que no arrancaba precisamente de los textos espléndido del día. “La moneda es Jesucristo mismo”. Para encontrarla hay que hacer tres cosas, encender una luz, limpiar y buscar. Así se encuentra a Jesús que hoy, Jueves Santo, nos da… Pero se puede consultar toda la homilía aquí.

Nada que ver con la homilía de Francisco, que fue del tipo de la de Jesús en la sinagoga de Nazaret: “esto se cumple hoy aquí”. Tan breve que puedo reproducirla toda en este breve artículo y todos pueden seguirla, en italiano, en el vídeo de YouTube.

Los gestos hablan más que las imágenes y que las palabras, los gestos; en esta Palabra de Dios que hemos leído hay gestos. Jesús que sirve, que lava los pies, él, que era el ‘jefe’, lava los pies a los demás, a los suyos. Segundo gesto: Judas que va con los enemigos de Jesús, esos que no quieren la paz con Jesús, para cobrar el dinero con el que lo traicionó, las 30 monedas.

Los gestos; también hoy y aquí hay dos gestos: este, todos nosotros, juntos, musulmanes, hindúes, católicos, coptos, evangélicos, hermanos, hijos del mismo Dios, que queremos vivir en paz, integrados; un gesto. Hace tres días, un gesto de guerra, de destrucción, en una ciudad de Europa, hecho por gente que no quiere vivir en paz, pero detrás de ese gesto, como detrás de Judas, había otros; detrás de Judas estaban los que le dieron el dinero para que Jesús fuera entregado; detrás del otro gesto están los fabricantes, los traficantes de armas, que quieren sangre y no la paz, la guerra y no la fraternidad; dos gestos: el mismo Jesús lava los pies y Judas vende a Jesús por dinero; todos nosotros juntos, diferentes religiones, diferentes culturas, pero hijos del mismo Padre, hermanos. Y allá, pobres aquellos que compran las armas para destruir la fraternidad.

Hoy, en este momento, cuando yo haga el mismo gesto de Jesús de lavarles los pies a ustedes —continuó—, todos nosotros estamos haciendo el gesto de la fraternidad, y todos nosotros nos decimos: ‘Somos diversos, somos diferentes, tenemos diferentes culturas y religiones, pero somos hermanos y queremos vivir en paz’, y este es el gesto que yo hago con ustedes; cada uno de nosotros tiene una historia, cada uno de ustedes tiene una historia, tantas cruces, tantos dolores, pero también tiene un corazón abierto que quiere fraternidad, cada uno en su lengua religiosa le reza al Señor para que esta fraternidad se contagie en el mundo, para que no existan las treinta monedas para matar al hermano, para que siempre existan la fraternidad y la bondad. Que así sea.

¿Algún parecido entre la homilía de Francisco y el del arzobispo que dice que está con Francisco hasta la muerte? ¿Estará de verdad ese arzobispo dispuesto a seguir a Francisco en su denuncia de quien por dinero traiciona y mata a otros Cristo? Estas homilías las entiende el pueblo y no las olvidan los poderosos.

  • El lavatorio de los pies.

Es un gesto eficaz que Juan prima en su Evangelio, poniéndolo a la par del “tomad y comed” con que los otros evangelistas recuerdan la última cena. Las primeras comunidades eligieron la eucaristía como sacramento central del cristianismo, dejando el lavatorio a un día al año. Es de agradecer que la liturgia no lo haya olvidado del todo en esta liturgia del jueves santo, aunque generalmente se haga de forma rutinaria mientras que se ha hipertrofiado la exaltación de la presencia real en el pan consagrado, para el que se hacen impresionantes monumentos esa tarde.

