Este escrito fue enviado por Román a Atrio el domingo 26, anticipándose a lo que ha sido el reciente encuentro en el Vaticano, cuya culminación da más actualidad a su reflexión

El 2 de octubre de 1968 la Plaza de las Tres Culturas de Tlatetoico, México se vio en un baño de sangre perpetrado por los paramilitares y el ejército que ametrallaba  a estudiantes, profesores, amas de casa, obreros, profesionales, que se había sumado al movimiento estudiantil de 1968. Oficialmente fueron abatidas 20 personas, pero se contabilizó la matanza por cientos de cadáveres.

México es el único país de Nuestramérica que está situado en la parte norte del continente. Pero esa proximidad geográfica y  de frontera con los Estados Unidos no ayuda en nada, muy por el contrario, perjudica para eliminar las diferencias Norte-Sur; cultura, idioma, el elemento racial y un  profundo abismo de situación social y económica. Tener miles de kilómetros de fronteras con el Paraíso crea otros miles de problemas.

En la   nueva cultura nacida  en  los  años sesenta que cristalizaba en revoluciones (así Cuba). y la contracultura estudiantil, se entretejía para permanecer una actitud hostil. Y,  mientras que la sociedad se volvió así a su vez, más hostil,  las represiones fueron en aumento. Las guerrillas urbanas y rurales que ahora llamamos terrorismo existieron en México y en muchos lugares de nuestro continente y en todos los sitios se volvió a un sistema de guerra sucia que llenó de violencia la lucha de clases por todo el mundo.

Y  en cualquier lado, el siglo XX se caracterizó por la exigencia de  más o mejores libertades democráticas, justicia social, desarrollo económico, sirviendo como modelo  los principios clásicos del derecho a  educación, salud, vivienda, trabajo y el respeto por los derechos humanos que se iban perfilando sobre los derechos individuales propios de la ideología liberal.

Junto con el movimiento  ciudadano crecido en demandas fueron surgiendo y confluyendo actores sociales juntos o separados con los partidos políticos y sindicatos de clase propios de una etapa histórica que se deseaba superar. El asociacionimo toma su fuerte y a veces la iniciativa junto con la cooperación desinteresada.

Cuando el movimiento se estructura  y se hace reivindicativo tanto en lo social como en lo político realiza una labor de control  del Estado y condiciona el sistema político para la implantación de reformas. En los Estados débiles o desestructurados (Estados fallidos) obligan a un cambio de “régimen”.

El liderazgo de una única persona no agota la orientación general, ni tan siquiera constituyendo un solo partido, pues la lucha se ve orientada a un consenso general,  que ahora se llama “confluencia” en la evitación de esquemas del pasado.

México sigue hoy bañado por la violencia, una violencia generalizada que corrompe las mismas esencias de la Federación de Estados. Y la violencia social baña  casi toda Nuestramérica de norte a sur.

Busquemos respuestas en el “Encuentro Mundial de Movimientos Populares” que se va a celebrar en Roma.

Existen fuerzas en España que están buscando  la introducción del “movimiento popular” de ésta manera con el análisis de   repetir estos modelos donde han intervenido e intervienen distintas clases sociales y mentalidades de derecha e izquierda (tradicional) sobre un análisis erróneo de nuestro pasado inmediato y una visión equivocada de nuestra realidad social y política. Introducen teorías sociales que no se pueden reducir en la praxis de forma eficaz y que son ajenas a nuestra realidad histórica y el devenir actual.

Nuestra realidad plurinacional (España, nación de naciones ), Una Constitución Social de Derecho que engendró un Estado del Bienestar de corte europeo occidental, y el recambio sucesivo de legislaturas que permiten reformas profundas y hasta plantearnos un cambio de Constitución o Modelo de Estado, sin recurrir a la confrontación.