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Ofensiva fundamentalista al Sínodo

vatican insider

El empantanamiento del Sínodo no se debe a que haya propuestas inadmisibles por parte de teólogos y teólogas como quienes escribían el documento publicado aquí ayer. Eso se supone que no lo iban a aceptar los obispos de hoy sino los de pasado mañana. ¿Pero por qué no una solución moderada, reducida a la admitir a la comunión a divorciados vueltos a casar, sin ocultamiento e soluciones hipócritas, que es lo que propone este dominico que hoy presentamos? Porque una facción fundamentalista, capitaneada por cardenales eminentes, está empeñada en que nó pues eso sería una brecha para que entrara lo que llaman herejía. La cuestión está en si ellos van a conseguir dominar este sínodo muy importante en la estrategia pastoral de Francisco. Si es así, apaga y vámonos. El papa debería mostrar llegado el momento y que queden fuera de la Iglesia Católica Müller y Pell, por importantes que parezcan, como parece que también quiere salir fuera Cañizares, según opina García Roca.  AD

«La comunión a los divorciados vueltos a casar no toca la doctrina, sino la disciplina»

Entrevista con el teólogo dominico Giovanni Cavalcoli: «Conceder o no conceder la comunión entra en el poder de la pastoral de la Iglesia y en las normas de la liturgia, establecidas por la Iglesia según su prudencia». Hay que evitar tanto «la rigidez de un conservadurismo rigorista» como el «modernismo historicista y laxo». No existen «condiciones pecaminosas», porque el «pecado es un acto, no es una condición ni un estado permanente»

ANDREA TORNIELLI

Hay quienes afirman que cualquier cambio en la disciplina sacramental en relación con los divorciados que se han vuelto a casar representaría una «herejía» o, como sea, un ataque contra la doctrina de la indisolubilidad matrimonial. ¿Es así?

La disciplina de los sacramentos es un poder legislativo que Cristo confió a la Iglesia, para que ella, durante el curso de la historia y entre las variaciones de las circunstancias, sepa administrar los sacramentos de la manera más conveniente y más proficua a las almas y, al mismo tiempo, en el respeto absoluto de la substancia inmutable del sacramento, así como Cristo la quiso. La actual disciplina que regula la pastoral y la conducta de los divorciados que se han vuelto a casar es una ley eclesiástica, que pretende conciliar el respeto por el sacramento del matrimonio, cuya indisolubilidad es un elemento esencial, con la posibilidad de salvación de la nueva pareja. La Iglesia no puede cambiar la ley divina que instituye y regula la substancia de los sacramentos, pero puede cambiar las leyes por ella emanadas, relacionadas con la disciplina y la pastoral de los sacramentos. Por ello debemos pensar que un eventual cambio del reglamento actual sobre los divorciados que se han vuelto a casar no afectará la dignidad del sacramento del matrimonio, sino que, por el contrario, será un procedimiento más adecuado para afrontar y resolver las situaciones de hoy.

¿Conceder, en determinados casos y bajo determinadas condiciones (por ejemplo después de un recorrido penitencial, o en el caso del cónyuge abandonado, etc), la comunión a los divorciados que viven una segunda unión toca la disciplina o la substancia del sacramento del matrimonio y de la eucaristía?

Toca, claramente, la disciplina y no la substancia. Para un católico es absolutamente impensable que un Sínodo bajo la presidencia del Papa pueda llevar a cabo un atentado a la substancia de cualquier sacramento. Conceder o no la comunión entra en el poder de la pastoral de la Iglesia y en las normas de la liturgia, que son establecidas por la Iglesia según su prudencia, que es siempre respetable, aunque no infalible. Por ello el cambio o la abrogación de las leyes de la Iglesia.

Usted escribió: el dogma no puede cambiar mientras que las disposiciones pastorales sí. ¿Qué significa, en relación con este caso?

Significa que la Iglesia, en varias ocasiones solemnes (por ejemplo en el Concilio de Trento o en el Concilio Vaticano II) o en las enseñanzas de algunos Papas (como Pío XI o san Juan Pablo II), ha definido con autoridad la esencia del sacramento del matrimonio o de la eucaristía. Está claro que estas enseñanzas, que reflejan la misma Palabra de Dios, así como nos la enseñó el divino Maestro, no pueden cambiar. En cambio, establecer las circunstancias, las condiciones, la forma, el lugar, el tiempo, a quién administrar los sacramentos, todo esto Cristo lo confió a la responsabilidad de la autoridad eclesiástica en las leyes canónicas, como en las directivas y normal pastorales o disciplinarias a todos los niveles, del Papa a la Santa Sede y hasta a los obispos. La Iglesia, pues, es inefable cuando reconoce, codifica e interpreta la ley divina (se trate de la ley moral natural o revelada); pero cuando emana leyes, que disponen su aplicación en la variedad o accidentalidad de las circunstancias históricas o en casos particulares, estas leyes asumen un valor simplemente contingente, relativo y temporal, por lo que, con la llegada de nuevas circunstancias o por un mejor conocimiento de la misma ley divina, exigen ser cambiadas, abrogadas, corregidas o mejoradas, claro, siempre por una nueva disposición de la autoridad. La ley eclesiástica determina lo indeterminado de la ley divina, se funda en ella y es una consecuencia de ella al ordenar la práctica concreta. Sin embargo, su nexo con la ley divina no tiene la necesidad lógica absoluta que poseen, en un silogismo, las consecuencias con respecto a las premisas, puesto que un cambio en las conclusiones implicaría un cambio, por lo tanto una falsificación, en las premisas o en los principios. En cambio, el nexo indicado es solo de conveniencia, siempre que esté en coherencia y armonía con la ley divina, de manera semejante a lo que se puede dar entre una meta y los medios para conseguirla. La meta puede ser fija e irrenunciable, pero los medios pueden cambiar y ser diferentes. La ley de la Iglesia es un medio para aplicar la ley de Cristo. Esta es absoluta e inmutable; la ley de la Iglesia, por su misma naturaleza y por voluntad de Cristo, por cuanto iluminada y animada por la fe que sea, sigue siendo siempre una ley humana, con los límites propios de esta. Es necesario, pues, respetar escrupulosamente la naturaleza de este nexo, evitando, por una parte, la rigidez de un conservadurismo rigorista, que rechaza el cambio de la ley eclesiástica en normas de la inmutabilidad de la ley divina o, por la otra, del modernismo historicista y laxo, que, con el pretexto de la mutabilidad de la ley eclesiástica y de su deber de tener en cuenta la modernidad y la debilidad humana, diluye y relativiza la ley del Evangelio.

