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Cuando marxismo y religión se guiñan un ojo

OSCARpHola!

La idea de “destilar” el Artículo “Marxismo y religión: ¿opio del pueblo?” de Michael Löwy, contenido en el libro colectivo La teoría marxista (pp. 281-296), es un intento de mirar la religión “desde” el marxismo, a fin de compensar la mirada del marxismo “desde” la religión.

Mi pensamiento va en la dirección de “no tenerle miedo” a ese  “espacio común” que se nos ofrece al considerar al marxismo y al cristianismo como el lugar de INTERSECCIÓN de dos Conjuntos, en crecimiento y de Porvenir, tal vez, promisorio.

Oscar.

1.- Opio, pero que también remueve la sangre

¿Es aún la religión, tal como Marx y Engels la entendían en el siglo XIX, un baluarte de reacción, oscurantismo y conservadurismo? Brevemente, sí, lo es.

Sin embargo, aparecido el cristianismo revolucionario y la teología de la liberación, se abrió un capítulo con nuevas preguntas que hay que responder con una renovación del análisis marxista de la religión.

Los marxistas concebían la iglesia como un cuerpo reaccionario enfrentando a los trabajadores y a los campesinos cristianos. Pero el Padre Camilo Torres Restrepo se había unido a la guerrilla colombiana. Corría el año 1966. Y el creciente compromiso de cristianos –incluidos muchos religiosos y curas– en las luchas popula­res mos­traron la necesidad de un nuevo enfoque.

Los marxistas quedaban desconcertados, y por otro lado, con la teología de la liberación pensadores religiosos utilizaban averiguaciones marxistas y bregarán a favor de las luchas emancipatorias.

Algo nuevo sucedía en la escena religiosa. Un sector significativo de la iglesia –creyentes y clérigos– en América Latina cambiaba su posición en el campo de la lucha social, poniendo sus recursos materiales y espirituales al servicio de los pobres y de su pelea por una nueva sociedad.

2.- ¿Puede el marxismo ayudarnos a explicar estos eventos inesperados?

La religión es el opio del pueblo” es considerada como la quintaesencia de la concepción marxista del fenómeno religioso por la mayoría de sus partidarios y oponentes. Pero ¿es acertado este pun­to de vista?

Esta afirmación no es específicamente marxista. La misma frase se en­cuentra en Kant, Herder, Feuerbach, Bauer, Hess y Hei­ne.

En 1840 Heine: “Bienvenida sea una religión que derrama en el amargo cáliz de la sufriente especie hu­mana algunas dulces, soporíferas gotas de opio espiritual, algunas go­tas de amor, esperanza y creencia”.

Moses Hess, en 1843: “La religión puede hacer soportable […] la infeliz conciencia de servi­dumbre […] de igual forma el opio es de buena ayuda en angustiosas dolencias”.

Marx en 1844 señala el carácter dual del fenómeno: “La angustia religiosa es al mismo tiempo la expresión del dolor real y la protesta contra él. La religión es el suspiro de la criatura oprimida, el corazón de un mundo descorazonado, tal como lo es el espíritu de una situación sin espíritu. Es el opio del pue­blo”.

Pero en 1846 concibe la religión como la ideología de un pueblo (ideas, representaciones y conciencia), condicionada por la producción material y las relaciones sociales.

Luego, Marx no se detuvo en la cuestión de la religión como tal. Sin embargo prestó atención a la relación entre protestantismo y capitalismo.

Diversos pasajes de El Capital refieren la contribución del protestantismo a la primitiva acumulación de capital. En los Grundrisse, –¡medio siglo antes del famoso ensayo de Max Weber!– comenta la íntima asociación entre protestantismo y capitalismo: “El culto del dinero tiene su ascetismo, su auto-abnegación, su auto-sacrificio (la economía y la frugalidad, desprecio por lo mundano, placeres temporales, efímeros y fugaces); el correr detrás del eterno tesoro. De aquí la conexión entre el Puritanismo inglés o el Protestantismo holandés y el hacer dinero”.

Marx se refiere cada tanto al capitalismo como una “religión de la vida diaria” basada en el fetichismo de mercancías. Describe al capitalismo como “un Moloch que requiere el mundo ente­ro como un sacrificio debido”, y el progreso del capitalismo como un “monstruoso Dios pagano, que sólo quería beber néctar en la calavera de la muerte”.

3.- Vectores “duales” de la religión: el “a-crítico” y el “crítico” al establishment

Siendo materialista, ateo y un irreconciliable enemigo de la re­ligión, Engels comprendió, como el joven Marx, el carácter dual del fenómeno: su rol en la legitimación del orden existente, pero además, de acuerdo a circunstancias sociales, su rol crítico, de protesta e incluso revolucionario.

Engels estaba interesado en la cristiandad primitiva a la cual definía como la religión de los pobres, los desterrados, con­denados, perseguidos y oprimidos. Mostró un paralelo entre esta primitiva cristian­dad y el socialismo moderno, planteando que:

a) ambos movimientos fueron creados por las masas –no por líderes ni profetas–;

b) sus miem­bros fueron oprimidos, perseguidos y proscriptos por las autoridades dominantes, y

c) predicaron una inminente liberación y eliminación de la miseria y la esclavitud.

Según Engels, el paralelismo entre socialismo y cristiandad tem­prana está presente en todos los movimientos que sueñan, desde todos los tiempos, restaurar la primitiva religión cristiana. Sin embargo, encuentra una diferencia esencial entre los dos movimientos:

  • los cristianos primi­tivos eligieron dejar su liberación para después de esta vida, mientras que
  • el socialismo ubica su emancipación en el futuro próximo de este mundo.

4.- ¿Pero es esta diferencia tan clara como parecía a primera vista?

Thomas Münzer, el teólogo y líder de la revolución campesina y hereje anabaptista del siglo XVI, quería el inmediato estable­cimiento en la tierra del Reino de Dios, el reino milenario de los profetas.

Sin embargo, Engels estaba aún tentado a reducir la religión a una estratagema: ha­bló de la “fraseología” cristiana de Münzer y su “manto” bíblico. A pesar de ello no esconde su admiración por el profeta alemán, describiendo sus ideas como “cuasi-comunistas” y “religiosas revolucionarias”; “una brillante anticipación” de futuros objetivos emancipadores proletarios.

Esta dimensión anticipadora y utópica de la religión no es explorada por Engels pero será trabajada de manera intensa y rica por Ernst Bloch.

Engels reconoce que la lucha en­tre materialismo y religión no necesariamente corresponde a la guerra entre revolución y contrarrevolución, progreso y regresión, libertad y despotismo, clases oprimidas y dominantes. En este preciso caso, la relación es exactamente la opuesta: religión revolucionaria contra ma­terialismo absolutista.

5.- Atendiendo el Vector “crítico” de los “cristianos”.

Engels no podía anticipar la teología de la liberación, pero, gra­cias a su análisis del fenómeno religioso desde el punto de vista de la lucha de clases, trajo a la luz el potencial de protesta de la religión y abrió camino para una nueva relación entre religión y sociedad.

Muchos marxistas en el movimiento de trabajadores europeo eran radicalmente hostiles a la religión, pero creían que la batalla atea contra la ideología religiosa debía subordinarse a las necesidades concretas de la lucha de clases, la cual demandaba la unidad entre trabajadores que creen en Dios y aquellos que no creen.

Lenin mismo insistió en 1905 en que el ateísmo no debería ser parte del programa del Partido porque la “unidad en la real lucha revolucionaria de las clases opri­midas por un paraíso en la tierra es más importante que la unidad en la opinión proletaria sobre el paraíso en el cielo”.

Rosa Luxemburgo compartió esta estrategia, pero con otro argumento diferente y original. Insistió en que los socialistas modernos son más leales a los principios originales de la cristiandad que el clero conservador de hoy.

