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Gracias, señora alcaldesa

Honorio2
A Honorio este artículo se lo ha inspirado esta entrevista en El País.
Pero desde ATRIO invitamos a completar esta bajada al ruedo político con este otro artículo muy crítico en Rebelion. AD.

Ha tenido que ser una andaluza de nacimiento, la alcaldesa de París Anne Hidalgo, la que nos ayudase a bajar de las altas reflexiones sobre lo de Charlie Hebdo y los 17 asesinatos y pensar más a ras de suelo..

Desde el corazón de la gran ciudad, timonel del barco en que navegan sus 10 millones de habitantes y vigía de toda la Francia republicana, Anne Hidalgo ha dicho que “Se sabe que muchos jóvenes franceses se habían ido a Siria o Irak a luchar por algo que no es la religión, sino la muerte. Ahora nos encontramos con que jóvenes de algunos barrios creen que los héroes son los asesinos. Esa gente que mata no tiene ni fe ni ley. Pero hay que reflexionar”.

A este lado del Pirineo, no estamos acostumbrados a considerar a un musulmán como un ciudadano de nuestro país con los mismos derechos que cualquier otro ciudadano. El ideal republicano francés supone que todo francés deja atrás sus opciones religiosas o étnicas para identificarse con la República cuya fuerza gravitatoria es tan intensa que anula los demás signos de identidad.

Los musulmanes y todas las religiones tiene libertad para expresarse y manifestarse en Francia, por supuesto respetando esa identificación con los ideales republicanos…

Ese desapego de la vida, ese culto a la muerte del que han hecho alarde los franceses hermanos Kouachi y Coulibaly viene quizá de algo ajeno a la motivación religiosa.

“Aquí se produce una fractura terrible. Decimos que no existe la identificación por comunidades ni los ghetos, pero es falso. La población inmigrante más allá de la primera generación, sufre la maldición del desprecio, la miseria” explica al francés Haroun Derbal imán de la mezquita del destartalado mercado de las Pulgas de Marsella. Se habla de zonas de esa misma ciudad, que tiene un cuarto de su población de origen árabe, donde el 55% viven por debajo del umbral de la pobreza.

Nada nuevo, nada especialmente original. Vivimos juntos, pero la distancia entre ricos superricos y pobres de solemnidad y sin ningún porvenir es no ya una fractura, sino un cráter, un cráter que es más económico que étnico, el gran problema es la desigualdad”.

Por estos lares estamos a años luz de las actitudes de los franceses ante la Liberté, Egalité, Fraternité. Aquí los musulmanes tienen problemas para construir sus mezquitas, difícilmente se les reconocen los derechos de todo ciudadano normal. Bueno sería segjuir el consejo de la andaluza alcaldesa de París Anne Hidalgo:”Hay que reflexionar”. Merci, Madame Hidalgo.

14 comentarios

  • h.cadarso

    Asun: En aquella Francia de los 1970, un cura que había decidido abandonar el clericato como profesión pronunció un discurso a favor de los presos del proceso de Burgos en una vigilia de oración por un final feliz de aquel proceso, en la iglesia de Saint Germain des Près. El Cardenal Marty exigió revisar el tal discurso-homilía y corrigió casi todo, pero el tal cura se pasó por encima todas sus correcciones.
    Y como la CGT convocó una huelga de 12 a 12,30 de un día cualquiera, y los colegas franceses le dijero que “tú, si quieres hacer huelga, vete a hacerla a Burgos”, pues a las 12 se metió en el wc de la sala de trabajo con otro colega español y se tiraron la media hora de huelga haciendo como que hacían fuerzas…Con el consiguiente regocijo de sus colegas y del mismo patrón…
    El tal cura falseó sus papeles y obtuvo un permiso de sejour como refugiado político y apátrida. Se enfrentó a sus colegas de trabajo franceses y reclamó una subida salarial que ellos habían decidido silenciar. Al tal cura su oficial, fanático de Le Pen y el FN, le decía que “tú no tienes derecho a leer L´Humanité”, o sea el periódico de los comunistas; pero el tal cura lo llevaba al tajo todos los días. El tal cura promovió en una escuela profesional acelerada una huelga reclamando el diploma de fresador para un argelino al cual habían sus pendido injustamente, y toda la escuela se sumó a esta iniciativa, y el argelino consiguió su diploma. El tal cura tuvo la dicha de trabajar codo con codo un verano con una ingeniera tunecina universitaria en un torno…Y como el Cardenal de París se divertía jugando a retrasarle el permiso de boda, el tal cura que dijo al Cardenal en una carta: “Mire, ya tengo los papeles en regla, ya estoy casado por lo civil, ya tengo a mi mujer embarazada, y encima de gemelos…No me tomará Su Eminencia más el pelo, cuando le dé la venada llámeme y me casaré por la iglesia. Ahora soy yo el que no tengo ninguna prisa”.
    Al tal cura, amigo de comunistas y gentes de mal vivir, criado a los pechos de la revista ultra clandestina de La Codorniz y las broncas diarias con el obispo y con la delegación de información y turismo provincial, aquel aire limpio, aquel clima de libertad solamente soñado, le devolvió a una vida nueva y un sacerdocio nuevo. La Francia de la Comuna no ha muerto, digan lo que digan. Pero a lo mejor de ella solo quedan las brasas ocultas tras un montón de cenizas.
    Yo creo que tienes millones de motivos para sentirte orgullosa de tu Francia, tu douce France.

