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 ¡Cambiemos viejos paradigmas! ¡Construyamos esperanza!

 En este último domingo de Aviento y día de elecciones,
frente a la “Spe salvi”, una esperanza más real, más creíble, más cristiana)

 

Si la vida, en general, sólo tiene verdadero sentido cuando el hombre camina hacia su HUMANIDAD, la vida de un cristiano, adulto en su fe, cobra auténtico sentido, también en la actualidad, cuando descubre que Dios se ha humanizado (“rebajado” dirá Pablo), en la persona de Jesús de Nazaret. “Y lo hace, afirma J. M. Castillo, en lo que es COMÚN a todos: la salud, la comensalidad y la relaciones sociales. Estas son sus tres preocupaciones primordiales, anteriores incluso a la oración y la religión.

A Dios, según el Nuevo Testamento, no lo encontramos ni en “lo sagrado”, ni en “el templo”, sino en lo profundo y más común del ser humano. La religión, como la teología, sólo tendrá su razón de ser en la medida que ayuden a humanizar. Por eso mismo, la fe en Jesús, antes que fe en unas creencias, dogmas, siempre históricos, es fruto de un proceso personal, continuo y creativo. (M. Légaut).

Esta humanidad de Dios en Jesús ha sido y sigue siendo la fuerza que vence la DESHUMANIZACION de quienes conceden mayor importancia a la religión (con sus poderes, honores, dignidades y observaciones). Es también, la fuerza que nos compromete a todos con la única tarea que de verdad importa: QUE SEAMOS MÁS HUMANOS en verdad, sencillez, honradez y transparencia. Sólo así tiene sentido la vida, y sólo así, los que creemos, podremos considerados “salvados en la esperanza de un futuro en que la vida vence incluso a la muerte”.

Fue Juan XXIII, al convocar el Concilio Vaticano II, quien, no sin dificultades, inició lo que pudo ser una profunda, y más que necesaria, renovación de la Iglesia. Renovación que sufría un retraso secular. Pero fueron, por contra, sus tres primeros sucesores, quienes irresponsablemente, desde el poder, lo ningunearon y trataron de sofocar todas las iniciativas que empezaron con aquel Espíritu renovador. (Iniciativas, dificultades, ilusiones, frustraciones y también nuevas esperanzas -con el Papa Francisco-, que quedaron patentes en la conmemoración del 50 aniversario de su clausura, celebrado en Valencia, el pasado domingo 28).

Resulta sorprendente todavía hoy que, en vísperas de adviento (el 30/11/07), saliera a la luz la “Spe salvi”, en la que Benedicto XVI no hace referencia alguna al C. Vaticano II, ni siquiera a la “Gaudium et Spes”, pues de “Salvados en la Esperanza” se trataba. Pronto mi sorpresa se transformó en escándalo, al constatar el dogmatismo de los paradigmas de los que partía. Encerrado en su teísmo, renuncia explícitamente a toda crítica hermenéutica, pasando así de cualquier análisis sereno y responsable que pudiera indicarnos qué hay y qué no hay; qué es significativo y qué insignificante en la tradición que arranca de Jesús de Nazaret, y así poder expresar, con un lenguaje más actual y siempre abierto, el testimonio auténtico y real de un cristiano en el S. XXI.

No contento con eso, recurre en su argumentación a un paradigma todavía más viejo y obsoleto, como es el de la teoría de las Ideas de Platón, renunciando así a “La Crítica de la razón pura”, como también a “La crítica de la razón práctica” de Kant.