  • Los curas, si honestamente quieren implementar el principio cristiano “ama al prójimo como a ti mismo”, deberían dar la bienvenida al movimiento socialista.
  • Cuando el clero apoya al rico, y a aquellos que explotan y oprimen al pobre, está en contradicción explícita con las enseñanzas cristianas: sirve no a Cristo sino al Becerro de Oro.
  • Los primeros apóstoles de la cristiandad eran comunistas apasionados, y los Padres de la Iglesia (como Basilio y Juan Chrysostomo) denunciaron las injusticias sociales.
  • Hoy esta causa la lleva adelante el movimiento socialista que acerca al pobre el evangelio de la fraternidad y la igualdad, y llama a la gente a establecer en la tierra el reino de la libertad y del amor al prójimo.

En lugar de levantar una batalla filosófica en nombre del mate­rialismo, Rosa Luxemburgo intentó rescatar la dimensión social de la tradición cristiana para el movimiento de los trabajadores.

La intuición de Rosa Luxemburgo respecto de que uno puede pelear por el socialismo también en nombre de los verdaderos valores de la cristiandad original se perdió en un tipo crudo e intolerante de perspectiva materialista.

Pero entre 1936-1938 apareció en Francia un movimiento de cristia­nos revolucionarios, de varios miles de seguidores, que apoyaba activa­mente el movimiento obrero, en particular sus más radicales tendencias (el ala izquierda del Partido Socialista). Su principal eslogan era: “Somos socialistas porque somos cristianos”.

6.- Gramsci y la función de la Iglesia católica

Entre los líderes y pensadores del movimiento comunista, Gramsci es probablemente quien prestó la mayor atención a temáticas religiosas, estando interesado en la función de la iglesia católica en la sociedad capitalista moderna: es uno de los primeros marxistas que intentó entender el rol contemporáneo de la iglesia y el peso de la cultura religiosa entre las masas populares.

Está fascinado por el socialista cristiano francés Charles Péguy:

  • “la más obvia característica de la personalidad de Péguy es su religiosidad, la intensa creencia […] sus libros están llenos de este misticismo inspirado por el más puro y persuasivo entusiasmo, que lleva la forma de una prosa muy personal, de entonación bíblica”.
  • “nos em­borrachamos con ese sentimiento místico religioso del socialismo, de justicia que lo impregna todo […] sentimos en nosotros una nueva vida, una creencia más fuerte, alejada de las ordinarias y miserables polémi­cas de los pequeños y vulgares políticos materialistas”.

La religión es la utopía más gigante, la más metafísica que la histo­ria haya jamás conocido, desde que es el intento más grandioso por reconciliar, en forma mitológica, las reales contradicciones de la vida histórica.

El género humano tiene la misma “naturaleza” que el hombre […] como creado por Dios, hijo de Dios, es por lo tanto hermano de otros hombres, igual a otros y libre entre y como los demás hombres […]; pero también afirma que todo esto no pertenece a este mundo sino a otro (la utopía) De esta forma las ideas de igualdad, fraternidad y libertad entre los hombres […] han estado siempre presentes en cada acción radical de la multitud, de una u otra manera, bajo formas e ideologías particulares.

Gramsci insistió en las diferenciaciones internas de la iglesia según orientaciones ideológicas –liberal, moderna, jesuítica, y corrien­tes fundamentalistas dentro de la cultura católica– y según las diferen­tes clases sociales:

  • * “toda religión […] es realmente una multiplicidad de distintas y a veces contradictorias religiones: hay un catolicismo para los campesinos, uno para la pequeña burguesía y trabajadores urbanos, uno para la mujer, y un catolicismo para intelectuales”.

Además, sostu­vo que el cristianismo es, bajo ciertas condiciones históricas,

  • “una for­ma necesaria de deseo de las masas populares, una forma específica de racionalidad en el mundo y la vida”;
  • pero esto se aplica sólo a la inocen­te religión de la gente, no al cristianismo jesuitizado, “puro narcótico para las masas populares”.

Las observaciones de Gramsci son ricas y estimulantes, pero en última instancia sigue el patrón clásico marxista para el análisis de la religión.

7.- Ernst Bloch: las dos corrientes sociales opuestas

Ernst Bloch es el primer autor marxista que cambió radicalmente la estructura teorética –sin abandonar la perspectiva marxista y revolu­cionaria.

De forma similar a Engels, distinguió dos corrientes sociales opuestas:

  • por un lado, la religión teocrática de las iglesias oficiales, opio de los pueblos, un aparato mistificador al servicio de los poderosos;
  • por el otro, la secreta, subversiva y herética religión de los albigenses, los hu­sitas, de Joaquín de Flores, Thomas Münzer, Franz von Baader, Wilhelm Weitling y León Tolstoi.

Sin embargo, a diferencia de Engels, Bloch se negó a ver a la religión únicamente como un “manto” de intereses de clase: criticó expresamente esta concepción.

En sus manifestaciones contestatarias y rebeldes, la religión es una de las formas más significativas de conciencia utópi­ca, una de las expresiones más ricas del Principio Esperanza. A través de su capacidad de anticipación creativa, la escatología judeo-cristiana –universo religioso favorito de Bloch– contribuye a dar forma al espacio imaginario de lo aún no existente.

Bloch, como el joven Marx de la famosa cita de 1844, reconoció el carácter dual del fenómeno religioso, su aspecto opresivo y su potencial para la sublevación.

El primero requiere del uso de aquello que él denomina “la corriente fría del marxismo”: el im­placable análisis materialista de las ideologías, de los ídolos y de las idolatrías.

El segundo, sin embargo, necesita de “la corriente caliente del marxismo”, aquella que ambiciona rescatar el excedente cultural utópico de la religión, su fuerza crítica y anticipadora.

Más allá de cualquier “diálogo”, Bloch soñó con una auténtica unión entre cristiandad y revolución.

Las ideas de Bloch eran compartidas por algunos de los miembros de la Escuela de Frankfurt. Max Horkheimer: “la religión es el registro de los deseos, nostalgias (sehnsuchte) y acusaciones de innumerables generaciones”. Erich Fromm, en 1930, usó al marxismo y al psicoanálisis para iluminar la esencia mesiánica, plebeya, igualitaria y anti-autoritaria de la cristiandad primitiva. Y Walter Benjamin trató de combinar, en una original síntesis, teología y marxismo, mesianismo judío y materialismo histórico, lucha de clases y redención.

La obra de Lucien Goldmann es otro intento de abrir el sende­ro para la renovación del estudio marxista de la religión. Es el intento de comparar –sin asimilar una a otra– creencia religiosa y creencia marxista: ambas tienen en común el rechazo del puro individualismo (racionalista o empirista) y la creencia en valores trans-indivi­duales –Dios para la religión, la comunidad humana para el socialismo.

Sin pretender “Cristianizar al Marxismo”, introdujo, gracias al concepto de creencia, una nueva ma­nera de concebir la relación conflictiva entre convicción religiosa y ateísmo marxista.

8.- El “campo común” de Mariátegui y “teología de la liberación” de Gutiérrez.

La idea de que existe un campo común entre el espíritu revolu­cionario y la religión ya había sido sugerida por el peruano José Carlos Mariátegui, el marxista latinoamerica­no más original y creativo. En el ensayo “El hombre y el mito” (1925), propuso una visión heterodoxa de los valores revolucionarios:

La burgueses intelectuales ocupan su tiempo en una crítica raciona­lista del método, la teoría y la técnica revolucionaria. ¡Qué malen­tendido!

La fuerza de los revolucionarios no descansa en su ciencia, sino en su creencia, su pasión, su deseo. Es una fuerza religiosa, mística, espiritual. Es la fuerza del Mito […] La emoción revolucio­naria es una emoción religiosa. Las motivaciones religiosas se han mudado del cielo a la tierra. No son más divinas sino humanas y sociales.

Mariátegui no quiso hacer del socialismo una iglesia o una secta religiosa, sino que intentó restaurar la dimensión espiritual y ética de la lucha revolucionaria: la creencia (“mística”), la solidaridad, la indignación moral, el total compromiso, la disposición a arriesgar la pro­pia vida (lo que el autor llama “heroico”).

9.- Re-encantar al mundo

El socialismo para Mariátegui era inseparable de un intento de re-encantar al mundo a través de la acción revolucionaria.

Se transformó en una de las referencias marxis­tas más importantes para el fundador de la teología de la liberación, el peruano Gustavo Gutiérrez.

