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Francisco de Asís: el prototipo occidental de la razón cordial

IHUEntrevista a Leonardo Boff

Esta entrevista salió en la entrevista online del IHU-Instituto Humanista Unisinos de los jesuitas brasileños el 4/10/2015. Fue hecha por João Vitor Santos y Patricia Fachin. Atrio, para quien Boff y San Francisco son referencias importantes para situarse personalmente en el complejo mundo de hoy, no duda en publicarla para quien le interese, aunque últimamente parezca que insistimos mucho en el mismo tema (Arregi nos hablaba hace una semana de las Florecillas). El que quiere lo toma y el que no lo deja, como las lentejas.

“Francisco ponía su corazón en todas las cosas, por eso las amaba y se sentía unido a ellas como miembros de una gran familia terrenal y cósmica”, afirma el teólogo.


IHU Online – ¿Quién fue Francisco de Asís? ¿Cómo entenderlo en su complejidad que va de la ternura al vigor?

Leonardo Boff – Aunque haya vivido hace más de 800 años, él es nuevo; nosotros somos viejos, pues él consiguió lo que nosotros difícilmente alcanzamos: relacionarnos con todas las cosas, incluso con las más  adversas como la muerte, llamándolas con el dulce nombre de hermanos y hermanas. Así consiguió una reconciliación, como si fuese un habitante del paraíso terrenal. Con razón el gran historiador Arnold Toynbee dijo en su última entrevista: «Francisco, el mayor de los hombres que han vivido en Occidente, debe ser imitado por todos nosotros, pues su actitud es la única que puede salvar la Tierra y no la de su padre, el mercader Bernardone».

El filósofo Max Scheler en su conocido libro Esencia y Formas de la Simpatía afirmaba: «San Francisco es el prototipo occidental de la razón cordial y emocional, cosa que posteriormente fue relegada al margen». Ella nos hace sensibles a la pasión de los que sufren y a los gritos de la  Tierra devastada por la voracidad industrialista actual.

IHU Online – Usted dice que el contacto con Francisco de Asís provoca una crisis profunda. ¿Qué tipo de crisis es esa?

Leonardo Boff – San Francisco nos hace descubrir nuestro distanciamiento de la naturaleza, como si no fuésemos parte de ella, sino sus dueños y señores. Esa actitud está en la raíz de la crisis ecológica actual, pues se funda en la falta de pertenencia, en la ausencia de cuidado y de amor para con todas las cosas, pues ellas tienen un valor intrínseco en sí mismas. Comparar lo que somos y hacemos con lo que hacía y era San Francisco nos crea mala conciencia y nos introduce en una crisis purificadora, pues nos invita a cambiar nuestro estilo de vida.

IHU Online – ¿Cómo entender la mística de Francisco de Asís y su relación con el medio ambiente?

Leonardo Boff – San Francisco dio centralidad al corazón. En sus escritos la palabra “corazón” aparece 42 veces frente a una de “inteligencia”; “amor”, 23 veces frente a 12 de “verdad”.  Hoy sabemos que en la razón cordial y sensible se encuentra  la sensibilidad profunda para con los otros, los valores éticos y la espiritualidad. El corazón le hace sentir al Sol, a la Luna, al agua, al lobo y hasta a la muerte como hermanos y hermanas. Es la actitud que nos exige hoy la crisis ecológica. La razón por sí sola no explica nuestros problemas fundamentales, porque ella solo ve, analiza y calcula. El corazón nos moverá al cuidado, al respeto y al amor a la Madre Tierra.

IHU Online – ¿Cuál era la concepción de Iglesia de Francisco de Asís? ¿Cuales eran los puntos cruciales de divergencia con el clero alto? ¿Con que modelo de Iglesia dialogaba e, incluso, se oponía?

