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La carta de la Tierra y 5/5

Tierra

IV. DEMOCRACIA, NO VIOLENCIA Y PAZ

Las últimas diecinueve proposiciones de la Carta, en cuatro puntos que recmachan la estrecha relación entre el futuro de la tierra y la capacidad que tenga la humanidad, como como el más decisivo sistema vital que se sostiene en ella para organizarse en democracia y paz verdaderas.

La visión planetaria de la humanidad es algo más que una moda pasajera de preocupación por la naturaleza y la ecología. Al final, la conclusión es un “ir todavía”.

13. Fortalecer las instituciones democráticas en todos los niveles y brindar transparencia y rendimiento de cuentas en la gobernabilidad, participación inclusiva en la toma de decisiones y acceso a la justicia

a. Sostener el derecho de todos a recibir información clara y oportuna sobre asuntos ambientales, al igual que sobre todos los planes y actividades de desarrollo que los pueda afectar o en los que tengan interés.

b. Apoyar la sociedad civil local, regional y global y promover la participación significativa de todos los individuos y organizaciones interesados en la toma de decisiones.

c. Proteger los derechos a la libertad de opinión, expresión, reunión pacífica, asociación y disensión.

d. Instituir el acceso efectivo y eficiente de procedimientos administrativos y judiciales independientes, incluyendo las soluciones y compensaciones por daños ambientales y por la amenaza de tales daños.

e. Eliminar la corrupción en todas las instituciones públicas y privadas.

f. Fortalecer las comunidades locales, habilitándolas para que puedan cuidar sus propios ambientes y asignar la responsabilidad ambiental en aquellos niveles de gobierno en donde puedan llevarse a cabo de manera más efectiva.

14.  Integrar en la educación formal y en el aprendizaje a lo largo de la vida, las habilidades, el conocimiento y  los valores necesarios para un modo de vida sostenible.

a. Brindar a todos, especialmente a los niños y los jóvenes, oportunidades educativas que les capaciten para contribuir activamente al  desarrollo sostenible.

b. Promover la contribución de las artes y de las humanidades, al igual que de las ciencias, para la educación sobre la sostenibilidad.

c. Intensificar el papel de los medios masivos de comunicación en la toma de conciencia sobre los retos ecológicos y sociales.

d. Reconocer la importancia de la educación moral y espiritual para una vida sostenible.

15.  Tratar a todos los seres vivientes con respeto y consideración

a. Prevenir la crueldad contra los animales que se mantengan en las sociedades humanas y protegerlos del sufrimiento.

b. Proteger a los animales salvajes de métodos de caza, trampa y pesca, que les causen un sufrimiento extremo, prolongado o evitable.

c. Evitar o eliminar, hasta donde sea posible, la toma o destrucción de especies por simple diversión, negligencia o desconocimiento.

16. Promover una cultura de tolerancia, no violencia y paz.

a. Alentar y apoyar la comprensión mutua, la solidaridad y la cooperación entre todos los pueblos tanto dentro como entre las naciones.

b. Implementar estrategias amplias y comprensivas para prevenir los conflictos violentos y utilizar la colaboración en la resolución de problemas para gestionar  y resolver conflictos ambientales  y otras disputas.

c. Desmilitarizar los sistemas nacionales de seguridad al nivel de una postura de defensa no provocativa y emplear los recursos militares para fines pacíficos, incluyendo la restauración ecológica.

d. Eliminar las armas nucleares, biológicas y tóxicas y otras armas de destrucción masiva.

e. Asegurar que el uso del espacio orbital y exterior apoye y se comprometa con la protección ambiental y la paz.

f. Reconocer que la paz es la integridad creada por relaciones correctas con uno mismo, otras personas, otras culturas, otras formas de vida, la Tierra y con el todo más grande, del cual somos parte.

………………………………

EL CAMINO HACIA ADELANTE

Como nunca antes en la historia, el destino común nos hace un llamado a buscar un nuevo comienzo. Tal renovación es la promesa de estos principios de la Carta de la Tierra.  Para cumplir esta promesa, debemos comprometernos a adoptar y promover los valores y objetivos en ella expuestos.