75 comentarios

  • h.cadarso

       Amigo Pepe Sala:  Siempre es agradable converger y coincidir en este o aquel punto de vista. Ayer pensé que era hoy, y veo que hoy jueves no han nada. Me dices que el sábado sí; a ver si podemos coincidir, porque yo no suelo andar a deshoras fuera de casa. Ya sabes, la edad…
       Ya me han dicho que lo de ayer fue de maquis y cosas por el estilo.  Estarías en tu salsa, jabalín…

  • m. pilar

    Estimado Pepe:

    Pones unos ejemplos que hacen temblar: ¿Maciel?

    ¿Que  hizo para cambiar, que hicieron otros para llevarlo ante la justicia? ¡¡¡Nada de nada!!!

    ¿El ejército siguió igual?

    De eso nada, poco a poco empezaron a bajar los humos, y fueron quitándose de la primera fila.

    ¿Se hizo en un día? ¿Cómo?
    Eran los dueños del cotarro, hacían y deshacían desde los más bajos cargos y no digamos nada de los grandes.

    Yo vi enfermar a un alto mando, que estaba en la reserva, esperando ser elevado a la siguiente  categoría… ¡que no llegó!

    ¿Eso no es cambio? Los uniformes caquis dejaron de verse a cientos por la calle cada día, poco a poco si ¿se podía hacer de otra manera subidos donde estaban hasta ese momento?

    ¡Por favor Pepe! Yo no te pido que tú le agradezcas nada si así lo sientes, y otra cosa es decir las cosas como son; pasamos del temor a un uniforme, a la esperanzada confianza, de que se iría haciendo un cambio paulatino y así sucedió.

    Yo así lo viví, pase del temor a la confianza, a la esperanza de que poco a poco las cosas cambiarían y para mí ¡cambiaron!

    Siento si te molesta, más te digo; cualquier persona de las que estaban en la mente de los que tenían capacidad de hacer el cambio, no lo hubieran hecho mejor, dado que todos los otros pensamientos estaban  en el exilio.

    ¿Cómo podrían haberlo hecho? Adolfo Suarez  tuvo la capacidad de sentarlos todos a la mesa de negociación, trajo a los exiliados dándoles su categoría perdida y todos juntos, trabajaron para poder arreglar tanto mal causado con una dictadura implacable con aquellas personas que aún hoy, siguen pensando que Franco fue un liberador…

    Con tristeza te diré, que conozco algunas personas así, y son buenas, pero su experiencia de la república según cuentan (yo no lo conocí) fueron mucho peores que lo que el dictador les ofreció después, y no hay manera de que lo vean.

    Como también conozco personas con tus mismas experiencias, que sufrieron ¡con gran dolor! por tanto arrebatado; y poco a poco empezaron a vivir su vida con mucha más libertad, las conozco y las quiero.

    Siempre (menos los años que A. Suarez estuvo en política que por agradecimiento le voté) lo hice a la izquierda… y tristemente tengo que reconocer, que no se han destacado por su buen hacer y lo sigo haciendo; ni tampoco los grandes cargos de los sindicatos, y te lo digo como trabajadora.

    Siento Pepe no estar contigo en esto, yo sí siento agradecimiento, porque el cambio en otras manos quizá hubiera traído otros enfrentamientos  de nuevo cueles y ya habíamos padecido suficiente.

    A. Suarez, es el único presidente del gobierno que separó la iglesia del poder, cosa que ninguno de los otros presidentes lo han mantenido, y así estamos como estamos, que manda más la burra que el dueño del campo.

    Con cariño.

    mª pilar

  • Eva

    Dificilmente pueden haber un guiño entre marxismo y religión, ni siquiera llega a existir una relación entre marxismo y filosofía. Marx nunca estableció un pensamiento de forma completa y consciente  y menos aún  le dio una expresión final, sus manifiestos deterministas y ecomomicistas están condicionados por un contexto social, histórico y geográfico determinado. Por lo tanto su pensamiento esta reducido a la creación oligárquica  de una clase, al interés de clase y las clases sociales no poseen pensamiento, el individuo y la clase son sujetos de la historia.  No hay debate filosófico en la obra de Marx, sólo se atisba un mínimo cientificismo anti religioso  determinado por el momento histórico en el que vivió, en el que se intentaba descubrir las leyes y relaciones causales que pudieran explicar el sentido de la sociedad y de la historia, pero núnca llegó a plantear esto ni a debartirlo sólo desarrolló  una obra para emocionar y movilizar a las masas.

  • George R Porta

    María Luisa y a quien lo desee: este es un enlace a YouTube onde “De Nadie” aparece dividida en 8 fragmentos pero bastante bien hechos. Vale la pena y desde luego, es opcional.
     
    http://www.youtube.com/watch?v=uX4X1YhW-sY
     
     
     

  • George R Porta

    Gracias, amiga María Luisa: Copio de tu respuesta y comento brevemente (386 palabras, ¡en mi caso un milagro!):

    “Entonces la praxis sería desde este punto de vista un hacer distinto del puro hacer natural adoptando un carácter transformador en el sentido  de una actividad humana como creación de capacidades y apropiación de posibilidades en el curso dinámico de la historia”.
     
    Me parece válido si la praxis no fracasa. En la realidad opresora no me parece lo mismo.
     
    ¿Conoces la película titulada “De Nadie”?
     
    Su argumento documental: Una mujer sale de su país centro-americano hacia este Norte, vía México.  Sus ilusas esperanzas, sus experiencias, su “destino” y, sobre todo, las circunstancias materiales de su descubrimiento de lo que nunca supuso al partir (como Cristóbal Colón): Su destino materialmente histórico.
     
    Multiplica este caso por 10³, muchas veces. Resultará una muestra fiable y representativa de una humanidad cuya praxis “materialmente hablando” no constituye un hacer distinto del puro hacer natural adoptando un carácter transformador en el sentido  de una actividad humana como creación de capacidades y apropiación de posibilidades en el curso dinámico de la historia” sino “un hacer distinto, del puro hacer natural, adoptando un carácter transformador de una actividad humana que destruye capacidades y aliena posibilidades en el curso dinámico de la historia” , (perdóname la sustitución de términos).

    La opresión es material, histórica, responsabilidad solo del opresor, pobre o rico, gánster o no, pero siempre de quien sea más poderoso (Darwin).
     
    Perdóname por utilizar tu párrafo para serte breve. Quizás mis placas amiloideas se hacen sentir y no comprendo. Pero cuando una cosa deja de ser porque se transforma, el resultado debe llevar un nombre distinto.
     
    El Materialismo Histórico no debiera ser una excepción. El marxismo en cambio puede variar como método de pensamiento crítico pero no puede cambiar su partida desde Materialismo Histórico cuando lo hizo en la época de la crítica de Marx a Hegel. El punto de partida queda materialmente donde siempre estuvo.
     
     
    Aprecio mucho tus comentarios. No te enfades conmigo porque no comprenda. Esto del no comprender no es cosa tuya. Explicas bien, sin ironías soy viejo y duro de entendederas. Me duele pero es “materialmente real”, sin ironía. Un abrazo cordial. (“De Nadie” se encuentra en la Internet pero pudiera enviártela si la deseas aunque te anticipo que es fuertemente triste).
     

  • M.Luisa

    Hola George!
     
    Te  aseguro  que  sólo  ya al comenzar  “cortaría por lo sano” como tu mismo me propones,  pues comprimir en un comentario  la idea contenida  en toda una Obra en su conjunto resulta bastante complicado  sin embargo  como tú mismo has seleccionado párrafos míos intentaré responderte sin extenderme demasiado. No punto por punto pero creo que con lo que diré quedarán todos ellos  más o menos de algún modo respondidos. Ahora bien,  no mezclaré  explicitamente teología y filosofía, sólo pues  de filosofía  pero filosofía liberadora.
     
    No, no coincido contigo en la interpretación que haces de la siguiente puntualización mía .
     
