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Nueva encuesta sobre la familia para el Sínodo 2015

En Atrio prestamos en su día atención al cambio que significó la preparación previa del Sínodo 2014: ¿Una encuesta de opinión a los católicos? [6 de Noviembre 2013].

Y recogimos el documento final, la Relatio [8 de noviembre 2014], que un grupo está comentando de manera especial pues será la base del próximo Sínodo.

La oposición clerical, que está atacando al papa por cómo hizo el sínodo y publicó ese discutido documento, es formidable. Cardenales poderosos, seguramente con apoyo del papa emérito, están alzando ya la voz proclamando su desacuerdo “para proteger el verdadero catolicismo”. Es una auténtica rebelión pues se han dado cuenta de que por ese camino de consultar a la base se les cae el tinglado.

Y sin embargo. Franciso no se amilana. Y quiere que sobre la Relatio haya una aportación desde toda la base de la Iglesia. Para ello ha enviado unas preguntas más concretas sobre la materia para “facilitar el debido realismo en la reflexión de cada episcopado, evitando que sus respuestas puedan ser dadas según esquemas y perspectivas propias de una pastoral meramente aplicativa de la doctrina, que no respetaría las conclusiones de la Asamblea sinodal extraordinaria, y que alejaría su reflexión del camino ya trazado”. Creo que es interesante conocer este nuevo documento y trabajarlo. AD.

Preguntas sobre la recepción
y
la profundización
de la
Relatio Synodi

Pregunta previa referida a todas las secciones de la Relatio Synodi

¿La descripción de la realidad de la familia presente en la Relatio Synodi corresponde a lo que se observa en la Iglesia y en la sociedad de hoy? ¿qué aspectos ausentes pueden integrarse?

Primera parte

La escucha: el contexto y los desafíos de la familia

Tal como se indica en la introducción (núms. 1-4), el Sínodo extraordinario deseaba dirigirse a todas las familias del mundo, quería participar de sus alegrías, fatigas y esperanzas. A las numerosas familias cristianas fieles a su vocación, el Sínodo dirigió una mirada especial de reconocimiento, alentándolas a participar todavía con más decisión en esta hora de la “Iglesia en salida”, redescubriéndose como sujeto imprescindible de la evangelización, sobre todo cuando se trata de alimentar para ellas mismas y para las familias con dificultades el “deseo de familia”, que permanece siempre vivo y que es el fundamento de la convicción de cuán necesario es “volver a partir de la familia” para anunciar con eficacia el núcleo del Evangelio.

El renovado camino trazado por el Sínodo extraordinario se inserta en el contexto eclesial más amplio indicado en la exhortación Evangelii Gaudium del Papa Francisco, es decir, partiendo de las “periferias existenciales”, con una pastoral caracterizada por la “cultura del encuentro”, capaz de reconocer la obra libre del Señor incluso fuera de nuestros esquemas habituales y de asumir, sin avergonzarse, la condición de “hospital de campo”, tan beneficiosa para al anuncio de la misericordia de Dios. A dichos desafíos responden los números de la primera parte de la Relatio Synodi donde están expuestos los aspectos que forman el marco de referencia más concreto sobre la situación real de las familias dentro del cual proseguir la reflexión.

Las preguntas que se proponen a continuación, con expresa referencia a los aspectos de la primera parte de la Relatio Synodi, desean facilitar el debido realismo en la reflexión de cada episcopado, evitando que sus respuestas puedan ser dadas según esquemas y perspectivas propias de una pastoral meramente aplicativa de la doctrina, que no respetaría las conclusiones de la Asamblea sinodal extraordinaria, y que alejaría su reflexión del camino ya trazado.

El contexto sociocultural (núms. 5-8)

1. ¿Cuáles son las iniciativas en acto y las programadas respecto a los desafíos que plantean a la familia las contradicciones culturales (cfr. núms. 6-7): aquellas iniciativas orientadas a despertar la presencia de Dios en la vida de las familias; aquellas dirigidas a educar y establecer relaciones interpersonales sólidas; aquellas que favorecen políticas sociales y económicas útiles a la familia; aquellas que alivian las dificultades relacionadas con la atención a los niños, los ancianos y los familiares enfermos; aquellas que afrontan el contexto cultural más específico en el que se compromete la Iglesia local?

2. ¿Qué instrumentos de análisis se están empleando, y cuáles son los resultados más significativos respecto a los aspectos (positivos y negativos) del cambio antropológico cultural? (cfr. núm. 5). Entre tales resultados ¿se percibe la posibilidad de encontrar elementos comunes en el pluralismo cultural?

3. Además de anunciar y denunciar, ¿cuáles son las modalidades elegidas para estar presentes como Iglesia junto a las familias en las situaciones extremas? (cfr. núm. 8). ¿Cuáles son las estrategias educativas para prevenirlas? ¿Qué se puede hacer para sostener y reforzar las familias creyentes, fieles al vínculo?

4. ¿Cómo la acción pastoral de la Iglesia reacciona ante la difusión del relativismo cultural en la sociedad secularizada y ante el consiguiente rechazo de parte de muchas personas del modelo de familia formado por un hombre y una mujer unidos en el vínculo matrimonial y abierto a la procreación?

La importancia de la vida afectiva (núms. 9-10)

5. ¿De qué modo, con qué actividades las familias cristianas contribuyen a testimoniar a las nuevas generaciones el progreso en la maduración afectiva? (cfr. núms. 9-10). ¿Cómo se podría mejorar la formación de los ministros ordenados respecto a estos temas? ¿Qué figuras de agentes de pastoral específicamente calificados se consideran más urgentes?

El desafío para la pastoral (núm. 11)

6. ¿En qué proporción, y con qué medios, la pastoral familiar ordinaria se dirige a las personas lejanas? (cfr. núm. 11). ¿Qué líneas operativas se han predispuesto para suscitar y valorizar el “deseo de familia” que el Creador sembró en el corazón de cada persona, y está presente especialmente en los jóvenes, incluso en quien se encuentra en situaciones de familias no correspondientes a la visión cristiana? ¿Qué respuesta efectiva se tiene de la misión dirigida a ellos? Entre los no bautizados ¿cuán fuerte es la presencia de matrimonios naturales, incluso en relación al deseo de familia de los jóvenes?

II Parte

La mirada fija en Cristo: el Evangelio de la familia

El Evangelio de la familia, que la Iglesia ha custodiado fielmente en la línea de la Revelación cristiana escrita y transmitida, exige ser anunciado en el mundo actual con renovada alegría y esperanza, dirigiendo constantemente la mirada a Jesucristo. La vocación y la misión de la familia se configuran plenamente en el orden de la creación que evoluciona en el de la redención, sintetizado así en el deseo del Concilio: «Los propios cónyuges, finalmente, hechos a imagen de Dios vivo y constituidos en el verdadero orden de personas, vivan unidos, con el mismo cariño, modo de pensar idéntico y mutua santidad, para que, habiendo seguido a Cristo, principio de vida, en los gozos y sacrificios de su vocación por medio de su fiel amor, sean testigos de aquel misterio de amor que el Señor con su muerte y resurrección reveló al mundo» (Gaudium et Spes, 52; cfr. Catecismo de la Iglesia Católica, 1533-1535).

Desde esta óptica, la finalidad de las preguntas que derivan de la Relatio Synodi es suscitar respuestas fieles y valientes en los Pastores y en el pueblo de Dios para un renovado anuncio del Evangelio de la familia.

La mirada fija en Jesús y la pedagogía divina en la historia de la salvación (núms. 12-14)

Aceptando la invitación del Papa Francisco, la Iglesia mira a Cristo en su permanente verdad e inagotable novedad, que ilumina también a cada familia. «Cristo es el “Evangelio eterno” (Ap 14,6), y es “el mismo ayer y hoy y para siempre” (Hb 13,8), pero su riqueza y su hermosura son inagotables. Él es siempre joven y fuente constante de novedad» (Evangelii Gaudium, 11).