El proceso requerirá un cambio de mentalidad y de corazón; requiere también de un nuevo sentido de interdependencia global y responsabilidad universal. Debemos desarrollar y aplicar imaginativamente la visión de un modo de vida sostenible a nivel local, nacional, regional y global. Nuestra diversidad cultural es una herencia preciosa y las diferentes culturas encontrarán sus propias formas para concretar lo establecido.  Debemos profundizar y ampliar el diálogo global que generó la Carta de la Tierra, puesto que tenemos mucho que aprender en la búsqueda colaboradora de la verdad y la sabiduría.

La vida a menudo conduce a tensiones entre valores importantes. Ello puede implicar decisiones difíciles; sin embargo, se debe buscar la manera de armonizar la diversidad con la unidad; el ejercicio de la libertad con el bien común; los objetivos de corto plazo con las metas a largo plazo.  Todo individuo, familia, organización y comunidad, tiene un papel vital que cumplir. Las artes, las ciencias, las religiones, las instituciones educativas, los medios de comunicación, las empresas, las organizaciones no gubernamentales y los gobiernos, están llamados a ofrecer un liderazgo creativo.  La alianza entre gobiernos, sociedad civil y empresas, es esencial para la gobernabilidad efectiva.

Con el objeto de construir una comunidad global sostenible, las naciones del mundo deben renovar su compromiso con las Naciones Unidas, cumplir con sus obligaciones bajo los acuerdos internacionales existentes y apoyar la implementación de los principios de la Carta de la Tierra, por medio de un  instrumento internacional legalmente vinculante sobre medio ambiente y desarrollo.

Que el nuestro sea un tiempo que se recuerde por el despertar de una nueva reverencia ante la vida; por la firme resolución de alcanzar la sostenibilidad; por el aceleramiento en la lucha por la justicia y la paz y por la alegre celebración de la vida.

19 comentarios

  • pepe blanco

    Pues a lo mejor resulta que mi gata lee a Aristoteles o a Ortega y Gasset, o se solaza en la mística de San Juan pues, viviendo como vivimos en un quinto piso, muchas veces se sube a una ventana, pero nunca salta. Sin embargo, siempre que ve la puerta de casa abierta, intenta salir.
     
    Lo consultaré con el veterinario.

  • m. pilar

    Hola Pepe:
     
    Estoy de acuerdo con Oscar. Por qué siempre se mete por medio la religión como creencia primera, única, que todo lo rige?
     
    Me enamora el misterio de la creación, su grandeza, su hermosura, su armonía y su dureza que también existe.
     
    La vida misma es un misterio lleno de fuerza y grandeza a la par de su fragilidad. Todo nos enseña, que cuanto mejor la tratemos, mejor llega a su fin.
     
    Convertir en basura todo cuanto tocamos por pura dejadez o egoísmo, nos lleva a un final desastroso.
     
    Unas veces para ganar riquzas sin sentido común, otras, por puro y duro placer, sin contemplar el daño que causamos; llevamos a un final desastroso, algo que hemos recibido y debe ser entregado… mejorado si cabe a los que nos seguirán mientras esta tierra y todo cuanto hay en ella, tenga capacidad de seguir dándonos vida.
     
    El ser humano, a lo largo de la historia… parece que goza más destrozando que creando mejoras para conseguir un mundo mejor.
     
    Y esto, no lo digo desde ningún sentimiento o creencia religiosa, sino como enamorada de la capacidad que el ser humano tiene !si quiere! para mejorar cuanto recibe si se dedica a ello en lugar de vivir solo para su corta vida sin pensar en el resto de la humanidad.
     
    Un abrazo.
    m* pilar

  • oscar varela

    Sí, pepe, sí! se necesita no una sino muchas creencias.
     
    En tu ejemplo, necesito la creencia de que -estando aun dentro de la habitación- la calle está ahí fuera, y miles de etcs. “Creemos” que esa tal pastillita recetada nos aliviará la acidez de estómago, etc.
     
    ¿Por qué no darle el rango de importancia que tienen esas triviales circunstancias de la vida? ¿o es que solo lo “peraltado” merece consideración y lo demás des-atención?
     