    “La concepción marxista de la historia es materialista, bien, pero, George,  esto no quiere decir que la realidad histórica sea formalmente materialista son dos maneras distintas de inter-pretar la historia
     
    El tema de la realidad en esta cuestión es importante ya que  en la filosofía zubiriana  ese término,  por asumir sin dificultad alguna  los grandes resultados  científicos, especialmente la teoría de la relatividad la mecánica cuántica  y los últimos desarrollos de la genética se le entiende con un   sentido nuevo de lo que se entendía en su concepto clásico de realidad  y  por tanto en una posición ventajosa con respecto al   materialismo dialectico que había tenido dificultades    en acoplar  en él algunos adelantos de la ciencia.  De ahí el materialismo abierto dotado de más rigor y radicalidad que aquel  para enfrentarse a los problemas planteados por la injusticia  social y abordarlos más amplia y profundamente en sus diferentes aspectos.
     
    Nuestra experiencia actual de la realidad  no es sin más la experiencia de la materia o de la vida, sino la experiencia plena que tiene un carácter histórico y   como puedes comprender es en ella  en esa experiencia donde en comentarios anteriores  situé el acto humano no como “factum” como hecho, sino  aquella acción humana cuyo modo de realizarla  concretiza una praxis.
     
    Así considerado  el horizonte de la historicidad  no se resuelve simplemente en  la facticidad de las cosas,  desde el punto de vista de los hechos, como ya señalé,  sino también desde el punto de vista de lo que se está haciendo y de lo que queda por hacer, en una praxis en la que el ser humano realiza aquello que hace y a la vez  se realiza así mismo. Este caracter de suceso es lo que trasciende en la historia cuya  consideración  constituye  otro aspecto del carácter abierto de la realidad.
     
    Entonces la praxis sería desde este punto de vista un hacer distinto del puro hacer natural adoptando un   carácter transformador en el sentido  de una actividad humana como creación de capacidades y apropiación de posibilidades en el curso dinámico de la historia.
     
    Espero haberte servido de algo, si no tómalo con mi mejor voluntad

  • pepe sala

    Veamos, Mª Pilar. Dices:
     
    “” Pepe: Yo creo que Adolfo Suarez, precisamente por venir de donde venía, tiene más mérito;  luchar desde ahí, para volver a traer la democracia que anteriormente otros intentaron y no pudo ser.””
     
    Si seguimos tu propia lógica argumental, deberíamos celebrar que Maciel solucionase los asuntos de la pederástia y Bárcenas arreglase los asuntos de la financiación de partidos políticos.  Concluiríamos en que es muy satisfactorio poner a los lobos para cuidar a las ovejas. Efectivamente, el ” lobo Suarez” no podía tener ideas DEMOCRATICAS, puesto que hasta el día anterior de ser nobrado Presidente, era el JEFE de quienes se cargaron la democracia durante 40 años.
     
    Así quedó el asunto y así seguimos. No se cambió ASOLUTAMENTE NADA que pudiera dar a entender que se buscaba un nuevo sistema en España. Se quedó el mismo ejército, los mismos guardias civiles ( traidores a la Democracia) los mismos Jueces, el mismo Jefe de Gobierno impuesto por Franco, la misma Iglesia Católica, los mismos bancos ladrones, las mismas fuerzas represivas de la dictadura y, por si fuera poco, Falange Española siguió siendo legal hasta la actualidad.
     
    No podía ser de otra forma, considerando a los lobos que pusieron a solucionar los asuntos de la manada de borregos españoles que tragaron ( tragamos) con sapos y culebras que se han emponzoñado más aún si cabe.
     
    Luego dices lo mismo que se hartan de repetir los mas-medias:
     
    “” Después de 40 años de una dictadura horrible, creo que algo de agradecimiento se puede sentir por Adolfo Suarez.””
     
    Por los mismos argumentos que he mencionado, yo no tengo absolutamente nada que agradecerle a Suarez ni a los otros Presidentes tampoco. Fue precisamente Suarez quien mantuvo el auge de la ” dictadura horrible” desde sus altísimos cargos institucionales en el franquismo: Director General del Glorioso Movimiento y director de radio-televisión española.
     
    Efectivamente, Maciel solucionando los asuntos de la pedofília de los Legionarios de Cristo Rey.
     
    Así nos luce el pelo ” democrático” en esta España de pandereta y foot-baal.
     
    Saludos, pues.

  • George R Porta

    Amiga María Luisa: te respondo entensamente y lo comprendo así que por favor no te aflijas si has de “cortar por lo sano” y concederme tu ampliación del tema solo parcuialmente si en alguna medida.

    Copio tu párrafo a continuación. Has de perdonárme, te pido que no te lo comprendo (Énfasis mío):

    I: “La concepción marxista de la historia es materialista, bien, pero, George,  esto no quiere decir que la realidad histórica sea formalmente materialista son dos maneras distintas de interpretar la historia.

    Sé que andes cargada de trabajo y responsabilidades (o de responsabilidades de trabajo) porque ya lo has dicho antes. Pero ¿quisieras explicarte aunque fuese un pelín?

    Lo que comprendo de esta interpretación que aludes—no sé si concurrirás con mi interpretación y me gustaría saberlo— es que la realidad sea la historia. Es decir que lo que ocurre y ha venido ocurriendo y conduciendo la vida por un camino en busca de un destino es la única historia y en esa línea la correspondencia de la necesidad y la libertad es conditio-sine-qua-non del movimiento dinámico de la realidad, o el materialismo histórico deja de ser ambas cosas.

    Ex cursus: En cuanto a la relación necesidad libertad me refiero a esto: Todo lo necesario hay el deber (que se materializa en la libertad) de ejecutarlo, ponerla por obra. El  criterio del discernimiento de en este caso, no es arbitrario. Todo lo contrario, análogo a la extraordinaria intuición de Ignacio en los Ejercicios al hablar de la Mayor Gloria de Dios, corre por estas líneas paralelas:

    a) Si se trata de algo que contribuirá a perpetuar la opresión y la injusticia  es obligatorio (necesario y se tiene la libertad de eliminarlo. Así el materialismo histórico lleva a la situación por primera vez en la historia occidental de que la historia (o la cadena de sucesos vividos sean interpretados y tratados desde la óptica o el horizonte de las personas oprimidas.
    b) Por eso el cambio revolucionario violento se hace necesario porque la otra opción tolera y por lo tanto perpetua la opresión y la injusticia en alguna medida con lo cual los /las propios/propias oprimidos/oprimidas se convierten en cómplices de su propia opresión.
    c) Conclusión los revolucionarios tienen la libertad de implementar o mejor “causar” el cambio de orden necesario de opresor a justo y no pueden hacerlo “ya” sin comenzar por oprimir a sus opresores establecidos, hacerles desaparecer de la escena, despojarles del poder.

    Ex cursus: Pienso en Jesús y para su época era locura lo que hacía y decía. Su libertad le viene de que su Padre desea un orden justo y esa Verdad le libera del miedo a la muerte. Su libertad viene de que no tema a perder su vida (por este camino define la mayor amistad) porque “perdiera su vida en lugar de ganarla” precisamente si no hace y dice lo que sabe que sea necesario hacer y decir para instaurar el Mundo de la Justicia y de la “no-opresión” que su Padre desea.

    III. Añades que la segunda interpretación a que aludes registra en su concepto de historia un materialismo  abierto e incluyente.

    ¿Pudieras aclarar que quieres decir con la calificación de “materialismo abierto”? En efecto “abierto a qué, ¿a los opresores? Porque el criterio sigue siendo el mismo que propone Gustavo Gutiérrez para leer a Jesucristo como evento, por primera vez, desde los oprimidos y por los oprimidos y hacer que la realidad cambie de manera que elimina e imposibilite la recurrencia de la injusticia,

    IV. Concluyes planteando esta pregunta: ¿Acaso no se  percibe  cómo se corresponden estos dos esquemas con los dos momentos unitarios anteriormente descritos  que conforman  la acción humana?

    Te copio 25-Marzo-2014 – 8:41 am: “Evidentemente que la historia tiene un curso pero este curso no pende de la acción humana tangencialmente considerada como “hecho” sino en tanto realización de posibilidades, es decir, como “suceso”.

    Confieso que me pierde el lenguaje: ¿No constituyen los sucesos la substancia material de la historia? No me refiero a la forma en que la cuenten los vencidos o los vencedores, sino a la serie o concatenación real de los sucesos.