7. La mirada fija en Cristo abre nuevas posibilidades. «En efecto, cada vez que volvemos a la fuente de la experiencia cristiana se abren caminos nuevos y posibilidades inesperadas» (núm. 12). ¿Cómo se utiliza la enseñanza de la Sagrada Escritura en la acción pastoral con las familias? ¿En qué medida esta mirada alimenta una pastoral familiar valiente y fiel?

8. ¿Cuáles son los valores del matrimonio y de la familia que ven realizados en sus vidas los jóvenes y los cónyuges? ¿Y en qué forma?¿Hay valores que podamos poner de relieve? (cfr. núm. 13) ¿Qué dimensiones de pecado hay que evitar y superar?

9. ¿Qué pedagogía humana es preciso considerar —en sintonía con la pedagogía divina— para comprender mejor qué se le pide a la pastoral de la Iglesia frente a la maduración de la vida de la pareja, hacia el futuro matrimonio? (cfr. núm. 13)

10. ¿Qué hacer para mostrar la grandeza y belleza del don de la indisolubilidad, a fin de suscitar el deseo de vivirla y de construirla cada vez más? (cfr. núm. 14)

11. ¿De qué modo se podría ayudar a comprender que la relación con Dios permite vencer las fragilidades inscritas también en las relaciones conyugales? (cfr. núm. 14). ¿Cómo testimoniar que la bendición de Dios acompaña todo verdadero matrimonio? ¿Cómo manifestar que la gracia del sacramento sostiene los esposos en todo el camino de su vida?

La familia en el designio salvífico de Dios (núms. 15-16)

La vocación creatural al amor entre hombre y mujer recibe su forma completa del evento pascual de Cristo Señor, que se entrega sin reservas, haciendo de la Iglesia su Cuerpo místico. El matrimonio cristiano —que se alimenta de la gracia de Cristo— se convierte así, para aquellos que están llamados a esta vocación, en el camino que transitan hacia la perfección del amor, que es la santidad.

12. ¿Cómo se podría hacer comprender que el matrimonio cristiano corresponde a la disposición originaria de Dios y, por tanto, es una experiencia de plenitud y no de límite? (cfr. núm. 13)

13. ¿Cómo concebir la familia como “Iglesia doméstica” (cfr. LG 11), sujeto y objeto de la acción evangelizadora al servicio del Reino de Dios?

14. ¿Cómo promover la conciencia del compromiso misionero de la familia?

La familia en los documentos de la Iglesia (núms. 17-20)

El Pueblo de Dios debería conocer mejor el magisterio eclesial en toda su riqueza. La espiritualidad conyugal se nutre de la enseñanza constante de los Pastores, que cuidan de su rebaño, y madura gracias a la escucha incesante de la Palabra de Dios, de los sacramentos de la fe y de la caridad.

15. La familia cristiana vive ante la mirada amorosa del Señor y en la relación con Él crece como verdadera comunidad de vida y de amor. ¿Cómo desarrollar la espiritualidad de la familia, y cómo ayudar a las familias a ser lugar de vida nueva en Cristo? (cfr. núm. 21)

16. ¿Cómo desarrollar y promover iniciativas de catequesis que den a conocer y ayuden a vivir las enseñanzas de la Iglesia sobre la familia, favoreciendo la superación de la distancia posible entre lo que se vive y lo que se profesa, y promoviendo caminos de conversión?

La indisolubilidad del matrimonio y el gozo de vivir juntos (núms. 21-22)

«El genuino amor conyugal es asumido en el amor divino y se rige y enriquece por la virtud redentora de Cristo y la acción salvífica de la Iglesia para conducir eficazmente a los cónyuges a Dios y ayudarlos y fortalecerlos en la sublime misión de la paternidad y la maternidad. Por ello los esposos cristianos, para cumplir dignamente sus deberes de estado, están fortificados y como consagrados por un sacramento especial, con cuya virtud, al cumplir su misión conyugal y familiar, imbuidos del espíritu de Cristo, que satura toda su vida de fe, esperanza y caridad, llegan cada vez más a su propia perfección y a su mutua santificación, y, por tanto, conjuntamente, a la glorificación de Dios» (Gaudium et Spes, 48).

17. ¿Cuáles son las iniciativas para comprender el valor del matrimonio indisoluble y fecundo como camino de plena realización personal? (cfr. núm. 21)

18. ¿Cómo proponer la familia como lugar, único en muchos aspectos, para realizar la alegría de las personas?

19. El Concilio Vaticano II quiso expresar su estima por el matrimonio natural, renovando una antigua tradición eclesial. ¿En qué medida las pastorales diocesanas saben valorizar también esta sabiduría de los pueblos, como fundamental para la cultura y la sociedad común? (cfr. núm. 22).

Verdad y belleza de la familia y misericordia para con las familias heridas y frágiles (núms. 23-28)

Después de haber considerado la belleza de los matrimonios que proceden bien y de las familias sólidas, y de haber apreciado el testimonio generoso de quienes han permanecido fieles al vínculo aun abandonados por el cónyuge, los pastores reunidos en el Sínodo se preguntaron —de modo abierto y valiente, no sin preocupación y cautela— qué mirada debe tener la Iglesia para los católicos que están unidos sólo con vínculo civil, para los que todavía conviven y para aquellos que, después de un válido matrimonio, se han divorciado y vuelto a casar civilmente.

Conscientes de los límites evidentes y de las imperfecciones presentes en situaciones tan distintas, los Padres asumieron positivamente la perspectiva indicada por el Papa Francisco, según la cual «sin disminuir el valor del ideal evangélico, hay que acompañar con misericordia y paciencia las etapas posibles de crecimiento de las personas que se van construyendo día a día» (Evangelii Gaudium, 44).

20. ¿Cómo ayudar a entender que nadie queda excluido de la misericordia de Dios y cómo expresar esta verdad en la acción pastoral de la Iglesia para con las familias, en particular las heridas y frágiles? (cfr. núm. 28)

21. ¿Cómo pueden los fieles mostrar, con las personas que todavía no tienen una plena comprensión del don de amor de Cristo, una actitud de acogida y acompañamiento confiado, sin renunciar nunca al anuncio de las exigencias del Evangelio? (cfr. núm. 24)

22. ¿Qué se puede hacer para que en las diversas formas de unión —en las cuales pueden descubrirse valores humanos— el hombre y la mujer adviertan el respeto, la confianza y el aliento a crecer en el bien, de parte de la Iglesia y sean ayudados a alcanzar la plenitud del matrimonio cristiano? (cfr. núm. 25)

III Parte

La confrontación: perspectivas pastorales

Al profundizar la tercera parte de la Relatio Synodi, es importante dejarse guiar por el viraje pastoral que el Sínodo extraordinario ha comenzado a delinear, hundiendo sus raíces en el Vaticano II y en el magisterio del Papa Francisco. A las Conferencias Episcopales compete seguir profundizándolollamando a participar de la manera más oportuna a todos los componentes eclesiales y concretizándolo en su contexto específico. Es necesario hacer todo lo posible para que no se vuelva a empezar de cero, sino que se asuma el camino recorrido en el Sínodo extraordinario como punto de partida.

Anunciar el Evangelio de la familia hoy, en los diversos contextos (núms. 29-38)

A la luz de la necesidad de la familia y, al mismo tiempo, de los múltiples y complejos desafíos presentes en nuestro mundo, el Sínodo ha subrayado la importancia de un compromiso renovado para un anuncio, franco y significativo, del Evangelio de la familia.

23. En la formación de los presbíteros y de otros agentes pastorales ¿cómo se cultiva la dimensión familiar? ¿Se implica a las familias?