    La creencia es una “habitualidad” en la que se está y que no necesita que la tengamos ni sos-tengamos a fuerza de pensamientos y/0 razonamientos.
     
    Ya una vez tratamos esto contigo bajo el concepto de “principios”. Comprendo que mi concepto de “creencia” no está cooptado por lo “religioso”; y por eso suelo “avisar” que las “creencias” no necesariamente son solo las “religiosas”… ni muchísimo menos.

    En cuanto a Ortega, para mí ha sido un Pedagogo que me ha insinuado un modo de mirar las cosas de la vida; nunca me ha hecho “tragar” sin “digerir, pues él mismo se ha cuidado de que así sea. Solo el “señorito satisfecho” es una deformación de ser “heredero”; pero heredero, gústenos  o no / para bien o para mal: lo somos: También esa es una “creencia” en la que estamos: somo “hijos de …”.

    Abrazo y ¡Vamos todavía! – Oscar.

  • pepe blanco

    (Perdón, sigo)
     
    Necesitas apoyarte en alguna creencia extraña para tomar esa decisión? Encontrarás  en la literatura mística una luz que te ilumine en ese trance?

  • pepe blanco

    Hola oscar varela.
     
    Imagínate que vives en la cuarta planta de un edificio de viviendas. En un cierto momento, decides salir a la calle. Tienes dos opciones: abrir una ventana y dar un saltito o bien, abrir la puerta de tu vivienda, salir al rellano y bajar por las escaleras, o usar el ascensor.
     
    Para decidirte por una de las dos opciones, necesitas fundamentar tu decisión en algún principio moral o ético? Tienes que leer el evangelio de san Juan o saber que dice al respecto Ortega y Gasset? Necesitas apoyarte en algunacreencia

  • oscar varela

    Hola pepe blanco!
     
    Te leo:
     
    1.- “Todo ese conocimiento parece suficiente para fundamentar la necesidad de adoptar modelos de desarrollo sostenible”.

    Estoy contigo.

    2.- “No hace falta apelar a la mística, ni a las pseudociencias, ni a la ética, ni a la moral, ni a la comunidad de vida, ni a la espiritualidad, ni a gaitas celestiales.”-

    También estoy contigo en no apelar a las pseudociencias ni a gaitas celestiales .
     
    Pero no te puedo seguir en no apelar a la mística, a la ética, a la moral, ni a la comunidad de vida, ni a la espiritualidad.

    Por otra parte, mi opinión es que la misma Ciencia y sus Conocimientos son una Creencia (en la RAZÓN), una Fe como cualquier otra, que el ser humano se ha inventado cuando le entró a fallar la “religiosa” (“sin-razones” – La RAZÓN no es sino una Ortopedia de una Creencia fracturada).

    No es nada improbable que alguna vez se canse el humano de esa Fe en la RAZÓN y la mande al carajo. A mí parecer ya hace un siglo que estamos masticando puteadas, y no lo veo nada mal; aunque me gustaría que no se la des-heche al tacho de basura, sino se la conserve poniéndola “en su lugar” de Servicio a la Vida ¿no te parece?

     
    ¡Vayamos todavía! – Oscar.

  • pepe blanco

    Un poco más abajo escribí, más o menos, que la contaminación ambiental está muy estudiada en muchos de sus múltiples aspectos. También son bien conocidas las consecuencias perjudiciales -eventual o potencialmente letales- que tiene la contaminación ambiental para los seres vivos, incluyéndonos a los seres humanos.
     
    Decía que todo ese conocimiento parece suficiente para fundamentar la necesidad de adoptar modelos de desarrollo sostenible, en el sentido que ya he definido. No hace falta apelar a la mística, ni a las pseudociencias, ni a la ética, ni a la moral, ni a la comunidad de vida, ni a la espiritualidad, ni a gaitas celestiales.
     