    La “opresión” cuando la cuenta el oprimido es más genuina que cuando la cuenta el opresor. Caso a punto, el maltrato de la mujer cuando lo enjuicia una que lo conoce, versus la misma “historia” contada por una que lo justifica de alguna manera. El oprimido la denuncia e invita a exterminarla. El opresor la justifica e invita a perpetuada.

    Ambos ven la sucesión de presión como necesarios pero desde el punto de vista materialista histórico los oprimidos solamente reconocen la necesidad de eliminar la opresión y de ello emerge el derecho a hacerlo porque lo hacen en nombre de la justicia. Los opresores solamente pudieran hablar racionalmente de legalidad o no, que no significa obligatoriamente, como sabes, lo mismo que justicia.

    V: He buscado a todo lo largo del hilo y no encuentro ninguna otra intervención tuya que aclare esta otra frase final de tu párrafo: ¿Acaso no se  percibe  cómo se corresponden estos dos esquemas con los dos momentos unitarios anteriormente descritos  que conforman  la acción humana?”

    Si la apertura del materialismo “nuevo” por llamarlo de alguna manera es apertura a para negociar la opresión incurre en una contradicción antagónica que no puede resolverse sin alterar violentamente la historia.

    Si se tolerara alguna forma de opresión, por ejemplo, equivaldría no a que Jesús comiera y bebiera con los pobres y proscritos y tolerara cerca de él la representación de la injusticia, sino que estaría haciéndose cómplice pasivo de los romanos y los escribas y fariseos, insensibilizándose con los oprimidos y los sufrientes porque les diera igual preferencia.

     
    Otro ejemplo contemporáneo fuera la hipocresía de Francisco al nombrar a un representante en Davos 2014 para que exhorte a los que allí se reúnen a eliminar la desigualdad. Es decir a que eliminen lo que les sostiene en el ejercicio del poder hegemónico. Exhortarlos al suicidio.

  • Santiago

    gracias George por tu comentario….Por supuesto que me importa lo que escribo y lo que escriben…pero lo que quiero decir es que tengo la impresión que “nadie tiene pelos en la lengua” por aquí ,y mis compañeros escriben con toda libertad y parsimonia…Por tanto, yo siento que debo expresarme segun lo que sienta y crea..siguiendo el ejemplo de todos….Pero -como he dicho- no es mi deseo polemizar profundamente en lo personal….Sino mas bien, intercambiar ideas…constructivas….

    Por otra parte, creo que estás plenamente capacitado para entender a cualquiera, incluyéndome a mi, que no me considero un experto en nada, sino solamente un seglar comprometido en la fe en Jesus de Nazaret, que busca y trata de seguirlo, a pesar de sus defectos…..Tu posees una amplia cultura….que puedes enfocar de la manera que desees….sin retirarte de repente….por desagrado…al contrario, la postura positiva de seguir “en la brecha” es mas humana, es mas digna….hace que tu interlocutor no se sienta mal, pues no lo descartas como una mercancía inútil…..Pero ya sabemos que cada uno tiene su “estilo” propio…y lo sabe manejar…

    La cuestión que plantea Honorio es interesante….pues en el ensayo de la teología de liberación existe un encuentro entre el marxismo y el cristianismo…Yo había dicho -en mi diálogo con Oscar- que eran 2 “opuestos”….que en su esencia son incompatibles….El cristianismo teísta parte de un “realismo crítico” que es fundamentalmente espiritual….ya que el espíritu precedió a la energía-materia, sin amalgama panteísta…..y el marxismo parte de la energía-materia, asignándole Marx a la materia una “capacidad pensante” que no tiene en si misma, y sin la posibilidad de que “otra” realidad pueda existir…
    Por tanto, cuando estos 2 opuestos tratan de reconciliarse…no lo pueden hacer en su esencia….sino que se reduce todo a lo meramente “accidental”…a lo superficial, y a lo externo….En el fondo, son dos sistemas filosóficos diferentes, en su base y en su objeto final….En el cristianismo la realidad espiritual es trascendente y permanente, en el marxismo lo material es lo trascendente,  pero está limitado por  las propiedades  particulares de la materia, ya que ella constituye su propio fundamento y esencia……. 

    Porque si el materialismo dialéctico no fue definido de esta manera por Marx o Engels, como bien dijeste, George,…sino formulado por Georgi Plejánov….sin embargo, Marx y Engels, tomando como base la crítica materialista de Feuerbach y la del idealismo dialéctico de Hegel, dieron como resultado la visión monista del mundo que incorporaba una dialéctica entre materia y espíritu, siendo la actividad humana la base de esta interacción….Marx, pues, desarrolló en sus trabajos la concepción “puramente materialista” de la historia que es la “ideología alemana” como método de análisis. Engels fue posteriormente el que formuló una “ontología marxista” y esto vino a llamarse “materialismo dialéctico”.
    En esta filosofía, la realidad material se independiza de lo espiritual que es la conciencia. Se establece, pues, la relación “materia-sobre-conciencia” en la que la materia es primaria y la conciencia solo un producto del desarrollo ulterior de la materia….Por eso el materialismo dialéctico es inseparable del ateísmo científico…ya que segun  Marx “solamente lo que es material es perceptible, conocible,… y nada es conocido sobre la existencia de Dios”

    Por tanto, estas 2 filosofías solo pueden encontrarse “accidentalmente” puesto que si se encontraran “esencialmente” desaparecerían sustancialmente….Sería, entonces, “otro cristianismo” y “otro marxismo”…..

    Como me decían de joven y en broma: “ánimo, valor….y miedo”

    Un abrazo    de Santiago Hernández

  • oscar varela

    Hola!
     
    Leo en http://www.argenpress.info/2014/03/hay-que-preparar-el-futuro-porque.html
    Hay que preparar el futuro porque empezará algo nuevo muy difícil
     
    “El economista más influyente del mundo, Nouriel Roubini, explica las recientes turbulencias de los mercados mundiales y opina que si el curso de la economía mundial no cambia, el capitalismo puede autodestruirse.

    El problema estructural actual de creación de empleo se agrava con el avance de nuevas tecnologías de fabricación.
     
    Sería necesario cambiar la fiscalidad del trabajo contra el capital, encontrar las formas de invertir en mejores sistemas educativos, escuelas de formación profesional y reducir los impuestos sobre la nómina, como una forma de aumentar la demanda de mano de obra.

    De lo contrario, aparece un círculo vicioso de poca creación de empleo y el aumento en beneficios y el PIB, lo que reduce aún más la demanda agregada.
     
    Por lo tanto, el gurú de la economía compara la situación actual con la idea marxista de que si los beneficios crecen demasiado en comparación con los salarios, el consumo no va a ser suficiente y el capitalismo va a autodestruirse.
     
     
    ‘la visión de Karl Marx es tan útil hoy como lo fue hace 100 años’, añadió Roubini.

  • m. pilar

    ¡Gracias Hornorio!

    Estoy contigo, yo no sé explicarlo tan claro y de manera serena como tú lo haces. ¡Gracias!

    Pepe: Yo creo que Adolfo Suarez, precisamente por venir de donde venía, tiene más mérito;  luchar desde ahí, para volver a traer la democracia que anteriormente otros intentaron y no pudo ser.

    Se retiró con una dignidad que no se ha vuelto a repetir, y otra cosa… ¡¡¡Nada se llevó!!!

    Después de 40 años de una dictadura horrible, creo que algo de agradecimiento se puede sentir por Adolfo Suarez.

    Algo de lo que él tuvo, deberían tener los presentes políticos de todos los colores.

    Como todo ser humano, seguro tuvo errores.
     
    Personalmente si siento agradecimiento, porque supo sentar a todos juntos y entre todos de manera especial la izquierda, pudimos salir de aquella terrible dictadura.

    Esa  manera de pensar que sembró el dictador,  muchísimas personas la llevaban grabada a fuego desde en su misma entraña… y hoy todavía las hay.