24. ¿Somos conscientes de que la rápida evolución de nuestra sociedad exige una constante atención al lenguaje en la comunicación pastoral? ¿Cómo testimoniar eficazmente la prioridad de la gracia, de manera que la vida familiar se proyecte y se viva como acogida del Espíritu Santo?

25. Al anunciar el Evangelio de la familia ¿cómo se pueden crear las condiciones para que cada familia sea como Dios la quiere y sea reconocida socialmente en su dignidad y misión? ¿Qué “conversión pastoral” y qué ulteriores profundizaciones hay que llevar a cabo en esta dirección?

26. ¿La colaboración al servicio de la familia con las instituciones sociales y políticas, se percibe en toda su importancia? De hecho, ¿cómo se pone en práctica? ¿En qué criterios inspirarse? ¿Qué rol pueden desempeñar en este sentido las asociaciones familiares? ¿Cómo puede sostener dicha colaboración la denuncia franca de los procesos culturales, económicos y políticos que minan la realidad familiar?

27. ¿Cómo favorecer una relación entre familia, sociedad y política que beneficie a la familia? ¿Cómo promover el sostén a la familia de parte de la comunidad internacional y de los Estados?

Guiar a los prometidos en el camino de preparación al matrimonio (núms. 39-40)

El Sínodo reconoció los pasos que se han dado en estos últimos años para favorecer una adecuada preparación de los jóvenes al matrimonio. Sin embargo, subrayó la necesidad de un mayor compromiso de toda la comunidad cristiana no sólo en la preparación sino también en los primeros años de vida familiar.

28. ¿Cómo proponer los itinerarios de preparación al matrimonio de forma que pongan de relieve la vocación y la misión de la familia según la fe en Cristo? ¿Se llevan a cabo ofreciendo una auténtica experiencia eclesial? ¿Cómo renovarlos y mejorarlos?

29. ¿Cómo la catequesis de iniciación cristiana presenta la apertura a la vocación y la misión de la familia? ¿Qué pasos se consideran más urgentes? ¿Cómo proponer la relación entre bautismo, eucaristía y matrimonio? ¿En qué modo poner de relieve el carácter de catecumenado y mistagógico que los itinerarios de preparación al matrimonio asumen a menudo? ¿Cómo lograr que la comunidad participe en esta preparación?

Acompañar en los primeros años de la vida matrimonial (núm. 40)

30. Tanto en la preparación como en el acompañamiento de los primeros años de vida matrimonial ¿se valora adecuadamente la importante contribución de testimonio y de sostén que pueden dar familias, asociaciones y movimientos familiares? ¿Qué experiencias positivas se pueden referir en este campo?

31. La pastoral de acompañamiento de los cónyuges en los primeros años de vida familiar —se observó en el debate sinodal— necesita un ulterior desarrollo. ¿Cuáles son las iniciativas más significativas ya realizadas? ¿Qué aspectos hay que incrementar a nivel parroquial, a nivel diocesano o en el ámbito de asociaciones y movimientos?

Solicitud pastoral por quienes viven en el matrimonio civil o en convivencias (núms. 41-43)

En el debate sinodal se recordó la diversidad de situaciones, debida a múltiples factores culturales y económicos, praxis arraigadas en la tradición, dificultad de los jóvenes a tomar decisiones que comprometan para toda la vida.

32. ¿Cuáles deben ser los criterios para un correcto discernimiento pastoral de cada situación a la luz de la enseñanza de la Iglesia, según la cual los elementos constitutivos del matrimonio son unidad, indisolubilidad y apertura a la procreación?

33. ¿La comunidad cristiana es capaz de comprometerse pastoralmente en estas situaciones? ¿Cómo ayuda a discernir estos elementos positivos y aquellos negativos de la vida de personas unidas en matrimonios civiles a fin de orientarlas y sostenerlas en el camino de crecimiento y de conversión hacia el sacramento del matrimonio? ¿Cómo ayudar a quienes conviven a decidirse por el matrimonio?

34. En particular, ¿qué respuestas dar a las problemáticas planteadas por la permanencia de las formas tradicionales de matrimonio a etapas o arreglado entre familias?

(separados, divorciados no vueltos a casar, divorciados vueltos a casar, familias monoparentales) (núms. 44-54)

En el debate sinodal se puso de relieve la necesidad de una pastoral inspirada en el arte del acompañamiento, dando «a nuestro caminar el ritmo sanador de projimidad, con una mirada respetuosa y llena de compasión pero que al mismo tiempo sane, libere y aliente a madurar en la vida cristiana» (Evangelii Gaudium, 169).

35. ¿La comunidad cristiana está preparada para hacerse cargo de las familias heridas para hacerles experimentar la misericordia del Padre? ¿Cómo comprometerse para eliminar los factores sociales y económicos que a menudo las determinan? ¿Qué pasos se han dado y qué pasos hay que dar para que crezca esta acción y la conciencia misionera que la sostiene?

36. ¿Cómo promover la definición de líneas pastorales compartidas a nivel de Iglesia particular? ¿Cómo desarrollar al respecto el diálogo entre las diversas Iglesias particulares“cum Petro y sub Petro”?

37. ¿Cómo hacer más accesibles y ágiles, a ser posible gratuitos, los procedimientos para el reconocimiento de los casos de nulidad? (núm. 48).

38. La pastoral sacramental dirigida a los divorciados vueltos a casar necesita una mayor profundización, que valore también la praxis ortodoxa y tenga presente «la distinción entre situación objetiva de pecado y circunstancias atenuantes» (núm. 52). ¿Cuáles son las perspectivas en las que moverse? ¿Qué pasos se pueden dar? ¿Qué sugerencias para eludir formas de impedimentos no debidas o no necesarias?

39. ¿La normativa actual permite dar respuestas válidas a los desafíos que plantean los matrimonios mixtos y los inter-confesionales? ¿Hace falta tener en cuenta otros elementos?

La atención pastoral por las personas con tendencia homosexual (núms. 55-56)

La atención pastoral por las personas con tendencia homosexual plantea hoy nuevos desafíos, debidos también a la manera en que se proponen socialmente sus derechos.

40. ¿Cómo dirige la comunidad cristiana su atención pastoral a las familias en las que hay personas con tendencia homosexual? Evitando toda injusta discriminación, ¿de qué modo ofrecer el cuidado a las personas en estas situaciones a la luz del Evangelio? ¿Cómo proponerles las exigencias de la voluntad de Dios en su situación?

La transmisión de la vida y el desafío de la disminución de la natalidad (núms. 57-59)

La transmisión de la vida es un elemento fundamental de la vocación-misión de la familia: «En el deber de transmitir la vida humana y de educarla, lo cual hay que considerar como su propia misión, los cónyuges saben que son cooperadores del amor de Dios Creador y como sus intérpretes» (Gaudium et spes, 50).

41. ¿Cuáles son los pasos más significativos que se han dado para anunciar y promover eficazmente la apertura a la vida y la belleza y la dignidad humana de ser madre o padre, a la luz por ejemplo de la Humanae Vitae del beato Paolo VI? ¿Cómo promover el diálogo con las ciencias y las tecnologías biomédicas de manera que se respete la ecología humana del engendrar?

42. Una maternidad/paternidad generosa necesita estructuras e instrumentos. ¿La comunidad cristiana vive una efectiva solidaridad y subsidiaridad? ¿Cómo? ¿Es valiente en la propuesta de soluciones válidas también a nivel sociopolítico? ¿Cómo alentar a la adopción y la acogida como signo altísimo de generosidad fecunda? ¿Cómo promover el cuidado y el respeto de los jóvenes?

43. El cristiano vive la maternidad/paternidad como respuesta a una vocación. ¿En la catequesis se subraya suficientemente esta vocación? ¿Qué itinerarios formativos se proponen a fin de que dicha vocación guíe efectivamente las conciencias de los esposos? ¿Se tiene conciencia de las graves consecuencias de los cambios demográficos?