De esta manera, habla de “un Dios personal que gobierna el universo…Y si somos libres es porque el cielo no está vacío, porque el Señor del universo es Dios que en Jesús se ha revelado como Amor…Es, por eso, Justicia y crea justicia. Este es nuestro consuelo y nuestra esperanza”….Esperanza, Justicia, Amor (¿platónico?) que, como realidades en sí mismas (noumenon), son las ontológicamente más reales. De ahí, que “habrá que relativizar las esperanzas materiales”

. En el plano ético, este Dios teista, con poderes sobrenaturales, que vive fuera de este mundo y que lo invade periódicamente para realizar la voluntad divina, fundamenta la ética heterónoma, frente a la autónoma (Kant) o comunicativa (Habermas). Y “es precisamente el CONOCIMIENTO de ese Dios lo que distingue al cristiano, ya sea esclava o señor”. Poco habla de Jesús, pero cuando lo hace es para afirmar que “no trajo al mundo un mensaje socio-revolucionario” Nada dice de las causas reales de su muerte que parecen hoy suficientemente probadas, como son el odio y temor que provocaba su actitud frente al poder religioso y político. Pero sí critica, de paso, al marxismo, señalando que, “pese a sus agudos análisis, olvidó que el hombre es libre y un mundo sin libertad no sería un mundo bueno”. Nada dice, por cierto, del capitalismo neoliberal, causa evidente de la alarmante e injusta desigualdad actual. Es por esto, por lo que la esperanza, como virtud, se reduce a un puro intelectualismo moral socrático, en el que se identifica virtud y conocimiento. Y lo que es peor, deriva en pura ideología que trata de justificar lo injustificable, como es la evidente y lamentable connivencia entre el poder político y religioso que tantas veces se ha dado en la historia.

Ya Zubiri afirmaba, frente a esta teología teista, que “Dios de ser algo es el fundamento de nuestra fe que por el hecho de ser mía, no puede ser tuya, como tampoco la tuya mía”. Más recientemente, Spong concluirá que “la evidencia de que Dios teísticamente está muriendo es abrumadora. Por eso el cristianismo tiene que cambiar o morir”.

“Si la teología se concibe no como un saber sistemático irreformable acerca de seres sobrenaturales sino más modestamente como un conjunto de hipótesis revisables para la perseverancia en la fe, estará justificada o validada en la medida que consiga su fin. Una hipótesis teológica en tanto que promueve un testimonio realmente significativo, es decir, una verdadera conciencia cristiana verdaderamente testimonial, capaz en una cultura dada de significar algo de lo que ella es original portadora, algo, por eso mismo, subversivo y revelador respecto a tal cultura” (Cf. A. Fierro).

A nivel personal, como “creyente en el exilio” o “en la frontera” y tratando de ser “sincero para Jesús”, implica una constante renovación, CONVERSIÓN, para seguir el camino de la humanización, consciente de que es el más duro y difícil. (Pero también el que mejor encaja con nuestra condición humana). Implica además un compromiso real y activo con el proyecto ético que El nos marcó, teniendo siempre presente cuál fue la opción del Dios Padre: la de los más necesitados.

A nivel comunitario, implica redescubrir a Jesús, sus valores y preferencias, recuperando así el verdadero espíritu de las primeras comunidades cristianas, sin olvidar jamás el criterio, empíricamente demostrable, que El mismo nos marcó: “por sus OBRAS los conoceréis”.

La esperanza así, se convierte en la virtud del caminante, del peregrino, que por una parte nos hace ver la meta hacia donde caminamos y por otra el camino por el que vamos. “Es así como cobra todo el aire dinámico y de trabajo, convirtiendo las cosas en pasos hacia Dios; ya todos los problemas reclaman soluciones y buenas soluciones, y el cristiano se implica, a buscarlas, porque sabe que sólo ellas van configurando el tiempo según el designio de Dios”. (Cf. Josep Espasa).

Estas son las nuevas esperanzas que nos trae el papa Francisco, inspirado, sin duda, por el mismo Espíritu renovador, del C. Vaticano II. Francisco exhorta a las comunidades cristianas, y a los particulares, a un discernimiento evangélico observando los signos de los tiempos, como la exclusión y los desafíos culturales.

La convocatoria del Sínodo de la Familia nos invita a salir de una mentalidad estática y a confrontar la evolución histórica del pensamiento y de la conciencia humana. En su clausura recuerda, con cierta vehemencia, a sus obispos que:”la autoridad es servicio y el único poder la cruz”. Les recuerda también que “los pastores deben oler a oveja”.