Al leer algunas afirmaciones, incluso en relación con el debate sinodal, se tiene la idea de que la Tradición es casi hipostatizada y fijada como si fuera un texto inmutable, según el cual se puede después juzgar a todos, incluido al Papa, haciéndole una prueba de «catolicidad». ¿Puede explicarnos qué es la Tradición?

La Sacra Tradición, como dice la palabra, es la transmisión oral y fiel del dato revelado; es la predicación apostólica de la Palabra de Dios en el curso de la historia; es un Magisterio viviente, asistido por el Espíritu Santo, transmisión que Cristo ha confiado a los apóstoles y a sus sucesores bajo la guía de Pedro, de generación en generación, hasta hoy, hasta Papa Francisco y hasta el final del mundo. La Sacra Tradición, junto con la Sacra Escritura, es la fuente de la Revelación, es decir de la doctrina de la fe católica, resumida por el Credo, que nos viene interpretada y enseñada por el Magisterio de la Iglesia bajo la guía del Papa. Claro, la Tradición contiene la doctrina inmutable del Evangelio y es criterio absoluto de la verdad de la fe, pero conjuntamente a la Escritura en la interpretación que de ella da la Iglesia bajo la guía de Pedro. Por ello no es lícito el método de ciertos católicos de apelar a la Tradición para criticar el Magisterio del Papa y de la Iglesia, como por ejemplo las doctrinas del Concilio Vaticano II, porque el Magisterio de la Iglesia, por voluntad misma de Cristo, es custodio supremo, infalible e insindicable de la Tradición y, por lo tanto, no tiene sentido querer corregir al Papa o el Magisterio en nombre de la Tradición, la cual, por lo errado de esta operación, es con ello falsificada. Además, hay que tener presente que los datos de la Tradición son, claro, en sí mismos inmutables, al ser Palabra de Dios; pero la Iglesia, y entonces todos nosotros bajo la guía de la Iglesia misma, por ejemplo de los Concilios, progresamos hacia un cada vez mejor conocimiento de esos mismos datos. Y entonces, en ese sentido, se puede y se debe hablar, como dijo el beato Pablo VI, de un «desarrollo» de la Tradición, que no tiene nada que ver con una impensable mutación o cambio de sentido de sus contenidos, pero se refiere solo al progreso del conocimiento que tenemos de ellos.

¿Puede dar ejemplos de profundizaciones a lo largo de la historia de la Iglesia que han mutado la disciplina sacramental o desarrollado la doctrina sobre el matrimonio y la familia?

En relación con el sacramento de la penitencia, la Iglesia pasó de la praxis de los primeros siglos de una sola celebración durante la vida a la recomendación actual de la confesión frecuente, que surge con la reforma tridentina. En los primeros siglos las segundas nupcias eran desaconsejadas. En el siglo XVII el sacramento de la orden no podía ser conferido a sujetos de diferentes razas. La práctica común de la comunión cotidiana llega solo en época de San Pío X. Hasta los tiempos de San Pío X existía la figura jurídica del «haereticus vitandus». El Magisterio presenta, por primera vez, el acto conyugal como «signo e incentivo al amor» solo en la «Humanae vita» de Pablo VI. Los impedimentos jurídicos al matrimonio en el pasado eran diferentes de los de hoy. Pablo VI abolió los llamados «órdenes menores», un tiempo necesarios para acceder al sacerdocio. Solo con la reforma conciliar a las mujeres se permiten ministerios litúrgicos, que un tiempo estaban reservados solo a los hombres. Hasta la reforma conciliar, el sacramento de la unción de los enfermos, llamado significativamente «extrema unción», era administrado solo a los moribundos. Hoy es suficiente la ancianidad avanzada o una enfermedad grave, por lo que puede ser fácilmente reiterado. El Papa mismo, con su reciente Motu proprio, modificó el reglamento de las causas de nulidad del matrimonio.

¿Las condiciones del divorciado que vive una segunda unión es en sí misma pecaminosa?

No existen «condiciones pecaminosas», porque el pecado es un acto, no es una condición ni un estado permanente. El acto del pecado puede ser prolongado en el tiempo, como puede tener por su esencia una duración temporal (por ejemplo un robo en el banco); pero, tratándose de un acto de la voluntad, puede ser interrumpido en cualquier instante y, como sea, cesa después de determinado lapso de tiempo, una vez que el acto está hecho. Lo que es permanente en nosotros para toda la vida, incluso en los mejores, es la tendencia a pecar, consecuencia del pecado original, por la cual pecamos a menudo ligera o venialmente. Pero esta tendencia, con la gracia divina y la buena voluntad, puede, dentro de determinada medida, ser limitada o frenada, para poder, por lo menos, evitar el pecado mortal. El problema de los divorciados que se han vuelto a casar es que el adulterio, con el agravante del concubinato, es pecado mortal. Por lo que es muy fácil que la pareja, al unirse, caiga en pecado mortal. Sin embargo, es posible el caso de una pareja, que se encuentre en una situación objetiva e insuperable, de la que, por diferentes motivos, no puede salir para volver al estado precedente: por ejemplo, el cónyuge anterior tiene hijos con otro, o la nueva pareja tiene hijos. Claro, después del acto del pecado, si no intervienen el llamado de la consciencia y el arrepentimiento, incluso después de haber cesado el acto, permanece un estado de culpa. En esta caso, la voluntad queda desviada y necesita nueva orientación, que puede y debe dar la misma voluntad, bajo el impulso de la gracia. Y esto puede ser obtenido gracias al perdón divino, sin importar la situación objetiva en la que se encuentra el pecador, incluso la del divorciado que se ha vuelto a casar. A veces existen condiciones en las que es fácil pecar, porque constituyen fuertes impulsos y ocasiones prácticamente inevitables de pecado. Entre las condiciones de este tipo está la de los divorciados que se han vuelto a casar, que viven en una unión adultera, vinculados uno de los dos o ambos, como se supone, a un matrimonio anterior y legítimo. En el pasado, la Iglesia dio disposiciones pastorales para consentir que estas parejas se mantuvieran en la gracia de Dios, a pesar de ser excluidas de los sacramentos. Estas pueden obtener el perdón de los pecados directamente de Dios, incluso sin acceder al sacramento de la penitencia. Hoy, la cuestión que se debate es si permitirles o no acercarse a la Santa Comunión puede servirles para aumentar la gracia y la defensa contra el pecado, o si puede crear escándalo y turbar a los fieles.