44. ¿Cómo lucha la Iglesia contra la plaga del aborto, promoviendo una cultura de la vida eficaz?

(núms. 60-61)

45. Llevar adelante la misión educadora no siempre es sencillo para los padres: ¿encuentran solidaridad y sostén en la comunidad cristiana? ¿Qué itinerarios formativos hay que sugerir? ¿Qué pasos hay que dar para que la tarea educativa de los padres sea reconocida también a nivel sociopolítico?

46. ¿Cómo promover en los padres y en la familia cristiana la conciencia del deber de la transmisión de la fe como dimensión intrínseca a la misma identidad cristiana?

Fuente: Vatican.va

25 comentarios

  • Santiago

    No cabe duda, amigo Román, que se puede suavizar el mandato de la Ley…La Ley nos manda y obliga a amar…Jesus dijo que ese -el amor- a Dios y al prójimo- es el mayor de TODOS los mandamientos, pues en realidad el amor es un resumen de todo lo que ha venido a ser…El mundo fue creado por amor….y nosotros vinimos a la existencia por amor….y nuestra felicidad suprema ha de consistir en el amor….

    Ya Francisco ha dicho que en la presente situación del mundo en que vivimos existen muchos matrimonios que  carecen de elementos necesarios para ser considerado válidos….Por tanto, como tu bien señalas el Pueblo de Dios, representado en el Sínodo, ha de considerar cual es la mejor manera “pastoral” de aproximar esta materia, que por su importancia, repercute en muchas personas de buena voluntad que querrían participar mas profundamente en la vida espiritual y sacramental de la Iglesia….y sin embargo, no pueden hacerlo por diversas circunstancias..

    Por otro lado, el Jesus misericordioso del Evangelio muestra tambien en que consiste el verdadero amor…Estoy seguro que El tuvo misericordia con las vidas de Marilyn Monroe y Edith Piaf…sus vidas manipuladas por otros y usadas como mercancías por los medios de entretenimiento son mas bien equivocaciones en cuanto al objeto de la felicidad…y como muchos, en esta vida, no poseían ese grado de malicia que llevaría a la perseverancia en el mal….todavía como dice Benedicto en Spe Salvi- en muchas personas en “lo profundo de su  ser existe y queda una apertura a la verdad, al amor y a Dios….Y esto es lo que va a ser ulteriormente purificado en el amor….por eso es que Pablo habla en su Epístola a los Corintios de que la fundación de la  vida es Jesus…pues Jesus es el que salva..Nos va a salvar aun en el ultimo y pequeño destello de amor que mostremos nosotros…hacia el bien…que es El mismo…Requiere pues nuestra voluntad de amar a toda costa..pues es esta nuestra única y última vocación…

    Por eso Jesus, misericordioso pero inteligente, que conocía lo que era el verdadero amor -que proviene de Dios- le dijo a la samaritana junto al pozo de Sicar, como tu citas, en este bellísimo episodio del Evangelio: “Ve y llama a tu marido y vuelve acá” Respondió la mujer y le dijo: No tengo marido….Bien dijiste, le dijo Jesús …porque cinco maridos tuviste y ahora, el que tienes, no es tu marido; en esto has dicho la verdad” (Io. 4, 16-18)..Jesus, que intentaba atraer a la mujer a la fe verdadera, antes de revelarse El mismo, quiso revelar a la samaritana…lo “irregular” que había sido su vida cambiando tanto de pareja,,,y que su ultimo acompañante no era su marido legal….Ella se interesó mucho mas puesto que Jesus sabía de su vida íntima…Por eso, entró en la cuestión fundamental de la promesa mesiánica…Entonces fue cuando se revela Jesus a ella totalmente: ” Soy YO, (el Mesías) el mismo que habla contigo”
    Es por eso que cuando se nos revela el mismo Jesus, entonces encontramos la verdadera manera de amar…y nos convertimos a El…aunque tengamos que entrar por la “puerta estrecha” del amor…

    Un saludo  de Santiago Hernández  

     

  • Antonio Vicedo

    h. cadarso, buena pregunta:- ” ¿Qué palabras debe tener la Iglesia de Jesús para esos amantes?”
    -Pues a lo mejor aquellas que, para cualesquiera circunstancias por las que la Humanidad se ve afectada, actualizan las de Jesús:-” Los publicanos y las prostitutas os precederán en el Reino de los Cielos.”
     
     
    ¿No va en esa dirección lo de: El Sábado para la Humanidad; lo de: Quien esté limpio tire la primera piedra; lo del Buen Pastor buscando a la descarriada, cargándola sobre sus hombros y ofreciendo y pidiendo participación de alegría por haberla encontrado y estar llevándola a la plenitud total de SU APRISCO?
     
    Puede que, si en el mismo banquillo en el que consideramos a Marilyn Monroe, y a otr*s consideráramos a los Kénedy y a otr*s de los amantes, entre l*s que no faltarían papas, obispos, clérigos, religios*s y plebe beata, entenderíamos mejor a Jesús, por lo citado antes, y por la solemne y universal defensa desde la cruz ante el Padre, con aquel :- “.…porque NO SABEN LO QUE HACEN.”
     
    Me reafirmo en el apoyo a lo de Mª. Pilar sobre LO NUEVO de Jesús, porque creo, como misterio causal, en la ENCARNACIÓN, y como constatación TESTIMONIAL y de MENSAJE en su modo epífánico de HUMANIZAR LA HUMANIDAD el supremo modo de ADORACIÓN que busca y quiere EL PADRE , según aquello de que trataron junto al Pozo, Jesús y la Samaritana.
     
    ¿Sería mucho pedir que “los sabios y entendidos sinodales” aprendieran del vivir de las gentes sencillamente humanas, entre las que el Padre reparte VIVA REVELACIÓN DE HUMANISMO y de búsqueda y deseo de superar la DESHUMANIZACION DE LA HUMANIDAD,  no solamente, ni prioritariamente, en el campo de la sexualidad y la afectividad?
     
    ¿Vale el empecinamiento de considerar  ángeles hipotéticos a quienes han sido creados a imagen y semejanza divina HUMAN*S?

  • h.cadarso

    Leo vuestros sesudos y acertados comentarios, amigos/as, y me da depre… Yo creo que deberíamos intentar ser un poco más positivos. Nos va la vida en ello, nos importa mucho esta Iglesia que sufrimos y soñamos. Todas las observaciones que hacéis son acertadas, muy acertadas. El amigo Pascual está que se sale…A veces el humor dice cosas muy interesantes y sabias.
    Pero lo que importa es que nuestras aportaciones puedan ser comprendidas, digeridas y aceptadas por los que forman parte del sínodo…Si no avanzamos mil kilómetros. pero ganamos unos metros, unos kilómetros, eso que tenemos. Por favor, expresemos nuestras ideas a tono con el audotorio al cual las dirigimos.
    A mí me duele sobre todo ese afán del Sínodo por cuadricular a la humanidad entera como si fuesen fichas de un ajedrez…Pienso en Marilyn Monroe, en Edith Piaf, en tantos cuyos amores fueron tragedias horrosas. Que AMARON, y su amor venía de la fuente del AMOR  a la que llamamos Dios, pero su circunstancia vital convirtió ese AMOR SIN MEDIDA en dolor y muerte. ¿Qué palabras debe tener la Iglesia de Jesús para esos amantes? Acaso los elogios de la iglesia solo son para los que vivieron un matrimonio ajustado a la cuadricula que se les asignó por…por no sé quién? Amarse calculadamente, en el justo peso y medida, ni más ni menos…!qué aburrimiento!
    Pepe Blanco, suscribo tus preguntas; ¿cómo podríamos conseguir que los Padres sinodales las tomasen en serio?

  • Antonio Vicedo

    Mª. Pilar, esto (“Solo hay un camino: “A vino nuevo, odres nuevos”) muy oportuno, breve y necesario; además cargado de AUTORIDAD y de BUENA NUEVA.