A estos gestos se le suman otros muchos que llaman poderosamente la atención, como: su denuncia expresa y valiente del capitalismo neoliberal, como causa de la pobreza y de la desigualdad actual. Su respuesta a las dudas de Sor Lucía, cuando le pregunta si no se le hacía como más difícil vivir la fe cristiana en esta Iglesia, “¿qué me vais a decir a mí…? Vds. sigan haciendo lío.” O cuando le preguntan por la homosexualidad, “Qui sono io ..”. “No soy quien para juzgar, ni interferir en la vida espiritual de las personas”. O a su llegada a Bangui, su primera visita a una zona de guerra, “el papa no tiene una varita mágica, pero traerá buenos consejos. No vine a juzgar sino a traer un mensaje de paz”. Y, ante la petición de Francia que suprimiera su paso por Centro-áfrica, por el alto riesgo que suponía, él se mantuvo firme en su propósito. No quería que su mensaje de reconciliación y diálogo interreligioso quedase vacío, ni lejano, y por eso, decidió llevarlo personalmente hasta el mismo polvorín de Bangui.

Pero estos gestos y otros muchos, no son en él, puro maquillaje, como pueden pensar algunos, sino que responden a una actitud profunda y sincera de un cristiano adulto, que en el siglo XXI, quiere vivir con autenticidad su fe. Actitud que necesariamente tiene que confrontar el reto de las interpretaciones, teniendo siempre presente las tres coordenadas que deben regirlo, a saber: escuchar a Dios en mi CONCIENCIA; en sintonía con su presencia en el JESÚS de los evangelios y en sintonía con “LOS SIGNOS DE LOS TIEMPOS”, es decir, con la cultura actual y el clamor de los oprimidos.

Actitud que, por otra parte, reflejan con contundencia sus escritos. Desde “La alegría de los evangelios”, “la Luz de la Fe”, “Laudato Si” o su último: “El jubileo de la misericordia”, en la que afirma que “es la primera, la última, la única verdad de la vida, de todas sus doctrinas, cánones y ritos. Es criterio de juicio de todas las religiones y también de la política o gestión de la vida pública, con todas sus instituciones, partidos, programas y cumbres climatológicas. ¡Ay de la política sin entrañas, sin alma, sin misericordia!”.

Escritos, teología, validada por LA REALIDAD SIGNIFICATIVA de su testimonio revelador y revolucionario tan necesario hoy, en este mundo global, casi colapsado por la deriva reduccionista y letal del globalismo económico neoliberal, excluyente, antidemocrático y, por tanto, INHUMANO.

Es por esto, que, sin programarlo expresamente, su mensaje ha tenido una gran resonancia internacional, europea y nacional. Se nota, se vive el CAMBIO. La LUZ brilla por sí misma. No hay que taparla, “ni esconderla debajo del celemín”.

Para finalizar, recordar que también hoy es Adviento, tiempo de espera vigilante: “Que viene Jesús, que llega Manuel”. ¡Manuel, Epifanía de la Vida! Juan en su carta primera (1,2) lo resume así: ¡Manifestose Vida! Lo palpamos, lo certificamos (1,1) y os contamos para alegraros y que compartáis vida en comunidad, en Koinonía (1,3-4).

La teología se empeñó en explicarlo y lo complicó, a los poderosos les venía bien apoyarse en teologías y manipularon Niceas y Calcedonias….Al dogmatizar el Misterio mataron la vida. Al analizar las metáforas trituraron el sentido. Alejaron a Manuel y nos alejaron de él. (Cf. Juan Masiá).

Recodar también que estamos en elecciones y se percibe el cambio. Comparemos programas. Miremos quienes nos ofrecen “garantías” ya: como autolimitarse el sueldo; autofinanciarse; el derecho de revocación. Los únicos que han denunciado el TTIP y “las puertas giratorias”. Los que, frente a una política vieja, creen que se puede hacer otra nueva, que haga posible lo imposible, muy en la línea de la esperanza del peregrino. Expresamente acorde con el papa Francisco. No olvidemos su aviso temeroso: “Ay de la política sin entrañas, sin alma, sin misericordia”. Votemos en conciencia, seguro que acertamos.