    Esto lo digo con cariño, respetando siempre tu pensamiento deseo y obras.

    mª pilar

  • pepe sala

    ¡¡ Joder !!, Honorio…
     
    Por fin te leo algo que entiendo a la perfección. Ese es precisamente mi propio discurso en los años que llevamos en ATRIO y no siempre he sido entendido por ” tirios y troyanos”.
     
    Celebraremos el 77 aniversario del bombradeo de Durango. Mañana, por la tarde, estaremos allí con los pocos guerrilleros antifranquistas que nos quedan vivos. El Sábado habrá otro acto institucional que tampoco me perderé, por más que me sigan criticando por mis jodidas ideas marxistas-comunistas-anarquistas y REBELDES.
     
    La memoria es lo último que se debería perder, salvo cuando las amnesias convenientes nos llevan a considerar a los DICTADORES como los inventores de la ” memo-cracia” ( léase el tal difunto Adolfo Suarez, que pasó, en una sóla noche, de ser el jefe de la dictadura ( Ditector general del Glorioso Movimiento) a ser el jefe de la MEMO-cracia como presidente-inventor y guía de la supuesta transición. (TRASNFUSION, efectivamente.)
     
    Me he llagado a poner de mala hostia viendo la televisión y ayoendo a los canalizadores de mentes ” privilegiadas”. Mientras los comentaristas aseguraban que el PUEBLO estaba rindiendo homenaje al ” inventor de la democracia”, las imágenes mostraban al rey, a los principes, a los banqueros, a los presidentes de semejante camelo HIPOCRITA.
     
    Y a ver quien es el guapo que se atreve a decir lo contrario que asegura la televisión-periódicos- sacristías , ATRIO etc, etc…
     
    Bueno pues, no tengo remedio y me condenaré por ser tan incrédulo. Qué le voy a hacer…

  • M.Luisa

    Querido Honorio,  estoy completamente de acuerdo contigo en que entre marxismo y cristianismo hay muchos puntos de encuentro, es lo que he intentado  mostrar en mis intervenciones anteriores.

    En  lo que ya no estoy  en absoluto de acuerdo es sobre lo que dices de Zubiri, pues  fue Ellacuría quien elaboró su la teología de la liberación sobre la base filosófica-materialista de Zubiri.  Sí,  su filosofía es totalmente intramundana y materialista.
     
    Por lo demás,  su modo de posicionarse frente al franquismo  fue combatirlo mediante su filosofía que no es poco  y   también,  por otro lado,  ayudando  a librarse de él   a muchas personas.
     
    Un abrazo,amigo!

  • h.cadarso

       Quizá la razón de que nuestro diálogo o confrontación de opiniones no sean demasiado fecundoss y productivo está en que en vez de dialogar, ponernos todos en un mismo tono y en un mismo plano, seguimos con nuestra música desoyendo la de los otros.
       Yo sugiero que analicemos la teología de la liberación como lugar de encuentro y diálogo entre marxismo y cristianismo, pero tengo la impresión de que nadie recoge este guante. Y añado aquí que además de los regímenes que se autocalificaron y fueron calificados de comunistas en el pasado, y otros a los que hoy se califica de comunistas, hay todo un impulso surgido del marxismo que anima a miles y millones de luchadores que intentan oponerse al vasallaje y a el hambre insaciable del capitalismo. El Partico Comunista de España fue clave en la superación de la dictadura franquista y la Transición a un régimen democrático.  Muchos cristianos se han afiliado y han luchado con y en partidos comunistas de la Europa occidental, entre ellos me cuento yo, modestamente. Y en ningún momento he sentido que mi compromiso con el comunismo y con el cristianismo se excluyesen el uno al otro.
       Yo sugeriría una vez más que busquen ustedes en Internet textos sobre el católico propuesto para los altares Julius Nyerere y sus críticas al capitalismo. Por favor, no me hablen de un diálogo y ayuda de los países ricos de Occidente a Africa, lo de Africa subsahariana es una maniobra descomunal de expolio y robo a mano armada del Fondo Monetario Internacional que ampara a todos los buitres que negocian con diamantes, oro, minerales raros, petróleo y todas las riquezas de Africa. Demuéstrenme que estoy equivocado en esta mi visión de Africa…
       Si leemos los textos que nos propone Atrio, podremos comprobar que el marxismo no es una teoría bloqueada e inmutable, que su gran principio es el estudio de la realidad y la adaptación a esa misma realidad, que no hay ningún fatalismo en sus predicciones, que el porvenir de la humanidad y del planeta tierra depende de la acción que desarrollemos los humanos para corregir el rumbo que estamos llevando.
       Me niego en rotundo a admitir que para el marxismo los capitalistas y sus aliados tengan que ser eliminados. Lo que propone el marxismo es que todo ser humano acepte integrarse en la comunidad y en el trabajo como uno más, sin privilegios ni prebendas, que la humanidad entera se estructura como una familia de seres iguales en derechos y obligaciones.
       Hasta llegar a este debate, siempre consideré que los debates filosóficos y teológicos que nos traíamos estaban un tanto desconectados de la realidad que nos rodea, un si es no es debates sobre el sexo de los ángeles…A mi entender, Ortega y Gasset construyó una filosofía para burgueses y para regímenes controlados por la burguesía, por élites prefabricadas y predestinadas. Y digo lo mismo de tantos filósofos alemanes que pasan olímpicamente de Marx. Y digo lo mismo del mismísimo Zubiri, otro más que, como Unamuno o como Ortega y otros intelectuales españoles, no se posicionaron clara y firmemente frente al franquismo, como se posicionó Antonio Machado, o García Lorca, o Manuel de Falla, o Juan Ramón Jiménez…Y menos mal que a Zubiri le hizo una revisión a fondo Ellacuría mediante una transcripción de su filosofía a un lenguaje más marxista.
       Yo no puedo aceptar el amticomunismo visceral del papa Juan Pablo, su incomprensión y aversión a la experiencia marxista de Cuba y a los intentos conciliatorios del arzobispo de la Habana Oves, su enemiga hacia la teología de la liberación, hacia el poeta nicaragüense Cardenal…
       Pero perdónenme, es mi lenguaje, es mi manera de verlas cosas, yo me muevo en paisajes como estos. A lo mejor no son los mismos paisajes de ustedes…Y lo siento en el alma, y les pido perdón por hablar un lenguaje quizá demasiado extraño… 

  • M.Luisa

    La concepción marxista de la historia es materialista, bien, pero, George,  esto no quiere decir que la realidad histórica sea formalmente materialista son dos maneras distintas de interpretar la historia. La primera  de carácter reduccionista apunta a un materialismo  cerrado  reduciendo a naturaleza la historia   mientras que la otra  registra en su concepto de historia  un materialismo  abierto e incluyente. Acaso no se  percibe  cómo se corresponden estos dos esquemas con los dos momentos unitarios anteriormente descritos  que conforman  la acción humana?
     
     

  • oscar varela

    Hola George!
     
    A vos que te gusta tanto el Cap. 8 de Juan (a mí también cuando a Jesús le hinchan las pelotas y se pone a garabaear en el suelo con un palito, porque era “educadito” y los quiere putear en público mandándolos al ¡Carajo! ¿no?)
    ¿podés mirar a Juan desde 8,12 hasta final del cap. 9?
     
    Ese montonazo de texto-controversia-reflexión es uno de los kilombitos más interesantes para darnos cuenta que “los de a pie” entendemos poco -y de ese poco, nada-
     
    Parece tratarse de simbolismos muy queridos a esos tipos que no tenían electricidad y valoraban lo que es una sencillita lamparita de LUZ para nosotros.
     
    Con esa metáfora quedaba claro que “para VER” hay que IR-A donde haya LUZ.
    Y ese es el JUICIO: Auto-nomicamente VAS o NO VAS a la LUZ por propio Paso.
    (Se puede llevar el caballo al río, pero no se puede hacer que tome agua)
     
    Filosóficamente acá se juega un doble sentido de la LIBERTAD:
    Uno radical (aceptar o no aceptar “pá qué mierda estamos en este mundo”
    OTRO con-siguiente al radical “dado-optado”. Si elegiste la LUZ, podés hacer musiquita o la comida a tu familia; cada cual sabrá dónde y a qué hora le a´prieta el zapato (Deberes de Estado).
     
