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Mi interpretación del Credo / y 2

Juanel bLa primera parte de este escrito, una interpretación personal del Credo, apareció en ATRIO el sábado pasado, día 2 de noviembre.

5.y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado y resucitó al tercer día según las Escrituras,

Aquí aparece el único dato histórico comprobado de Jesús, su muerte en cruz en tiempos de Pilato. Y el dato de que murió y fue sepultado me parece más verosímil que otras propuestas alternativas. Por nuestra causa fue crucificado tiene el sentido genérico de la maldad humana. Se sigue asesinando, siempre injustamente.

Resurrección. Primero una cuestión científica ¿es posible? Bueno es el mismo planteamiento que hice en la encarnación. La pregunta ¿la Técnica futura lo impedirá siempre? Mi respuesta es que no cierro la posibilidad de que en el futuro pueda hacerse. Cuando leo los relatos de las apariciones de Jesús vivo tras su muerte me dejan un regusto de empleo de tecnología muy avanzada, más que de visión de un fantasma o de experiencias personales de conciencia alterada. Lo que yo creo que nos dicen estos relatos no es que Jesús estuviese vivo tras su resurrección en el ámbito divino, sino vivo en el cielo, en el paraíso, en el tiempo y lugar de la Plenitud Humana. Además la frase de Jesús a María Magdalena “no me toques que aún no he subido al Padre” adquiere de esta forma todo su sentido.

La resurrección de Jesús es el punto clave de la fe cristiana. Sin resurrección de Jesús y la nuestra, sea como sea el modo de interpretarla, no hay fe cristiana. Y no hay esta fe porque entonces Jesús podría ser considerado maestro, profeta, incluso mesías, pero no como Dios-Hijo, Dios con nosotros. Dios no puede ser vencido por la muerte ni por nada. La afirmación común, primera y primaria, de las comunidades cristianas es “Jesús vive”. Para mí es secundario el cómo se llega a esa afirmación. No descarto el contacto directo con Jesús resucitado como un hecho real histórico en unos pocos testigos, ni tampoco lo más común como un hecho real a nivel de la experiencia vital y personal,  con una confianza tal que la coloca por encima del valor de la propia vida. Las comunidades cristianas se reúnen por la fuerte convicción de que Jesús está vivo y con ellos, asumiendo las consecuencias inmediatas de ser coherentes de esa afirmación, con una pasión desbordante y arrolladora, que les cambia la vida completamente. Ya nada será como antes.

Es la Pascua lo determinante en la fe cristiana y todo lo demás orbita alrededor de ella. Es Jesús el que resucita y no Dios el que resucita a Jesús, aunque hay citas de Pablo en este sentido. En mi opinión si se toma de este modo aparece el adopcionismo, Dios confirma la vida de un hombre liberándolo de la muerte, pero en este caso Jesús no sería Dios con nosotros, sino un hombre bueno al que Dios libera de la muerte. ¿Esto separa a Jesús del resto de los humanos? En parte sí, ya que Jesús se libera de la muerte y ninguno puede hacer tal cosa sino Dios, y en parte no porque Jesús es un hombre como los demás en plenitud, a la cual llegaremos tod*s. Y como llegaremos tod*s allí, a la Plenitud, tod*s resucitaremos. Jesús se diferencia sólo como primogénito de la Plenitud.

Si hay resurrección hay encarnación. La encarnación no tendría ningún sentido si es Dios el que libera de la muerte a un hombre, pues no habría ningún inconveniente de que fuese un hombre común nacido de un padre y una madre. Sin embargo, si es Jesús el hombre en plenitud el que se libera de la muerte, entonces es la condición de plenitud humana la que vence a la muerte y esto nos afectará a tod*s, cuando la Plenitud en la historia sea alcanzada. La plenitud humana de Jesús no la adquiere en ningún momento ni la abandona, la lleva consigo desde su concepción y por lo tanto se requiere la encarnación de un hombre en plenitud.

Encarnación para mí es anterior a la entrada de Jesús en la historia. En mi opinión encarnación significa algo que sucede en el tiempo y lugar de la Plenitud Humana en la historia futura. El Hijo-Dios pasa del ámbito divino al ámbito humano por acción del Espíritu Santo en un hombre, Jesús resucitado. Y por la misma acción del Espíritu pero en sentido inverso, cuando toda la humanidad sin exclusiones alcance la Plenitud, pasará al completo del ámbito humano al divino, para permanecer para siempre en lo eterno de Dios.