  • mª pilar

    No es ilusionante esta nueva llamada a cooperar,  para llegar a una buena solución de los graves problemas que arrastra la iglesia.

    De nuevo repito hasta la saciedad:

    Siguen en la misma línea, no cambia nada ni siquiera algo que sería fundamental:
    El lenguaje, su constante connotación eclesiástica clerical.

    ¿Cómo van a cambiar algo que está mal estructurado desde casi el principio?

    Se han hecho dueños y srs. De todo lo que rodea al mundo, bajo el solo prisma cristiano… mejor dicho “católico”.

    Dese ahí, nada nuevo puede tener posibilidades, y mucho menos, acercar a las familias al seno de la iglesia.

    Les gusta, necesitan ser el centro de la vida de toda persona que desee pertenecer a ella, y eso es una barbaridad; crecieron tanto en su tiempo los jerarcas, que casi había uno para cada persona… (Exagerando) ahora se les está acabando el chollo y están asustados.

    No solo se desmiembra la jerarquía, sino que al “empapelar” el Mensaje primero,  entre tanta parafernalia, han alejado al pueblo llano a participar en ella de manera activa en todos los sentidos.

    El lenguaje ya no es válido, la importancia en toda la vida de cada creyente por un pastor, ya no es  aceptada, porque su mirada está en las antípodas de la realidad cotidiana.

    Al cerrar todas las vías a la novedad en todos los temas del Concilio Vaticano II, las circunstancias personales en todos los estados de la vida, se han ido devaluando tanto, que se están quedando solos los mayores; unos por intransigentes, otros por miedo, otros por agotamiento personal, intelectual, eclesial etc.

    Solo hay un camino: “A vino nuevo, odres nuevos”
     
    El Proyecto en nuestro caso (como país con mayoría católica)  creyentes o no, es desde Jesús.  Su Mensaje está vigente, si le quitamos todo lo que durante siglos se le ha ido añadiendo…

    Lo triste es, que cada  persona que pasa por el poder en la iglesia… va dejando “su” personal impronta aunque esté a años luz de la Fuente primera.

    Como decía J.A. Pagola… aún se estropeará más la iglesia, para que de sus cenizas, pueda resurgir con fuerza de nuevo el Proyecto primero de Jesús.

    ¿Por qué será, que a Él lo comprendían de igual manera sencillos, poderosos, intelectuales o Rabís que pastores, pescadores etc.?

    Da mucho que pensar… a donde quieren llevarnos,  y adonde las personas quieren ir.

    mª pilar

  • Román Díaz Ayala

    Santiago,
    dices bien en recordarnos que las autoridades religiosas judías veían en Jesús un maestro del pueblo y que intentaban por todos los medios someterle a preguntas controversiales de la Ley,
    aunque, al parecer. no buscaban información ( abundaban todos ellos en las propias) sino en buscarle algún fallo o contradicción para desacreditarle. Y la pregunta sobre el divorcio fue una escena típica.
    Jesús contestó de la forma más apropiada en conformidad con Las Escrituras, haciendo ver que él también fuese intérprete autorizado de la Ley.(“Cuando venga el Mesías (Cristo en griego), él nos enseñará todas las cosas”, le dijo la mujer sentada junto al pozo de Jacob.
    Estoy de acuerdo contigo  en cuanto que las palabras de Jesús son para nosotros verdades de vida, por cuanto sabemos que Él es el ínterprete autorizado de la Ley. Pero esto corresponde a la revelación positiva en cuanto Él nos comunica “los misterios de Dios”.
     
    y en un lenguaje coloquial digamos que para una persona cristiana “misterio” es una verdad revelada que debe ser objeto de nuestro análisis y reflexión.
    Tal cosa es lo que se propone aquí y cada cual lo asume según sus valoraciones.
    así también Pablo, quien conocía “la instrucción del Señor”, cuando se encontró con situaciones muy concretas en una de sus comunidades aplicó tales instrucciones, permitiendo el divorcio.
    ¿Por que el actual Pueblo de Dios, no puede hacer lo mismo, dadas las circunstancias?
    ¿No es eso lo que se propone “a nivel eclesial”, según iniciativa de nuestro hermano Francisco?

  • pepe blanco

    A pesar de que en los 46 puntos he contado 97 preguntas, echo en falta algunas preguntas importantes que se deberían formular los obispos sinodales:
     
    1.- ¿Por qué no nos permitimos contraer matrimonio y crear una familia, como hacen los sacerdotes de otras confesiones cristianas?
     
    2.- ¿Por qué sentimos tanto rechazo hacia los homosexuales y hacía las familias que crean?
     
    3.- ¿Cómo podemos defender simultáneamente la indisolubilidad del matrimonio y una supuesta ley natural o derecho natural, habida cuenta de la escasísima incidencia de las parejas estables en el reino animal?
     
    4.- ¿Qué ejemplo les estamos dando a los esposos y padres de familia que ven cómo despreciamos a las mujeres que son sus esposas, sus hermanas, sus hijas?

  • Antonio Vicedo

    De acuerdo con esto tuyo ,Pascual ( “Por eso todo lo que sigue ha sido espigado entre las cuestiones que proponen y ha respondido con entera libertad, con la libertad con la que va por la calle un ciudadano cristiano, respetuoso y comprometido con su fe en Jesús de Nazaret y con sus vecinos, amigos y familiares; e incluso con todos aquellos que pasan de largo el hecho sinodal e incluso confesional”.), pues el matrimonio y la familia que desde él se concreta como primer nivel relacional de dos SUJETOS PERSONALES IGUALES en valor y dignidad, supondrá que esta identidad se mantenga en coherencia real en la relación progresiva humana,  y tendrá el AMOR la posibilidad de ser actitud libremente real, en cualquiera de las concretas circunstancias de la vida.

  • Santiago

    Jesus no era, por supuesto, un teólogo en el sentido moderno..pero su autoridad ante el pueblo judío, al menos como un sabio y popular rabino, llevó a los letrados fariseos y doctors de la Ley ha plantearles cuestiones controversiales en el Sistema teocrático que era peculiar del pueblo hebreo….Por eso, le preguntaron por que Moisés había permitido repudiar a la esposa dándole el certificado de divorcio….Jesus entonces reafirmó la indisolubilidad del matrimonio, zanjando definitivamente la cuestión…puesto que en el “principio no fue así” (Mt. 19,9)   y porque los que se unen en matrimonio no son ya dos, sino “una sola carne” “y “lo que Dios unió, no lo separe el hombre”. (Marcos 10,  8-9)

    Como la esencia del matrimonio es el amor entre los cónyuges…no es possible la estabilidad de la familia…y por tanto del mundo en general…sino existe un compromiso formal, de  los esposos y esposas, para cuidar del amor en la familia….He de sacrificar mi vida…..cuando amo….Sin esto, mi compromiso no puede dar lugar a ninguna estabilidad…Que hablen las víctimas pasadas y actuales de la violencia doméstica en la familia que son los mismos miembros de la familia…Que describan el terrible sufrimiento de los cónyuges y de los hijos…que tuvieron que vivir y aguantar la violencia, la aggresion, el egoísmo….Hay crímenes envueltos, vidas destrozadas, cicatrices y traumas perdurables, separaciones dolorosas…
    Si existe un Dios inteligente, entonces El tuvo que promover el verdadero amor de la familia….que es amor sin límites y sacrificio sin límites….Si no creemos mas que en el Dios panteísta…que no es inmanente, ni compasivo…entonces tratemos de destruir la familia…haciendo casual la relación entre los sexos, saliéndonos cuanto antes del compromiso al engendrar un hijo, no tratemos de comprometernos formalmente con nadie, vivamos nuestro propio egoísmo y hagamos lo que nos de la gana…Para eso somos existenciales….para vivir la vida a lo máximo…Entonces habremos destruído lo poco que queda de la institucion de la familia…y con ella todos los valores que han mantenido la civilización en pie…..