    ETC., etc.
     
    ¡Voy todavía! – Oscar.

  • George R Porta

    Amiga María Luísa: Si te comprendo bien, estoy de acuerdo. Pero me refería a que dentro del marxismo es solamente la clase obreara la que mueve la historia y por eso se legitima su violencia. En el Proyecto de Jesús es la humanidad transhistóricamente incluso (sus interpretes en las fórmulas de los Credos incluyen el descenso a los Infiernos porque no ven cómo ser consistentes con la universalidad del mensaje que le atribuyen sin perdonar de entrada aun a quienes habitan en los infiernos por decir los más excluidos por ser “malos” en toda la historia anterior.
    En el marco del materialismo los opresores solamente son arrasados, eliminados, excluidos porque resisten abandonar el poder y sumarse al carro de ese “fantasma que recorre el Mundo” o esa “Mundo Nuevo amasado por los Trabajadores” que se nos ehca encima. En el Proyecto Jesús si alguien quiere y opta es bienvenido no importa su pasado conductual de cualquier forma. En el proyecto materialista histórico hay gentes que no pueden porque no merecen la opción de sumarse y son eliminados de entrada o han estado adentro y alguien los juzga disidentes y son eliminados (Trostki, etc.). El proyecto de Jesús no incluye, per se, el rol de tiranos o dictadores, el proyecto materialista histórico los demanda aunque la historia ha probado cuan corrupto sea el poder tan pronto unos u otros se apoderan de él. En el proyecto de Jesús todo es inclusivo y como remarca Oscar algunos se auto-excluyen al menos en algún momento pero siempre pudieran retornar si lo deseasen y fueran bienvenidos (Tomás llamado Dídimo en la narración de las manos en el costado, por ejemplo.)
     
    Un abrazo cordial.

  • George R Porta

    Hola Oscar: Sí es cierto. Las narraciones evangélicas incluyen al mnos dos momentos cruciales que pudieran ilustrar la auto-exclsión antes del ajusticiamiento de Jesús y otro después. Me refiero a la narracioón del joven rico y a la atraición atribuida a Judas. Posterior es la renuencia de Tomás a creer sin hundir sus dedos en las llagas a pesar de la aparente creencia del colectivo. Hay otros pero menos importantes: Por ejemplo lo judaizante en Pedro con sus expectativas resiste entrar por la senda del Galileo y al hacerlo se auto-excluye o la madre de los hijos de Zebedeo tratando de que Jesús les anticipe promesas de poder político.
     
    Hola Santiago: Te parece extraño que recurra a los evangelios en mi argumento, pero la realidad es que nunca lo hago. Siempre anticipo el comentario cuestionador de que las narraciones evangélicas atribuyan a Jesús y no digo que en el evangelio Jesús dijera como si fuese su propia expresión, lo cual no hay modo de saber a pesar de trabajo de Crossan y otros.
     
    Tienes razón en cuanto a que desde el tiempo de los paganos los filósofos arguyan lo de la necesidad de la conciencia en cuanto a tener consciencia del bien y del mal, incluyendo el AT y las mitolo-teologías de origen mesopotámico, etc.
     
    Pero lo que los evangelios atribuyen a Jesús es más valioso para mí aunque solamente sean atribuciones de segundos o, más bien, de terceros que no testigos presenciales que se sepa con certeza.
     
    En cuanto a los Padres de la Iglesia, el Magisterio, es tan azarosa su historia y los Concilios que respaldan la elaboración de la incorporación de las filosofías morales griegas y otras son tan cuestionables éticamente que no les resto todo su valor, pero no lo puedo comparar con lo que me parece que Jesús pudo haber dicho porque su ejecución le coloca en el elenco de mártires.
     
    Todo lo demás que escribí acerca de tu estilo, haces bien es desecharlo. Es el tuyo y eso debe bastar, pero si se escribe algo es para comunicar y no para decir cualquier cosa que se desee decir. Y a eso me refería. Los textos tuyos machacan a menudo tus verdades y eso es lo que tienes derecho a hacer si así lo determinas. No ofendees ., es cierto también, pero al ignorar preguntas no manifiestas aprecio por el preguntador o la preguntadora y eso me pareció incompatible con tu tono general.
     
    Un último detall, último será, es que no tomes en cuenta lo que yo diga para nada sobre todo si no sé expresarme. Si te comenté directamente fue únicamente porque quisiera comprenderte. Oscar te lee claramente. Yo no, pero entre la preparación educacional de Oscar y la mía hay un abismo, desde luego por parte de la mía que me corresponde la sima en esta distribución metafórica de los espacios. Un abrazo cordial.

  • M.Luisa

    Lo que me doy cuenta al leeros en estos últimos comentarios es que hallo    nuevos elementos a los que  no sólo me hacen abandonar   mi línea de reflexión iniciada anteriormente sino que me permiten ahondar más en ella.
     
    Por ejemplo, según lo que llevo expresado, dónde hay que ir  originariamente a buscar esta diferencia  que  George  la ve como  problemática y que se inscribe  entre el caracter de   universalidad del Proyecto de Jesús y el materialismo  histórico?  En mi modesta opinión,  esta diferencia habrá que ir a buscarla  en la misma acción humana considerada ésta en sus dos aspectos o momentos, descritos ayer.
     
    Evidentemente que la historia tiene un curso pero este curso no pende de la acción humana tangencialmente considerada como “hecho” sino en tanto realización de posibilidades, es decir, como “suceso”
     
    En estos dos sentidos  de la acción humana la historia cobra un doble  significado, o bien un alumbramiento o una obstrucción progresiva  de posibilidades.
     
    Buenos días!

  • Santiago

    NO es necesario, George, que la palabra conciencia aparezca en los textos de los Evangelios, expresamente definida. Éstos no son una enciclopedia ambulante sobre el cristianismo, sino mas bien una vision cuádruple de la vida, hechos y dichos de Jesus de Nazaret, tal y como la presenciaron sus contemporáneos.
    Me extraña ademas que recurras a los textos evangélicos para tu argumentación porque recuerdo que en otras ocasiones has expresado no tenerles mucha confianza etc.etc…Sin embargo, es sabido que la Iglesia primitiva, desde el siglo I, los leía y los comentaba en las primeras reuniones eucarísticas, aun cuando los testigos de la vida de Cristo todavía vivía, en continuidad con el siglo II..y cuando Justino Mártir decía que las Memorias de los Apóstoles se leían durante la celebración del sacrificio de la Eucaristía etc….

    Por otro lado, amigo George, es imposible que seamos juzgados si no tenemos conciencia sobre como hemos amado en esta vida, porque cuando amamos o no lo hacemos, sabemos y nos damos cuenta, somos, en una palabra, responsables del bien que consiste en el amor y del mal que es el rechazo del amor…

    Y es precisamente sobre esta “conciencia” del bien y del mal en la que el Evangelio se basa cuando en el se narra la venida del Hijo del Hombre que dirá: “Venid, benditos de mi Padre, entrad a poseer el Reino…porque tuve hambre y me disteis de comer…etc.etc…y tambien “Apartaos de mi, malditos…porque tuve hambre y no me disteis de comer..etc.etc.”
    “Y dirán ellos, Señor, cuando te vimos con hambre etc. etc…..y te dimos (o no te dimos) de comer etc. etc”….Entonces les contestará (Jesús)…”cuando lo hiscisteis (o no lo hicisteis) a uno de esos hermanos míos mas pequeños, a MI me lo hiscisteis (o a Mi no me lo hicisteis)….