27 comentarios

  • Santiago

    gracias amigo Rodrigo….Me da mucho gusto encontrarte por aquí y por tu oportuno comentario…Sin embargo, saber porque ya me conoces que nunca intentaría engañarme ni engañar a nadie…Lo que escribo es lo que creo…aunque por supuesto puedo estar equivocado….Y eso tambien es exactamente lo que pienso de ti, que crees en lo que escribes….

    Por lo demás, la Iglesia no ha estado nunca perpleja con respecto al matrimonio….Ha habido mas bien un progreso en cuanto a la doctrina, y viscicitudes históricas, pero nunca una contradicción….Por eso, la doctrina de la Iglesia…en cuanto magisterial….no puede basarse en una disposición disciplinar…sino en TODA la doctrina en TODO su contexto….no en un solo canon….Por eso, hay que seguir no solo a Jesus en lo del divorcio…sino tambien a Pablo….que fue contemporáneo de los Apóstoles y que escribión antes del Mateo griego, de Lucas y de Juan….Por eso, Pablo es claro cuando dice que “no soy yo, sino el Señor, que ordena que la esposa no se separe de su esposo (pero que si lo hace no se vuelva a casar o que se reconcilie con su marido) y que el marido no debe divorciarse de su esposa (1 Cor. 7, 10-16), y en esto siguiendo no solo a Jesus, sino al profeta Malaquías (Mal. 2:16)

    Sin embargo, solamente es indisoluble el matrimonio rato y consumado y donde se ha realizado el sacramento, o sea, donde la Iglesia ha intervenido…Es esta índole sacramental lo que se añade al contrato como cualidad y es una modalidad por la cual se comunica la gracia…Es esto lo que Jesus quiso decir cuando dijo de que “al principio no fue así”….ya que el deseo del Padre fue que la union conyugal fuera estable….Jesus elevó el mero contrato a un medio donde se genera la gracia perpetua….en la familia…a ejemplo de su propia familia en Nazaret…Es cierto que no todos pueden llegar a este ideal…pero seguir a Jesus no es lo mas fácil….pero para nosotros vale el intento…El cristianismo no es mas que un comenzar diariamente….

    Por otro lado, en los primeros siglos de la Iglesia el matrimonio entre cristianos se ajustaba a las costumbres locales…Estos matrimonios eran válidos sin embargo no TODOS constituían verdadero sacramento. Por eso, S. Policarpo predicaba que los esposos que despues de su matrimonio local se debían presentar ante su  Obispo para su reconocimiento eclesiástico…Ya en tiempos del Papa Dámaso I había celebración litúrgica sacramental del matrimonio..

    Empezando por el Concilio de Elvira (c. 303) vemos que el canon 8 niega la comunion o absolución hasta el final de sus vidas a las mujeres que abandonen sin razón a sus maridos y se casen con otro (Blazquez, La Romanizacion, pag 298), lo mismo declara en canon 9 con respecto a ambos cónyuges..y el 10..

    El concilio de Arles (314) dice que a los maridos sorprendidos en adulterio se les prohibe casarse..(y Garcia Garcia afirma que “el paso de Regino de Prum a Burcardo que es un texto divorcista se hace de “signo contrario” mediante la adicion o interpolación de la partícula negative(non) sin embargo lo correcto es lo contrario “”prohibentur nubere: (Jose Botero, El Fracaso Conyugal, S. Pablo, 2009. Pag 67)

    Sobre el canon 8 de Nicea se refería a los novacianos que era una secta rigorista que condenaba el perdon que la Iglesia concedía a los apóstatas y tambien las segundas nupcias, considerando “adúlteras” a las viudas que se volvía a casar….Pero estos segundos matrimonios eran válidos y sacramentales…por eso dice que los sacerdotes novacianos convertidos “seguiran los decretos de la Iglesia Catolica y Apostolica, es decir, que no negaran la reconciliacion a los desposados en segundas nupcias (nupcias validas sacramentales) y a los lapsos (caídos) en la persecucion….(Richard, Charles…Los sacrosantos concilios generales y particulares  Tomo I 1793, Pag. 269-270)

    Es por eso que el Concilio de Trento dice:

    “Si alguno dijere que a causa de herejía, o por cohabitacion molesta o por culpable ausencia del cónyuge, el vinculo del matrimonio puede disolverse, sea anathema (D975)

    Un saludo cordial   de Santiago Hernández

     

     

     

     

     

  • Isidoro García

    Perdonad, la opinión general de un mero observador exterior, al hilo del reciente Sínodo.