Leonardo Boff – El teólogo Joseph Ratzinger, en uno de sus escritos sobre el sentido de la profecía en la Iglesia, escribió que el “no” de San Francisco al tipo de Iglesia de su tiempo no podía ser más radical. Pero su “no” nunca es verbalizado, nunca hace una crítica abierta al sistema curial, especialmente bajo Inocencio III, el Papa más poderoso de la historia de la Iglesia. Él no habló ni criticó como hicieron los Reformadores del siglo XVI. Él simplemente se dejó orientar por el evangelio, leído sin glosas, es decir, sin comentarios que le quitan la fuerza trasformadora, en su sentido original: vivir siguiendo a Cristo pobre, descubierto en los más pobres de los pobres que son los leprosos, tener extrema ternura y compasión con todos los que sufren dolores y acogiendo jovialmente las más duras adversidades que la pobreza radical le comportaba.

El inauguró una Iglesia en la base, junto con los pobres, predicando por las calles o en las plazas, rezando las horas canónicas debajo de los árboles y teatralizando pasajes bíblicos como hizo con la celebración de Navidad, inventando el pesebre. Quería que sus seguidores fuesen “menores”, categoría social de los sin poder y que no aceptasen ningún cargo eclesiástico. Debían “in plano subsistere”, es decir, mantenerse a ras del suelo, donde todos los anónimos e invisibles, el pueblo en general, se encuentran.

IHU Online – ¿Cuáles son los conceptos-clave, las ideas y concepciones principales de Francisco de Asís? ¿Cómo comprender esos conceptos en nuestros días?

Leonardo Boff – San Francisco no era teólogo. Ni era un clérigo. Olvidamos que era un laico. Solo al final de su vida se dejó ordenar diácono para poder seguir predicando (ya que había un decreto papal que prohibía a los laicos predicar, como hacían antes). Pero con la condición de que a este oficio no le correspondería ningún beneficio. Las virtudes principales que vivía con gran jovialidad era la extrema sencillez, acogiendo a todos tal como eran; después, una gran humildad considerándose a sí mismo como menor y servidor, hermano o fratello de todos; y principalmente vivía una radical pobreza como poverello.

Pero para él, la pobreza no consistía en no tener sino en la capacidad de dar, y volver a dar, hasta despojarse de todo. Tenía conciencia de que entre las personas se interponen los bienes y los intereses. Desprenderse de tales cosas permitía el encuentro directo e inmediato, ojo a ojo, cuerpo a cuerpo para situarse junto al otro como hermano. Ser radicalmente pobre para poder ser plenamente hermano: este es el sentido de la pobreza franciscana. Y por último, la permanente alegría, como quien se siente continuamente en la palma de la mano de Dios. Se le atribuye este dicho: “tengo poco y lo poco que tengo, lo necesito poco”. Este proyecto de vida, si se viviera hoy, crearía un mundo tierno y fraterno, amigo de la vida, con una sobriedad compartida, con un aura de fraternidad universal entre las personas y con todos los seres de la naturaleza, abrazados como hermanos y hermanas.

 «Está dentro de las posibilidades humanas desentrañar un San Francisco escondido dentro de cada uno»

IHU Online – ¿Cómo pueden ser actualizados esos conceptos para nuestros días en busca de inspiración  ante la crisis?

Leonardo Boff – Entre muchas otras cosas, considero fundamental, para que salgamos de la crisis actual, que recuperemos los derechos del corazón. Es decir, que no seamos solo portadores de inteligencia racional, que junto con ella y de forma más profunda, seamos también portadores de inteligencia cordial o sensible. Sentir, como dice el Papa en su encíclica sobre “el cuidado de la Casa Común”, como propios las dolores de la Tierra y los padecimientos de los demás hermanos y hermanas.

Actuar a partir del corazón que ama, que se identifica con el otro, que cultiva la compasión y el cuidado con todas las cosas, como cuidaba San Francisco.

Él sacaba a las babosas de los caminos para que no las pisasen y pedía que hasta las hierbas silvestres tuviesen un rincón reservado en las huertas, porque ellas también merecen vivir y alaban a Dios a su manera. Si en la humanidad tuviésemos estos sentimientos, no necesitaríamos hablar de ecología ni de derechos de las personas y de la naturaleza, pues todo eso sería vivido con total espontaneidad.

IHU Online – ¿Cómo comprenden Bergoglio y Ratzinger la figura de San Francisco de Asís?