6.y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre, y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin.

Subir al cielo ya he dicho que significa para mí ir al tiempo y lugar de la Plenitud Humana en la historia futura, que es el paraíso o cielo. Jesús al resucitar no entra en el ámbito divino, no cambia su condición humana en plenitud a su condición divina. Por la ascensión, Jesús llega al cielo justo en el punto de la historia humana en el que ésta alcanza la Plenitud y les “abre la puerta del cielo” por ser quien es, a aquellos humanos del final de la historia que están a punto de alcanzarla. El lapsus temporal me lo imagino como un traslado, transporte o traslación inmediata o instantánea en el tiempo. Para nosotros nos resulta paradójico, pero no para Jesús cuya perspectiva siempre es desde la Plenitud. Del mismo modo tod*s nosotr*s seremos resucitad*s y llevad*s no al ámbito divino sino al cielo, a la Plenitud futura, tal y como somos, pero recuperad*s en salud y vigor.

La resurrección de toda la humanidad por tanto no depende directamente de Dios sino de l*s human*s de la Plenitud, que es obra de Jesús y de los que han seguido sus huellas. Por ello en la resurrección de Jesús no afirmo que Dios resucita a Jesús, sino que es él el que resucita, al estar y ser en plenitud siempre.

La segunda venida de Jesús no la separo de la Plenitud sino que significa para mí el encuentro de la humanidad con él, el primogénito y el responsable de que el Reino de Dios en la Tierra haya sido posible. Allí nos encontraremos.

(Un poco de Ciencia ficción no vendría mal aquí, aunque sea muy marginal en mi fe. Me imagino que l*s human*s de la Plenitud gozarán no sólo de justicia y libertad, de amor y de paz,… sino también de abundancia y conocimiento. Y es posible al suponer esto, que tendrán técnica suficiente para burlar la muerte, llevar a l*s  rescatad*s de la muerte a su mundo y sanarl*s de todas sus dolencias.)

El Juicio. Entiendo que hay un juicio necesario como reparación de toda injusticia. En él seremos juzgados según el patrón fijado por Jesús, “venid benditos de mi Padre, porque tuve hambre y me diste de comer…..”. Seremos juzgados por el amor. Por tanto Jesús es el juez. Pero es difícilmente entendible que Jesús se siente en un tribunal y vayan pasando uno a uno tod*s l*s human*s. Más razonable veo que nos juzguemos l*s un*s a l*s otr*s en un mundo sin secretos, nos pidamos cuentas mutuamente y resolvamos nuestros conflictos, presidido todo por el amor.

Glorificación. La glorificación se refiere la frase “sentado a la derecha del Padre”, lo que significa entrar en el ámbito divino indicado con la gloria. Culminada la Plenitud Humana, establecido el Reino de Dios en la Tierra por medio de Jesús, se producirá el paso de la humanidad al completo sin faltar nadie al ámbito divino. El Reino de Dios no tendrá fin al ser llevado al ámbito divino. El agente que lo hace posible es el Espíritu Santo, que nos transformará a tod*s en espíritus sustanciales, la sustancia no material del ámbito divino, con nuestra propia identidad, memoria, biografía… únicas e irrepetibles, para poder acceder a lo eterno en Dios dejando la Realidad Física temporal-finita. De este modo, hasta entonces el ámbito divino lo ocupaba una sola persona, Dios, pero a partir de este momento se llena de una inmensa multitud de personas tan diversa como seres humanos hayan vivido, formando una comunidad relacional unida por el amor en el Espíritu. Y como el ser humano no puede entenderse sin su entorno natural, lo lleva consigo en su memoria colectiva, con lo cual todo cuanto ha conocido el conjunto de los seres humanos va a permanecer en lo eterno. Y así Dios será Todo en todo.

7.Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas.

Tengo problemas para hablar de espíritu/s porque en mi concepción científica no caben espíritus en nuestra Realidad Física, ni ningún tipo de sus supuestas acciones, tales como revelaciones, iluminaciones…. Por el contrario en el ámbito divino, al ser distinto al ámbito humano, cuadra bien con la sustancialidad del espíritu como constitución diferente a nuestra sustancialidad, materia-energía.