Quiero dar las gracias a quienes me iniciaron en esta aventura de la vida: mis padres. También a cuantos me ayudaron a crecer y perseverar en el CAMINO. Hoy, especialmente al papa Francisco por su testimonio de esperanza MÁS REAL, MÁS CREIBLE, MÁS CRISTIANA.

Valencia, 18/12/015.

(Día de la Esperanza y día Internacional de las Personas Migrantes).

 

16 comentarios

  • Asun Poudereux

     
    Muchas gracias, Juan, por el artículo.
     
    Sin embargo, por el título utilizado, cabría pensar que se trata de cambiar los viejos paradigmas con voluntarismo y tenacidad  como el que se sabe poseedor de verdad,  lo que por otra parte no cambia nada que no se cambie por sí mismo en  cada persona,  inducido en despliegue,  sin duda, por la vida misma y el fondo de realidad que la sostiene de múltiples maneras, que sin quererlo  se nos escapan, dadas  tantas y tantas limitaciones humanas.
     
     
     
    Estoy más bien por dejar  que fluya de nuestro interior lo que hace nuevo y nos transforma imparablemente e inesperadamente,  al acogerlo y aceptarlo en el continuo surgir de la vida, que más que sorprender  se va  haciéndose uno, de fondo,  con el anhelo  que nos despierta y nos hace ver,  siendo al conocer,  y actuando en coherencia en un intento permanente de ese encuentro.  
     
     
     
    Sí,  son muchos los gestos que humanizan a Francisco, sin embargo, puede que lleguen cuando muchísimas personas se han ido desligando de todo lo que es vinculante a la religión, seguramente a sus formas externas  rituales,  por lo inconexo e incoherente que resultan  al vislumbrarse otro modo de ver y conocer la realidad, a  uno/a mismo/a y de ahí a todos los demás.
     
    Y a la fuerza ahorcan. Llegan estos gestos, muy,  muy tarde para algunas personas, sin embargo, demasiado impredecible y con cierto rechazo, para las que están bien como están, esperando que este mundo se resuelva “en  el  otro”, obstruyendo a que se transforme de arriba abajo y de abajo arriba confluyendo de un modo natural.
     
     
     
    Se ha ido oscureciendo la persona humana de Jesús, es comprensible, y, por tanto,  se ha enrevesado  y sepultado por caer en el olvido cotidiano la humanidad y confianza de Jesús en él mismo  y en los demás. Su estar abierto a los otros, no cerrando puertas al diálogo, al cuidado  y cercanía con nadie. Y claro, se ha magnificado en aquello que él mismo censuraba y no compartía, rehuía  de la religión.
     
     
     
    Había en su época mucho de lo que ahora en este momento estamos viviendo.  Su espíritu liberador en común unión con la Vida que es y que somos las personas,  le hizo desligarse de lo establecido y constructo sin usar la violencia.  Pero es  la magnificación posterior de la intervención divina heterónoma,  la que nos hace sentir  lejana  esa humanidad y confianza que en todos despertaba, al reconocerse en el otro como lo que somos todos, sin separaciones ni privilegios de poder de ninguna clase, siendo  compasión y amor, capacidad de diálogo y aproximación en la diferencia.

    Volver a empezar sin prejuicios, siempre abiertos.
     

  •  cristiano, adulto en su fe.

     
    Esto da para mucho. Porque cada cual lo entiende a su manera.
     
    Yo entiendo que la adultez del cristiano, estriba en su capacidad de cuestionar todo el cristianismo. Sobre todo a la vista de su languidecer vertiginoso.

     
    No podemos resolver problemas pensando de la misma manera que cuando los creamos.”
     
    Albert Einstein

     
    No puede el cristiano seguir rezando el credo de Nicea. Han pasado cosas… y no darle cancha a estas cosas, es pretender seguir anclado en una época más que pretérita.
     