    Un saludo cordial   de Santiago Hernández    

  • oscar varela

    Hola!
     
    Fotocopio lo de Rodrigo en general y lo de Pascual en particular.
     
    10 sobre 10!
     
    ¡Vamos todavía! – Oscar.

  • Rodrigo Olvera

    Un abrazo y una sonrisa, Pascual. Es de agradecer tu detallado comentario.

  • Pascual

    Pido disculpas por anticvipàdo por la extensión de mis respuestas.
    Si Ud. Se toma la encuesta en serio, que Dios le ayude, pero si se lo toma con buen humor, podrá prestar un gratificante servicio a sus autores; los pobres lo han hecho con muy buena voluntad, al menos eso creo, pero no han sabido salir de las maneras clericales e impregnan la encuesta de un clericalismo irremediable. Por eso todo lo que sigue ha sido espigado entre las cuestiones que proponen y ha respondido con entera libertad, con la libertad con la que va por la calle un ciudadano cristiano, respetuoso y comprometido con su fe en Jesús de Nazaret y con sus vecinos, amigos y familiares; e incluso con todos aquellos que pasan de largo el hecho sinodal e incluso confesional.
     
     
     ¿Cuáles son las iniciativas en acto?
    Las dirigidas a educar las que favorecen políticas sociales y económicas útiles a la familia; las que alivian las dificultades a los niños, los ancianos y los enfermos. Pues eso precisamente.
     
    Además de denunciar, ¿cuáles son las modalidades elegidas para estar presentes como Iglesia junto a las familias?
    Pues estar cada uno en su parroquia abierta de par en par todo el día y no gastando el tiempo en cursillos interminables de pastoral autorreferencial.
     
     ¿De qué modo, con qué actividades las familias cristianas contribuyen a testimoniar a las nuevas generaciones el progreso en la maduración afectiva?
    Siendo sencillamente, escrupulosamente, respetuosos el uno con la otra o el uno con el otro o la una con la otra.
     
    ¿Cómo se podría mejorar la formación de los ministros ordenados respecto a estos temas?
    Los ordenados  a parte de incompetentes, sin experiencia y faltos de oración, los pobre no pueden hacer nada sino a los que deambulan por las sacristías.
     
     ¿Qué figuras de agentes de pastoral específicamente calificados se consideran más urgentes?
    Ningunos, dada la inutilidad de las funciones en gentes que son demostradamente incompetentes.
     
     ¿Cómo se utiliza la enseñanza de la Sagrada Escritura en la acción pastoral con las familias?
    Vaya usted a misa, oiga al oficiante, ¿Qué ha dicho? Lugares comunes, repetición de palabras aprendidas, no sentidas y discurso aburrido.
     
    ¿En qué medida esta mirada alimenta una pastoral familiar valiente y fiel?
    En nada
     
     ¿Cuáles son los valores del matrimonio y de la familia que ven realizados en sus vidas los jóvenes y los cónyuges?
    Los valores son inmensos cuando hay respeto, cariño, servicio mutuo y sentido común porque lo que es el estímulo original va declinando con los años, pero mientras no decline el respeto y el servicio, hay matrimonio hasta el fin de la vida.
     
    ¿De qué modo se podría ayudar a comprender que la relación con Dios permite vencer las fragilidades inscritas también en las relaciones conyugales?
    Hay cuestiones de fe que son muy difíciles de proyectar en el matrimonio porque elementalmente cada cónyuge tiene la fe que Dios le ha dado y apañado va por la vida.
     
     ¿Cómo testimoniar que la bendición de Dios acompaña todo verdadero matrimonio? ¿Cómo manifestar que la gracia del sacramento sostiene los esposos en todo el camino de su vida?
    Se responde con lo anteriormente apuntado. Aquí se podría añadir que sería muy bueno el diálogo entra cónyuges e incluso prole, sin imponer ninguno su punto de vista religioso. Es que la familia no es un piccolo monasterio sino otra cosa con su dinámica correspondiente.
    La vocación creatural al amor entre hombre y mujer recibe su forma completa del evento pascual de Cristo Señor, que se entrega sin reservas, haciendo de la Iglesia su Cuerpo místico. El matrimonio cristiano —que se alimenta de la gracia de Cristo— se convierte así, para aquellos que están llamados a esta vocación, en el camino que transitan hacia la perfección del amor, que es la santidad.
    Esto es realmente teología, bella teología, también florituras literarias muy bellas, propias de una terminología clerical y distante de la gente que anda por la calle.
     
     ¿Cómo concebir la familia como “Iglesia doméstica” (cfr. LG 11), sujeto y objeto de la acción evangelizadora al servicio del Reino de Dios?
    Si se es Kiko esto se entiende a las mil maravillas; si no, pues no.
     
     ¿Cómo promover la conciencia del compromiso misionero de la familia?
    Se responde en la última cuestión de este trabajo
     
     
    El Pueblo de Dios debería conocer mejor el magisterio eclesial en toda su riqueza.
    Muy difícil porque la Iglesia habla, escribe sobre todo, unos documentos, pastorales, encíclicas… que son unos verdaderos ladrillos, largos, abrumadores, difíciles, enrevesados, interminables, llenos de florituras literarias para explicar a la larga sólo símbolos y sentires místicos clericales.
     
     La familia cristiana vive ante la mirada amorosa del Señor y crece como verdadera comunidad de vida y de amor. ¿Cómo desarrollar la espiritualidad de la familia, y cómo ayudar a las familias a ser lugar de vida nueva en Cristo?
    Pero vamos a ver, reverendo, ¿quién le ha dicho a usted que se meta en lo que tenemos que hacer dentro de las cuatro paredes de mi casa? ¿Eh? ¿Quién? ¡Hombre, tenga usted más tacto! Que Dios nos ayudará a sobrellevar esto como tenga a bien iluminarnos.- Muchas gracias, Rdo.
     
     ¿Cómo desarrollar y promover iniciativas de catequesis que den a conocer y ayuden a vivir las enseñanzas de la Iglesia sobre la familia, favoreciendo la superación de la distancia posible entre lo que se vive y lo que se profesa, y promoviendo caminos de conversión?
    Pues “promoviendo”, eso, cursillos abiertos para todos los que pasen por allí, aunque sean mahometanos o librepensadores, e ilustrarlos por personas no catequizadas sino especialistas de buena voluntad y sentido común. Sería una buena manera de reunir en el templo de las “puertas abiertas” a la gente del barrio.
     
    La indisolubilidad del matrimonio y el gozo de vivir juntos.
    Aquí hay dos anacolutos, como diría Anguita, porque ni el matrimonio es indisoluble ni en muchísimos casos produce gozo el vivir juntos; basta con echar una miradita al entorno.
     
    ¿Cuáles son las iniciativas para comprender el valor del matrimonio indisoluble y fecundo como camino de plena realización personal?
    Esto “se comprende” fácilmente: si se llevan muy bien y tienen muchos niños. ¿Qué más les vas a pedir a los pobres cónyuges?
     
     ¿Cómo proponer la familia como lugar, único en muchos aspectos, para realizar la alegría de las personas?
    En muchos aspectos, sobre todo es lugar único los días de lluvia y nieve, pero no en todos; de vez en cuando hay que irse a tomar un cafelito con los amigos.
     
    El Concilio Vaticano II quiso expresar su estima por el matrimonio natural, renovando una antigua tradición eclesial. ¿En qué medida las pastorales diocesanas saben valorizar también esta sabiduría de los pueblos, como fundamental para la cultura y la sociedad común?
    El matrimonio natural es el natural; no el eclesiástico ni el civil, y las pastorales diocesanas no saben ni remotamente valorizar esta sabiduría de los pueblos hoy muy practicada por una legión de jóvenes emparejados.
     