Si el Credo me dice que el Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo yo no tengo ninguna objeción que hacer, aunque podría haber otras alternativas como las ha habido en la historia de la Teología.  Decir Señor y dador de vida pues yo lo hago referir a la vida eterna, no a la vida biológica o humana. La referencia a la vida eterna es porque el Espíritu Santo es el responsable del acceso de la Plenitud Humana al ámbito divino y también el responsable de que el Hijo-Dios pueda encarnarse en un hombre de la Plenitud Humana, Jesús. Por ello es el Espíritu Santo el que obra la encarnación tal como se dice en el Credo más arriba.

Profetas. Entiendo por profeta aquel que da testimonio de su fe, o bien, todo aquel que da testimonio de su fe actúa de profeta, revela su fe. Suponer que para hacer esto se requiere un proceso sobrenatural es para mí demasiado suponer. No veo razón alguna para que ese proceso no sea completamente humano. Entonces ¿qué puede significar que el Espíritu Santo habló por los profetas? El Espíritu Santo está en la base del acceso al ámbito divino y por tanto a la vida eterna. Por tanto, todo lo que vaya en esa dirección pues colabora en la acción del Espíritu Santo. Esa dirección es la de Jesús de Nazaret y cuanto se diga y manifieste de él con verdad, pues también estará hablando y manifestando la acción del Espíritu Santo.

Que el Espíritu Santo reciba la misma adoración y gloria que el Padre y el Hijo proclama el Dios-Trino cristiano. No se puede desde la fe cristiana adorar solo a Jesús como Dios-Hijo sin hacerlo al mismo tiempo al Padre y al Espíritu Santo. La adoración “al Padre por el Hijo en el Espíritu” es una fórmula adecuada para expresar el movimiento único de adoración. No hay tres dioses con culto independiente, sino un sólo Dios-Trino en la fe cristiana.

8.Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén.

El perdón de los pecados, la reconciliación de toda la humanidad, es para mí la condición necesaria para alcanzar la Plenitud Humana. La humanidad sin exclusiones tiene que reconciliarse, en justicia y en paz. Para hacerlo imagino como una antesala de la Plenitud justo antes de alcanzarla. En ella se dará el juicio y la comprensión de las acciones culpables en un mundo sin secretos, que puede llevar a la compensación y el perdón mutuo entre tod*s.

El bautismo, significa la entrada en la Iglesia, pero no es un visado para la salvación. Nada nos evitará el juicio, el que nos veamos las caras con nuestros enemigos en la antesala de la Plenitud y  motivados hacia el perdón y la reconciliación. El bautismo debe motivar el perdón que limpia la culpa y cuanto más limpios estemos más fácil será nuestra entrada en el cielo de la Plenitud. Si a las grandes dificultades que padecerán algunos para reconciliarse lo queremos llamar infierno temporal o purgatorio, pues sea. Pero un infierno eterno es incompatible con lo eterno de Dios.

La Iglesia. Creo en la Iglesia Católica porque es la que mantiene el legado de Jesús de Nazaret que a mí me interesa y además es la que me lo ha transmitido. La Iglesia es un medio eficaz de salvación, para aquellos que les sirve en el progreso de su fe. La Iglesia no está para que le sirvan sino para servir, aplicando lo de que “el hombre no está hecho para la Ley (o la Iglesia), sino la Ley (Iglesia) para el hombre”. Además no es el único medio de salvación. La proposición de que “fuera de la Iglesia no hay salvación” es para mí un error grave. Y lo es porque para muchos la Iglesia resulta un muro infranqueable que les obliga a renunciar a la fe. Y es que la salvación no depende del culto, de la obediencia y sumisión a la Iglesia, sino del amor, del perdón y la reconciliación humana.

Una. Mi idea de Iglesia es una comunidad de comunidades unidas fraternalmente por la función de unidad del obispo de Roma. Unidas no significa uniforme, con los mismos significados doctrinales de fe, ni éticos, ni tampoco de experiencia religiosa o culto. Tampoco se trata de un colectivo que comparte ideales sociales o políticos, u otros, sino que comparte unos mínimos de fe y experiencias religiosas comunes. Evidentemente no tenemos una sola Iglesia Cristiana sino muchas y debería darse entre ellas un acercamiento hacia la unidad, aceptando un pluralismo cristiano en las formas diversas de seguimiento a Jesús.

Católica. Significa universalidad, lo cual indica que su mensaje es un ofrecimiento abierto a todo el mundo sin exclusiones. De ahí la necesidad de inculturación para poder hacerse presente en cualquier cultura.