  • Asun Poudereux

    Hola, Honorio:
     
    Hablaba desde mi experiencia y relación con Francia, los franceses  y su cultura, en diferentes etapas, o mejor dicho momentos puntuales de mi vida, a la que creo debo mucho como punto de referencia, ya  que raíces, a decir verdad, están bastante difuminadas y entremezcladas, ¿o acaso  no hay también en nosotros, los españoles, raíces árabes?
     
    Recuerdo en los primeros años de los 70, que me ponían la cabeza hecha un bombo con la dichosa libertad y desde mi ignorancia del tema, les solía decir que la verdadera libertad no existe. Pues era tal la insistencia en lo que creían era la libertad, estrechamente ligada a su idea de república y a su querida Francia, que me transmitían más un complejo de superioridad en contraste con mi complejo de inferioridad ante tanta lucidez, que cualquier otra cosa, por más buena intención que ponían mis interlocutores en ello.
     
    Y en aquél entonces, observaban con curiosidad al inmigrante y lo calificaban de persona bien, dado que era muy discreto en la vida y en el trabajo, que seguramente  el ciudadano francés desechaba.
     
    Diez años más tarde,  no muchos más, me pusieron la cabeza otra vez como un bombo, no parando de decir que la cultura francesa estaba en peligro por la avalancha continua de inmigrantes. Sobre todo, pienso yo,  porque no se hacían amantes incondicionales de la república laicista y ¡vive la France!. 
     
    Hace tan solo un año,  todo ese lío que intuía se me mostró con cierta claridad en el libro de Olivier Adam “Les Lisières”. Todos somos guapos, si no hay nadie que me estorbe.
     
    No se puede vivir embebido en creencias e ideas, derrochando en juicios de valor de lo que creemos es la verdad, la nuestra, claro. ¡Cuidado! Hasta esa verdad puede ser un constructo interesado, un bombardeo de proselitismo que se vende bien y mantiene a la gente contenta, satisfecha de ser y haber nacido en un país y cultura concretos,  haciéndola creer que se nada en la seguridad y la certeza, mientras se mantengan las cosas como están, y en tanto en cuanto las circunstancias están a su favor,  pero  por lo mismo,  cuando no lo están,  se culpabiliza al diferente, y a todo el que o la que se cruce en su camino, incapaz de reflexionar y recomenzar de modo distinto al aprendido.
     
     
    Y termino transcribiendo  estas palabras de José Luis Sampedro:
     
     “Desde la primera infancia, nos enseñan a creer lo que dicen las autoridades, los padres, la mayoría, el cura…Primero a creer y luego a razonar sobre lo que hemos creído. No; la libertad de pensamiento, es justo al revés, es primero razonar y luego creer en lo que nos ha parecido bien de lo que razonamos. Si usted no tiene libertad de pensamiento,  la libertad de expresión no tiene ningún valor”.

    Aún así, somos más que la libertad de  pensamiento y expresión, tanto los unos como los otros.

  • h.cadarso

    Hola, Asun: Celebro que te reencuentres con tus raíces; me gustaría que profundizases en esa incursión por el alma frncesa, tan orgullosa de sus tres principios de liberté, egalité, fraternité, que como todos, ella también los ha vendido por ese plato de lentejas del liberalismo-neoliberalismo-fascismo económico, que todo es lo mismo, creo yo. El País recogía datos sobre la preponderancia del FN en los barrios más musulmanes de Mersella y en otras capitales
    Siemprere recordaré a un compañero de trabajo que increpaba a los franceses. a mi lado: “les francais, je vous enmerde; j´ai fait la guerre avec le Géneral De Gaulle”. A su lado había un francés que todos apuntaban como hijo de un oficial francés de las SS…Eran los años 70, Asun. Era y es París, el rompeolas de todas las culturas, etnias y choques…Tu Francia, un poco también la mía durantee cinco años…

  • Asun Poudereux

    Gracias. Muy buenos los enlaces, especialmente el último.  Me ha traído a la memoria recuerdos personales de la supuesta “libertad francesa”, que en diferentes etapas se iba modelando, mejor dicho estrechando.