     
        ¿Hacia dónde va la humanidad?. Esa es la cuestión. Y solo la ciencia, nos lo puede contestar con una cierta seguridad.
        Lo malo es que los científicos, muchos de ellos no tienen una visión globalizada de estas cuestiones. Y los hombres religiosos, están muy atados a sus religiones, sus cargos, sus sueldos, sus prestigios, y otros a sus recuerdos de la infancia, y por mucho que lo intenten les cuesta salir de su inercia moralista de tantos siglos.
          Y así estamos sin guías, perplejos y descangallados, sin saber que hacer. ¡Si Francisco tuviera una varita mágica!.
          A todo hombre moderno, y mucho más especialmente al culto e intelectual, no le sirve el moralismo de saber lo que tiene que hacer, sino que necesita saber, por qué tiene que hacerlo.  Y es en esa necesidad donde fallan las religiones actuales. Sus explicaciones han quedado obsoletas.
       Pero es que no solo fallan sus explicaciones, sino es que además sus planteamientos son el fruto de filosofías del pasado, cuando se pensaba que la Tierra era el centro del Universo, constituído por el Sol, la luna y nos puntitos luminosos en la esfera celeste.
       Claro que todavía hay muchos que miran a Roma, a ver si el que manda les dice lo que les gustaría oír, como esos fieles perros del cazador, están constantemente observando ansiosos, a ver si su amo se acerca a la pared donde tiene colgada la escopeta.
         En las casas andaluzas, con el ceceo de la zona, cada vez que se hablaba de algo de “casa”, se le ponían tiesas las orejas al pobre perro cazador. Pero lo que el fiel can no sabe es que el amo, desde que se apuntó a Movistar Plus, ya solo ve el fútbol, y no sale a cazar.
     
          ¡A ver si el pobre tiene suerte en el próximo Sínodo, -perdón- el próximo fin de semana!.

  • Román Díaz Ayala

    Se me hace que es un error de base pensar que todo se construye en torno a buscar una posición intermedia entre las dos posturas extremas del integrismo religioso y la progresía que se ha mostrado muy activa en los medios y débilmente representada en Roma. O como bien decía un comentarista a propósito de los preparativos para el Sínodo, la encuesta llegó a muchísimas parroquias salvo en aquellos países ( España p.e.) que fue ignorada por la Jerarquía, y por lo tanto había una voz “de las parroquias” que quizás no fuera coincidente con la de algunos de sus representantes, o ignorada.

    Tenemos una idea equivocada de “lo pastoral”, como ajeno a la doctrina, y que sólo se puede entender así desde el legalismo.El valor de la pastoral radica en aplicar el sentido común a los problemas que nos llegan por medio del momento cultural a nuestras existencias, para orientar nuestras conciencias.

    Y en las iglesias cristianas, sorteando las diferentes culturas, las etnias y los momentos históricos, las comunidades cristianas con sus representantes han sabido dar respuestas concretas a problemas reales y no a sólo cuestiones de principios.

  • Rodrigo Olvera

    Deja de engañarte y de engañar Santiago.  No sólo los “padres apostólicos” sino el mismo Concilio de Nicea (cánon 8) aceptaban la comunión de personas en segundas nupcias, pasado el plazo de penitencia correspondiente. Y el discernimiento caso por caso del que habla el sínodo no es para determinar si era o no existente y válido el primer matrimonio (éso se hace en el procedimiento de nulidad matrimonial), sino para readmitir a la comunión a personas con un primer matrimonio válido, y vueltas a casar.

  • Santiago

    Para poder cambiar la doctrina catolica sobre el matrimonio, el Papa tendria que cambiar el pensamiento de Jesus y de la Iglesia primitiva, incluyendo la tradicion patristica. Evidentemente  no lo puede hacer, ni ha hablado de ello…Segun los testigos de la historia preguntado Jesus sobre la licitud del  divorcio que era aceptado por 2 escuelas rabinicas en Jerusalen dijo que no ya que “en el principio no fue asi” ya que el vinculo conyugal es una unidad “en una carne” etc. Marcos, discipulo de Pedro y Pablo hacia el 40 escribe que la prohibicion del divorcio segun Jesus no es solo para el marido sino para la mujer.

    Por eso Francisco y en el Sinodo se refieren a lo pastoral yendo “caso por caso” pues es la gravedad de los “casos” lo que puede  llevar a la conclusion que en realidad aquel matrimonio no existe ni nunca existio en realidad..a pesar de la apariencia de lo contrario…Una cosa es la doctrina que mantiene los principios y el ideal..y otra cosa es como se aplica esa doctrina efectivamente para el bien de las almas…Una cosa son los libros de medicina, otra cosa como aplicas su contenido. Una cosa es el pulpito y otra cosa el confesionario.

    Un saludo cordial   Santiago Hernandez

  • Rodrigo Olvera

    Hola Pepe

    Entiendes bien en que no hay la más mínima modificación doctrinal. Pero es que ni el partido de bergoglio ni el partido fundamentalista la proponían, así que no es que el partido de Bergoglio la propusiera y los fundamentalistas se impusieran. Nadie proponía una modificación doctrinal, el partido de bergoglio proponía algo así como “acátese (la doctrina) pero no se cumpla”, y es lo que se aprobó, dejándolo al análisis caso por caso.

    Por éso, porque ningun partido proponía reconocer el error de la doctrina católica en materia de sexualidad, matrimonio o vida familiar,  es que mi hipótesis de trabajo sobre lo que podría esperarse del sínodo  quedó expresada con la escatológica expresión mexicana: “tanto pedo pa’ cagar aguado“. Creo que se ha confirmado la hipótesis.

    Con todo, creo que el “apaga y vámonos” de Antonio era si se imponía la tesis del grupo fundamentalista, que además de la no modificación doctrinal, proponían la prohibición absoluta de comunión … propuesta que fue rechazada por 2/3 a 1/3

    Saludos

  • pepe blanco

    Lapsus: quise decir “limbo” y no “nimbo”, aunque “nimbo” también funciona bien aquí…

  • pepe blanco

    Hola Rodrigo,

     

    Yo no lo entiendo así. Después de leer en Religión Digital dos o tres artículos sobre el resultado del Sínodo, deduzco que, aunque pretendan mostrar las conclusiones como una solución de compromiso entre facciones, lo cierto es que, doctrinalmente, no ha cambiado nada. Y si doctrinalmente no ha cambiado nada, es que el sector más conservador ha dominado el Sínodo. El resquicio que se abre para que los obispos puedan admitir a la comunión a separados vueltos a casar, después de analizar detenidamente cada caso particular, no parece que sea un cambio doctrinario. La cuestión parece que queda en un nebuloso nimbo entre lo doctrinario y lo pastoral que, a mí personalmente, me parece bastante confuso. Pero igual es que no lo he entendido bien.