Apostólica. Indica la principal misión de la Iglesia que consiste en la transmisión de su mensaje ofreciéndolo del modo más comprensible posible para sus oyentes y a todo aquel que quiera escucharlo. En ningún caso puede hacerse de modo amenazador o impositivo puesto que sería incoherente con su mensaje.

El Credo finaliza con la declaración de la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro que ya hemos tratado, pero aquí se añade como lo esencial de la fe y declara mi esperanza.

14 comentarios

  • Juanel

     
    Tienes razón Santiago, yo no estoy cualificado para una re-elaboración del Credo. Además yo quiero seguir en la IC y también mantener la atención en su magisterio. Es cierto que tenemos el CVII como el marco en el que podemos profundizar nuestra fe. Pero el Credo no fue un tema tratado en el CVII y los católicos proclamamos el Credo en cada Misa, cuando la liturgia no lo omite, y no podría hacerlo si los términos que usa no traduzco sus significados a mi contexto cultural. No podría proclamar “Creador” si esto significa creado de la Nada y no creación evolutivamente continua, ni “del cielo y tierra de todo lo visible e invisible” si esto significa intervención de Dios en todo de forma mágica o milagrera y no como Providencia en un mundo autónomo. No puedo proclamar “Todopoderoso” ante la persistencia del mal, si esto no lo traduzco como el poder del amor que todo lo puede. Etc. ¿Cuanto tendría que esperar a que la Iglesia oficial re-elaborara el Credo o lo aclarara con las anotaciones pertinentes? ¿50 años? ¿Me tendría que callar cuando mi comunidad proclama el Credo? Quizás también tendrían que callar y con mayor razón aquellos que creen que Dios Padre-Hijo-Espíritu son tres personas distintas y por tanto tres dioses verdaderos. O que el Hijo al ser engendrado por el Padre está subordinado a él y por tanto es un dios menor, etc., etc.,
     
    Un abrazo.

  • Santiago

    Juanel,    poner “al día” un documento es explicarlo mas para que se comprenda mejor…Este aggiornamiento no puede partir de una o unas personas  particulares…como es el caso de que  yo no podría tampoco “re-interpretar” el Derecho Romano para aplicarlo al momento “actual” con mis propios conocimientos de “laico”….. puesto que  para hacer esto se requiere la experiencia y la cultura propia de los profesionales de ese sistema..que son los únicos que técnicamente poseen los conocimientos pertinentes y apropiados para realizar esa “relectura”…
    El Credo porque es la clave de la hermenéutica de toda la escritura…y un resumen de la fe, solamente puede ser propiamente “re-interpretado” para ponerlo al día en lenguaje y sentido actual por la misma Iglesia, que en su magisterio tiene esa función…Este mismo CREDO puede leerse perfectamente al mundo moderno si leemos la Constitución sobre la Iglesia, del Concilio Vaticano II que comienza con las palabras: “LUMEN GENTIUM CUM SIT CHRISTUS, es decir, “por ser Cristo la luz de las gentes, este Concilio…desea..iluminar a TODOS con su claridad…Y como la Iglesia es en Cristo como un sacramento….se propone declarar con mayor PRECISIÓN a sus fieles y a todo el género humano su naturaleza y su misión universal. Las condiciones de estos tiempos añaden a este deber de la Iglesia una mayor urgencia para que TODOS…con toda clase  de relaciones sociales, técnicas y culturales…consigan tambien la plena unidad con Cristo” (CVII, LG, Cap I,BAC, pg 9-10)…Por eso Juan XXIII, que convocó el Concilio Vaticano II, dijo entonces: “Lo mas importante en el Concilio ecúmenico es que el sagrado depósito de la doctrina se guarde y se proponga de una manera eficaz”..Y Paulo VI añadió: “El magisterio de la Iglesia..ha prodigado (en el Concilio Ecuménico) su enseñanza autorizada acerca de…cuestiones que hoy comprometen la conciencia y la actividad del ser humano; ha bajado..al diálogo con el..ha adoptado la voz de la caridad pastoral…ha deseado hacerse oír y comprender de todos; no se ha dirigido solamente a la inteligencia especulativa….sino que ha procurado expresarse con el estilo de la conversación corriente de hoy”..(Alocución de Paulo VI, en la sesión de clausura del Conc. Vat. II, el 7 de diciembre de 1965, en la Basílica Vaticana)
    Quien lee el Concilio, está leyendo la re-interpretación del CREDO para nuestro mundo actual…No es tan difícil…puesto que el CREDO es una síntesis de la economía y del deseo salvífico de Cristo….En El está resumida toda la fe trascendente de la Iglesia…y en El y por El se expresa la fe en un lenguaje asequible…
    Es muy aceptable que tu yo yo, y nuestros compañeros de ATRIO, expresemos nuestras opiniones….Pero éstas no pasarán de ser opiniones particulares….Pero así como recurrimos a los expertos en medicina, en derecho, en ciencia, en gobierno etc….para no cometer errores a la hora de hacer decisiones importantes sobre nuestra salud, sobre  nuestros derechos legales, sobre nuestros conocimiento científico, sobre nuestro deberes políticos…por la misma razón es el “consenso” -no de particulares- sino de la Iglesia, como el Pueblo de Dios, que incluye los pastores y los fieles, la que puede expresar las verdades esenciales en el lenguaje entendible para el mundo actual…que vivimos….Cualquiera que sea nuestra interpretación, por las misma leyes que se conduce toda hermenéutica de cualquier ciencia o conocimiento, debe estar dentro de las normas apropiadas…para que el verdadero mensaje -en este caso el de Cristo- su verdedera identidad- no se tergiverse, mute, cambie y se transforme-  sino que la verdad, que es luz, siga resplandeciento en el siglo XXI como resplandeció esplendentemente en el primer día de la Resurrección de Jesús.
    un  abrazo    de Santiago Hernández