    Si todo ese conocimiento cierto, veraz, adquirido  a partir de rigurosos estudios de la realidad, no les resulta suficiente a algunas personas para defender la implementación de estrategias de desarrollo sostenible, sino que necesitan apelar a algunos de esos recursos mentales que he citado, o a otros, como personificar la naturaleza -como otros personifican a Dios-, mantener una íntima y cordial relación con su entorno domesticado o salvar su circunstancia, pues, ¿qué puedo decir? Poco puedo decir, más allá de desearles mucha suerte en la lotería de las creencias.

  • m. pilar

    No sé si a la tierra le importa o no, diciendo lo que “necesita”.

    Lo cierto es:

    Que si la destrozamos… nos destrozamos la vida a nosotros mismos, nos guste o no.

    Ya de alguna manera lo estamos sufriendo; dentro de no mucho tiempo, los pulmones de la tierra, quedarán talados, por tanto destrozados.

    ¿De dónde nos vendrá el agua que el ser humano necesita para vivir?

    Es solo un ejemplo; otro, los desastres de las petroleas en la  selva por no respetar ningún sentido de cuidado hacia ella y en consecuencia hacia los humanos.

    Otro: la basura que producimos… llegará un momento que estaremos envueltos en ella sin remedio.

    Solo hay que mirar los mares, los ríos, los lagos…

    Y así… sucesivamente.

    mª pilar

  • oscar varela

    Hola!

    Ahora una TERCERA CONSIDERACIÓN:

    “YO soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo”

    ¿Qué le vamos a hacer si el tipo tenía cabeza y corazón para pensar y decir las cosas, no?

    ¡Voy todavía! – Oscar.

  • oscar varela

    Hola!
     
    Consideración en torno a la frase de pepe blanco: -“A la Tierra le importan un pimiento los “derechos” que pretendamos ingenuamente “reconocerle”.
    ………………
     
    PRIMERA CONSIDERACIÓN desde la filosofía de Antoine de Saint Exupery
     
    1) dialogando con la Rosa:
     
    “Si tú me domesticas, entonces tendremos necesidad el uno del otro.
    Para mí, tú serás único en el mundo.
    Para ti, yo seré único en el mundo…”
     
    “Sólo se conocen bien las cosas que se domestican”
     
    “Fue el tiempo que pasaste con tu rosa lo que la hizo tan importante.”
     
    2) dialogando con el Zorro:
     
    “Tú no eres para mí todavía más que un muchachito igual a otros cien mil muchachitos. Y no te necesito.
     
    Tampoco tú tienes necesidad de mí. No soy para ti más que un zorro entre otros cien mil zorros semejantes.
     
    Pero si me domesticas, entonces tendremos necesidad el uno del otro.
     
    Tú serás para mí único en el mundo, yo seré para ti único en el mundo…”
    ……………..
     
    “Y cuando te hayas consolado (uno siempre termina por consolarse) te alegrarás de haberme conocido”
     
    “Me pregunto si las estrellas se iluminan con el fin de que algún día, cada uno pueda encontrar la suya”
    ……………………….
     
    SEGUNDA CONSIDERACIÓN desde el Derecho evolutivo:
     
    Zaffaroni presentó su libro “La Pachamama y el Humano”. En esta última obra escrita por el juez de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, se analiza el origen de las reflexiones sobre la naturaleza, desde las discusiones y formas de procesar de los derechos de los animales, hasta el pensamiento y filosofía de Latinoamérica vinculado a la Pachamama.
     
    http://www.youtube.com/watch?v=DXopChYTCfE
     
    “La incorporación de la naturaleza al derecho constitucional, en carácter de sujeto de derecho, abre un nuevo capítulo en la historia del derecho y de la política regional. Tengamos en cuenta el surgimiento de las nuevas constituciones populares de Ecuador y de Bolivia, por ejemplo. En ellas se encolumnan el reclamo por la ecología, dentro de la lucha anticapitalista en este margen del planeta”, expresó el magistrado.
     
    “Los derechos de la Naturaleza, de la Pachamama (que es una mujer, lo cual tiene otra carga significativa) responden a una nueva, o en realidad antigua y precolombina, visión en torno a la vida, la del Buen Vivir”.
     