     

    Saludos.

  • Rodrigo Olvera

    Hola Pepe

    Entiendo que la votación quedó 2/3 de votos del grupo Bergogliano y 1/3 de votos del grupo fundamentalista a que se refería Antonio. De modo que el grupo fundamentalista no ha logrado dominar el sínodo. Lo que no quita en nada la irrelevancia del sinodo, con una solución ambigua (como el vaticano ii) destinada a fracasar (como el caticano ii).

    Saludos

  • pepe blanco

     

    “… Si es así, apaga y vámonos” (AD)

     

    Querido Antonio Duato, todo apunta a que podéis ya apagar e iros.

  • Román Díaz Ayala

    Los fundamentalismos no son algo que debamos temer ante la importancia de llamarse Francisco en recuerdo de un humilde laico que no quiso pertenecer al clero bastándole el testimonio de trasmitir todo el amor de Dios a sus criaturas, en especial a las de más humilde condición.

    cuando no se quiere predicar el Evangelio más que con la vida propia haciendo de las palabras un testimonio personal de una experiencia salvadora (Dios amándonos nos salva) estamos en el centro de la misión de la Iglesia.

    Y yo pediré al Padre

    y os dará otro Paráclito

    para que esté siempre con vosotros

    el Espíritu de la verdad

    a quien el mundo no puede recibir

    porque no lo ve ni lo conoce.

    Establecido queda que no es la ortodoxia de una doctrina trasmitida históricamente si no ha venido testimoniada por la presencia transformadora del Espíritu Santo.

    Mora con vosotros y estará en vosotros.

    ¿Dónde mora el Espíritu? ¿En una clase mediadora? Nó, porque es patrimonio común de todo el Pueblo de Dios.

    Y Francisco no necesitó ser cura.

    Ni tampoco Dios que lo fuese.

  • Santiago

    Donde dice “juguito” debe decir “jueguito”. Pido disculpas. Vale. SH

  • Santiago

    Por otro lado, la tradicion apostolica oral y escrita dista mucho de ser un juguito “de mesa” para ver si se deformaba el mensaje. La vida de Jesus fue publica, el kerygma principal fue repetido y memorizado por el metodp rabinico de los talmid, las palabras de  Jesus no las negaban los judios sino que las considerban blasfemas, los milagros de Cristo tampoco se podian ocultar sino que los escribas y fariseos los atribuian a Belzebu, “principe de las tinieblas…los primeros herejes usaban la tradicion apostolica de los textos para combatir los argumentos sin negar la verdad de la vida de Jesus..Todos los apostoles unanimamente mueren martires sellando con su sangre que lo que relatan los evangelios es genuino y autentico. Existen ademas innumerables testigos que fueron curados y resucitados por Jesus que vivieron largas vidas y segun el escritor Quadratus llegaron a vivir hasta comienzos del siglo segundo. No se crea una falsificacion en vida de tantos testimonios. Todo el siglo I y parte del II pertenecen totalmente y estan en manos historicamente hablando de los testigos del cristianismo. No se inventa una tradicion contra la cultura de la epoca. Jesus es el Cristo del evangelio tal y como lo presenta TODO el consenso de la Iglesia del primero y segundo siglo. No existen tantas referencias hostoricas para ningun tratado de la Antiguedad como el que ofrece la tradicion apostolica del Nuevo Testamento y como es la verdad no ha podido desaparecer a pesar de los multiples ataques a esta tradicion a traves de 21 siglos

    un saludo cordial de Santiago Hernandez.

     

  • Santiago

    La APERTURA que el Papa y todos deseamos no puede efectuarse fuera del Evangelio y por ende fuera del camino que Jesus propuso. No se puede reconstruir los sacramentos ni tampoco los mandamientos del amor de Dios inscritos en nuestro ser. Podemos construirnos una religion personal que satisfaga nuestra ideologia subjetiva pero el cristianismo predicado por Jesus durante su vida terrestre no nos promete una felicidad completa en esta vida sino “en la otra” puesto que si no tomamos la cruz de Cristo diariariamente no estamos siguiendo el camino propuesto por Jesus que es contracultural como en el siglo I y consiste en negarnos a nosotros mismos, ni mas ni menos cuando Jesus nos propone “niegate a ti mismo, toma tu cruz y sigueme”

    Los primeros cristianos entendieron esto a cabalidad, sabia que la vida es una transicion por eso en los primeros siglos de la Iglesia la FE no era una abstraccion para vivir mejor esta vida, sino era vivida hasta el martirio, extremo acto de amor. Todavia podemos leer las ” actas de los martires” y bajar hasta las catacumbas romanas para ver las tumbas de los martires que aquellos cristianos tenian el cuidado de distinguir de entre las otras, por la formas de sus arcos.

    Jesus vino a predicar y a restablecer de manera efectiva la fidelidad al amor no solo no haciendo el mal sino siendo fieles al amor de Dios y al amor a los demas…ya que el amor es el resumen y compendio de la Ley. ….para donde se queda la fidelidad al amor de los padres, de los hijos, de los conyuges, de los familiares, de los amigos, de los seres humanos???  No importa la relativizacion que desea el mundo de hoy, Jesus nos dice que lo importante es ser fiel…al menos en el deseo, al menos en la imtencion, al menos en el querer empezar de nuevo..Es por eso que Jesus nos regala los sacramentos del bautismo, de la confirmacion, del perdon, de la eucaristia, del orden, del matrimonio, de los enfermos PARA que permanezcamos fieles a su PALABRA…que nos salva de la desesperacion vital en la tribulacion y en nuestra hora final

    POR eso, LA PALABRA de Jesus no esta sujeta a las leyes fisicas de la entropia ya que es eterna e incorruptible, y no se degrada y por tanto permanecera con nosotros hasta “la consumacion de los siglos”, creamos en Ella o no

    un saludo cordial.  Santiago Hernandez

  • oscar varela

    Hola!