Leonardo Boff –Joseph Ratzinger, en su tesis sobre el concepto de historia en San Buenaventura, escribió como introducción al tema una de las más bellas páginas que se han escrito modernamente sobre la figura singular de San Francisco. Creo que los franciscanos todavía no han sabido valorar tales reflexiones.

Bergoglio tomó el nombre de Francisco por la fascinación que ejerció siempre sobre él la figura de este santo especial y por su amor a los pobres y a la naturaleza. En su encíclica, le dedica tres grandes parágrafos (nn.10, 11 12) y explica: «Creo que Francisco es el ejemplo por excelencia del cuidado por lo que es frágil y por una ecología integral… su corazón era universal» (n.10). Todo el texto de la encíclica está lleno de corazón, pues lee los datos de la situación de la Tierra afectivamente y no solo intelectualmente. Ese es el modo como San Francisco lee el mundo a partir de un sentimiento profundo de unión.

IHU Online – ¿Cómo comprender la relación entre Francisco y Clara de Asís? ¿Cuál es el papel de Clara en la historia y en la “doctrina” de Francisco?

Leonardo Boff –La relación entre Clara e Francisco es una de las más bellas y puras de la historia del cristianismo. El tenía tres amores: amor a Cristo crucificado, amor a los pobres y amor a la hermana Clara. Era un verdadero amor entre un hombre y una mujer, pero transfigurado por un proyecto común: servir al Crucificado y a los crucificados de la historia. El eros florecía en el ágape sin perder su fascinación y belleza. Entre ellos había afecto y cariño que no escondió durante toda su vida. Clara seguramente lo ayudó a ser tan tierno y amoroso con todas las criaturas.

IHU Online – ¿En qué medida la visión de Francisco de Asís en relación al mundo, a los seres humanos y a la Iglesia dialoga con el pontificado de Bergoglio?

Leonardo Boff – El Papa Francisco ha puesto el evangelio en el centro de su predicación y de sus gestos ejemplares. Fue exactamente eso lo que hizo San Francisco: para él el evangelio era todo, no como mero texto, sino como fuente de inspiración, de humanización, de espiritualización y de identificación con el Jesús histórico, hasta el punto de que los textos originarios afirman que llegó a recibir las llagas de Cristo en su propio Cristo. No sin razón ha sido llamado “el primero después del Único (Jesucristo)” o incluso “el último cristiano”. La sencillez, la bondad, la ternura y la proximidad que el Papa Francisco revela en su vida, traducen bien el espíritu de San Francisco.

IHU Online – ¿Cómo comprender Laudato Si’ desde la perspectiva de Francisco de Asís? ¿De qué forma la idea de Ecología Integral, concepto central de la Encíclica, aparece en el legado de Francisco de Asís?

Leonardo Boff – El propio Papa lo aclara en su encíclica sobre “el cuidado de la Casa Común”, al decir: «la reacción de Francisco era mucho más que una valoración intelectual o un cálculo económico, porque para él cualquier criatura era

una hermana, unida a él con lazos de cariño. Por eso se sentía llamado a cuidar todo lo que existe» (n.11). Como decíamos, Francisco ponía corazón en todas las cosas, por eso las amaba y se sentía unido a ellas como miembros de una gran familia terrenal y cósmica.

IHU Online – En su libro San Francisco de Asís, ternura y vigor, la historia del santo tiene cinco aspectos como telón de fondo. ¿Cuáles son y cómo se relacionan? ¿Cómo se actualizan hoy esos aspectos?

Leonardo Boff – Algunos dicen que de todos mis libros (ya casi cien) este es el mejor. Que lo digan los demás, no yo. Pero intenté, al celebrarse los 800 años de su nacimiento, destacar cinco puntos que mostrasen su actualidad para el  mundo de hoy.

El primero es «la irrupción de la ternura y de la convivialidad, como mensaje a la cultura actual». Es la tentativa de oponer al paradigma moderno, fundado en el poder como dominación, que tantos males ha traído a las grandes mayorías, el paradigma del cuidado, de la ternura, de la convivialidad con todas las criaturas, no dominándolas, sino estando al pie de ellas, como hermano menor.