    En su exposición, Zaffaroni explicó que estas visiones surgen de una matriz social, cultural y cognoscitiva distinta en la relación de los seres humanos con la naturaleza, la misma que tiene una base en el sentido comunitario y un fuerte enraizamiento en lo sagrado, no en el sentido religioso de la cultura occidental, sino en aquel que entiende a lo sagrado como merecedor de respeto.
    ……………………
     
    ¡Vamos todavía! – Oscar.

  • M.Luisa

    A mí me hace el efecto que Pepe en su crítica lo que ve es que la  índole de la  carta de la tierra  presenta las características  de una ética de normativas, proveniente ésta de lo que tradicionalmente se ha considerado como una cuestión de moralistas y ya se sabe  los moralistas han sido siempre los teólogos.   Todo lo contrario de una fundamentación moral.   basada en la experiencia humana  de estructura constitutivamente moral y de cuyo  punto de vista  me serví en mi comentario anterior.
     
    Recuerdo que ya hace tiempo hable de esta  diferencia que se aprecia  en la distinción entre una “moral de contenidos” y una “moral de estructura”  pues una cosa es la condición moral del ser humano y otra una moral de normativas concretas. En esta distinción se funda parcialmente la diferencia que todavía hoy, se quiere  seguir sosteniendo entre ética y moral. Etimológicamente estos dos términos significan lo mismo, pero se les ha de dar un sentido distinto  expresado  en términos de  “ moral vivida” y “ moral pensada” una es la parte teórica y la otra la parte práctica.

  • oscar varela

    Hola!

    ¡¡¡EXTRATERRESTRES!!!

    ¿Habrá que re-escribir LA CARTA?

     
    Plantean una teoría sobre la evolución de la vida en la Tierra
    Por: PL
    http://www.argenpress.info/2014/02/plantean-una-teoria-sobre-la-evolucion.html

  • pepe blanco

    Yo le agradezco a oscar varela el trabajo de seleccionar y proponer un texto para su publicación en Atrio. Solo eso es mucho más de lo que hago yo por Atrio, en ese sentido.
     
    Ahora bien, el texto en sí, me parece infumable. Confuso, melodramático, iluminado con una iluminación de todo a cien. Pretencioso, por querer abarcarlo todo. Antiguo, por pretender que la legislación civil vuelva a tener en cuenta consideraciones espirituales.
     
    Pretencioso, también, por pretender dotar a la Tierra de una Carta. A la Tierra le importan un pimiento los “derechos” que pretendamos ingenuamente “reconocerle”. De momento, la Tierra sigue girando en su órbita. Pero, como, aunque parezca sorprendente, el movimiento de los  palnetas a grandes escalas de tiempo es aleatorio -es decir, no sigue las leyes de Kepler- pues dentro de unos cuantos miles de millones de años, vete tú a saber dónde está la Tierra. A la Tierra, los seres vivos le importamos un pimiento. La Tierra no siente ni padece. Ni piensa ni quiere. Ni decide.
     
    En el fondo de esta carta subyace la idea pseudocientífica de Gaia y el relato místico de la Pachamama. Y esos principios subyacentes, finalmente ocultan el verdadero problema que no tiene nada de místico ni de pseudocientífico: la contaminación y el deterioro medioambientales.
     
    La contaminación ambiental está muy estudiada en numerosos aspectos. También las consecuencias perjudiciales -potencialmente letales- que tiene la contaminación ambiental para los seres vivos, incluyéndonos a los seres humanos. Todo ese conocimiento parece suficiente para fundamentar el postulado de la necesidad de adoptar modelos de desarrollo sostenible, en el sentido que ya he definido. No hace falta apelar a la mística, ni a las pseudociencias, ni a la ética, ni a la moral, ni a la comunidad de vida, ni a la espiritualidad, ni a gaitas celestiales.
     
    Creo que una “Carta del Medio Ambiente” debería limitarse a fijar los principios y las estrategias del desarrollo sostenible. Un texto de esas características, sería más eficazmente concreto y podría ser fácilmente asumible por personas de todas las ideas políticas y de todas las creencias filosóficas.
     