Pero está claro que Francisco ha querido hacer de ese gesto de Jesús una ocasión para significar lo que quiere decir su reforma hacia una Iglesia de los pobres y para los pobres. Por eso ha elegido siempre para repetirlo en memoria de Jesús a personas marginadas, hombres y mujeres. Y como alguien le reprochó que el Ceremoniale Espiscoporum se requería que fueran varones, ya que simbolizaban a los Doce, supuestamente únicos invitados a la Cena, el 6 de enero de este año, por orden de Francisco, su prefecto para los ritos modificó la norma. En adelante se lavará los pies a “un pequeño grupo de fieles que represente la variedad y la unidad de cada porción del pueblo de Dios. Este pequeño grupo puede estar compuesto de hombres y mujeres, y es conveniente que formen parte de él jóvenes y ancianos, sanos y enfermos, clérigos, consagrados, laicos”. [Ver Decreto]

No es probable que el Arzobispo de Madrid desconociera la costumbre iniciada por el Obispo de Roma y su intencionalidad. Y tampoco el reciente documento. Tal vez se haya acogido a que en él no se dice “se debe” sino “se puede”. Pero en la celebración de la Almudena de esta tarde ha lavado los pies a doce presbíteros, identificados por la estola como tales. ¿Quiénes eran? ¿Ante quiénes simbólicamente se arrodillaba, les servía y les besaba los pies? El gesto proclamaba, fuera de todo juicio de intenciones, que ante una Iglesia clerical.

Francisco en cambio hizo todo eso, con una mirada posterior a los ojos de cada uno, fueron 4 mujeres y 8 varones, todos con una terrible vida de migrantes en busca de refugio excepto una miembro de la cooperativa Auxilium que gestiona el Centro. Los nombres y datos de cada constan en esta nota de Vatican Insider.

  •  Una consideración final.

Comprendo que una misa en la catedral tiene sus normas y hay maestros de ceremonias que te rodean y te las recuerdan. Francisco también celebra en la basílica de San Pedro y está rodeado de ceremonieri. Pero él marca su estilo en muchos detalles, vestimenta y adornos que crean la escena. Seguro que Don Carlos podría hacer mucho más en su catedral y cuando quiere, como en el día de las familias, innova y se acerca a la gente y a los niños.

¿Por qué no imita a Francisco en un pequeño detalle, que parece sin importancia, pero que simboliza la desaparición simbólica de todo un modelo de poder autoritario? Sencillamente, quitarse por lo menos mitra cuando habla a su pueblo, por respeto, como se hace en la consagración en que se quitan hasta el solideo. Que así sea.

9 comentarios

  • oscar varela

    Hola A. D.!

    Siento que tienes, no bronca, sino fastidio ¿no?

    ¿Se habrá equivocado Pancho?

    ¿Cómo selecciona a los nuevos Obispos?

    ……………..

    Pancho tiene “informantes”.

    Si no los tuviera sería un tonto (¡que no lo es!).

    Más aun, cuando sabe que algún Obispo anda p’al carajo, le manda 2 “examinadores”; y si son lo que se sospecha … los raja (elegantemente ¡por supuesto!)

    En Argentina acaba de piantar a 3 Obispos. Uno de ellos de la diócesis cercana a mi casa de Tigre; la diócesis de Campana.

    Y así va sacando y poniendo … Ese es, sin ninguna duda, una de sus metodologías.

    Según tu apreciación: la chingó con este Carlos.

    ¿Es que hay tipos suficientes y suficientemente “elegibles” para “sembrar y cosechar la mies de n/tiempo”?

    ……………….

    Estuve en Argentina y almorcé con un curita-párroco macanudo con quien me-nos conocemos suficientemente. Hace tiempo le pronostiqué que algún día lo van a necesitar. Pero el tipo no quiere saber nada de esas cosas. Es un creador libre y nacido para hacer con la Gente. Me olvidé de preguntarle si ya Pancho le insinuó algo de ser Obispo (porque estuvo con él en Sta Marta hace un mes) Pero le voy a preguntar por mail.

    ……………….

    La Gobernanza no se puede pausar hasta que se vea claro. Hay que arar con los bueyes que se tiene y sin parar. La pausa es solo un privilegio de los intelectuales como yo, que harían mal en ocupar cargos para los que no se tiene dotes.

    ¡Vamos todavía!  Óscar.

  • h.cadarso

    Escribo esta mañana de Pascua todavía con el “regusto” de una Vigilia Pascual en mi parroquia que me resultó tan sugerente, lírica y espiritual como siempre, pero además y sobre todo inspirada en una visión teológica cimentada en la modernidad, con una lectura del mensaje evangélico y la Biblia en claves de Siglo XXI.