  • Juanel

     
    ¿Me permites Santiago un comentario? Estuvimos hablando hace semanas antes de que Atrio publicara “mi interpretación del Credo”, sobre los problemas que presenta el texto del Credo en nuestro contexto histórico y cultural. Yo no rechazo el Credo sino todo lo contrario, lo afirmo y lo proclamo en mi comunidad, aquí y en donde sea. Pero la realidad es que muchos de los términos que usa el Credo, no tienen el mismo significado en el contexto helenístico en el que fue elaborado que en nuestro contexto actual. Tu por tu formación puedes situarte en ese contexto del pasado y entender el Credo tal como fue redactado. Sin embargo, para los que carecen de formación clásica no pueden proclamar el Credo y a la vez entenderlo, con lo cual proclaman un Credo cargado de errores o simplemente de herejías según el significado actual de las fórmulas del texto. Por tanto hay necesidad de re-elaborarlo precisamente para evitar que se diga o se crea en proclamaciones heréticas.

  • Santiago

    Julián,   creo que tu CREDO se ajusta a la fe de la Iglesia….por tanto, quizás lo puedas incorporar a tu vida como definitivo, y no provisional…Todas las objecciones que se puedan formular en contra de esta “regula fidei” o regla de fe, ya han sido discutidas y respondidas por la Iglesia…No es la Ciencia experimental la que puede responder a estas objecciones a la fe, ni tampoco las numerosas y variadas
     reconstrucciones personales que se salen de la tradición apóstolica…sino la fe de la Iglesia misma…
    Porque este CREDO o regla de fe -que no está necesariamente vinculado en cada detalle a las variaciones lingüísticas de ninguna época- abarca el contenido esencial  de lo que la Iglesia primitiva consideraba que era lo mas importante: creer en un Dios personal que es amor y que por amor envió a nosotros a su Hijo, Cristo Jesus, reflejo sustancial del Padre. Por tanto, la regla de fe o credo, constituye la verdadera “hermenéutica” de la Escritura, la llave derivada de esta escritura por la cual los textos sagrados pueden ser interpretados de acuerdo a su verdadero espíritu…Solamente es válida esta hermenéutica o interpretación cuando se realiza dentro de la fe de la Iglesia…que comienza en Jesucristo…que es el camino de la fe…por El cual se nos enseñó y se nos enseña todo lo que es relevante e importante en nuestro camino espiritual hacia el Padre…Con El pues se inicia la fe…El es la respuesta….y es el credo de su Iglesia el que nosotros hemos recibido..
    Es este mismo credo…el tuyo. aunque simple y sencillo…Julián….Es tambien el de muchos….Estos”muchos” constituyen el núcleo central de esta fe….que sobrevivió los siglos…regla de vida  que confesaron los que siguieron a Cristo…y por la que murieron los mártires…Yo me identifico con esta verdad..y tambien quiero andar y continuar por este camino…Lo considero mejor y mas coherente que otros”senderos”que me parecen rodeados de mas misterios y de muchas mas incoherencias y que ofrecen menos respuestas
    con un cordial saludo    de Santiago Hernández