    Un texto como este de la Carta de  la Tierra, me parece un engrudo indigerible que, además, incluye ingredientes altamente tóxicos para el desarrollo político y social, como el regreso a la situación pre-ilustrada de que las instituciones públicas y civiles se “preocupen” por la espiritualidad de las personas.
     

  • Juanel

     
    Me parece que la Carta de la Tierra expresa muy bien la dirección que debe tomar el sentido ético que nos permita seguir viviendo con esperanza e ilusión en el futuro, en un único entorno natural común que es nuestra Tierra y un único entorno humano que es toda la humanidad sin exclusiones maravillosamente diversa.
     
     
    No sé si a Pepe Blanco aún le huele a incienso y sacristía la Carta. Espero que no y si fuese así habría que depurar el lenguaje o si fuese necesario algunas ideas, para que pudiese ser asumida también por los no cristianos, no religiosos, ….., sin reticencias.
     
     
    Gracias a Óscar y a todos. La Carta aviva la esperanza en que “lo humano” aún es posible y tiene futuro, frente a pronósticos catastrofistas. Aún hay tiempo, poco pero lo hay.

  • George R Porta

    Gracias Oscar! Un abrazo

  • Asun Poudereux

    Gracias por todo, Oscar.
     
    Estamos inmersos, al menos en teoría,  en los buenos deseos de la Carta de la Tierra,  el planeta en el que vivimos, pero que aún  no sentimos como un préstamo que hay que cuidar y mejorar para todos los seres que nos sucederán  y para sentar las bases de una interrelación humana globalizada y solidaria.
     
    Por el momento me parece muy importante y necesario crear conciencia, para que entre todos se consiga, lo antes posible, hacerlo real.
     
    Cambiar la manera de ver, y así lo verdaderamente práctico ya no sea conseguir fines rápidos y egocéntricos a nivel personal y/o planetario, pues en el fondo son lo mismo. Hagamos pues ya desde nuestro entorno todo lo está a nuestro alcance para parar esta avalancha de egoísmo frenético  y ciego.
     
    Un abrazo yendo y yendo todavía…

  • M.Luisa

    Tienes razón, Oscar, no se puede añadir nada más ¡Todo está tan claro! Sólo  me permitiré hacer  esta  pequeña reflexión;
     
    No es que todo lo expuesto ahí  en esta Carta de la Tierra  haya sido  algo de difícil cumplimiento,  y que por ello al haberlo  soslayado y  viendo   ahora   sus consecuencias,  el  estado actual  en el que la estamos   dejando,  ahora,   estos principios se nos  impongan a modo de estricta necesidad de salvarla, no, no lo creo yo así.  Creo más bien  que  los humanos somos congéneres a ellos, a esos principios,  lo que ocurre es que nuestra  predilección por lo práctico  y lo eficaz, que es lo que por lo general   ha impulsado  nuestras vidas,  podría muy bien ser una manera de  habernos engañado y así  vivir  mantenidos   en la superficie de todos estos  cruciales problemas.
     
    Gracias por tu trabajo!  Un  abrazo

  • m. pilar

    ¡Quien no desea lo que esta carta expresa?

    Tristemente si hay personas ciegas y sordas al grito de la tierra ante el mal trato que recibe.

    ¡Difícil solución…! ¿?
    El poder, el dinero, el ego de algunas personas… muchas por desgracia… les ha comido y corroído todo vestigio de conciencia común y sentido de la vida para toda persona que habita esta hermosa tierra.

    ¡Gracias Oscar por tu esfuerzo!

    pili-mª pilar

  • oscar varela

    Hola!

    Yo no sé si a mis compañeros atrieros les pasa lo que a mí:

    Que me quedo sin “discurso” ante el Texto de LA CARTA DE LA TIERRA.

    Y es porque me parece tan obvio el tener esos anhelos allí expresados, que agregarle algo de mi cosecha sería enturbiarlos un poco.

    Tal vez a tí, compañera y compañero, te haya pasado algo parecido; y creo que eso es bueno y de agradecernos a todos y cada uno por poder con estas sencillas maneras, sentir las palabras finales, que hemos estado estos días participando en la celebración de la vida.

    ¡Vamos todavía! – Oscar.

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