    Qué mirada debe tener la Iglesia para los católicos que están unidos sólo con vínculo civil, para los que todavía conviven y para aquellos que, después de un válido matrimonio, se han divorciado y vuelto a casar civilmente.
    Respetarlos, sencillamente
     
    ¿Cómo ayudar a entender que nadie queda excluido de la misericordia de Dios y cómo expresar esta verdad en la acción pastoral de la Iglesia para con las familias, en particular las heridas y frágiles?
    Pues, de entrada, no condenándolas; y luego rebuscando en el enmarañado mundo del Derecho Canónico (en el Santo evangelio no porque es un texto muy avanzado) un portillo para homogeneizarlos al resto de fieles.
     
    ¿Cómo pueden los fieles mostrar, con las personas que todavía no tienen una plena comprensión del don de amor de Cristo, una actitud de acogida y acompañamiento confiado, sin renunciar nunca al anuncio de las exigencias del Evangelio?
    Pues formándolas en misericordia evangélica (Ver, ahora sí, los Evangelios para esto) y tratando de eliminar los radicalismos farisaicos al uso. No vendría mal seguir los sermones del Papa Francisco en Santa Marta.
     
     
    ¿La comunidad cristiana está preparada para hacerse cargo de las familias heridas para hacerles experimentar la misericordia del Padre?
    Sí está preparada pero nunca lo está del todo porque la misericordia es como un pozo sin fondo.
     
     ¿Cómo promover la definición de líneas pastorales compartidas a nivel de Iglesia particular? ¿Cómo desarrollar al respecto el diálogo entre las diversas Iglesias particulares“cum Petro y sub Petro”?
    De entrada, aceptando el primado de Pedro, sea quien sea Pedro; y a continuación fraternizando el obispo con los presbíteros y con todo tipo de fiel, dándoles a enseñar y a vivir el filón inagotable de la misericordia de Dios, que tenemos que hacerla nuestra en el día a día y en de hora en hora. De otra manera es como echar chinitas a la mar.
     
     ¿Cómo hacer más accesibles y ágiles, a ser posible gratuitos, los procedimientos para el reconocimiento de los casos de nulidad?
    Pues redactando un oportuno “decretito” y punto final.
     
    La pastoral sacramental dirigida a los divorciados vueltos a casar necesita una mayor profundización, que valore también la praxis ortodoxa y tenga presente «la distinción entre situación objetiva de pecado y circunstancias atenuantes» (núm. 52). ¿Cuáles son las perspectivas en las que moverse? ¿Qué pasos se pueden dar? ¿Qué sugerencias para eludir formas de impedimentos no debidas o no necesarias?
    Aquí está la madre del cordero que ha traído de cabeza a los intrépidos y a los recatados. Y sigo. ¿Qué es eso de la “situación objetiva de pecado”? ¿En qué siglo estamos viviendo? ¿En qué tipo de sociedad o tribu vivimos? ¿Quiénes somos nosotros para tirar las piedras al prójimo o al próximo? ¿Eh?
     
     ¿La normativa actual permite dar respuestas válidas a los desafíos que plantean los matrimonios mixtos y los inter-confesionales? ¿Hace falta tener en cuenta otros elementos?
    Hacen falta elementos que no prioricen la pertenencia a la Iglesia católica para contraer nupcias con un talibán, por ejemplo.
     
     
    ¿Cómo dirige la comunidad cristiana su atención pastoral a las familias en las que hay personas con tendencia homosexual? Evitando toda injusta discriminación, ¿de qué modo ofrecer el cuidado a las personas en estas situaciones a la luz del Evangelio? ¿Cómo proponerles las exigencias de la voluntad de Dios en su situación?
    Este punto es peliagudo; trátenlo por lo tanto con misericordia y con muchísimo tacto.
     
    ¿Cuáles son los pasos más significativos que se han dado para anunciar y promover eficazmente la apertura a la vida y la belleza y la dignidad humana de ser madre o padre, a la luz por ejemplo de la Humanae Vitae del beato Paolo VI? ¿Cómo promover el diálogo con las ciencias y las tecnologías biomédicas de manera que se respete la ecología humana del engendrar?
    Este es un punto que requiere muchísima visión filosófica, sociológica y científica.De modo que recúrrase a los grandes especialistas y a esas Pontificias Sociedades ad hoc.
     
     
     ¿Cómo lucha la Iglesia contra la plaga del aborto, promoviendo una cultura de la vida eficaz?
    La Iglesia está en su derecho de aconsejar y decir a sus fieles que el aborto es un crimen de lesa divinidad, para que lo digan en todos los rincones del planeta, pero no de salir a la palestra, como tal Iglesia, a vociferar ante la gentuza y convertirse en gentuza para gritar que está en contra del aborto porque esto se da ya por supersabido.
     
    ¿Cómo promover en los padres y en la familia cristiana la conciencia del deber de la transmisión de la fe como dimensión intrínseca a la misma identidad cristiana?
    Pues que los padres den ejemplo de palabra, de obras y de servicios a todos los que los necesiten algo, porque el que da un vaso de agua al prójimo o próximo se lo da al propio Jesús de Nazaret; y eso lo ven los niños, los jóvenes y los adultos e imitan. Es que el buen ejemplo evangeliza. Esto lo dijo el Padre Benedicto y el Papa Francisco.
     
     

  • Román Díaz Ayala

    Procuraré, Rodrigo, ser tan escueto como tú:
    Todo se hace depender de los datos que se manejen y de cuáles sean las fuentes de información.
    Cristianismo como ideología ( destilada de una cultura religiosa, en particular una tan “universalista” como la nuestra de base greco-romana).
    Cristianismo como religión profesada, como herencia cultural, y que se sostiene manejando sus excelencias ( religión revelada y cultivada en un entorno cultural que consideramos superior por comparación). Ésta es una religión que se compara con las restantes, haciendo resaltar “nuestros valores” como los superiores porque son/han sido trasmitidos por el mismo Dios. Se sigue en el plano ideológico.
    Catolicismo Romano vivido en la consciencia de creer que tiene por origen al mismo Jesucristo, y que ha conservado la pureza de la fe verdadera salvaguardada por los dogmas ( como  sinónimo de “depósito de la fe) y que ha mantenido su estructura jerárquica tal y como la concibió y la trasmitió Jesucristo a través del Colegio Apostólico.
    Si manejamos tales datos y lo hacemos depender de esas mismas fuentes, nos estamos pidiendo una adhesión mental. La lógica de la “interpretación de lo acontecido” ( en la historia )
    Entonces, y sólo por tales supuestos, yo te doy la razón en cuanto al “cristocentrismo” y no me extraña nada que seas un poco más exigente.
     
    Aunque ya conoces mis pensamientos al respecto, el cristianismo empieza cuando una persona hace suya la Redención de Jesús en la Cruz- Misterio Pascual- un acto vivencial y entra en relación personal con Dios que se revela, y la Iglesia es la comunidad de los/as renacidos/as. No es nada ni igual, ni inferior, ni superior, porque es Dios quien tiene sus medios y tiene su iniciativa, y tal universalismo no podemos acotarlo ni condicionarlo.
    Si Dios se ha revelado es porque tenía algo que informarnos y los exclusivismos y los posicionamientos excluyentes nos dicen a la clara que no estamos manejando una información válida, y seguimos siendo tan judíos  como muchas de las personas contemporáneas de Jesús.
     

  • Rodrigo Olvera

    No es tan complicado, Román:
     
    Existe una visión que considera que el cristianismo es (y expresa) el centro del plan de Dios para la humanidad, lo que implica que el resto de cosmovisiones (religiosas o agnósticas o ateas) son deficientes comprensiones de la verdad, son insuficientes, son incompletas, son erróneas; en última instancia, que el cristianismo es superior.
     