    Un abrazo.

  • Rodrigo Olvera

    Hola Pascual
     
    Gracias por la aclaración.
     
    Efectivamente no entendí que se tratara de una humorada. Quiero pensar que también es una humorada el tufillo xenfóbico del comentario; y que también es una humorada lo del “buenismo”.
     
    Expresión ésta (“buenismo”) que sólo he escuchado de personas españolas, casi siempre en contexto del debate sobre los derechos de las personas migrantes o en el debate sobre la destrucción del estado social de derecho en España… pero siempre como muletilla para decir que no hay que vivir y practicar los postulados del sistema ideológico que se supone se comparte (sea personas que se presentan como cristianas pero dicen que no hay que practicar éste o aquél  postulado del evangelio, o personas que se presentan como comunistas y/o socialistas y/o socialdemócratas que justifican con la expresión “buenismo” el sumarse a las prácticas de derecha en prohibir derechos a inmigrantes o recortar derechos sociales). Eso, que ser coherente es “buenismo” y es malo, muuuuuuy malo.
     
    Saludos

  • Antonio Vicedo

    ¿Pascual, recuerdas cuando eras pequeño y en tu casa había mas herman*s y tus padres hacían lo posible y lo imposible para que LO DE CASA os ayudara a poder ser todos IGULAMENTE HIJ*S y HERMAN*S y lo bien que aquello te fue a tí y a l*s demás , si había en casa mucho o poco?
     
    Yo, si me acuerdo y detrás de mi, el primero, había reparto (justicia distributiva enguindada por mucho amor) igualitario y, si hacía falta con chorrada para quien por cualquier falta, mas la necesitaba; y fue posible y nos vino muy bien para crece y vivir bien.
     
    ¿Qué te parece , si por haber sido el primero, me hubieran dejado hacer según solo mis intereses, considerando a l*s herman*s usurpadores de mi bien?
     
    Para concluir ya esto, te brindo un ejemplo que me ha orientado siempre: El ombligo redondo, nos recuerda la igualdad en nacer y morir para que iguales podamos vivir.
     
    Y además, nos dicen los entendidos que la “renta per capita” a nivel de Humanidad, está rondando los ochenta y tantos mil, dólares (La española entre 25,  0 30.000 €).
    Con esa renta ¿es justo, o hay vergüenza, para que la Humanidad esté como está y que se piense como se piensa?

  • Pascual

    No, no y no, Rodrigo; he debido explicarmen fatal para que tú hayas entendido lo que has entendido. Ahora te respondo: ninguno. Pero ni remotamente he dicho que en Francia losi inmigrantes son inscritos en La sorbona. ¡Válgame Dios! Estoy envejeciendo a marchas forzadas porque ya no sé ni hacer humor ni hablar con retranca, con lo bonito que es el buen humor en un coloquio. Creo que con esto basta. Eso sí: soy completamente inocente. No cargo sobre mi conciencia sino las toneladas de mis defectos.

  • Rodrigo Olvera

    Pascual
     
    ¿Me puedes dar el dato corroborable de cuántas personas inmirntes han sido matriculadas en La Sorbona? ¿O sólo se trata de mentir para poder decir “no soy culpable”?

  • Pascual

    De la nada he llegado a la inanidad, menos todavía,  me he roto los codos y lo que no son los codos trabajando, trabajando mucho, muchísimo; tengo la cara desfigurada de tanto poner la otra mejilla, he sobrepasado el setenta veces siete y ¿ahora resulta, Antonio, que tengo que compartir mi cama con los nuevos vecinos que están todo el santo día agarrados al telófono? ¿que la cafeta de mi casa es un poquito del que llega por Melilla o por Algeciras y en barco? ¿Pero qué es esto? Yo npo vi nunca a Jesús dandole su mantelete a un prójimo como dicen que hizo San Martín. ¿Es que tenemos que ser más Franciscos que Francisco? Yo a ti no te discuto sino que hablo conmigo mismo para no caer en la chaladura del buenismo de caviar. El mundo dará treintamil vueltas y seguirá siendo lo que es. No me dejo caer en un altruismo noi tan siquiera de papel. Tienen mi consideración y mi ayuda, pero hasta ahí hemos llegado.