    No sé si vale la pena recordar que:

    1.- Ni las Creencias ni las Verdades “cambian”.

    Una vez habidas, son in-mutables.

    2.- Lo que inexorablemente “cambia” es el ser humano

    que va “creyendo-se” y “veri-ficando-se” en OTRAS (creencias y verdades) de su auto-construcción de vida humana, e.d. “con sentido”.

    ……………

    Consejo ad navegantes (también para los de la Barca de Pedro):

    – “No instale un “espejo retrovisor grandote” que tape el “para-brisas” delantero”-

    – “Es peligroso: se va a estrellar y matar-herir a mucha Gente que anda viviendo la vida que le toca vivir”-

    (traducción en el Barrio de la Latas: “¡NO JODA!“)

    ¡Voy improperiosamente todavía! – Óscar.

  • olga larrazabal

    Después de leer a este bendito dominico, tengo la impresión de que Jesús era un doctor de la ley muy serio, que desde chiquitito pensó en fundar una iglesia cristiana llena de normas y cánones, condenaciones y reglas, todas ellas inmutables. Incluso dibujó los planos del Vaticano y dejó instrucciones de como prender los fuegos de la Inquisición

    Estático y Soporífero fueron  las palabras usadas por M. Luisa al referirse a este conjunto de normas y reglas.

    Se me anduvo perdiendo el Jesús ese que su mamá creía que era un poco loquillo, porque no trabajaba en el taller familiar supongo, que no se lavaba las manos antes de comer cosa de muy mala educación  que transgredía las reglas religiosas, además se dejaba tocar por mujeres incluso una cananea, lo cual lo convertía en impuro,jamás anduvo metiendo las narices en la vida sexual del prójimo que parece que le importaba un comino, excepto para condenar a los que “escandalizaran a los niños”.  Eso parece que no lo escucharon los que creen como el bendito dominico que:

    La Sacra Tradición, como dice la palabra, es la transmisión oral y fiel del dato revelado; es la predicación apostólica de la Palabra de Dios en el curso de la historia; es un Magisterio viviente, asistido por el Espíritu Santo, transmisión que Cristo ha confiado a los apóstoles y a sus sucesores bajo la guía de Pedro, de generación en generación, hasta hoy, hasta Papa Francisco y hasta el final del mundo. La Sacra Tradición, junto con la Sacra Escritura, es la fuente de la Revelación, es decir de la doctrina de la fe católica, resumida por el Credo, que nos viene interpretada y enseñada por el Magisterio de la Iglesia bajo la guía del Papa. Claro, la Tradición contiene la doctrina inmutable del Evangelio y es criterio absoluto de la verdad de la fe, pero conjuntamente a la Escritura en la interpretación que de ella da la Iglesia bajo la guía de Pedro. 

    Un plomazo lleno de palabras como “transmisión oral y fiel” como si alguien hubiera estado con una grabadora en el lugar de los hechos, “de generación en generación, hasta hoy y hasta el fin del mundo”

    Seguro que los sacerdotes de Amón tambien creyeron lo mismo, su religión duró como 4000 años ( esta lleva 2000) y se diluyó como todo en este mundo, víctima de una ley inmutable que es la Entropía o la 2 Ley de la Termodinámica si mi memoria no me falla. Y esa si que es bastante inmutable,  hasta que algún físico cuántico demuestre lo contrario.

    Como si nunca hubiéramos jugado ese jueguito de transmitir un mensaje en una mesa redonda y constatar que lo que nos llega de vuelta en 10 minutos es totalmente distinto.  “Doctrina Inmutable”, “Criterio absoluto de la Verdad y de la Fé” sabiendo que al igual que a los cuerpos materiales van perdiendo electrones y sus límites van cambiando en el tiempo, los conceptos, bastante más etéreos, también cambian por las traducciones, por el contexto histórico, porque ya dejaron de ser creíbles con el pasar del tiempo.

  • Román Díaz Ayala

    Frente a una Jerarquía inmovilista, que teóricamente ha sido llamada para pastorear al pueblo de Dios, y que por lo tanto tendría que haberse constituido en interlocutora válida  de las aspiraciones, las alegrías y las penas del rebaño encomendado, pero que se mueve en la defensa de sus intereses a donde le llevan sus posicionamientos intelectuales, el hermano Francisco,  le presenta la imagen de  obispo de Roma, convertido en pastor, y no de Jefe Supremo. No el que dicta la verdad, sino que escuchando al pueblo de Dios, se está haciendo beneficiario de la función profética de Cristo, quien reside en la Iglesia.

    Por tanto no puedo estar de acuerdo en los argumentos que se citan haciendo una diferenciación entre una actitud comprensiva tachada de “pastoral”, y el mantenimiento a ultranza de los posicionamientos doctrinales del catolicismo romano de la etapa restauradora en la persona de Francisco. Creo que debemos partir del Concilio Vaticano II, con su Eclesiología que desmontaba la “retórica de servicio” con la que se adornaba la autoridad  jerárquica, pero que no se ponía al servicio como criados, servidores, de los servidores de Dios. El Concilio desmontó la idea generalizada de que la Iglesia estaba constituída por su clero, para recordarnos que el Pueblo de Dios está constituido por toda persona bautizada, y que participa del sacerdocio santo de Jesús el Cristo.

    Han sido cincuenta largos años de contracultura para restaurar el pasado los que ahora pasan factura.

    No existe ninguna clase mediadora, tampoco las de quienes utilizan sus niveles académicos para convertirse en mediadores  e interlocutores de los pensamientos que anidan en los corazones de los fieles, porque ese lugar está ocupado por el Espíritu del Resucitado.