    Por lo tanto, es necesario saber lo que está bien y lo que está mal…Es sobre la conciencia nuestra donde se basa el juicio…De lo que ignoramos, no somos responsables…..De amar, si somos responsables… Por lo tanto, la descripción del juicio final se basa en el Amor…Por eso, Juan de la Cruz, dice, con razón que el juicio consiste precisamente en esta conciencia del bien y del mal, que es el juicio sobre el grado de nuestro amor durante nuestra vida….Si ignoramos en que consiste el mal …no podemos ser culpables..pero si caemos en la cuenta, entonces, sin arrepentimiento, nuestro pecado permanece…Y este era y es, George, mi punto sobre la conciencia, implícita en el evangelio, y no una invención del magisterio…..y ES sobre esta conciencia  donde recae el juicio…porque existe el mal individual…y es el que hay que evitar…

    Es una suerte que Cristo haya querido dejar que la Iglesia -como Pueblo de Dios, o sea, a traves  del sacerdocio ministerial y el sacerdocio de los fieles- fuera nuestra guía durante esta vida terrestre..y que el mismo Cristo haya querido permanecer con nosotros sacramentalmente…No es posible pues oponer Cristo a su Iglesia, pues son dos cosas complementarias…Nada que permanezca  fuera de la Revelación de Jesus ….el magisterio ministerial y el de los fieles explica y pone al día esa misma Revelación de Jesucristo….hasta el final de los tiempos…

    Agradezco tus comentarios, George…Expongo lo que yo creo, sin intención de ofender, como yo no me ofendo leyendo otros comentarios,incluyendo los tuyos ¿Por que habría de ofenderme?.No considero esto algo personal…Solo un intercambio de opiniones, como he dicho ya……Tengo el mismo derecho que tienen todos los con escriben por aquí, con o sin elocuencia, con o sin pasión, de exponer lo que creo….Respecto a “repetir”, bueno, yo creo que todos “repetimos” una y otra vez, mas o menos lo mismo….y sobre el “dogmatismo”, el dogma -que implica una verdad- está presente en TODAS las ideologías…No debemos, pues, escandalizarnos….y ser mas tolerantes…unos con otros…
    Creo que cada cual es libre para leer cualquier comentario de los de por aquí, o no hacerlo…incluyéndome a mí…Acepto mis errores…Agradezco, tambien, tu sinceridad y encuentro contigo muchos puntos en común, a pesar de la discrepancia…No es mi intención molestar a nadie…es todo lo contrario…Aprecio mucho todo vuestro interés y vuestra paciencia

    Un cordial saludo   de Santiago Hernández  

  • oscar varela

    Hola George!
     
    Dices que el Proyecto-Jesús no excluye.
     
    De acuerdo.
     
    Pero ocurre que “la contra” se AUTO-EXCLUYE ¿no?
     
    Con esos charlo un rato intentando comprenderlos y que me comprendan (teoría y praxis cotidiana). Una, dos, tres…veces … Luego los dejo tranquilos (me sacudo las manos ¡plim, plaf! y ¡Chau pichi! ¡Hasta el otro Carnaval!)
     
    Esas cositas son -“¡ELEMENTAL WATSON!”- fue la respuesta de S. Holmes luego de aguantarse todas las diatribas que éste le tiraba encima para convencerlo de la explicación del Caso.
     
    Tal vez con el Galileo-Jesús pasa algo parecido. LO NATURAL es lo mejor, el LO ELEMENTAL!.
    (no te voy a proponer el concepto de “juicio” y el temade la LUZ en Juan, y etcéteras) LO NATURAL HUMANO, eso es y alcanza para comprender la vida ¿o no?
     
    ¡Vamos todavía! – Oscar.
     
     

  • George R Porta

    NOTA ACLARATORIA: Al inicio de mi último comentario no aparece el texto completo que debí perderlo al traspasarlo de Word: Debe leerse “” una diferencia fundamental entre el proyecto de Jesús y el proyecto que propone el materialismo histórico es que aqu;el sea un proyecto universal y el segundo…”. Gracias por la paciencia

  • George R Porta

    Una diferencia fundamental entre Jes’su-proyecto es que es universal. El materialismo dialéctico pone las esperanzas en la evolución histórica de la mayoría, de los oprimidos, pero al hacerlo excluye a los opresores.
    Eso es un problema porque la dignidad humana que tanto Jesús-proyecto como el materialismo histórico quieren restablecer se diferencian en que el primero reconoce la opresión auto-infligida por el opresor que destruye su dignidad al explotar a sus semejantes. El opresor es víctima de su propia conducta y no puede verlo. El Ché en Guerra de Guerrillas propone que sea necesario arrebatarle el poder porque el opresor nunca espontáneamente o voluntariamente comprenderá que su poder sea injusto.
    No se trata de una sociedad justa de la mayoría, tiene que ser la sociedad justa de todos, es decir una sociedad no excluyente.
    En principio eso fuera utópico solamente hasta que el opresor dejara de resistir y accediera a compartir todo lo que ha quitado y no tiene derecho a poseer:  Zaqueo fuera su prototipo.
     
    En última instancia la justicia está siempre al alcance de la mano de cada uno, y solo la resistencia del opresor y la impaciencia que la misma engendra en los oprimidos impiden que se haga realidad, que pase de se utopía a esperanza el proyecto jesuano de justicia de todos y para todos.

  • h.cadarso

       Gracias, María Luisa, Asun, Pilar, por el esfuerzo que hacéis por relajar la posible tensión que está produciendo este que no sé si es diálogo o debate o rifi rafe.
      Yo creía que la teología de la liberación  y sus promotores o difusores, Gutiérrez, Ellacuría, Cardenal, y demás, tenían mayor prestigio entre los intelectuales americanos de ambos hemisferios, pero parece ser por lo que leo aquí que estoy equivocado.
       Yo creía que teníamos todos una visión más o menos parecida de la historia de Africa desde los comienzos de la descolonización hasta ahora, pero ya veo que no es así.
       Yo creía que desde muchos lugares de América se intenta comprender lo que pasa en Ecuador, Bolivia, Venezuela, Cuba, lo que pasó en la Argentina de Videla y en el Chile de Salvador Allende, lo que pasa en Colombia. Pero ya veo que no he leído la historia verdadera de América, ni tengo ideas claras sobre su situación actual.
       Yo creía que los libros sobre el marxismo que nos propone Atrio últimamente tenían cierto valor y merecían ser leídos y discutidos.
       Yo digo que preferiría vivir al sur del Río Grande; es mi elección personal, no pretende decir a nadie dónde tiene que vivir ni qué tiene que hacer, y tengo una opinión muy positiva de todos ustedes, por supuesto.
      Tendrán que perdonarme si he adoptado actitudes dogmátizantes y de definiciones ex catedra, pero les aseguro que he procurado evitarlo en la medida de mis fuerzas. No, no creo que el marxismo sea un dogma de fe indiscutible, lo propongo como una hipótesis de trabajo con el mismo derecho con el que otros pueden proponer el sistema capitalista.
       Yo no estoy seguro de saber exactamente lo que pasa en Venezuela, Ecuador, Bolivia, Cuba, etcétera. Pero algunos parece que tienen seguridades absolutas y sentencias condenatorias definitivas e indiscutibles de lo que pasa en esos países y en todos los países tocados por el marxismo. Están en su derecho, yo estoy en el mío.  

  • M.Luisa

    Esto es lo malo  tomarse el asunto de manera tan limitada que su horizonte consista  en un mero  intercambio de opiniones(Santiago) Opinar es bueno, naturalmente, pero la temática que ofrecen la mayoría de artículos posteados aquí piden ser tratados de un modo en el que nos obliga a ir  más allá de nuestras meras  opiniones. Su índole, precisamente, viene a consistir  en facilitarnos el encuentro con nosotros mismos,   con los demás y con  la verdad, todo ello  en situación de búsqueda.
     
    Ni  sólo opinar ni  tampoco dogmatizar!
     
    Como ya es sabido yo  tengo que bregar diariamente  de forma considerada hacia sus personas   con muchos Santiagos (Ya me disculparás   pero creo que así se me entiende lo que quiero decir  sin  recurrir a demasiadas explicaciones)  y os puedo asegurar que la diferencia que separa un@s y otr@s no se arregla tan sólo   con las opiniones  respectivas  dadas de un lado y del otro. Ir por esa vía, como se ha comprobado aquí mismo, es un nunca acabar. Hay que ir al meollo de la cuestión e indagar el modo cómo un@s y otr@s  nos enfrentamos con la realidad anímicamente o realmente.  Cuando lo descubrí y me puse a ello  mi corazón volvió a latir  con normalidad, el cansancio está ahí,  pero  ya todo es distinto.

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