  • Antonio Vicedo

    H. Cadarso, si de lo que se trata, humanamente hablando es proseguir en los  esterilizadores o genocidas remiendos sobre el tejido social humano, perfectas las componendas de mínimas reorientaciones, pero no dejemos de tener en cuenta lo de los trajes que mucho se remiendan invirtiendo en ellos el paño nuevo con que se confeccionaría un nuevo traje mejor y menos necesitado de remiendos.
     
    Hay enfermedades que son curables, pero se mantienen como crónicas o en dimensión de epidemias y pandemias, si no se aplican las vacunas y terapias consecuentes.
     
    Esto en el Humanismo sucede con las medias verdades hasta que sale de ellas la mayor de las falsedades y a costa de cuantos sufrimientos y víctimas mortales, sean nuestras o de los lejanos vecinos.
     
    La FALSEDAD no libera, produce miedos, divisiones y enfrentamientos,  incluidos los mortales.
    Y la diferencia entre la FALSEDAD y la VERDAD  sobre la realidad humana, no viene de las nubes, ni de los astros; somos los humanos quienes optamos por ellas, pese a lo que muchos afirman y sostienen que esto es demagogia, populismo  y perpetua utopía.

  • Antonio Vicedo

    ¡Hombre Pascual!
    ¿Por qué te conmueve y te sorprende tanto, algo ya tan antiguo y permanente en la Historia humana como  ese vivo eco de aquel grito que llenaba lo que creín era el cielo; “¡Caín! ¿Donde está tu hermano, pues su sangre derramada, empapando la tierra, clama” con toda potencia?
     
    ¿Si fuera verdad eso de: “Cada uno en SU  casa y Dios en la de TODOS”, crees que la Humanidad estaría tan clasificada y dividida  como ha estado y sigue estando?
     
    ¡Claro que de eso se trata! De que cada un* pueda estar en SU casa, o VIDA, sin que nadie, más que el Padre Dios que, permitiendo en igualdad la libertad y responsabilidad a todos, está en todas, garantizando que no entre en ellas ningún*  herman* a hacer de padre poderoso condicionando,  con fines proios interesados, el vivir de quienes como hermanos las habitan.
     
    Pero al representante arquetípico de los asaltantes en lo ajeno le llamaron Caín y aún es representativo de quienes manejan otras muy diversas quijadas para atemorizar, golpear y matar a sus herman*s.
    ¿Te has preguntado, Pascual, antes de picarte tanto lo de la culpabilidad, cuantas cosas hay en TU (NUESTRA) casa que pertenecen a la de miles de millones de nuestr*s herman*s a quienes por faltarles, muchos no tienen  ni casa, ni se les deja vivir?
     
    ¿O a las casas de los menos de esos siete mil millones que somos, nos llega cada mañana, como regalo de la naturaleza, el MANÁ suculento y abundante diario?
     
    El otro día, no mas, la TV nos acercó lo que está pasando en Africa en las minas de coltán, materia imprescindible para disponer de estos medios con que nos comunicamos, nos divertimos y nos permiten tener un singular nivel de vida relacional en todos los aspectos;  aquellos trabajadores,incluso niños picadores, mueren en la oscuridad de las minas asfixiados por la sangre que no pueden escupir; sus familias apenas pueden sobrevivir y otros se matan entre ellos por defender a quienes se llevan lo que pertenece a sus casas, después de traerles las armas y las ideas criminales.
     
    Igual, Pascual, están agravándose llamadas para que nos demos cuenta de que esta civilización y su cultura falsa,  hipócrita y genocida, tiene que cambiar de orientación 180º para no ser violenta y mortal, a pesar de la alta renta per capita,  pues sigue siendo cierto que:- Solo la VERDAD da renta de LIBERTAD y solo de la JUSTICIA DISTRIBUTIVA dependerá la PAZ