 «Fue exactamente eso lo que hizo San Francisco: para él el evangelio era todo, no como mero texto, sino como fuente de inspiración, de humanización, de espiritualización y de identificación con el Jesús histórico».

El segundo punto es «la opción por los pobres como mensaje de San Francisco a la sociedad actual». Intenté asumir el propósito de la Iglesia latinoamericana, expresado en Medellín y en Don Helder, que entendió la pobreza no como algo natural y dado, sino como resultado de relaciones injustas entre las personas y sus instituciones. Se hizo la opción preferencial por los pobres, contra la pobreza y a favor de la justicia social. De esta opción nació la teología de la liberación. Don Helder siempre repetía que fue San Francisco el verdadero fundador de esta teología, porque él no tuvo una actitud asistencialista, viviendo para los pobres. Él mismo se hizo pobre, fue a vivir en medio de ellos como pobre, y a partir de ellos leía toda la realidad, también la eclesial. Estimo que esta perspectiva es enormemente actual.

El tercer punto trata «de la liberación por la bondad: una contribución de San Francisco para una liberación integral de los oprimidos». Traté de mostrar su estrategia que era de renuncia total a cualquier tipo de violencia. Procura conversar con todos, hasta con el feroz lobo, y conquistar a las personas por la bondad, convencido de que dentro de cada uno arde la llama divina de la bienquerencia entre todas las personas.

El cuarto punto aborda «cómo San Francisco creó en las bases de la Iglesia de aquel tiempo una iglesia popular y pobre», en la cual prevaleció la fraternidad sobre el poder, la palabra del evangelio sobre las reflexiones teológicas, la celebración de la vida sobre la celebración de simples ritos y la profunda piedad por los actos y los hechos del Jesús histórico, su nacimiento, su cruz, su presencia eucarística.

Como último punto abordo el tema «del proceso de individuación realizado biográficamente por San Francisco». Es decir, cómo de todo lo que le sucedía, la dimensión de sombra y la dimensión de luz, sus decepciones y alegrías, su sufrimiento y muerte, él hacía caminos de crecimiento y de total integración. De ese proceso que combina ternura y vigor, cielo y tierra, vida y muerte irrumpe su irradiación como alguien que realizó su humanidad de un modo ejemplar. Creó un humanismo tierno y fraterno que va más allá del mundo humano y que abarca a toda la naturaleza y al propio universo. Penetró en su Profundidad radical donde se anida Dios con su gracia y su amor.

Haber podido llegar hasta ese punto es más que esfuerzo personal, es principalmente don de Dios. Francisco lo sabía bien, por eso, aunque para nosotros sea un santo ejemplar, se consideraba el mayor pecador del mundo, «pequeñín, pútrido y fétido, mezquino, miserable», como dice en una de sus cartas. Él podía decir eso, pues no había negado sino integrado tales realidades sombrías, propias de nuestra condición humana, en una síntesis superior, repleta de luz, de ternura y de amorización.

IHU Online – ¿Qué humanismo inaugura Francisco y cómo se alínea con los principios cristianos?

Leonardo Boff – Francisco se transformó en un arquetipo, o sea, en una referencia de valor y de ideal humano. Como tal no pertenece ya a los franciscanos ni siquiera a los cristianos. Pertenece a la humanidad. Es una de las figuras de las cuales podemos enorgullecernos y decir: está dentro de las posibilidades humanas descubrir un San Francisco escondido dentro de cada uno. Esa energía amorosa y tierna, escondida en nosotros, nos hace más humanos, más compasivos, más solidarios y más capaces de un amor incondicional. ¿No era eso lo que quería Jesús de Nazaret? Su propósito no era crear una nueva religión, sino suscitar el hombre y la mujer, hechos de amor, de compasión, de entrega a los otros hasta el último sacrificio, siempre con total desapego, con alegre jovialidad y con jovial alegría.

Traducción de MJ Gavito Milano

8 comentarios

  • oscar varela

    Holaalmente”pepe!

    Sí, eres un buen detective: has dado en el clavo con la “sospecha”.

    Abrazo – Óscar.