  • Tomás

    Respetando que cada uno es libre de tener las creencias que quiera y la concepción de Dios que quiera ( siempre que ello suponga también el respeto y libertad de los demás ), me producen tristeza algunas de las formas de ver a Dios y de las formas de concebir el Evangelio que leo.
    Ver escrito que “la disciplina de los sacramentos es un poder legislativo que Cristo confió a la Iglesia”, me parece que es una forma de pensar que somete el mensaje de Jesús a una concepción burocrática ,de interpretaciones legales sin alma, a un puro mecanicismo.
    Querer conocer cuáles fueron las palabras exactas de Jesús es imposible, por mucho análisis histórico-crítico y mucha exégesis que apliquemos. Podemos tener alguna idea más o menos aproximada, pero eso no permite una interpretación al pie de la letra de los escritos hoy disponibles. Eso solo lo permite la consideración ( no sustentada en la razón ni en la ciencia, sino en la fe en el dictamen previo de algunos)de que es palabra directamente revelada por Dios, literal y exclusiva.Palabras escritas mucho después de los hechos, por personas muy influenciadas- como la mayoría- por su educación y costumbres, por los tiempos que les había tocado vivir, y que nos atrevemos a dar por directamente transmitidas por Dios. Un homenaje a la soberbia humana.Una palabra que ha sido seleccionada por una estructura de pensamiento y de poder, que también se adjudicó la interpretación en exclusiva de dicha palabra, ya que con frecuencia resulta poco comprensible o contradictoria. Es una trampa que dura ya más de veinte siglos, pero que como permite mantener a muchos influencia, riqueza y poder, se sigue alimentando con dogmas, leyes, pastorales, sínodos y demás instrumentos.
    Y así, aspectos de la vida humana que ya han sido resueltos por la razón, por la convivencia, por la necesidad de establecer un marco civilizado y respetuoso en las sociedades ( por desgracia no en todas), siguen siendo debatidos con ópticas y creencias intransigentes, prepotentes, crueles. Que si es pecado, que si no está en gracia de Dios, que si es un vínculo indisoluble, que si la praxis, que si…. En fin, dos mil años de doctrina que se ha ido acumulando para hacer la vida de los fieles de esta creencia más compleja, ya que la vida en sí no lo es bastante. Siempre acumulando dogmas, mandamientos , y pastorales sobre lo anteriormente construido. Porque ” la doctrina no se toca” ya que supondría desautorizar lo anterior y eso es palabra de Dios mismo. Nada menos.
    Parece que todos los errores cometidos a lo largo de los siglos no han aportado un ápice de humildad a esta estructura, seguramente porque es un error en sí misma, una forma de concebir la fe en Dios, en Jesús, y de concebir sus consecuencias en la vida humana que es reflejo de la crueldad que expone su doctrina a lo largo de su historia.
    Por supuesto hago excepción, porque no considero que formen parte de esa estructura, de los miles, millones de personas, que impulsados por su fe,han dado y dan ejemplo de entrega generosa a los demás .
    Imaginando un mundo más acogedor para todos, espero que sean todas estas últimas a las que acabemos considerando como líderes de los creyentes,es decir un liderazgo compartido, y que la estructura que ahora se reúne, debate y decide sobre lo que pueden o no hacer aquellos sobre los que presume poder de decisión ,siga su camino agonizante, sobre todo por el bien de los que todavía tienen alguna esperanza en ellos. Una esperanza que, si no se cambia la doctrina y se pulveriza la estructura, seguirá siendo sucesivamente decepcionada sin piedad.

  • M.Luisa

    Jejeje!! Oscar, con esta salida tuya, doy por hecho que sigue nuestra amistad, me alegro!

  • oscar varela

    Hola!

    – El EM-PANTANA-MIENTO del Sínodo … ?

    o

    – El EM-PATADA-MIENTO?

    ¡Voy todavía! – Óscar.

  • M.Luisa

    Creo que me he confundido de enlace…si lo encuentro ya lo sustituiré…disculpadme

  • M.Luisa

     

    Si la doctrina no se actualiza, si los dogmas no se revisan con anterioridad, no será posible  lo que pide el papa, es decir que la persona se abra,  ya que lo que la hace abrirse es el contenido real de aquella no el concepto estático y soporífero que lo camufla.
    Una ofensiva fundamentalista que contribuye, sin duda, al empantanamiento   del Sínodo,  podría ser la  ideología  que subyace en el enlace que incluyo, el cual   se me envió por correo a raíz de la defensa que hice en  el caso del teólogo Charamsa

    http://www.religionenlibertad.com/don-maurizio-el-cura-antiresiduos-toxicos-deshace-los-aires-de-victima-45388.htm

  • pepe blanco

    Adolfo Nicolás, superior de los jesuitas sobre Francisco:

     

    “Por supuesto. Con frecuencia a Francisco no se le entiende bien. Él es muy teológico y sabe lo que dice la doctrina, lo sabe muy bien y no la quiere cambiar. Pero quiere encontrar las puertas abiertas para la pastoral. Como ha dicho también en la Misa de Apertura, una Iglesia que se cierra no es la Iglesia de Cristo. Propone en primer lugar la apertura a la persona: no los principios, sino las personas. Espero que ésta sea la fuerza que dirija el Sínodo”.

     

    Luego alguno dirá que lo que pasa es que yo sólo quiero llevar la contraria…

     

    Las palabras de Nicolás vienen a decir lo mismo que tantas veces he comentado: la iglesia católica está emboscada en el concepto mismo de dogma, de verdad, de doctrina eterna. Y sólo tiene espacio para jugar a la demagogia, a eso que llama “pastoral”. O sea, como decía hace unos días, decidir cómo engatusar a la gente sin que se note mucho que la doctrina sigue siendo la misma de siempre, la de la caverna.

     

    Señores, eso no es serio. Y lamento mucho que a “Atrio” le parezca suficiente.