    Para que el cristianismo no sea solo cosa de algunos viejos, se impone despejarlo de todo el peso muerto de la “tradición” y ofrecerle a los jóvenes un paradigma ilusionante. Y esto es posible. Lo que ocurre es que no sale gratis.
     
    La tradición es la del cristianismo literalista que surgió en Nicea. Pero había una tradición más antigua del todo cristiana. La gnóstica. Y esta tradición hoy, nos podría dar de beber “agua viva”. Porque su base era la de la espiritualidad de los misterios paganos. Una espiritualidad que transformaba al iniciado haciéndole progresar en su conciencia mas allá del ego. No. No hubiésemos necesitado recurrir al Yoga, al Zen etc. si no nos hubiesen escondido la espiritualidad genuina de Occidente. La que se extendió por todo el Mediterráneo y más. A partir de la espiritualidad egipcia.
     
    Yo, me siento autorizado a hablar del cristianismo, porque en parte sintonizo con un determinado cristianismo, y porque pienso que a quien le interese la espiritualidad, le es licito hablar de ella.
     
    Pienso que un cristiano de hoy, le viene estrecho el corsé religioso cristiano literalista. Solo decir que si amamos la verdad y la espiritualidad autentica, efectivamente en la propia religión cristiana hay autenticidad, lo que ocurre es que está sepultada, con toneladas de falsedad encima. Excavando un pozo en la “tradición” se puede encontrar “agua viva”. Repito. En una tradición más antigua.
     
    La piedra angular que removería todo el edificio cristiano actual. Es como veríamos la figura de Jesús. Muchos ya sabréis a que me refiero…

     
    En el pozo que excaváramos, veríamos reflejados los rayos del Sol…
    Nuevo paradigma cristiano, SI. Pero no gratis…
    ********************
    Otro tema: ser progresista para mi es estar con el progreso, verdad de perogrullo. Progreso lo entiendo como civilización cada vez manos bruta y mas refinada. para ser progresista no necesariamente hemos de ser socialistas. Entra en juego el libre albedrío. Lo que si que es inexcusable es tomar partido por las victimas de la crueldad salvaje y bruta. Se puede ser liberal y progresista. Quien lo dude que lea a Silvio Gesell. (Yo soy anarquista…)

     

  • Antonio Duato

    Me ha extrañado mucho la acusación de nacional-catolicismo de izquierda a la invitación de Juan Argudo a votar a partidos teniendo en cuenta los programas y las garantías de que no van a seguir alimentando el neoliberalismo. Tal vez se pueda descubrir en las referencias una preferencia por Podemos, como proyecta que él prefiere, pero no hace ninguna referencia explícita. ¿Quedarían más contentos  si hubiera señalado su preferencia por el líder que tenga el valor de llamar indecente a la cara de quien favorece las cajas B de los partidos y la corrupción, imitando al Bautista con Herodes? ¿Pero es nacional-catolicismo de izquierdas las proclamas de Pedro Casaldáliga por el socialismo como la verdadera vía de seguir a Jesús?

    Argudo no ha sido nunca cura. Ha sido y es filósofo y aprendiz de cristiano. Doy fe de que por propia reflexión personal, sin gregarismo, sufrió un profundo escándalo al analizar el texto de la Spes Salvi por el tipo de argumentación y estilo utilizado por Benedicto. Allí el platonismo se ponía al nivel de revelación divina, estableciendo un corsé para moldear el evangelio de Jesús. Y hoy aprueba intervenciones de Francisco desde su visión laica y por la sintonía con las causas de los oprimidos. Entonces, amigos, ¿vamos a condenar a toda teología de la liberación porque no es sino volver a un nuevo nacional-catolicismo de izquierda?

    Pero no nos enzarcemos. Juan ya se explicará si quiere y si no huye del purismo de algunos atrieros. Yo tenía esperanza de que se acercase más por aquí…

     

  • pepe blanco

    Nunca hubiera imaginado que podríamos llegar a ver un engendro tal: un nacional-catolicismo de izquierdas. Ni en la peor de las pesadillas. Tan deplorable como el nacional-catolicismo de derechas y, encima, mucho más cursi.