    ……………………

    NOTA sobre el BARRIO: Se sabe “cientificamente” (gracias a Moreno con sus Psico- y Socio-Dramas) y se sabe MÁS “barrialmente” que en todo Grupo-humano hay siempre uno o dos “Vientos en Contra“. Cumplen su función. Los demás del Grupo se lo dicen aunque se encabrite.

    Pero lo interesante es que NUNCA el que “oficia” de Viento en Contra se siente ajeno al Grupo. Jamás se les oyó decir que “le queda muy claro no ser parte del Grupo“; e.d. no se “auto-discriminan” ni se sienten “discriminados”, solo “diferentes” e interactúan como tales.

    ¿A qué “dar portazos”, entonces?

    Los “portazos” duelen!

  • M.Luisa

    Gracias por este comentario, Pepe. Eso mismo le dije también yo  a Oscar, pero por correo interno,  hace ya bastante tiempo. Me dolió mucho que  dirimiera la respuesta que, creí me debía con la letra de un tango. Reconozco que en ciertos momentos  recurrir a   ellos  puede ser muy positivo a nivel general,  sobre todo, por el gran alcance  interpretativo de su composición,    pero usar de este recurso  como una sustitución  cuando sabes que  se espera de ti un pronunciamiento personal, esto desagrada a cualquiera. A mí, me dolió mucho viniendo de alguien como él a quien aprecio, y tuve que imponerme  sólo recordar  los buenos  diálogos que en el pasado mantuvimos.

  • pepe blanco

    oscar varela,

     

    Si, tal y como sospecho, me quieres decir algo, prefiero que me lo digas con tus propias palabras, en vez de copiar íntegras la letra de un tango o diez páginas de Ortega y Gasset.

  • oscar varela

    COSAS DEL BARRIO DE LAS LATAS

    ¿Qué le vamos a hacer, no?

    ……………………….

    VIENTO EN CONTRA – Milonga/Tango – (2’54”)

    http://www.topmusicatango.com/alberto-castillo/el-cantor-de-los-cien-barrios-portenos/viento-en-contra/
    En el barrio los muchachos,
    Lo apodaron: “Viento en contra”,
    Y mejor apelativo,
    Para él, no pudo haber;
    No hay cosa que se comente
    Que él no sepa ni conozca,
    Aunque hoy se contradiga
    De lo que sostuvo ayer.
    Es confiado y “meterete”
    Con razón o sin razón,
    Si alguien habla bien de River
    Al segundo grita: ¡Boca!,
    Pero si mañana cuadra
    De Racing o del Ciclón.

    ¡Viento en contra!,
    Para vos no hay nada nuevo,
    Sos el último y primero
    En cualquier conversación.
    ¡Viento en contra!,
    Que vivís en este mundo,
    Porque lo que sobra es sitio
    Es por eso, nada más.

    No hay derecho
    De que yendo a contramano,
    Con tu contra, vos hermano
    Querés siempre dominar.
    En el cine o en la calle,
    En el subte o colectivo,
    En el club y en el trabajo
    Nunca estás sin protestar.

    Y hay que verla a tu hermanita,
    Pobrecita, lo que sufre,
    Al plancharte las camisas
    Las que tiene que aguantar.
    Tu viejita ya no sabe
    Lo que hacer pa´ conformarte,
    No hay un día que en la mesa
    Al menú lo encuentres bien.
    Sin embargo te aseguro
    Que tendrás que lamentarte,
    Cuando en vos se dé la contra
    De tu contra alguna vez.

  • pepe blanco

    Bueno, me queda muy claro que yo no soy parte de Atrio, pues para mí, Boff no es un referente de nada. De nada particularmente bueno.

  • olga larrazabal

    Hola Oscar:  Hermosa tu cita de Ortega, quién encontró la máxima virtud del “ser español”.  Todo un homenaje.  Ojalá los españoles lo descubran y lo aprecien.  En  estos días cercanos al 12 de Octubre, que siempre despierta emociones en los americanos y en los españoles, que a veces se expresan en forma desaforada y extemporánea, un cariño al estilo Francisco de Asís sacando a flote un aspecto no visto y positivo de un pueblo, es un recuerdo para los americanos que los españoles no fueron solo los “conquistadores” en el sentido guerrero, sino también el tatarabuelo o la tatarabuela que se mestizó alegremente y nos legó algo de lo que somos.