  • Juanel

     
    No no es una cuestión disparatada. En mi opinión no hay nadie esperando en los cementerios ni siquiera en forma de espíritus, que no me parece que existan porque no los considero necesarios. Basta usar el tiempo de forma paradójica. En realidad se trata de burlar la muerte biológica. Josefa ¿has leído lo que escribo sobre la resurrección en la introducción a este hilo? ¿que opinas? ¿No es posible? ¿Conoces las posibilidades que se están abriendo ya para la Ciencia y en consecuencia para la Tecnología?

  • Si al principio,  la resurrección se considera que fué Jesús el qu e la vivió…..
    ¿los humanos anteriores estaban esperando? ¿dónde? con eso las demás afirmaciones, son disparatadas , teológicas ¿..?  pero no históricas como casi nada de los dogmas que se afirman sin cambiar todavía el Credo de nuestras celebraciones.

  • Juanel

     
    A simple vista el Credo que expones Julián parece sencillo, con párrafos escuetos que van a lo esencial de la fe. Sin embargo, cada uno presenta más de una dificultad de comprensión. Por ejemplo, si de Dios-Padre procede todo, ¿el mal, también procede de él? Jesús el Hijo de Dios, ¿es un segundo Dios? ¿Qué relación guarda el Espíritu Santo con el Padre y el Hijo? ¿son tres dioses?¿cómo actúa el Espíritu Santo en el mundo?, ¿cómo está en l*s human*s? En la otra vida ¿nos disolvemos el lo Uno de Dios?, ¿el encuentro es para todos o sólo para unos cuantos que se salvan? ¿la Iglesia es el medio necesario para la vivencia de la fe o hay otros medios?
     
    Podría seguir preguntando y seguro que tú mismo también preguntarías más cosas, porque tal como dices es un Credo provisional. En general comparto lo que dices pero no todo.
     
     
    Gracias Antonio Vicedo, y es verdad lo que dices que no basta proclamar el Credo razonablemente, sino que lo importante es vivenciarlo, cosa bastante más difícil.
     
    Supongo Gonzalo Haya que has leído mi interpretación ¿te ha gustado? ¿tienes alguna crítica de su coherencia interna? Por tu curso taller sé que aquí hay cosas que no compartes, esto es lógico que suceda si partimos de cosmovisiones diferentes. Te preguntaría no por las cosas que puedes o no asumir, sino por aquellas que no ves bien sostenidas en nuestra fe común argumentativamente.

  • Julián Díaz Lucio

    Allá va mi interpretación del Creo, tal y como lo formulé personalmente para que me sirviera a mí mismo. Está redactado sin mucha palabrería, pero que para mí me servía.  Lo titulo credo provisional, porque dentro de un año no sé si lo formularé del mismo modo. Si sirve, me  doy por conforme.


    CREDO PROVISIONAL
    -Creo en Dios como Padre-Madre bueno y misericordioso, origen de todo lo que existe, que todo procede de Él por Amor. Él está en todo dando vida a todo lo que existe.
    -Creo en Jesucristo, Hijo de Dios, de una manera especialísima, al que he dado más importancia vivencial en toda mi vida. Creo que Jesús es la expresión total del Padre, es la Palabra plena del Padre. Por eso, Jesús es para mí el Señor Jesús, de tal manera que no hay otros señores absolutos más que Él. Todos los demás señores políticos, eclesiásticos, culturales, etc., no valen nada en comparación con el conocimiento vivo que experimento en la amistad con Jesús. Jesús es para mí el Camino, la Verdad y la Vida, todo ello vivido como Absoluto, muchas veces más como deseo que como realidad.
    -Creo en el Espíritu Santo. Creo en el Espíritu como la Vida y la Fuerza de Dios, que está presente en el corazón del mundo y de los hombres empujando hacia la construcción del Reino de Dios, Reino de Verdad y de Vida, de Amor, de Justicia y de Paz. Este Espíritu nos ha traído a Jesús y está presente en las Iglesias y religiones para empujar la construcción del Reino de Dios.
    -Creo en el encuentro definitivo en Dios en la otra vida, donde todos seremos UNO en él.
    -Creo en la Iglesia, comunidad de comunidades, como un medio necesario para la vivencia de esta fe y para la construcción del Reino entre los hermanos. No hay vida cristiana sin comunidad de iguales. En ella nada hay absoluto, sino Dios-Jesucristo y las personas, especialmente las más necesitadas. Todo lo demás puede y debe cambiar para hacer más significativa la presencia del Reino en la sociedad.
    Julián Díaz Lucio
    Agosto de 2012
     