  • h.cadarso

    Creo que les toca a los franceses explicar y comprender por qué tienen un porcentaje de población árabe tan elevado. Y a nosotros afrontar el tratamiento que conviene dar a la población árabe en nuestro país.  Nuestra historia nos enseña que esta piel de toro tiene un nombrer árabe, Andalus, y unas raíces árabes profundísimas. Toda la cultura griega entró en Europa a través de los filósofos y pensadores andalusíes, somos herederos dee ocho siglos de Al Andalus, guardiaqnes de una riqueza arquitectónica y artística que nos han dejado aquellos ocho siglos y los árabes españoles, al igual que los judíos de Sefarad.
    Ya en el pasado los poderes fácticos expulsaron a los españoles árabes de la península, y más tarde el ejército español. invadió Marruecos, y luego trajo a soldados marroquíes a la guerra civil de 1936. . Me parece poco acertado hablar de “ellos a su casa, nosotros en la nuestra”. ¿Cuál es la nuestra, y cuál es la suya? Opino que el planeta entero es la casa de todos los humanos. Acepto que me acusen de buenismo y de utópico, creo que simplemente hablo como cristiano, con criterios cristianos.
    Por supuesto que Francia traiciona con frecuencia sus principios de liberté, egalité, fraternité. Pero por lo menos los tiene incorporados a su legislación y su pensamiento, y justamente los franceses de origen árabe hacen bien en denunciar el engaño que se comete con ellos.
    De estos lares he dicho simplemente que no tenemos ese talante francés, y que abrir una mezquita en muchos lugares dee España es prácticamente imposible. Y lo mantengo.
    Deberíamos ser capaces de reflexionar sobre los métodos y remedios par superar estas tensiones entre ricos superricos y pobres, entre cultura diferentes y religiones diferentes. No somos rivales ni enemigos, somos complementarios, somos hermanos…

  • Pascual

    Propugnamos un mundo utópico con un buenismo de zarzulela. O sea, para que no haya inmigrantes bajo el paraguas de la pobreza, los matriculamos, al llegar, en la Sorbona, con lo cual hacemos de cada inmigrante un titulado superior, un productor de genialidades y se acabó el problema. Que hay que reflexionar, sin duda, pero reflexionar en qué momento decimos ¡basta, ya está bien! Ahora resulta que nosotros somos los malísimos y ellos las pobrecitas víctimas; ¡vaya que son víctimas! víctimas de una negritud tribal sin remisión, víctimas de una religiosidad radicalmente belosicosa y, por lo que estamos viedo, sin escrúpulos para asesinar. ¿Nosotros los culpables? ¿Es que estamos chalaos? ¿Por qué no nos ponemos de acuerdo, sin contar con la Unión Europea, en establecer el gran principio de: “cada uno en su casita y Dios en la de todos” ¡Ea, a casita! No tengamos complejos de culpabilidad porque no somos culpables; somo víctimas tontas papanazizadas. Eso.

  • Antonio Vicedo

    Anne Hidalgo ha dicho que “….. Ahora nos encontramos con que jóvenes de algunos barrios (¿Solo ellos?) creen que los héroes son los asesinos. Esa gente que mata no tiene ni fe ni ley (¿?). Pero hay que reflexionar”.




    El ideal republicano francés supone (¡!) que todo francés deja atrás sus opciones religiosas o étnicas para identificarse con la República (¿?) cuya fuerza gravitatoria es tan intensa que anula los demás signos (¿?) de identidad.

    Vivimos juntos, pero la distancia entre ricos super-ricos y pobres de solemnidad y sin ningún porvenir es no ya una fractura, sino un cráter, un cráter que es más económico que étnico, el gran problema es la desigualdad”.
     
    ¿Crees y consideras, querido Honorio, que “por estos lares estamos a años luz de las actitudes de los franceses ante la Liberté, Egalité, Fraternité”?
     

    ¿O lo que nos separa, en realidad, es solo una real frontera invisible sobre la cumbre de los Pirineos cuyas “faldas y prolongadas planicies” se distinguen muy poco humanamente en lo que respecta considerar a TODOS LOS SERES HUMANOS específicamente IGUALES y  SUJETOS con dignidad y valor inalienables, libres y responsables?
     
    Bueno sería seguir el consejo de la andaluza alcaldesa de París Anne Hidalgo:”Hay que reflexionar”. Merci, Madame Hidalgo.
     

    Pero como a plano individual y global, no demos un cambio de 180º a la cultura de falsedad original sobre las Personas, materia prima de toda la estructuración socio-económico-política humana, aceptando, valorando y aplicando consecuencias practicas globales coherentes a ese eslogan republicano por humano:- Liberté, Egalité, Fraternité, funcionará para desgracia humana, la ley de vasos comunicantes: –El nivel de falsedad aplicado a la realidad de las personas, irá marcando irremediablemente el nivel de criminalidad violenta, abierta o solapada.
     
    Las VÍCTIMAS HUMANAS de cualquier PODER, TODAS son, específicamente, IGUALES

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