  • oscar varela

    Hola!

     
    Leo de Leonardo:
    – (A San francisco) “Se le atribuye este dicho: “tengo poco y lo poco que tengo, lo necesito poco”.-

    …………….

    Este “dicho”, que Ortega (OCT9, 240) transcribe así:

    – “yo necesito poco,

    – y ese poco lo necesito muy poco.”

    lo estampa como figura señera de “el hombre el es­pañol

    ……………..

    Lo dice poniéndole los puntos sobre las “íes” a A. Toynbee cuando éste compara al “español” (y portugués) con las “razas indígenas” y el “anglosajón” (asunto que ahora no viene al caso)

     
    Una de las características del “español” –dice Ortega-, es que su conducta tiene
    un efectivo e incuestionable senti­miento elemental de humanidad. (y sigue)

    – ¡Precisemos!

    Un estar desde luego abierto a las otras humanidades personales, a los otros seres concretos humanos,

    lo cual, aunque parezca mentira, es rarísimo entre las demás naciones.

    ¿De qué procede y en qué se funda esta capacidad

    de estar previamente, desde luego y como cosa constante y que va de suyo, abierto a los otros hombres que, al menos en esa dosis, es exclusiva del español—hasta el punto de que comparados con él los otros tipos de hombre parecen siempre estar normalmente cerrados, prevenidos y como a la defensiva?

     
    Creo que puede responderse brevemente, con sencillez y de plano:
    aquella capacidad de estar siempre -—es decir, normalmente y desde luego— abierto a los demás se origina en lo que es, a mi juicio, la virtud más estupenda y la fuerza histórica más básica del ser español.

     

    Es algo elementalísimo, es una actitud primaria y previa a todo, a saber:

    * la de no tener miedo a la vida o,

    si quieren expresarlo en positivo,

    * la de ser valiente ante la vida.

    * Noten que digo «ante la vida».

     
    Se puede ser valiente ante este o ante aquel, ante esta o aquella situación, para ejecutar esta o aquella performance, y, sin embargo, ser cobarde ante el vivir mismo, es decir, sentirse incapaz de vivir, sentir terror a vivir si no se dan ciertas condiciones, si no se satisface tal o cual necesidad o placer, si no se logra tal o cual aspiración, comodidades, lujos, éxitos, glorias.
     
    Todo condicionamiento de la relación primaria del hombre con la vida
    * quita a aquel independencia con respecto a esta,

    * lo supedita a determinadas condiciones de esta que pueden darse o fallar;

    * le hace, pues, siervo de cierta figura precisa que tiene que tomar la vida para no ser penosa y temible.

     
    Mas el español
    no pone originaria­mente, en esa primera actitud desde la cual se existe y se hace y toma todo lo demás —todas las contingencias del destino—, no pone originariamente condición ninguna a la vida.

    Está dispuesto a vivir sin condiciones,

    ve la vida como una infinita desnudez, como una ausencia de todo y, sin embargo, eso no le produce ni angustia especial ni desánimo ni pavor.

    De aquí la famosa falta de necesidades del español

    que ya señalaba Aníbal y después los romanos y que se ha repetido tanto, pero que no se había explicado.

    …………………

    San Francisco de Asís decía:

    – «yo necesito poco, y ese poco lo necesito muy poco.» Esto puede generalizarse y decirse del modo de ser hombre el es­pañol.

    ………………….

    El español no tiene última y efectivamente necesidades

    porque para vivir, para aceptar la vida y tener ante ella una actitud positiva no necesita de nada.

     
    De tal modo el español no necesita de nada para vivir,
    * que ni siquiera necesita vivir,

    * no tiene últimamente gran empeño en vivir

    * y esto precisamente le coloca en plena libertad ante la vida,

    * esto le permite señorear sobre la vida.

    ………………………

  • Gonzalo Haya

    Siempre vale la pena volver a Francisco de Asís, volver al evangelio en estado naciente, a lo mejor y más profundo del ser humano y de la creación.

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