  • Julián Díaz Lucio

    Allá va mi interpretación del Creo, tal y como lo formulé personalmente para que me sirviera a mí mismo. Está redactado sin mucha palabrería, pero que para mí me servía.  Lo titulo credo provisional, porque dentro de un año no sé si lo formularé del mismo modo. Si sirve, me  doy por conforme.

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    -Creo en Jesucristo, Hijo de Dios, de una manera especialísima, al que he dado más importancia vivencial en toda mi vida. Creo que Jesús es la expresión total del Padre, es la Palabra plena del Padre. Por eso, Jesús es para mí el Señor Jesús, de tal manera que no hay otros señores absolutos más que Él. Todos los demás señores políticos, eclesiásticos, culturales, etc., no valen nada en comparación con el conocimiento vivo que experimento en la amistad con Jesús. Jesús es para mí el Camino, la Verdad y la Vida, todo ello vivido como Absoluto, muchas veces más como deseo que como realidad.
    -Creo en el Espíritu Santo. Creo en el Espíritu como la Vida y la Fuerza de Dios, que está presente en el corazón del mundo y de los hombres empujando hacia la construcción del Reino de Dios, Reino de Verdad y de Vida, de Amor, de Justicia y de Paz. Este Espíritu nos ha traído a Jesús y está presente en las Iglesias y religiones para empujar la construcción del Reino de Dios.
    -Creo en el encuentro definitivo en Dios en la otra vida, donde todos seremos UNO en él.
    -Creo en la Iglesia, comunidad de comunidades, como un medio necesario para la vivencia de esta fe y para la construcción del Reino entre los hermanos. No hay vida cristiana sin comunidad de iguales. En ella nada hay absoluto, sino Dios-Jesucristo y las personas, especialmente las más necesitadas. Todo lo demás puede y debe cambiar para hacer más significativa la presencia del Reino en la sociedad.
    Julián Díaz Lucio
    Agosto de 2012

  • Gonzalo Haya

    Es emocionante ver la sinceridad y confianza mutua con que estamos expresando en ATRIO nuestras creencias y vivencias personales. No podemos compartir todas y cada una de estas vivencias, pero hay un fondo común de búsqueda honesta que nos une. Es inapreciable el valor de esta amistad.

  • Antonio Vicedo

    Gracias, Juanel, por la referencia a mi aportación. Aciertas cuando yo también he querido manifestar como ahora me situo de una forma más, como tantas, ante el Credo.
     
     
    Lejos de mi no considerar personalmente muy válida la tuya tan razonada y adecuada ,como dices, para dialogar con quienes plantean desde la razón dificultades para la fe católica cristiana.
     
    Yo simplemente he querido exponer esta actitud mía después de haberme apoyado en todo ese bagaje racional al que tu recurres, haberlo cotejado con mi experiencia vital y con la realacional de las gentes sencillas de mientorno tanto familiar como social a lo largo de mi vida.
     
    Profundizando en actitudes sencillas pero coherentes con lo más claro y decisivo del testimonio y mensaje de Jesús, he llegado a la conclusión de que esto ayuda a re valorar el esquema de valores que tanto necesitan para sus vivencias y mutuas relaciones. Un agradecido abrazo. Antonio

  • Juanel

     
    Antonio Vicedo, mi interpretación del Credo no pretende ser definitiva, sino una más entre las muchas que se han publicado. A mí me sirve y me parece que debía comunicarla por si a alguien alguna cosa de él también le sirve. El Credo que expresas como tuyo, pues es como lo dices va a lo esencial y sencillo de lo que hay que creer, incluso suficiente para el seguimiento a Jesús. Pero algunos tenemos que poder responder a cuestiones complejas de la fe. Porque esas cuestiones se le plantean a muchos que se ven obligados a abandonar la fe entre otras cosas por parecerles irracionales y contradictorias. Y yo creo que no es ni lo uno ni lo otro. Que esas cuestiones tienen respuestas razonables.
     