    La Resurrección como visión desde la fe, que no desde los sentidos, la Eucaristía como presencia “sacramental” de Jesús…La Pascua judía y la travesía del Mar Rojo interpretada con las coordenadas del Guantánamo de Lesbos que nos hemos sacado de la manga los europeos “civilizados”, de Bruselas y sus yijad, de Isis. No me pude contener, y fui en busca del celebrante cuando terminó la vigilia para decirle que por fin he encontrado a un cura de pueblo que lee las Escrituras y las explica con mentalidad de ahora, de hoy…

    Por supuesto, sigue viva la visión del  pecado del Paraíso que nos pesa, que le cuesta a Jesús morir en Cruz, de la Iglesia auténtico y único pueblo de Dios, elegido superelegido, objeto de las iras y perdones de Dios, ese Dios no-Padre que seca el Mar y lo deseca luego…y el bautismo que nos hace hijos de Dios nada más nacer, con el compromiso (“largo me lo fiáis”) de los padres y padrinos de educar en la verdadera fe a su bebé, que mañana hará quizá la primera comunión y se ausentará definitivamente del rebaño de Cristo…Y que si no te bautizas te quedas fuera de la familia y los hijos de Dios, y demás retahilas que vienen de siglos…Y San Pablo que se lleva a Jesús de entre los hombres con los que vive y me lo encierra en las alturas…

    A pesar de todo, la teología del celebrante me entusiasmó, me cautivó la perfecta puesta en escena de una liturgia al día diseñada y ejecutada por las mismas mujeres que aquella mañana de madrugada fueron al sepulcro y dicen que lo encontraron vacío. !Eso sí que era liturgia humana, humana y cristiana, jesuánica, tan natural como expresiva y bella, con ropas de calle impregnadas de tanta sencillez como buen gusto…

    El día que mujeres y hombres compartamos las celebraciones litúrgicas en buena harmonía, nadie más que nadie, todos hermanos/as y todos hijos/as de Dios, ese día la liturgia habrá encontrado de una vez para siempre su música y su imagen propia de este siglo.

    Amigo Duato, olvidémonos de las liturgias paranoicas de Sus Excelencias Reverendísimas, dejémoslas morir como mueren los coches en los desguaces, olvidados de todos. Hay otra liturgia que está floreciendo, un evangelio leído en clave de siglo XXI, están ahí…Se trata simplemente de empujarles, de abonarlos como a los rosales para que crezcan y se desarrollen más aprisa, para que este siglo de watsapes y watsapeos sea capaz de entenderlo y enamorarse de él.

    Efectivamente, Francisco Bergoglio nos está marcando el camino. Y con él el curica de mi pueblo y las mujeres que se movían por el altar como un ballet de ángeles humanos.

  • Monzo

    Gracias Antonio por tu sinceridad y valentia. La mirada de Jesus es tu mirada.

     

  • Ovidio Fuentes

    Me uno en todo a lo ya dicho por Antonio. Solo intento añadir una observación arriesgada: Este Papa no explica dogmas. Solo hace GESTOS, los que haría Jesús de Nazaret. Nada más y nada menos.

  • m. pilar

    Me uno a esta mirada … añorando el ansiado cambio en el leguaje, en las formas, y sobre todo:

    En su espíritu y sentido de lo que el Maestro celebro, compsrtio, vivió.

    !Gracias Antonio! Siempre ansiando … un nuevo amanecer donde brille el sol de juticia a la Esencia primera.

    m* pilar

  • pilar de la herran matorras

    Muchas gracias Antonio por esta reflexión. Hay gestos que hablan por sí mismos en todas las direcciones.

  • Antonio Gil de Zúñiga

    No se puede añadir nada a este artículo. Mi percepción es que a partir de Francisco hay un cambio de lenguaje en los clérigos, sobre todo en los obispos, pero no una “metanoia”. Un cura conocido, en su predicación, tiene alergia a los pobres hasta el punto de que jamás le he oído predicar sobre las bienaventuranzas; pero ahora, de vez en cuando, se refiere a los pobres, aunque sea de pasada.

  • ELOY

    Muy interesante reflexión la de Antonio expresada, según creo entender, desde el profundo respeto e incluso aprecio, a la persona, pero haciendo la crítica que considera oportuna y con afán de que pudieran sus líneas ayudar a futuras actitudes y cambios.

    Gracias Antonio

     

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