  • Gonzalo Haya

    Este artículo me produce la impresión de “ingeniería teológico-moral”. Su sensibilidad moral le lleva a una solución de acuerdo con la propuesta de Francisco, pero su lógica está presa de una serie de conceptos que tiene que tiene que tratar hábilmente para llegar a la solución previamente aceptada. Esta explicación puede ser aceptable como túnel de escape de la cárcel conceptual en que muchos están encerrados. El evangelio no está escrito en lenguaje conceptual sino en actitudes vitales; los conceptos son generalizaciones, quizás necesarias pero revisables (al menos por consenso) con nuevas actitudes vitales. Las orientaciones del evangelio no pueden ser desarrolladas (conceptualizadas) independientemente unas de otras; se trata de armonizarlas porque la persona que las vive es una misma. Muchos de nuestros comportamientos egoístas contradicen la fraternidad del Reino de Dios, pero no se puede decir que nos excluyan de él.

     

  • Santiago

    COINCIDO, Antonio, en muchas de las afirmaciones del dominico Giovanni Cavalcoli…Creo que- como la Iglesia misma- el trata de encontrar el centro….ya que en el centro está la virtud…y por ende la verdad…y el bien..

    Por un lado, consta que Cristo mismo estableció el sacramento del bautismo y de la eucaristía en “especie inmutable” es decir, que en las palabras de Jesus en la Escritura aparecen claramente  la materia y la forma de ambos sacramentos…Los otros sacramentos fueron instituídos por Jesus en especie mudable o genéricamente…sin señalar concretamente la materia y la forma…Como afirma el P. Cavalcoli la Iglesia puede establecer “las circunstancias, condiciones la forma, el lugar, el tiempo, a quien administrarlos” porque Ella es “un medio para aplicar la Ley de Cristo”…Por eso lo establecido por Cristo que es la esencia de los sacramentos es inmutable…Hay pues un “nexo” entre esta Ley divina y la Ley humana…Una cosa es la “meta”, otra los “medios” para llegar a ella..Por eso, es necesario huir, “por una parte, de la rigidez de un conservadurismo rigorista” que rechaza todo cambio en la ley de la Iglesia y “por la otra, (huir tambien) del modernismo  historicista  y laxo, que con el pretexto de la mutabilidad de la ley eclesiástica y su deber de tener en cuenta la modernidad y debilidad humana, DILUYE Y RELATIVIZA la ley del Evangelio (Las mayúsculas y los paréntesis son míos)..Por lo tanto, no podemos prescindir de LA PALABRA de Jesus, ni de su intención sacramental…pero tampoco podemos dejar de ver las circunstancias del mundo actual donde vivimos…para poder darle a LA PALABRA DE CRISTO su verdadero sentido y su real alcance…

    Y asi las mutaciones de los sacramentos a traves de la historia han sido simplemente disciplinares, no implicaban “cambio” en la doctrina..y asi el autor relata el cambio en el tiempo de administracion y la frecuencia de la penitencia, el cambio en el sujeto del sacramento del orden, la frecuencia en la recepción del sacramento eucarístico, y la concepción  del acto conyugal como “signo e incentivo del amor”..Nada de estas medidas pastorales implicaban un cambio en la sustancia sacramental ni una alteración de la FE de la Iglesia.

    En el caso de la comunión a los divorciados en segundas nupcias, sin previa declaración de anulación, hay que estudiar si un “cambio en las conclusiones” implicaría una mutación en las premisas y en los principios,. y por tanto en la doctrina….o en la fe…….Si la admision a la comunión no es incoherente y armónica con la ley divina, entonces existe una compatibilidad…..Tiene que existir una coherencia, por tanto, entre ambas leyes….Considerando la indisolubilidad del vínculo matrimonial absoluta para un “verdadero matrimonio”, que ha sido por lo tanto consumado y válido en su libre consentimiento entonces un segundo matrimonio solo es posible con una declaración de nulidad o en algunos casos de disolución. Para los que creen en el Evangelio y en la Iglesia apostólica y que, por tanto, en están en una situación irregular en esas segundas nupcias, no se pueden sentir ni abandonados, ni rechazados por la Iglesia..Puede existir un camino viable en el que haya un consenso general….

    La solución se encuentra en el “sensus fidelium” de la Iglesia que nunca podrá contradecir la doctrina de Jesus, …que require una adhesion a El relacionada al sentido de  fidelidad ….Por tanto, ha de estudiarse una postura intermedia por la cual exista una certeza moral de que se accede al Evangelio, sin dañar la eclesiología…y al mismo tiempo tratar, no solo de lo colectivo, sino a  cada pareja-problema individualmente para concederles,si es posible, la paz de Cristo, a los que asiduamente desean encontrarla…

    Un saludo cordial   de Santiago Hernández.

     

  • oscar varela

    Hola!

    No tengo ningún inconveniente, sino todo lo contrario: un atento y delicado compromiso de “sueguir el tren” de quien firma la intrducción de este Post: Antonio Duato.

    Ya no cabe duda que Antonio “se ha metido” con todo y más que nunca a la lucha político-eclesial, luego que se evidenciara su participación fundadora en la “Campaña mundial Pro-Francisco”.

    No sé si Antonio y los “cómplices” de tal Campaña se han puesto a evaluar -como en un Búnker- el peso de la tal Campaña ante el Conjunto de la eclesialidad; y si van siguiendo día a día la evolución de esa Estrategia. Tal vez se anime -si le fuera conveniente- exponerlo en éste o en aquel otro Post puesto “ad hoc”.

    ¡Voy todavía! – Óscar.

     

  • oscar varela

    Hola!

    Este “teólogo” dominico es un tipo “sustancial“; por lo tanto: imposibilitado de rimar caminar “despierto”, como anda la Gente de vida actual, e.d., “normal”.

    Un caso que muestra cómo se puede aparentar “atención” siguiendo dormido. Una especie de “duerme-vela”, que ni duerme ni vela.

    Mientras tanto, las Gentes seguimos andando y andando en las Rúas muy “atentas” a que no nos pasen por arriba!

    ¡Voy todavía! – Óscar.

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