    Georges, ya que insistes en que tus comentarios al Credo debes de hacerlo de forma personal en mi e-mail, pues te lo pongo aquí, (camijorel@gmail.com), que puedes utilizarlo siempre que quieras, como cualquiera de Atrio.

  • George R Porta

    Juanel no he recibido la dirección de e-mail y por lo tanto voy a hacer algunos comentarios a tu Credoel cual agradezco porque me ha hecho orar por largos ratos revisando todo, como aprovecho para agradecer a Salvador sus mensajes breves, puntuales, pero tan pacientes y considerados. Gracias.

  • Antonio Vicedo

    Muy hilvanado racionalmente el contenido del Credo cristiano-católico tal y como nos lo presenta Juanel,  no deja de ser un modo más de presentar el tema desde el campo racional teológico, con más o menos presupuestos científicos exegéticos,  como el de tantos otros a lo largo de la Historia.
     
     
    Cierto que no hay posible confusión entre el campo científico y el de la fe, por su misma condición de pertenecer uno al campo de la racionalidad con base y pruebas experimentales y evidentes , y el otro de la fe, que aún partiendo de la capacidad de la mente y de la voluntad humana, es una actitud humana que, por adentrarse en el más allá de sus límites relativos, lo único en lo que se puede explicar y justificar es en la capacidad de proyectarse la razón yla libertad en el vacío del absurdo.
     
     
    La palabra CREO expresa sencillamente la diferencia sustancial entre CONOCIMIENTO CIENTÍFICO, teológico o laico y ACTO DE FE, motivado ciertamente, pero acto exclusivo de la voluntad,  aceptando una REALIDAD TRASCENDENTE de la que no tenemos, ni podemos tener experiencia, ni prueba humana.
     
     
    ¿Esto último quiere decir que la FE no es imposible?
    Pues parece que no, porque, como posibilidad y necesidad , si nos adentramos en ese campo de la TRASCENDENCIA, tanto necesitamos la actitud de Fe, para aceptar la REALIDAD TRASCENDENTE, como para negarla.
     
     
    Dicho esto, mi reflexión sobre este tema, que es tan importante para los seres humanos en la búsqueda de respuesta para preguntas fundamentales sobre nuestra existencia y finalidad, es que el asunto necesariamente exige una mayor simplicidad que lo haga asequible a cualquier sencilla mentalidad humana.
     
     
    Y, desde este presupuesto, valoro aquello que se atribuye a Jesús  “bendiciendo al Padre porque: lo que oculta a sabios y entendidos lo revela a la gente sencilla, por haberle parecido eso bien”; dandolé a la revelación el sentido vital más amplísimo posible.
     
     
    Por eso , desde la actitud consciente y libre de cada persona, tiene valor la confianza en el testimonio de los testigos tanto verbal, como sobre todo práctico.
     
    Aquí cobra valor aquello que se le atribuye a Jesús requiriendo la voluntad de fe de quienes le cuestionaban: “Si no creéis en Mí por lo que os digo, atended a lo que hago”.
     
     
    ¿No sería mejor, después de admitir de algún modo la historicidad de los testigos y su legado, sobre todo lo fundamental y más claro del NT., que llenáramos de contenido la formulación dogmática del CREDO con la sencillez del testimonio vital humano de Jesús,; la clarividente sencillez de mensaje de sus principales parábolas y sobre todo de cuanto de AMOR como principal referencia para la vida humana nos propone?
     
     
    Para mi hermano Juanel, herman*s que colaboráis o entráis en Atrio, o cualesquiera otr*s creyentes o no creyentes, todo mi CREDO se reduce al intento más sincero y esforzado, dentro de mis posibilidades, de llenar de contenido relacional la invocación ¡PADRE! para confiar en Él plenamente como un bebe que balbucea ¡ABBÁ= MAMÁ-PAPÁ! y el ¡NUESTRO! con una práctica de AMOR sin condiciones para con cualquier herman* human*.
     
     
    En cuanto al sentirme Iglesia; mi referencia de coherencia es el intento eficaz de vivenciar en mi, y de considerar en los demás, aquella prueba puesta por Jesús: “-En esto conocerán que sois discípul*s mi*s, en que OS  AMAIS L*S  UN*S  A  L*S  OTR*S.

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