    Es bien cierto que la realidad puede superar con creces la más asombrosa de las ficciones. Cosas veredes…

  • Javier Pelaez

    En “el bambi socialista…”.

  • Javier Pelaez

    Podéis leer mi predicción en “El bambú socialista…”,comentario de las 20:41 del 18 de diciembre…Estaba fumándome un canuto.Creo recordar…

  • Javier Pelaez

    Me refiero lo “clerical” frente a lo “popular”.. Aquí en España a las clases populares los curas,salvo los de Entrevias,se la sudan.Finalmente de nuevo vuelvo a clavar los resultados electorales.Si veis ya os dije que la “suma de perdedores”:PSOE,Podemos,IU,ERC y quizá el PNV es la única que puede hacer un gobierno de izquierdas.Los sondeos se han colado incluido el de Andorra.Me deberían contratar los estudios demoscópicos.La verdad soy el único español que acierto.Apuntad el número de la lotería del 22 de diciembre:342789…Lo he soñado esta noche.

  • Javier Pelaez

    La expresión “curita” se utiliza para referirse no al celibato-cuestión que sólo cumple Castillo-,sino al pensamiento clerical o más concretamente de “capillita”.Sólo alguien así se le ocurre apelar al Papa para pedir el voto…

  • Rodrigo Olvera

    Yo no sé si Juan Argudo es cura o no.

    Yo no baso mi valoración de una idea en la profesión del autor de las misma, sino en la idea.

    Llamar a votar por un partido político con el argumento de que ese partido está en sintonía con el papa es cesaropapismo, independientemente de si quien hace tal llamamiento es cura o no.

  • oscar varela

    Hola!

    Ya dije que las ideas que expresa Juan Argudo son:

    * BUENAS ideas y

    * ANTIGUAS (no confundir con “viejas”);

    * AVIEJADAS (acá sí aparece el “tiradas a la basura”)

    * ANUEVADAS (por Juan) (pido disculpas a Salomé por no haberme sabido expresar claramente).

    ………………………………………

    ¿Por qué hay gente como Rodrigo y Pelaez que solo parecen fijarse en que si es curita (no sé si Juan lo es) y si hace referencias de fuente inspiradora a los papas, en vez de aportar vistas del asunto para conversar mansamente?

    Entonces:

    1.- No veo que se siga de ello un “cesaropapismo”, porque Juan extrae de ambos sus modos (contrapuestos) de ver las cosas que pasan en el mundo y que él usa para expresar su convicción. Pero, tal vez, haya mucha “religiosidad” en el Texto. Sin embargo …

    2.- “Mezclar religión y política” sí! puede ser un desatino. Pero la “religiosidad” cristiana no solo es “religión” (creo que por eso Juan cita a Ratzinguer) sino que es superlativamente asunto humano (por eso lo de Bergoglio). Y la “política” es, pienso, de los asuntos más peliagudos e importantes de lo humano.

    …………………………..

    ¡Voy todavía! – Óscar.

  • Javier Pelaez

    Muy bien Rodrigo…Mezclar religión y política un desatino…Mezclar voto y Papa…ni te cuento…

  • Rodrigo Olvera

    Tan lamentable me parece llamar a votar por el PP por estar en sintonía con Ratzinger como ahora llamar a votar por PODEMOS por estar en sintonía con Bargoglio.

    Ambos casos es cesaropapismo, por más que haya diferencias tácticas entre uno y otro papa.

  • Javier Pelaez

    Corten la cabeza a Salomé…

  • Salomé

    Pues parece Javier P. que no teniendo nada que decir te expresas menospreciando. No está de más que se repitan estas declaraciones una y mil veces pues ya se ve que “tienes mucho que aprender” y lo mismo digo, Sr. Varela

  • Javier Pelaez

    Estos curitas cuando nos les das un púlpito para pedir el voto,aprovechan lo que tienen a mano…

  • oscar varela

    Hola!

    Buenas ideas antiguas

    que fueron aviejadas

    dichas hoy de nuevo.

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