    No es la única forma de entender el cristianismo, como queda claro en el los varios talleres aquí en ATRIO en que se toca el tema de los pluralismos religiosos; pero sigue siendo la visión mayoritaria. Por mucho respeto que se diga tener por otras religiones, siempre queda ese dejo de que el cristianismo es el que (mejor) refleja el “proyecto” de Dios.
     
    Saludos cordiales

  • Román Díaz Ayala

    Debo aceptar que lo que indicas como plan original de Dios es algo ( un enunciado) que permanece fuera de una mentalidad clerical, o que es ajeno a ello.
     
    Puedo comprender que quizás obedezca a una mentalidad “biblista” ( por aquello que se dice de Jesús, en cuanto al divorcio y el matrimonio, que no era así ” un principio” citando al génesis)
    Debo comprender que el término usado por tí de “cristianocentrismo” tiene para tí un sentido muy particular, ya sea en lo cultural (nuestra civilización europea “cristiana”, el llamado humanismo europeo que conforma nuestra tradición cultural),
    ya sea en lo religioso, dentro de nuestro particularismos ( el de quienes profesamos la religión cristiana),
    digo que, y repito, que tal vocablo tiene para tí algún sentimos mucho más amplio que todavía no he podido descubrir, y que te tengo que leer más atentamente para desentrañarlo.
     
    A pesar de ello, y sin poder interpretarte correctamente, me reafirmo en mi convencimiento de que nuestro pensamiento  (de quienes nos sentimos “en Iglesia”) es demasiado parcial, por insuficiente, y ambiguo ( por afirmaciones rotundas que no se pueden sostener) pues somos propiedad de Dios, sin que ello signifique que Dios sea propiedad nuestra.

  • Rodrigo Olvera

    Hola Román
     
    1.- Conozco el debate a que haces referencia, Lo entiendo. Pero mi comentario anterior iba más allá.
     
    2.- No he dicho que la perspectiva clerical y la no clerical sean lo mismo. He dicho que afirmar que el matrimonio entre personas cristianas era la disposición original de Dios es tan cristianocentrista como afirmar que la disposición original de Dios era el matrimonio cristiano. Habiendo diferencia entre ambas perspectivas, ambas son cristianocentristas y en consecuencia erróneas.
     
    3.- Si alguna “disposición original de Dios” existiera, sería la existencia de pluralidad de religiones; si alguna “disposición orignal de Dios” existiera, sería la existencia no sólo de matrimonio entre personas cristianas, sino también entre personas musulmanas, entre personas taoístas, entre personas judías, entre personas animistas, etc.
     
    4.- Afirmar que la “disposición original de Dios” es el matrimonio entre personas cristianas, tanto como afirmar que la “disposición orignal de Dios” es el matrimonio cristiano, descalifica como parte del plan de Dios (y por tanto, excluye como parte de la gracia) a todos los matrimonios ajenos a personas cristianas. Lo que a) volvería a Dios un Dios injusto; b) rompería la igualdad esencial entre las personas.
     
    5.- Los errores e incongruencias que denuncio no se deben sólo a la visión clericalista. Se deben a la visión cristianocéntrica. Claro que el clericalismo radicaliza tales errores e incongruencias. Pero mientras sólo se critique el clericalismo pero no el cristianocentrismo, no se resolverán de fondo y en tal sentido habrá poco que esperar aún de un cristianismo renovador pero que se mantenga resistente a un verdadero pluralismo religioso.
     
    Saludos cordiales

  • Román Díaz Ayala

    Nota: “elaborado” en lugar de elavorado. (Pensaba en ese momento que la Iglesia “elevaba” a sacramento todo aquello donde podría ejercer dominio)
     
    vale

  • Román Díaz Ayala

    En mi observanción anterior, Rodrigo, subyace un debate teológico muy antiguo, y tiene que ver con la doctrina sacramental..
    Ni Jesús fundó el matrimonio, ni lo elevó a la condición de sacramento ( Jesús no era teólogo, porque tal cosa sería un anacronismo).
    La familia es una sociedad muy antigua y connatural a la especie humana, así como las diversas formas de lo que hoy llamamos matrimonio.
    Estos temas se pueden abordar desde una perspectiva clerical o jerarquica dentro de la concepción de poderes asumidos por la Iglesia, que es tradicional y que para lo mismo ha elavorado con los siglos una doctrina ( una posición teológica) y la aplica  (en su pastoral)
    De ahí el relato de errores y/o incongruencias que denuncias (al parecer con bastante enfado contenido)
    Pero la persona cristiana ( hombre o mujer) que está sometida voluntariamente a la soberanía de Cristo, en cuanto a sus relaciones, actúa haciendo valer su conciencia en todos los órdenes de su vida, y también en cuanto a “su matrimonio”.
    Por eso yo no hablo de matrimonio cristiano, si con ello se quiere decir un sacramento regulado por la Iglesia ( Jerarquía), sino de matrimonio entre personas cristianas.
    Por eso para mi no es lo mismo.

  • Rodrigo Olvera

    Hola Gonzalo
     
    En mi caso, el problema no es ni el número ni la extensión ni la “complejidad” de las preguntas, sino lo que revelan: incapacidad total de pensamiento crítico al “magisterio”.  Si la realidad contradice al magisterio, peor para la realidad parece ser el lema.
     
    Saludos cordiales

  • Gonzalo Haya

    Confieso que ver 46 preguntas, largas y complejas, desanima un poco. Tal vez sería mejor contestarlas por secciones, de una manera simple, procurando ir a la raíz del asunto. Se podría prescindir de las preguntas, y establecer un breve ideario laico, basado en lo mejor de la conciencia, a la luz -o no, según cada uno- de la buena noticia de Jesús. Esto sería preferible, pero requeriría más esfuerzo conjunto, y me temo que tendría menos incidencia en la preparación del Sínodo.

  • Rodrigo Olvera

    Hola Román
     
    Afirmar que la disposición orignal de Dios era el matrimonio entre personas cristianas no es mejor que decir que lo era el matrimonio cristiano, pues ambas afirmaciones pecan del mismo cristianocentrismo.
     
    Saludos cordiales

  • Román Díaz Ayala

    Se me ocurre tambien otra razón:
    confundiendo los conceptos.
     
    Disponer de “matrimonio cristiano”, cuando en realidad deberíamos pensar en “matrimonio”, entre personas cristianas. (Robarle el protagonismo al “mediador humano”)
    Luego, si algo falla (en su concepción intelectual) sea su tratamiento teológico (doctrinal, del Magisterio, o de su aplicación “Pastoral”)
    El Sínodo si avanza en la dirección que apunta, quizás ponga estas cosas en evidencia.
     

  • Rodrigo Olvera

    ¿Cómo se podría hacer comprender que el matrimonio cristiano corresponde a la disposición originaria de Dios

    a) mintiendo
    b) cerrando los ojos a la realidad
    c) poniendo la ideología por encima de los hechos
    d) todas las anteriores
     
    Ustedes disculparán el sarcasmo, pero es que si me lo tomó en serio saldrían demasiadas malas palabras. Con sólo leer las preguntas, no hay mucho que esperar de la siguiente fase.

  • Antonio Vicedo

    Otra petición de disculpa y ¡ya son demasiadas! Valorando cambios,  hacedlo de “capítulo entero” por “artículo entero”. ¡Muchisimas gracias por vuestra amabilidad!

  • Antonio Vicedo

    Después de una lectura rápida del “capítulo entero” me, y os planteo una propuesta:
    ¿Donde leemos EVANGELIO, EVANGÉLICAMENTE, EVANGELIZAR, MISIÓN o PASTORAL de la Iglesia, lo sustituimos por:- DAR LA BUENA NOTICIA A LOS POBRES en y para TODOS y CADA UNO de los MIEMBROS de sus FAMILIAS?
    ¿Hacemos la prueba y sacamos conclusiones teóricas y, sobre todo, prácticas?

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